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Full text of "Memorias"

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University of Toronto 


http://www.archive.org/details/memorias26acad 


MEMORIAS 


veredad Cientilca “Antonio Alzalo,” 


MEMOIRES 


0 


SOCIETESCIENTIFIOD 


SAntonio Alzate” 


Publiés sous la direction de 
RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, 


Secrétaire perpétuel. 


TOME”" 26 


1907-1908. 


MEXICO 


ÍMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL. 


1907 


MEMORIAS 


DE LA 


A 


OGILDAD CIENTIFICA 


“Antonio Alzate.” 


Publicadas bajo la dirección de 
RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, 


Secretario perpetuo. 


TOMO 26 


190'7-—1908. 


MEXICO 


IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL 
(32 de Revillagigedo núm. 3). 


1907 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” 


MEXICO. 


FONDÉE EN OCTOBRE 1884. y 


Membres fondateurs. 


MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ri- 
cardo E. Cicero et Manuel Marroquín y Rivera. 


Président honoraire perpétuel. 


M. Ramón Manterola. 


Secrétaire général perpétuel. 
M. Rafael Aguilar y Santillán. 


Conseil directif.—1907., 


PRÉSIDENT.—Dr. Antonio J. Carbajal. 
ViceE-PRÉSIDENT.—Ing. G. M. Oropesa. 
SECRÉTAIRE.—Prof. E. E. Schulz. 
VICE-SECRÉTAIRE.—Pro. M. Lozano y Castro. 
TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. 


La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte 
au public tous les jours non fériés de 4 h.a 7 h, du soir. 
Les “Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 
de 64 pags. tous les mois. 
La correspondance, mémoires et publications destinés á la Société, doi- 
vent ótre adressés au Secrétaire général á 
Palma 13.—MÉXICO (Mexique). 


Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. 
Les membres de la Société sont désignés avec M. $. A. 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIBES, T. 26. 


ESTUDIO SOBRE LA SUPERESTRUCTURA DE LAS VIAS PERREAS, 


Observaciones hechas en el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec 
POR EL INGENIERO CIVIL 


ANGEL PEIMBERT, M. $, A. 


DURMIEN TES. 


1.—Las maderas empleadas á la fecha para durmientes en 
el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, pueden considerarse 
naturalmente agrupadas en dos clases diversas: 

Maderas del país. Maderas norte-americanas. 

(a.) En cuanto á las primeras existen en una variedad in- 
mensa, pero las que pueden considerarse de primera clase y 
cuya duración ó eficiencia en la vía está comprendida entre 
cuatro y cinco años, son las siguientes: 

Primera clase. Encino, Guayacán, Moral, Cocuite, Chipi- 
le, Grisiño, Nazareno, Macaya (corazón), Tepesuchil, Nacax- 
tlo (corazón), Palo-María, Granadillo. 

Las que pueden estimarse de segunda clase y cuya dura- 
bilidad oscila entre tres y tres y medio años, son las que si- 
guen: 

Segunda clase. Chico Zapote, Ubero, Solerilla, Picho, Da- 


6 ANGEL PEIMBERT. 


game, Roble, Caoba, Cedro, Caobilla, Texhuate, Tepozontle, 
Huesillo, Sangregado. 

Deben considerarse como inútiles las siguientes cuya du- 
ración no excede de un año: 

Inútiles. Jonote, Palo Mulato, Ceyba, Rabo Lagarto, Pa- 
lo Blanco, Lecherillo, Manzanilla, Tepe-Cacao; Mala Mujer, 
Macayita, Espino Blanco, Chicharrón, Chancarro y en gene- 
ral aquellas maderas blandas y que carecen de lo que vulgar- 
mente se llama corazón; entendiéndose por “maderas de co- 
razón” aquellas cuyo duramen ó albura se encuentra coloreado 
de un tinte generalmente oscuro, de gran dureza y den-idad, 
Generalmente estas maderas no crecen en los pantanos, en los 
cuales de preferencia abundan las maderas blandas y de poca 
resistencia, sino que más bien abundan en las partes altas. 
Comparadas las maderas que se producen en las tres regio- 
nes principales del Istmo, es decir, la Norte, la Central y la 
Sur, se encuentra que la misma clase de madera varía según 
que se produzca en cualquiera de las tres regiones menciona- 
das aumentando su consistencia y duración gradualmente del 
Norte al Sur. Considerando climatéricamente las condiciones 
de las tres regiones, podemos clasificarlas como sigue: 

Región Norte. Coatzacoalcos á Río Jaltepec km. 0 á 127. 
Clima cálido y excesivamente húmedo, (abundan las regiones 
pantanosas). 

Región Central. Río de Jaltepec á Cañón de Malatengo, 
km. 127 á 20U. Clima cálido y húmedo, (existen pocos panta- 
nos). 

Región Sur. Rincón Antonio á Salina Cruz. km. 2004 305. 
Clima cálido y seco, aumentando la sequedad con la proximi- 
dad al Pacífico, (no hay pantanos). 

Si se comparan estas condiciones de clima en su relación 
con la duración de las maderas, resulta, como indiqué ante- 
riormente, que la mejor calidad se obtiene cuando la madera 
se produce fuera de las zonas pantanosas, en los terrenos ele- 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 7 


vados, ó en la región Sur bajo la influencia de un clima exce- 
sivamente cálido y seco. 

En los últimos contrafuertes de las sierras que circundan 
la costa del Pacífico, y del lado de este Océano, se encuentran 
algunas maderas resinosas que bajo la influencia de los yien- 
tos marítimos, adquieren una consistencia y dureza verdade- 
ramente excepcionales. Se han usado muy poco en el Ferro- 
carril en virtud de lo diseminadas y escasas que se hallan y 
en la dificultad consiguiente de transportarlas á la vía á pre- 
cios razonables, 

(b.) Respecto á las maderas americanas se han usado en 
el Ferrocarril las siguientes: 

Pino Amarillo (Yellow Pine), Cedro Colorado de Califor- 
nia (Red-wood). 

2.—Según acabamos de ver en el cuadro de las maderas 
del país, la duración máxima de los de primera calidad no 
excede de 5 años. En cuanto al cedro colorado no hay toda- 
vía experiencia en los colocados últimamente, pero parece que 
esta madera resiste mucho á la acción combinada del calor y 
de la humedad que son los agentes atmosféricos que originan 
la destrucción de la madera, pues aún se han encontrado en 
algunos de los tramos mejor drenados de la División Sur, dar- 
mientes de esta clase desde la época de la construcción, los 
que seguramente vivieron 8 años por lo menos. 

3.—En cuanto á las maderas preparadas, la única que á la 
fecha se ha usado en la vía es el pino creosotado. 

4,—El procedimiento para la creosotización ó alquitrana- 
miento de estos durmientes, consiste en sumergirlos primera- 
mente en un recipiente ó caldera cerrada en la cual se hace el 
vacío para desalojar en lo posible el agua de los vasos capila- 
res de la madera y después por medio de llaves especiales se 
hace entrar el creesote caliente, comprimiéndose después el 
aire para que la penetración sea más rápida y perfecta. Los 
durmientes ó pilotes que se trata de creosotizar entran al re- 


8 ANGEL PEMBERT. 


cipiente por medio de un carrito sobre rieles á propósito y tan- 
to el vacío como la compresión posterior se verifican por me- 
dio de bombas especiales, Teniendo de este modo la madera 
sujeta á una presión de 100 libras por pulgada cuadrada ó sean 
7.27 kilos por centímetro cuadrado durante 24 horas, se logra 
que el creosote penetre por lo menos una pulgada, lo que se 
juzga suficiente para preservar la madera por un período de 
8 á 10 años. 

El creosote tiene además la ventaja de preservar la made- 
ra en el agua salada, contra los insectos que como la “broma” 
ó el “teredo” la destruyen rápidamente en condiciones nor- 
males, y es por esta razón que se usan de preferencia los pi- 
lotes preparados con este sistema en la construcción de mue- 
lles provisionales, viaductos, etc. 

5.—Pueden preservarse las maderas inyectándoles sulfato 
de zine ó cobre ú otros antisépticos, para lo cual se procura 
desalojar previamente, como en el procedimiento anterior des- 
flemando previamente las maderas la savia de los vasos; pero 
con respecto á estos sistemas no se han usado en el Ferroca- 
rril de Tehuantepec. | 

La alteración principal de los durmientes en los climas tro- 
picales se debe, como indiqué anteriormente, á la acción com- 
binada del calor y la humedad, agentes que en estos climas 
obran casi de una manera constante y refiriéndome al Istmo, 
con mayor intensidad en la región Norte, decreciendo la hu- 
medad gradualmente hacia el Sur. 

Respecto al calor solar, puede en parte amortiguarse su 
efecto de oxidación ó combustión lenta, cubriendo el durmien- 
te por una pequeña capa del mismo balastre que se use en la 
vía, en la forma adjunta; esto evita la acción directa de los 
rayos solares y aunque las chispas ó rescoldos de las locomo- 
toras incendien los durmientes como frecuentemente acon- 
tece. 

En cuanto á la humedad, esta puede ser de dos naturale- 


SUPERESTRUCTURA DE LAS vIAS FÉRREAS. 9 


zas; atmosférica ó subterránea. La primera no puede evitar- 
se su efecto, el cual por otra parte es transitorio, en tanto que 
dura la precipitación acuosa; pero la segunda, resultado direc- 
to de la primera, puede ser más ó menos permanente y es in- 
dudablemente la que más perjudica al durmiente que se en- 
cuentra de este modo parcialmente sumerjido en un terreno 
húmedo ó fangoso. Esto acontece naturalmente en vías que 
carecen de balastre permeable y que los durmientes asientan 
directamente sobre el terreno natural, el cual por su natura- 
leza arcillosa ó barreal es poco permeable y retiene por lo mis- 
mo la humedad de las precipitaciones acuosas, lluvias, rocíos, 
nieblas, ete.; y viene de aquí precisamente la necesidad de ais- 
lar al durmiente drenando el lecho inferior de la vía, para lo 
cual una capa de balastre permeable, incompresible y elástico 
que generalmente no exceda de 12” ó sean 0.30 cm., es sufi- 
ciente. La grava de río bien limpia ó en su defecto la roca 
quebrada, son balastres de primera calidad. El objeto del ba- 
lastre no es solo, como pudiera creerso, el verificar el drenado 
completo de la superestructura, reparte á la vez la presión 
ejercida por las cargas rodantes en una superficie mayor, im- 
pide por consiguiente el hundimiento de los durmientes espe- 
cialmente en los terrenos blandos ó pantanosos indicados, ha- 
ciendo que los rieles y durmientes trabajen propiamente, evi- 
tando los esfuerzos exagerados de flexión y aun torsión; cons- 
tituye por consiguiente el cimiento de la vía. 

Dadas las anteriores consideraciones se compren de la im- 
portancia del balastre para la duración ó eficiencia de los dur- 
mientes en las vías férreas y refiriéndome especialmente al 
Ferrocarril de Tehuantepes, diré que aún no tenemos datos 
sobre la via de los durmientes en tramos de vía balastrados, 
puesto que relativamente hasta una época reciente (cinco años 
á la fecha) es cuando se ha comenzado á balastrar el camino 
de una manera definitiva y constante; por lo tanto los datos 
anteriormente consignados se refieren exclusivamente á tra- 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26. (1907-1908),—2. 


10 ANGEL PEIMBERT. 


mos de vía no balastrados y sujetos completamente á la ac- 
ción destructora de los agentes atmosféricos. 

Siendo la División Sur del Istmo en general bastante seca, 
la duración de los durmientes es mucho mayor que en la divi- 
sión Central 6'Norte, ayudando también la naturaleza del sub- 
suelo mucho más permeable. Como el drenado de la superes- 
tructura es enteramente necesario para la buena conservación 
del durmiente, es de aconsejarse perfiles análogos á los adjun- 
tos para el fácil esenrrimiento de las aguas, perfiles que sería 
conveniente adoptar en general para la vía ancha y que aun- 
que está de acuerdo con las dimensiones adoptadas comun- 
mente, difieren sin embargo en lo que respecta á los talu- 
des de escurrimiento, los que he procurado acentuar así co- 
mo las cunetas de desagiie para asegurar el drenado perfecto 
de la vía. 

(6) Hay en el Istmo y en general en toda la costa de Sota- 
vento un detalle aunque curioso, de exactitud perfectamente 
comprobada. Las maderas que no se cortan cuando la Luna 
está en cuarto menguante, son atacadas rápidamente por los 
insectos, especialmente por el comejón. Este fenómeno orgá- 
nico queda aparentemente explicado por las influencias que 
nuestro satélite ejerce sobre los movimientos ascencional y 
descencional de la savia, la cual es necesario desalojar de los 
vasos para que la madera se conserve por más tiempo. 

Hay otra cireunstancia que influye mucho para la dura- 
ción de estas maderas: Como naturalmente se paga á los con- 
tratistas un tanto por durmiente labrado con hacha, resulta 
que el trabajador escoje las ramas de los árboles que menos 
trabajo de desvaste le originen para obtener pronto el dur- 
miente y es bien sabido que la madera de las ramas no presta 
la misma consistencia que la de los troncos, cuya albura se 
encuentra en condicionés de perfecto desarrollo y endareci- 
miento. Para obtener buenos durmientes con las maderas du- 
rísimas del Istmo, sería preciso instalar sierras mecánicas ade- 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 11 


cuadas, con el objeto de aprovechar los gruesos troncos que no 
pueden labrarse con hacha de una manera económica, 

No sucede lo propio con las maderas americanas blandas, 
como el cedro colorado y pino; si estas se aserraran resultaría 
que la superficie de la madera, no quedando lisa sino más bien 
porosa y áspera por el efecto de la sierra, absorbería gran can- 
tidad de agua. Por esta razón estos durmientes de cedro colo- 
rado y pino se han pedido “splitted,” es decir, cortados con 
hacha al hilo de la madera, pues de esta suerte se disminuye 
en gran parte la absorción del agua y se facilita su escurri- 
miento sobre la superficie del durmiente. 

Respecto á las cargas que han circulado sobre estos dur- 
mientes, si se tiene en cuenta que el tonelaje trasportado en 
el último año fiscal de 1905 á 1906 fué un total de 121,438 to- 
neladas, que en la vía hay aproximadamente 556,200 durmien- 
tes y que la distancia media recorrida por tonelada fueron 107 
kilómetros, resulta que por durmiente circuló una carga me- 
dia de 42,116 toneladas. Suponiendo que el material rodante 
que trasportó la carga esté en relación al peso de la carga mis- 
ma en una proporción de 130%, resulta que su peso fué de 
54,750 toneladas, ó sea un total de carga anual sobre el men- 
cionado tramo de 96,866 toneladas por durmiente. 

Respecto al peso de cada tren puede decirse que el máxi- 
mo nunca excedió de 400 toneladas incluso el material rodan- 
te y en cuanto á su velocidad tuvo como límites para los tre- 
nes de carga 25 ó 30 kilómetros por hora y para los trenes de 
pasajeros 35 á 40 en las Divisiones Norte y Central y 45 450 
kilómetros por hora en la División Sur. 

Respecto al peso de las locomotoras el cuadro que se halla 
adelante, resume los pesos sobre los ejes y el de los tanques 
respectivos de los usados para el tráfico de carga y pasajeros 
de este Ferrocarril. 

(7). Los durmientes de maderas del país comienzan á des- 
truirse siempre del exterior al interior, siendo el centro ó co- 


12 ANGEL PEIMBERT. 


razón lo último que se pudre, permitiendo esta cirennstancia 
que su eficiencia sea la máxima; varias veces se rajan longi- 
tudinalmente y casi siempre concluyen por quebrarse trans- 
versalmente. No sucede lo propio con las maderas americanas, 
pino amarillo (yellow pine) y el cedro colorado (red wood); en 
virtud de su porosidad la alteración es casi simultánea en la 
totalidad de la sección y por lo mismo comenzando á hacerse 
sentir la alteración puede decirse que el durmiente no durará 
mucho tiempo. 

Los durmientes generalmente se hienden longitudinal- 
mente. 

La alteración sufrida por los durmientes siempre es ma- 
yor en la cara inferior ó de asiento que en la cara superior y 
se hace más sensible esta diferencia de alteración especialmen- 
te en vías que carecen de balastre y en las cuales el durmiente 
asienta directamente sobre el terreno natural. 

Los durmientes sufren además ciertas alteraciones debi- 
das á la influencia de los trenes. Desde luego el riel tiende á 
hundirse en el durmiente bajo la acción de las cargas rodan- 
tes y á deslizarse lateralmente en las curvas en virtud de la 
fuerza centrífuga. Además, en las vías no balastradas ó balas- 
tradas imperfectamente la vía se hunde al peso de los trenes, 
produciéndose cierta flexión del riel en un plano vertical, fle- 
xión que tiende á aflojar los clavos. Los dos primeros ineon- 
venientes se destruyen en gran parte empleando placas de 
trasmisión que distribuyen la presión en una superficie mayor 
é impiden que el riel penetre en la madera del durmiente. 
Además, como las placas en las curvas tienen tres agujeros y 
por consiguiente tres clavos, resulta que en realidad quedan 
éstos hechos solidarios por el intermedio de la placa, y el riel 
para deslizarse transversalmente necesitaría arrastrar estos 
tres clavos y la placa misma, En caso de no existir lá placa, 
un solo clavo es el que se opone al deslizamiento transversal 
ó dos si acaso la curva se ha reclavado del lado exterior. (Véan- 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS, 13 


se los dibujos adjuntos de las placas Servis usadas en el Fe- 
rrocarril Nacional de Tehuantepec, para rieles de 56 y 80 libras 
por yarda). Con respecto á los movimientos de flexión que 
tienden á aflojar los clavos, estos solo pueden evitarse conso- 
lidando el lecho de la vía con un buen balastre, pues solo de 
esta manera el durmiente trabaja con propiedad. 

(8). Para complementar este estudio diré algo respecto á 
la colocación de los durmientes, sus dimensiones y costo de 
conservación. 

Las dimensiones comunes adoptadas han sido en medidas 
inglesas 8 x6"x8" ó sean en medidas métricas 2.44 X0.15 x 
0.20. Con rieles de 80 libras por yarda se ha seguido la prác- 
tica de espaciar los durmientes 0.80 ms. centro á centro ó sean 
0.60 ms. de claro, lo que da por kilómetro un número de 1400. 
De un modo práctico se han colocado 13 á 14 durmientes por 
riel de 30“ de largo lo que da un promedio por kilómetro de 
1,498 durmientes. Con el riel de 56 libras por yarda se ha re- 
ducido ls separación 0.60 ms. centro á centro ó sean 0.40 ms, 
de claro por riel, resultando por kilómetro una proporción de 
2,000, ó sean de un modo práctico 18 durmientes por riel de 
30, ó una proporción de 1,998 durmientes por kilómetro. 

Respecto al costo anual de conservación de los durmien- 
tes usados en el Istmo, presento los cuadros siguientes que 
he calculado teniendo en cuenta su costo actual y comparán- 
dolos con el correspondiente á los durmientes de acero de for- 
ma “Gamellon” experimentados en el F. C. Mexicano y cuyos 
resultados entre Orizaba y Veracruz pueden considerarse co- 
mo típicos para las regiones tropicales de nuestras costas y 
manifiestan las ventajas que se obtienen en favor de dichos 
durmientes de acero, aunque su uso exije, como condición in- 
dispensable, lechos de vía bien consolidados y balastrados. 


14 ANGEL PEIMBÉRT. 


Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. 


Costo comparativo de durmientes. 


Calidad, Duración. Costo. Costo por Año. 
Maderas del país 2* clase..... 3años $1.00 $0.333 
ARA A EN BE 1.50 0.300 
¡»americanas Pino ama- 
AA as 1.90 0.316 
Ds Si Cedro eo- 
TORA. 00" 7) 2.40 0.300 
2 33 Pino creo- 
sotado.. 10 ,, 2.90 0,290 
A, A 50 3.90 0.116 


> 


Costo comparativo tomando como unidad un período de 30 años 
ó sea la duración de un durmiente de acero. 


Costo en 30 Costo de coloca- 


Calidad. años, cien en30 años. Costo Total. Costo por año. 
Maderas del país 2* clase. $9.99 $10.00 $19.99 $0.66 
A, A NA IE 40, 6.00 15.00 0.50 


» Pinoamarillo.. 948 5.00 1448 0.48 
> Cedro colorado. 9.00 3.66 12.66 0.42 
» Creosotados.... 8.70 3.00 1170 0.36 
a E 350 100 450 015 


Para los durmientes de maderas americanas hay que aña- 
dir el costo de las placas de trasmisión “Servis” que es de 
$0.17 por placa; resulta que la proporción de conservación se 
aumenta de 4f centavos por año, suponiendo que la placa con- 
tinúe sin alteración. 


ES 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 15 


Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. 


Peso del material de tracción. 


Clase. Peso sobre la Peso sobre las Peso Total. Peso del Tanque 
Carretilla. Ruedas Motrices. 
Libras. Libras. Libras. 7 
20 y 22 30,800 56,500 87,300 62,400 
21 359,900 67,000 102,500 62,400 


60465 15500 114,700 130,200 82,300 
66 y 67 15500 114700 130,200 82,300 
68471 15500 114,700 130,200 82,300 
15 y 16 27,900 84,380 112280 60,500 
30432 26,960 82,800 109,760 80,000 
50455 10,000 100,000 110,000 80,000 
40443 25,000 84,000 109,000 110,100 


MÉTODOS DE CONSERVACIÓN. 


(9). El rápido desarrollo de nuestras vías férreas exige el 
uso cuantioso de maderas para emplearse como durmientes, 
los bosques cercanos á las vías férreas han ido desaparecien- 
do rápidamente á consecuencia de esta explotación y llegará 
un futuro no muy remoto en que las Compañías Ferrocarrile- 
ras se preocupen seriamente sobre la manera de obtener ó 
reemplazar dentro de condiciones económicas este importante 
elemento de la superestructura. 

Por lo que al Ferrocarril Nacional de Tehuantepec respec- 
ta, puedo decir que las maderas á los lados da la vía están 
prácticamente agotadas, es necesario ahora para conseguir los 
durmientes del país que se utilizan en la vía el internarse en 
el interior á largas distancias, no pudiéndose lograr el obtener 
en un momento dado un cierto número importante de durmien- 
tes, pues además de las dificultades naturales de la región y 


a A RA RN AI 


16 ANGEL PEIMBERT. 


de la escasez indicada de maderas, existe la no menos impor- 
tante de la escasez de brazos que puedan dedicarse á este tra- 
bajo. Estas dificultades han producido como resultado natu- 
ral una alza de consideración en el costo de los durmientes á 
tal grado que hace diez años, por ejemplo, cuando el que sus- 
cribe estuvo encargado de la construcción del Ferrocarril del 
Juile á Sau Juan Evangelista, ramal bien conocido del Ferro- 
carril Nacional de Tehuantepec, pudo obtener durmientes de 
maderas duras de primera calidad á razón de $0.60 á $0.70 
cada uno, en tanto que ahora, debido á las circunstancias an- 
tes mencionadas, ha sido preciso pagar de $1.50 á $1.75 por 
durmiente de la misma calidad ó quizá inferior, es decir que 
el aumento en costo ha sido de 250%. 

Esta escasez de durmientes, ha obligado á la Compañía á 
usar maderas norteamericanas traídas de los E. U., como in- 
diqué anteriormente, pero el precio también creciente cada día 
de estas maderas y su eficiencia quizá no muy satisfactoria pa- 
ra el uso especial de nuestros climas tropicales, hace pensar en 
la necesidad urgente de buscar otros medios que puedan hacer 
frente á las demandas constantes del Ferrocarril, 

En Nueva York el precio de la madera llamada “hemlock” 
ó sea una variedad de Pino del Canadá ha aumentado en los úl. 
timos diez años un 95 por ciento, el pino amarillo del Sur, un 
110 por ciento, el encino blanco está agotado en los Estados 
del Nordeste y se cree que el consumo general de durmientes 
de pino y de encino muy pronto excederá á la producción de 
los Estados del Sur y hará del todo punto imposible á los ea- 
minos del Este el usar durmientes de primera calidad, proce- 
dentes del Sur. El consumo annual de mádoras es en los E.U. 


$ 1.000,000.000 y aiscals un 25% de esta cantidad se con- 
vierte en productos labrados, el resto puede decirse, se em- 
plea como madera de construcción. 

En México, el consumo de durmientes en toda la red fe- 


e 
r 
p 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. AS 


rrocarrilera, debe variar aproximadamente de 5á 6 millones 
de durmientes por año y aunque si bien es cierto que aún exis- 
ten bosques casi vírgenes que podrían perfectamente atender 
este consumo, el hecho real es que por lo común las distancias 
de transporte van siendo cada día más grandes y llegará un 
momento en el que verdaderamente sea imposible el obtener 

estos durmientes á precios razonables. 

Un examen somero de esta situación ligeramente descrita, 
nos demuestra palpablemento la necesidad que hay de preo- 
cuparse seriamente, sobre la manera de sustituír la madera 
por algún otro material más permanente, hierro ó concre- 
to y aungue con este último se han hecho numerosos ensayos, 
especialmente usando el concreto armado, hasta la fecha no 
se ha llegado aún á obtener un resultado satisfactorio, la difi- 
cultad principal consiste en la unión entre el riel y el durmien- 
te, la cual es sumamente difícil de obtenerse y de conservar- 
se en buenas condiciones de seguridad en los durmientes de 
concreto armado. 

Respecto álos durmientes de acero, he mostrado en el cua- 
dro anterior los resultados obtenidos en el F. €. Mexicano de 
Veracruz, los enales son bastante satisfactorios, pero lo ele- 
vado del costo hace pensar en algún otro medio más económi- 
co, es decir, en los diversos procedimientos empleados para la 
esnservación de las maderas por medio de la inyección de sus- 
tancias antisépticas, las cuales en tanto que su costo no exce- 
da al costo del durmiente presentan ventajas, pues desde lue- 
go, suponiendo que la vida ó duración del durmiente se duplica 
el costo de mantenimiento se reduce, eliminándose el relativo 
á la sustitución del durmiente. 

La adopción de balastres de buena calidad en las vías fé- 
rreas, es también un factor importantísimo que influye esen- 
cialmente en la duración de los durmientes, siendo natural- 
mente el mejor de ellos, la grava limpia Ó piedra quebrada, 

Mem. Soc. Alzate, México T. 28 (1907-1908) —3. 


18 ANGEL PEIMBERT. 


pues es el que asegura la permeabilidad más completa y el que 
garantiza más la vida del durmiente. 

10.—Creo conveniente indicar á continuación las reglas ge- 
nerales que deben seguirse para la preparación de las made- 
ras, ya sea que éstas se usen solas ó inyectadas con sustancias 
antisépticas. 

La madera no debe usarse si no está bien desarrollada y 
sazonada, es decir, cuando la albura ó durámen está en pleno 
desarrollo, pues en estas condiciones su resistencia y duración 
son mucho mayores. Cuando la madera está tierna ó verde las 
paredes celulares son blandas en tanto que con la evaporación 
del agua de la savia, se secan las sustancias minerales y se 
consolidan dichas paredes celulares aumentándose la resisten- 
cia. Además si la savia queda encerrada en las celdillas, eo- 
mo acontece cuando las maderas tiernas se entierran ó se pin- 
tan, se producen fermentaciones muy favorables al erecimien- 
to de ciertos hongos que rápidamente atacan la materia orgá- 
nica y destruyen la madera. Por otra parte si la madera debe 
inyectarse con sustancias antisépticas, es enteramente nece- 
sario desalojar la savia de los vasos celulares á fin de que este 
espacio sea ocupado por la sustancia inyectante Ó preserva- 
tiva. 

Los métodos más usuales para preparar la madera, es de- 
cir, para secarla convenientemente son los tres siguientes: 

12—Apilar ó entongar la madera al aire libre en pilas ó 
tongas de tal manera que las piezas queden espaciadas unas 
de otras á fin de asegurar el libre acceso del aire, teniendo so- 
lamente cuidado de proteger las hiladas superiores contra la 
lluvia, ya sea por medio de piezas inclinadas ó ya con algún 
otro material á propósito. 

2— Secar la madera en un horno especial por medio de 
aire caliente. Este procedimiento es rápido, pero tiene el in- 
conveniente de que la madera se tuerce ó hiende fácilmente y 
solo puede usarso para piezas de gran escuadría., 


SUPERESTRUCTURA DE LAS yIAS FÉRREAS. 19 


3%—Sujetar la madera en un recipiente cerrado ó caldera 
á la presión del vapor, la cual desaloja la savia y después á un 
vacío en el mismo recipiente á fin de extraer el agua de las 
celdillas. 

Una vez la madera preparada y seca por alguno de los pro- 
cedimientos anteriores puede sujetarse á la inyección de las 
sustancias antisépticas por cualquiera de los métodos siguien- 
tes que son los más en uso actualmente en los ferrocarriles 
americanos y europeos. 


MÉTODO DE PRESERVACIÓN DE LAS MADERAS, 


11.—(4). Procedimiento del cloruro de zine sin vapor. 

El procedimiento es enteramente semejante al que se usa 
para la inyección del creosote. Los siguientes datos correspon- 
den á un ensaye recientemente hecho en la instalación de Las 
Vegas, Santa Fe, E. U. A. 

Se colocaron durmientes de madera de pino perfectamen- 
te sazonada y seca: 

Se practicó el vacío en el recipiente á las 5.50 p. m. 

Se alcanzó un vacío de 21” 650 
» 6.50 
Se alcanzó una presión de SU libras ,, 7.15 
Se principió á disminuír la presión ,, 10.15 
Se concluyó la operación » 10.35 
Tiempo total del tratamiento 3 hs. 45 ms. 
Los durmientes se pesaron cuidadosamente antes y des- 


»” 


Se bombeó el eloruro de zinc ” 


pués del tratamiento, acusando al final un aumento de peso 
de 81.22%. La solución que se usó, penetró completamente la 
madera. Los ensayes se repitieron con el mismo resultado sa- 
tisfactorio. Hay que hacer notar que este procedimiento exi- 
je el uso de madera perfectamente seca. Se recomienda por 
su economía y por no exijir el uso del vapor. 

(B). Procedimiento del creosote. 


20 ANGEL PEIMBERT. 


El procedimiento del creosote es indudablemento el más 
eficiente de todos los conocidos para preservar las maderas. 
A la fecha se hace de este procedimiento un uso cada vez más 
creciente y es indispensable la necesidad de inspeccionar cui- 
dadosamente el creosote. Han habido largas discusiones para 
determinar con exactitud cuales deben ser los componentes 
de un buen creosote, pero el ideal indudablemente consiste 
en aquel cuyos componentes permanezcan en la madera por 
tiempo indefinido. 

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos 
da para el creosote ó alquitrán las siguientes especificaciones: 

(a). El alquitrán debe ser claro, es decir no debe contener 
sustancias en suspensión. Esto puede ensayarse colocando una 
gota sobre papel filtro, la mancha resultante debe ser limpia 
y transparente. 

(b). El peso específico debe ser 1.04 á 1.05 á la temperatu- 
ra de 20%. 

(c). Puntos de ebullición. Hasta 154% nada debe evapo- 
rarse. A 200% debe haber una pérdida por ebullición no su- 
perior á un 10%. Hacia 235% debe perderse una cantidad no 
mayor de un 25%. A 355% debe haber una pérdida por lo me- 
nos de un 904. 

(d). El ulquitrán debe ser absolutamente soluble en benzi- 
na ó alcohol absoluto. 

Respecto al procedimiento de inyección del creosote ya 
indiqué anteriormente el más usado; existe sin embargo el si- 
guiente enteramente moderno y que puede presentar algunas 
ventajas; es como sigue: 

(C). Procedimiento Rúping de Creosotado. 

El procedimiento tiende esencialmente á economizar el 
creosote inyectado á la madera y por consiguiente á baratar 
su costo. Puede describirse brevemente como sigue: la made- 
ra absolutamente seca y bien sazonada se coloca en un reci- 
piente en el que se inyecta aire comprimido hasta la presión 


5 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 21 


de 5 atmósferas; esta presión se conserva durante una hora. 
El alquitrán se inyecta luego bajo una presión de cerca de 80 
libras por pulgada cuadrada hasta que se llene el recipiente y 
se continúa elevando la presión hasta alcanzar 14 ó 15 atmós- 
feras. Esta presión se mantiene hasta que la madera no pueda 
absorber más cantidad de alquitrán. Entonces se baja la pre- 
sión, se vacía el alquitrán y se hace el vacío en el recipiente. 
El aire comprimido contenido en las cel dillas, expulsa el exce- 
so de aceite mineral no absorbido por las fibras de la madera. 
Se pretende que el procedimiento ahorra un 50 á 60% de la 
cantidad de creosote usado en el método ordinario. Los ensa- 
yes hechos cerca de Berlin atestiguan estos resultados. 

(D). Procedimiento del Cromo-Alumbre. 

Este procedimiento ha sido inventado por el Sr. Kester de 
Munich. La teoría del procedimiento brevemente descrita es 
como sigue: 

El inventor asienta que la dificultad principal que se en- 
cuentra con las diversas sales usadas para la preservación de 
la madera, es su mayor ó menor solubilidad en el agua y por 
consiguiente su pérdida gradual bajo la acción del agua atmos- 
férica. Para su preservativo emplea el alumbre de cromo y el 
sulfato de sosa ácido. Estas dos sales disueltas y mezcladas 
en frío no se combinan, pero si se calisntan á 80% se unen for- 
mando un compuesto insoluble (Sal de Cromo). 

La manera de emplearlo es como sigue: 

La sales se mezclan en frío disueltas y se inyectan á la ma- 
dera bajo presión de 4 atmósferas. Se inyecta en seguida el 
vapor de agua al recipiente hasta elevar la temperatura á 80%c, 
entonces las sales se combinan y el precipitado insoluble se 
deposita en las celdillas. El único ensaye hecho fué en 25 dur- 
mientes de los Ferrocarriles del Gobierno de Baviera, durante 
el año próximo pasado. 

(E). Procedimiento de Giussani. 


22 ANGEL PEIMBERBT. 


En los ferrocarriles italianos, está actualmente este proce- 
dimiento en pleno uso y su descripción general es como sigue: 

La base consiste en calentar el aire interior de las celdillas 
de la madera, de suerte que éste en virtud de la dilatación es- 
cape formándose un vacío parcial. La madera se sumerge en- 
tonces en una solución fría de alquitrán ó eloruro de zinc, lo 
que trae como consecuencia una penetración del preservativo. 
La manera de operar es la siguiente: 

Los durmientes se sumergen por medio de un mecanismo 
automático en un baño caliente de alquitrán lo que produce la 
dilatación y expulsión parcial del aire en las celdillas, después 
rápidamente se arrojan á un baño frío de la misma sustancia, 
lo que produce una penetración de 2 á 3 pulgadas. Los resul- 
tados obtenidos con este procedimiento han sido satisfactorios 
y se recomienda por no requerir planta especial y por su ma- 
nipulación rápida, sencilla y económica. 


RIBES. 


1.—Los rieles usados en el Ferrocarril Nacional de Te- 
huantepec en un principio fueron de 56 y 60 libras por yarda 
(27.78 y 29.8 kilos por metro) y en cortos tramos de 70 libras 
por yarda (34.7 kilos por metro). Adjuntos pueden verse los 
dibujos de las secciones al tamaño natural. Estos antiguos rie- 
les en virtud de su estado defectuoso y de ser verdaderamen- 
te inadecuados para el tráfico pesado que se espera en el Fe- 
rrocarril, se han ido sustituyendo gradual y progresivamente 
por rieles de mayor peso (80 libras por yarda, 39.7 kilos por 
metro) comprados á la acreditada Compañía “Carnegie Steel 
Co.” Las secciones adjuntas de estos rieles y planchuelas al ta- 
maño natural pertenecen á las aprobadas como Standard por 
la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles. 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS, 23 


En cuanto á las especificaciones generales, composición 
química, fabricación, etc., de estos rieles puede decirse lo si- 
guiente: 

2.—Composición química: 


A Al MR 0.50 % 

Fósforo no excediendo de...... 0.10% 

Siliza ón a RSU 0.20% 

EE A dl de 1.05% 
Sección: 


La sección, como indiqué anteriormente es de las acepta- 
das como Standard. Se aceptan como límite de tolerancia pa- 
ra la altura de esta sección los siguientes: 


Límite inferior 1.64" ó sean... .... 0.004 mm. 
EUperioc II OR 0.008 ,, 


»” 


Respecto á las planchuelas se exije siempre un ajuste per- 
fecto al riel. 

Peso: 

Con respecto al peso se ha permitido una tolerancia de 4 
á 1 por ciento, respecto al tonelaje total de cada pedido, pro- 
curándose naturalmente ajustar el peso individual de los rie- 
les lo más posible al prescrito por la sección. 

Longitud. 

La longitud Standard de los rieles es de 30' (9m144) Co- 
munmente se acepta un 10% del pedido en longitudes pares 
decrecientes de 28”, 26/ y 24” (7m315 y aun algunas veces, 
sobre todo si van á usarse curvas de corto radio, convie- 
ne pedir algún corto número de rieles de 16' ó 18' con el ob- 
jeto que indicaré adelante cuando se trate del sistema de jun- 
tas. Con referencia á las longitudes para riel, se admite una 
tolerancia de 4” ó sean 0.0064 ms. con relación á los largos in- 


dicados antes. 


24 ANGEL PEIMBERT. 


Perforado: 

Los agujeros circulares deben de estar de acuerdo con los 
de las planchuelas correspondiendo con ellos perfectamente y 
quedar exentos de rebabas. 

Acabado y perfeccionamiento: 

Los rieles deben enderezarse cuando estén fríos, pulirse 
bien en las cabezas, cortarse á escuadra en las extremidades, 
las cuales deben quedar perfectamente limpias y libres de las 
rebabas que deja siempre la sierra. No delen tener ninguna 
clase de defectos como grietas, fallas ó torceduras de cualquier 
naturaleza que sean y que revelan defectos interiores que pue- 
den comprometer su resistencia. 

Marca: 

Cada riel debe traer en letras realzadas sobre el alma la 
marca de la Fábrica Constructora, así como el mes, año y tem- 
peratura de la fabricación. 

Inspección: 

Generalmente las Compañías de Ferrocarriles recurren á 
Inspectores especialistas para vigilar la fabricación de sus rie- 
les. El Inspector que en este caso representa al comprador, 
tiene acceso libre á los talleres y vigila que los rieles se cons- 
truyan de acuerdo con las especificaciones estipuladas. El 
constructor suministra diarizmente al Inspector los ensayes 
cuantitativos que se hacen respecto al carbón existente en ca- 
da hornada, y cada 24 horas, un análisis completo represen- 
tando un promedio de los demás elementos contenidos en el 
ACTO, 

La Compañía de este Ferrocarril ha empleado para la ins- 
pección de sus rieles al Ing. F. Stuart Williamson, de New 
York, 

En cuanto á la fabricación de los rieles, sin entrar en de- 
detalles que serían verdaderamente objeto de un estudio es- 
pecial, puedo decir en conjunto lo siguiente que he tomado de 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 25 


un informe presentado últimamente á la Sociedad de Ingenie- 
ros Mecánicos en New York por el Sr. J. Kennedy. 

“La mayor parte de los rieles hechos en los Estados Uni- 
dos son de acero Bessemer, aunque algunos provienen de ace- 
ro obtenido por el procedimiento del “open—hearth” y la ten- 
dencia general consiste en obtener un grano fino y natural. 
mente mayor resistencia. En los convertidores “Bessemer” el 
carbón en exceso y otras impurezas del hierro se queman en 
virtud de una fuerte corriente de aire que se inyecta á la ma- 
sa fundida. La combustión hace que el hierro se eleve en el 
convertidor á una alta temperatura. Cuando las impurezas se 
han quemado, lo cual puede juzgarse por el aspecto de la fla- 
ma al salir del convertidor, se añade nuevamente hierro con 
una proporción conocida de carbón, de tal manera que la mez- 
cla resultante contenga el tanto por ciento de carbón deseado. 
Es de desearse siempre eliminar en lo posible el azufre y el 
fósforo que hacen el acero quebradizo. La cantidad de fósfo- 
ro depende de la calidad del mineral que se use, y el azufre 
generalmente proviene del carbón ó coke que se use en el pro- 
vedimiento de reducción. 

El metal pasa en seguida á las rieleras sucesivamente has- 
ta enfriarse. Para producir un riel de grano fino que posea 
buenas cualidades de resistencia, es necesario que el metal se 
trabaje á una temperatura baja. Las secciones actuales domi- 
nantes en los rieles, dice Mr. Kennedy, han sido aparentemen- 
te dibujadas por los ingenieros para obtener las mejores con- 
diciones con respecto á resistencia y á la adaptación al mate- 
rial rodante, pero nunca en cuanto á las facilidades para su 
manufactura. La preponderancia del metal en la cabeza ú hon- 
go del riel, obliga á esta parte á conservar por más tiempo el 
calor que el alma y el patín, los cuales se solidifican y enfrían 
primero. Los rieles no pueden laminarse en las rieleras con 
buenos resultados, atendiendo á esta cireunstancia, que obli- 
ga á darles la última pasada por la rielera cuando la tempera- 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908),—4. 


26 ÁNGEL PEIMBERT. 


tura del hongo es todavía relativamente alta. Para obtener 
mejores resultados la “E, Thompson Steel Works” emplea el 
procedimiento siguiente antes de dar á los rieles la última la- 
minada: cuando se enfrían el alma y el patín de un riel, se co- 
loca este sobre el suelo. En seguida otro riel en las mismas 
condiciones se coloca sobre este procurando que la cabeza que- 
de sobre el patín frío del nuevo riel. De esta manera se obtie- 
ne una cama de rieles, en las cuales estando en contacto los 
hongos con los patines, la temperatura se hace uniforme y la 
última pasada por la rielera puede darse con una temperatu- 
ra casi constante y uniforme en la masa del riel, obteniéndose 
de esta suerte mejores resultados.” 

3.—Con respecto al metal que deba recomendarse para los 
rieles, he indicado ya la composición química del que se usa 
por la Carnegie Steel Co. para los rieles de 80 libras por yar- 
da y estas proporciones las hace variar la mencionada fábrica 
según la sección del riel, de acuerdo con el siguiente cuadro: 


Rieles de Rieles de Rieles de Rieles de Rieles de 
Componentes, 50 á 60 libras. 60 4 70 libras. 70 á 80 libras. 80 á 90 libras. 90 á 110 libras. 
Carbón.... 35445%  38448%  40450%  43453%  45455% 
Fósforo ... No excediendo No excediendo No exeediendo No excediendo NO excediendo 
o/ o >) 3 o' 
de 10% de 10% de 10% de 10% de 10% 
SUIZA -.-.. ídemde20 ídemde20 ídemde20 ídemdé20 ídem de 20 


Manganeso. ,,.7041.00 ,.7041.00 ,,,7541,05 ,,.8041.10 ,,804á 1.10 


El cuadro y las especificaciones anteriores son las acepta- 
das por la Carnegie Steel Co. Examinando las últimamente 
adoptadas por la Sociedad de Mantenimiento de Vía (Maint- 
enance of Way Association) resulta que en general son las 
mismas difiriendo en los puntos siguientes: 

Ensaye á la ruptura: 

Se practicará también un ensaye á la ruptura dejando caer 
un peso de 2,000 libras sobre una longitud de riel de 4 á 6' 
elegida de cada fundición, procurándose escojer la pisza de en- 


IN A 
Se 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 27 


tre los últimos rieles de la hornada. El riel se colocará con el 
hongo hacia arriba sobre los soportes de una máquina de en- 
saye especial, que consiste en un yunque pesado de 20,000 li- 
bras con soportes especiales para recibir el riel. El peso de 
20,000 libras se dejará caer de alturas variando según el si- 
guiente cuadro: 


Peso del riel. Altura de caída del peso. 
45 á 55 libras por yarda ........... 15 
50465 ,, AN Te Ea 16' 
65475. ,, a RI 17 
POSO, OA E De 18' 
854100  ,, O e REN 1 


Estas alturas pueden aumentarse como máximo á las si- 
guientes: 


45 á 559 libras por yarda.........-.. 15 
55465 ,, A AS a 16' 
65475 ,, O A 18' 
AA e a 20/ 
854100 ,, AS ES 22' 


Si la pieza no resiste la prueba se repetirá por dos veces 
más y si falla nuevamente será esto suficiente para recha- 
zar toda la hornada de rieles de la cual se tomó la pieza para 
ensayo. 

Longitud de los rieles. 

La longitud Standard de los rieles será de 33 ó sean 10.065 
metros. Un 10% del pedido se aceptará en longitudes más cor- 
tas variando según los números impares hasta 27/ ó sean 8.235. 
Se admitirá una variación de 4” como límite de tolerancia pa- 
ra estas longitudes. 

Ignoro si á la fecha estas nuevas longitudes han sido acep- 
tadas de hecho por todos los fabricantes ó si prevalece toda- 


PA ARANA 2 RI 


' 
” 


Nx . 


28 ANGEL PEIMBERT. 


vía el antiguo Standard de 30”. El Ferrocarril Nacional ha usa- 
do esta nueva longitud Standard de 33/ para sus rieles. 

En cuanto á la composición química, bien sabido es que el 
manganeso, el cobalto y especialmente el níquel, aumentan 
las cualidades resistentes del acero, por lo cual se hace crecer 
la proporción de estos metal-s en los rieles de grandes seccio- 
nes para compensar en parte los defectos inherentes á las di- 
ficultades que existen para fabricar estos rieles de gran peso. 
En cuanto al azufre, fósforo y siliza hacen al acero quebradi- 
zo, de donde viene la tendencia á eliminar, hasta donde sea 
posible estos componentes. 

4.—Las juntas usadas en este Ferrocarril en los antiguos 
rieles han sido de dos naturalezas : 

Planchuelas planas y planchuelas de ángulo, y con los rie- 
les modernos de 80 libras por yarda se han usado exclusiva- 
mente planchuelas de ángulo. Refiriéndome á estas últimas, 
cuya sección al tamaño natural está anexa al dibujo del riel, 
tienen 6 pernos pesando cada par 59.3 libras ó sean 26.9 kilos. 
Respecto á los pernos ó tornillos de unión, su peso es 200 li- 
bras ó sean 90.7 kilos, por cuñete de 240 pernos, con sus tuer- 
cas. 

Las especificaciones requeridas para estas planchuelas, son 
las siguientes: 

Composición química. 


Carbón no excediendo de...... 0.15% 
Fósforo 4 cd e: OCRE 
Manganeso  ,, EN . 0.40 4 0.60% 


Propiedades fisicas. 

La pieza de ensaye que se corte de la extremidad de una 
planchuela cualquiera debe satisfacer los siguientes requisi- 
bos: 

Resistencia á la tracción (carga de ruptura) 54,000 á..... 


, 
Vie 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 29 


64,000 libras por pulgada cuadrada ó sean 3,800 á 4,500 kilos 
por centímetro cuadrado. 

Límite de elasticidad. 

Este no debe ser inferior á la mitad de la carga de ruptura. 

Alargamiento. 

No debe ser inferior á un 25% medido en un largo de 8” ó 
sean 0.203 metros. 

Flexión. 

La pieza podrá doblarse sobre sí misma 1800 sin acusar 
fractura del lado exterior de la parte doblada. 

General. 

Todas las planchuelas deberán estar libres de grietas ó de- 
fectos y ajustar perfectamente al riel á que están destinadas. 
El nombre del constructor y el año de la manufactura debe- 
rán constar en letras realzadas. 

Por juzgarlas de interés adjunto las especificaciones rela- 
tivas á los pernos y tuercas para estas planchuelas, que son co- 
mo sigue: 

Composición química, 

El material será acero Bessemer blando con una propor- 
ción de carbón que no exceda de 0.15%. 

Propiedades físicas. 

Las piezas que se corten para ensaye, tomadas de una ba- 
rra destinada para pernos, deben ajustarse á lo siguiente: 

Resistencia á la tracción (carga de ruptura) 52,000 á 62,000 
libras por pulgada cuadrada ó sean 3,660 á 4,360 kilos por cen- 
tímetro cuadrado. 

Límite de elasticidad. No debe ser inferior á la mitad de 
la carga de ruptura. 

Alargamiento. No debe ser menor que un 25% medido en 
un largo de 8 ó 0,203 metros. Las tuercas deben hacerse de 
hierro dulce correoso y de la mejor calidad. 

Flexión. La pieza de ensaye podrá doblarse sobre sí mis- 


30 ANGEL PEIMBERT. 


ma 1800 sin acusar fractura en la parte doblada del lado ex- 
terior. 

Trarrosque. La rosca igual en longitud á la de la tuerca 
deberá resistir la destrucción del perno por ruptura á la trac- 
ción sin romperse. 

Cabeza. Las cabezas de los pernos deben resistir cuando 
sedoblen estos haciaatrás para demostrar que están firmemen- 
te soldadas al cuerpo del perno. 

General. Todos los pernos deben quedar bien pulidos, de- 
rechos, de tamaño uniforme, con una variación en longitud 
que no exceda de 2“ ó 0m0032 de las dimensiones estipuladas. 
Las cabezas deben ser bien formadas, concéntricas y sólida- 
mente unidas al cuerpo del perno y libres de rebabas salien- 
tes. Los tornillos serán del “United Ptates Standard” y las 
- tuercas deben atornillar justo ó apretado. 

Con respecto á los clavos de vía para estos rieles de 80 li- 
bras por yarda, creo del caso indicar las especificaciones y de- 
talles siguientes: 

Composición química. Acero Bessemer blando, con una 
cantidad de carbón que no exceda de 0.15%. 

Prepiedades físicas. 

Resistencia á la extensión. (Carga 4 la ruptura) 54,000 á 
64,000 libras por pulgada cuadrada ó sean 3,800 á 4,500 kilos 
por centímetro cuadrado. 

Límite de elasticidad. No debe exceder de la mitad de la 
carga de ruptura. 

Alargamiento. No debe ser inferior á un 25% medido en una 
longitud de 8””, 0m203. 

El clavo acabado debe resistir las siguientes pruebas: 

Flexión. Deberá doblarse sobre sí mismo 1809 sin acusar 
fractura del lado exterior de la parte doblada. 

Torsión. Debe resistir dos vueltas completas sin romperse. 

Cabeza. Colocado el clavo horizontalmente la cabeza po- 
drá doblarse en la dirección del cuerpo del clavo con un golpe 
de martillo sin acusar ruptura. 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 31 


Clavado. Podrá ensayarse el clavo prácticamente en un 
durmiente de madera dura como encino, sin que acuse ningún 
signo de fractura. 

5.—Con los rieles antiguos de 56 y 60 libras por yarda, se 
han usado los dos sistemas de juntas, suspendidas ó apoyadas, 
pero, el hecho de no haber estado la vía bien balastrada y de ha- 
ber sido estos rieles demasiado ligeros, atendiendo al tráfico 
y á la poca resistencia del subsuelo, dió como resultado final 
el que las juntas en estos rieles eran pésimas. Acontecía que 
si se quería apretar alguno de los tornillos, se quebraba antes 
de que la tuerca pudiese deslizar. Con las planchuelas nuevas 
de seis pernos para rieles de 80 libras por yarda, se ha usado 
exclusivamente el sistema de junta suspendida, es decir colo- 
cando la planchuela sobre dos durmientes extremos. A la fe- 
cha y sobre los tramos balastrados los resultados han sido ex- 
celentes. Los rieles de 80 libras por yarda han sido tendidos en 
una longitud de 247 kilómetros ó sean en un 81% de la longi- 
tud total de la vía, 305 kilómetros. 

6.—En los rieles nuevos se ha usado el sistema de juntas 
alternadas (Broken Joints) pero en algunos de los antiguos 
tramos con rieles Krupp se encuentra el sistema de juntas apa- 
readas, es decir, una frente á otra (Even Joints). Tecnicamente 
es difícil resolver cual de los dos sistemas es el que presenta ma- 
yores ventajas; la mayor parte de los autores americanos reco- 
miendan el primer sistema, indicando que compensa mejor el 
movimiento del material rodante y evita el golpe seco que pro- 
ducelajunta pareada; en cambio los autores ingleses son exclu- 
sivamente partidarios del segundo sistema, indicando como ra: 
zón principal que uniformiza la marcha de los trenes evitan- 
do el movimiento lateral que producen los hundimientos de las 
juntas impares (golpes), movimiento que los ffanceses deno- 
minan de “lancet” ó de lanzadera. 

Considerando el asunto desde el punto de vista práctico 
para la construcción, especialmente en las vías de nuestro país, 


32 ANGEL PEIMBERT. 


que tienen curvas forzadas en las cuales el riel exterior difie- 
re notablemente en longitud ó desarrollo del riel interior, re- 
sulta que para emplear el sistema inglés se necesitaría usar 
rieles exteriores de una longitud especial para cada curva, con 


el objeto de que las juntas quedaran una frente á otra, coinci- 
diendo en este caso con el mismo radio. Fig. A. 


Esto no resulta práctico ni mucho menos cortar los rieles 
en cada caso especial. De aquí proviene la necesidad de adop- 
tar de preferencia el sistema americano absolutamente prácti- 
_co y es por esta razón por la que se piden rieles de longitudes 
variables entre 24' y 30/ 6 33 y aun algunos cortos de 16' ó 18' 
pues de esta manera al tenderse la vía con el sistema de jun- 
tas alternadas, como este sistema por otra parte no requiere la 
exactitud precisa del sistema inglés, las diferencias que resul- 
tan en las curvas en virtud de los distintos desarrollos del riel 
exterior é interior, se compensan fácilmente intercalando un 
riel más corto. Atendiendo á esta circunstancia creo de acep- 
tarse este sistema en nuestras vías férreas. 

7.—La única manera de reducir el número de las juntas, es 
aumentando el largo delos rieles. Hemos visto ya que ultima- 
mente se ha adoptado la nueva longitud de 33 como Standard 
en lugar de 30. Con esta última longitud resulta que por ki- 
lómetro hay aproximadamente 216 juntas siempre que sea en 
línea recta, aumentando lijeramente el número según sean las 
curvas que pudiera haber, aunque por lo general hay compen- 
sación en virtud de que las curvas alternan sucesivamente de 
la derecha á la izquierda. Con la nueva longitud de 33' resul. 
tarán 189 juntas por kilómetro, es decir, que se obtendrá una 
reducción de 12% en el número actual. 

8.—Con respecto á los deslizamientos pueden ser de dos 
naturalezas: transversales á la vía ó en el sentido de la vía 
misma. 

A.—En cuanto á los primeros producidos principalmente 
por la acción de la fuerza centrífuga en las curvas y por la 


. SUPERESTRUCTURA DE LAS VIAS FÉRREAS. 33 


fricción que no quedan lo suficientemente destruídas por el 
peraltamiento del riel exterior, es decir por la componente 
(P sen. a) en la cual P es el peso rodante y a el ángulo de in- 
clinación del plano de la curva. Para destruirlo se usan las 
placas de trasmisión, las silletas, el reclavado del riel exterior, 
ete., ete., y sobre todo el peraltqmiento bien calenlado tenien- 
do en cuenta la velocidad y el peso del material rodante que 
va á circular. 

Supongamos que un tren de peso P, circula en una curva 
de radio R con una velocidad V, la expresión de la fuerza cen- 


trífuga es: 


; E Es 
y sustituyendo el valor conocido de M=-G en la cual M es 


la masa y G la aceleración debida á la presantez, resulta: 


En la figura B si a es el ángulo de inclinación del pla- 
no de la curva, resulta, que el peso rodante P puede descom- 
ponerse en dos componentes, una normal al plano de la vía y 
que queda destruida por la resistencia de ésta y otra paralela 
y precisamente opuesta á la fuerza centrífuga. Igualando el 
valor de esta última á la expresión anterior para establecer la 
ecuación de equilibrio, resulta: 


P 
sata sen a 


Mem. Soc. Alzate, México. T. 26 (1907-1908)-—-5. 


34 ANGEL PEIMBERT. e 


de la cual sen La y como tratándose de ángulos tan pe- 


queños puede tomarse el arco por el seno, queda para el valor 
del peraltamiento: 


_ V?  peraltamiento, 
“GR calibre de la vía 


fórmula enteramente práctica con la cual pueden calcularse 
los peraltamientos de las curvas. 

B.—Hay también otra clase de deslizamientos transver- 
sales producidos por el riel mismo, cuando este ha sido tendi- 
do encorvándolo en el momento de clavarse con barreta, es - 
decir, que el riel continúa en virtud de su elasticidad ejercien- 
do un esfuerzo sobre los clavos para volver á su forma primi- 
tiva. Para destruir este efecto es conveniente doblar los rie- 
les con un aparato especial (Rail Bender) antes de tenderlos; 
de esta suerte cada riel llevando ya la curvatura permanente 
que debe tener en la vía, no ejerce ningún esfuerzo transver- 
sal debido á su elasticidad y por consiguiente no puede haber 
deslizamiento por esta causa. 

C.—En cuanto á los deslizamientos longitudinales, no ha 
sido posible el observarlos en este Ferrocarril, en virtud de las 
malas condiciones generales que guardaba la vía, que hacían 
infructuosas esta clase de observaciones, esencialmente deli- 
cadas, pero en los tramos de vía que van balastrándose y con- 
cluyéndose actualmente, podrán hacerse en lo sucesivo estas 
observaciones. 

Generalmente estos deslizamientos se producen en el sen- 
tido de mayor tráfico y en las pendientes pero no pueden ex- 
cederse de cierto límite natural (el que permite el juego de las 
planchuelas á lo sumo) y parecen no tener importancia direc- 
ta sobre el movimiento de los trenes. Si se usan planchuelas 
grandos de ángulo de los tipos modernos, que bajan hasta el 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VIAS FÉRREAS. 35 


durmiente, que tienen huecos especiales para recibir los clavos, 
quedan en mi opinión completamente destruidos estos desliza- 
mientos, pues para deslizar el riel y la planchuela necesitaría 
arrastrar el durmiente. 

Con las antiguas planchuelas planas el riel y la planchue- 
la podían deslizarse independientemente del durmiente, pues 
los clavos ejercen solamente esfuerzo de retensión cuando es- 
tán recientemente clavados por la adherencia de las cabezas 
al patín del riel; más como acabo de indicar, empleando los 
sistemas modernos de planchuelas en los que éstas quedan li- 
gadas directamente á los durmientes por el intermedio de los 
elavos, quedan completamente estruidos estos delizamientos 
longitudinales. 


DATA STE 


El balastre constituye propiamente el cimiento de las vías 
férreas y sus condiciones para satisfacer debidamente su ob- 
jeto, son: desde luego resistencia suficiente á las cargas rodan- 
tes, permeabilidad lo más perfecto posible para facilitar el es- 
currimiento de las aguas pluviales ó de precipitación é inalte- 
rabilidad relativa ante la acción de los agentes atmosféricos. 
Satisfechas estas tresindicaciones generales puede decirse que 
el balastre es bueno, es decir, que distribuirá uniformemente 
las cargas rodantes sobre el lecho de la vía, que drenará las 
aguas superficiales ó de lluvia con rapidez, manteniendo seca 
la superestructura, y que, resistiendo á los agentes atmosféri- 
cos, su eficiencia será siempre la misma en todas las épocas del 
año, y su duración más ó menos indefinida. 

En el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec se han usado 
diversos materiales para balastre, y pueden considerarse na- 
turalmente agrupados como sigue: 


36 ANGEL PEIMBERT. 


Balastre arenoso, procedente de medias aguas, km. núm. 97. 

Balastre de grava arenosa, km. 19J—290, ríos Malatengo 
y Tehuantepec. 

Balastre de grava arcillo-arenoso, km. 17 y 131. 

Balastre de roca arenisca, km. 190 á 195, cañón de Ma- 
latengo. 

Balastre de roca calcárea, km. 96, 164 y 212, Medias Aguas, 
Paso de Buques y Niza Conejo. 

Balastre de roca porfírica, kim. 290, ramal á las canteras de 
Santa María. 

Trataré de examinar los resultados prácticamente obteni- 
dos con estos diversos materiales. 


BALASTRE ARENOSO DE MEDIAS AGUAS. 


Al Oeste de la estación de Medias Aguas, kilómetro 97, se 
encuentran á unos ciento cincuenta metros de la vía, unas co- 
linas de arena de 8 á 10 metros de elevación. La arena es fina 
ligeramente arcillosa, con densidad variable, de 1,950 á 2,100 
kilogramos el metro cúbico. Su facilidad de extracción y la 
economía de su manejo, han hecho que este material se haya 
usado en los sitios cercanos como balastre para levantar la vía 
sobre los terrenos pantanosos en que está localizada. Para cal- 
zar y levantar la vía, así como para las operaciones relativas 
al cambio de durmientes, la arena se presta perfectamente, pe- 
ro tiene la desventaja de deslavarse eon facilidad bajo la ae- 
ción de las lluvias. Además, la proporción de arcilla que con- 
tiene es suficiente para dar margen al crecimiento de cierta 
vegetación que rápidamente invade la vía, siendo perjudicial 
como es bien sabido para la fácil circulación de los trenes y 
para la conservación de los durmientes por la humedad que re- 
tiene. 

Con la circulación de los trenes, es decir, bajo la presión 
de las cargas rodantes, la arena se hunde en el subsuelo pan- 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 37 


tanoso y ha sido preciso reforzar este material al cabo de dos 
ó tres años de servicio, tanto por esta causa como por los des- 
laves que experimentan en la estación de lluvias. Además, su 
permeabilidad no es satisfactoria, pues el escurrimiento de las 
aguas pluviales á través de su masa, no es tan rápido como 
fuera de desearse y se hace más lento debido á la ligera pro- 
porción de arcilla que contiene. Está por consiguiente lejos de 
satisfacer lar condiciones de un buen balastre y solo se ha 
usado provisionalmente como el material más á mano y econó- 
mico de que podía disponerse para atender las necesidades 
más urgentes de la conservación de la vía. 


BALASTRE DE GRAVA ARCILLO-ARENOSO, KILÓMETROS 17 y 131. 


El balastre de grava, en general, es el material más comun- 
mente usado en la vías férreas, tanto por su economía como 
por su relativa facilidad de manejo. Comparado con la piedra 
quebrada es inferior en algunos conceptos, pero es superior. 
en otros muchos á este material y cuando la proporción entre 
le grava y la arena está dentro de buenos límites, 35 á 40% de 
arena y 60 4 65% de grava, puede decirse que es el mejor ma- 
terial que puede encontrarse para balastre; su manejo es mu- 
cho más fácil que el de la piedra quebrada, es decir que las 
operaciones de nivelación de la vía, cambio de durmientes, dz, 
se facilitan mucho más con este material que con la piedra 
quebrada y hace, por consiguiente, que los gastos de manteni- 
miento de la vía sean menores. 

En el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec se ha usado 
una grava arcillo arenosa, procedente de unos yacimientos ubi- 
cados en los kilómetros 17 y 131. Este material está consti- 
tuido por cantos cuarzosos rodados ó sea aluviones, mezclados 
con arena gruesa y quizás pequeños, con proporciones varia- 
bles de arcilla ferruginosa y de limos. Por lo que respecta al 
tamaño de la grava, este es variable entre $” y 34", predomi- 


38 ANGEL PEIMBERT. 


nando el de 2" 4 3"; está por consiguiente dentro de buenos 
límites. El inconveniente de este material consiste en la ines- 
tabilidad de la proporción de arcilla que contiene, pues algu- 
nas veces llega hasta un 30%, lo cual hace que el material 
pierda su permeabilidad y aun su resistencia á las cargas ro- 
dantes, pues humedecida la arcilla con las lluvias hace que la 
grava deslice bajo la presión de dichas cargas y se producen 
hundimientos á veces de consideración. Es ligeramente des- 
lavable bajo la acción de las lluvias y no es perfectamente per- 
meable; no puede pues considerarse, atendiendo álo autes ex- 
puesto, como un balastre de primera calidad. 


BALASTRE DE GRAVA ARENOSA, RÍOS TEHUANTEPEC 
Y MALATENGO. 


Se ha usado también como balastre la grava arenosa de los 
ríos Tehuantepec y Malatengo, el cual está constituido por 
grava y arenas porfíricas mezclados en proporciones variables 
entre un 40 4 50% de arena y el resto de grava. En el balas- 
tre del río de Tehuantepec la proporción de arena llega algunas 
veces hasta un 60%, lo cual es excesivo y aminora su eficiencia. 
Este material de los ríos tiene la ventaja do que casi carece de 
arcilla y como se ha empleado de preferencia eu la región Sur 
del Istmo en donde poco llueve, resulta que no ha sufrido des- 
laves de importancia y se ha mantenido bien. En el tramo de 
víasituado entra Tehuantepec y Salina Cruz el camino ha estado 
sujeto á un tráfico considerable en virtud del transporte de la 
piedra que ha sido preciso llevar á Salina Cruz para la cons- 
trucción de los rompeolas. Como es bien sabido, esta clase de 
tráfico es el que más seriamente perjudica á las vías, pues la 
piedra en bruto ó sea en blocks, con pesos hasta de 45 tone- 
ladas, carga muy desigualmente sobre los trueks, y sin embar- 
go el balastre en cuestión ha soportado favorablemente este 
tráfico pesado, manteniendo la vía en buenas condiciones. 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 39 


BALASTRE DE ROCA. PIEDRA ARENISCA DEL CAÑÓN 
DE MALATENGO. 


En el cañón de Malatengo existe una roca arenisca bastan- 
te dura que se ha empleado con algún éxito como balastre en 
esa zona; tiene el ideonveniente de que en algunos casos en- 
cierra cierta proporción de arcilla que la hace quebradiza. 


s 


PIEDRA CALCÁREA, MEDIAS AGUAS, PASO DE BUQUES 
Y NIZA CONEJO. 


En estos lugares existen yacimientos calcáreos, carbonatos 
de cal, con una densidad media de 2,400 á 2,700 kilos por me- 
tro cúbico, de dureza conveniente y muy á propósito para usar- 
se como balastre después de haber sido triturados especialmen- 
te. Tanto en Medias Aguas como en Paso de. Buques, se ins- 
talaron máquinas quebradoras que trituraron este material, 
coa un límite máximo de 23" á 3” y se-ha usado en la vía con 
un éxito satisfactorio. Atendiendo á las condiciones generales 
expuestas relativas á los otros materiales aprovechables para 
balastre y existentes en el Istmo, puede decirse que este ba- 
lastre de roca calcárea triturada, es indudablemente el mejor 
de todos y el que ha dado mejores resultados prácticos, aun- 
que resulta evidentemente el más costoso, tanto por los gastos 
de extracción y trituración especial, cuanto por las dificultades 
inherentes al manejo y colocación de esta clase de material en 
la vía, gastos que resultan superiores por lo menos en un 80% 
á los relativos á la grava. Su permeabilidad, resistencia á las 
cargas rodantes, y á los agentes atmosféricos es perfecta, re- 
sulta pues ser el material ideal que mantiene la superestrue- 
tura seca, sobre base firme é inalterable á la acción de las llu- 
vias torrenciales de aquella zona tropical. 


40 ANGEL PEIMBERT. 


Como una combinación de tres clases de balastre que ha 
dado excelentes resultados puedo mencionar la siguiente: la 
vía ha sidolevantada primeramente sobre los terrenos pantano- 
sos á fuerza de arena hasta obtener cierto grado de cansolida- 
ción, es decir hasta que la arena hundiéndose según sus talu- 
des naturales llega en el fondo á alcanzar una base suficiente- 
mente amplia para soportar la carga rodante, transformada en 
carga estática, á un coeficiente igual á la reacción del subsue- 
lo; una vez alcanzado este resultado se ha usado el balastre 
de grava arcillo-arenosa durante dos ó tres años hasta obtener 
una consolidación mejor de las capas superiores y finalmente 
se ha colocado una capa superficial con un espe.or variable de 
10" 4 12” de piedra calcárea triturada, perfectamente permea- 
ble y resistente. 

Los inconvenientes de la piedra quebrada como balastre 
son los siguientes: desde luego su alto costo y las dificultades 
para su manejo material en la vía misma, la nivelación no pue- 
de hacerse sino desencajonando la vía y no permite como la 
grava ó arena, hacer levantes pequeños. En caso de haber hun- 
dimientos los rieles quedan sujetos á deformaciones perma- 
nentes en vista de la rigidez ó resistencia del subsuelo balas- 
trado con roca y esta misma rigidez hace que el material ro- 
dante se deteriore mucho más en vías balastradas con roca 
que en vías balastradas con materiales arenosos mucho más 
elásticos; además los durmientes de madera colocados sobre la 
superficie angulosa de la piedra quebrada se deterioran bajo 
la acción de las cargas y cuando comienzan á decaer por la in- 
temperie se rompen pronto; puede decirse que la duración de 
los durmientes se limita por solo esta causa, por lo menos en 
un 10%. 

No es pues aconsejable, en general, en terrenos pantano- 
sos el usar desde luego la piedra quebrada como balastre; el 
mejoramiento gradual y progresivo de la resistencia del sub- 
suelo trae consigo como consecuencia natural el uso de balas- 


SUPERESTRUCTURA DE LAS VÍAS FÉRREAS. 41 


tres de mejor calidad que de una manera igualmente progre- 
siva ponen la superestructura en las mejores condiciones para 
soportar el tráfico á que se destina. 


Las condiciones anteriores ligeramente expuestas sobre los 
tres elementos constitutivos de la superestructura de las vías 
férreas, y especialmente las observaciones relativas á los re- 
sultados obtenidos en el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, 
muestran claramentela vital importancia que tiene para el buen 
uso de ellos, el conocimiento exacto de las condiciones locales 
del medio en que se va á construir la vía, las cuales no siem- 
pre es posible tener en cuenta antes de haber operado en la 
región de que se trate ó en otra análoga. Quizá lo anterior- 
mente indicado pudiera servir en algo para ayudar en casos 
semejantes á los mencionados. 


México, Mayo de 1907. 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908),—6. 


MEAR MAMA 
ds % pe ATT 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 26. 


EXPÉRIENCES DE PLASMOGÉNIE. 


Infiltrations d'acide chorhydrique dans un silicate alcalin. 


Pseudo-végétaux et animaux inférieurs. —Pseudo-noyaux et chromatine. 
Structures granuleuses. 


PAR LE PROF. 


A, L, HERRERA, M. $, A, 


HISTOIRE.—J'ai dit dans mon ouvrage “Biologie et Plasmo- 
génie” (Berlin. 1906, p. 196, traduit par G. Renaudet) que “le 
phénoméne morphogénique se complique une maniére éton- 
nante lorsqw'on laisse tomber une goutte de silicate á 400B, 
dans de Pacide chlorhydrique. 

“Le croútes de silice gélatineuse laissent infiltrer lexcés 
Vacide. Celui-ci pénétre sous la forme de gouttelettes infini- 
ment petites, du dehors en dedans, vers lPintérieur. 1l en ré- 
sulte la formation de mamelons, dont la partie supérieure se 
dégage parfois et prend Paspect Vinfusoires granuleux. Com- 
me ces mamelons ont une structure granuleuse et striée, on 
peut aussi proposer une explication différente, les attribuant 
á des gouttelettes de silicate se mettant en contact avec lP'aci- 
de infiltré ou inclus dans les sinus des croútes siliceuses. Cet- 
te explication est beaucoup moins acceptable. Voici pourquoi: 


44 A. L. HERRERA. 


Los sels á base insoluble, comme le ¿hlorure aluminium, ino- 
culés dans le silicate á 409, avec un tube capillaire, produisent 
aussi des mamelons et “infusoires.” Les mémes sels atowmi- 
sós sur le silicate prennent des formes sphéroidales et radiées, 
Par contre. le silicate, inoculé on atomisé sur les solutions con- 
centréss de chlorure de calcium ou Valuminium, ne se dilate 
point, se consolide et se solidifie rapidement, par excés Vacide 
silicique coagulé. J'ai dit que Pacide chlorhydrique s'infiltre 
par les pores des croútes de silice coagulée. A lPintérieur des 
sinus, des labyrinthes, des puits, des lacunes ouvertes dans les 
sinuosités des eroútes, on retrouvera des phénoménes sembla- 
bles á ceux que manifeste le grain de sel ou la goutte de solu- 
tion déposés sur le silicate sirupeux.” 

“Mais il faut considérer ici que les réactifs se sont un peu 
modifiés. DP'acide chlorhydrique s'est emparé de la base du si- 
licate, pour former un chlorure de sodium avec excés Vacide 
mélangé. Il a aussi absorbé de Peau. Le silicate renfermé 
dans les sinus des croútes sS'est affaibli en base et en acide, et 
enrechi en eau. La preuve en est évidente. A Pintérieur on ob- 
serve souvent des masses sarcodoidiques finement granulées, 
comme celles qui se préparent par précipitation des solutions 
tros étendues de chlorure de magnésium et de silicate de sodium 
(voir fig. 100, p. 202), On remarque aussi des formes amiboi- 
des du type de P'Amoeba coli, finement granuleuses et exacte- 
ment égales á celles que donnent Véther et le silicate, dont le 
mólange se fait une maniére spéciale (voir fig. 18, p. 202).” 


Nouvelles observations. 


Technique. On répand une couche de silicate alcalin 4 400B, 
sur un porte—objet et on expose á Paction des vapeurs d'acide 
chlorhydrique á 1.17 jusqw/á la formation d'une membrane 
de silice coagulée ridése. On comprime alors le silicate sur 
Pacido, lentement. On lave dans Peau distillés, évitant le dé- 
collement des deux porte-objets (Pacide chlorhydrique a été 


EXPÉRIENCES DE PLASMOGÉNIE. 45 


mis aussi dans un porte-objet). On observe au microscope, en 
humectant la préparation de temps á autre, pour empécher sa 
dessication. Pour y appliquerles objectifs 4aimmersion, on subs- 
titue un des porte—objets á un couvre—objet, ce qui fait perdre 
souvent quelques figures organoides. On peut aussi délayer 
la silice coagulée dans Veau et observer les éclats et les détails 
ainsi séparés dans une goutte eau. Les moindres détails de 
concentration, pression, etc., ayant une grande influence sur 
les résultats, je conseille de multiplier les expériences jusqu' á 
ce que Pon obtienne une grande variété de figures organoides. 

On ajoutera de Veau distillée au silicate, avec une pipette 
graduée, pour étudier lentement l'influence de la concentration 
dans diverses préparations. 

Résultats. Tres variés et tres intéressants. Chaque goutte 
mieroscopique de Pexcés Pacide Yinfiltre au travers des pores 
et des crevasses ou des fentes de la membrane silicique et 
s'entoure aussitót, comme Povule fécondé, d'une mince mem- 
brane de précipitation au contact de Pexcés de silicate contenu 
dans les croútes.' Les mémes phénoménes se continuent alors 
sur une échelle encore plus microscopique; la pénétration de 
Pacide augmentant peu á peu, la goutte s'allonge de ce chef, 
la membrane se dissout, se reforme bientót; le silicate passe 
alors par endosmose au travers de la membrane et se coagule 
avec Pexcós d'acide renfermé dans celle-ci. Des granulations 
de silice apparaissent de bonne heure dans Pintérieur des 
gouttes acides. 

Parfois une partie de Pacide tend a s'échapper par la par- 
tie la plus faible de la poche osmotique et il y a formation 'un 
anneau, Vun noyau ou d'une couche ou zone de granulations 
plus serrées. 

Le noyau est souvent central, comme dans les cellules na- 
turelles ou a seulement cet aspect en projection. On observe 


(1) Móme les écailles de silice coagulée renferment souyent du silicate dissous 
ayant échappé á la coagulation. 


vE 5 
4 Pa ue 
— SEO 


46 A. L, HERRERA, 


alors, avec Vultramicroscope, que chaque figure est formée par 
une membrane contournée en bouteille ou amibe du type de 
Pamibe coli et ayant un noyau de la méme forme. On a done 
Pimpression de deux bouteilles emboitées lune dans Pautre. 
D'espace compris entre elles est oceuppé par des granula- 
tions plus fines encore et á peine visibles. 

Les figures obtenues imitent tres bien l'aspect microscopi- 
que des infusoires. Souvent les cils sont représentés par des 
prolongements radiaires granulés, spatulés, claviformes, plus 
ou moins réguliers. Fréquemment on remarque des pseudo- 
asques, des pseudo—teleutospores, des pseudo-spores munis 
Vune ou deux cloisons, isolés ou en chaínes courtes, des rides 
transversales, les inférieures granuleuses, rappelant quelques 
formes d'involution des bactéries. On assiste aussi ála formation 
dVune imitation surprenante du champignon de la luzerne. 
(Pseudopeziza trifolium). 

Les figures amiboides en bouteille se présentent pres- 
que toujours et quelques unes semblent avoir un noyau gra- 
nuleux. 

Il y a aussi des imitations de la sporulation. Parfois on 
dirait que les noyaux se trouvent en pleine division indirecte. 
Vus avec un fort grossissement, ils montrent un contenu sem- 
blable ú la chromatine, comme vermiforme, mais trop consistant, 
et ne se colorant pas par le vert de méthyle, Is ont enfin, une 
espóce de membrane. 

Composilion chimique. J'ai hésité longtemps avant de me 
prononcer, une maniére définitive, sur ce sujet délicat, lacide 
chlorhydrique renfermant toujours des impuretés organiques 
mais maintenant la nature silicique des figures me semble 
évidente: 

12 Elles sont insolubles dans P'alcool et Véther, méme aprés 
une macération prolongée. 


. 


EXPÉRIENCES DE PLASMOGÉNTE. 47 


2% Elles sont solubles, au contraire, dans un des dissolvants 
les plus caractéristiques de la silice: les lessives. On voit dis- 
paraítre alors lentement toutes les figures, les plus fines Sal- 
longeant un peu et se dissolvant les premiéres, ce qui les rap- 
proche assez des infusoires et du protoplasma en général, 

3% Elles sont invariables, dures, insolubles dans Peau, 
jaunátres quand leur consistance est trop compacte. Elles ne 
se forment pas avec l'acide chlorhydrique et la soude ou la po- 
tasse caustique, sans silice en excés. 

40 Elles résistent á la calcination, quoique elles se défor- 
ment beaucoup. 

5% Triturées dans l'eau elles arrivent á s'soler des écailles 
de silice. 

6% Elles se forment aussi avec Pacide azotique, Vacide acé- 
tique et la formaline. 

Importance de ces résultats. L'organisation artificielle des 
colloides organiques ou inorganiques est trés difficile. Les si- 
licates et les réactifs sont combinés dans le laboratoire, d'une 
maniére grossiére et trop rapide, comparée aux processus cel- 
lulaires agissant lentement sur de petites doses de substances. 
I'atomisation des solutions, la pulvérisation et tamisation sont 
des perfectionnements importants, mais encore inférieurs aux 
infiltrations chlorhydriques: celles-ci donnent souvent des figu- 
res si délicates que s'impose alors lemploi de PVultramicrosco- 
pe. Je ai méme pas pu définir encore quelques détails exces- 
sivement fins. 

Toutefois ces figures sont encore trop consistantes et ont 
un excés de silice. Peut-étre arrivera-t-on á les faire plus gé- 
latineuses, douées de propriétés d'adsorption maxima, par une 
porosité convenable, pouvant méme grandir par condensation 
des silicates et des sels du milieu et par précipitation interne 
de ceux-ci á Pétat de sels riches en eau. 


48 A. L. HERRERA. 


Application de la technique aux albumines. 


Le blane d'ceuf in natura soumis aux vapeurs d'acide chlor- 
hydrique et comprimé sur celui-ci donne seulement des mem- 
branes (riches en silice) n'ayant pas la tendance des silicates 
á la différenciation. Cette tendance des silicates me semble 
étre due á la formation de membranes de précipitation, si né- 
cessaires pour les phénoménes osmotiques et pour éviter des 
diffusions violentes qui désorganisent les figures. Ce dernier 
phénoméne s'observe aussitót que le silicate est trés étendu 
Veau. Il y a alors production de flocons non différenciés. 

Remarque importante: les figures sont analogues et multi- 
ples dans un point limité, malgré la diversité des résultats dans 
lensemble une préparation. Cela est dú á ce que ces orga- 
noides sont aussi le produit du milieu et qu ils sontégaux dans 
des conditions de pression ou de concentration idéntiques. 

Structure. Les figures les moins compactes ont une strue- 
ture alvéolaire; les plus compactes ont une structure plutót 
sphérolithique. 

Propriétés d'adsorption. Vam Bemmelen a bien étudié les 
propriétés Vabsorption des silicates, % 

Il me semble qu'avant d'étudier plus profondément cette 
question il faut perfectionner la technique pour obtenir des 
figures plus molles, plus délicates et plus poreuses. 

Infiltrations dans les roches. Peut-étre des infiltrations d'eau 
de mer dans des feldspaths superficiellement hydrolysés, abou- 
tiraient elles á la formation d'organoides semblables aux pré- 
códents. 


(1) Voir important travail de Biitschli. Untersuehungen úber die Mikrostruktur 
kiinstlicher und natúrlicher Kieselsiure-Gallerte. (1900). Verhandl. es Heidelberger Na - 
turhist. Vereins. N. F. S. 341. 

(2) Van Bemmelen. L'absorption d'eau par lVargile. Arch. Néerl. Sc. Ex. et Nat. 
Sér. IL, t. X, p. 266.—Die Einwirkung von hóheren Temperaturen auf das Gewebe des 
Hydrogels der Kieselsáure, ibid 18. Noy. 1901. 


EXPÉRIENCES DE PLASMOGÉNIE. 49 


Selon Cushman quelques roches se recouvrent d'un en- 
duit pectoide silicique au contact de Peau. 

La biogénése exige non seulement la synthese d'un colloide 
(albumine) ou la présence un colloide inorganique (silice): 
mais il faut encore, de toute nécessité, les organiser pour obte- 
nir un appareil Vabsorption excessivement délicat. Méme les 
ferments, selon la derniére théorie de M. Henri et de Mad. Pil- 
touche, agissent par absorption. 


Laboratoire de Biologie de Ecole Normale. Mexico, le 26 juin 1907. 


(1) A. S. Cushman. The Effect of Water on Rock Powders. U.S. Dep. of Agr. 
Washington. 1905. pp. 5-23; figs. 8-16. 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908)—6*. 


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Memorias de la Sociedad Alzate.- Tomo 26. Lámina Y. 


Acide chlorhydrique s'infiltrant dans silicate. Pseudo-spores (necidies) durcies. 
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Memorias de la Sociedad Alzate.—Tomo 26, Lámina VI. 


Les mémes figures de la Planche 1 plus grossies. 


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Memorias de la Sociedad Alzate.—Tomo 26. Lámina VIT. 


Acide chlorhydrique s'infiltrant dans silicate. Pseudo-cellules 
et pseudo-mitose. Figures durcies. 


Memorias de la Sociedad Alzate. —Tomo 26, Lámina VIII. 


Acide chlorhydrique s'infiltrant dans silicate Pseudo-formes d'involution 
microbioides, durcies, solubles dans lessive. 


Memorias de la Sociedad Alzate.— Tomo 26. Lámina IX. 


Acide chlorhydrique £'infiltrant dans silicate. Pseudo-spores Jurcis 


Memorias de la Sociedad Alzate.—Tomo 26. Lámina X. 


Acide acétique s'infiltrant dans silicate. Formes fungoides, durcies, 


solubles dans lessive. 


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Memorias de la Sociedad Alzate.—Tomo 26, Lámina XI. 


Acide chlorhydrique s'infiltrant dans silicate alcalin. - 1. Pseudo-noyau et pseudo 
chromatine.—2. Pseudo-amibes granuleuses. - 3, 4, 5. Pseudo-amibes.—6. Pseu- 
do-asques de champignon. Figures persistantes, solubles dans lessive. 


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Memorias de la Sociedad Alzate. Tomo 26—Lám. XII. 


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INFILTRATIONS D'ACIDE CHLORHYDRIQUE DANS SILICATE ALCALIN (Tres grossies). 
1. Pseudo-cellules hyméniales de Basydiomycete (Ibiza. Hongos comestibles, p 18, fig. 3); 
aussi pseudo-spores de Marsonia. (Prillieux. Maladies plantes agricol. t. II, p. 331.) 
2. Pseudo-asques d'Ezxoascus (ibid. t. TI, p. 402). 3 Pseudo-urédospores de Puccinia 
rubigo-vera (ibid. t 1, p. 229); 4=1; 5, Pseudo-diatomée. Biddulphia. (Diatoms Alba- 
tross Voy. by A. Mann. Washington. 1907. U.S. Nat Mus XLVII, fig 47); 6. Pseudo- 
diatomées. Navicula (1d 1.53, fig, 1-7); 7. Pseudo-asques de Sphaerincée. 8. Tres 
semblable a Pseudopeziza trifolii de la luzerne (Prillieux. ibid. t TI, p. 390); 9á 1%. Pseudo- 
«sques et pseudo-amibes granuleuses; pseudo-hématies; 13, pseudo-amibes granuleuses; 14. 
Pseudo-diatomées; 15, pseudo—plasmodies; 16, pseudo-hyménium. Toutes les figures dur- 


cies et persistantes, solubles dans les lessives. 


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SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRESs, T. 26. 
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SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS, 


POR EL LIC. 


OECILIO A. ROBELO, M. $, A. 


A mi apreciable amigo el Sr. 
D. Salvador Gutiérrez dedico 
este pequeño trabajo, en testi- 
monio de grande estimación. 


“No se contentaba el demonio, enemigo antiguo— dice el 
P. Mendieta —con el servicio que éstos (los indios) le hacían 
en la adoración de cuasi todas las criaturas visibles, hacién- 
dolu de ellas ídolos, así de bulto como pintados, sino que de- 
más de esto, los tenía ciegos de mil maneras de hechicerías, 
excoramentos y supersticiones.” > 

Después de describir las ceremonias en que hace consistir 
los sacramentos de los indios, dice: “Brujos y brujas también 
decían que las había, y que pensaban se volvían en animales, 
que (permitiéndolo Dios, y ellos ignorándolo), el demonio les 
representata. Decían aparecer en los montes como lumbre, y 
que esta lumbre de presto la veían en otra parte muy lejos de 
donde primero se había visto, El primero y ¿Santo Obispo de 
México tuvo preso á uno de estos brujos ó hechiceros que se 
decía Ocelotl, y lo desterró para España, poríser muy perjudi- 
cial, y perdióse la nave cerca del puerto y no se supo más de 
él. El santo varón Fr. Andrés de Olmos, prendió otro discí- 
pulo del sobredicho, y teniéndolo en la cárcel, y diciendo el 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908),—7. 


52 CEcILIo A. ROBELO. 


mismo indio á dicho Padre, que su maestro se soltaba de la 
cárcel cuando quería, le dijo el Fr. Andrés, que se soltase él 
si pudiese; pero no lo hizo porque no pudo. Viniendo á los 
agúeros que tenían, digo que eran sin cuento. Creían en aves 
nocturnas, especialmente en el buho (tecolotl, de que se ha for- 
mado el aztequismo “tecolote”); y en los mochuelos y lechu- 
zas y otras semejantes aves, Sobre la casa que se asentaban 
y cantaban, decían era señal que presto había de morir algu- 
no de ella. También tenían los mismos agiúeros en encuentros 
de culebras y alacranes, y de otras muchas sabandijas que an- 
dan rastreando por la tierra, y entre de ellas de cierto escara- 
bajo que llaman pinauiztli. Tenían asimismo que cuando la 
mujer paría dos criaturas de un vientre, había de morir el pa- 
dre ó la madre. Y el remedio que el demonio les daba, era que 
matasen á alguno de los dos mellizos, á los cuales en su len- 
gua llamaban cocoua (á los dos los llamaban así, á uno solo lo 
llamaban coatl, de donde se formó el aztequismo “coate” ó “cua- 
te”), que quiere decir “culebras,” porque dicen que la prime- 
ra mujer que parió dos, se llamaba Coatl, que significa culebra. 
(La razón ha de haber sido porque las culebras vivíparas pa- 
ren dos). Y de aquí es que nombraban culebras á los mellizos 
y decían que habían de comer á su padre ó madre, si no ma- 
tasen al uno de los dos. Cuando temblaba la tierra donde ha- 
bía mujer preñada, cubrían de presto las ollas ó las quebraban, 
porque no moviese. Decían que el temblar de la tierra era se- 
ñal de que se había de acabar presto el maíz de las trojes. Si 
perdían alguna cosa, hacían ciertas hechicerías eon unos maí- 
ces y miraban en un lebrillo de agua, y decían que allí veían 
al que lo tenía, y la casa donde estaba; y si era cosa viva, allí 
les hacían entender si era ya muerta ó viva. Para saber si los 
enfermos habían de morir ó sanar de la enfermedad que te- 
nían, echaban un puñado de maíz lo más grueso que podian 
haber, y lanzábanlo siete ú ocho veces, como lanzan los dados 
los que los juegan, y si alguno de los granos quedaba enhies- 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS, 53 


to, era señal de muerte. Tenían por consiguiente unos corde- 
les, hecho de ellos un manojo como llavero donde las mujeres 
traen colgadas las llaves, lanzábanlos en el suelo, y si queda- 
ban revueltos, decían que era señal de muerte. Y si alguno ó 
algunos quedaban extendidos, teníanlo por señal de vida, di- 
ciendo: que ya empezaba el enfermo á extender los pies y las 
manos. Si alguna persona enfermaba de calenturas recias, to- 
maban por remedio hacer un perrillo de maza de maíz, y po- 
níanlo en una penca de maguey, que es el cardón de donde sa- 
can la miel, y sacábanlo por la mañana al camino, y decían 
que el primero que por allí pasaba llevaría la enfermedad del 
paciente pegada en los sancajos. Tenían por mal agiiero el 
temblar los párpados de los ojos, y mucho pestañear. Cuando 
estaban al fuego y saltaban las chispas de la lumbre, temían 
que venía alguno á inquietarlos, y así decían: Aguinyenitz, que 
quiere decir: “ya viene alguno” ó “¿quién viene?” A los niños 
cuando los trasquilaban les dejaban la guedeja detrás del co- 
gote que llaman ellos y pioch (“su piocha,” de donde se formó 
el aztequismo “piocha”), diciendo que si se la quitaban enfer- 
martía y peligraría. Y esto hoy día lo usan muchos sin mala 
intención, más de por el uso que quedó, y por ventura otras co- 
sas de las dichas, sino que no las vemos como estas del pioch- 
tli que no se puede encubrir. Otros innumerables agiieros te- 
nían, que sería nunca acabar quererlos contar, y poner por 
escrito.” 

El P. Sahagún, bajo el nombre de agúeros ó pronósticos, tra- 
ta de los medios que empleaban los Indios ó se les ofrecían, 
antes de la Conquista (y después), para adivinar las cosas fu- 
turas; y estos presagios bien pueden considerarse también co- 
mo supersticiones, y á ese título extractaremos aquí los princi- 
pales. 

I. Cuando alguno oía bramar en el monte á alguna fiera ó 
cuando escuchaba algún sonido que zumbaba en la montaña, 
ó en el valle, creía que en breve le sucedería alguna desgracia 


54 CECILIO A. ROBELO. 


en su persona, ó en sus parientes, ó en su casa, ó que moriría 
en la guerra ó de enfermedad, ó que caería en esclavitud él ó 
alguno de sus hijos. El que tal agiero sufría, iba en busca de 
un tonalpouhqui, adivino, para que se lo aclarara. Este adivino 
consolaba y esforzaba al espantado, diciéndole: “Hijo mío po- 
““brecito, pues que has venido á buscar la declaración del agúe- 
“ro que viste, y veniste á ver el espejo donde está la aclara- 
“ción de lo que te espanta, sábete que es cosa adversa y tra- 
“bajosa lo que significa este agiíero; esto no es porque yo te 
“lo diga sino porque así lo dejaron dicho y escrito nuestros 
“viejos y antepasados; por tanto, la significación de tu agiie- 
“fro es que te has de ver en pobreza, ó en trabajos, ó que mo- 
“rirás. Por ventura está ya enojado contra tí Aquél por quien 
“vivimos, y no quiere que vivas más tiempo. Espera con áni- 
“mo lo que te vendrá, porque así está escrito en los libros de 
“que usamos para declarar estas cosas á quien acontecen; y 
“no soy yo el que te pongo espanto ó miedo, que el mismo Se- 
“for Dios quiso esto te aconteciese y viniese sobre tí, y no 
“hay que culpar al animal, porque él no sabe lo que hace, pues 
“carece de entendimiento y de razón, y tú pobrecito no debes 
“culpar á nadie, porque el signo en que naciste tiene consigo 
“estos azares, y ha venido ahora á verificarse en tí la maldad 
“del signo de tu nacimiento. Esfuérzate porque por experien- 
“cia lo sentirás, mira que tengas buen ánimo para sufrirlo, y 
“entre tanto llora y has penitencia. Nota lo que ahora te di- 
“go que hagas para remediar tu trabajo; has pues penitencia, 
“busca papel para que se “aparejo la ofrenda que has de hacer, 
“cómpralo é incienso blanco, y ulli (hule), y las otras cosas que 
“sabes son menester para esta ofrenda. Después que hayas pre- 
“venido todo lo necesario, vendrás tal día que es oportuno para 
“hacer la ofrenda que es menester al señor dios del fuego. En- 
“tonces vendrás á mí, porque yo mismo dispondré y ordenaré 
“los papeles y todo lo demás en los lugares, y en el modo que 
“ha de estar para hacer la ofrenda: yo mismo lo tengo de irá 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS. 55 


“encender y quemar en tu casa.” Tal era la respuesta que da- 
ban los adivinos. 

IT. El segundo agiiero lo sacaban del canto de un ave que 
llamaban Oactli Oacton. Si el ave cantaba como que ríe, el can- 
to era de buen agiiero, porque parecía que decía yeccan yeccan, 
que quiere decir buen tiempo, buen tiempo, y no temían que les 
sobrevendría algún mal, antes bien se alegraban al oírle, por- 
que esperaban que algo favorable les había de suceder. Pero 
como cuando el ave cantaba como quien rie recio y á carcaja- 
das, como si tuviera gran regocijo, entonces el agúero era ma- 
lo, y los que habían oído al ave, enmudecían y aun se desma- 
yaban, porque esperaban enfermarse ó morir en breve, ó caer 
en cautiverio en el lugar á donde iban. Si los caminantes que 
oían el canto del ave, eran mercaderes (pochteca), decían entre 
sí: “Algún mal nos ha de venir, alguna avenida de algún río 
“$ creciente nos ha de llevar á nosotros, ó á nuestras cargas, 
“$ habemos de caer en manos de algunos ladrones que nos han 
“de robar, ó saltear, ó por ventura alguno de nosotros ha de 
“enfermar, Ó le hemos de dejar desamparado; Ó por ventura 
“(nos han de comer bestias fieras, ó nos ha de atajar alguna 
“guerra para que no podamos pasar.” Cuando se comunicaban 
entre sí sus temores, el jefe ó principal de los mercaderes, sin 
dejar de caminar, les decía para esforzarlos: “Hijos y herma- 
“nos míos, no conviene que ninguuo de nosotros se entristez- 
“Ga ni desmaye, porque el agúero que habeis oído, ya lo te- 
“níamos entendido cuando partimos de nuestras casas, y de 
“nuestros parientes, y sabíamos que veníamos á ofrecernos á 
“la muerte, y sus lágrimas y lloros que en su presencia derra- 
““maron, bien las vimos, porque se acordaron y nos dieron á 
“entender que por ventura en algún despoblado, ó en alguna 
“montaña ó barranca habían de quedar nuestros huesos, y sem- 
“brarse nuestros cabellos, y derramarse nuestra sangre, y es- 
““to nos ha venido, y no conviene que nadie se haga de peque- 
“o corazón como si fuese mujer temerosa y flaca. Aparejaos 


56 CEcILIO A. ROBELO, 


“como varones para morir: orad á Nuestro Señor Dios, no cu- 
“reis de pensar en nada de esto, porque en breve sabremos 
“por experiencia lo que nos ha de acontecer: entonces llorare- 
“¿mos todos, porque esto es la gloria y fama que hemos de dar 
“y dejar á nuestros señores y mayores los mercaderes nobles 
“y de gran estima de donde descendemos, porque no somos 
“nosotros los primeros, ni los postreros á quien estas cosas 
“han acontecido, que muchos antes que á nosotros, y á mu- 
“chos después de nosotros les acontecerán semejantes casos, 
“(pues por esto esforzaos como valientes hombres, hijos míos.” 
Donde quiera que llegaban á dormir aquel día, ya fuese de- 
bajo de un árbol, ó debajo de una peña, ó en alguna cueva, 
luego juntaban todos sus bordones ó cañas que llevaban, y 
los ataban todos juntos en una gavilla, y decían que aquellos 
topiles, así atados, eran la imagen de su dios Yecatecutli, y 
después, con gran humildad y reverencia, delante del dios, se 
herían las orejas hasta derramar sangre, y se agujeraban la 
lengua, pasando por ella mimbres, los cuales, ensangrentados, 
los ofrecían á la gavilla de báculos, y hacían propósito de re- 
cibir con paciencia, por honra de su dios, cualquier cosa que 
les aconteciese, De allí adelante no curaban de pensar más 
en que alguna cosa les había de acontecer adversa por el agúe- 
ro que habían oído del ave llamada Oactli, y pasando el térmi- 
no de aquel agiero, si ninguna cosa les acontecía, consolá- 
banse, tomaban aliento y esfuerzo, porque su espanto no tu- 
vo efecto; pero algunos de la compañía todavía iban con te- 
mor, y así ni se alegraban, ni hablaban, ni admitían consuelo, 
é iban como desmayados y pensativos, meditando que si no 
les había acaecido algo de lo que pronosticaba el canto del 
ave, podía acontecerles después, y se mantenían dudosos, por- 
que el agúero era indiferente á bien y á mal. 
TIT. Cuando alguno oía de noche golpes como los de un 
leñador sobre los árboles, lo juzgaban de mal agúero, al cual 
llamaban tovaltepuztli, yohualtepuztli que significa “hacha noe- 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS. 57 


turna.” Generalmente este ruido se oía al “primer sueño de 
la noche” cuando todos “duermen profundamente y ningún 
ruido de gente suena.” Este sonido lo oían los tlamacasque, sa- 
cerdotes, que iban á ofrecer de noche cañas y ramos de pino. 
Acostumbraban hacer esta penitencia en lo más profundo de 
la noche y presentaban las ofrendas en los lugares señalados 
en los montes; y cuando oían golpes de quien hiende un ma- 
dero con hacha, espantábanse y lo tomaban por mal agiiero, 
pues creían que esos golpes eran ilusión del dios Tezcatlipoca, 
con los que espantaba y burlaba á los que andaban de noche. 
Cuando el que oía era hombre esforzado y valiente ó ejercita- 
do en la guerra, no huía, sino que seguía el sonido de los gol. 
pes que se habían oído. Cuando el que lo seguía, lograba al- 
canzarlo, le metía la mano en el pecho y lo asía del corazón y 
tiraba de él como si fuera á arfancarlo. En esta postura le de- 
mandaba una merced, como riquezas, salud, ó valor en la gue- 
rra para hacer muchos cautivos. El fantasma les daba á algu- 
nos lo que pedían, y á otros lo contrario, pues estaba en ma- 
nos de Tezcatlipoca dar lo que quisiere, próspero ó adverso. Al 
responder á la demanda el fantasma, les decía: *“Gentil y va- 
“liente hombre, amigo mío, fulano, déjame, ¿qué me quieres? 
“que yo te daré lo que quisieres,” y la persona á quien se ha- 
bía aparecido, decíale: — “No te dejaré que ya te he cazado,” 
y el fantasma le daba una espiga de maguey, diciendole: “Ca- 
ta aquí esta espina, déjame;” pero el que había asido al fan- 
tasma del corazón, si era valiente y animoso, no se conforma- 
ba con una espina, y no lo soltaba hasta que le daba tres ó 
cuatro espinas. Estas eran señal de prosperidad en la guerra, 
haciendo tantos cautivos cuantas espinas había recibido, y de 
que sería además reverenciado por sus riquezas, honores é in- 
signias de valiente guerrero. El que le arrancaba el corazón 
al fantasma, echaba á correr y se escondía con él, lo guarda- 
ba envuelto y atado con algunos lienzos, y en la mañana del 
día siguiente lo desenvolvía y miraba qué era lo que había 
arrancado; y se encontraba una pluma floja, algodón ó espi- 


58 CECILIO A. ROBELO. 


nas de maguey, señal era de buena ventura, y si hallaba en 
el envoltorio carbones, ó algún andrajo, ó pedazo de manta 
sucio, conocía que le vendría miseria y adversidad. Si el es- 
pantado por el fantasma era cobarde, ni lo perseguía, ni iba 
tras él, sino que temblaba de miedo, se echaba á gatas porque 
no podía correr ni andar, y sólo pensaba en que le iba á suce- 
der alguna desgracia de enfermedad, muerte ó pobreza. 

IV. Cuando oían cantar en el techo de su casa ó en algún 
árbol, al tecolotl, (buho), se atemorizaban y creían que á ellos, ó 
á los parientes, Ó á su casa les vendría algo adverso, como en- 
fermedad, muerte, miseria, fuga de sus esclavos, asolamiento 
de su casa que quedaría convertida en muladar, y pensaban 
que de su familia y de su casa dirían: “En este lugar vivió 
“una persona de mucha estima, veneración y curiosidad, y 
“ahora no están sino sólo las paredes; no hay memoria de 
“* quien aquí vivió.” El que oía el canto del tecolote acudía in- 
mediatamente á consultar á un tonalpouhqui, adivino, como ha- 
se dicho al tratar del primer agúero, para que le dijese lo que 
había de hacer. 

Los españoles, con motivo de este mal agúero, decían y 
todavía se dice hoy: 


“El tecolote canta 
Y el indio muere; 
No será verdad, 
Pero sucede.” 


Don Carlos M. Bustamante, en una nota al pasaje de Sa- 
hagún, dice: “Aun creen los indios en este agúero, y lo tienen 
“por tan cierto, que hay un adagio que dice: 


'*El tecolote canta, 
““el indio muere; 
““ello es abuso; 
“pero sucede.” 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS. 59 


V. También el grito de la lechuza lo tomaban los indios 
por mal agiiero, sobre todo si chirreaba dos ó tres veces sobre 
el techo de la casa; y si en ella había algún enfermo, tenían 
por seguro que iba á morir, pues consideraban á la lechuza co- 
mo mensajera de Mictlantecutli, el dios, señor de la mansión 
de los muertos, que iba y venía al infierno, y por eso la llama- 
ban Yauteguihua, “mensajera del dios y de la diosa del infier- 
no.” Si cuando chirreaba la lechuza, percibían que escarbaba 
con las uñas, el que la oía, si era hombre, le decía: “está que- 
do, bellaco vgihundido, que hiciste adulterio á tu padre;” y si 
era mujer le decía: “vete de ahí puto, has agujerado el cabe- 
llo con que tengo de beber allá en el infierno, antes de esto 
no puedo ir.” Creían que con este exhorcismo injurioso, pero 
ininteligible, evitaban el mal agiiero, pues ya no estaban obli- 
gados á acudir al llamamiento del dios de los muertos. 

VI. Cuando veían que una comadreja ó mostolilla entra- 
ba á su casa, Ó se les atravesaba á su paso en el camino ó en 
la calle, también se espantaban los indios, pues creían que si 
emprendían algún viaje, caerían en manos de los ladrones, ó 
los matarían, ó que les levantarían falso testimonio, “por esto 
ordinariamente—dice Sahagún—los que encontraban con es- 
te animalejo, les temblaban las carnes de miedo, y se extre- 
mecían, y se les espeluzaban los cabellos: algunos se ponían 
yertos ó pasmados, por tener entendido que algún mal les ha- 
bía de acontecer.”—A la comadreja la llamaban los indios en- 
zamatli. 


VII. La gente muy rústica tomaba por mal agiero el que 
un conejo entrara á la casa. Temían que cayeran ladrones en 
la casa, ó que alguno de ella se ausentara y fuera á esconder- 
se en un bosque ó en una barranca. Luego iban á consultar 
al adivino, como se ha dicho al hablar del primer agiero, pa- 
ra que se los declarase. 

También en España, en el siglo XVI, había una preocupa 
ción semejante. Don Quijote, al entrar en su aldea, tomó mal 


Mem. Soc. Alzate, México. T. 26 (1907-1908) —8. 


60 CeciLiO A. ROBELO. 


agúero de ver huir una liebre que se agazapó debajo de los 
pies del rucio....--..-- Malum signum, malum signum— dice 
Don Quijote—liebre hulle, galgos la siguen, Dulcinea no parece. 

VII. Cuando entraba á la casa de alguno, ó éste encon- 
traba una sabandija llamada pinalmiztli, lo tomaban por señal 
de próxima enfermedad, ó de que serían afrentados ó avergon- 
zados, y para eludir cualquiera de estos peligros, hacían lo si- 
guiente. Hacían en el suelo dos rayas en cruz tomaban el ani- 
malejo, lo ponían en medio de las rayas, lo eseupían, y luego 
le decían: ¿á qué has venido? quiero ver á qué has venido; y luego 
se ponían á mirar acia que parte se iría aquella sabandija; si se 
dirigía al norte, era señal segura de que iba á morir el hom- 
bre que la había mirado; y si tomaba otro rumbo, creían que 
no era cosa de muerte el encuentro, sino de algún infortunio 
de poca importancia, y le decían al animalejo: anda vete donde 
quisieres, no se me da nada de tí, ¿he de andar pensando por ven- 
tura en lo que quisieres decir? ello se parecerá antes de mucho, no 
me curo de iilcii de tomaban después la sabandija, la po- 
nían en la división de los caminos y allí la dejaban; algunos la 
ensartaban por medio del cuerpo con un cabello y la ataban á 
un árbol, y si al día siguiente no la encontraban allí, se atemo- 
rizaban, pues esperaban algún mal; pero si la encontraban en 
el lugar que la habían atado; se consolaban y ya no temían 
mal alguno, escupían al animalejo ó le echaban un poco de 
pulque, á lo que llamaban emborracharlo. 

El P. Sahagún, describiendo el pinahuiztli, dice: “Esta sa- 
bandija es de hechura de araña grande, y el cuerpo grueso, 
tiene color vermejo y en partes obscuro de negro, casi es ta- 
maña como un ratoncillo, no tiene pelos, es lampiña.” 

Molina en su diccionario dice: pinauiztli. Escarabajo que 
tenían por mal agúero. 

IX. Cuando un épatl, zorrillo, cuya orina es muy hedionda, 
entraba en una casa, ó paría en algún agujero dentro de ella, 
lo tomaban por mal agúero, y creían que el dueño de la casa 


» 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS. 61 


moriría, porque ese animal no suele parir en casa alguna, sino 
en el campo, entre los maizales, entre las piedras, ó entre los 
magueyes, y nopales. Tomaban á este animal por el dios Tez- 
catlipoca, así es que cuando expelía la materia hedionda por la 
orina, por el estiércol ó por la ventosidad, decían: Tezcatlipoca 
ha ventoseado. ¡Quién no ha olido el pedo del zorrillo? Sin em- 
bargo, oigamos la curiosa relación del P. Sahagún: “Tiene la 
propidad este animalejo, que cuando topan con él en casa ó 
fuera, no huye mucho, sino anda zancadillando de acá para 
allá, y cuando el que lo persigue va ya cerca para asirle, alza 
la cola, y arrójale á la cara la orina ó aquel humor que lanza 
muy hediondo, pero tan recio, como si lo echase con una ge- 
ringa, y dicho humor cuando se esparce, parece de muchos co- 
lores como el arco del cielo, y donde da queda aquel hedor tan 
impreso, que jamás se puede quitar, ó á lo menos dura mucho, 
ya de en el cuerpo, ya en la vestidura, y es el hedor tan recio 
y tan intenso, que no hay otro tan vivo, ni tan penetrativo, ni 
tan asqueroso con que compararlo.” 

D. Carlos M. Bustamente, en una nota al pasaje preinser- 
to, ice: “tiene además mucha electricidad, de modo que en 
las tinieblas de la noche el chisguete de orines que arroja es 
de chispas pequeñas y fosfóricas.” Por esto el vulgo dice que 
mea lumbre. 

Continúa la relación de Sahagún: 

“¿Cuando este hedor es reciente, el que le huele no ha de 
escupir, porque dicen que si escupen como asqueando, luego 
se vuelve cano todo el cabello; por esto los padres y madres 
amonestaban á sus hijos é hijas que cuando oliesen este he- 
dor no escupiesen, mas antes apretasen los labios. Si este ani- 
malejo acierta con su orina á dar en los ojos, ciega al que lo 
01 IN SA z 

X. También era para los indios de muy mal agiúero encon- 
trar en la casa hormigas, ranas, sapos, ó ratones llamado tezauh- 
quimchtzin, “ratoncillo espantoso.” Creían que algún malévo- 


62 CECILIO A. ROBELO. 


lo 6 envidioso los había echado dentro de la casa para que les 
acaeciese enfermedad, ó muerte, ó pobreza, ó desasosiego, pues 
estos males auguraba la presencia de tales animales; y luego 
iban á consultar á un divino. 

XI. Cuando de noche veían estantiguas, esto es, visiones 
y fantasmas, no se inquietaban mucho, porque las creían ilu- 
siones ó apariciones del dios Tezcatlipoca. Pero algunos lo to- 
maban por mal agiiero, y temían morirse ó caer en cautiverio. 
Cuando el que veía la estantigua era soldado valiénte, procu- 
raba asirla y le pedía espinas de maguey, que comunicaban 
valor y fortaleza, y se prometían hacer en la guerra tantos cau- 
tivos cuantas espinas había recibido. Cuando el que veía la 
visión era un hombre simple y de poco saber, se contentaba 
con escupirla ó con arrojarle una suciedad; y éste no recibía 
ningún bien, sino algunas adversidades. Cuando era medroso 
ó pusilámine el que encontraba al fantasma, perdía las fuer- 
zas, se le secaba la boca, enmudecía, y procuraba alejarse, y 
mientras iba andando sentía que el fantasma lo iba persiguien- 
do para cogerlo por detrás, y al llegar á su casa, abría preci- 
pitadamente la puerta, entraba, cerraba con violencia, y, á ga- 
tas, pasaba sobre los que estaban durmiendo, lleno de espan- 
to y de pavor. 

XII. Había otros fantasmas, ilusiones también de Tezca- 
tlipoca, .. .... no tienen pies ni cabeza, las cuales andan rodan- 
do por el suelo, y dando gemidos como enfermo—dice Sahagún. A. 
estos fantasmas los llamaban Tlacanexquimilli (V.) siempre 
los tomaban por mal agiúero, y esperaban morir en breve en 
la guerra ó de enfermedad, ó sufrir algún contratiempo. Los 
soldados viejos no temían encontrarse con estas visiones, an- 
tes bien salían á buscarlas, y luego que las veían procuraban 
asirse de ellas, y les decían: —“¿quién eres tu? háblame. mira 
que no dejes de hablar, pues ya te tengo asida y no te tengo de 
soltar.” Y esto lo repetía varias veces, andando el uno con el 
otro á la sacapella, y después de haber luchado mucho, ya cer- 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS. 63 


ca de la mañana, hablaba el fantasma y decía: —“Déjame que 
me fatigas, dime lo que quieres y dártelo hé;” y el soldado re- 
pondía, diciendo: “¿qué me has de dar?” y contestaba el fan- 
tasma: “cata aquí una espina,” y el soldado le decía: “no la 
quiero, ¿para qué es una espina sola? no vale nada,” y aunque 
le daba dos, tres ó cuatro espinas, no lo soltaba hasta que le 
daba tantas cuantas él quería, y le decía el fantasma: “doite 
toda la riqueza que deseas para que seas próspero en el mun- 
do.” El soldado soltaba á la visión y se iba muy satisfecho. 

XIII. También veían de noche otros fantasmas diversos. 
En los muladares, cuando iban á exonerar el cuerpo solía apa- 
recérseles una mujer enana, que llamaban cuitlapaton ó cuitla- 
pachton (V.) Era una mujercita con el pelo largo hasta la cin- 
tura, y con andar de pato. El que veía á esta enana, si quería 
cogerla no podía, porque luego desaparecía, y tornaba á apare- 
cerse en otra parte, casi junto á él, y si otra vez tentaba asirla, 
escabullíasele, y siempre que lo procuraba quedaba burlado, 
y, por fin, dejaba de porfiar. 

Se les aparecía también de noche un fantasma en forma 
de calavera, les salta ba golpeándoles las pantorrillas, ó iba tras 
ellos saltando y haciendo gran ruido. Si se paraba el persegui- 
do, se paraba también ella y si se esforzaba en cogerla; ya que 
la iba á tomar, volábale dando un gran salto á otra parte, y 
así seguían, él persiguiéndola y ella dando saltos hasta que el 
perseguidor se cansaba y lleno de miedo se iba á su casa. 

Solía aparecérseles un fantasma en forma de cadáver ten- 
dido y amortajado y dando lastimeros gemidos. Los valientes 
que trataban de coger á este muerto, sólo tomaban un terrón 
ó pedazo de césped. Este muerto, que era de muy mal agúe- 
ro, era una transformación de Tezcatlipoca. 

También creían que Tezcatlipoca se transformaba en el 
animal llamado cóyotl, coyote ó adive, que se paraba en los ca- 
minos, como atajando á las gentes, para advertirles que si se- 
guían aquel camino les acaecería desgracia. Por último, el oír 


64 ] CEcILI6 A. ROBELO. 


silbar un pito en la montaña era signo cierto de próxima des- 
gracia. 


* 
k 


Además de los agiíeros que quedan explicados, que pode- 
mos llamar precortesianos ó anteriores á la Conquista, tuvie- 
ron después los indios y los mestizos, y tienen aún, otros mu- 
chos que sería largo enumerar. Sólo referiremos el del salta— 
pared. Se cree que cuando este pajarillo se presenta en las ca- 
sas á comer arañas Ó gusanos, y á purificar la atmósfera de- 
vorando los insectos que en ella pululan, viene á anunciar con 
su canto á los maridos que su mujer está amancebada y le es 
infiel, así es que cuando los pajaritos empiezan á chiflar sal- 
tando en las paredes, las mujeres tiemblan y apedrean al pa- 
jarito. 

En cambio, los que gimen en las cárceles consideran al 
salta-pared como ave de buen agúero, pues su alegre canto so- 
bre los altos muros de la prisión es anuncio de la próxima li- 
bertad de algún reo. 


es 

El P. Sahagún, después de hablar de los agúeros, trata de 
las abusiones, pero antes dice: “Aunque los agúeros y abusio- 
nes parecen ser de un mismo linage; pero los agoreros por la ma- 
yor parte atribuyen á las eriaturas lo que no hay en ellas... 
Las abusiones son al revés, pues que toman á mala parte las 
impresiones ó influencias que son buenas en las criaturas.... 
Y porque los agúeros y las abusiones son muy vecinos, pongo 
este tratado.......... A 

Esta consideración de Sahagún y la definición que de abu- 
sión trae el diccionario castellano, diciendo que es “agúero ó 
superstición,” nos han decidido á tratar de las abusiones en 
este artículo. De ellas explicaremos las principales, porque, 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS, 65 


como dice Sahagún, “.......... no están todas las abusiones 
de que usan mal, porque siempre van multiplicándose estas 
cosas que son malas, y hallarán algunas que no estén aquí 
puestas. ” 

Creían que el que olía, orinaba ó pisaba la flor llamada omi- 
xochitl, “for de hueso,” por tener este color, padecería almo- 
rranas. 

Creían también que la mujer que olía la flor llamada cue- 
tlaxochitl, ó se sentaba sobre ella ó la pisaba, contraía la enfer- 
medad llamada también cuetlaxochitl, que consistía en un pa- 
decimiento del clítoris. Las madres advertían á sus hijas que 
no oliesen la tal flor, ni se sentasen sobre ella, ni aun la pisa- 
sen. La cuetlaxochitl, “flor de cuero curtido,” por su color y con- 
sistencia, tiene hojas de un árbol muy coloradas. 

Decían los viejos que las flores que se componen de otras 
muchas, los ramilletes, con que bailan y dan sus convidados, 
no deben olerse en el centro, porque éste está reservado al 
dios Tezcatlipoca, y que los hombres sólo pueden oler la orilla. 

Acostumbraban antes de echar el maíz en la olla para co- 
cerlo, resollar sobre él para darle ánimo y que no tema los her- 
vores. 

El que veía maíz regado en el suelo, estaba obligado á re- 
gerlo para no hacerle injuria, pues creían que si no lo hacían, 
se quejaba el maíz delante de Dios, diciéndole: Señor, casti- 
gad ú éste que me vió derramado y no me recogió, ó dadle hambre 
porque me menospreció. 

Decían también que el que pasaba sobre algún niño que 
estaba sentado ó acostado, le quitaba la virtud de crecer y 
siempre quedaría pequeñito, y para impedir esto, volvían á pa- 
sar sobre él en sentido contrario. A esta abusión la llamaban 
tecuencholhuiliztli, que significa la acción de pasar sobre alguno. 

Si alguno comía en la olla sopeando en ella 6 tomando con 
la mano la comida, sus padres le decían: si otra vez haces esto, 
munca serás venturoso en la guerra, ni nunca cautivarás á nadie. 


66 CECILIO A. ROBELO., 


Si bebían los hermanos y el menor bebía primero, el ma- 
yor le decía: no bebas primero que yo, porque si bebes no crecerás 
más, sino quedarte has como estás ahora. A esta abusión la llama- 
ban atlitiztli, que sólo significa la acción de beber agua, aun- 
que Sahagún diga que significa “beber el menor antes del ma- 
yor.” 

Cuando se pegaba un tamal en la olla al estar cociéndose, 
decían que el que lo comía, si era hombre, no dispararía con 
acierto las flechas, y si mujer, nunca pariría bien, porque se 
le pegaría el niño adentro. 

Cuando cortaban el ombligo á los recién nacidos, si era 
varón, le daban el ombligo á un soldado para que lo llevara al 
lugar donde daban las batallas, porque creían que con esto el 
niño sería aficionado á la guerra, y si el recién nacido era mu- 
jer, enterraban el ombligo cerca del tlecuilli, el hogar, porque 
así sería la niña adicta á la familia y á estar en la casa y en- 
tendida y diligente para preparar la comida. 

Para que las mujeres incintas ó preñadas pudieran andar 
de noche en la calle sin estar expuestas á ver fentasmas, 
creían que debían llevar un poco de ceniza en el seno ó en la 
cintura junto á la piel. 

Cuando una mujer visitaba á una recién parida y llevaba 
niños, al llegar á la casa iba al tlecuilli Ó brasero, tomaba, ee- 
niza y con ella les frotaba las sienes y las coyunturas. Creían 
que si no hacían esto se les debilitarían las coyunturas y les 
crujirían al moverse. 

Cuando temblaba la tierra, tomaban á los niños con am- 
bas manos oprimiéndoles las sienes y los levantaban en alto. 
Creían que si no hacían esto, no crecerían los niños y se los 
llevaría el terremoto. 

Cuando temblaba la tierra, hacían un buche de agua y ro- 
ciaban sus alhajas y los postes de las puertas para que el tem- 
blor no se llevase las casas. Para avisar que temblaba la tie- 
rra, daban de gritos y se golpeaban la boca con la mano. 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS. 67 


Decían que el hombre que povía un pié sobre el tenamaz- 
tli, sería desdichado en la guerra, pues no podría huír y caería 
en manos de sus enemigos. Por esto los padres prohibían á sus 
hijos que pusiesen los pies sobre un tenamaztli. Dan este nom- 
bre á cada una de las tres piedras que se ponen en el tlecuilli 
ó fogón, sobre las cuales se colocan las ollas, comales, etc., en 
que se cuecen los alimentos. 

Cuando al echar la tortilla de maíz sobre el comal, queda- 
ba doblada, era señal de que alguno iba á llegar á la casa; y 
si la molendera era casada y el marido estaba ausente, era se- 
ñal de que iba á llegar el marido. 

Decían que al que lamía el metate, metlatl, se le caerían 
pronto los dientes y las muelas; y por esto prohibían los pa- 
dres á sus hijos que lamiesen los metates. 

Decían que el q ue se arrimaba á los postes, sería mentiro- 
so, porque los postes lo son, y hacen mentirosos á los que se 
arriman á ellos; y por esto los padres prohibían á sus hijos 
que se arrimaran á los postes. 

Decían que las jóvenes que comían estando de pie, no se 
casarían en su pueblo sino en lugar extraño; y las madres no 
permitían que sus hijas comiesen paradas. 

Donde había una mujer recién parida, no quemaban en el 
fogón los olotes Ó sea el corazón de las mazorcas del maíz, por- 
que decían que el reción nacido se pondría pecoso y cacarizo; 
y cuando había necesidad de quemar los tales olotes, lo hacían 
pasándolos primero por la cara del niño; pero sin tocarle la 
piel. 

La preñez de la mujer daba ocasión á mil preocupaciones. 

La mujer preñada no había de ver ahorcar á ningún reo, 
porque si lo veía, nacería el niño con una soga de carne en la 
garganta. 

Las preñadas se abstenían de ver al sol y ála luna duran- 
te un eclipse, porque si los veían, nacería el niño con los la- 
bios partidos; á tal niño lo llamaban tencua, “labio comido.” 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908), —9. 


68 CrEcILIO A. ROBELO, 


Todavía hoy subsiste este error: cuando ven á un niño con 
los labios partidos, dicen:......... se lo comió el eclipse. Otros 
creen que la luna los maltrata, y huyen de ella cuando está 
llena. Para evitar las preñadas el daño de los eclipses en sus 
hijos, se ponían en el seno una navaja de obsidiana á raíz de 
la carne. 

Si la preñada mascaba chicle, decían que el niño padecería 
mozezuelo ó sea embarazo en la respiración, de que moriría; 
y esta enfermedad la causaba también el sacarles de la boca 
la teta repentinamente cuando están mamando, pues lastíma- 
se el paladar y luego queda mortal. 

Decían que si la mujer embarazada andaba mucho de no- 
che, el niño saldría muy llorón; y si el padre era el que anda- 
ba y se le había aparecido algún fantasma, la criatura padece- 
ría mal de corazón. Para evitar estos daños, la mujer cuando 
salía se ponía en el seno unas chinas, ó ceniza, ó un poco de 
estafiate, y los hombres se ponían también chinas ó un poco 
de tabaco silvestre. 

Los mercaderes, y especialmente los que vendían mantas, 
conservaban en su poder una mano de mona, porque creían 
que con ella venderían pronto su mercancía. Cuando no ven- 
dían las mantas, sino que las volvían á la casa, ponían antre 
ellas unas vainas de chile, porque creían que dándoles á cenar 
chile, las venderían todas al día siguiente. 

Los jugadores de pelota ponían el métlatl, (metate) y el co- 
malli (comal) boca á bajo en el suelo, y el metlapilli (meclapil) 
lo colgaban en un rincón, y creían que con esto no perderían 
en el juego. 

En la casa donde abundaban los ratones, ponían fuera el 
metlapilla (meclapil) para que cayesen en las ratoneras, pues 
creían que el meclapil les avisaba donde estaban las trampas. 

Creían que cuando los ratones roían en una casa los peta- 
tes, los chiquihuites, ó los tompiates, era porque en la easa vi- 
vía una mujer amancebada. Si le roían las naguas á la mujer 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS. 69 


casada, era señal de que le era infiel al marido, y si le roían 
el ayate ó manta al marido, era indicio de que él era adúltero. 

Si se acercaba al nido de una gallina un hombre calzado 
con cacles, decían que los pollos no nacerían, ó saldrían enfer- 
mizos y morirían pronto: y para evitar este daño ponían jun- 
to á los nidos de las gallinas unos cacles viejos. 

Cuando en una casa babía una gallina en el nido, si vivía 
en ella algún amancebado, ó á ella entraba, los pollos se mo- 
rirían al nacer y caían patas arriba. Esto, que llamaban tlazol- 
mique, muerto por mancilla, era señal de mancebía. 

Si al tejer una tela, ya fuese para manta, ya para ¿zincueitl. 
(chincuil ó chincuete,) ó ya para huipilli (gúipil,) se afloja de 
una parte más que de otra, decían que la persona á quien se 
destinaba, era de mala vida, y que se parecía en que la tela se 
paraba bisconada (?) 

Los que tenían sementera de maíz, de frijoles, de chía, ó 
de chile, luego que empezaba á caer granizo, sembraban ceni- 
za en el patio de su casa. 

Para que no entraran los brujos á las casas, ponían den- 
tro de un cajete con agua un cuchillo de obsidiana y lo colo- 
caban detrás de la puerta, y, de noche, en el patio. Decían 
que los brujos veían su imagen en el agua, y que, al verse con 
el cuchillo, huían y no volvían á la casa. Después de la Con- 
quista creían ahuyentar á los brujos rodeándolos de mostaza, 
ó trazándoles una raya de carbón. 

Creían que si comían algo que hubieran roído los ratones, 
serían víctimas de un falso testimonio de robo, adulterio ú otro 
delito. 

Cuando se cortaban las uñas las echaban en el agua para 
que les crecieran bien por influjo del animal llamado ahuitgotl, 
que gustaba mucho de comérselas. (Véase mi Diccionario de 
Aztequismos ). 

Cuando estornudaban creían que álguien hablaba mal de 
ellos. 


70 CECILIO A. ROBELO, 


Cuando comían ó bebían delante de algún niño que estu- 
viese en la cuna, le ponían en la boca un poco de lo que co- 
mían ó bebían. Y esto hacían para que cuando comiese ó be- 
biese el niño no le diese hipo. 

Decían que el que comía de noche caña verde de maíz, 
tendría dolor de muelas ó de dientes; y creían evitar el daño 
calentando las cañas en el fogón. 

Cuando se quebraba un madero de los que sostenían la ca- 
sa, temían que se enfermara, ó muriera alguno de la propia 
casa. 

Cuando al estar moliendo el maíz, se quebraba el metate, 
era señal de que moriría la molendera ó alguno de la casa. 

Cuando alguno acababa de construír su casa, convidaba á 
sus parientes y vecinos, y en su presencia sacaba fuego nue- 
yo frotando dos maderos, según acostumbraban. Si tardaba 
mucho tiempo en brotar el fuego, decían que la habitación se- 
ría desdichada y penosa; y si el fuego salía presto, era señal 
de que la casa sería buena y apacible. 

Creían que si un coatl, gemelo, estaba cerca de un baño ca- 
liente, se enfriaría el agua, y más, si el gemelo era el que se 
iba á bañar. Para impedir esto, el mismo gemelo mojaba con 
su mano cuatro veces las paredes del baño, y el agua se calen- 
taba demasiado. 

Decían que si un gemelo entraba donde había tochomitl, 
(tochomite, pelo de conejo,) se dañaría el color y la tela saldría 
manchada, sobre todo si el tochomite era colorado. Para im- 
pedir este daño, dábanle á beber al mellizo un poco de agua 
de la con que teñían. 

También decían que si entraba un gemelo donde estaban 
haciendo tamales, le hacía mal de ojo á la olla y á los tamales, 
pues que éstos no se cocerían aunque estuviesen en el fuego 
todo el día, y saldrían ametalados ó 4 medio cocer. Para evitar 
esto, obligaban al mellizo á que hiciera fuego echando leña 
bajo la olla. Si echaban los tamales dentro la olla, delante del 


SUPERSTICIONES DE LOS INDIOS MEXICANOS. 71 


coate, éste tenía que echar un tamal para que todos se cocie- 
ran. 

Cuando mudaban dientes los niños, sus padres los echa- 
ban en un agujero de ratón, porque creían que si no lo hacían 
así, no les nacerían los nuevos dientes á los muchachos. Esto 
lo hacen hoy, no solo los indios, sino las mujeres mejor edu- 
cadas; pero lo hacen, no por abusión, sino por simple costum- 
bre. 

Dice el P. Sahagún que las supersticiones mencionadas 
son como una sarna que daña á la fe católica. Nosotros creemos 
que sólo es una urticaria que daña al que la padece, pues co- 
mo dice D. Carlos M. Bustamante, es digno de compasión es- 
te pueblo que viviría atemorizado con tal cúmulo de errores 
que le haría molesta y empalagosa la vida. 


Cuernavaca, Julio de 1907. 


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LA PROPIEDAD TERRITORIAL EN TAMAULIPAS, 


POR EL INGENIERO 


ALEJANDRO PRIETO, M. $. A. 


III. 


Algunas observaciones conducentes á la mejor interpretación 
de los Autos de Visita. 


Por lo común se encuentra consignado en todos los Autos 
de la General Visita, ó sean Títulos de adjudicación de terre- 
nos á los pueblos de Tamaulipas, fundados á mediados del si- 
glo XVIII, que antes de proceder al señalamiento de porcio- 
nes parciales para los agraciados con dicha adjudicación, or- 
denaba el Visitador Osorio y Llamas que se practicara en cada 
pueblo un reconocimiento de sus límites jurisdiccionales, y se 
demarcaran por los rumbos principales, Norte, Sur, Este y 
Oeste, los términos hasta donde debía llegarse con las opera- 
ciones de apeo y deslinde, relativas al reparto y adjudicación 
de porciones, entre los colonos fundadores del pueblo. 

Así, por ejemplo, se lee en los Autos de Visita de Giiemez, 
que se designaron á dos vecinos, como agrimensores por par- 
te del Rey, á otros dos por parte de la Villa, y á otros dos co- 


74 ALEJANDRO PRIETO. 


mo peritos conocedores de los terrenos en que se iba á operar, 
y que todos ellos reconocieron y demarcaron los linderos ge- 
nerales de la jurisdicción de Giíemez, con las fundaciones ve- 
cinas de Aguayo y Padilla, antes de comenzar á subdividir los 
terrenos en las porciones que debían adjudicarse á vecinos. 

Con fundamento de tal proceder, parece lógico deducir 
que los linderos que se señalaban como divisorios jurisdiccio- 
nales entre dos pueblos, debían servir á la vez, para normar á 
ellos, en lo relativo á rumbo ó dirección, las líneas linderos de 
porciones que les viniesen á ser adyacentes. 

En seguida de haberse practicado el señalamiento de los 
límites de la jurisdicción, con situación de los vecindarios de 
las villas cireunvecinas, se continuaba á demarcar el ejido de 
uso común, lo que se hacía midiendo líneas de una legua de 
longitud por cada rumbo, á partir del centro de la plaza, y en 
los extremos de estas se trazaban otras que les fuesen perpen- 
diculares, resultando de aquí que se formaba un cuadro de 
una superficie de cuatro leguas cuadradas. Esta extensión fué 
señalada uniformemente como ejido, á cada uno de los pue- 
blos fundados entonces en Tamaulipas, y cuando por alguna 
circunstancia no se designaba el ejido con tal superficie en un 
solo lote de tierra, se concedía al Municipio alguna otra frac, 
ción, en lugar separado, igual en superficie á lo que faltara á 
la primera para el completo de las cuatro leguas cuadradas. 

También antes ó después de proceder á la medida y adju- 
dicación de porciones entre particulares, se designaba el terre- 
no necesario al establecimiento de la Misión, en la cual se ins- 
talaban los indios reducidos al nuevo orden de cosas, bajo el 
consejo religioso espiritual del sacerdote encargado del culto 
en la villa. Ese delineamiento de terreno para Misión no se 
hizo de modo general en todos los pueblos, sino solamente en 
aquellos que quedaban rodeados por tribus indígenas, las que 
era necesario ir reduciendo al orden gubernamental estableci- 
do por los colonizadores españoles, en cuyo trabajo, era por lo 


LA PROPIEDAD TERRITORIAL EN TAMAULIPAS. 75 


común el sacerdote el que realizaba la parte principal y de 
más importancia. 

Reasumiendo los anteriores datos en el orden en que se 
han mencionado, se ve, que primero se demarcaban las líneas 
generales, divisorias entre pueblos cercanos, después se pro- 
cedía á la medida del ejido, de uso común á los vecinos del po- 
blado, luego se designaba la tierra de Misión antes de las por- 
ciones de particulares, ó en otros casos se medían éstas de pre- 
ferencia á aquélla. Todas estas observaciones relativas al or- 
den en los procedimientos, consignado con suficiente claridad 
en los Autos de Visita, son de suma importancia, porque en 
estricta justicia, habrá que proceder de la misma manera, al 
tratarse en el día de repetir las operaciones que aparecen cons- 
tantes en los Autos de Visita, cuando se trate de aclarar la 
verdadera situación en que se consideró localizado el total de 
tierras concedido á la jurisdicción de una Villa ó se quieran de- 
terminar de nuevo las condiciones geométricas en que se de- 
signó un ejido, ó bien las relativas á la tierra de Misión, ó á 
una porción ó serie de porciones adjudicadas á particulares. 

Se ve por esto, que hay un enlace histórico-legal, que ha- 
biendo servido de base para la demarcación de tierras en Ta- 
maulipas hace 150 años, no puede hoy ser desoído ó desdeña- 
do, para hacer lugar á procedimientos extraños que se sepa- 
ren de aquellos. La base jurídico—histórica en que descansa 
esta cuestión, es una sola, se plega y sujeta á la legislación de 
su época, y no hay que temer de nuestras autoridades actua- 
les nada contrario á ese edificio inquebrantable, del derecho 
que nos han legado nuestros antepasados, á la propiedad de 
aquella tierra. 

Hace doce años un alto funcionario de la Secretaría de Fo- 
mento, al enterarse de la tradición respecto á títulos de tierras 
en Tamaulipas, indicó como necesario que fuesen presentados 
á Fomento, para su estudio, ratificación ó confirmación. El 
Gobierno del Estado no viendo en ello perjuicio alguno para 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908)—-10. 


76 ALEJANDRO PRIETO. 


los propietarios, sino antes bien un nuevo apoyo en su favor, 
accedió á hacerlo, y fueron presentados al efecto, los Autos de 
Visita de Altamira, que se reconocieron como perfectamente 
legítimos por el Ministerio, pero uno de los propietarios de 
tierras en la demarcación de Altamira, el Sr. Gral. Don Ma- 
nuel González, declaró su inconformidad con el procedimien- 
to, sus abogados demostraron la validez inquebrantable de los 
Títulos llamados Autos de la General Visita, y por tanto lo 
inútil de la pretendida confirmación, porlo que el procedimien- 
to dejó de seguirse con los demás documentos relativos á las 
otras villas tamaulipecas. 

Pasaré ahora, siguiendo el lema del presente artículo, á 
consignar algunas observaciones respecto á la manera como 
puedan ser tomados en consideración y aceptarse en la prácti- 
ca, los rumbos que los Autos de Visita indican ó consignan, 
relativos á las líneas auxiliares ó linderos, de las medidas y 
fraccionamientos á que se contraen. 

Por muchos años, se creyó en la antigiiedad, que la aguja 
imantada indicaba precisamente el polo terrestre, y fué el des- 
cubridor de la América, Cristóbal Colón, quien por primera 
vez observó, al atravesar el Atlántico, que declinaba de la es- 
trella Polar, formando un ángulo de algunos grados con la me- 
ridiana terrestre. 

Mas tarde quedó esto comprobado por navegantes holan- 
deses, que á principios del siglo XVII, observaron el ángulo 
existente entonces entre el meridiano geográfico y el plano 
vertical de la aguja imantada, al que se llamó declinación; que 
esta declinación variaba en los diversos lugares del globo te- 
rrestre, y que, aun en un mismo sitio, sufría cambios á inter- 
valos de tiempo más ó menos largos. 

En los estudios consecutivos, practicados por eminentes 
sabios de los siglos 18 y 19, se fueron comprobando los varios 
fenómenos físicos que tienen lugar con la aguja imantada; y 
quedó asentado que sus variaciones se manifiestan de dos ma- 


DAA 


“pa 


LA PROPIEDAD TERRITORIAL EN TAMAULIPAS, 7 


neras, las unas en períodos iguales de tiempo, ó de duración 
muy aproximada, y las otras con duración diversa é irregular. 
A las primeras se les ha llamado variaciones regulares y á las 
segundas irregulares ó accidentales. 

En algunos climas, principalmente en los tropicales en que 
se hacen sentir grandes calores, se observa durante el día, que 
el extremo austral de la brújula recorre un arco de círculo de 
pocos minutos, ya para el Oriente ó bien al Poniente, que es- 
te movimiento oscilatorio se verifica y llega á su máximo, en 
las horas de mayor temperatura, y retrocede, quedando la agu- 
ja en su situación normal, con el descenso del calor atmosfé- 
rico, para volver á experimentar al día siguiente y demás, os- 
cilaciones análogas. Tales variaciones no son las mismas en 
las diversas estaciones del año, pues durante el invierno son 
menos notables que en la época del verano, de donde fácil- 
mente se infiere que reconocen por una de sus causas princi- 
pales, el calor solar. 

Un notable escritor francés, autor de un tratado de física, 
al ocuparse del fenómeno de la declinación magnética, se ex- 
presa en los siguientes términos: Si se determina en un lugar 
cualquiera la declinación media del año y se comparan entre 
sí las medias de varios años sucesivos, se nota una oscilación 
que ha recibido el nombre de “variación secular.” Las obser- 
vaciones hechas en París, desde el año 1580, han comprobado 
los siguientes resultados: En 1580 la declinación era Orien- 
tal, é igual á 119 30% ésta fué disminuyendo hasta 1663 en que 
llegó á ser nula; después pasó á ser Occidental, y continuó au- 
mentando en este sentido hasta en 1814 en que alcanzó un 
máximo de 22234', comenzando en seguida á decrecer. En 
1885 la declinación media era Occidental y de 169 15'; decre- 
ce próximamente 7/.4 por año y si esta ley continúa, la deeli- 
nación llegará á ser nula hacia mediados del presente siglo, 
pasando después á ser oriental.” 

“Las variaciones de la declinación de la aguja imantada 


78 ALEJANDRO PRIETO. 


no se someten á ninguna ley al pasar de un lugar á otro de la 
tierra, y son, si no caprichosas; por lo menos bien irregulares. 
Es Occidental en Europa, es Oriental en la China, en el Ja- 
pón y en América, y las diferencias pueden elevarse en un mis- 
mo paralelo, á treinta ó cuarenta grados.” 

“Es de creerse que no está suficientemente estudiado el 
fenómeno de la declinación, y que las considerables é irregu- 
lares diferencias que se observan en varios puntos, obedezcan 
á influencias de clima ó altura, ó á la proximidad de cerros ó 
cordilleras de montañas.” 

Con marcada intención me he extendido en este particu- 
lar, para dejar bien esclarecida y lo mejor fundada, la idea de 
que los rumbos de que hablan los títulos terrenales de Tamau- 
lipas, aun en el supuesto de que hubiesen sido perfectamente 
observados y de igual modo consignados en las actnaciones 
de las medidas, siempre quedaron sujetos sin lugar á duda al- 
guna, á sufrir las extrañas influencias, indeterminadas ó des- 
conocidas, que generalmente impresionan á la aguja imanta- 
da, y le imprimen las variaciones que quedan indicadas. Y por 
consiguiente no será posible en el día volver á fijar en el te- 
rreno aquellos rumbos, con la precisión suficiente á restable- 
cer los linderos primitivos, tal como fueron trazados en la épo- 
ca de la adjudicación de porciones. 

Si hubiera sido posible seguir en Tamaulipas una serie de 
observaciones análogas á las. que el autor á que acabo de re- 
ferirme, ha relatado en su obra de física, podríamos ahora con 
alguna aproximación, precisar la diferencia en grados ó minu- 
tos, entre la declinación que se tuvo en 1768 y la que hoy se 
tiene en aquella comarca, y por ese medio, haciendo la correc- 
ción á que hubiese lugar, establecer hoy los mismos rumbos 
que en aquella fecha se fijaron á los linderos, y trazarlos de 
nuevo con aceptable exactitud, pero no habiendo hecho tales 
observaciones, el caso es actualmente, por completo indeter- 
minado. 


LA PROPIEDAD TERRITORIAL EN TAMAULIPAS. 79 


En uno de mis anteriores artículos, dejé explicados los fun- 
damentos que existen para afirmar que los rumbos de que ha- 
blan los Autos de la General Visita fueron rumbos magnéti- 
cos y de ninguna manera astronómicos, y en ese concepto aca- 
ba de verse las influencias físicas á que quedaron y han estado 
sujetos, cireanstancia importante que los hace ahora inadmi- 
sibles, de un modo concreto y absoluto, en el restablecimiento 
de linderos, y que obliga en el día á tomarlos en cuenta con 
las reservas á que dan lugar tales antecedentes y siempre su- 
jetándolos á las modificaciones que exijan otros detalles que 
mencionen los títulos. 

Para terminar con estas consideraciones, veamos por últi- 
mo, lo que haya podido suceder, en lo concerniente á la decli- 
nación magnética regular en Tamanlipas, á juzgar por los da- 
tos más antiguos que puedan traerse á la vista. 

El año de 1859, el Agrimensor Don Apolinar Márquez, de- 
terminó la declinación de la brújula, en la Villa de Santa Bár- 
bara, sita en el Distrito del Sur de Tamaulipas, cuando fué 
nombrado en comisión por el Gobierno del Estado, para prac- 
ticar la remedida general de tierras en aquella municipalidad, 
conforme á las constancias de los títulos que les son relativos. 
Dicha declinación la fijó en 80 11' al Este. 

Después, en 1892, el Ingeniero Don Manuel Canseco, cuan- 
do practicó la medida y deslinde de la hacienda de San Juan 
en jurisdicción de Giiemez, la determinó en 8203' al Este. 

Más tarde en 1904, el!/Sr, Ing. José Duvallón, actual Di- 
rector General de caminos en el Estado, la determinó en 89 01' 
al Este, cuando fué comisionado para trazar la línea divisoria 
jurisdiccional entre las municipalidades de Victoria y Grúemez. 

Por estos datos se vé, que la declinación magnética en la 
mitad Sur del territorio tamaulipeco, ha venido decreciendo 
diez minutos en 45 años, á razón de 13/.333 por año. Y si con- 
sideramos separadamente el período de 33 años, desde 1859 á 
1892, encontraremos que la declinación aminoró en ese inter- 


80 ALEJANDRO PRIETO.—LA PROPIEDAD TERRITORIAL EN TAMAULIPAS, 


valo de tiempo á razón de 14,545 por año. Si en seguida se 
toma en consideración el intervalo de 12 años, desde 1892 á 
1904, veremos que en él tuvo lugar una diminución de dos 
minutos, lo que da un resultado de 10” por año para la varia- 
ción regular de la declinación magnética en aquellos lugares. 

Con cualquiera de esos tres supuestos, podría retroceder- 
se hasta la fecha de los Autos de la General Visita, y obtener 
una declinación para aquella época; pero por vía de ensayo, 
tomemos como tipo en el cáleulo, el promedio de 13.333 de 
que se ha hecho mención, y obtendremos el resultado, de que 
el año de 1768, el valor angular de la declinación magnética 
en el Estado, era de 89 31'13".288. 

A primera vista aparece de estas consideraciones, que en- 
tre los rumbos observados en la época del primitivo reparti- 
miento de tierras á los pobladores españoles de Tamaulipas, y 
los rumbos magnéticos que en el día se tomaran, conforme á 
los títulos, para practicar la remedida de algún terreno, sólo 
se tendría una diferencia de medio grado, de la que no resul- 
taría gran trastorno en la situación correlativa de las propie- 
dades, si no fuera porque se interponen en la cuestión otros 
incidentes contrarios. Pero esto será dilucidado en el siguien- 
te artículo. 


ue 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 24. 


LA ETIOLOGÍA DEL VOMITO O FIEBRE AMARILLA 


Considerada desde el punto de vista bacteriológico. 


POR EL DOCTOR 
ANTONIO J. CARBALAL, M. $, A, 


Jamais la Médecine n'a serré de plus prés le but 
supréme qu'elle poursuive dépuis de siécles, au prix 
de tant de labeurs et á travers tant des vicissitudes 
doctrinales, á savoir: combattre et prévenir les ma- 
ladies en s'adressant directement á leur cause. 

A. KaIsoH. Traitó des maladies épidémiques, 
1894, pág. 14. 


La fiebre amarilla siempre ha sido reputada como una en- 
fermedad infecciosa y producida por algún germen particular. 

Efectivamente, Jacecoud la define así: “La fiebre amarilla 
es una enfermedad esencialmente infecciosa, que se desarro- 
lla bajo la influencia de un miasma particular, cuya naturale- 
za nos es desconocida y que se origina en localidades limita- 
das y especiales condiciones.” (Jaccoud. Dict. de Médec. et 
Chirurg. prat., art. Fiévre jaune, pág. 615). 

“La fiebro amarilla es debida á un miasma végeto-animal, 
cuyo origen primitivo es, probablemente, telúrico, que se trans- 
mite por el hombre enfermo á los objetos contaminados.” 
(Diet. Encyel. des Sciences Méd. A. Dechambre, 1878; art. Fié- 
vres por L. Lerebonllet). 

Estas eran las opiniones aceptadas en la ciencia, antes de 


82 ANTONIO J. CARBAJAL. 


que se hubieran emprendido los estudios modernos, de los cua- 
les voy á hacer una reseña en el presente escrito. 


* 
* * 


Esta enfermedad terrible, cuya desaparición tanto intere- 
sa á América y especialmente á México, ha sido objeto de nu- 
merosos trabajos. 

La bibliografía anterior á los trabajos modernos que he 
podido consultar, como la más completa, es la de Jaccoud, y 
da cuenta de 249 obras, artículos ó monografías que se ocupan 
de ella, comenzando con la de Raymond Breton. Dictionnaire 
Caraibe: Auxerre, 1655, y terminando con la de Pettenofer: 

Ueber die Verschleppung und die Nicht-Contagiositát des 
Gelbfiebers. (Viertj. f. ófentl. Gesusnheils pílege, 1873). 

De estas obras se ocupan, especialmente, de etiología, 26, 

y su número total es de 249, como sigue: 


Publicadas en Inglés.............. 104 
A a e E e 89 

AN ¿Aloma 1 es 38 

2 A AO 7 

y si DSpanolid cala 5 

pa DO es E 8 3 

e sy: POFPLUDyÓS. - => his s 3 

F 249 


Se ve, por lo anterior, que los ingleses y americanos han 
producido la mayor parte de publicaciones en su idioma. Y 

Entre nosotros, el Dr. Carmona y Valle escribió una serie 
de artículos bajo el título de “Estudio etiológico de la Fiebre 
Amarilla,” que presentó y leyó en la Academia de Medicina, 
es los que dió cuenta de las investigaciones que lo conduje- 


(1) Jaccoud. Traité de Path. Int. Tomo II, pág. 646. (5% ed. 1877). 


LA ETIOLOGÍA DEL VOMITO Ó FÍEBRE AMARILLA. 83 


ron á admitir, como cosa indudable, el descubrimiento de un pa- 
rásito que llamó “Peronospora lutea,” ” y que, á su juicio, era 
el agente causal de la enfermedad; aun llegó á pretender ha- 
ber descubierto una vacuna preventiva. 

La importancia del asunto, su novedad y el gran prestigio 
profesional del autor, fueron motivo para que la academia de- 
dicara una atención especial y nombrara una comisión para 
que emitiera dictamen sobre estos trabajos. El ponente de di- 
cha comisión fué el eminente Dr. I. Alvarado. Este nombra- 
miento tan acertado, se imponía por sus honrosos anteceden- 
tes. Efectivamente, aparte de ser un sabio médico, ya se ha- 
bía ocupado en Veracruz del estudio del vómito y había diri- 
gido á la Academia, desde 1878, dos informes muy notables, 
en los cuales demostró haber adquirido un conocimiento elí- 
nico profundo de la enfermedad. * 

El dictamen fué absolutamente desfavorable al trabajo del 
Dr. Carmona: la crítica concienzuda, profundamente científi- 
ca; con una fuerza de lógica incontrastable, el Dr. Alvarado 
demostró que no podía aceptarse el descubrimiento; y aun se 
negó al autor una recompensa pecuniaria que, vista la modi- 
cidad de la suma, tan sólo podía estimarse como honorífica; 
pero tenía el grave inconveniente de comprometer el nombre 
de la Academia, pues equivalía á otorgar una sanción muy va- 
liosa. 

Fué tan acertada esta determinación, que pocos años des- 
pués se tuvo la prueba de que en Europa dichos estudios no 
tuvieron resonancia, y un autor, Hallopeau, dijo en su Trata- 
do de Patología Greneral, “que el descubrimiento mexicano no 
tenía base científica,” lo cual era verdad. 

Igual suerte corrió el Dr. D. Freire con su “Criptococus 
Xantogenicus.” Los descubrimientos que se habían hecho des- 
de 1876-80, sobre el carbón bacteridiano, por Koch, Pasteur, 


(1) Gaceta Médica, Tomo XVI, 1881, p, 385. 
(2) Gaceta Médica, Tomo XIII, Noviembre 15, 1878. 


Mem. Soo. Alzate, México. 'P. 26 (1907-1908) —11. 


84 ANTONIO L. CABRAJAL. 


Chamberland, Roux, Toussaint y otros colaboradores; el ca- 
rácter de enfermedad infecciosa, y para otros de infecto-con- 
tagiosa, hicieron presumir á todos los autores que se ocupa- 
ban del vómito, que un mierobio especial debería ser su agen- 
te patógeno, el contagium vivum de los antiguos ó el seminium. 
Siempre se reputó la enfermedad como originada por un virus, 
un miasma ó un veneno; así Sternberg, que probablemente es 
el investigador americano que ha estudiado más la patogene- 
sis del vómito, publicó en 1873 un trabajo titulado “Inquires 
into the nature of yelow fever poison, with an account of the 
disease as ib occurred at Governor's Island New York Har- 
bow” (Am. Journ. of Med. Sciences, 1873), y posteriormente 
otros artículos de que hablaremos adelante, encaminados al 
descubrimiento de dicho germen. 

El mismo Dr. I. Alvarado, “” en uno de los informes de que 
antes hice referencia, dice: “El veneno que cansa la fiebre ama 
rilla no mata directamente, porque convierta la sangre en un 
líquido impropio para la nutrición, sino porque provoca una 
meningitis cerebral, y probablemente raquidiana, sui generis, 
que es la que causa directamente la muerte.” En otro artículo 
ratifica lo dicho, diciendo: “la causa de la muerte en el vómi- 
to, es una meningitis cerebral.” 

En otro posterior, titulado: “Sugestiones sobre la Patoge- 
nesis de la Fiebre amarilla,” asienta la siguiente hipótesis: Y 
“La fiebre amarilla es un envenenamiento autóctono de la san- 
gre, ya sea por el fosfato ácido de sosa de la misma sangre— 
que de básico se ha convertido en ácido,—ó ya por el ácido 
fosfoglicérico desprendido de la lecitina, en virtud, en ambos 
casos, de las reacciones que ha producido el microbio al vivir 
á expensas de los elementos del líquido sanguíneo.” 

Jaccoud, en 1877, todavía habla de veneno, *? “El veneno 
generador de la fiebre amarilla no es más conocido que el del 

(1) Gaceta Médica, Tomo XIII, 1878 (Agosto 11). 


(2) Gac. Méd. Tomo XXII, Noviembre 1? 1887, pág. 439. y 
(3) Path. Int., Tomo IT, pág. 646, 


LA ETIOLOGIA DEL VOMITO (U FIEBRE AMARILLA, 85 


cólera; todo hace creer que es de naturaleza animal y que su 
origen primitivo es telúrico, pero no podemos ir más allá de 
estas dos afirmaciones.” 

Las investigaciones originales más importantes que en el 
orden bacteriológico se han emprendido en América, comen- 
zaron con los estudios del Dr. G. Sternberg y del Dr, G. Sa- 
narelli, y fueron seguidas por otras de que haremos mención, 
y tenían por objeto ratificar ó no las comunicaciones sensacio- 
nales del Dr. Sanarelli, que pretendió haber descubierto, no 
sólo al agente patógeno del vómito, sino la suero-terapia de 
la enfermedad. Todo esto ocurrió hasta el año de 1900, en que 
el asunto tomó otro giro, á pesar de que el verdadero método 
de investigación experimental fué trazado en 1881 por el Doe- 
tor Finlay, al emitir la hipótesis de la transmisibilidad por el 
mosquito. 


.* * 

El Dr. G. Sternberg; el leader de los bacteriológos norte- 
americanos, que descubrió el pneumococo, fué, como hemos 
dieho, el primero que se dedicó al estudio profundo, higiénico 
y bacteriológico de la fiebre amarilla. En una comunicación 
que dirigió al Congreso de Philadelphia, verificado en Octu- 
bre 26-29 de 1897, '" hace un resumen de sus previos estu- 
dios, y dice que se ha ocupado en esta cuestión desde el año 
de 1888 en Decatur Alab, y en la Habana en 1888-89, en don- 
de estudió 40 casos, habiendo publicado su primera Memoria 
en 1890, bajo el título de “Report on the Etiology and Preven- 
tion of Yelow Fever.” (Washington, 1890. 8*) El resultado que 
obtuvo fué: aislar un bacilo anaerobio que llamó “X,” y que 
bien pudiera ser el agente patógeno buscado, pero no lo afir- 
ma, á pesar de que dicha bacteria ha sido patógena, en inyee- 
ción intra-abdominal, para los conejos. 


(1) Public Health, vol. XXIII, 1898. Recent Researches relating to the Etiology 
and specific treatment of Yelow Feyer. 


86 ANTONIO J. CARBAJAL. 


Otras bacterias aisladas de los cadáveres de enfermos que 
han fallecido de vómito, ó han sido identificadas entre las co- 
nocidas, ó se han encontrado fuera de la área en donde exis- 
tía la fiebre amarilla, ó por último, sólo se han aislado en nú- 
mero muy reducido de casos. De manera que, antes de la apa- 
rición de la primera Memoria del Dr. Sanarelli, nadie acepta- 
ba que el germen del vómito hubiera sido descubierto. Ni el 
“peronospora lutea” del Dr. Carmona, ni el “eriptococeus xan- 
thogenicus” de Freire, que se reconoció ser el Staphilococ- 
cus albus (Gibier, 1887), ni el Bacillus X de Sternberg, podían 
ser reputados como el agente buscado de la fiebre amarilla. 

En estas circunstancias apareció la primera Memoria del 
Dr. Sanarelli. 

En ésta, el autor comienza por hacer un resumen de los 
conocimientos que se tenían sobre la patogenesis y etiología 
de la fiebre amarilla, omitiendo los trabajos de los Dres. Car- 
mona y Freire, sin duda por no considerarlos dignos de men- 
ción, y los del Dr. C. Finlay, de Cuba (que no merecían tal ol- 
vido), Unicamente hace referencia á los del Dr, Sternberg, 
por estimarlos como más completos y metódicos, y dice que el 
mismo Dr. Sternberg ha declarado que: “el mierotio específi- 
co de la fiebre amarilla está por descubrir, y que toda la cues- 
tión debe tratarse ab initio.” 

El autor comenzó sus trabajos en 1896, en Montevideo, en 
un Lazareto instalado en la Isla de Flores, situada en el Río 
de la Plata. El primer caso estudiado fué el cadaver de un in- 
glés, de 17 años de edad, muerto al 6” día, en Febrero de 1896. 
Autopsia á las 18 horas. Con la sangre y las vísceras hizo una 
gran cantidad de siembras en diversos medios de cultivo, y 
después de un laboriosísimo trabajo de selección, llegó á aislar 


y caracterizar siete especies de bacterias. 1. Proteo vulgar. 
. 


(1) Etiologie et Pathogenie de la Fiévre Jaune par le Dr. G. Sanarelli, Directeur 
de l'Institut d'Hygiéne Experimeutale á l'Université de Montevideo. Ann. de l'Inst. 
Pasteur, tom. XI, 1897, pag. 432, 9 láms. 


LA ETIQLOGIA DEL VOMITÓ O FIEBRE AMARILLA. 87 


2. B. Coli. 3. Bacilo fluidificante. 4. Un diplococo. 5. Un ba- 
cilo pseudo-tífico, que presentó los caracteres del de Eberth. 
6. Bacilo piociánico. 7. Un bacilo cromógeno. 

Continuó sus pesquisas en cadáveres y en el enfermo, has- 
ta llegar á aislar, después de tres meses de incesante labor, 
una bacteria que llamó “Bacilo icteroides,” el cual le sirvió pa- 
ra inoculaciones á los animales, y que reputó como el agente 
patógeno de la fiebre amarilla. Refiere trece observaciones de- 
talladamente. En el siguiente capítulo hace la descripción de 
las principales lesiones anatómicas, producidas en el hombre 
por la enfermedad, y la investigación del microbio que ha en- 
contrado en los tejidos. Pasa después á los detalles de la mor- | 
fología y biología del Bacillus icteroides, bacteria nueva aun no 
descrita, y al diagnóstico rápido del mismo bacilo. Continúa 
con la experimentación en los diversos animales de laborato- 
rio: ratón, cuy, conejo, perro, carnero, cabra y mono, para ter- 
minar con un resumen, del cual hacemos un extracto. 

1? La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa, debi- 
da á un micro-organismo bien definido, que se puede cultivar 
en los medios artificiales, comunmente usados, y que llamó 
Bacillus icteroides. Se puede obtener del enfermo y del cadá- 
ver, aunque á veces con dificultad, por ser escaso, ó por la pre- 
sencia constante de otras bacterias. 

22 Las bacterias más frecuentemeute encontradas han sido 
el B. Coli, el proteo, el estafiloco y el estreptococo, que pue- 
den explicar las diversas formas de la enfermedad. Dichas in- 
fecciones secundarias ocurren en el vivo y no solamente en el 
cadáver. " 

32 Sólo en los casos de marcha regular y crítica, se puede 
encontrar el bacilo con facilidad relativa, 

40 Los sitios electivos del bacilo, son: el riñón, el hígado 
y el intestino; siendo el primero el órgano más precozmente 
alterado. por una nefritis parenquimatosa aguda. 

5 Las causas de la muerte, son: A. Una infección sépti- 


. 


88 ANTONIO J. CARBAJAL. 


ca, y entonces el bacilo se encuentra en el cadáver en cierta 
cantidad, en estado de relativa pureza. B. Una septicemia por 
otros microbios, que se origina en el curso del padecimiento. 
C. La insuficiencia renal: entonces no se descubre en el cadá- 
ver la bacteria específica. 

6 El bacilo presenta un notable pleoformismo, pero se 
puede reconocer fácilmente en 24 horas. 

7% Es patógeno para la mayor parte de los animales do- 
mésticos, y reproduce en ellos las principales lesiones y sínto- 
mas de la fiebre amarilla, en grado más ó menos completo, se- 
gún la especie animal. El perro da el cuadro sintomático y 
anatomo-patológico más perfecto. 

8 Los conejos y cuyes pueden ser infectados por las vías 
respiratorias, por lo cual es posible que la transmisión del vi- 
rus amarillo puede efectuarse por intermedio del aire. 

9 Este virus posee tres principales propiedades patóge- 
nas, cuyo conjunto le da una fisonomía especial. A. De prefe- 
rencia esteatógenas en el hígado; lo que explica la ieteria. B. 
Propiedades congestivas y hemorragíparas, que explican la ce- 
falalgia, raquialgia, hepatalgia, el vómito negro y las otras he- 
morragias. CU. Eméticas, que, aunque no tan especiales como 
las anteriores, constituyen, no obstante, algo de patognomó- 
nico, por su rapidez, intensidad y persistencia. 

Dicha memoria va acompañada de numerosas láminas, en 
donde están ilustrados los caracteres del bacilo icteroides, y 
las lesiones histológicas principales de las vísceras. 

Un trabajo tan concienzudo, completo y correcto, desde 
el punto de vista técnico, no podía menos de llamar la aten- 
ción del mundo científico, y cuando tuve conocimiento de él, 
en París, 4 fines de 1897, por el Dr. Metehnikoff, en el Insti- 
tyto Pasteur, adonde el Dr. Sanarelli había remitido su traba- 
jo, la impresión general era la de que había resuelto la cues- 
tión: yo también así lo creí y lo dí á conocer en México en un 
trabajo que presenté en la Sociedad de Medicina interna, á pro- 


LA ETIOLOGÍA DEL VOMITO O FIEBRE AMAIRLLA. 89 


———_, 


pósito del tratamiento médico de la fiebre amarilla, que había 
tenido oportunidad de conocer en Córdoba, Veracruz, por los 
años de 1873-75. 

La discusión de los trabajos y conclusiones del Dr. Sana- 
relli, siguió inmediatamente á su publicación. 

El Dr. Sternberg fué el primero que la comenzó, como era 
de esperar, y dirigió al Congreso de Rusia, verificado en Mos- 
cou en Agosto de 1897, una extensa Memoria con el título de 
“The bacilus icteroides of Sanarelli.” " 

El autor comienza por recordar que se ha ocupado de la 
etiología de la fiebre amarilla en investigaciones que ha em- 
prendido en la Habana (1879, 1888-89), en Río Janeiro (1887) 
en Veracruz (1887), en Decatur, Alabama (1888), que termi- 
naron en 1889. En seguida refiere cómo encontró un bacilo 
que designa el B. X. Fué aislado del hígado de un cadáver, 
el 13 de Mayo de 1889, y obtenido en perfecto estado de pu- 
reza, después de dos inoculaciones á euyes, que sucumbieron. 
Esta bacteria fué sometida á un estudio profundo en cuanto 
á sus caracteres morfológicos y biológicos, y le sirvió para una 
serie de experimentos. Hace un paralelo entre los caracteres 
de ambos bacilos y declara que son uno mismo, y dice: “Unless 
this identity is conceded it will be difficult to admit that the 
bacillus of Sanarelli is the veritable yellow fever germ.” Sin 
embargo, él ha encontrado otras diferencias en los resultados 
de la experimentación. Si el bacilo estuviera constantemente 
en la sangre y tejidos de los cadáveres, debería ser mortal pa- 
ra los cuyes y conejos, y esto no ha ocurrido de una manera 
invariable en sus experimentos. En cuanto á la presencia del 
bacilo en los tejidos, principalmente del hígado y del riñón, 
que, como se sabe, son los órganos más comprometidos, las 
investigaciones histológicas han sido estériles. En casos muy 
excepcionales los cultivos de estos órganos han dado resulta- 
do positivo, y entonces, el bacilo ú otra bacteria se podía des- 
cubrir por los métodos apropiados de coloración. Insiste el au- 


(1) C. R. Congr. int. de méd., t. II, 1999, 120-137. 


90 ANTONIO J. CARBAJAL. 


tor, con más detalles, en los resultados de la experimentación, 
tanto los obtenidos por Sanarelli como por él, manifestando 
que no ha tenido ocasión de ejecutarla en el hombre, como el 
primero lo hizo, con cultivos filtrados del B. Icteroides. Termi- 
na su Memoria deseando que nuevos investigadores repitan 
los experimentos sobre el perro, el mono y el hombre, que son 
los más interesantes para ratificar ó rectificar las conelusiones 
de Sanarelli. 

Es manifiesta la tendencia del autor en reclamar la priori- 
dad del descubrimiento, si se confirma con toda evidencia que 
el B. Icteroides es el agente patógeno del vómito, por declarar- 
lo idéntico con su B. X. 

En México se han hecho algunos trabajos bacteriológicos 
sobre la fiebre amarilla, posteriormente á los ya citados con 
motivo de una epidemia ocurrida en la Ciudad de Monterrey, 
por el Dr. Ismael Prieto, y de Anatomía Patológica, por el Dr. 
D. Mesa. " 

Los autores fueron á estudiar dicha epidemia, sobre cuya 
naturaleza habían emitido diversas opiniones los médicos de 
la localidad, pues el vómito era desconocido en Monterrey, 
que está fuera de la zona de la endemia. En su informe, bas- 
tante extenso y detallado, llegaron á la conclusión de que la 
enfermedad en estudio era positivamente la fiebre amarilla, y 
por lo que concierne á la bacteriología, establecieron lo si- 
guiente: 

Exámenes de sangre: “Bacterias escasas, bastoncitos tres 
veces más largos que anchos y de extremidades ligeramente 
arredondeadas.” 

Anutopsias: “En todos los casos he encontrado, en uno ó 
en varios órganos, hígado, bazo, pulmón, micro-organismos: 
unos, vulgares de la putrefacción; y otros, que quizá tengan 


(1) La fiebre amarilla en Monterrey. Informe de los Dres. J. Mesa é Ismael Prie- 
to. Diciembre 15 de 1898. Revista de Anaomía Patológica y Clínicas, Tomo III, págs, 
873-918. 


LA ETIOLOGIA DEL VOMITO O FIEBRE AMARILLA. 91 


importancia: bacilos semejantes á los descritos por Sanarelli, 
diplococos parecidos á los de Cornil y Babés y á los descritos 
por el Dr. Matienzo.” 

Estas son las conclusiones del Dr. Mesa. 

En cuanto á las del Dr. 1. Prieto, fueron: 

En la sangre y secreciones de los enfermos y en la sangre 
y vísceras de los cadáveres, descubrió: 

1? El diploeoco encontrado por el Dr.Matienzo, casi en to- 
dos los casos de fiebre amarilla. 

2% Un bacilo, casi idéntico al de Sanarelli y encontrado en 
el mayor número de casos. 

3 El diplo estreptococo de Cornil y Babés y el bacilo cur- 
vo de Gibier, también encontrado en la fiebre amarilla. 

Los autores estaban bajo la impresión general de que el 
agente patógeno de la fiebre amarilla se había descubierto; sin 
embargo, el Dr. Prieto, que era de un juicio sereno y maduro, 
no lo afirmó terminantemente, con tanta más razón, cuanto 
que sus investigaciones fueron muy incompletas. 1? El núme- 
ro de casos que estudiaron él y el Dr. Mesa, fué reducido. El 
Dr. Mesa practicó cuatro autopsias y el Dr. 1. Prieto hizo sus 
investigaciones en cinco casos. 22 No practicaron inoculacio- 
nes en los animales. El objeto de la Comisión simplemente 
fué hacer el diagnóstico de la enfermedad; el tiempo y elemen- 
tos con que contaron fueron muy limitados. 

No tengo á la vista, ni he podido procurarme, el trabajo 
del Dr. Matienzo, al que se refieren los Dres. Mesa y Prieto, 
haciendo alusión á un diplococo descubierto por él. Sin em- 
bargo, creo que hubiera tenido más publicidad dicho descu- 
brimiento si hubiera logrado demostrar experimentalmente 
que era el agente causal del vómito. 

En Junio de 1900, llegó á la Isla de Cuba una Comisión, 
nombrada por el Cirnjano general de los E. Ú., y constituída 
por los Dres. W. Reed, James Carroll y A. Agramonte, con el 
objeto de estudiar la etiología de la fiebre amarilla, y buscar 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908),—12. 


92 ANTONIO J. CARBAJAL. 


los medios de prevenirla. Fué favorecida dicha empresa por una 
epidemia que ocurrió en la ciudad de “Quomados,” cerca de 
la Habana. En Octubre del mismo año, presentó una Nota 
Preliminar de sus trabajos en el Congreso de Idianápolis, Es- 
tados Unidos.” 

Después de la introducción, en su parte primera se ocu- 
pan del Bacillus icteroides de Sanarelli y dicen: 

En 18 enfermos se estudió la sangre, intentando cultivos 
en caldo y agar, con resultados negativos. 

En 11 cadáveres se tomaron diversas vísceras, hígado, ba- 
zo, pulmón, intestino, para buscar por medio de cultivos, las 
bacterias, y sus resultados fueron igualmente infructuosos. 

Como el Cr. Agramonte había logrado aislar el bacilo de 
Sanarelli en una epidemia de Santiago de Cuba, les extrañó 
no haberlo conseguido en esta: y lo mismo ha sucedido á otros 
observadores. Creen que es muy posible haya habido error, 
pues siendo muy semejantes las colonias del Zcteroides y del 
Coli, se pueden tomar una por otra. En consecuencia, es ne- 
cesario caracterizar bien, y por todos los otros cultivos, el Ze- 
teroides. 

Citan, además, los trabajos de Pothier, de N. Ornelas, que 
sólo consiguió aislar dicho bacilo tres veces en cincuenta y una 
autopsias. (Jour. of Amer. Med. Assoc. Abril 16 de 1906), 

Recuerdan la opinión del Dr. Lutz, de Río Janeiro, de que 
hablaré más adelante in extenso, y terminan con las siguientes 
conclusiones: : 

1* El bacilo ¿cteroides de Sanarelli no puede reputarse co- 
mo el agente causal de la Fiebre Amarilla. Cuando existe, es 
una causa de infección secundaria. 

2: El mosquito sirve de huésped intermediario al parásito 
de dicha enfermedad. 

Esta segunda conclusión se desprende de los experimentos 


(1) Public Health Papers and Reports, Vol. XXVI, 1901, pag. 37-39. 


LA ETIOLOGIA DEL VOMIBO O FIEBRE AMARILLA. 93 


qué hicieron para rectificar ó ratificar la teoría del Dr. C. Fin- 
lay,” del cual no me ocuparé al presente, pues merece un es- 
tudio especial la Memoria del expresado médico cubano, que 
fué el punto de partida de la experimentación en el hombre, 
y que vino á resolver el problema de la transmisibilidad del 
vómito. 

Esta nota preliminar fué el preludio de otras que poste- 
riormente publicaron los autores mencionados en*1901,% y 
otros trabajos del Dr. Reed y del Dr. Gorgas, en los cuales ya 
no se trata del microbio causal de la fiebre amarilla desde el 
punto de vista bacteriológico, sino de transmisibilidad por 
el mosquito Stegomya fasciata Fabr.* 

En 1897, el Dr. Huvelburg, de Río Janeiro, publicó una 
nota en los Anales del Instituto Pasteur (pág. 515, tomo cita- 
do), en la cual refiere sus investigaciones experimentales so- 
bre la fiebre. Pretendió haber descubierto un bacilo diverso 
del de Sanarelli. Lo obtuvo del contenido estomacal de cadá- 
veres de vómito: patógeno para el cuy, lo es poco ó nada para 
el perro. Cree que es una variedad intermedia entre el bacilo 
coli y el de la Septicemia hemorrágica. 

El Dr. Sternberg, en 1899'* resume la última opinión que 
de él conocemos, diciendo: “Al presente no encuentro buenas 
razones para cambiar de opinión respecto á las conclusiones 
que he manifestado anteriormente, á saber: que aun no está 
firmemente establecida la relación etiológica del bacilo de Sa- 
narelli.” 

Las objeciones más serias y fundadas en trabajos más com- 
pletos que se han dirigido en contra del descubrimiento de 
Sanarelli, fueron hechas por el Dr. Lutz, Director del Ins- 
tituto Bacteriológico de San Paolo, Brasil, y que fueron pu- 


(1) The etiology of yelow fever. An additional Note. 
(2) Journ. Amer. Med. Assoc. Feb. 1901. 

(3) Experimental yellow feyer. Amer. Med. July 1901. 
(4) The Medical News. Dic. 9, 1899, 


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. ” Pen . Me * - 


5 LE Y 
e P va 5 


94 ) ANTONIO J. CARBAJAL. 


blicadas en una carta al Prof. Perroncito, de Turín (1900). Se- 
gún dicho autor, el bacilo de Sanarelli no se encontró en los 
tejidos de sesenta cadáveres que fueron examinados con los me- 
jores métodos de coloración. El bacilo no se puede obtener en 
más de la mitad de los casos, y cuando se logra es en colonias 
escasas. La enfermedad está caracterizada por la facilidad con 
que es invadido el organismo por microbios que evidentemen- 
te no tienen con ella relación específica; es decir, que ocurren 
infecciones secundarias, y tal puede ser la que produzca el B. 
de Sanarelli. La sangre, en el primer período de la enferme- 
dad, es constantemente estéril y rara vez da una aglutinación 
franca. 

De acuerdo econ otros observadores imparciales, el Dr. 
Lutz asienta: que el suero de Sanarelli no ha dado resultados 
favorables á los enfermos que han sido tratados por ese méto- 
do. Su acción preventiva ha sido nula. Tampoco han sido pro- 
tejidos los animales contra los efectos de inoculación. El sue- 
ro carece de poder bactericida y antitóxico, y no debe reco- 
mendarse su empleo. 

El autor ha visitado veinte focos independientes de epide- 
mia. Ha visto más de quinientos enfermos y practicado cien 
autopsias. 

Termina diciendo: que “de admitir el papel etiológico del 
B. de Sanarelli, todavía queda mucho por estudiar respecto á 
su traosmisión y el mecanismo de la enfermedad. El trata- 
miento nada ha ganado con oste descubrimiento, y todavía es 
tarea difícil el modo de evitar la fiebre amarilla.” 

Los doctores franceses aceptaron el descubrimiento de Sa- 
narelli, como anteriormente hemos dicho, y los Dres. Proust 
y Wiirtz enviaron un artículo al Congreso de Indianápolis," 
el cual fué incluido en el Informe de la Comisión para el estu- 


(1) Public Health. Indianapolis, 1900. Report of Committee on the etiology of ye- 


llow fever by Henry Hollberg. 


LA ETIOLOGIA DEL VOMITÓ O FIEBRE AMARILLA. 95 


dia de la fiebre amarilla, que fué enteramente favorable á la 
nueva doctrina. 

No obstante, la Comisión Americana, advirtiendo la dis- 
cordancia de los investigadores, opina: “que la etiología del vó- 
mito estaba aun lejos de haber sido dilucidada de una mane- 
concluyente, y que ninguna medida profiláctica nueva había 
resultado de los estudios recientes. Como antes, es necesario 
recurrir al aislamiento y á la desinfección para evitar la fiebre 
amarilla.” 

Visto el éxito alcanzado por la Comisión Americana de Cu- 
ba, el Cirujano General de los Estados Unidos nombró una 
que se dirigió á Veracruz en Mayo de 1902. Fué formada por 
el Dr, H. B. Parker, del Laboratorio de Higiene de Washing- 
ton, en unión de los Dres. G. E. Beyer y O. L. Pothier, tenien- 
do como colaboradores en la parte clínica, 4 los Dres. mexica- 
nos Matienzo, del Río é Iglesias. Inauguraron sus trabajos en 
el mismo mes de Mayo y rindieron su Informe general en Fe- 
brero 17 de 1903." 


El objeto cardinal del estudio era “la identificación y ela- 
sificación del organismo específico que produce la fiebre ama- 
rilla.” Estando muy adelantado el estudio bacteriológico, pre- 
tendieron repetirlo para su propia información, especialmente 
durante el período en que la enfermedad es transmisible por 
el mosquito. La sangre fué examinada antes y durante el cur- 
so de la enfermedad, así como en la convalecencia. Los teji- 
dos también lo fueron histológicamente, para reconocer si con- 
tenían en las celdillas ó substancia intercelular algún micro 
organismo ó cuerpo extraño, al que puediera atribuirse la cau- 
sa del padecimiento. 

Las siembras en caldo de la sangre, fueron estériles, En 
un solo caso obtuvieron una bacteria del género Coli: fué el de 


(1) Report of Working Party n?1. Yellow Fever Institut. A study of the etiology 
of Yellow fever by Herman B. Parker, Assist Surxy, George E. Bayer, act. Assist. Sur 
geon, O. L. Pothier, and Act. Assist. Surgeon. Washington. 1903. 


96 ANTONIO J. CARBAJAL. 


un anciano en el período agónico, por cuyo motivo no le die- 
ron importancia alguna. Los exámenes bacterioscópicos de 
sangre fresca tampoco denunciaron la presencia de bacterias. 

Buscaron la reacción aglutinante con los siguientes baci- 
los: 1, el icteroides de Sanarelli; 2, el B. typhosus; 3, el B. disen- 
tere de Shiga; 4, el B. Coli communis. Los ejemplares de estas 
bacterias, perfectamente genuinos, procedían del Laboratorio 
Higiénico de Washington. Los resultados fueron absolutamen- 
te negativos en diez casos. 

En cuanto al examen bacteriológico cadavérico, hicieron 
siembras en los medios ordinarios de cultivo con productos 
tomados del bazo, riñón, hígado y sangre del corazón de casos 
no complicados, y recogiendo dichos productos una hora des- 
pués de la muerte, su conclusión fué: que no se encontró bae- 
teria alguna con regularidad suficiente para cumplir el postu- 
lado de Koch. 

En una autopsia, en la que encontraron marcada infiltra- 
ción hemorrágica en los pulmones, aislaron un diplococo que 
se tiñó por el Gram, lo reconocieron en la sangre y otros ór- 
ganos, excepto los riñones. Un mosquito alimentado con la 
sangre del enfermo, fué matado á los tres días y se encontró 
el mismo diplococo con restos de sangre en el estómago. 

En resumen, la sangre y órganos de los cadáveres de in- 
dividuos jóvenes adultos, que habían sucumbido de fiebre ama- 
rilla típica, no complicada, no denunciaron la presencia de mi- 
cro-organismos; habiendo sido practicadas las autopsias inme- 
diatamente después de la muerte. 

Se propusieron entonces estudiar más á fondo el mosqui- 
to contaminado, y después de muy delicadas y laboriosas ma- 
nipulaciones, creyeron encontrar el parásito. 

Sus mejores resultados los obtuvieron con mosquitos con- 
taminados durante el segundo, el tercero y el cuarto día de la 
enfermedad. Incluídos en parafina, practicados cortes sagita- 
les en serie y mediante coloración, de preferencia la hema- 


LA ETIOLOGÍA DEL VOMITO O FIEBRE AMARILLA. 97 


toxilina ferruginosa de Heidenhein y el moreno Bismarck, en- 
contraron en el estómago unos cuerpecillos fusiformes, aisla- 
dos y en grupos. 

El nombre genérico que proponen darle y su clasificación, 
son los siguientes (textual): 

“Mixococcidium Parker Beyer Pothier. 1903. Diagnóstico 
genérico. Orden incierto. Hemosporidia: Fase esquizogónica. 
desconocida. Fase esporogónica: husos de 3 á 4 y de largo por 
1442 y de ancho, situados en la cavidad del estómago y di- 
vertículo del exófago del mosquito que ha picado á un enfer- 
mo dle fiebre amarilla á los 3 días de enfermedad, provistos de 
núcleos. Fase globular: (oócistes) en el divertículo del exófa- 
go, envueltos en una masa albuminosa de origen y naturaleza 
desconocida. Estos glóbulos se maduran, se abren y dan sali- 
da á numerosos cuerpos ovalados y alargados de 3 por 2 y 
(esporoblastos?) que penetran en las celdillas de las glándulas 
salivares, en donde quedan en reposo (esporas?), fraccionán- 
dose después en numerosos y excesivamente pequeños cuer- 
pecillos (esporozoitos?)” 

El nombre específico que proponen, es el de Stegomye. 


RESUMEN. 


Diagnóstico específico: Mixococcidium. Habitat, Mosquitos 
de la fiebre amarilla. 

Stegomye fasciata, en Veracruz. México. Ejemplares. Ti- 
pos. Colección del Laboratorio Higiénico de los E. U. Servi- 
cio de Salubridad Pública y del Hospital de Marina. 

Los autores describen minuciosamente la situación del pa- 
rásito y sus diversas fases de desarrollo en el estómago, el di- 
yertículo exofagiano y las glándulas salivares del mosquito. 
El estómago se hipertrofia, los cuerpecillos conjugados, for- 
mando un zigote, atraviesan la pared estomacal, para pasar al 
divertículo del exófago, en donde se encuentran envueltos en 


de AE e E A E A 


98 ANTONIO J. CARBAJAL. 


una masa de apariencia albuminoidea. Allí aumentan de vo- 
lumen, el núcleo se fragmenta, los gránulos que resultan de 
esta división, crecen, maduran, penetran en las celdillas de las 
glándulas salivares, allí dejan en libertad otros cuerpecillos 
que funcionan como esporozoitos, los que finalmente pasan al 
conducto salivar mismo para ser eliminados. 

Los autores creen que todas estas fases corresponden al ci- 
elo esporogónico de un protozoario, muy semejante al de la Ma- 
laria, y consideran muy probable, que debe tener otro ciclo 
esquizogónico, como el del Plasmodium, no obstante que reco- 
nocen la objeción que pudiera hacerse de no haberse demos- 
trado la presencia de ninguna forma parasitaria en la sangre, 
pues ellos mismos, y los Doctores Sternberg, Reed, Carroll y 
otros, no han podico descubrirlos. 

La reproducción experimental de la fiebre amarilla, la ob- 
tuvieron por intermedio de dos mosquitos infectados, hacién- 
dolos picar á un hombre de 26 años, de Jalapa, que fué de esta 
manera inoculado el 4 de Septiembre. El día 7 tuvo cefalalgia 
frontal, dolores en los hombros y rodillas, vómitos, inyección 
conjuntival, hinchazón de las encías, elevación de la tempe- 
ratura y aumento en la frecuencia del pulso, (no dan la tabla 
respectiva); luego sobrevinieron hemorragias por las encías, 
vómitos negros, icteria y albúmina en las orinas. El caso fué 
reputado como de fiebre amarilla grave. No obstante, el en- 
fermo salvó, y á fin de mes estaba completamente restableci- 
do. Hicieron un estudio bacterioscópico y hematológico de la 
sangre y no encontraron parásitos. 

En el experimento núm. 2 emplearon directamente el sue- 
ro de la sangre del enfermo anterior, con la cual inocularon á 
un hombre de 27 años; el resultado fué negativo durante los 
seis días que siguieron á la inyección. 

Lo mismo ocurrió en el experimento núm. 3, inyectando 
1 ce. c, de una mezcla de solución fisiológica, 2 partes, y 1 de 
suero, en lugar de 0.1 usado anteriormente. 


LA ETIOLOGÍA DEL VOMITO Ó FÍEBRE AMARILLA 99 


Finalmente, ejecutaron un 4? experimento para saber si el 
agua infectada con mosquitos triturados podría determinar la 
enfermedad por la vía estomacal. El sujeto no tuvo el menor 
malestar durante nueve días que se tuvo en observación. 

Los autores, en conelusión, ratificaron la hipótesis de Fin- 
lay y sus experimentos, así como los de la Comisión de la Ha- 
bana. 

La fiebre amarilla se transmite por el intermedio del mos- 
quito, y creen que el parásito sea el que han descrito con el 
nombre Mixococcidium Stegomye, un Protozoario. 

Ya que no una bacteria, ó sea un germen de naturaleza 
vegetal, podría creerse, después de la lectura de la Memoria 
de la Comisión Americana, que trabajó en Veracruz, que un 
Protozoario sería el verdadero virus ó agente causal de la fie- 
bre amarilla. Mas todavía no podemos aceptar esta conclusión 
con toda certidumbre. 

El año de 1901 se emprendieron en Río Janeiro investiga- 
ciones sobre el aludido tema. Los Dres. Marchoux, Salimbe- 
ni y Simond, del Instituto Pasteur, de París, trataron de rec- 
tificar estos puntos referentes á la etiología del Vómito. Y 

Sus investigaciones sobre la sangre, cuidadosamente pro- 
seguidas, sin resultado, les condujeron á admitir que el miero- 
bio de la fiebre amarilla debe pertenecer á esa categoría de 
gérmenes, llamados invisibles, de los cuales ya se conocen al- 
gunos. 

Sus tentativas para infectar directamente con la sangre 
los diversos animales del Laboratorio, y aun cinco especies de 
monos, fueron vanas. Por lo cual orientaron sus trabajos en 
el sentido de la transmisión por los mosquitos, confirmando 
plenamente la teoría. 

El Stegomye fasciata es uno de los culicidas más propensos 
á ser infectado por variados parásitos. Los que son alimenta- 


1 La fiéyre Jaune. Rapport de la Mission Frangaise compossée de MM. Marchoux, 
Salimbeni et Simond. Ann. de l'Inst. Pasteur. Tom. XVII, 1903. 


Mem. Soc. Alzate, México. T. 26 (1907-1908) —13 


100 ANTONIO J. CARBAJAL. 


dos con substancias azucaradas, presentan, sobre todo, en el 
gran saco de aire, masas esferoides que se pueden tomar por 
esporozoarios. 

En los tubos de Malpighi se encuentran á menudo espo- 
roquistes, una gregarina, cuyas esporas son arrojadas al me- 
dio exterior. Se le encuentra en su fase libre en el tubo diges- 
tivo y en el coeloma, en el insecto perfecto, y aun en la Pupa. 
En ninguna época el stegomye es capaz de arrojar las esporas 
por la trompa para inocularlas por medio de una picadura. 

Microscoporidias. Parásito del género Nosema, se le encuen- 
tra en la larva y en el insecto. No lo han visto constantemen- 
te: 40 veces sobre 300 insectos de Enero á Junio de 1902, y 3 
sobre 200 individuos de Enero á Junio de 1903. Se le encuen- 
tra bajo forma de cuerpecillos reniformes y piriformes, que 
los autores llaman esporas, semejantes á las del Nosema Lo- 
phii, en el tubo digestivo, en los sacos aéreos, en el coloma, 
en los ovarios, en el ganglio nervioso de la cabeza, en la trom- 
pa, aun en su interior, ó en las piezas que la forman. 

Hacen una descripción muy minuciosa de estas esporas, 
que dividen en dos clases; incoloras y morenas así como de su 
evolución, perteneciendo ambas á la misma especie. 

Estos parásitos no tienen relación de causa ó efecto con 
la fiebre amarilla, como lo han comprobado por numerosos ex- 
perimentos. 

Sospechan que este parásito sea el mismo descrito por los 
americanos con el nombre de Mixosporidium Stegomya. 

Si esta identificación se confirma de una manera precisa, 
dicen: “ótera á nos collegues americaines Vilusion qu'ils sont 
en faire á agent de la fiévre jaune. Cette opinion qui'ls émet- 
tent, Vailleurs, sous toutes reserves, nous surprend, d'autant 
moins que nous avons été tentés de comettre la méme erreur 
les premiéres fois que nous avons observé le sporozoaire de 
Finlay.” Así como los experimentos antes referidos de las Co- 


LA ETIOLOGÍA DEL VOMITO O FIEBRE AMARILLA. 101 


+ 


misiones de la Habana y Veracruz; los últimos aumentaron la 
suma de conocimientos ya adquiridos. *” 

En cuanto al descubrimiento de la Comisión de Veracruz, 
creen que el Mixococcidium Stegomya no es un protozoario, si- 
no los plasmodios del “Nosema” que ellos han descrito, pues 
las figuras son muy semejantes á las de las esporas de esa pe- 
brina. * 


* 
k * 


Resumiendo lo anterior, venimos á la conclusión, que los 
laboriosos y dilatados estudios bacteriológicos no han permi- 
tido aún conocer con certidumbre el parásito del vómito; pues 
los trabajos más completos de Sternberg y Sanarelli, no han 
sido ratificados: y los últimos, sobre todo, han encontrado una 
oposición imparcial, sería y justificada. Además, si el bacilo 
icteroide existiera en la sangre, que indudablemente es la ma- 
teria virulenta, los mosquitos, al absorberla, para después ino- 
cularla, contendrían dichos bacilos y nadie los ha encontrado. 

Si las excreciones del enfermo, vómitos, orina ó evacua- 
ciones fueran el vehículo del germen, estas substancias serían 
agente de transmisión, y está demostrado por las Comisiones 
de la Habana y la de Río Janeiro, que solamente los mosqui- 
tos son el medio indispensable para la infección. 

Lo único que con certeza, y de una manera concluyente 
está demostrado, es: que el Mosquito Stegomya fasciate trans- 
mite la enfermedad de un sujeto á otro: La materia virulenta 
no es otra sino la sangre. 

La experimentación lo ha demostrado y los resultados fa- 
vorables de las medidas sanitarias que se han puesto en prác- 
tica para evitar el vómito, basadas todas ellas en dicha teoría, 
la han confirmado plenamente en la Habana y en México. 


1 Ann. del Inst. Pasteur, Tom. XVII, 1903. 
2 Loc. cit., pag. 728. 


102 ANTONIO J. CARBAJAL. 


Como el descubrimiento de los miembros de la Comisión 
de Veracruz no ha sido ratificado por la de Río Janeiro, según 
hemos visto por las descripciones de los franceses, queda la 
duda aún respecto al esporozoario, con tanta más razón, cuan- 
to que nadie lo ha visto en la sangre, como ocurre en el pa- 
ludismo y en la hemoglobinuria, Tristeza ó ranilla del ganado 
bovídeo, con el Plasmodium Malaria y el Piroplasma bigeminum. 

No obstante, es de creer que sea un parásito de este gé- 
nero el verdadero agente patógeno de la fiebre amarilla. 


México, Junio 1907. 


SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 26, 


¡$xX_ E  _ o _n  —  _— _— _—  —_ _— _—— —__—_ — _— — _—_—— A 2 2 2 A S/< 


SUR LA THEORIE AMOEBIENNE DE LA GELLULE, 


PAR LE PROF. 
A, L, HERRERA, M. $, A, 


1.—La partio essentielle de chaque cellule est probable- 
ment une amibe. 

2.—On peut supposer que les amibes ont été les premiers 
organismes apparus sur la Terre. Ils sont les plus simples. 

3.—Les monéres de Haeckel sont problématiques et cet 
auteur les a abandonées pour les Chroococcus: les algues ne saur- 
aient étre les organismes primitifs, étant donnée leur com- 
plexité.'Elles ont une membrane et de la chlorophylle, produits 
Vun protoplasma antérieur. 

4.—A TPintérieur de toute cellule animale ou végétale, on 
trouve un corps protoplasmique (figs. 9 á 12) nucléé, ayant 
les caracteres bien connus des amibes: contraectilité, structure, mo- 
tilité, courants, changements de forme, déplacements (noyau), 
division directe ou indirecte, contraction par plasmolyse, ab- 
sorption, nutrition, labilité ..... 

5.—On va pas observé jusqwici la production de matiére 
organique par les amibees exposés au soleil. Mais cette produe- 
tion me semble étre une propriété générale du protoplasma, 
due á Pabsorption et á la catalyse. Le protoplasma renfermé 
dans des enveloppes opaques (Coccidies) a parfois la faculté 
de produire Pamidon. Les parasites et les animalcules herbi- 

Mem. Soo. Almate. Móxico. T. 26 (1007-1908) —14. 


104 A. L, HERRERA, 


vores ou carnivores ne se contenteraient pas de la petite quan- 
tité de matiére organique qui peut étre serait capable de pro- 
duir leur protoplasma, trés catabolique, et ils empruntent la 
quantité nécessaire aux aliments. D'autre part, on trouye des 
organismes (nitrobactéries) prenant Vazote de préférence dans 
leurs aliments, mais qui sont aussi capables de fixer Pazote de 
Pair. Je suppose done que les amibes primordiales avaient la 
faculté de fabriquer la matiére organique avec les éléments 
de Pair et de Peau et que cette fonction s'est activée lors de 
la formation de carapaces ou membranes pigmentées (chloro- 
phylle). 

6.—La chlorophylle et les pigments analogues sont trós 
délicats et ne sauraient apparaítre en dehors d'un protoplas- 
ma sans membrane. lls sont des sensibilisateurs Vune fone- 
tion générale du protoplasma. L'on a remarqué en effet Pin- 
fluence excitante des rayons chimiques sur tous les orga- 
nismes et pas seulement sur le protoplasma végétal. 

7. Avec les réactifs plasmogéniques inorganiques purs on 
ne forme, dans des conditions analogues aux conditions de la 
nature, que des flocons amoeboides, sans membrane et ayant 
peut-étre un noyau. On ne produit globules semblables aux 
Chroococcus qu' avec des atomisateurs, ou á PVaide d' infiltra- 
tions acides, procédés en somme trop artificiels. 

Par contre, aprés évaporation de Peau de mer et traite- 
ment du résidu par Veau distillés on obtient des flocons silici- 
ques, (Vargile) de 24 3 z, tremblants, difficilement observa- 
bles sans coloration et ressemblant d'une maniére merveilleu- 
se aux petites amibes des eaux croupissantes, bourrées de 
diatomées. Or, ces flocons se remplissent aussi de diatomées 
par absorption et Pon a peine a distinguer les flocons siliciques 
des amibes, dans une méme gouttelette eau observée au mi- 
Croscope. 


L'albumine du blane d' oeuf, qui renferme toujours des si- 
$ ] 


SUR LA THEORIE AMQEBIENNE DE LA CELLULE. 105 


licates, donne encore des flocons plutót siliciques, sous Vac- 
tion des sels mótalliques. 

Les corpuscules de Harting ont certes aspect de cellules 
et Jal hésité longtemps avant de me prononcer définitivement 
sur sa composition, mais ils donnent toujours un dégagement 
de CO” sous Vinfluence des acides, ce qui wWarrive pas avec 
toutes les cellules. En outre, ils meurent bientót par cristal- 
lisation. Ils sont dus á la coagulation des colloides albumineux 
etsiliciques dans le réseau cristallin. '? Les graisses y ont une 
influence 'importante. 

8.—Les figures 1 á 12 montrent Vévolution théorique de 
Vamibe nue á la cellule, une maniére schématique. Je n'ai 
guére la prétention Vétablir ici les espéces et les transitions 
réélles, ayant réalisé le passage entre Pamibe et la cellule. Je 
me préoccupe seulement de démontrer la possibilité de cette 
évolution au moyen de types existants aujourd'hui, 

La figure 1 montre les flocons siliciques du résidu de Peau 
de mer traité par Peau distillée. La figure 2 montre une ami- 
be naturelle, selon Gage. On peut y voir des dilatations pseu- 
dopudiques dans la figure 3. 

Figure 4.—Plakopus (?) que J'ai observé dans une eau crou- 
pissante. Cette amibe a des épines ou pseudopodes durcis, 
comme une ébauche d'écusson. Fig. 5. Pseudochlamys patella. 
I'écusson de défense n'enveloppe pas encore le dessous. Fi- 
gure 6. Arcella vulgaris. Carapace resistant aux alealis, colo- 
rée en jaune et agissant peut étre par la couleur comme un 
sensibilisateur. Fig. 7. Cochliopodium pellucidum. Une espéce 
de cloche ou carapace á ouverture trés large, laissant passer 
de trés nombreux pseudopodes simples ou ramifiés. Fig. 8. 
Quadrula symetrica. La carapace est percés un orifice arron- 
di par lequel sortent un petit nombre de gros pseudopodes. *” 


(1) On accepte que chaque crystal est formé d'un réseau. Les corpuscules de Har- 
ting se produisent avec les cristaux de carbonate de chaux dans du blanc d'oeuf. 
(2) Lanessan. Protozoaires, p. 52. 


106 A. L. HERRERA. 


La figure 9 représenterait une algue, un Protocoque sorti 
une amibe presque enveloppée par une membrane ou par 
une carapace pigmentée. Fig. 10. Cellule végétale ronde. Fi- 
gs. 11 et 12. Cellules végétales complétes, formées par une 
amibe emprisonée dans une membrane!! 

9.—On trouve dans la nature une multitude de cas oú les 
transitions se font brusquement entre la forme amiboide em- 
bryomnaire et la forme enkystée ou cellulaire: Protomyxa au- 
rantiaca, les spores se transforment en amibes. Plus fréque- 
ment les formes amiboides montrent une évolution rapide: 
Plasmodies des myxomicétes, larves d'éponges, Gregarina. 

10,—Le Cycle cellulaire commence, selon Greddes, dans la 
phase amiboide et passe par les phases ciliée et enkystée, 
chez les Protozoaires, les Fougéres, les cellules animales en 
général. (Voir le Diagramme du Cycle cellulaire. Geddes et 
Thomson. Dévolution du sexe, p. 172, fig. 32, que nous copions 
ici.) 

11.—Les diverses formes des cellules et tissus s'expliquent 
par les actions physico-chimico-mécaniques, ainsi que nous 
Payons dit dans notre dernier ouvrage de Biologie et Plasmo- 
gónie. 

Remarques. Les plasmodesmes ou comunications interce- 
llulaires serailent des pseudopodes modifiés. Le mouvement 
ciliaire, le tournoiement des infusoires seraient une variante 
des mouvements amiboides modifiés par la consistance et les 
conditions d'équilibre des cils, des flagellums, des carapaces, 
mails obeissant toujours á des causes osmotiques activées par 
le métabolisme. 

La cellule est une colonie de ehromidies, de microsomes, 
mais cette complication se trouve aussi chez les amibes, ainsi 
que la complication du noyau et des phénoménes mitosiques. 

La présence des phagocytes, plasmod'es, spores et larves 
amiboides partout dans les étres organisés, implique Pimpor- 
tance phylogénétique des amibes. Tous le cyeles cellulaires 


SUR LA THEORIE AMOEBIENNE DE LA C£LLULE. 107 


consisteraient en la sortie et la rentrée des amibes dans des 
prisons membraneuses, chitineuses, calcaires, siliciques. ---- 

L'évolution des ferments, albumines, graisses, le chimis- 
me etle métabolisme, auraient pour sióge les amibes libres ou 
emprisonnées. 

Observation importante: les phagocytes de Vaxolotl en plei- 
ne déformation amiboide peuvent étre déssechés et incinerés 
lentement dans un porte-objet chauffé par une lampe á alcool 
et soutenu par une grille métallique et cela en conservant leur 
forme et leur structure, avec une précision remarquable, com- 
me sils ótaient formés principalement de silicates. Le méme 
résultat s'obtient avec les amibes et j'ai adressé les micro- 
photographies des cendres organisées á divers correspondants. 

“Boveri est conduit par son idée de Pindividualité des 
chromosomes a une théorie suggestive, dans laquelle il con- 
sidóre ceux-cil comme des individus ayant eu, peut-étre, á 
Porigine de la phylogénie, une vie indepéndante, á la maniére 
des monéres, et qui auraient pénétré un autre individu (!!), le 
protoplasme cellulaire, pour constituer avec lui une individua- 
lité symbiotique; il est possible que, dans la cellule, d'autres 
parties encore aient une origine indépendante. 1] tire de cette 
notion nombre d'idées concernant la représentation des 
qualités dos ótres par les chromosomes, 4. Tout cela est trós 
des séduisant, mais bien difficile á concilier avec légrenement 
chromosomes et la dispersion de leurs éléments au repos.” 
(D'Année biologique. Neuviéme année. 1904, p. XIILD), 

Les chromosomes n' existent pas chez les microbes. 

La théorie de Voeuf inorganique se simplifie plutót si Pon 
accepte que les premiers organismes—oeufs ont été des amibes, 
le noyau se formant par des concentrations de substance, com- 
me dans le cas de amibes artificielles de silicates et acide 
chlorhydrique. 

La Chlamydomysca labyrinthuloides découverte par Archer 
en 1875, se compose d'une masse de protoplasme entouré 


Vune ola de cellulose: donc végétal. Acertains mon ES 
de la journée, elle déchire Venveloppe, Séchappe sous pr: a 
amibe et se met á capturer certaines algues microscopiques 
qwelle mange et digére; puis elle se renferme de nouveau dans 
son enveloppe cellulosique. Légitime. “Le monde, ' homme et 
les sciences.” Port-au—Prince. 1907, p. 51. ll 


Mexico, le 2 aúut 1907. 


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Mem. Soc. Alzate. E, 26, 14m: 26 EI; 


Hivolution de la cellule, 


Voir le texte, 


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Mena, Soc. Alzate. T. 26, lám. XIV, 


Diagramme du Cycle Cellulaire, ¡phases enkystée, 
ciliée et amiboide]. E.C.A.I, II, ILL, chez les Pro- 
tozoaires. ! V. (Euf et Spermatozoide du Prothalle 

' Liod de la Fougére. V. Cellules enkystée, ciliée et ami- 
boide, animales. VI. Cellule animale ciliée deve- 
nant amiboide puthologiquement. VII, Sperma- 
tozoide amiboide. VIII. CEufs amiboide et enkis- 
té, D'apres Geddes. 


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di 


SOCIÉTE SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 26 


RESULTADOS DE LOS. ANALISIS DE TIERRAS ARABLES, 


POR EL DOCTOR 


FEDERICO F. VILLASEÑOR, M, $, A. 


PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. 


Estado de Jalisco Peso de un litro de tierra secada 
Cantón 1” Guadalajara al aire 0.95266. 
Municipalidad: Tonalá Agua higroscópica. 13.595 por mil. 


Pueblo: Tololotlán Poder absorbente=530,3048 por mil. 
Hacienda Cima A." Reacción: Alcalina. 
Espesor de la capa de tierra anali- 
zada? 


1000 de tierra seca=1013.7732 de 


tierra húmeda. 


ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO. 


Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.478 
daron sobre el ta- o E 0.500 
ms de) mm. 4.314 Guijarros 2. cocida 3.336 

Residuos que que- Materia e 3 volátil 3.655 
daron sobre el ta- Calcáreo vu. coo. 2. 0.780 
ME deL mm... ea L9S UTA... hucda o ales 8.703 

Agua higroscópica!” - IAE 

Materia orgánica y volátil 24.358 

Calesrobc oe se ae 1.735 

gruesa* 100.809 

Tierra fina 982.548 Arena: 871224  fina.... 200.145 
polvosa. 544.943 

E A A 34.384 

1000,000 1000.000 


(1) Esta tierra presenta color gris plomizo; no tiene masas compactas y contiene 
gran cantidad de restos vegetales. 

(2) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca, equivalen á 1033.313 de húmeda. 

(3) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 


110 F, F. VILLASEÑOR. 


ANALISIS QUÍMICO. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 
Agua higroscópica 13.595. 
Materias combustibles y volátiles 77.313 comprendiendo: 


AZO8 OPQÁMICO + 3... 20l eco a 2.740 
Azoe amoniacal.-.. UCA IU a o O 0,402 
AZOO HÍÁMIOO A a a O 0.078 
Azoe total: Ml ORAL DO AN 3.220 

Elementos solubles en frío en HCl 76.300 comprendiendo: 
Oxidos de hierro y alumini0.......o....oooo-.... 24.068 
Dai as O ITESO O A 2.900 
Magtresl, CUESTA IE Ll A 0.065 
SODA Ut A A 5,460 
Potasa. Su a MU AS 1.028 
¡ACTO FOBLÓTICO: MUDO AITOR 0.370 
Acido -SOÍTUTICO.:. a e IE IN 0,232 
Acido carbónigo....-.....---- e 0.763 
'Acido siMelco 2.1 AUGURA E 0.180 
ClorO aha o E 0.160 

Insolubles en frío 832.792 comprendiendo sol. en HFl: 
Oxido de hierro y aluminio...... o 59.794 
E ARA ES A A 1.495 
Magnesia ..... e ea rt is de IN 0.217 
TA e a MARTI A 5.663 
OLAS eN dE A a 0.200 
Acido fosfórico. 02 Li IN 6.336 
Conteniendo ácido fosfórico soluble en citrato de 

AMONÍADO. qn do. de o a ii os O huellas. 

RESUMEN. 


ELEMENTOS ASIMILABLES 
INMEDIATOS ELEMENTOS DE RESERVA. 


ARNO ae 3.220 Acido fosfórico..-.. 6.356 
Acido fosfórico..... huellas. Potasa. .:. AS 0.200 
Doha bien ide 1.028.032 0 1.495 
Ai mars 2900 Mapneria AS 0.217 


ANALISIS DE TIERRAS ARABLES. 111 


PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES, 
Estado de Jalisco Peso de un litro de tierra secada al 
Cantón 1* Guadalajara. aire 952.66. 

Municipalidad: Tonalá Agua higroscópica 26.981 por 1000. 


Pueblo: Tololotlán Poder absorbente 528.530 por 1000. 
Hacienda Cima B.'” Reacción ligeramente alcalina. 
Espesor de la capa de tierra anali- 
zada? 


1000 de tierra seca =1027.729 de tie- 
rra húmeda. 


ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO. 


Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.000 
dan sobre el ta- Calodreo iio Rs 0.000 
miz de 5 mm. DI000"CULJAErOS > apa a a Ela ia 0.000 

Residuos que que- Materia erro: y volátil 0.613 
dan sobre el ta- Calciraos ah ae UG 
miz de 1 mm. DOTA eds A 0 

Agua higroscópica 2... 36.923 

Materia orgánica y volátil 230.481 

Calcfrbora asias oros 1.097 

gruesa 4 43.509 

Tierra fina 997.711 Arena 583.444 fina. .... 51.945 
polvosa.. 487.990 

Arc 145.766 

1000.000 1000.000 


(1) Esta tierra presenta color rojo ladrillo y contiene pedruzcos sumamente com- 
pacto: 

(2) De donde se deduce que 1000 de tierra fina, seca, regio á 1038.430. 

(3) Separados por tamices de 0.5 y 0,2 de milímetro 


Mom. Soo. Alzate. México. T. 26 (1907-1908) —15. 


112 F, F. VILLASEÑOR. 


ANÁLISIS QUÍMICO. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 
Agua higroscópica 37.008. 
Materias combustibles y volátiles 231.112 comprendiendo: 


AZOB O FPÚCO Lc A DS e e 1.378 
Azoe 'Amoniabalic. co A a oo IS 0.161 
AizZoS mbrdo LA AA 0.001 
Azos'bobal. ME ¿ASCO 0 1.540 
Solubles en frío en HC] 214.800 comprendiendo: 
Oxido de'hierro y alúmina. UNI, 0. ER 105.896 
CAMA A AA 7 3.966 
Magnesia A VEA ON 2.178 
OB 100: e PA do A RS A A 2,804 
POB AA AR A RS O de 0.233 
Acido fosfórico... 12 QUO IU APO A 0.540 
¿A'CIOO SULLÓFICO* a NA ON 1.043 
Alida carbónico Lala laa o 0.483 
AMAN ECO nd RAE el A EA 0.640 
E AR A A 0.550 


Insoluble en frío en HCl 517.080 comprendiendo: soluble 
en HF. 1000.000. 


Oxido de hierro y aluminio. ................... 127.512 


OA AU a IAN 1.332 
Magnesio cert da a A o 0.558 
PA os A 4.912 
Potasa 0. e A os EDS 2.306 
ING rr A PO 0.093 
Acido fosfórico soluble en citrato de amoníaco.. 0,043 
RESUMEN, 
ELEMENTOS ASIMILABLES 
INMEDIATOS. ELEMENTOS DE RESERVA. 
Azoe.. ento o. 1,540 Acido fosfóriGO: +. =. 0.497 
Acido fosfórico Ma So 0.043 .Potása .- ¿Deu IN 2,306 
OA o a o E e 0.233  Onl. IGi..r 1.332 
EA JA 3.966 Magnesia ....... ... 0.558 


Ñ 


NN 
ts 


ANALISIS DE TIERRAS ARABLES. 113 
A os ERA A e E 
PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES, 
Estado de Jalisco. Peso de un litro de tierra secada al 


Cantón 1” Guadalajara. aire 1.02347. 
Municipalidad: Tonalá. Agua higroscópica 75.021 por 1000. 


Pueblo Tololotlán. Poder absorbente 484.075 por 1000, 
Hacienda Cima C. Reacción: Neutra. 
Espesor de la capa de tierra anali- 
zada? 


1000 de tierra seca == 1081.105 de 
tierra húmeda. 


ANALISIS FISICO-QUIMICO. 


Residuos que que- Materia posi y volátil * 0.000 
daron sobre el ta- Calcáreo.....-..- . 0.000 
miz de 5mm.... 0.000 Guijarros........-- 0.000 

Residuos que que- Meteria orgánica y volátil 0.089 
daron sobre el ta- Calciroo btt 0.020 
do Emma... OLBLO: OPA do aa? ato 0.307 

Agua higroscópica”.... 35.615 
Materia orgánica y volátil 87.713 
Calefreoi + Hoc 0.530 
Tierra fina 999.584 gruesa. 13.297 


Arena!” 448.707 fina. 64.168 
polvosa. 371.239 
¿ARMS AO 427.022 


1000.000 1000.000 


(1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca, equivalen á 1036.947. 
2) Separadas por tamices de 0.5 y de 0.2 de milímetro. 


b 


114 F, F, VILLASEÑOR, 


ANALISIS QUIMICO. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 


Agua higroscópica 35.631. 
Materias combustibles y volátiles 86. 660, comprendiendo: 


IA OB OP RADIO. Los acto Enric de apo aia SO 1.092 
'A7Z00/AMDNIACAL: . ¿LE e dos A E 0.150 
AZO00- DÉCADA AIR O A 0.018 
PAN MARA A A ID 1.260 
Soluble en frío en HC] 170.700, comprendiendo: 
Oxido de hierro y alumina.........ooo. <.oo..... 10.850 
TARMA A a E 0.676 
Magnesla .....-.-... E E A o EG 0.071 
DONA A LN RR A 0.942 
OA oi O da ta EC 0.126 
¡Acido fosfórico” Linus UA ON 0.026 
Acido sulfúrico......... -.-. A E 0.064 
Acido carbónico....-....-... a 0.233 
Acido BUÍCICO. ae aa eo o 0.326 
A O A RN A A 1.920 


Insoluble en frío 707.009 no'comprendiendo ácido clorhí- 
drico soluble en HF. 


A: 1.821 
Magnosta y. e e a ds Ia Ae Is 0.194 
AA NP O E, e ALA AS 8.307 
Potaga. ad ri a CN 0.442 
Acido EOBÍÓTICO a o SN huellas 

RESUMEN. 
ELEMENTOS ASIMILABLES 
INMEDIATOS. ELEMENTOS DE RESERVA. 
AE As a 1.260 Acido fosfórico...... 0.026 
Acido fosfórico... .- huellas. Potasa ....uma dae 0,442 
Boba tit aos 0726 + Oaldlcionaa. TAN 1.821 

1 CA SAA 0.676 Magnesia....... ...-. 0.194 

Marne co. cds 0.071 


(1) Acido fosfórico soluble en citrato de amoníaco, huellas. 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRESs, T. 26. 
o A A A A A A A A A A A 


Geolozta. química. de los eriaderos de azutre de Mapu, 
Estado de Durango. 


POR EL INGENIERO DE MINAS 


JUAN D. VILLARELLO, M. $, A. 


La metalactología, ó sea la rama de la geología aplicada 
que trata de los eriaderos metalíferos, se encuentra actual- 
mente en una época de verdadera evolución. Ahora, y en varias 
partos del mundo, muchos sabios se dedican á la observación 
detallada y á la interpretación juiciosa de los hechos obserya- 
dos en diversos criaderos metalíferos; y á sus esfuerzos y de- 
dicación es debido, sin duda, el rápido progreso alcanzado re- 
cientemente, en esta rama tan importante de la geología apli- 
cada. Antes eran muy pocas las teorías aceptadas para explicar 
la formación de los criaderos metalíferos; y aun cuando mu- 
chas veces, la observación detallada de algunos criaderos in- 
dicaba, que no eran aplicables á ellos las teorías genéticas 
aceptadas como generales, los partidarios de cada una de es- 
tas teorías, en su afán de sostenerlas siempre victoriosas, des- 
preciaban los hechos contrarios á ellas, callaban las observa- 
ciones desfavorables, é impedían así el progreso de esta rama 
tan importante de la ciencia geológica. Pero al fin, llegó la 
época de desechar las generalizaciones absolutas en asuntos 


116 JUAN D. VILLARELLO. 


de geología aplicada; y ahora, cada caso que se presenta es 
considerado como un problema local, que para resolverse ne- 
cesita la observación concienzuda de los hechos locales, la in- 
terpretación juiciosa y el estudio detenido de estos hechos, 
para llegar, como conclusión, al conocimiento más aproximado 
de la génesis de ese criadero. Singularizadas así las teorías 
genéticas, ha podido llegarse á hacer el estudio pormenoriza- 
do de la formación de los criaderos metalíferos; se ha tratado 
de distinguir las diferentes fases de su mineralización; y se ha 
indicado la posibilidad de la emigración de las especies mine 
rales primeramente depositadas en ellos, para concentrarse 
después en determinadas zonas, diferenciándose así el relleno 
de los referidos criaderos. Ultimamente, la experimentación 
sintética de la formación de los minerales, en condiciones de 
temperatura y presión semejantes tal vez á las que existieron 
durante su formación natural, ha proporcionado una base más 
firme á las teorías genéticas de los criaderos metalíferos. Mu- 
cho es lo que se publica actualmente sobre metalactología; 
muchos son los observadores científicos dedicados hoy á tan 
interesante estudio; y gracias al cambio mutuo de ideas entre 
estos sabios, mediante la publicación activa de sus importan- 
tes observaciones, llegará el día, tal vez no lejano, en que con 
gran aproximación pueda indicarse la génesis de los criaderos 
metalíferos, con todos sus múltiples detalles. 

México, país hasta ahora principalmente minero, pues su 
suelo casi todo se encuentra enriquecido con criaderos meta- 
líferos de toda especie y de gran valor comercial, se encuentra 
por lo tanto verdaderamente interesado en todo lo relativo á 
la metalactología; y no ha permanecido inactivo en lo que á es- 
te estudio se refiere, ni se ha limitado tan solo á seguir con 
atención los progresos de esta rama de la ciencia; sino que 
también, aunque no en gran escala hasta ahora, ha contribui- 
do á ese progreso con muchas observaciones é interesantes 
estudios. En efecto, hace varios años que el Instituto Geoló- 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 117 


gico Nacional está llevando á feliz término estudios encami- 
nados al objeto indicado; y también, varios mexicanos inge- 
nieros de minas han publicado estudios mineros de mucho 
mérito. Todos los mexicanos ingenieros de minas, tanto los 
que abnegados recorren estudiando las escabrosas y ricas se- 
rranías que atraviesan á este país, como los que con verdadero 
empeño procuran el éxito de las negociaciones mineras á su 
pericia encomendadas, todos más ó menos poseen muy intere- 
santes datos relativos á los criaderos metalíferos que han es- 
tudiado, todos conocen la importancia que estos datos tienen 
para el progreso de la ciencia, y para bien de la industria mi- 
nera en el país; pero por desgracia, somos pocos todavía los 
que nos atrevemos á publicar nuestros datos y nuestras ideas, 
somos pocos los que nos decidimos á presentar nuestros pe- 
queños trabajos á las Sociedades Científicas, solicitando la gra- 
cia de que sean publicados, no porque los creamos académicos 
y de gran valor, sino únicamente por saber que de este modo 
contribuimos, con nuestros pobres datos, á una grande obra 
que significa progreso para este país. Esto último explica por 
qué «dije antes que, hasta ahora, México ha contribuido en pe- 
queña escala al progreso de la metalactología; pero creo, y fir- 
memente lo espero, que en un porvenir muy próximo, mis apre- 
clables compañeros, abandonando la antigua costumbre de no 
publicar sus informes mineros, nos darán á conocer todas sus 
interesantes observaciones de los criaderos metalíferos que ha- 
yan estudiado; así como, sus idoas relativas á la génesis de 
esos criaderos. Entonces, reunidos en un Congreso Minero, 
podremos discutir todas esas observaciones, todas esas ideas, 
todos los hechos estudiados en los criaderos metalíferos de es- 
to interesante país minero; y entonces podremos decir que, 
hemos contribuido en gran escala al adelanto de una ciencia, 
de la cual dopende en mucha parte el mejor éxito de la indus- 
tria minera en México. 

La metalactología ha prestado siempre poderosa ayuda á 


118 JUAN D. VILLARELLO. 


la industria minera, ha sido su única y verdadera guía, el fun- 
damento único de la exploración razonada de los criaderos 
metalíferos, y también la única garantía para el capital inver- 
tido en esa industria. Es cierto que no puede ser considerada 
como la rama de una ciencia exacta; pero con la observación 
atenta de los criaderos ya explorados; con la interpretación 
juiciosa de los hechos generalmente observados en ellos, y con 
la ayuda de otras ciencias, principalmente de la química, se 
ha llegado á tener una idea bastante aproximada de la génesis 
de los criaderos metalíferos. 

Las teorías genéticas de los criaderos mencionados han 
encontrado una base firme en que apoyarse, como dije ya, con 
la experimentación sintética que en estos últimos tiempos se 
está haciendo en los laboratorios de geofísica; y si antes la 
química no fué un poderoso auxiliar para la metalactogenia, 
se debió esto á que el geólogo no sabía química, y á que el quí- 
mico no estudiaba geología. Las teorías químicas del geólogo 
acostumbrado solo á la observación, estaban generalmente en 
pugna con la experimentación; y las teorías geológico-quími- 
cas del químico, acostumbrado á experimentar en su labora- 
torio, estaban en oposición con los hechos observados en la 
naturaleza. 

Una teoría geológico-química para ser aceptable necesita: 
estar de acuerdo con los principios de la química y estar fun- 
dada en hechos geológicos; de lo contrario, su impartancia es 
muy secundaria y muy dudosa su utilidad industrial. 

En las siguientes líneas me voy á ocupar en discutir, no 
en criticar, las dos teorías geológico-químicas que han sido 
propuestas para explicar la génesis de los criaderos de azufre 
de Mapimí, en el Estado de Durango, é indicaré también una 
nueva teoría. El objeto de este estudio no es bacer simple- 
mente un ejercicio científico, sino llegar á una conclusión in- 
dustrial. En efecto, si de este estudio pudiera concluirse cuál 
teoría es la más aceptable para explicar la formación de esos 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 119 


criaderos, se podría predecir con grandes probabilidades; si el 
azufre continúa en ellos á gran profundidad, ó si se encontra- 
rá solamente en la parte superficial; y en el primer caso, si la 
cantidad de este metaloide aumentará ó disminuirá con el au- 
mento de profundidad. 

Me he decidido á hacer este estudio en vista de la impor- 
tancia que tiene para México, el conocimiento de sus recursos 
naturales para la fabricación del ácido sulfúrico, ácido que ca- 
da día tiene mayores aplicaciones, que es indispensable para 
muchas manufacturas, y que prestará en México poderosa ayu- 
da á la agricultura; puesto que con él, cuando se obtenga á ba- 
jo precio, podrán transformarse con economía los fosfatos tri- 
cálcicos naturales encontrados ya en Tlalpujahua, del Estado 
de Michoacán, y en Concepción del Oro y Mazapil, del Esta- 
de de Zacatecas, en fosfato ácido de cal soluble en el agua, 
compuesto que constituye la parte esencial«de los superfosfa- 
tos empleados como abono en la agricultura. 

Los criaderos de azufre de Mapimí ocupan una zona bas- 
tante extensa, algunos han sido explotados ya hasta cierta pro- 
funcidad, y en otros solo existen labrados mineros enteramen- 
te superficiales. En vista de esto, y teniendo en cuenta los mo- 
tivos antes indicados, ereo que es interesante, y también 
oportuno industrialmente hablando, ocuparse del estudio de 
esos criaderos, sobre todo en lo relativo á su manera de for- 
mación. 

Para explicar la formación de los criaderos de azufre de 
Mapimí, sólo he encontrado publicadas las dos teorías geoló- 
gico-químicas que voy á estudiar, comenzando por la más an- 
tigua. 


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La primera teoría puede expresarse en los siguientes tér- 
minos. La eyección de las rocas igneas terciarias de la región 
vino acompañada de aguas termales, que circularon por las ca- 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908), —16. 


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120 JUAN D. VILLARELLO. 


lizas. Estas aguas termales cargadas de ácido sulfhídrico di- 
solvieron á la caliza formando cavidades, las cuales se relle- 
naron con el sulfato de cal, producido por la acción del ácido 
sulfhídrico sobre el carbonato de cal. El sulfato de cal así for- 
mado, fué descompuesto por la acción reductora de la mate- 
ria orgánica contenida en las calizas, dando azufre, como re- 
sultado de esta reducción. 

La teoría anterior no es aceptable considerándola desde el 
punto de vista químico, ni está de acuerdo tampoco con los he- 
chos observados en los criaderos de azufre de Mapimí, por las 
razones que paso á mencionar. 

En esta teoría no se hace mención del oxígeno, sino que 
de acuerdo con ella, es el ácido sulfhídrico sólo el que al obrar 
sobre el carbonato de cal produce sulfato de cal. Esta reacción 
química no es exacta, pues el ácido sulfhídrico al obrar sobre 
el carbonato de cal produce ácido carbónico, sulfhidrato de cal- 
cio (CaS,H.,) y agua. Esta reacción exotérmica está limitada 
por la reacción inversa, ó sea, la descomposición del sulfhidra- 
to de calcio por el ácido carbónico, con formación de carbona- 
to de cal y ácido sufhídrico; y por lo tanto, las transformacio- 
nes anteriores terminan por llegar á un límite, estableciéndo- 
se un equilibrio químico entre las dos reacciones contrarias. 

Como se ve, no se forma sulfato de cal por la acción del 
ácido sulfhídrico sobre el carbonato de cal; pero aún hay más, 
no se produce azufre al reducirse el sulfato de cal por la ma- 
teria orgánica, sin la presencia del oxígeno, sino que se forma: 
sulfuro de calcio y ácido carbónico. Esta reacción la estudié 
ya en detalle, y está publicada en la memoria que titulé: Gé- 
nesis de los yacimientos mercuriales de Palomas y Huitzuco, 
en los Estados de Durango y Guerrero. * 

Por otra parte, la teoría anterior, inaceptable desde el punto 


1. Bol. Inst. Geol. de México. Núxms. 4, 5 y 6, pág. 224. 
2. Mem, Soc. Antonio Alzate. Tom. XIX. (1903), págs. 130 y 132. 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAP1MÍ. 121 


de vista químico por las razones ya indicadas, está en contradic- 
ción con los hechos observados en estos criaderos de azufre. 
En efecto, si la formación del azufre hubiera dependido de la 
acción reductora de la materia orgánica contenida en las cali- 
zas al obrar sobre el sulfato de cal, la mayor cantidad de azu- 
fre se encontraría en el contacto del sulfato de cal con la ca- 
liza, que es la que contiene á la materia orgánica, es decir, se 
encontraría en los “respaldos” del criadero, y no en la parte 
central de este último. El sulfato de cal que estuviera en es- 
ta parte central no podía ser reducido, por la materia orgáni- 
ca de la caliza de los “respaldos,” por no estar en contacto, 
Pues bien, todo lo contrario es lo que se observa en esos eria- 
deros: la parte del relleno que se encuentra junto á los “res- 
paldos” está generalmente formada por yeso cristalizado; y en 
la parte central de los criaderos se encuentra la mayor canti- 
dad de azufre, hasta quedar constituído el relleno en esta par- 
te por azufre puro y eritalizado. 

Por desgracia, la teoría anterior no es aceptable para ex- 
plicar la formación de los criaderos de azufre de Mapimí, en 
vista de los motivos ya expuestos; y digo por desgracia, por- 
que si fuera aceptable se podría asegurar, de acuerdo con ella, 
la presencia del azufre en esos criaderos hasta la profundidad 
de donde vinieron las aguas sulfhídricas, puesto que estas aguas 
y la materia orgánica, que se encuentra en las rocas sedimen- 
tarias de esa región á toda profundidad, son las únicas subs- 
tancias que se hacen intervenir en la formación del relleno de 
esos criaderos de azufre. 


* 
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La segunda teoría geológico-química supone dos fases en 
la formación de estos criaderos: se dice que durante la prime- 
ra se formó el yeso y la siliza con azufre en polvo muy fino; y 
que durante la segunda se depositó el azufre puro cristaliza- 


do. Como esta teoría está muy detallada, me ocuparé de ella 
por partes, para no incurrir en muchas y canzadas repeticiones. 

Durante la primera fase se supone la circulación por las 
grietas del terreno de aguas termales conteniendo ácido sulf- 
hídrico. Al penetrar estas aguas en las partes superiores de 
la montaña se dice que: el ácido sulfhídrico se descompuso en 
agua y azufre libre; el azufre en “statu nascendi” se oxidó in- 
mediatamente y formó bióxido de azufre; y este bióxido se 
combinó en parte con el oxígeno y el agua y formó ácido sul- 
fúrico, bajo la presencia de la substancia orgánica contenida 
en la caliza. Este ácido atacó inmediatamente á la roca de los 
“respaldos,” es decir, á la caliza que contiene cierta propor- 
ción de silicatos y de siliza finamente distribuida, y de este 
ataque resultó la formación del sulfato de cal y del ácido car- 
bónico. 

La oxidación del ácido sulfhídrico contenido en disolución 
en las aguas, ni pasa por los estados intermedios, que indica 
el autor de esta teoría, ni llega tampoco al estado final que él 
menciona. En efecío, dice Wurtz que: la solución de ácido 
sulfhídrico se altera al contacto del aire, el azufre se deposi- 
ta, y pronto la solución contiene un poco de ácido sulfúrico; Y 
es decir; que la mayor cantidad del azufre del ácido sulfhídri- 
co se precipita, y sólo una pequeña cantidad se oxida hasta 
transformarse en ácido sulfúrico. Este es el resultado que se 
obtiene en los laboratorios, y es también el que se observa en 
la naturaleza; pues las aguas sulfhídricas al salir por los ma- 
nantiales, y ponerse en contacto con el aire, depositan azufre 
en gran cantidad, y es muy pequeña la del ácido sulfúrico que 
se forma por la oxidación de este azufre. Como se ve, es en- 
teramente contrario el resultado al que se indica en la teoría 
propuesta; y por lo mismo, ésta no explica porqué junto á los 


1. Guide des excursions du Xe. Congrés Géologique International, Núm. XIX. 
(1906), págs. 74 11. 
2. Ad. Wurtz. Dictionnaire de Chimie. (1876). Tomo 2?, 2* Parte, pág. 1602. 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 123 


“respaldos” del criadero se encuentra el yeso casi puro; pues 
según ella debería encontrarse en este primer depósito mayor 
cantidad de azufre que de yeso. Por otra parte, decir que el 
bióxido de azufre se combina con el oxígeno y el agua para 
formar ácido sulfúrico, en presencia de la materia orgánica con- 
tenida en las calizas, es indicar una reacción química entera- 
mente contraria á la verdadera. En efecto, es el ácido sulfú- 
rico el que se reduce, por la acción de las materias orgánicas 
carbonosas, con formación de bióxido de azufre, ácido carbó- 
nico y agua. Esta reacción es empleada en la industria para 
la fabricación del ácido sulfuroso, y es suficiente para obtener 
este compuesto, calentar el ácido sulfúrico con la materia or- 
gánica, en una vasija de barro ó de cristal. 

Continúa el autor de esta teoría diciendo que: una vez que 
el ácido sulfúrico hubiera desaparecido por haberse combina- 
do con la cal de la caliza, el ácido carbónico comenzó á com- 
binarse con el carbonato de cal que existía en exceso, y lo pu- 
so en disolución. La solución resultante debió disolver á su 
vez la siliza y los silicatos de la caliza atacada. 

La desaparición del ácido sulfúrico, que supone el autor 
de esta teoría, no es explicable por la misma teoría; y los he- 
chos observados en los criaderos de azufre de Mapimí son en- 
teramente contrarios á esta suposición. En efecto, según la 
teoría que estoy estudiando, las aguas sulfhídricas al penetrar 
en las partes superiores de la montaña, y por la oxidación del 
ácido sulfhídrico, se transformaron en aguas sulfúricas; pues 
bien, esta transformación no ha de haberse verificado por com- 
pleto sólo 4 determinada profundidad del criadero, sino en to- 
do el trayecto ascensional de esas aguas desde el lugar en que 
empezaron á encontrar aire, ó aguas aereadas que pudieran 
oxidar al ácido sulfhídrico, hasta la superficie del terreno. En 
toda esta zona de oxidación pudo transformarse el ácido sulf- 


1. Wagner y L. Gautier. Chimie Industrielle. (1878). Tomo I, pags. 460 y 461. 
Wurtz. L. c. pág. 1615. 


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124 


hídrico en sulfúrico, de acuerdo con la teoría que estudio. Pe- 
ro esta transformación creo que debió ser más completa en las 
cercanías de la superficie del terreno y no á la profundidad; 
porque é medida que las aguas termales se acercaran más á 
esta superficie, irían encontrando mayor cantidad de aire, y 
por lo tanto la reacción propuesta podría alcanzar mayor ex- 
tensión. Según esto, y como esas aguas termales ascendían 
continuamente, el ácido sulfúrico se estaría formando también 
continuamente en toda la zona de oxidación, hasta la superfi- 
cie del terreno; y no desaparecería de esta zona en todo el tiem- 
po en que la oxidación del ácido sulfhídrico se hiciera de acuet- 
do con la reacción indicada. Pero suponiendo, sin conceder, 
que hasta determinada profundidad concluyera por completo 
la transformación del ácido sulfhídrico en sulfúrico, es decir: 
que las aguas termales á la profundidad eran sulfhídricas, á me- 
nor profundidad sulfúricas, que á este nivel desaparecía el áci- 
do sulfúrico al atacar á la caliza transformándose en sulfato de 
cal, y que desde esta última profundidad hasta la superficie del 
terreno circularon sólo aguas carbónicas conteniendo carbona- 
to de cal en disolución; entonces, estas aguas debieron depositar 
en la parte superior de los criaderos carbonato de cal, calcita, 
que debería encontrarse formando parte del relleno de esos 
criaderos, en la zona superior de estos últimos. Pues bien, es- 
to no se observa en la región de Mapimií, allí no se encuentra 
la calcita formando parte del relleno de los criaderos de azu- 
fre. Por otra parte debo decir que: el ácido silícico se disuel- 
ve en el agua pura; *” y la siliza en el agua que contiene áci- 
do carbónico, * aunque en esta solución no exista el carbona- 
to de cal, compuesto este último que el autor de la teoría en 
estudio parece que cree indispensable, para la disolución de la 
siliza en aguas carbónicas. 


1. Arthur M. Comey. Dictionary of chemical solubilities. (1896), pág. 360. 
2. Id. Id. L.c. pág. 368. 


SS Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 125 


Continúa la teoría en los siguientes términos : el resultado 
fué entonces, una solución saturada de yeso y menos concen- 
trada de siliza. Una vez efectuada la concentración de la so- 
lución de yeso, éste debió precipitarse por el enfriamiento, la 
evaporación de las aguas, y otras causas físicas. Así se expli- 
ca porqué el primer depósito sobre las paredes de las grietas 
se formó con yeso casi puro. Más tarde se produjo también la 
saturación de la solución de siliza, y entonces se precipitó és- 
ta mezclada con el yeso. 

Como dije ya, esta teoría no explica en realidad, aunque 
su autor diga que sí, porqué el primer depósito sobre las pare- 
des de las grietas está formado generalmente, en esos criade- 
ros, de yeso casi puro; pues al oxidarse el ácido sulfhídrico con- 
tenido en una solución, la mayor parte del azufre se precipita, 
y por lo tanto este azufre debería encontrarse mezclado con el 
yeso, desde el primer depósito formado sobre las paredes de 
las grietas. Por otra parte. cuando las aguas que contienen si- 
liza en disolución circulan por las grietas de las rocas, al dis- 
minuír la temperatura ó la presión, depositan en esas grietas 
siliza cristalizada ó en forma de calcedonia; ? pues bien, en 
los criaderos de azufre de Mapimí no se encuentran venas de 
cuarzo ó de calecedonia, dentro del relleno de los referidos eria- 
deros. 

Continúa el autor de la teoría que estudio diciendo : estos 
depósitos formaron sobre los “respaldos” del criadero una cu- 
bierta casi impermeable, de suerte que la materia orgánica con- 
tenida en las calizas no pudo ser arrastrada ya por la solución. 
Esta cincunstancia, y la diminución de oxígeno en el aire de 
las grietas, fueron la causa de que el ácido sulfhídrico no se 
oxidara sino hasta el grado de formar azufre libre y agua. El 
azufre debió precipitarse en forma de polvo fino en los depó- 
sitos anteriores, formados por yeso y siliza, y los cuales se en- 
contraban impregnados por el agua que contenía al ácido sulf- 


1. S. Meunier. Les Méthodes de Syntheése en Minéralogie, Paris. [1891], pág. 31. 


126 JUAN D. VILLARELLO. har. 


hídrico Aquí concluye, según esta teoría, la primera fase de 
la formación de los criaderos de azufre de Mapimí. 

Respecto á lo anterior debo decir en primer lugar: que en 
esta teoría se ha cambiado por completo el papel que pudo ha- 
ber desempeñado la materia orgánica contenida en las calizas; 
pues como dije antes, la materia orgánica no facilita la forma- 
ción del ácido sulfúrico, sino que por el contrario, la impide; 
y por lo tanto, la ausencia de la referida materia orgánica no 
podía ser circunstancia favorable para que no se produjera el 
ácido mencionado. Además, suponer que disminuía la canti- 
dad de oxígeno conterido en las grietas de la caliza, cuando 
terminaba esta primera parte de la formación de los criaderos, 
parece contrario á lo que en realidad pudo haber sucedido. En 
efecto, el aire debió tropezar sin duda con mayor dificultad pa- 
ra descender, por las grietas de la caliza, cuando comenzó la 
formación de los criaderos, que cuando terminaba la primera 
fase de esa formación. Al principio, la circulación de las su- 
puestas aguas termales fué mucho más activa que al finalizar 
esta primera fase; pues, como se verá luego, esta teoría supo- 
ne que las referidas aguas desaparecieron por completo al eo- 
menzar la segunda fase de la formación de los criaderos. Se- 
gús esto, si disminuyó la actividad en la circulación ascenden- 
te de las aguas por las grietas, el aire pudo descender entonces 
con menor dificultad; y por lo tanto, hubo mayor cantidad de 
oxígeno en estas grietas al finalizar la primera fase de la for- 
mación, y no al comenzar esta última. De lo anterior se dedu- 
ce: que el azufre pudo depositarse en mayor cantidad al comen- 
zar, y no al finalizar esta primera fase; y que el ácido sulfúrico 
pudo haberse formado en mayor cantidad al fin, y no al prin- 
cipio de la misma fase. Todo esto es enteramente contrario á 
lo que se propone explicar la teoría de que me ocupo. 

Antes de seguir adelante debo decir que: si los eriaderos 
de azufre de Mapimí se hubieran formado por la circulación 
de aguas termales conteniendo ácido sulfhídrico, las reaceio- 


Los CRIADEROS D£ AZUFRE DE MAPIMÍ. 127 


nes químicas habrían sido mucho más complicadas, de lo que 
supone el autor de la teoría que estoy estudiando; pues como 
dije antes, el ácido sulfhídrico al atacar al carbonato de cal 
produce sulfhidrato de calcio, y este compuesto entra en varias 
reacciones, de las cuales no me ocuparé ahora, porque su es- 
tudio detallado se encuentra en mi memoria titulada: “Géne- 
sis de los yacimientos mercuriales de Palomas y Huitzuco.”'” 
Solamente agregaré que: como el sulfhidrato de calcio disuel- 
ve al azufre transformándose en polisulfuro de calcio; y que 
estos polisulfuros, al oxidarse producen azufre; este metaloi- 
de tendería á emigrar de la profundidad hacia la superficie del 
terreno, y se concentraría en zonas cercanas de esta superficie. 

Continúa el autor de la teoría que estudio diciendo: Se en- 
cuentra frecuentemente en el centro del criadero, azufre puro 
criptocristalino ó eristalizado. Este azufre no puede precipi- 
tarse de soluciones; y no puede formarse sino por sublimación, 


-Ó por la descomposición del ácido sulfhídrico y del bióxido de 


azufre que se escapaban en forma de gas. 

Acerca de lo anterior diré: que no es exacto que el.azufre 
precipitado de soluciones no pueda cristalizar; pues el preci- 
pitado lechoso de azufre amorfo que se produce por la acción 
de los ácidos diluídos sobre las soluciones de polisulfuros alca- 
linos ó alcalino-terrosos, se reune primero en granos, y con el 
tiempo cristaliza. % Esto que se observa en los laboratorios se 
produce también en la naturaleza, y puedo citar el siguiente 
caso. En las canteras de Woolmith, del condado Monroe, en 
la península de Michigan, brota agua que contiene ácido sulf- 
hídrico; y esta agua deposita un precipitado, blanco pulveru- 
lento, de azufre que resulta de la oxidación del ácido sulfhí- 
drico en solución. Este precipitado adquiere con el tiempo el 


1. Mem. Soc. Antonio Alzate. Tomo XIX. (1903), págs. 113 á 130. 
2. Wurtz. L. c. pág. 1600. 


Mem. Soc. Alzate, México. T. 26 (1907-1908) —17. 


128 JUAN D. VILLARELLO, 


color amarillo, y pasa gradualmente de pulverulente á crista- 
lino. Y 

Concluye la teoría que he estudiado, con los siguientes tér- 
minos. Suponiendo que la cantidad de agua hubiera disminuí- 
do, hasta desaparecer por fin completamente, en tanto que con- 
tinuaban las exhalaciones de ácido sulfhídrico, se puede ex- 
plicar fácilmente la formación del azufre cristalizado de la si- 
guiente manera. El ácido sulfhídrico en la zona de oxidación 
encuentra al oxígeno, y se forma agua y azufre libre. El azufre 
en el “statu nascendi” se combina de nuevo con el oxígeno pa- 
ra formar bióxido de azufre; y éste, al ponerse en contacto con 
el ácido sulfhídrico, forma otra vez agua y azufre libre. Este 
azufre se deposita poco á poco en los “respaldos,” formando ca- 
pas y también cristales. 

Las'reacciones anteriores, que aisladamente y en determi- 
nadas circunstancias son exactas, ligadas como se encuentran 
en esta teoría, representando estados intermedios de una reac- 
ción química que llega á un estado final, idéntico á uno de sus 
estados intermedios, sólo pueden considerarse como un juego 
de imaginación, para hacer aparecer el bióxido de azufre obran- 
do sobre el ácido sufhídrico; reacción ésta que, según el autor 
de la teoría, es la única que puede producir azufre cristaliza- 
do. Pero, ahora pregunto yo: ¿qué al formarse el azufre como 
resultado de esta última reacción no se encuentra en “statu 
nascendi?” Seguramente que sí; pues entonces: ¿por qué este 
azufre no se oxidó transformándose en bióxido, como el que 
resultó de la oxidación del ácido sufhídrico, cuando este áci- 
do se transformó en agua y azufre libre? Por otra parte, si el 
agua había desaparecido completamente en esta segunda fase 
de la formacion del criadero, como lo supone la teoría, y los 
gases bióxido de azufre y ácido sufhídrico estaban secos, en- 


1. W. H. Sherzer. Geological Report on Monroe County, Michigan. Geol. Sury. of 
Michigan. Tomo VII. (1900), págs. S0, 212 y 213. 


LOs CRÍADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ, 129 


tonces no hubo reacción química entre estos compuestos; (” y 
por lo tanto, no hubo formación de azufre. 

Por todas las razones anteriores, se puede concluír con fun- 
damento que: esta segunda teoría tampoco es aceptable con- 
siderándola desde el punto de vista químico; y que está en con- 
tradicción con los hechos observados en los criaderos de azufre 
de Mapimí, hechos que se propuso explicar detalladamente, pe- 
ro que por desgracia no pudo conseguirlo. 

De acuerdo con esta teoría, el azufre se encontrará sola- 
mente en la zona de oxidación de esos criaderos, es decir, que 
el referido metaloide desaparecerá á una profundidad relativa- 
mente pequeña; y según dice su autor, los criaderos de azufre 
de Mapimí se irán empobreciendo á medida que aumente la 
profundidad. 

El anterior resultado industrial es completamente contra- 
rio al que se deduce de la primera teoría geológico-química, 
que estudié antes; y en vista de esta diversidad de resultados 
industriales, he creído conveniente indicar una nueva teoría, 
como resultado de las observaciones personales que he hecho 
en esos criaderos de azufre, en diversas ocasiones. Conocida 
esta nueva teoría, el lector podrá elegir la que á su juicio pa- 
rezca mejor fundada. 


Los hechos geológicos que servirán de fundamento á la 
teoría que voy á indicar son los que he observado, tanto en las 
sierras de Banderas y la Campana, como en el Puerto del Ja- 
boncillo, lugares todos en los cuales se encuentran criaderos 
de azufre, y que están comprendidos en el Partido de Mapimí 
del Estado de Durango. 


1. Wurtz, L. c. pág. 1603. 


130 JUAN D. VILLABELLO, 


Los hechos anteriores en su parte substancial son los si- 
guientes. Todos los criaderos mencionados son de forma muy 
irregular; pues á veces son venillas angostas, paralelas ó entre- 
cortadas, de rumbo variable, y otras veces tienen la forma de 
grandes bolsas. Todos estos criaderos “arman” en calizas me- 
socretácicas, las cuales se hallan en bancos gruesos, de color 
gris azulado. Las calizas contienen materia orgánica, siliza y 
silicatos diseminados en su masa y tienen un rumbo medio 
Norte-Poniente. Las superficies de separación entre los cria- 
deros y la caliza de los “respaldos,” no son planas y bien defi- 
nidas, sino rugosas y muy irregulares. El relleno está consti- 
tuido por yeso, siliza blanca, pulverulenta ó gelatinosa y azu- 
fre libre. No se encuentran en este relleno: la calcita, la ara- 
gonita, la anhidrita ó karstenita, ni hay hilos ó venillas de 
cuarzo ó calcedonia, ni se encuentra tampoco ningún sulfuro 
metálico. La estructura del relleno no es brechosa simple ni 
compuesta, no es en peine, ni en bandas planas ó concéntricas 
bien definidas, sino que pasan estas insenciblemente de una á 
otra. Las bandas están formadas generalmente: por yeso casi 
puro, y á veces eristalizado, junto á las calizas que forman los 
““respaldos;” después se encuentra el yeso, generalmente pul- 
verulento con siliza y azufre aumentando en esta mezcla las 
cantidades de siliza y azufre á medida que se halla más cerca 
del centro del criadero; y en esta parte central se encuentra 
azufre eriptocristalino y cristalizado. Aparece también el azu- 
fre irregularmente distribuido en diversas partes del relleno, 
sobre todo en las cavidades que se encuentran en este relleno. 
La “potencia” de las bandas simétricas anteriores es muy irre- 
gular, no solo porque varía mucho como dije antes el ancho 
total del criadero, sino porque no todas están igualmente des- 
arrolladas en todos los lugares del mismo criadero. En cambio 
en lo que se observa más constancia, es en la diminución de 
las cantidades de siliza y azufre mezcladas al yeso, á medida 
que esta mezcla se encuentra más cerca de los “respaldos” del 


LOs CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 131 


criadero. La caliza en estos “respaldos” no ha sufrido el me- 
tamorfismo conocido con el nombre de marmorosis; pero se 
encuentra en ella sulfato básico de alumina en los lugares cer- 
canos del criadero. El relleno de estos criaderos está consti- 
tuido principalmente por el yeso, y el azufre se encuentra re- 
lativamente en mucha menor cantidad. En los lugares en que 
se cruzan varias vetillas la estructura del relleno, en bandas 
mal definidas, se complica algo más. 

Es indudable que los criaderos de azufre de Mapimí son 
epigenéticos, es decir, que se formaron posteriormente á la ro- 
ca de los “respaldos,” puesto que cortan á los estratos de ca- 
liza. También puede decirse: que fué baja relativamente la 
temperatura á que se formaron esos criaderos; pues la roca 
de los “respaldos” no presenta metamorfismo alguno debido, 
ni á la acción del calor solamente, ni á la acción de vapores á 
elevada temperatura. La sulfatación que experimentó la cali- 
za transformándose en yeso no exije elevada temperatura, si- 
no que puede verificarse á la temperatura ambiente." Por 
otra parte, la elevación de temperatura produce siempre una 
tendencia á la deshidratación, % y en los criaderos de azufre 
de Mapimí no se encuentra la karstenita ó anhydrita. Por úl- 
timo, la ausencia de la aragonita indica la baja temperatura á 
la cual se formaron esos criaderos. '* 

En vista de los hechos geológicos anteriores creo: que los 
criaderos de azufre de Mapimí se formaron más bien por un 
procedimiento neumatogénico que hidratogénico, es decir, que 
más bien fueron formados por la acción de vapores calientes 
de agua é hidrógeno sulfurado (ácido sulfhídrico), que por 
aguas termales sulfurosas. Esos vapores, en relación genética 
con la eyección de andesitas de esa región, se escaparon por 


(1) A. Daubrée. Les Eaux souterraines á l'époque actuelle. Paris. (1887) pag. 69. 

(2) S. Meunier. L. c. pag. 256. 

(3) L. Baldacci e Mazzetti, Nota sulla serie dei terreni nella Regione solfifera di 
Sicilia. Bold. R. Comitato Geol. d'Italia. Tomo XI. (1880) pag. 18. 


132 JUAN D. VILLARELLO. 


fracturas exokinéticas y de presión, sulfataron y silicificaron 
á la caliza de los “respaldos,” y originaron también la forma- 
ción del azufre. Este metaloide se depositó principalmente en 
las cercanías de las fracturas mencionadass, ó sea, en la par- 
te central de la masa de yeso formado por la sulfatación de la 
caliza en los dos “respaldos” de las referidas fracturas. 

El estudio de la asociación de los minerales que constitu- 
yen el relleno de un criadero, es el procedimiento más acerta- 
do para conocer con bastante aproximación cual fué el méto- 
do elegido por la naturaleza entre los diversos procedimientos 
para la formación de un criadero. Ese estudio en el presente 
caso, autoriza á decir que los criaderos de azufre de Mapimí 
se formaron por la acción del vapor de agua conteniendo hi- 
drógeno sulfurado. En efecto, no se encuentra en el relleno de 
esos criaderos ningún sulfuro metálico. compuestos que pudie- 
ron haber estado disueltos en las aguas termales mineralizan- 
tes, si estas hubieran circulado por las grietas de las calizas 
en las cuales se formaron los criaderos de azufre; sulfuros me- 
tálicos que se habrían depositado en los mismos criaderos, co- 
mo se les encuentra en los muchos criaderos metalíferos de 
esa región. Además, no se hallan en ninguna parte del relle- 
no incrustaciones, formando bandas planas ó concéntricas, ni 
cristales desarrollados normalmente á los “respaldos” de los 
criaderos de azufre, estructura que es la característica de los 
depósitos formados por la acción de soluciones termominera- 
les que han rellenado cavidades preexistentes. No se encuen- 
tra una separación perfecta entre el relleno del criadero y la 
roca de los “respaldos,” ni se encuentra la caliza en estos úl- 
timos con la corrosión característica que presenta esa roca 
cuando ha sido sometida á la acción lixiviadora de algún líqui- 
do. En las cavidades que existen dentro del relleno de estos 
criaderos no se enouentran las incrustaciones de cuarzo ó cal- 
cedonia que forman las aguas termales, ni se hallan estos mi- 
nerales formando hilos 6 venas dentro del relleno, sino que la 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 133 


siliza se encuentra en estos criaderos pulverulenta ó gelatino- 
sa y de color blaneo. Por último, la presencia del sulfato bási- 
co de alumina'” en las partes de la caliza que se hallan cerca 
de los criaderos de azufre, compuesto que no se encuentra en 
el resto de la roca mencionada, es una prueba clara de que esos 
eriaderos no fueron formados por la acción de aguas ácidas. 
En efecto, el referido sulfato de alumina es muy soluble en 
los ácidos minerales diluidos y aun en frio;“% y por lo tanto, 
las aguas ácidas en-su circulación ascendente no depositarían 
sino que disolverían al referido compuesto, para llevarlo has- 
ta la superficie del terreno. 

Las razones anteriores me parecen suficientes para fun- 
dar la opinión de que: los criaderos de azufre de Mapimí no 
fueron formados por la acción de aguas termominerales, sino 
por vapores calientes de agua é hidrógeno sulfurado (ácido 
sulfhídrico). Aceptado esto último, paso á indicar la parte quí- 
mica del procedimiento de formación de los referidos cria- 
deros. 

El hidrógeno sulfurado, gaseoso y húmedo, en contacto 
con el oxígeno del aire se oxida, y produco compuestos diver- 
sos según sean las proporciones relativas de los dos gases, y 
la temperatura á la cual se verifica la reacción. En el presen- 
te caso debe considerarse al hidrógeno sulfurado siempre en 
exceso y en mayor cantidad que el vapor de agua; al oxígeno 
aumentando en cantidad de la parte profunda de las grietas 
hacia la superficie del terreno; y la temperatura un poco su- 
perior á 100%c. 

En las condiciones anteriores, el hidrógeno sulfurado ga- 


(1) Calcinando la caliza que se encuentra junto á los criaderos de azufre de Mapimí 
y tratando por agua el producto calcinado, se obtiene una solución que da las reacciones 
químicas de la alumina y del ácido sulfúrico. La experimentación anterior se hizo con 
caliza de las minas de azufre de la sierra de Banderas perteneciente á Mapimí. 

(2) Arthur M. Comey. L. c. pag. 411. 


134 JUAN D. VILLARELLO. 


seoso y húmedo, en su movimiento ascendente por las grietas 
de la caliza, llegó á ponerse en contacto con el aire; y enton- 
ces, se oxidó en parte produciendo ácido sulfúrico, de acuerdo 
con la siguiente reacción: 


(1) n H,5+4 O=H5 O,-H(n-1) HS 


que desprende +188.4 calorias, "? como se va por el siguiente 


cálculo: 
Estado inicial. Estado final. 
2H+5 = HS gas, des- 2H +534-40=H.80, 
arrolla....... +4.6C. líquido, desarrolla + 1930. 


Diferencia: +193.0—4.6= +188.4 


Esta reacción exotérmica se verifica aun en frio con los 
gases húmedos; pero su velocidad es mucho mayor á tempe- 
ratura poco elevada.” 

El ácido sulfúrico, formado según la reacción anterior, 
atacó desde luego á la caliza de los “respaldos” de las grietas, 
y produjo: sulfato de cal, ácido carbónico y agua: 


(2) H.S 0,+ Ca CO,=Ca S 0,+0 0. + H,0 


(1) La unidad de medida aceptada en este estudio es la gran caloría, y los datos 
térmicos están tomados de Berthelot, Essai de Mécanique chimique fondée sur la Ter- 
mochimie. Paris. 1879. Tomo I. 

(2) Wurtz. L. c. pag. 1,603. 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ, 135 


reacción exotérmica que desarrolla+13 calorias, de acuerdo 
con el siguiente cálculo: 


Estado inicial. 


2H+8+4 O=HB5S O, líquido, desprende: + 193 calorias. 
Ca+0+3 O=Ca C 0), sólido, Ae + 269.2 ” 


Suma= + 462.2 Pa 


——— 


Estado final. 


Ca+8S+4 O=Ca S O, sólido, desarrolla: 320 calorías. 


-C42 0=0 O, gas; de 97 » 
2H+0=H,0 gas, ” 38,2 ” 
Suma 475.2 PA 


Diferencia: 475.2-—462.2=-+13.0 calorías. 


Por la acción química anterior, que se verifica aun en frío, 
la caliza se transformó en yeso. Esta yesificación se fué pro- 
pagando: de las grietas por donde circuló el vapor húmedo de 
hidrógeno sulfurado, hacia el interior de los dos “respaldos” 
de las mismas grietas. 

Por otra parte, como las calizas de Mapimí contienen ma- 
teria orgánica, el ácido sulfúrico caliente, al atacar á la caliza 
atacó también á la materia orgánica contenida en ella, y se for- 
mó bióxido de azufre, agua y ácido carbónico.” El bióxido de 
azúfre húmedo, que resultó de la acción química anterior, se 


(1) Wurtz. L, c. pag. 1,615. 
Mem. Soc. Alzate. México. . T. 26 (1907-1908), —18. 


l 


136 JUAN D. VILLARELLO. 


transformó en agua y azufre libre, al ponerse en contacto con 
el hidrógeno sulfurado gaseoso que penetraba por los “respal- 
dos” de las grietas junto con el ácido sulfúrico. Esta última 
reacción se verifica aun á la temperatura ordinaria, cuando es- 
tán húmedos los gases mencionados. Las reacciones anterio- 
res pueden representarse como sigue: 


Estado inicial. Estado intermedio. 


2 H,S 0,+0=2 S 0,+2 H,0O+C O, 


Estado final. 
4 H,S=4 H,O+6 $ 
ó sea: 
(3) 2 H,S 0,7044 H,S=6 H,0+0 0,+685 


reacción exotérmica que desarrolla + 41.8 calorías, según el 
siguiente cálculo: 


Estado inicial. 


2 (2 H+544 0)=2 H,8S O, líquido, 
_ desprende: 2Xx193= -+386.0 Calorías 
4 (2 H+5)=4 HS gas a 4x 46=+ 18.4 


” 


Suma =-+404.4 $e 


LA E 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 137 


Estado final. 


6 (2H+-0)=6H.0 gas, desprende: 6X58.2=+-349.2 calorias. 
C4+20=C 0, gas, da + 97.0 


Suma +446.2 


»” 


” 


Diferencia: +446.2—404.4= +41.8 calorias. 


La cantidad de azufre formado por las reacciones anterio- 
res debió ser pequeña, porque es también pequeña relativa- 
mente la cantidad de materia orgánica contenida en las calizas 
de Mapimí; pero como esas reacciones se verificaron dentro 
de la caliza, el azufre debió depositarse íntimamente mezcla- 
do con el yeso. Además, en las cercanías de las grietas por 
donde circulaban los vapores calientes, el depósito de azufre, 
formado según las reacciones anteriores, debió ser en mayor 
abundancia relativa. En efecto, al penetrar el ácido sulfúrico 
en la caliza de los “respaldos” de las grietas, se alejaba late- 
ralmente de estas últimas; y por lo mismo, se iba enfriando 
lentamente. Al enfriarse, podía seguir transformando el yeso 
á la caliza, porque esta reacción se verifica aún en frío; pero 
no atacaría ya á la materia orgánica, reduciéndose á bióxido 
de azufre; y por lo mismo, no se depositaría azufre en los 
lugares á donde llegara frío el referido ácido sulfúrico. Esto 
explica claramente porqué se observa en los criaderos de azu- 
fre de Mapimí mayor cantidad de este metaloide en el yeso 
que se encuentra en la parte central del criadero; cantidad de 
azufre que va disminuyendo hacia los “respaldos,” hasta en- 
contrarse en éstos, generalmente, el yeso casi puro, es decir, 


1. Wurtz. L.c. pág. 1615. 


138 , JUAN D. VILLARELLO. 


sin azufre y con pequeña cantidad de siliza. En la parte cen- 
tral del criadero el yeso se encuentra pulverulento, porque es- 
tuvo siempre en contacto con los vapores sulfurosos. *? En 
cambio, en las cercanías de los “respaldos” el yeso se formó 
por la acción del ácido sulfúrico líquido y frío; y en presencia 
del agua líquida, que resultó de la condensación de su vapor 
al enfriarse, por haberse alejado lateralmente del trayecto que 


seguían los vapores calientes. En estas condiciones el yeso 


pudo cristalizar, como se le encuentra en los “respaldos” del 
eriadero, porque no estuvo en contacto constante con los ya- 


pores sulfurosos, ni con aguas en cirenlación. Y 

Por otra parte, como las calizas de Mapimí contienen di- 
seminada en su masa cierta cantidad de siliza, y como el áci- 
do sulfúrico no ataca á esta substancia, la siliza pulverulenta 
quedó diseminada en el yeso y simplemente mezclada con él. 
Además, es bien sabido que el vapor de agua tiene la propie- 
dad de disolver á la siliza para depositarla después, cuando se 
enfría ese vapor. Esta propiedad, en el caso de que me oen- 
po, permitió tal vez la emigración de la siliza de la profundi- 
dad hacia la superficie del terreno; y la silicificación del yeso 
y la caliza, situados en los “respaldos” de las grietas por las 
cuales circularon los vapores calientes. Estos vapores, á la 
profundidad, pudieron disolver á la siliza pulverulenta que se 
hallaba mezclada al yeso; y más arriba, al penetrar por la ro- 
ca de los “respaldos,” la depositaron al estado gelatinoso. Co- 
mo estos vapores en su trayecto lateral por los “respaldos” de 
las grietas se fueron enfriando y condensando poco á poco, á 
medida que se alejaban de estas últimas, la siliza debió depo- 
sitarse de preferencia en las cercanías de esas grietas. Así se 
explica porqué la cantidad de siliza contenida en el yeso de 


1, M. Cussy. Quelques notes relatives au sel marin et aux mines de soufre en Sici- 


le. Bull. Soc. Géol. de France. 2% Serie, Tomo IV, pág. 257. 
2. S. Meunier, L, c. pág. 24. 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 139 


estos criaderos, va disminuyendo: de la parte central hacia 
los “respaldos” de los mismos criaderos. 

Por último, como las calizas de Mapimí contienen arcilla, 
aunque en pequeña cantidad, al atacar á la caliza, el ácido sul. 
fúrico caliente atacó también á la arcilla, y se formó sulfato 
de alumina. Este sulfato disuelto en el ácido sulfúrico siguió 
el trayecto lateral de este último; y al llegar á los “respaldos” 
del criadero, en donde el ácido sulfúrico libre acabó por desa- 
parecer transformándose totalmente en yeso, el sulfato bási- 
co de alumina se depositó, impregnando á la caliza, en las cer- 
canías de su contacto con el criadero. De esta manera queda 
explicada la presencia del sulfato básico de alumina, alunita, 
que se encuentra en la parte de la caliza cercana de los cria- 
deros de azufre de Mapimí. 

Al transformarse la caliza en yeso debieron obstruírse, en 
parte ó totalmente, las grietas por las cuales circularon los va- 
pores calientes de agua é hidrógeno sulfurado. in efecto, de 
acuerdo con un principio bien conocido: el volumen del com- 
puesto original es al volumen del compuesto producido, en ra- 
zón directa de sus pesos moleculares, y en razón inversa de 
sus pesos específicos. Según esto, llamando V y V” respeeti- 
vamente, al volumen de la caliza atacada y al del yeso produ- 
cido por ese ataque, la proporción será: '” 


247, .. 99.31 . 170.87 
AO A 


y por consiguiente: 


ARONA TÍ qa 
Weno 1-98 V 


1. C. R. Van Hise. A Treatise on Metamorphism. XLYIT Monograph, U.S. Geol. 
Surv. (1904). pags. 196 y 197. 


140 JUAN D. VILLARELLO. 


es decir, que un metro cúbico de caliza al transformarse en 
yeso ocupa dos metros cúbicos. “? Este aumento de volumen 
debió ocasionar: hendeduras en el yeso; y también, convexida- 
des en los “respaldos,” % las cuales obstruyeron á las grietas, 
total Ó parcialmente, durante esta fase de la formación de los 
criaderos de azufre de Mapimí, fase que llamaré: de la sulfa- 
tación * de las calizas que formaban los “respaldos” de las 
grietas, por donde circularon los vapores calientes de agua é 
hidrógeno sulfurado. 

La formación progresiva del sulfato de cal fué impidien- 
do, poco á poco, el contacto directo entre la caliza y el ácido 
sulfúrico, que sin interrupción continuaba formándose por la 
oxidación del hidrógeno sulfurado gaseoso, de acuerdo con la 
reacción (1). Entonces, no pudiendo ya el ácido sulfúrico ata- 
car á la caliza, por falta de contacto directo, debió obrar sobre 
el hidrógeno sulfurado que existía en exceso, reacción quími- 
ca por la cual se produce: agua, bióxido de azufre y azufre li- 
bre. ' El bióxido de azufre húmedo y en contacto con un ex- 
ceso de hidrógeno sulfurado, se transformó desde luego en 
agua y azufre libre. Las reacciones químicas anteriores pue- 
den representarse como sigue: 


Estado inicial. Estado intermedio. 
H,S 0,+H,5S=2 H,0+85S 0,+8 
A Estado final. 
2 H,S=2 H,0+35 
Ó sea: 


(4) ES 0,+3 H.S=4 H.0+48 


1. Bull. Soc. Géol. de France. 2* Serie, Tomo IV, pág. 848. 
2. H. Coquand. L. c. pág. 115. 

3. C. R. Van Hise. L. c. pág. 205. 

4, Wurtz. L. c. pág. 1603: 


: 


Los CRÍADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ, 141 


reaeción química que desarrolla: +26 calorías, como se ve por 
el siguiente cálculo: 


Estado inicial, 


2H+54+40 = H.S O, liquido, desprende: +193 Calorías 
3 (2H4+58)=3 HS gas » 3X46=-+ 13.8 


” 


Suma= + 206.8 


” 


Estado final. 


4 (2H+-0)= 4 HO gas, desprende: 4X58.2 =-+-232.8 calorías. 


Diferencia. 


Estado final —Estado inicial =>+232.8—206.8=-+26.0 calorías, 


El azufre producido por las reacciones anteriores (4) se 
depositó en las partes de las grietas no obstruidas por el yeso 
v por las cuales continuaban circulando los vapores calientes. 
Se depositó también, en las hendiduras y cavidades existentes 
en el yeso que formaba las paredes de esas grietas, siempre 
que estuvieran comunicadas con estas últimas. 

Lo anterior explica: porqué en la parte central de los eria- 
deros de azufre de Mapimí se encuentra principalmente con- 
centrado este metaloide; y porqué va disminuyendo en canti- 
dad, de la parte central para los “respaldos” del criadero, en 
donde por lo general el yeso no contiene azufre. 

La cristalización del azufre se verifica siempre al aire libre 
ó en cavidades subterráneas que estén en comunicación con 


142 JUAN D. VILLARELLO. 


el aire atmosférico; *? por lo tanto, no es notable el que se en- 
cuentra en Mapimí azufre cristalizado en las grietas por don- 
de salieron los vapores calientes, grietas que estaban en comu- 
nicación con la superficie del terreno. En muchas localidades 
se encuentra el azufre cristalizado en las grietas por donde 
salen vapores calientes; y entre otras mencionaré: los criade- 
ros de azufre de Kalamaki% y de Péreta.'* Estos últimos se 
formaron de una manera semejante á la que acabo de indicar." 

En esta segunda fase de la formación de los criaderos de azu- 
fre de Mapimí, fase que llamaré: de precipitación principal del 
azufre las reacciones (4) fueron las que alcanzaron mayor ex- 
tensión. En efecto, el ácido sulfúrico ataca fácilmente á la ca- 
liza, y con mayor rapidez á medida que es más grande la ex- 
tensión de caliza expuesta á la acción del ácido; pero la velo- 
cidad de esta reacción disminuye notablemente cuando la 
caliza se cubre con el yeso formado, lo cual impide su contac- 
to con el ácido sulfúrico. * Según esto, la sulfatación de la 
caliza debió alcanzar su mayor amplitud durante la primera 
fase de la formación del criadero; y aunque también las reac- 
ciones (4) pudieron verificarse en esta fase, su extensión debió 
ser menor que durante la segunda; porque en la primera, una 
parte del ácido sulfúrico se empleó en yesificar á la caliza. El 
azufre, que de acuerdo con las reacciones (4) pudo precipitar- 
se al comenzar la formación del criadero, se depositó también 
de preferencia en las grietas, ó en las cercanías de las grietas 
por las cuales circularon los vapores calientes. Digo esto, por- 
que las referidas reacciones alcanzan su mayor extensión: en 
caliente, y en presencia de un exceso de hidrógeno sulfurado, 


(1] Breislack. Voyages physiques et lithologiques dans la Campanie 

(2) D. T. Ansted. On Solfataras and Deposits of Sulphur near the Istmus of Corinth. 
Quart. Journ. Geol. Soc. of London. Tomo XXIX. 1873, pag. 363. 

(3) H. Coquand. L.c. pag. 111. 

(4) Ia., id. pags. 106-118, 

(5) James Bottomley. Memoirs and Proceedings of the Manchester ¡Literary d Phi- 
losophical Society. 1899, 4* Serie. Tomo Il. pag, 170. 


NA E a NA DA 
] 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ 143 


S 


y esa temperatura y este exceso existían principalmente, en 
las cercanías de las grietas por las cuales circularon los vapo- 
res calientes antes mencionados. 

A medida que los vapores anteriores se acercaban á la su- 
perficie del terreno, iban encontrando mayor cantidad de oxí- 
geno en las grietas por las cuales ascendían. Este aumento en 
la cantidad de oxígeno permitió que las reacciones (1), (2) y 
(4) alcanzaran mayor extensión cerca de la superficie del terre- 
no; y por lo tanto, en la parte superior de los criaderos de Ma- 
pimí la sulfatación debión ser más amplia; y pudo ser también 
relativamente mayor el depósito de azufre. Lo anterior pare- 
ce estar comprobado en los criaderos de Mapimí; pues la can- 
tidad de azufre contenida en ellos disminuye al aumentar la 
profundidad. Sin embargo, la desaparición de este metaloide 
á la profundidad, en determinada parte del criadero, no puede 
servir de fundamento para asegurar que el azufre no se encon- 
trará ya, al profundizar más los trabajos. En efecto, esa zona 
estéril puede ser solamente una parte de la grieta obstruida 
por el yeso, durante la fase de sulfatación de la caliza; y á ma- 
yor profundidad puede encontrarse el azufre, en los lugares 
por donde continuó la circulación de los vapores calientes, du- 
rante la segunda fase de formación de los criaderos mencio- 
nados. 

La teoría que he indicado, ereo que explica satisfactoria- 
mente todos los hechos observados en los criaderos de azufre 
de Mapimí. Sin embargo, esta teoría sólo es aplicable á la par- 
te superior de esos criaderos, es decir, á la parte comprendida 
entre la superficie del terreno y las cercanías del nivel hidros- 
tático A este nivel comienza el agua, y allí se encontrarán tal 
vez algunos sulfuros metálicos, probablemente: pyrita, cina- 
brio, y galena en pequeña cantidad, Este cambio en la natu- 
raleza del criadero, que nada tendría de raro pues se ha obser- 


144 JUAN D. VILLARELLO. 


vado ya en otras localidades, *? será objeto de algunos párrafos 
de una Memoria que publicaré próximamente, con el siguiente 
título: Diferentes fases en la mineralización de los alrededo- 
res de Mapimí. 

Como resultado de la nueva teoría indicada, pueden for- 
mularse las siguientes conclusiones científico-industriales. 


Los criaderos de azufre de Mapimí, son terciarios epigené- 
ticos, y “arman” en calizas mesocretácicas. 

Están en relación genética con la eyección de las andesi- 
tas terciarias de la localidad, y son muy irregulares. 

Se formaron por un procedimiento neumatogénico princi- 
palmente; y la precipitación del azufre fué debida á la acción 
del oxígeno del aire sobre vapores calientes de agua é hidró- 
geno sulfurado, vapores que ascendieron por fracturas exoki- 
néticas y de presión. 

La mayor cantidad de azufre se encuentra en la parte cen- 
tral de los criaderos, cantidad que va disminuyendo hacia los 
“respaldos,” hasta encontrarse en estos, generalmente, el yeso 
casi puro. 

El azufre se encuentra mezclado con el yeso, se formaron 
en parte simultáneamente; y el yeso será, por lo tanto, una 
buena guía para encontrar al azufre en esos criaderos. 

La cantidad de azufre disminuye generalmente al aumen- 
tar la profundidad; sin embargo, la desaparición de este meta- 
loide en determinado lugar del criadero, no es indicio de que 
á la profundidad ya no existe azufre; y al profundizar más los 
labrados puede volvérsele á encontrar, siempre que continue 
el yeso á la profundidad. 


(1) G. F. Becker. Geology of the Quicksilver Deposits of the Pacific Slope. XIII 
Manograph, U. S. Geol, Surv. pag. 253. 


Los CRIADEROS DE AZUFRE DE MAPIMÍ. 145 


El azufre se encontrará solamente en la zona de oxidación 
de los criaderos; y abajo del nivel hidrostático aparecerán pro- 
bablemente algunos sulfuros metálicos, con especialidad: py- 
rita, cinabrio y galena en pequeña cantidad. 

Los cruzamientos de las grietas y las zonas agrietadas an- 
teriormente á la formación de esos criaderos, serán probable- 
mente zonas de enriquecimiento en azufre de los criaderos 
mencionados. 


México, Octubre 7 de 1907. 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 24. 


Infuence sénérale des erandes altitudes sur Porsanisme 
des, fnberculenx, 


Mémoire présenté au lleme. Congrés de Physiothérapie, áa Rome 


PAR LE DOCTEUR 


DANIEL VERGARA LOPE, M, $, A, 


-On a assurément discuté bien des fois la question des avan- 
tages présentés par les climats Valtitude, au point de vue du 
traitement de la tuberculose mais j'ai le devoir et la possibi- 
lité, gráce á mes études antérieures et aux conditions spéciale- 
ment avantageuses du pays que j'habite, d'insister encore plus, 
WVattirer votre attention sur ce sujet, et de pénétrer bien plus 
profondément dans le cosur de la question. D'ai!lleurs, au sujet 
de limportance du róle absolument supérieur que peut jouer 
la raréfaction de Pair, á légard de Vaction directe que ces fac- 
teurs exercent dans la biologie de "homme vivant sur les al- 
titudes, on ne trouve pas assez de documents dans les travaux 
classiques pour que vous puissiez me dispenser d'exposer ici 
les résultats que j'aj acquis pendant plusieurs années Vétu- 
des, consacrées á Papprofondissement de questions si intéres- 
“santes. 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908)—20. 


E MS A o e E 
0 4 » A! - 
els " . 


J * 
A 


148 DANIEL VERGARA LOPE. 


Ce court mémoire renferme, ainsi qu'on le verra, expli- 
cation scientifique claire, incontestable, de Paction si remar- 
quablement bienfaisante, que la climat Valtitude exerce sur 
Vindividu tuberculeux. 

Dans des mémoires spéciaux et dans un livre qui a obtenu 
une trés—-haute récompense dans un concours international, *? 
Jai démontré, au moyen Pun trés grand nombre d'observa- 
tions et Vexpériences, que lorganisme de "homme vivant sur 
les altitudes est le siége de modifications importantes, néces- 
sités par son adaptation á un milieu sec et raréfié. 

Les appareils respiratoire et circulatoire sont surtout ceux 
qui se modifient, et ces modifications consistent: 

1*—Dans Vaugmentation, proportionnelle a Paltitude, du 
nombre des mouvements respiratoires et des pulsations. 

2—Dans Vaugmentation proportionnelle de la capacité 
respiratoire des poumons et du sang. 

3—Dans l'amplitude plus grande de Pextension thora- 
cique. - 

4%—Dans la densification proportionnelle du sang et de 
tous les liquides de Porganisme. 

5—Dans la diminution proportionnelle de la tension in- 
travasculaire du sang. 

Plusieurs de ces phénoménés ont été déja confirmés par 
des expérimentateurs européens et américains du Nord. Je 
vous prie de consulter excellent ouvrage du Docteur Knopf, 
de New York, sur les sanatoriums:” voir le tableaux des ef- 
fets produits par la chambre pneumatique á air rarófié: on ve- 
rra qwil y a une grande ressemblance, presque identité, dans 
les phénoménes observés. Je v'aurais pu désirer une confir- 


1. Herrera € Vergara Lope.— ““LA VIE SUR LES HAUTS PLATEAUX. *—En frangais. 
México, 1899. Un volume in 4%, de 792 pages. Ouvrage couronné au Coucours Hodgkings 
ouvert par la Smithsonian Institution de Washington, E,U.A. qui a eu lieu en 1895. 

2. Les Sanatoria: Traitement et prophylaxie de la phtisie pulmonaire, par S. A. 
KNoPFr. Deuxiéme édition, Paris, 1900. Un volume in-S, avec illustrations. Consulter 
l'édition américaine, en anglais' du méme ouyrage, page 226, 


As 


INFLUÉNCE DES ALTITUDES SUR L'ORGANI1SME DES TUBERCULEUX. 149 


Y 


mation plus brillante de mon livre “La vie sur les hauts pla- 
teaux.” 

Il est médecin, qui, par le seul examen des cing propo- 
sitions citées ci-dessus, ne comprenne, sans explication, com- 
ment et de quelle facon, nécessairement, et dans un sens des 
plus favorables, le tableau clinique présenté par un tubercu- 
leux, doit se modifier, surtout dans les cas de tuberculose pul- 
monaire. 

Le déploiement plus facile et plus considérable des pou- 
mons; la circulation plus active de Pair et du sang a: travers 
les voies respiratoires et les cellules pulmonaires; l'arrivée 
dans tous les tissus de léconomie d'un sang plus concentré, 
C'est-a—dire, plus riche á volume égal, en hématies et en pha- 
gocytes; la tendance á la dessication des muqueuses, spécia- 
lement de la muqueuse respiratoire sont suffisantes pour dé- 
terminer des changements organiques extrémements favora- 
bles. Ces changements nous expliquent, comment, dans la 
pratique médicale chez nous, sur le Plateau Central du Mexi- 
que, á 2,280 métres au-dessus du niveau de la mer, nous ob- 
servons des cas de tuberculose, dans lesquels, il a sufí aux 
patients de se transporter, des bas niveaux des cótes á nos al- 
titudes, pour que leur maladie guérisse radicalement; á condi- 
tion que les malades ne soient pas arrivés aux périodes les 
plus avancés de lévolution du mal, et ne présentent pas de 
complications secondaires graves. 

Ceux qui, en Europe, ne donnent pas toute Pimportan- 
ce que les climats Valtitude possódent súrement pour la gué- 
rison de la tuberculose, et méme en doutent, commettent une 
trós grave erreur. Dans la plupart des cas la raison de cette 
erreur saute aux yeux: il ne leur est pas donné Vobserver des 
climats Valtitude situés á une aussi grande hauteur que les 
nótres, oú les effets de ce facteur peuvent et doivent se mani- 
fester necessairement au plus haut degré, sans qu'aucun au- 
tre ólément s'oppose á l'obtention des résultats. 


150 DANIEL VERGARA LOPE. 


En effet, il "y a qu'une seule chose qui puisse s'opposer 
au succós, la diminution de la température, sujet sur lequel je 
reviendrai tout-á-'heure car je dois insister encore á cet en- 
droit sur les effets qui dépendent de deux autres facteurs des 
climats Valtitude et dont action biologique se montre sur les 
organismes, et produisent les modifications physiologiques 
auxquelles il faut attribuer la guérison des tuberculeux. Ces 
deux facteurs sont: Pabaissement de la pression barométrique et 
la sécheresse de Vair. 

La décompression atmosphérique active nous Pavons dit 
ci-dessus la circulation de Pair dans les poumons. A Mexico, 
par exemple, oú la pression moyenne de Pair est de 58 centi- 
.métres, le terme moyen de respiration par minute est,22, tandis 
qu'á Paris, dont la pression est de 75 centimétres, on donne 
comme ce terme moyen, la chiffre de 17 par minute. Cherchez 
la relation mathématique parmi ces quatre nombres et vous 
trouvérez qwils sont presque exactement proportionnels. Cet- 
te méme décompression de Pair augmente la capacité respira- 
toire des poumons, les dilate, et oblige les parties paresseuses 
á fonctionner. Jaccoud, le premier, a soutenu cette thése et 
mes expériences personnelles ne nous permettent plus d'en 
douter. 

En outre, la décompression fait afluer aux poumons une 
plus grande quantité du sang. On a observé, que Pair raréfié 
améne une congestion de la surface cutanée et respiratoi- 
re, eb qwil permet ainsi une distribution plus uniforme, dans 
les poumons pour ainsi dire, dans la presque totalité des orga- 
nes, et en régularisant la circulation de Pair et du sang, en 
augmentaut la superficie ou s'opérent les échanges osmoti- 
ques, on combat par cela méme la congestion des parties ma- 
lades. 1l y a done une dérivation du sang comme le ferait un 
vésicatoire ou une ventouse; seulement, dans «e cas, au lieu 
de se porter vers le tézument, le sang se porterait vers le pou- 
mon, des parties malades aux parties saines, et tout cela 


INFLUENCE DES ALTITUDES SUR L'ORGANISME DES TUBERCULEUX. 151 


nous donne Vexplication du soulagement presque immediat 
expérimenté par les phthisiques, quand ils sont transportés 
des bas niveaux aux grandes altitudes. 

D'ailleurs, la décompression de Pair fait diminuer la pres- 
sion intrapulmonaire, en particulier, et la tension intravascu- 
laire du sang; en général on peut súrement, par ce moyen, 
combattre l'hémoptysie. 11 n'est pas rare de voir les malades 
victimes de cet accident, avant leur départ des bas niveaux, 
arriver au plateau central déja délivrés et sans trace de sang 
dans leurs crachats. Le sang disparait au fur et á mesure 
qwils montent vers le susdit haut plateaux. 

I'abaissement de la tension intravasculaire, phénoméne 
Vordre physique, auquel sont assujettis tous les organismes 
vivant sur les altitudes, a été aussi démontré par nombre d'ex- 
périences faites dans mon laboratoire, oú j'ai trouvé que, “a 
conditions égales, la tension vasculaire est en raison directe de la 
pression barométrique.? 

Aprés ces phénoménes qui sont la conséquence directe de 
la raréfaction de Pair, il faut considérer ceux qui dépendent 
plus spécialement de la sécheresse de Pair. 

Il est parfaitement établi que sur les altitudes, la séche- 
resse de Pair augmente. Or, Vinfluence de Pétat hygrométri- 
que sur la transpiration entanée et pulmonaire, a été Pobjet de 
recherches dignes du plus grand intérét. William Edwards 
s'est efforcé de prouver que la transpiration qui s'effectue á 
la surface de la peau ou de la muqueuse respiratoire, doit ébre 
classée parmi les phénoménes physiques, et peut étre compa- 
róée á ceux que présenteut certains corps poreux impregnés 
Veau et placés dans les mémes circonstances oú se trouvent 
les organismes de homme et des animaux dans les altitudes. 
Unesécheresse extraordinaire dans air provoque le maximum 
Vintensité de la transpiration. Le Docteur Denisson, de Den- 
yer, a prouvé aussi, au moyen d'observations et Vexpériences 
trós—bien faites, que par la transpiration on perd le double 


152 DANIEL VERGARA LOPE. 


d'eau á Denver, (E. U. A.) 45,350 pieds au-dessus du ni- 
veau de la mer, que dans une région basse presque au niveau 
de la mer. Véraguth a démontré aussi par Vexpérimentation 
la réalisation du méme phénoméne. 

On a prouvé déja que laugmentation des éléments figurés 
du'sang est un des faits des plus importants et des plus cons- 
tants parmi ceux qui ont lieu chez les habitants des altitudes. 
Les observations de Moeller á Davos, celles de Reinert Stier- 
lin, Wolff, Kópe, Egger, Viault et les miennes, á Mexico, ont 
ajouté déja un nombre suffisant de données sur ce sujet si im- 
portant de la biologie des altitudes. Eh bien, voiei un phéno- 
méne directement lié á la sécheresse des altitudes, les expé- 
riences que J'ai faites tendent á le prouver: le sang perd plus 
Veau sur les altitudes, il est aussi plus épais, plus dense. Tan- 
dis qu'en Europe, et en général pour les hommes habitant des 
niveaux inférieurs, on a signalé comme moyenne pour la den- 
sité du sang, de 1,058 á 1,060, (maximum), j'ai trouvé á Mexi- 
co de 1,060 á 1,067.5, et comme moyenne, 1,063.2, le nombre 
de globules rouges par millimétre cube, étantá Mexico Vaprés 
mes observations personnelles, de 6.500,000, comme moyenne. 

Or bien, Moeller a montré á Davos, comment Porganis- 
me des tuberculenx est beaucoup plus sensible aux échanges 
de la pression atmosphérique; il suffit d'un léger abaisse- 
ment du mercure, pour observer tout-de-suite, l'augmenta- 
tion des hématies dans les malades du sanatorium. Moi, j'ai 
montré aussi, comment dans homme sain qu'on soumet aux 
variations des pressions obtenues au moyen de la chambre 
pneumatique, on peut faire varier aussi le nombre des globu- 
les rouges dans un temps trés court, aprés un délai de deux 
ou trois heures seulement, les modifications de la densité du 
méme liquide ainsi que celles de la tension intravasculaire, 
ayant suivi paraléllement le méme cours. 

La rapidité selon laquelle se présentent ces phénoménes, 
est seulement en rapport, avec la nature des causes physiques 


AA A EA A A e 
AS A SES E 


- INFLUENCE DES ALTITUDES SUR L'ORGANISME DES TUBERCULEUX. 153 


qui les produisent. Le sang perd plus eau sur les altitudes, 
et par conséquent, il y a une augmentation fictive de tous ses 
principes fixes. En réalité, le nombre de globules rouges est 
le méme, mais on dirait cependant qu'il a augmenté si nous 
parlons en rapport du volume. 

Pour la discussion des expériences fondamentales de cet- 
te théorie, et tout ce qui se rattache au méme sujet, je vous 
prie aussi de consulter mon livre. A présent, la série de faits 
surlesquels j'ai attiré votre attention doivent suffire, je lespére, 
pour expliquer pour quelle raison je vous ai rappelé la vieille 
question de traitement de la tuberculose par les climats d'al- 
titude, et si, je suis arrivé au moyen de Pobservation et de lP'ex- 
périence physiologiques, á trouver la vraie explication á l'ég- 
ard de Paction favorable que les altitudes exercent sur les ma- 
lades victimes de la phthisie, je vous dirai avec le grand Clande 
Bernard: “La Physiologie doit étre la base nécessaire d'une 
médecine súre Yelle méme, et comme toujours, elle est appelée 
á contribuer au bien—étre de 'hygiéne et de la thérapeutique.” 

J'ai dit dans ce mémoire, que le seul facteur qui puisse 
s'opposer dans les altitudes pour obtenir Pamélioration des tu- 
berculeux, est l'abaissement de la température atmosphérique, 
quí se produit au fur et á mesure qu'on s'éléye sur le niveau 
de la mer. Certes, les sanatoriums européens qui, cependant, 
Watteignent pas au-dessus du niveau de nos vallées, sont pres- 
que inhabitables pendant l'hiver pour la foule des malades dé- 
licats, qui ne peuvent sans péril affronterle froid de ces régions. 
A Davos, par exemple, (1,550 métres daltitude), pourtant une 
des stations les plus réputées de Europe pour les bons résul- 
tats que Pon y obtient au point de vue de la guérison de la tu- 
berculose, le froid est si vif, vous devez le savoir, que le ter- 
mométre s'abaisse parfois 4 240 ou 309 au dessous de zéro. Il 
neige en toute saison, méme au mois Vaoút. L'époque de la 
fonte des neiges, qui commence vers le mois de mars, est une 
période tres désagreable, fort redouté des pensionnaires du 


154 DANIEL VERGARR LoPE. 


sanatorium et, par contre, au cours de l'été, la colonne du ther- 
mométre monte jusqw'á plus de 330 centigrades. Mais cet- 
te température et cette variation du thermométre v'exis- 
tent jamais sur les hauts plateaux des endroits inter tropie- 
aux, comme le vaste Plateau Central mexicain. Jé dois insis- 
ter, Vune facon particuliére sur le climat de ce dernier, parce 
qwil est absolument impossible aux personnes qui n'ont pas 
séjourné dans ce pays, de se faire une idée exacte sur ce que 
je dis. L'anecdote suivante nous fournit la preuve de la véri- 
tó de cette derniére afirmation: M. le Dr. Licéaga, qui est 
une de nos gloires médicales, 4 Mexico, assistait pendant le 
mois Vaoút 1890, au Congrés de la tuberculose, á Berlin *). 
On sait la chaleur qui régne en cette ville pendant la période 
caniculaire. Un des savants européens, assitant au Congrés, 
ditá Mr. Licéaga. “Vous, qui habitez un pays situé sous le 
tropique, sous le 19%" degré de latitude, vous devez trouver 
quil fait trós frais en comparaison avec la ville de Mexico, qui 
je suppose, en ce moment doit ressembler á une fournaise.” 

“¿Quelle erreur est la vótre répondit le Dr. Licéaga.— 
A Mexico, oú par contre, il ne fait jamais froid pendant ''hi- 
ver, au cours des plus chaudes journées de Pannée la tempé- 
rature maxima ne dépasse pas ordinairement, 24 á 25 degrés 
centigrades; la moyenne de la journée ne s'éléeve jamais á plus 
de 16 á 17 degrés, est-á-dire, á la température moyenne des 
jours les plus agréables de votre printemps et de votre au- 
tomne.”—Le savant européen ne pouvait eroire ce qwon lui 
disait. j 

En effet, dans mon pays, dans la plus grande partie du haut 
platau mexicain, oú depuis le commemcement avril á la fin 
de septembre, on voit le soleil au zénith, la moyenne de la tem- 
pérature annuelle, moyenne déduite des chiffres fournis par 


(1) Ox il présenta un trós intéressant rapport sur la Vallée de Mexico, considérée 
comme station sanitaire pour les tuberculeux. 


INFLUENCE DES ALTITUDES SUR L'ORGANISME DES TUBERCULEUX. 155 


lObservatoire Météorologique Central de Mexico, au cours de 
30 années observations, est de 1505, 

Dans les pays tempérés, situés par des latitudes plus bas- 
ses, froides en hiver, chaudes en été, les chiffres correspon- 
dant aux moyennes annuelles, déduits comme la moyenne á 
Mexico, par le calcul, ne s'observent presque jamais dans la 
réalité. Il en est pas de méme á Mexico, oú la moyenne des 
24 heures, pendant toute Pannée et en toute saison est d'en- 
viron 160 cent. 

Ce fait est déjá extrémement remarquable: mais ce qui 
Pest plus encore c'est que les moyennes des 24 heures ne s'élé- 
vent jamais au dessus de 279, aux jours les plus chaudes de 
lPannée, et ne s'abaissent jamais audessous de 14, aux jours 
les plus froids. Ces conditions météorologiques sont si diffé- 
rentes de celles que les hommes sont habitués á observer dans 
les pays tempérés de Europe, qu'¡ls sont incapables de se les 
représenter s'ils "ont pas vécu toute une annéeá Mexico. La 
raison principale de ces conditions exceptionnelles, c'est que 
la Vallée de Mexico, si elle ne voit jamais le soleil s'éloigner 
sensiblement de la verticale, est située, á prés de 2,309 m. au— 
dessus du niveau de la mer. C'est la, ne Poublions pas, Palti- 
tude des sommets alpestres et pyrénéens, qui restent en toute 
saison couverts de neige. Sous cette méme latitude au niveau 
de la mer, sur les bords du golfe du Mexique ou du Pacifique, 
la température reste torride méme en hiver, et devient extré- 
mement pénible á supporter, dés le printemps. Mais, au fur et 
ájmesure, que lon s'élóve vers limmense plateau central mexi- 
cain, la combinaison de ces deux facteurs, basse latitude une 
part, altitude du terrain de Pautre, produit ces singuliéres et 
multiples combinaisons climatologiques que Pon rencontre de- 
puis la cóte jusqu'au plateau central, en parcourant un nom- 
bre relativement restreint de kilométres. 

Toutes ces données sont suffisantes pour faire disparaítre 
la croyance á Pexistence de cet obstacle, abaissement nui- 

Mem. Soo. Alzate. México. T. 26 (1907-1908) —21. 


156 DANIEL VERGARA LOPE. 


sible de température par la hauteur, puisque nous avons de 
trós grandes altitudes avec ces conditions climatériques, vra- 
iement paradisiaques, oú les malades peuvent s'établir avan- 
tageusement, et se promener en tout temps et sans crainte, au 
milieu de bosquets embaumés, baignés dans les flots d'un so- 
leil qui ne fait jamais défant. 

Il y a aussi dans les climats dVPaltitude d'autres facteurs 
qui viennent contribuer aussi aux bienfaits que peuvent en 
retirer les tuberculeux, mais ils ont été déja parfaitement étu- 
diés, et j'en ferai seulement mention. Je me rapporte á la plus 
grande luminosité comme conséquence dun air plus léger qui 
permet lParrivée des rayons du soleil en quantités plus gran- 
des et aux pittoresques paysages qui, par leurs conditions spé- 
ciales de beauté ont été toujours si renommés, si admirés par 
tout le monde, et servent aussi á relever les forces de Vesprit. 

Comme vous Paurez remarqué, ce mémoire a eu seulemenrt 
pour but, 'explication que je trouve véritable, sur la fagon dont 
les climats Paltitude opérent dans Porganisme des tubercu- 
leux, et produisent des changements physiologiques qui amé- 
nent toujours un soulagement pour ces pauvres malades, et 
quelque fois méme leur guérison. Les observations cliniques 
du Dr. Licéaga ont déjá confirmé chez nous cette action dans 
la pratique journaliére, et il a presenté ses études si importan- 
tes devant le monde médicale. Par conséquent, nous ne devons 
jamais mépriser le traitement climatérique de la tuberculose 
par lPaltitude, surtont, quand il y a sur la terre de grandes éléva- 
tions si avantageusement situées comme la Vallée de Mexico; 
laquelle, á mon tour, et comme Pa fait mon savant maítre á Ber- 
lin, en 1890, je vous offre comme une station idéale, pour y 
établir des sanatoriums pour les phtisiques. 

Mais loin de moi l'idée de vous recommander ce traitement 
comme le seul qui puisse atteindre la guérison de la maladie. 
Nous devons avoir toute notre espoir dans la séramthérapie, 
dont le complet succéós n'est pas trés éloigné, j'en suis pres- 
que súr. Dans les altitudes et au niveau de la mer, je suis un 


INFLUENCE DES ALTITUDES SUR L'ORGANISME DES TUBERCULKUX. 157 


partisan décidé du traitement par réclusion dans les sanato- 
riums spéciaux. (Le “closed treatement” des Anglais). 

Comme résumé de ce mémoire, j'ai 'honneur de vous pré- 
senter les suivantes conclusions. 


COPCETUSIODS. 


1.—Les climats d'altitude ont toujours une action bienfai- 
sante et certaine sur lorganisme des tuberculeux, surtout, 
quand les endroits sur lesquels on cherche cette action, ont 
une altitude tres élevée, et que les autres facteurs de ces cli- 
mats: température, etc., sont aussi favorables que celles qu'of- 
re la Vallée de Mexico. 

II.—Cette action bienfaisante dépend de linfluence direc- 
te que Valtitude exerce sur Vorganisme de "homme vivant dans 
les altitudes, développant des modifications importantes, néces- 
sités par son adaptation á un milieu sec et raréfié. Les appa- 
reils circulatoire et respiratoire sont surtout ceux qui se mo- 
difient, eb ces modifications consistent: 

A. Dans Paugmentation, proportionnelle á Valtitude, du nom- 
pre des mouvements respiratoires et des pulsationes. 

B. Dans laugmentation, proportionnelle aussi, de la capacité 
respiratoire des poumons et du sang. 

C. Dans Pamplitude plus grande de l'extension thoracique. 

D. Dans la densification proportionnelle du sang et de tous les 
liquides de Vorganisme. 

F, Dans la diminution proportionnelle de la tension intravas- 
culaire du sang. 

TIT.—Sans cesser de faire usage des austre traitements 
conseillés jusqu'á présent comme les plus utiles, nous devons 
recommander aux malades de tuberculose, leur établissement 
dans les sanatoriums des grandes altitudes, et s'1l n'était pas 
possible, recourirá Papplication de bains de pression á air ra- 
rófié, dans la chambre pneumatique. 


Octobre 1907. 


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SOCIÉTE SCIENTIFIQUE '*'ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26 


RESULTADOS DE LOS ANALISIS DE TIERRAS ARABLES, 


POR EL DOCTOR 


FEDERICO F. VILLASEÑOR, M, $, A. 


PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. 
Estado de Guanajuato Peso de un litro de tierra secada 
Distrito: Apaseo al aire 1 k. 222,496. 


Municipalidad: Apaseo Agua higroscópica. 34.678 por mil. 
Hacienda Mayorazgo 1. Poderabsorbente=488,127 por mil. 
Reacción: Neutra. 
Espesor de la capa de tierra anali- 
zada? 
1000 de tierra seca = 1035.962 de 


tierra húmeda. 
ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO. 
Residuos que que- 


daron sobre el ta- 
miz de 5mm.... 0.000 


Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.917 
daron sobre el ta- Calcñreo toy aia 0,274 
Adel mm... >> 6:98) -Grava. 00 5.694 


Agua higroscópica” ... 43.277 
Materia orgánica y volátil 100.635 


STA e 1.927 

gruesa” 15,894 

Tierra fina 993.115 Arena: 601.977 HA... 2 119.087 
polvosa. 567.996 

AMA a a o 245.299 

1000,000 1000.000 


(1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca, equivalen á 1045.563 de húmeda. 
(2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 


160 ls F. F. VILLASEÑOR. 


ANALISIS QUÍMICO. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 
Agua higroscópica 43.577. 
Materias combustibles y volátiles 144.909 comprendiendo: 


IN OBNONBÁDICO: ee at ld ae ON 0.328 
Azoe armoniagal.L Ed la e Id. ALLE A 0.070 
¡AZOOIDTTOO e sr o aa ed 0.162 
¡Ape toba. caos pie ls a a E AN 0.560 

Parte soluble en frío en ácido clorhídrico 91.650 compren- 

diendo: 

Oxidos de, hierro y aluminio, - -....<--==% == 3. 0ud 2.948 
MI A O aaa da a dE AS 0.932 
Magnet... par e at ÓN 0.345 
E OS rs e e E 0.195 
E Ma E E A e AR 0.002 
JAGIAO TOBLONLCO Udo di A SAPO Aa 0.009 
¿Acido SulfUricos-. ase oia cs e e ad SN 0.032 
ICAO CAT DODIOO = tia a loo de NN 0.623 
Artio ¡silÍCIGO ea aaa to aci io E Ed 0.102 
DIO. so tac as as eN 0.140 


Parte insoluble en frío en ácido clorhídrico 719,864 com- 
prendiendo sol. en ácido fluorhídrico: 


Oxido de hierro y aluminio...... co 104.351 
EN A RS RA E E 0.119 
E AA A y 2.281 
IRA E A, A 19,239 
A A 20.444 
Acido LostÓrIGO «¿nar saeta cd 0,115 
(1) Conteniendo ácido fosfórico coluble en citrato 

AN A NA A 0.003 

RESUMEN. 
ELEMENTOS ASIMILABLES 
INMEDIATOS ELEMENTOS DE RESERVA. 

Ad A E 0.560 Acido fosfórico..-.. 0,121 
Acido fosfórico..... 0,003 Potasa. nadia 20.444 
OMAR rn o 0.002. Cal... 2 0.119 
DA ia dos 0.932 Magnesla.......-.. 2.281 


ANALISIS DE TIERRAS ARABLES, 161 
PROCEDENCIA- CARACTERES GENERALES, 
Estado de Guanajuato. Peso de un litro de tierra secada al 
Distrito Apaseo. aire 1 k. 273.496. 


Municipalidad: Apaseo Agua higroscópica 78.807 por mil. 

Hacienda Mayorazgo 2 Poder absorbente 609.083 por mil. 
Reacción ligeramente alcalina. 
Espesor de la capa de tierra anali- 


zada? 
1000 de tierra seca =1085.541 de tie- 
rra húmeda. 


ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO. 


Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.052 
dan sobre el ta- Calo dde alada 0.022 
miz de 5 mm. DOSO GOARLOS A LE Odo A 0.456 

Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.772 
dan sobre el ta- Calcóroo esp a 0.044 
miz de 1 mm. LAR AAA 8.326 


Agua higroscópica " ... 52,778 
Materia orgánica y volátil 89.387 
; Arenoso.... 1.327 

9) 
Caráeo 1,921 4 Impalpable, 0.594 
gruesa ? 29.528 


Tierra fina 990.328 Arena 690.541 “fina..... 30.077 
polvosa.. 630 936 

APA a a 255.701 

1000.000 1000.000 


(1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina, seca, equivalen á 1056.294. 
(2) Separados por tamices de 0.5 y 0,2 de milímetro. 


162 F, F, VILLASESOR. 


ANÁLISIS QUÍMICO. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 
Agua higroscópica 53.294. 
Materias combustibles y volátiles 103.100 comprendiendo: 


IAZOO DEBÁRICO. 7 blico de td a lA 1.697 
INZOOVATIÓNIACAL 4D a da a PA 0.112 
AROS DICO Pa a O IN 0.011 
ZOO MOL IS a ca AS AE 1.820 

Parte soluble en frío en ácido clorhídrico 103.100 compren- 

diendo: 

Oxido -de hierro y aLUMIDIO «o 42.217 
Malo. re ES IAPMIAMIO, y 6 6 0 a 8.831 
Manos NA RI UN 2.723 
A LR e E 2.128 
PO a 0.053 
Arido fosfórico (lid. tr 0.030 
Acido. SUÍTÚTICO c1054 ti Di A ÓN 1.063 
ACIO: CAPDÓDICO: A 0.275 
¿Arido BUÍCICO 2 ti A DE 1.190 
TE O A A E 0.320 


Parte insoluble en frío en ácido clorhídrico 753.324 com- 
prendiendo sol. en ácido fluorhídrico; 


Oxido de -hierro:y aluminio; Lo... ¿UL 27.621 
Cal 2. trino AUGE SN Ea 0.146 
Magnesla....-.. -- RI o TIPA AN Fo 0.110 
OB DOME AA MAI ON 1.599 
1 A A A 2.713 
¡ora Lor EGO VS li e an lo a ON 0,301 
(1) Conteniendo acido fosfórico soluble en citrato 

de amoníaco....... A A 0,016 

RESUMEN. 
ELEMENTOS ASIMILABLES 
INMEDIATOS. ELEMENTOS DE RESERVA. 

Pa AS A 1.820 Acido fosfórico...... 0.315 
Acido fosfórico...... 0.016 ¿Potasáa.:: au o AR 
o AO 0.053 Cal... EN 0.146 
dd o e 8.831 Magnesia ....... ... 0.110 


A 
WE 


ANALISIS DE TIERRAS ARABLES. 163 
PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES, 
Estado de Guanajuato. Peso de un litro de tierra secada al 
Distrito Apaseo. aire 1 k. 145466. 


Municipalidad: Apaseo Aguahigroscópica 33.854 por mil. 
Hacienda Mayorazgo 3 Poder absorbente 554.986 por mil. 
Reacción: Neutra. 
Espesor de la capa de tierra anali- 
zada? 
1000 de tierra seca = 1033.970 de tie- 
rra húmeda. 


ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO. 


Residuos que que- 
dan sobre el ta- 


miz de 5 mm. 0.000 

Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.51 
dan sobre el ta- Calcáreo. ---.. 2410220 
miz de 1 mm. 190" Gravatar 7.454 
Agua higroscópica Y .. 43.875 
Materia orgánica y volátil 184.875 
; Arenoso.... 0.711 
Caleáreo 1,785 Impalpable. 1.074 
gruesa Y 17.779 
Tierra fina 991.810 Arena 536.123 fina..... 16.363 
polvosa.. 501.981 
AA A LA ds 225.340 
1000.000 1000.000 


(1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina, seca, equivalen á 1046.298 de húmeda. 
(2) Separadas por tamices de 0.5 y 0,2 de milímetro. 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908) — 22. 


. 


164 TF. F. VILLASEÑOR. 


ANALISIS QUÍMICO. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 
Agua higroscópica 44.237. 
Materias combustibles y volátiles 186.577 comprendiendo: 


Azoe Orgánico --....--... lt a A 2.781 
'AZOS 3 monmaral. usa dei dí oa de ÓN 0.140 
¿AUZOB DÍTTICO hs de e O 0.019 
AGO botal: as os PA ic AA 2.940 
Parte soluble en frío en ácido clorhídrico 96.100 compren- 
diendo: 

Oxidos de hierro y alumini0...-.......ooooooo.... 37.100 
EA AR PA NR RS Me Dl y a 8.893 
MADE Dd O Se 3.633 
TO NT AN O a A 1.133 
Potasa o II 0.065 
¿Acido fosfórico... 2. ias lo 0.056 
Acido BOlfÚrICO nl do oO AS 0.274 
Acido carbónico............-- É 4.767 
Acido silícico ...... Y eN e e 1.006 
CIDO «E a AA 0.160 


Parte insoluble en frío en ácido clorhídrico 673.086 com- 
prendiendo sol. en ácido fiuorhídrico: 


Oxido de hierro y aluminio...... A 22.077 
A A 0.014 
Magnesia e Se o AN 0.242 
A A AAA A 9.154 

POLA io IAE 2.692 
Acido fosfórico . - A 0.000 
-(1) Conteniendo PEE end SIE en cita 

DO AOUÍROO + abr sa mt oca ars e ÓN 0.018 

RESUMEN. 
ELEMENTOS ASIMILA BLES 
INMEDIATOS ELEMENTOS DE RESERVA. 

A ida 2.940 Acido fosfórico. -.. 0.038 
Acido fosfórico..... 0.018. - Potasa .¿.emicisas CN 
PObaBA ui. a... "0065. Cali. e A 0.014 
os ..- 8893 Magnesia ..... .... 0,242 
IMARDORÍA «o issnoo 3.633 


ANALISIS DE TIERRAS ARABLES. 165 


PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. 
Estado: Veracruz. Peso de un litro de tierra secada al 
Cantón: Córdoba. aire: 1k 04832. 


Municipalidad: Córdoba. Agua hidroscópica: 26.7 por mil. , 
Hacienda: San Migueli- Poder absorbente: 394,420 por mil. 
to A, Reacción: neutra. 
Espesor de la capa de tierra anali- 
zada: ? 
1000 de tierra seca=1027,432 de tie- 
rra húmeda. 


ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO. 
Residuos que que- 


dan sobre el ta- 
miz de 5 mm. 0.000 


Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.110 
dan sobre el ta- Calcáreo: sz <a dd ¡iaa a 0.132 
miz de 1 mm. AN A A 2.308 


Agua higroscópica”.... 15.161 
Materia orgánica y volátil 194.996 


Arenoso 2.295 
Calcáreo 2.893 < Impalpa- 


ble.... 0.598 

Gruesa” 29.855 

Tierra fina 997.450 Arena 341.477 < Fina.... 49.855 

Polvosa. 271.158 

diera O qe A 442.923 

1000.000 1000.000 

(1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca equivalen á 1015.425 de hú- 
meda. 


(2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 


166 F.*F, VILLASEÑOR, 


ANALISIS QUIMICO. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 
Agua higroscópica 15.200, 
Materias combustibles y volátiles 197.500, comprendiendo: 


AzZOS'OPgÁDICO: Ll LE o AS 1.915 
Azos amoniacal cule de ¿aos e A 0.168 
AZOS MÍTICO da 0 Y IST MERO IES JON 0.017 
AroB total St II CADIO O. MUI ER 2.100 
Parte insoluble en frío en ácido clorhídrico 192.700 com- 
prendiendo: 

Oxido de' hierro y ALUMINA!. o oovonrocrcan ne 177.760 
E IA nc Ue AL PULL a Y a e A 0.849 
E A RE 0.122 
OSO a a a We Ss a 0.193 
ROTABE Loro DIOS LIC A GR 0.012 
Acido fosfórico” o A A 0.077 
'ACIO. SUILANCO Ds ad o o ON 2,245 
Acido carbónico. A E A AN 1.290 
ALO MAGICO a ao e Lo 1.360 
MOTO. ASE IS e 0.120 


Parte insoluble en frío en ácido elorhídrico 594.600 com- 
prendiendo sol. en ácido flnorhídrico. 


Oxidoide hierro y, aÍGmina. ¿Juno hacias... el 145.577 
AIR A Pd E A 7.492 
Magnesia APR O AN PA 8.324 
NON a had O PAN II 37.459 
HOTARA Sisi ds O O Dad 5.114 
Acido fosfórico AE 0.030 
(1) Conteniendo ácido fosfórico sol EA en citrato 

do tamano PEA O a 0.009 

RESUMEN. 
ELEMENTOS ASIMILABLES 
INMEDIATOS. ELEMENTOS DE RESERVA. 

Po ¡> PAN LA 2.100 Acido fosfórico....-.- 0.068 
Acido fosfórico... 0.009 . Potasá .:.. ce 5.114 
Potasa. . EN, 0012 Ca ui: AS 7.492 


CUERO 0.849 Magnesia........... 8324 
Magnesia .......... 0.122 


ANÁLISIS DE TIERRAS ARABLES. 167 


PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. 
Estado de Veracruz. Peso de un litro de tierra secada 
Distrito: Córdoba al aire 1 k. 15462. 


Municipalidad: Córdoba Agua higroscópica. 15.3 por mil. 
Hacienda San Miguelito 8 Poder absorbente: 474,080 por mil. 
Reacción: Neutra. 
Espesor de la capa de tierra anali- 
zada? 
1000 de tierra seca= 1015.538 de 
tierra húmeda. 


ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO, 


Residuos que que- Materia orgánica y volátil 1.402 
daron sobre el ta- Galoáreo)-2 30 dali 1.674 
miz de 5mm.... 44.610 Calcáreo --............ 41.534 

Residuos que que- Agua higroscópica” ... 4,176 
daron sobre el ta- Materia orgánica y volátil 3.866 
Made Lina... CODOS CAVA ocacion oo 47.866 


arenoso. 0.090 
Calcareo 1.169 < impalpa- 
ble... 1.079 


ruesa”? 62.972 

Tierra fina 899,482 Arena: 428.392 « fina...... 66.644 
polvosa. 298.776 

A o a a 314.090 

1000,000 1000.000 


(1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca, equivalen á 132,028 de húmeda. 
(2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 


168 F. F. VILLASEÑOR. 


ANÁLISIS QUÍMICO. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 
Agua higroscópica 31.034. 
Materias combustibles y volátiles 141.300 comprendiendo: 


INTO OFERDICO - a ara de ei a e e E UN 1.055 
Ir ¡A A 0.182 
AZOB MÍNCO 2-2 0 a aa do arm ati ota E 0.023 
AZOOCobal do o A de EN 1.260 

Parte soluble en frío en ácido clorhídrico 136. 500 compren- 

diendo: 

Oxido de hierro y aluminio” --.. --.-Br2a 400% 16.762 
00 cal e el ele aa ds dl DR da 0.112 
Magnesia A E A 0.093 
CN nn ln > A e 0.139 
A O A or aa rai Airis A 0.112 
Acido Losforwo (17. EGEL A 0.080 
IS a OS A 0.237 
Acido: CARDÓNICO. ¿2 deso bn ae Aa TEN 0.177 
Acido SUÍCICO. ¿a EN 0.556 
COOL O SI ÓN 0.150 


Parte insoluble en frío en ácido clorhídrico 691.166 com- 
prendiendo sol. en ácido fluorhídrico: 


Oxido de hierro y. alumindo. ves y. 2 ee 154.683 
ALIS A q A IN A E 8.372 
IIASRERÍA: 0 ae 00a e ADAN 0.149 
OMA e coa LS ARAN DS e - 50.731 
YE AA E E 5.529 
Aseido; fosToridO.. Lippi dd To De AS No hay. 
(1) Conteniendo acido fosfórico soluble en citrato 
TAMOS rr o A TON 0.009 
RESUMEN. 


ELEMENTOS ASIMILA BLES 


INMEDIATOS. ELEMENTOS DE RESERVA. 
ARO + ESOS 1.260 Acido fosfórico 0.071 
Acido fosfórico Ue 0,009 Potasa. 2... oee ol 5.529 
POS os PI E 0112 Cal... 7 A 8.372 
Cale ici ta DIAZ. MARA AS 0.149 
eye Jar lod! 0.093 


ANALISIS DE TIERRAS ARABLES. 169 


PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES, 
Estado de Veracruz. Peso de un litro de tierra secada al 
Cantón Córdoba. aire 1 k. 00838. 


Municipalidad: Córdoba. Agua higroscópica 14.5 por 1000. 
Hacienda San Miguelito C Poder absorbente 512.160 por 1000. 
Reacción: Neutra. 
Espesor de la capa de tierra anali- 
zada? 
1000 de tierra seca = 1014.713 de 
tierra húmeda. 


1 


ANALISIS FISICÓ-QUIMICO. 


Residuos que que- 
daron sobre el ta- 


miz de 5 mm. .. 0.000 
Residuos que que- Meteria orgánica y volátil 0582 
daron sobre el ta- els y AO dal rg 0.372 
iisdeL mam «9.104 Gravacicémia all 2.210 
Agua higroscópica”.... 22.721 


Materia orgánica y volátil 188.801 
( Arenaso. 0.176 
Calcáreo 0.469 ) impalpa- 


ble... 0.293 

gruesa”! 50.910 

Tierra fina 996.836 Arena 313.410 < fina.... 78.869 
polvosa. 183.631 

Puyo IEA E o TAO 471.435 

1000.000 1000.000 

(1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca, equivalen á 1023.325 húmeda. 


2) Separadas por tamices de 0.5 y de 0.2 de milímetro. 


170 F. F. VILLASEÑOR.— ANÁLISIS DE TIERRAS ARABLES, 


ANÁLISIS QUÍMICA. 


1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: 
Agua hidroscópica. 22.794. 
Materias combustibles y volátiles 189.400 comprendiendo: 


AUTOR MOTRÁDICO. «52 pco ace tl a EN 3.514 
'Azgee 'amomiacal 2. 0.252 
AZzO08 NÍÉTICO... ...---.. A E 0.014 
AZOO tt A SAO LAY ds RA RA 3.780 

Parte soluble en frío en ácido clorhídrico 199,800 compren- 

diendo: 

Oxido de hierro y alumini0...............-. ed 36.795 
IN MUESTRA A E 0.140 
Magnesia.- 3... vut: ES AA AN 0.002 
ro E AI E 0.204 
PoOtaaa. O O 0.028 
Aoido fosfórico (IIA no so a a ON 0.026 
AO SUI taria dde BR A o 0.048 
Acido carbónico... de aia da eN 0.040 
ÁGISO SIÚÍGICO 2 oie a ON 1.566 
koro Va o e lA 0.100 


Parte insoluble en frío en ácido clorhídrico 588.006 com- 
prendiendo sol. en ácido clorhídrico: 


Oxidos de hierro y aluminio.....-....oooooo... 95.022 
A O 7.056 
MAR TEOSTe,: RIOS O NAS O IÓN 0.941 
e RS RE O E 5.174 
Pola a od 0.188 
Acido fostOribo UE UA TA No hay. 
(1) Conteniendo ácido fosfórico soluble en citrato 

do AMONIO. encia nit e hala dl dd CN 0.005 

RESUMEN. 
ELEMENTOS ASIMILA BLES 
INMEDIATOS. ELEMENTOS DE RESERVA. 

ARO o ES CA, 3.180 Acido fosfórico.....-. 0.021 
Acido fosfórico...... 0.005: 'Potasá . «subi eeh 0.188 
POTS 0.028 “Cal... ¿. ¿la a 7.056 
Calico dl» 0.140 Magnesia..........-. 0.941 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE,” MÉMOIRES, T. 26. 
A AAA A KE O PA IRTE EAT IVAR PORTANTE TTD SIA 


Antas complementarias 4 las “Breves reglas de Cronología práctica,” 


POR EL PRESBITERO 


CALIXTO DEÍ R. ORNELAS, M. $, A, 


Que también las ciencias nacen, crecen y se desarrollan, 
es una verdad palmaria que nadie puede negar. Precisamente 
en nuestros días, vemos como las ciencias naturales se desa- 
rrollan admirablemente, así como la filosofía en la floreciente 
Grecia de otro tiempo. 

Pero en medio de ese maravilloso concierto, encontramos 
á la ciencia cronológica, aunque inseparable de la Historia y 
de la Astronomía, que se le llama ciencia obscura, un cam- 
po abrupto, é inaccesible, y respetables autores están de 
acuerdo en decir, que la cronología, aun está en pañales. Y 
por cierto que ha tenido una infancia no solo secular sino mi- 
lenaria, con una confusión de diversos cómputos de eronolo- 
gías que cada nación presenta la suya con mil sinuosidades ó 
cuestiones problemáticas tan intrincadas, que hasta hoy día 
no se pueden resolver. 

Esto ha hecho que los científicos modernos perdiendo to- 
da esperanza, y como último recurso han apelado á la Geolo- 
gía y á la Arqueología en busca de la edad del mundo, ya que 
ni de los códices más antiguos del Egipto, ni de la misma 


Mem. Soc. Alzate. México. T., 26 (1907-1908),—23. 


172 C. R. ORNELAS. 


Biblia han podido arrancar una edad cronológica y exacta del 
hombre sobre la tierra. 

¿Acaso este cúmulo de dificultades sean las que impidan 
la vida y el desarrollo de la "Cronología, para que llegue á su 
más elevado apogeo y desempeñe el importantísimo papel que 
debe en el teatro de las ciencias, como la antorcha soberana 
de la Historia? 

Veamos en conjunto las dificultades y precicemos los pun- 
tos”más culminantes. 

La Cronología Bíblica, aun en la misma ciencia se ha teni- 
do por la más cierta quizá hasta hoy, para único punto de 
apoyo respecto de la edad del hombre, como veremos adelan- 
te. Antiguamente la Cronología Bíblica, se le creía incluída 
en la revelación divina; pero actualmente los exégetas mo- 
dernos dicen clara y terminantemente, que de los libros de 
Moisés, no se desprende una perfecta cronología. El Padre 
Juan Mir en su obra de la creación, 3* edición, tomo IT, cap. 
XLV dice:...... ““que las genealogías bíblicas no son conti- 
nuas, sino discontinuas, que faltan fechas numéricas en el 


será si se llega á reconocer que las tablas eronológicas de la 
Biblia, están incompletas y mermadas? Que desde Adán has- 
ta Abraham, apenas, disponemos de ramas sueltas y mutila- 
das, tales, conviene á saber, cuales eran menester y no más” - 
EA “* que hay razones para sospechar que en la Biblia se 
omiten generaciones”...... “4 causa de las omisiones que pue- 
dan suponerse...... 44 

El esclarecido Rougé dice: “La Biblia en ningún lugar 
afirma que el mundo tenga cuatro, cincoó seis mil años (A. C.); 
nosotros somos los que hemos creido poder, con ayuda del 
cálculo, llegar á estos guarismos, que al fin expresan sumas 
cuyos sumandos no tenemos enteramente conocidos.” Según 
esto, —dice el Padre Mir,—no hay cronología bíblica, es decir, 
contenida material ó formalmente en la escrituras; lo que sí 


7 


== 


NOTAS'Á LAS REGLAS DE ORONOLOGÍA. 173 


hay, es grandísima variedad y confusión de cómputos hechos 
por los escriturarios con el artificio de sus sistemas; cómputos 
sujetos á discusión é inciertos por resultar de combinaciones 
dudosas, etc.” 

Mortillet, dice: “La Biblia, ese aclamado fruto de la revela- 
ción y depósito de toda verdad, ha sembrado grandes discordias 
entre los cronólogos, de suerte que no han podido entenderse 
acerca del tiempo transcurrido desde la creación de Adán has- 
ta el Nacimiento de Cristo.” Y en seguida dice el Padre Mir: 
—“¿Qué culpa tiene la Bíblia de las discordias de los cronó- 
logos? 

En el mismo capítulo dice el P. Mir:.... “la tolerancia de 
la Iglesia en tanta diversidad de cálculos dan luz y persuación 
para concluir fundadamente que es incompleta y mermada la 
cronología bíblica.” 


También dice: “No puede ponerse en duda, repetimos, en 
que la cronología bíblica, vaga, incierta....” 

Por el estilo, mucho se dice que no hay continuidad en la 
narración de los hechos y en las genealogías de los libros sa- 
grados. 

En mi humilde concepto, solo es una la dificultad "funda- 
mental de tanta cuestión; solo un problema y es: encontrar la 
edad del hombre sobre de la tierra. 

De la dificultad de este problema nacen otros dos más y 
son: 1? ¿De la falta de solución de este problema de la edad 
del mundo se infiere que no haya cronología bíblica? 2 ¿Hay 
ó no, discontinuidad y falta de fechas en las genealogías bí- 
blicas? 

Aunque no es mi propósito tratar cuestiones tan delica- 
das, guardando aquel consejo de San A gustín que dice: “Serya- 
ta semper moderatione piae gravitatis nihil credere de re obs- 
cura temere debemus” (P, Mir, Creación, tomo II, pág. 462), 
me limitaré á hacer de paso varias observaciones: 

Primera.—No son los problemas ni la solución de ellos los 


174 C. R. ORNELAS. 


/ 


que constituyen la vida de una ciencia, sino sus principios só- 
lidos é incontrovertibles. Luego, por la falta de [solución de 
uno ó más problemas no podemos inferir la no existencia de 
una ciencia. Luego porque se ignora la edad del mundo que 
constituye un problema, no puede inferirse que no haya ero- 
nología bíblica. 

Segunda.—Como la revelación divina está velada por la 
incomprensibilidad de la sabiduría infinita, hasta hoy, no le ha 
sido dado al hombre entresacar y distinguir la cronología sa- 
grada que necesariamente debe desprenderse de los libros de 
la Biblia, como obra perfectísima del Creador. También los 
raudales de luz divina, deslumbran al hombre para demostrale 
su incapacidad. Si en el mundo corpóreo nos encontramos ro- 
deados de la realidad material y ésta misma es un conjunto 
de misterios para el hombre; nuestro mismo organismo y nues- 
tra vida es un misterio en todas sus funciones. Pues ¿qué di- 
remos de la revelación divina nacida de la fuente inagotable 
de Sabiduría infinita? Solamente la ignorancia, dice con razón 
M. Hebert, es capaz de imaginar que la ciencia humana es 
todopoderosa. 

Entonces ¿qué culpa tiene la Biblia de la incapacidad del 
hombre? 

Tercera.—Ahora, si por el más ó menos conocimiento de 
hechos históricos, ó de la subrepción de tiempo y de genealo- 
logías, ete., se mide ó se manifiesta la vida y desarrollo de una 
ciencia ¿qué diremos de la ciencia Astronómica? ¿cuánto le fal- 
ta por conocer? Hasta hoy no le ha sido dado al hombre ras- 
gar con su pupila ese zafir hermoso del firmamento para con- 
tar siquiera, esa pléyade infiinita de mundos sidéreos y cam- 
pear por aquellos arcanos de luz, para contemplar de cerca 
las grandiosas maravillas y las bellezas del Soberano Artífi- 
ce. 

Si del pequeño planeta la luna todos los días estudian 
los astrónomos: el fondo de sus mares, sus cráteres volcánicos 


AO dt ds 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLOGÍA. 175 


y sus montañas, sin que hasta hoy tengan un conocimiento 
elaro de ella; qué, por ésto debieran esclamar los astrónomos. 
¡No hay Astronomía! 

Pués ¿por qué ignoramos la solución de un problema, po- 
demos decir, no hay Cronología? 

Cuarta.—De la discontinuidad de las listas genealógicas: 
¿qué razones tienen los exégetas modernos para demostrarlo? 
Ninguna prueba que tenga positividad y evidencia necesarias 
nacen de razones puramente negativas é hipotéticas, de temo- 
res y sospechas, y ni éstas cree el Padra Mir, sean evidentes 
como se desprende de sus palabras, que....“hay razones para 
sospechar” Más adelante....“de las omisiones que puedan supo- 
nerse” en fin, todas las razones que tuvieren, vagan más en la 
incertidumbre que aun la misma cronología sagrada; pues és- 
ta por más problemas que presente, y dificultades, de hecho 
existe formada y basada en la verdad de hechos históricos, de 
fechas y lugares, etc. Ahora ¿que de los temores y sospechas, 
deberemos inferir una consecuencia cierta y positiva? El Car- 
denal Macella exclama: “Yo no entiendo porqué han de po- 
nerse al abrigo de semejantes efugios, cuando tenemos pa- 
tente y á la vista un camino derecho que podamos seguramen- 
te seguir. Porque á cuantos atribuyen al genero humano in- 
definida ancianidad, podemos decirles: vuestras razones nada 
prueban ni concluyen el intento, luego no es posible apartar- 

nos de la referida cronología.” 

Pues de hecho, se han inventado muchos sistemas, pero 
ninguno ha arrancado el aplauso unánime de los exégetas mo- 
dernos, ni tienen el visto bueno de la conciencia, todos ellos 
han muerto eclipsados por el sol explendoroso de la misma 
ciencia. 

El Padre Mir dice: “Si es fácil arbitrar sistemas no es si- 
no muy arduo apoyarlos en razones macizas; que el piélago de 
la hipótesis es anehuroso pero malo de vadear y muy expues- 
to á peligro de naufragio. Los exégetas católicos tienen bien 


176 C. R. ORNELS, 


consultados y examinados todos los códices, tienen vistos y 
pasados los senos del vasto mar de las Escrituras; y así no es 
creible que anden, tocando á la suma de años tan errados y 
mentirosos como la arrogante interpretación quiere suponer.” 

Quinta.—En fin, si porque se acusa á la cronología bíbli- 
ca de incompleta y mermada, que no nos da la edad exacta del 
mundo, se infiere que no hay cronología bíblica, esto mismo 
entonces, se podría inferir de la cronología universal de todos 
los pueblos, porque ni la cronología Egipcia nos la suministra; 
más, como la cronología es ciencia, vendríamos á concluír, no 
hay ciencia cronológica; lo cual sería un absurdo. 

Pues como antes he dicho, la ciencia cronológica descan- 
sa y tiene vida por sus sólidos principios; basta la edad, los 
hechos y las genealogías que le suministra la historia, aunque 
fuera un número de años supuesto, ahí se desarrollaría y vivi- 
ría la cronología. Las matemáticas, aun en una cantidad sn- 
puesta aplican sus reglas y principios; allí demuéstrass la vida 
de una ciencia exacta. Porlo tanto la cuestión de la edad del 
mundo, aunque se relaciona con la ciencia, pero interesa más 
á la historia que á la ciencia, pero frecuentemente se confun- 
den las cuestiones puramente históricas con las cronológicas 
Ó viceversa. 

Sexta.—Ni del silencio de la Iglesia en cuestión tan ardua 
creo que se infiere lo incompleto y mermado de la cronología 
bíblica, ni sería esta la única conclusión, y sí creo que fuera 
la menos lógica; porque aun en los puntos de dogma, la Igle- 
sia ha guardado silencio por siglos enteros, y jamás lo ha guar- 
dado porque los haya juzgado faltos de pruebas; pues al fin 
de tanto estudio y tanta controversi» los ha definido dogmas 
de fé. 

La Iglesia católica, según yo entiendo, ha recibido de sus 
agniógrafos 6 exégetas sagrados los diversos cómputos de los 
Hebreos, de los Samaritamos y de los setenta; y ella sigue con 
prudencia el de Natal Alejandro, que concede al mundo la edad 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRÓNOLOGÍA, - 177 


a 


de cuatro mil años hasta Jesucristo. Pero guarda silencio, aun- 
que una pléyade de hombres sapientísimos le siguen, tanto exé- 
getas sagrados como profanos, sin embargo, ella se precave de 
dar un fallo en cuestión tan ardua y delicada, y solo la ha pues- 
to ante el tribunal de la ciencia para que ella le forme el pro- 
ceso más riguroso á la cronología sagrada; y después la Igle- 
sia forme sus conelusio: += y defina conforme á la ciencia y á 
la revelación, cuál sea l: dad del mundo. 

Repito, no ha sido mi ánimo tratar cuestiones tan delica- 
das y menos contrariar en lo más mínimo el dicho y las opiniones 
de autores respetabilísimos, apenas sobrecogido del temor que 
inspira un asunto tan serio, me atrevo á dar mis observacio- 
nes, en cuanto que, dicha cuestión se relaciona con la ciencia 
así como para demostrar, que en el gran problema de la edad del 
mundo, ni la discontinuidad de las genealogías de la Bíblia, ni 
lo intrincado de las listas de las dinastías del Egipto, ni las de 
todos los pueblos, son un obstáculo para la vida y el desarro- 
llo, de la cronología en general, porque descansa en sus sóli- 
dos principios y no en el más ó menos conocimiento de fechas 
históricas. 

Entonces ¿cuál puede ser la causa del más completo ma- 
rasmo en que por tanto tiempo ha permanecido la ciencia 
cronológica? 

Para penetrar en las tinieblas hay que llevar antorchas, 
luces indeficientes é ir quitando los escollos y los tropiezos. 

Pues para penetrar por la cronología en que hay tanta 
obscuridad, hay que establecer muchas reglas; éstas serán las 
luces que no faltarán y así, ir disipando los errores que son 
los que verdaderamente impiden su vida y desarrollo, Así lle- 
gará á crearse un nuevo horizonte y una nueva aurora en el 
cielo de la cronología; entonces, se presentará esta ciencia her- 
mosa, llena de vida y de luz, sin las sinuosidades que hasta 
hoy presenta. 

Aunque no seré yo quien señale los errores de una ciencia 


178 C. R. ORNELAS. 


como es la cronología, soy un neófito sin la instrucción sufi- 


ciente, solo con un amor decidido por ella. 
Sin embargo, con la antorcha de la ciencia misma iremos 


penetrando á ese santuario, hasta hoy casi inaccesible, dejan- 
do en sus puertas y llevando en la mano una luz, una enseña 
de verdad, que nos sirva de guía en cuestión tan delicada. 

Aunque el hombre, hasta hoy, no haya podido arrancar de 
los libros sagrados una cronología exacta, sin embargo, Dios, 
siendo infinitamente providencial, no abandonó al hombre en 
lo alto del piélago de su revelación sin dejar una barquilla pa- 
ra conducirlo á puerto seguro de verdad. 

Será hasta hoy un lampo de luz quizá imperceptible y de 
escaso valer ante los cronólogos, pero en medio de tanta va- 
riedad de cómputos y del pánico introducido en el mundo cien: 
tífico por tan contrarias y desfavorables opiniones, hay que 
apelar á cuantos medios estén al alcance para abrirnos brecha 
y salir avantes en la ciencia haciendo un esfuerzo sobrehumano. 

El libro del Génesis nos refiere que Dios verificó la erea- 
ción del Universo en seis días, y que el séptimo descanzó; és- 
te fué el Sábado, santificado por el pueblo judío, como Dios 
lo había ordenado. 

De aquí podemos inferir, que si el día séptimo fué Sábado, 
el primero fué Domingo, conforme al orden hebdomadario que 
hemos conocido; ya lo dije en mis “Breves reglas de Cronolo- 
gía práctica.” 

Pues yo entiendo, que el sagrado escritor, Moisés, ya que 
se le considere inspirado por Dios, ó con todo el conocimiento 
de las ciencias naturales que hasta hoy se ha alcanzado, co- 
mo el sabio Ampére, no cabe duda, que todo lo escribió por 
mero peso y medida, nada supérfluo, nada defectuoso. Por con- 
siguiente; esa división septenaria bajo cualquier sentido que 
se le considere" y la referencia del Sábado como séptimo día 

(1) Trato únicamente de probar que el primer día de los 4,000 añes antes de J. C. 


fué Domingo; más no en manera alguna del sentido de los días examéricos ó sea de la 
acepción de la palabra “yom.” 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLOGÍA. 179 


no están por demás y hay que hacer aplicación de la ciencia y 
veremos si están ó no en la más perfecta armonía. 

Así es que, por lo pronto, podemos asentar esta verdad, 
según el texto sagrado y es: que el primer día de vida, ó en el 
que comenzó á vivir el Universo, fué Domingo, según ésto des- 
de luego podemos inferir que para saber cuál de los cómputos 
sea el más exacto, una de las condiciones, si no es la principal 
que debe tener, es que haya comenzado en Domingo, y este 
día debe estar en relación con el día presente en que vivimos, se- 
gún el cómputo de los años de las semanas, días y fechas res- 
pectivas. 

En el curso de este estudio, probaré hasta donde me sea 
posible, que entre los cómputos de los Samaritanos, el de los 
Hebreos y el de los Setenta; el de Natal Alejandro, Marco An- 
tonio, Cappelli, ete., es el único que debió comenzar en Domin- 
go, y es el que concede al mundo cuatro mil años de existen- 
cia desde la creación hasta Jesucristo. 

Este es el cómputo más seguido aun por los exégetas pro- 
fanos. 

Además: el segundo punto fundamental, en el cómputo 
de los tiempos es la fecha del nacimiento de Jesucristo; este es 
el punto más culminante de la historia sagrada, que mira tan- 
to al origen como al ocaso del mundo; que parece confundirse 
con el primero de los cuatro mil años porque precisamente en 
esta fecha nació Jesucristo; pero no, porque esta fecha se- 
para á la Era antes de Cristo de la Cristiana que comenzó en 
su nacimiento. 

Contamos además con el ingenioso período Juliano com- 
puesto por el célebre José Escaligero que encierra tanta pre- 
cisión y sabiduría que ha sido un faro luminoso y norte segu- 
ro en la solución de los problemas y cómputo de los tiempos. 

Pero luego ocurre esta pregunta: 

¿Por qué teniendo los Cronólogos en las manos y ante los 

Mem. Soc. Alzate. México. : T. 26 (1907-1908), —24. 


180 C. R. ORNELAS. 


ojos esta antorcha, andan en tanto desacuerdo en la solución 
de diversos problemas? 

¿Acaso depende de que el Período Juliano sea poco eficaz, 
ó depende de los cronólogos? Ciertamente no parece sino que 
dicho Período Juliano no ha sido bien comprendido ó que los 
científicos no se han penetrado bien de muchas cuestiones ó 
puntos que aparecen de bien poca importancia. Pero hay que 
tener en cuenta que en cuestión de números, no hay parvedad 
de materia que pueda despreciarse; porque de una sola unidad 
ó del modo de contar, resulta un error imperdonable. Así es 
que hay mucho que estudiar, que explicar y que ir poniendo 
cosa por cosa en su lugar, comenzando precisamente por lo más 
pequeño. 

Hay otros varios períodos menores ó pequeños, como son 
los ciclos lunar, solar é indieción romana que de la multiplica- 
ción de estos ciclos resultó el Período Juliano de 7,980 años. 
Así también hay otras muchas reglas que la ciencia ha inven- 
tado. 

Después de sentadas estas preliminares ya podemos entrar 
en materia. Repito, no vengo á enunciar errores, vengo á pre- 
sentar las demostraciones que resultan de mis ensayos, por 
vía de aplicación Ó notas á mis estudios de “Breves reglas de 
cronología práctica,” basado en el supuesto de que el mundo 
haya contado cuatro mil años hasta Jesucristo. Una vez vistas 
mis pruebas y soluciones conforme á mi nuevo sistema de in- 
vestigaciones eronológicas, ó sean las reglas que esta Socie- 
dad conoce, y que hace siete años publicó en sus Memorias, 
comprobando cada día más, la facilidad, brevedad y precisión 


para resolver cualquier problema, aún en disz segundos de mi- 


nuto, ya después vosotros formaréis vuestras concluisones. 
Nota primera.—En mi tratadito de “Breves reglas de Bro- 
matología práctica,” página 30 dije: “De paso diré que en el 
curso de veintiocho años que forman el ciclo solar, sucede que 
al cabo de los cinco, de los seis, de los once y luego otra vez de 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLOGÍA. 18] 


los seis años, el 1? de Enero comienza en igual día de la se- 
mana. 

Ciertamente: No es nevesario esforzarse uno para probar 
esta verdad. 

El año de 1901 comenzó en martes, después de seis años 
el 1907 comenzó en martes y así el 1918 y el 1924. De suerte 
que, en un período de 28 años, cuatro veces comienza Enero 
en igual día de la semana, y 14 6 15 en un siglo, (véase el cua- 
dro cronológico). Todos los años que están en un sector, co- 
mienzan en igual día, en el curso de un siglo. 

Algunos cronologistas afirman que solo cada 28 años se 
verifica esta coincidencia. Mendoza y Romero en su obra in- 
titulada “Cronología Universal” pág. 59 dicen: “Cielo solar ó 
terrestre es un período de 28 años, al cabo de los cuales el año 
comienza por los mismos días.” 

El padre Cappelletti en su “Tratado Elemental de Cosmo- 
grafía” pág. 136, dice: “El ciclo solar actualmente viene á 
constar de cuatro veces el período de los Hebreos, á saber, de 
28 años, es decir, que si antes, al cabo de siete años empeza- 
ba Enero por el mismo día, ahora sucede esto solo después de 
28 años.” 

Nota segunda: Frente á la pág. 34 do las breves reglas es- 
tá una tabla llamada de las eras, estableciendo gráficamente 
la diferencia exacta de la Era verdadera y la vulgar. Por lo 
tanto, probaré la necesidad que hay de expresar en cual de las 
dos está basada la solución de un problema, que se relacione 
con ellas; sin esta distinción resultaría ambigua y quizá con- 
tradictoria. 

Nota tercera.—Ibidem. pág. 59, dije: “710 años antes de la 
creación, se comenzó á contar el Período Juliano y por consi- 
guiente Jesucristo nació el 4710 del mismo Período Juliano.” 

Nota cuarta.—Ibidem. pág. 41, dice: Podemos inferir que el 
día primero del mundo fué Domingo. 


182 C. R. ORNELAS. 


Nota quinta.—Solución del problema del año en que murió 
Alejandro el Grande. 

Nota sexta.-—En el mismo tratado antes citado pág. 33 dije: 
“Tercero: que del nacimiento del Salvador, al principio de la 
Era vulgar solo hay cuatro años de diferencia ó sean tres años 
intermedios. 

Probaré que para el cómputo de los tiemvos y la solución 
de problemas que se refieren á antes del nacimiento de Cristo 
se deben contar cuatro años de diferencia, y desde el primer 
año de la Era vulgar, solo deben contarse tres. 

La solución de este problema será la llave para la solución 
de los contenidos en las cuatro notas anteriores, quedando 
desvanecidas todas las dificultades que treen consigo. 

Fijémonos bien y planteemos el problema: 

Si cuatro años son de diferencia de la Era Cristiana, con 
el error de Dionisio “el pequeño” ó sea con la Era vulgar, ¿Des- 
de este primer año se deben contar los mismos cuatro años? 
No señores, cualquiera que fuese el número de años del error, 
se debe contar un año menos. Una sola unidad es bastante 
para traer en continua coutradicción á los cronologistas, de 
donde resulta muchas veces que la oscuridad de la cronología 
depende del artificio deuna mala computación. Por consiguien- 
te si cuatro años son los del error en la Era vulgar, se deben 
contar solo tres. 

Pruébese: Según la cronología sagrada, Jesucristo nació 
el año cuatro mil del mundo, habiendo eomenzado “el Exiguo” 
á contar, cuatro años después, así es que el 4004 lo contó por 
1* de la Era vulgar, y solo quedaron sin contar el 4001, el 
4002 y el 4003; pues si contamos al 4004 por 1* de la Era vul- 
gar y 4? del error, resulta contado dos veces, flotando por de 
cirlo así, en la superficie de todos los problemas, una unidad 
que impide el acuerdo y la uniformidad de los cronólogos en 
la solución de ciertos problemas. 

El año 1” de la Era vulgar propiamente hablando, es el 4? 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLOGÍA, 183 


de la Era verdadera, y si al 1% de la Era vulgar le agrega: 
mos 4 años como pretenden los eronologistas, resulta ser el 5” 
de la Era verdadera y no el cuarto. De otro modo, decimos: 
1+3=4, los mismos de diferencia y solo contados tres. 

Dije “propiamente hablando” porque el año 4000 fué el que 
se contó por 1? de la Era verdadera, pero del cuatro mil al 
cuatro mil uno, se cuenta un año solo, pues si contamos 4000 
por 1? de la Era verdadera, en todo caso quedarían solo 3999 
años antes de Cristo y no 4000 y entonees sí eran cino años 
los del error y se contarían 4 años, pero sería no darles á los 
años el lugar que les corresponde, y entrañarían serias difi- 
cultades. 


EJEMPLO. 


Era verdadera 1% año 4000 (de la Cración), último del siglo. 


5% 5 29 Ey. E0UL z ide > 

Ñ + 3 4 4002 a 20 Ñ 
E AS 42 ,, 4003 > 3o 41 

es $ da TOD e 40 del error y 1* 


de la Era vulgar. 


En una palabra, en orden progresivo de los siglos, el 4901 
fué el 1? de la Era verdadera y entonces el 1% de la Era val- 
gar fué el 4004, enarto del siglo, En:orden al nacimiento de 
Jesucristo, el 4000 fué el primero de la Era verdadera y el 5 
fué el 1* de la Era vulgar como se ve en el ejemplo anterior. 

Pero de todas maneras, solo quedaron sin contar tres uni- 
dades del 1? al 32 6 del segundo al cuarto años. 

Luego si al principio de la Era vulgar decimos: 143=4, 
así debemos contar siempre 19024+3=1905. 18464 3=1849, 
19074 3=1910. 

Bergnier en su Diccionario Teológico dice: “Esto además 
de lo que se acaba de leer, es pues lo que adelanta 4 años en 


184 C. R, ORNELS. 


la Era vulgar: de suerte que en vez de decir ahora 1846 que 
se cuentan según la Era vulgar ó común deberemos contar 
1850 desde la verdadera época del nacimiento.” Esto según 
hemos visto, no es exacto. 

Otra demostración de que solo 3 años deben contarse. Al 
año 4004 le correspondió el A? número 2 por haberse comen- 
zado á usar un año antes, por consiguiente, si decimos: 1907 + 
1=1908=19=8, Este es el áureo número del presente año. 

Ahora, me supongo que todos los cronologistas están de 
acuerdo en la data que he visto en el calendario de Galván, de 
que el presente añe de 1907 es el 6620 del Período Juliano por 
que 6,620 divididos por 19 nos dan el mismo áureo número 8. 

Los 6620 se componen de 710 del Período Juliano antes 
de la creación, 4000 antes de Jesucristo, 3 años del error, y 
19074+4000+-34+710=6620. 

Claro es, que si á 1907 aumentamos 4 y no 3, resulta una 
unidad más en el áureo número y no el 8 que es el propio 
de este año. 

Aunque de aquí se podría objetar lo signiente: que siendo 
709 años del Período Juliano de antes de la creación y no 710 
daría igual resultado aumentando 4 años del error y no daría 
el mismo áureo número 8. Esto querría decir, ó que el error 
habría sido de 5 años y por eso se contaban 4 años, ó que el 
Período Juliano comenzó á contarse 709 años antes de la crea- 
ción. Y no puede ser ni lo primero ni lo segundo. Porque se- 
gún el texto sagrado del Génesis, se desprende como antes he 
dicho, que el primer día del mundo fué Domingo, y en la ma- 
yor parte de los pueblos reconocen este día como el primero, 
en orden á los siete días que componen la semana; y poniendo 
el Domingo como el primer día de los 4000 años de la Crea- 
ción resulta esta solución conforme con el Período Juliano ó 
sea con la ciencia, 

Luego si decimos que el Período Juliano comenzó 709 años 
antes de la creación y no 710, resulta, que el 4710 comenzó en 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLOGÍA. 185 


Sábado y no en Domingo, y el séptimo día habría sido viernes 
y no sábado, lo cual no está conforme con la ciencia como ve- 
remos en seguida. Además: está probado que el áureo núme- 
ro 8 le tocó al primer año de los 4000 antes de Cristo y para 
saber cual es el del presente año, tenemos que aumentar 7 uni- 
dades y así 59074+3+7=5917=19=53, el mismo A? n? y si 
aumentamos una unidad más, no da la solución. 

Nota séptima.—Vamos á ver si científicamente hablando, 
el período de años que llevamos contados desde la creación co- 
menzaron en Domingo. 

Creo probado que en la Era vulgar no podemos contar más 
de 3 años del error de Dionisio: por lo tanto del principio del 
mundo á esta fecha son 5909 años, hasta el día 31 de Diciem- 
bre de 1906. 

Si nos ponemos á computar el número de días de los 4000 
años de la creación y los 1907 de la Era vulgar con los 3 años 
del error de Dionisio, ateniéndonos á lo que refiere la Historia 
y según el modo de contar de los pueblos antiguos, no acaba- 
ríamos nunca. Pero una vez que por medio dei Período Ju- 
liano hemos alcanzado á saber que estamos en el año 6520, es- 
tos años deben estar completos con el número de días que les 
corresponde, según el orden establecido por Dios y el conoci- 
miento que la ciencia nos proporciona; según esto, computa- 
remos los días que componen 4003 de la creación, un año an- 
tes de la Era vulgar, según la ciencia en conformidad con la 
Historia. Pues una es la ciencia cronológica y otra es la His- 
toria: ésta nos da fechas históricas únicamente y la cronología 
las preceptúa y ordena. Mas como el mejor modo de contar 
los años según la cienaia es ajustado al Calendario Gregoria 
no que es hasta hoy lo más perfecto que está en uso y confor- 
al Período Juliano, así contaremos. 

En la pág. 63 de “Breves reglas, etc.,” dejó asentado que 
el Período Juliano comenzó en Lunes, según esto computare- 
mos las días de 710 años del Período Juliano antes de la crea- 


» 


186 C. R. ORNBLAS. 


== de — 


ción, multiplicando 710 por 365 días que tiene el año. Ahora, 
como en el Calendario Gregoriano, cada 400 años el último es 
bisiesto, resulta que en 7 siglos, 6 tienen 24 días bisiestos y 
solo uno tiene 25, más dos días de los dos años bisiestos de 
los 4? y 8% de los 10 más de los 700. Así decimos: 710 X36= 
259,150. Ahora, seis siglos por 24. 6<24—144, más los 25 del 
siglo cuarto, más los dos del 4” y del 8” años, 259,150+144+ 
25 + 2=259,321 --7=3,745 semanas y */,. 

Es decir, como el 710 años antes de la creación comenzó 
en Lunes, desde este día debe contarse la semana hasta el Do- 
mingo, por eso es que dividida la cantidad por siete días da 
el número de semanas y */, ó sean 6 días más, que contados 
desde Lunes, el sexto es Sábado, último día de los 710 años an- 
tes de la creación. Luego otro día, 1? de los 4000 antes de Cris- 
to, fué Domingo. 

De la misma manera computaremos los 4000 años de la 
ercación hasta Jesucristo más los tres años antes de la Era 
vulgar que comenzó en sábado; así es que el último día de los 
4003 años del mundo fué viernes. 

Haremos el cómputo 4003X365 =1.461,095. Ahorá 40 si- 
glos entre 4=104+25=250 días bisiestos de 10 siglos bisiestos 
más 30 de 24 días bisiestos, 30X24=720 y 1 día bisiesto del año 
4003 para que el 4007 que fué el 4” de la Era vulgar le corres- 
pondiera ser bisiesto, y otro día que se forma en el curso de 
3600 años. Por lo tanto: 1.461,095 + 250 +720+2=1.461,067 
días de 4003 años. Ahora, 1.461,067=7=28,623 semanas y */; 
ó sean 6 días. Como los 4,003 comenzaron en Domingo debe 
contarse la semana desde Domingo, Lunes, Martes, Miércoles, 
Jueves y Viernes; seis días; el viernes fué el último de los 4003 
años del mundo, otro día Sábado, fué el 1? de Enero del pri- 
mer año de la Era vulgar, 4” del error. Consúltense las “Bre- 
ves reglas,” pág. 31 y todos los cronólogos están conformes 
en que Sábado fué el 1? (de Enero) de la Era vulgar. 


y AS —, 
a - 


NoTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLQGÍA. 187 


Hagamos igual ensayo con los 1906 años que se cuentan 
hasta el 31 de Diciembre del presente año. 

Antes diré que el calendario que nos rige tiene un día de 
diferencia con el Calendario Gregoriano, si nos hubiera regi- 
do al menos desde Jesucristo, por ejemplo, al año de uno de 
este siglo le correspondía haber sido 1? de Enero, lunes y no 
martes. Véase la tabla milenaria Gregoriana en las “Breves 
reglas,” por ejemplo en la segunda columna de las dominica- 
les en la línea horizontal 901 su dominical es G. y debía haber 
comenzado en lunes. Este mismo día debía haber sido el 1? 
del presenté siglo. 

Y respecto de este Calendario Gregoriano, con el cómpu- 
to que hago, hay de diferencia no uno sino dos días; así es que 
resulta ser día último de Diciembre del año de 1906, no lunes 
ni domingo, sino sábado. Por lo tanto en mi cómputo respecto 
del día en que comenzó 1901, hay dos días de diferencia, y res- 
pecto del día en que debiera de comenzar hay un día; después 
de hecho mi cómputce daré la razón de esta diferencia. 

Así y en todo conforme. saldrá el cómputo de días de 1906 
años; 19 siglos divididos por 4 son cuatro bisiestos. 4X25= 
100. Ahora 15X<25=360. Ahora 1906X365=696,150+1 día 
bisiesto del 4* año de este siglo son 697,151 días=-7= 9945 se- 
manas y un día. Como el 1* de la Era vulgar fué sábado con- 
taremos la semana de sábado á- viernes, luego, si resulta un 
día más le corresponde al sábado ó lo que es lo mismo, día úl- 
timo de Diciembre de 1906 en lugar de lunes que fué. Esta 
diferencia de dos días es la prueba de la exactitud de mi cóm- 
puto, como y según las razones que expondré en seguida, del 
porqué de esta diferencia. 

Es bien sabido que en la corrección Juliana, suponiendo 
que haya sido el 3960, como opinan algunos. Sosígenes, fijó el 
Equinoccio de Primavera el 25 de Marzo. Desde entonces co- 
menzó á regir el Calendario Juliano. 

También es cierto que los padres del Concilio de Nicea 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908), —25. 


AA 


188 í C. R. ORNELAS. 


fijaron el Equinoccio el 21 de Marzo desde el año de 325 de la 
Era vulgar. 

Cierta es también la diferencia de este Calendario con el 
Gregoriano, ó lo que aquel se atrasa. Por consiguiente, con 
bastante razón de la corrección Juliana al Concilio de Nicea 
había ya un atraso de consideración, pues según esto, supone 
muchos antes la corrección Juliana; pero haciendo á un lado 
esta cuestión, sabido es que, en 2,000 años hay de atraso en 
el Calendario Juliano 15 días ó cerca de 3 en 400 años. De la 
corrección Juliana al Concilio de Nicea habían transcurrido 
cerca de 400, había ya dos días y horas de diferencia. 

Ahora del Concilio, 325 al 1582 habían transcurrido 1250 
años y por lo tanto, respecto del Equinoccio había 10 días de 
diferencia y como el único punto de divisa que tuvo la Iglesia 
fué fijar el Equinoccio en 21 de Marzo, solo se descontaron 10 
días, pero respecto del Calendário había 12 y no 10: pues es- 
tamos en el último siglo de los 2,000 de la Corrección Juliana 
y solo tenemos trece días de diferencia ¿dónde están los otros 
dos días? Los tiene aun el Calendario Juliano. 

Así es que, si en lugar de contar el viernes 5 de Octubre 
de 1582 por 15 se hubiera contado por 17 entonces, el sábado 
29 de Diciembre de 1900 y del 1906, hubiera sido 31 y no 29, 
ó lo que es igual el 1 de Enero de 1901 y 1907 hubiera sido 
domingo conforme al Calendario Gregoriano, y no martes co- 
mo lo fueron dichas fechas. 

Entonces el Equinoccio hubiera quedado fijo el 23, sería 
el mismo día pero contado por 23 en lugar de 21; pero es jus- 
tamente 23. De tal suerte que hoy, día 2 de Septiembre debe- 
ría ser 4 del mismo, descontados esos dos días. 

Esta es la razón porque mi cómputo da el resultado ya co- 
nocido. 

Ahora, sumemos los tres cómputos de 710 años, el de los 
4,003 y de los 1906, ó sea el número de días que los compusie- 


RANAS 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLOGÍA. 189 


ron, según la ciencia: 259,321+1.462,066+-696,151 =2.417,538 
días en 6620 años del Período Juliano. 

El Calendario de Galván pone 2.417,567—2.417,538=39 
días de diferencia. 

He aquí un cómputo tomado no solo de la Historia sino 
de la ciencia, y que está en el más perfecto acuerdo con la - 
misma Historia. | 

Luego el primer día de los 4,000 antes de Jesucristo fué 
domingo. 

Luego según este cómputo es más probable que de las Sa- 
gradas Escrituras se desprenda una cronología perfecta, que 
el que haya discontinuidad en las listas genealógicas, y fal- 
ta de fechas numéricas. 

Nota octava.—¡En qué año del Período Juliano, á los cuán- 
tos de la creacion y cuántos años antes de Cristo murio Ale- 
jandro el Grande? 

Según todo lo dicho hay que expresar con claridad si la 
solución del problema en el tercer punto se refiere al nacimien- 
to de Cristo ó al primer año de la era vulgar. 

O de otra manera: queda demostrado que hay Era verda- 
dera y Era vulgar, con 4 años de diferencia una de otra, y 
cuando se dice antes de Uristo, yo entiendo, antes de su na- 
cimiento ó sea de la Era verdadera y no antes de la Era vnl- 
gar. 

César Cantú en su “Historia Universal,” tomo 7%, pág 8 
dice: —Que el primer año de la Era vulgar fué el 4.714 del 
Período Juliano;” y este año según el mismo autor, corres 
ponde al 776 de la primera Olimpiada. Luego 4 años antes, el 
4,710 del Período Juliano fué el 772 de la primera Olimpiada 
ó sea el 4,000 del mundo. 

Por lo tanto, si Jesucristo nació el 4* año de la 193 Olim- 
piada, multiplicadas por 4 decimos: 193 X4="772años. Además 
los exonologistas é historiadores están de acuerdo en que Ale- 


190 C. R. ORNELAS, 


jandro el Grande murió el año 4390 del período Juliano, que 
fué el 1* de la 114 Olimpiada, que multiplicando 113X4 =452. 

Admitidos estos puntos de apoyo, pasaremos á resolver 
el problema, de cuántos años antes de la Era verdadera, y cuán- 
tos antes de la vulgar murió Alejandro. 

Si Jesucristo nació el 4710 del Período Juliano, que co- 
rresponde á los 4000 del mundo y á los 772 de la primera Olim- 
piada, decimos: 4710—772=3938. A esta cantidad agregamos 
los 452 de las 113 olimpiadas, 39384+-452=4390. Ahora resta- 
mos de 4710—4390=320. Luego murió Alejandro á los 4390 
del Período Juliano, á los 452 años de la primera olimpiada y 
á los 320 autes de Cristo, de su nacimiento ó sea de la Era 
verdadera. 

Ahoraresolveremos el mismo probleima según la Era vulgar: 
Como hay 4 años de diferencia de un: á otra Era ya no deci- 
mos 4710 sino 4714, ni 772 sino 776. +714—776=39384-452 
=4390 del Período Juliano. Pero ahora decimos: 4714—-4390 
—324 años antes de la Era vulgar y no antes de Cristo. Lme- 
go Alejandro el Grande murió el 320 antes de la Era verdade- 
ra y 324 antes de la Era vulgar. 

Cesar Cantú. “Historia Universal, tomo 7* pág. 8* resuel- 
ve así el problema: 

“El primer año de la Era vulgar fué el 4714 del Período 
Juliano: por consgiuiente, si se nos dice que la 1* Olimpiada co 
rresponde al año 776 antes de Cristo, restando 776 de 4714 se 
tendrá el año 3938 del Período Juliano. Divídanse sucesiva- 
mente, 3938-19, por 28 y 15, resnltará que en dicho año habrán 
sido 5 el ciclo lunar, 18 el ciclo solar y 8 la indicción: Ale- 
jandro murió en el año 1? de la 114 Olimpiada, ó el 113x4= 
452 después de la primera Olimpiada; á lo que corresponde con 
el Período Juliano 3938 4+-452=4390. Para referirse á la Era 
vulgar, se resta 4390 de 4714, y se halla que la muerte de Ale- 
jaudro ocurrió en el año 324 antes de la Era Cristiana.” 

Nota novena.—Resueltas todas las dificultades anteriores 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLOGÍA, 191 


tenemos ya un campo bastante amplio para resolver un pro- 
blema de palpitante importancia y seriamente debatido por 
los historiadores y los cronologistas y es en qué fecha murió 
Jesucristo. 

Ya en mis “Breves reglas,” pág. 62 dejé suscintamente 
comprobado, que Jesucristo murió el viernes 19 de Marzo del 
año 34 de la Era vulgar y la Pascua ó Resurrección fué el Do- 
mingo 21 del mismo. 

Según el método de Gauss, el Padre Cappelletti resuelve 
que la Resurección se verificó el domingo 28 del mismo, así es 
que 7 días antes fué domingo ó sea el 21. No cabe duda que 
lo fué también según mis reglas y mi cuadro cronológico. 

Expuse la razón de que el plenilunio marcial se verificó 
el jueves 18 de aquel mes y año dichos, de conformidad con el 
texto sagrado" 

Y ahora mi propósito es ampliar y confirmar mis pruebas 
y mi resolución. 

Veremos, no según la ciencia astronómica (porque no soy 
astrónomo), sino por medio de los ciclos y período que la «ro- 
nología pone nuestras manos, como la regla ó norte más segu- 
ros que hasta hoy conocemos; que el plenilunio de la luna de 
Marzo del año 34 de la Era vulgar, 78 de Julio César, 4747 del 
Período Juliano, fué el jueves 18 de Marzo, puesto que la epac- 
ta nos da la edad de la luna, 

Y ahora vengo á probar que XXVI fué la epacta del año 
34 de la Era vulgar. 

Demos principio: si no con una precisión astronómica, pe- 
ro sí es cierto que la epacta de cualquier año, nos da la edad 
de la luna. 

Admitida esta verdad, es cierto que multiplicando el cielo 
solar 28, por el cielo lunar 19, resulta la cantidad de 532 años, 
y aunque no se quiera, al cielo solar corresponden los siete 
días de la semana en combinación con las letras dominicales; 
así como el ciclo lunar está en íntima correspondencia con 


192 C. R. ORNELAS. 


el cielo epactal, de tal suerte que después de 532 años, coin- 
ciden el mismo aureo número, la misma epacta, cielo solar, la 
misma dominical y principia el año en igual día de la semana. 

Este ciclo de 532 años, después, he visto que fué el mismo 
que inventó Victorio Aquitano, y aunque se ha tenido por im- 
perfecto, pues que Dionisio el Exiguo quizo perfeccionarlo po- 
niéndolo de 533 años. (Asílo dice el P. J. Gomar. Diccionario 
de Ciencias Eclesiásticas, Tomo 8, pag. 58). Sin embargo, en 
mis demostraciones se verá que coinciden perfectamente to- 
dos los ciclos que he citado con los días de la semana. Aunque 
después de la Corrección Gregoriana se tienen que descon- 
tar ó más bien aumentar á las epactas, los días de diferencia 
que hay con el Calendario Juliano, habiendo sin embargo al- 
gunas veces, diferencia de 2 unidades. 

Pues bien: la prueba de que la epacta del año 34, en cues- 
tión, fué XXVI, su aureo número 16, su ciclo solar 15, sn le- 
tra dominical € y comenzó en viernes; es que después de cada 
período de 532 años, se ha venido verificando el mismo fenó- 
meno cronológico. Así es que, año 344-532 =566: busquemos 
el aureo número, Como este se comenzó á usar un año antes 
de la Era vulgar, decimos: 5664+1=567<19= 16. El aureonú- 
mero 16 en el Calendario Juliano, corresponde siempre á la 
epacta XXVI; luego fué la misma. El cielo solar se comen- 
76 Y años antes de la misma Era, y decimos: 566+4+9=575 
+28=15. En las “Breves reglas de Cronología” pág, 32 cons- 
ta que la dominical del año 501 de la Era vulgar fué G. la sép- 
tima de las comparativas; más, como. en el presente siglo la ci- 
fra 66 se encuentra en el sector núm. 6 letra B. y la séptima 
de las dominicales de este sector es €. luego fué la misma del 
año 34, y comeuzó en viernes y el 19 de Marzo fué también 
viernes y la epacta nos da el pleniluvio en el mismo día. 

Siguiendo este procedimiento, en los siguientes períodos 
se verá igual resultado, aumentando 532 así: 5664-532=1098 
4+532=16304+532=2162. lin este año descontando los días 


NOTAS Á LAS REGLAS DE CRONOLOGÍA. 193 


de diferencia del Calendario Juliano se encuentra el mismo 
día viernes y la misma letra dominical, aunque en la epacta á 
pesar de aumentar los días de diferencia resultan dos unida- 
des más. 

Todo lo dicho viene á probar en mi concepto aue la epac- 
ta del año 34 fué XXVI y que si hay que creer en este ci- 
elo, con el aureo námero, que están conformes con el Período 
Juliano, hay que concluir que esta epacta nos da con una 
exactitud cronológica la edad de la luna en el año 34 de la Era 
vulgar, y entonces es cierto que el plenilunio de Marzo fué el 
jueves 18, luego la Resurrección fué el 21 del mismo. Por lo 
tanto, cualquiera otra fecha en que se quiera colocar la muer- 
te del Salvador se tendría primero que probar, que el jueves 
víspera de su pasión fué el plenilunio de Marzo. 

De todas las demostraciones expuestas podemos formar 
las siguientes conclusiones: 

Primera.—Que no son los problemas difíciles ni sus solu- 
ciones los que impiden la vida y el desarrollo de las ciencias 
eronológicas, sino algunos puntos que necesitan aclararse, de 
la cronología misma. 

Segunda.—Que no solo cada 28 años sino 4 veces en este 
período y 14 ó 15 en 100 años, el mes de Enero comienza en 
igual día de la semana. 

Tercera.—Que el Período Juliano se debe contar 710 años 
antes de la creación y que, por lo tanto, Jesucristo nació el 
año 4710 del Período Juliano y 4714 fué el 1? de la Era vul- 
gar, y el 776 de la 1* Olimpiada. 

Cuarta.—La necesidad que hay de distinguir la Era vulgar 
de la verdadera en la solución de los problemas. 

Por lo cual, Alejandro el Grande murió 24 años antes de la 
Era vulgar y 20 antes de Cristo. : 

Quinta.—Que siendo 4 años del error de Dionisio el peque- 
ño en la solución de problemas y cómputos de los tiempos, 


¿E 


194 C. R. ORNELA8.—NOTAS8 Á LAS REGLAS DE CRONOLOGIA. 


desde el primer año de la Era vulgar se deben contar solo 3 
y no 4 años. 

Sexta.—Que el día 1? de los 4000 años antes de Jesucris- 
to fué domingo. 

Séptima.—Que según mis reglas, mis ensayos y mis demos- 
traciones, resulta que Jesucristo murió el viernes 19 de Mar- 
zo del año 34 de la Era vulgar; 37 de la Era verdadera; el 
4747 del Período Juliano y 78 de la Corrección del Calendario 
Juliano. 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 26. 


NUEVA TEORIA ESTATICA DE LAS CONSTRUCCIONES: 


“De los momentos vírtuales,”” y sistema de construcciones 
en Cemento Armado ““El Fénix.”” 


POR EL INGENIERO 


RAFAEL MALLÉN. 


I.—PRELIMINARES. 


1.—Como una consecuencia de la ley del progreso que nos 
ha impuesto la Naturaleza, no podemos irnos acercando á la 
verdad absoluta en nada, sino muy poco á poco, y creyendo 
sin embargo á cada paso dado haberla alcanzado ya; y de don- 
de resulta que la negación de una teoría lejos de ser un golpe 
infamante á sus autores es, por todo lo contrario, su verlade- 
ra glorificación, puesto que ello significa que se rinde culto á 
su talento, cuidando de que sus frutos no se atrofien. Casi to- 
da la física de Newton ha sido reformada; y sin embargo, 
Newton sigue siendo el mismo. 

2.—Venimos pues ahora á delatar como errónea á la teo- 
ría del “Eje Neutro” en la Estática de las Construcciones, ante 
la autoridad científica más prestigiada de nuestra Patria, ante 
la Sociedad Científica “Antonio Alzate,” y á la cual tuvimos 
antes el honor de pertenecer, habiéndola dejado por haber sa- 
lido largo tiempo del País; pues no hay tal eje neutro, y por 
lo tanto, esa teoría, como todas, solo ha sido un paso á otras 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908) —26. 


196 RAFAEL MALLÉN. 


superiores, y cumplida su misión debe ya pasar á la historia, 
con todos los honores con que van pasando á ella todos nues- 
tros ideales de transición. 

3.—Peéro como si bien nada es más fácil que decir lo que 
otros dicen, y por lo cual abundan tanto ya los autores de re- 
producción que se empieza á necesitar la selección en las bi- 
bliotecas, lo difícil es hallar verdades nuevas, aunque adquiri- 
dos los principios que exponemos uno á uno y prácticamente en 
una serie de evoluciones, como puede verse por nuestros fo- 
lletos anteriores, es probable que al reunirlos para formar al 
fin una nueva teoría lógica, coherente y sólida, cometamos al. 
gunos errores; y para ellos pedimos la indulgencia de los pe- 
ritos, y aun su cooperación para corregirlos si se acepta en ge- 
neral lo que se propone. 


II.—SOBRE El EJE NEUTRO. 


4.—El carácter distintivo de la verdad es la sencillez, por- 
que ella no necesita que se le testifique, bastándole su simple 
exposición al talento para que la acepte; y en consecuencia, he 
aquí la fácil explicación de la no existencia del eje neutro: 


Figura 1. 


5.—Si contra dos muros a y b, fig. 1, empotramos una 
viga a b, el eje neutro será ec, según la teoría que rebatimos, 
y descargada la viga e e será una línea recta, ó al menos sen- 
siblemente recta, si la viga es corta. Pero si á esa viga pone- 
mos sobre el centro una carga P, fig. 2, tomará la forma allí 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 197 


es 


indicada y e e” ya no será una línea recta, sino la línea curva 
e, €; y entonces la Geometría nos dice: ee, >eed Ó sea: No 
hay tal capa de fibras invariables; ni, en consecuencia, tal eje 
neutro, 


6.—Sin embargo, mucho se acerca á la verdad la teoría 
del eje neutro, y por eso ha sido suficiente hasta la fecha; pe- 
ro como con el mayor progreso vienen mayores exigencias y 
para satisfacerlas mejor, más próximas á lo absoluto han de 
ser nuestras verdades, puesto que la perfección es el objetivo 
haci el cual marcha la humanidad, resulta que tal teoría ya 
no basta por dos razones de suma importancia: 

11—La Economía Política protesta ya contra los excesivos 
coeficientes de seguridad en las construcciones, porque dar 
2,3,4,5 y hasta 10 veces los espesores calculados, y para 
estar seguros de la resistencia, es gastar 2, 3, 4, 5 y hasta 10 
veces más de lo estrictamente necesario; y no podremos satis- 
facer á la Economía Política reduciendo el coeficiente de se- 
guridad á un mínimun, sino cuando conozcamos la verdad 
á un máximun. 

22—Y la otra razón es, la de que urgidos por las necesi- 
dades del progreso, nos vamos atreviendo á construír con nue- 
vos materiales, y algunos de ellos, como el cemento y el vidrio, 
tan diferentes de la madera y el fierro y desempeñando no 
obstante sus mismas funciones algunas veces, que cada vez 


198 RAFAEL MALLÉN. 


se hace más necesario conocer la verdad lo más exactamen- 
te posible, para aplicar bien á cada caso y material su fórmu- 
la especial. 

7.—Aún no se ha generalizado una estática especial para 
el cemento armado, y deducida de la general, como era de es- 
perarse; y esto, sobre estarlo deteniendo en su progreso y no 
obstante ser el sistema del porvenir, por el próximo agotamien- 
to del fierro, está indicando precisamente la existencia de al- 
gún vicio en la Estática General de las Construcciones: Y es- 
te vicio no es otro, que el de la errónea y seductora concep- 
ción del eje neutro; porque si fuera exacta, lo repetimos, al 
generalizarla para los concretos, sus indicaciones serían co- 
rrectas. 


111. —TEORÍA DE LOS “MOMENTOS VIRTUALES.” 


8.—En sustitución á la teoría del eje neutro, proponemos 
pues la de los “momentos virtuales;” y la cual pasamos á ex- 
poner: 

9,—Si en un muro A, 
fig. 3, empotramos una 
pieza a e, y que por alio- 
ra y por sencillez supon- 
dremos de sección rectan- 
gular, y si la cargamos 
con el peso P, en el extre- 
mo, resultará: 

1*— Que las molécu- 
las, “no las fibras,” cerca 
de a, trabajarán por trac- 
ción. 


Fig. 3. 
2%—(Que las próximas á a”, lo harán por compresión. 
3"—Que si ceden las de a, la viga caerá girando sobre a. 
4—Que si ceden las de a” la viga caerá girando sobre a. 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 199 


5'—Que e e”, será no el “eje neutro,” sino el de “transi- 
ción,” entre los esfuerzos por tracción y por compresión; y cu- 
yo eje de transición hasta hoy llamado de las fibras invaria- 
bles, y hasta hoy también indiferente casi de llevarse en cuen- 
ta con la madera y el fierro, en el cemento armado tiene una 
importancia capital, como lo vamos á ver. 

6"—Que ese eje ó “plano de transición,” dividirá á la see- 
ción de superficie S del sólido en dos complementarias: s, pa- 
ra trabajar á la tracción; y s', á la compresión. 

719—Que si s y s' tienen sus centros de tensión, por ejem- 
plo, en o y 0' al principio de una carga P, al aumentar ésta, y 
existiendo la compresibilidad de la materia, ésta se comprime 
de a' á e/', avanzando e,” hácia ee”, hasta llegar allí á la ruptu- 
ra, y que así, 0” es el centro de los momentos en la compre- 
sión; pasando cosa semejante en la tracción, cuyo centro de 
los momentos es 0, para que trabaje la compresión. 

8—Que si son k y k' las resistencias de la materia á la 
tracción y compresión, como promedios geométricos para to- 
da la sección en s y s' y aplicados esos promedios en o y o”, 
las resistencias de estas secciones serán s k y s' k', respecti- 
vamente á la tracción y compresión directas ó según e e”. 

92—(Que en tal virtud, y si h y h' son los brazos de palan- 
ca, con los centros de.rotación en o y 0”, skhys' k! 1 serán los 
“momentos virtuales,” ó aparentemente de resistencia exis- 
tiendo el fenómeno de la elasticidad de la materia, y que, co- 
mo veremos más tarde, modifica esta primera expresión de los 


» 


momentos; y que se debería de tener en fin, para el equilibrio, 


SA == RE E je 


si la elasticidad referida no existiera. 

10.—Que existiendo la elasticidad, la extensión y compre- 
sión van avanzando de e, y e”, hacia el plano de transición e e”; 
y al reunirse e, y e allí, en ee, aparecerá el fenómeno del ex- 


200 RAFAEL MALLÉN. 


trujamiento, arrastrando en direcciones opuestas á las seccio- 
nes de compresión y de tracción. 

11—Y en fin, que en ese “momento crítico,” todo el sóli- 
do habrá entrado en tensión; y que, en consecuencia, e el será 
el eje de todo el sistema de las fuerzas en juego, y sobre ello se 
deben de establecer para las resistencias de s y s' las ecuacio- 
nes condicionales del equilibrio contra P. Con un el plano de 
transición; pero no fijo como se supone al eje neutro, sino va- 
riable con las cargas, y con los coeficientes, “no solo de re- 
sistencias á la tracción y compresión, sino también de aleja- 
miento y compenetración de las moléculas.” 

12.—Como una transición de la teoría del eje nentro, ésta 
la recuerda; pero con estás diferencias radicales: 

17—En la teoría del eje neutro, como inspirada en lo anti- 
guo por el estudio sobre piezas de madera, como lo indica el 
empleo de la palabra “fibras,” se supone que hay fibras for- 
mando el sólido, y dispuestas á lo largo de su longitud como 
en líneas contínuas de tensión, independientes unas de otras 
lateralmente, no influenciándose á sus costados ni siquiera 
por el fenómeno del frotamiento; y en esta de los momentos 
virtuales, como revelada por el cemento se admiten moléenlas 
yuxtapuestas por su recíproca atracción en todos sentidos. La 
nueva teoría está pues más de acuerdo con la constitución po- 
sitiva de la materia; y en consecuencia, aceptada y desarrolla 
da debidamente, se marchará á la unidad científica, más fácil- 
mente con ella que con la del eje neutro. 

2:—En la teoría del eje neutro, y de longitud invariable 
este, sobre él está el centro de los momentos de resistencia de 
la sección; y en la de los momentos virtuales, el equilibrio de 
estos momentos se establece fuera del eje de transición, por 
ser variable con las cargas, y aseendiendo al extradés; y se es- 
tablece la ecuación condicional, en la posición inicial del eje, ó 
supuesta sin sobrecarga anormal la pieza. 

3"—En la teoría del eje neutro, se supone, y se supone ló- 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 201 


gicamente dada la hipótesis de la constitución del sólido por 
líneas de tensión, que las fibras en ese plano del eje neutro 
colocadás, no trabajan al flexionarse la pieza; en la de los mo- 
mentos virtuales, aún diremos que negamos tal neutralidad 
de la materia al trabajo allí, en el llamado eje neutro, sino que 
también trabaja, haciéndolo por el fenómeno llamado de “es- 
trujamiento:” Pues las secciones de tracción y compresión 
tienden á resbalar la una sobre la otra en direcciones opues- 
tas, y precisamente sobre ese plano, y lo cual, no obstante no 
llevarse hasta hoy en cuenta, para el fierro y la madera, tiene 
en el cemento armado una importancia suma. 

4” y última; y la más importante: En la teoría del eje neu- 
tro, nos conformamos con que la suma de los momentos de re- 
sistencia de las secciones por tracción y compresión, haga equi- 
librio al momento flexionante de la carga, sin preocuparnos 
gran cosa de que tales momentos se hagan ó no equilibrio recí- 
proco; y en la de los momentos virtuales, tal equilibrio recípro- 
co es una condición esencial á la resistencia, suponiendo en la 
ecuación condicional para él, que bajo la carga P, fig. 3, los 
efectos de la tracción y compresión que llegan hasta e” y e, 
vienen á reunirse sobre el plano de transición e e”, y á la vez 
cada uno de esos momentos debe ser capaz por sí solo de re- 
sistir al momento de la carga. 


o 


Figura 4. 


202 RAFAEL MALLÉN. 


13.—El olvido de esta última condición, no tiene conse- 
cuencias graves, sino muy raras veces, para la madera y el 
fierro, por tenerse para tales materiales k = k', con muy gran- 
de aproximación, y darse siempre un fuerte coeficiente de se- 
guridad; pero él ha sido de muy funestas consecuencias para 
el cemento armado, tanto porque para él k y k' son muy dife- 
rentes, cuanto porque en su lucha contra los sistemas comu- 
nes de construcción, más que á la mecánica ha pedido hasta 
hoy su consejo á la economía vulgar, reduciendo más que sus 
enemigos, y empíricamente como ellas, el coeficiente de segu- 
ridad. 

14.—Se ve ahora fácilmente, que como para los concretos 
se tiene, en general %' = 10 k, y no casi k = k', como para el 
fierro y la madera, ni como una muy tosca aproximación se 
les puede aplicarles la teoría que rebatimos con simples mo- 
dificaciones; y respecto á la duda que pueda quedar sobre 
esta última aserción, ó sea, de si tales momentos se deben ó 
no sumar, es cosa muy fácil de aclarar por la simple fig. 4. 

15.—5S1 suponemos en el muro M un albortante fijo A €, 
llevando una polea metálica en C, y que de R fija al muro sal- 
ga una varilla metálica R e sobre la polea, y llevando el peso 
P, claro es: Que para el equilibrio se debe tener R = P, si lla- 
mamos KR á la resistencia de la varilla; que C, se halla some- 
tido á una tensión P; y por último, que ambas barras metáli- 
cas R e y A €, deben de ser de igual sección, en el fierro y pa- 
ra el supuesto en él de  = X'. Y si ahora soldamos la varilla 
á la polea, la pieza Re C A no será sino otra pieza del todo 
comparable á la de la fig. 3, haciendo la barra R e las veces de 
zona de tracción y la A C las de la zona de compresión, y es- 
tando ambas sometidas á la tensión P; y ambas, en momen- 
tos conjugados, equilibrando al momento de flexión P 1 

16.—Esta es pues la disyuntiva: 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 203 


Para el eje neutro, con k = k' y sus consecuencias h = h' 
y h + h'= H, resulta, 


ó para los momentos virtuales, siendo s y s' las secciones, 
PTSsbKk H=s MX H 
y debiéndose de tener, 
s =bh;s'=bWM, y s +s' = 6, 


y siendo h y N las distancias del plano de transición al extradés 
é intradés, como en la teoría del eje neutro, y H la distancia 
de los centros de tensión por compresión y por tracción, y va- 
riando la posición de ese plano con la carga, al compenetrar- 
se con ella las moléculas que trabajan por compresión; porque 
por asta, ese plano avanza á la zona de tracción al aumentar 
la carga. El centro de tensión por compresión al contrario, 
se retira más y más del de tracción marchando al intradós, 
fig. 3; y así, van cambiando á cada incremento de P, los ele- 
mentos h, h' y H; cuyo último valor va creciendo con P. 

17.—Completando la teoría, diremos que autores hay, y 
que antes nosotros lo creíamos con ellos, que se puede refor- 
zar la zona de compresión con un herraje; pero que no hay 
tal cosa, por lo siguiente: a 

No se debe de atender solamente á la resistencia de la ma- 
teria á un esfuerzo dado, sino también á su capacidad para 
transmitir tal fuerza; y siendo esta capacidad de transmisión 
ó sensibilidad por decirlo así, mayor en el fierro que en el con- 
creto, á causa de su mayor cohesión, es evidente que recibien- 
do él las tensiones por el intermedio del concreto, resulta que: 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26. (1907-1908) —27. 


204 RAFAEL MALLÉN. 


Si al concreto se da una escuadría suficiente para resistir una 
carga, sale sobrando el herraje; y si no, se desagrega el con- 
creto antes de la carga máxima, cambia el brazo de palanca 
del herraje, y éste cede. 

18.—Se debe pues aceptar como principio radical: A 
la compresión, hacer trabajar al concreto solo; y á la tracción 
al herraje, no caleulando al concreto que lo envuelve sino eo- 
mo una camisa que lo libre de la oxidación por la humedad 
del aire, y por lo cual en las costas, tal camisa debe de ser im- 
permeable, ó con mezclas de 1 X 2, lo menos, y de 2 em. de 
grueso la capa, ó más. 

19.—Si así no se hace, los penetrará el aire húmedo y sa- 
litroso del mar, y esto hará que se formen costras de óxido 
sobre el herraje, y las cuales rompiendo la capa de concreto 
lo descubran; como ya se empieza á observar en algunas obras 
de Veracruz con vigas de fierro l, mal revestidas con mezclas 
de cemento ó de cal, muy pobres en aglomerante, 

20.—Ya hemos dicho que las grietas no comprometen la 
estabilidad de las obras en cemento armado, mientras el he- 
rraje se halle en buen estado y bien anclado, pero si de nin- 
guna manera se quieren tolerar, entonces ningún fierro debe 
de sufrir una tensión, por tracción, superior á la de 1,000 ki- 
logramos por cm.”?, según cáléeulos en nuestras experiencias 
personales, y para fierros colocados de 2 4 3 em. del intradés; 
y lo cual depende de que los alargamientos del fierro bajo esas 
tensiones ya correspondan, seguramente, á una separación tal 
en las moléculas del concreto, que ya con ella se rompe su 
cohesión. 

21.—Pero en obras baratas, y guiados por estas mismas 
indicaciones, claro es que no hay inconveniente en llegar á k 
= 1,600 kilogramos X cm.?”, que es el límite de la elasticidad 
para el fierro, y si las grietas se presentan, cubrirlas con la 
pintura del decorado. 

22.—Estas cifras dan los coeficientes lógicos de seguri- 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 205 


dad, para el cemento armado y para sus cargas permanentes; 
porque siendo su resistencia á la tracción de 3,800 kilogramos 


X em.”, ese coeficiente resulta: De 1000 = 3, 8, para las 


3,800 
grandes obras; y de 1.600 = 2, 5 para las pequeñas ó baratas. 
, 
23.—Sobre estos mínimos seguros ya, el Ingeniero puede 
en cada caso aumentarlos hasta donde juzgue conveniente, 
según el objeto de la obra, su tráfico, cuidado con que se pue- 
da contar para su conservación, etc., ete. 


24. —Establecido todo lo anterior, fácil es ver ahora, que 
si en una viga de cemento sin herraje y bajo una carga P, apa- 
recen las grietas hasta c” fig. 2, y que si con un pequeño in- 
cremento en P ya se rompe, la carga para el equilibrio está 
antes de P, pero muy cerca de este valor; y que así, e” es como 
el límite de la zona de tracción. 

25.—Ahora bien, auxiliada la zona de tracción con el he- 
rraje, ya con este cambia el brazo de palanca de los mo- 
mentos: y es evidente también, que cambia á cada cambio 
del valor de la carga, porque la reacción de la pieza será pro- 
porcional á ella; y de allí el nombre de “momentos virtuales” 
que hemos dado á tales momentos. Más claro aún: A la car- 
ga P se oponen las resistencias s l y s' k”, y si cambia P, re- 
sulta que sl y s' k” también deben de cambiar, porque no 
siendo iguales l y k', si las secciones son s y s' al aumentar 
P aumentará más la de la menor tensión entre % y k'; desalo- 
jándose el plano de transición. 

26.—Habiendo tantas teorías sobre el cemento armado, y 
buscando á nuestra vez la verdadera, consideramos que según 
la fig. 2, la máxima fatiga de la viga está en el centro, y en- 
tonces para determinar su extensión reforzamos allí el herra- 
je en algunas y á extensiones diferentes; y probadas, resultó 
lo siguiente: La parte reforzada permanecía recta é intacta; 


206 RAFAEZ MALLÉN. 


la viga se flexionaba solamente en sus extremos; la ruptura es 
hacía, apoyadas las vigas y con la carga en el centro, lejos del 
centro, en las cabezas de los refuerzos; y en fin, en las ruptu- 
ras, se levantaban capas de concreto en el extradés, como se 
indica en c c/c”. 

27.—Como siempre, la experiencia ha sido la reveladora 
de la verdad, diciéndonos que en lugar del plano neutro ó de 
fibras invariables, y en donde se dice que la materia no traba- 
ja, existe el de transición, y en el cual se efectúa precisamen- 
te uno de los trabajos más fuertes que se operan en el seno 
de un sólido sujeto á la flexión; pues allí se aplican íntegras, 
y en direcciones opuestas, las tensiones de tracción y com- 
presión, y para producir el estrujamiento. 

28.—Dado un sólido bajo una fuerza, no hay pues en él 
parte alguna que permanezca indiferente en la lucha del todo 
para resistir ó trasmitir á la fuerza, sino que trabaja toda la 
materia que lo constituye entre los puntos de apoyo y de apli- 
cación; y lo cual aun es un paso más á la unidad científica á 
que marchamos, y según ese criterio nada permanece ni pue- 
de permanecer ocioso. 

29.— Y en efecto, sometida al peso P la viga de la fig. 2, pe- 
ro estando apoyada solamente, así se observó la marcha de su 
ruptura en las varias experiencias: Primero, apareció la grieta 
c, bajo una de las cabezas del herraje de refuerzo, y desde el in- 
tradós; á un incremento de P, subió la grieta más, rebasando á 
ese herraje como unos dos ó tres milímetros; á otro incremento 
subió hasta contra el herraje común; y por último, á otro y pa- 
ra la ruptura que entonces se verificó, la grieta dió casi un 
salto rebasando á ese herraje común sobre unos 2 em., y fué 
detenida en su carrera ascendente al saltar la costra cc”, de- 
bida al estrujamiento según c c”. Esa costra se rompió en o, 
saltando hacia c””; y en o dejó en el estradós de la viga la se- 
ñal del apachurramiento por compresión, indicada por una lí- 
nea de pequeñas caspas. 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES, 207 


30.—Al saltar la costra c c”, cayó la viga resbalando sobre 
sus apoyos doblándose el herraje común en donde terminaba 
el de refuerzo; y el cual conservó á la viga recta é intacta, en 
todo en lo que él se extendía. 

31.—Ninguna zona de una pieza cargada, permanece pues 
sin tensión, sino que ésta se va repartiendo por toda ella, in- 
vadiéndola y saturándola de tensión por todas sus moléculas 
y á medida que sea resistida, y rompiendo su cohesión por las 
líneas de menor resistencia cuando sea menor que la tensión, y 
produciéndose entonces la fractura según la resultante de to- 
das las fuerzas en acción: Manifestándose en grietas por aquí; 
más allá por apachurramientos; entre las zonas de ambos es- 
fuerzos por grietas horizontales indicando el estrujamiento; si 
todos estos esfuerzos son resistidos, tendiendo á producirse el 
esfuerzo cortante en las cabezas de las vigas y sobre los pla- 
nos de empotramiento; si este esfuerzo es resistido, compri- 
miendo los muros; y en fin, si aun estos resisten comprimien- 
do el terreno. 

32.—Hay pues que atender á todos los fenómenos en jue- 
go, y si hasta hoy no se ha llevado en cuenta el estrujamien- 
to para la madera y el fierro, es porque la resistencia á la trac- 
ción y compresión de estos materiales, y más con los fuertes 
coeficientes de seguridad empleados, le son notablemente su- 
periores, y satisfechas esas tensiones se estaba seguro de re- 
sistir al estrujamiento. De allí el no poderse formular todavía 
una teoría para el cemento armado, queriendo aplicarle los mis- 
mos principios que se aplican al fierro y la madera sin más que 
con pequeñas modificaciones de adaptación; siendo así, que lo 
que se necesita es una reconstrucción completa aún de la mis- 
ma Estática General. 

33.—Para proseguir, hilando bien las ideas, recordemos si- 
quiera sea á grandes rasgos, cómo se establece la ecuación de 
equilibrio en la teoría del eje neutro, fig. 3; y puesto que en 
parte la vamos á emplear, para determinar á hen sh k=3S'/' k. 


208 RAFAEL MALLÉN. 


34,—Aceptados el centímetro y el kilogramo como unid?- 
des de distancia y de tensión, y el eje neutro como el centro 
de los momentos para las resistencias de las secciones s y 8”, 
y estando sobre él también, en su intersección con el plano de 
empotramiento, el centro del momento flexionante P1 de la 
carga P, se establece que ese momento debe ser equilibrado 
por la suma de los momentos de resistencia de s y s”. 

35.—Ahora bien, y en la misma teoría del eje neutro, al 
pretender girar el sólido sobre el plano de empotramiento, fig. 
3, las fibras más fatigadas tanto por tracción como por com- 
presión son las más lejanas al eje neutro, y por esto no se de- 
ben de rebasar en ellas las tensiones k y k'; y en consecuen- 
cia, para cada zona de tensión se debe de satisfacer á tal con- 
dición. 

36.—Claro es, pues, dada la teoría de la neutralidad, ó de 
la no fatiga de la materia en ese eje referido, que allí, aunque 
capaz la materia de las tensiones k y k? no proporciona ningu- 
na reacción contra P, y que así, si se toma e =1 em. por uni- 
dad de distancia, á las distancias e, 2€e,3 €, ...... e, y siendo 
e, para la zona de compresión la distancia de la fibra más le- 
jana al eje neutro, las tensiones para esa zona, y para el patín 
b=1 em., serán 


e, 2e, 3 e . 
dE apa Mpal AOS DE LJ, por la compresión, 
e, 1 e e 
y 
e J Le , Je k] e 1 , . 
—R, ZP, EP on 1. ?, por la tracción; 
e; 1 e; 1 


y con esto los momentos serán, y sumándolos de una vez, 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 209 
ek Le k 2 : , 
e PIB e Er e 
11 (7 (31 e; 
y 
Py) D, k 3 k? de ) 
ek ANA dh ES 
€1 (8 (7 €1 


371.—Así pues, se deberá tener, con e,=2 €, 


Por (14 224 34 ....1 e*;) por la compresión. 


15] 


e 


) 
pia le E (12 4 22 +34 ....1 e*.) por la tracción. 
1 


38.—Pero como 1? 4 24 3+:.... a etDb»To 


aun resulta, que con k=4* para la madera y el fierro, y por lo 


tanto también con e=e' =4 h, si es h el peralto de la pieza, y 
de una vez para un patín cualquiera hb, y sumando ambas ex- 
presiones, ya iguales, se deduce, 

. 


A 


YA IA 2. 


39.—Esta fórmula difiere de la clásica; pero si en el cáleu- 
lo infinitesimal se pone dx=0, para pasar al límite siendo de 
la magnitud elemental, y en la ecuación anterior se tiene de= 1 


210 RAFAEL MALLÉN. 


en los términos 3 h + 1 y h+ 1, bien se puede poner en ella, y 
en esos términos, 1 =dx=0, para pasar de las fibras de 1 cm *? 
de sección á las de sección 0, ó á las líneas de tensión, y en- 
tonces ya queda, despejando á P, 


y cuya fórmula es la usual. 


40.—Por lo demás, hemos recurrido á la Algebra y la Greo- 
metría solamente, tanto por sencillez, como principalmente en 
obsequio de los no muy versados en el cálculo diferencial, y 
para poner este estudio al alcance de los más; y con cuyo fin 
lo completaremos con solo tales elementos, para que pueda ser- 
vir en las aplicaciones de la nueva teoría, aun á los neófitos en 
el cemento armado. Y entre tanto, nótese que la asignación 
del valor de dx no es arbitraria, sino particular á cada proble- 
ma, y de lo cual pronto daremos aquí mismo un ejemplo prác- 
tico. : 

41.—Y no debe de olvidarse que el presupuesto du = 0, 
significa que l: y k” deben de medirse para secciones muy pe- 
queñas, y tanto más pequeñas cuanta más exactitud se quie- 
ra; pues por ejemplo, en máquinas muy finas ó débiles que se 
quieran construír, para calcular la resistencia de las piezas se 
deben de emplear á % y l” no para el cm? sino para el mm?, 
para que en las secciones irregulares, calculándolas también 
al milímetro, se llegue á resultados más exactos y se pueden 
reducir los espesores á lo indispensable. Pero á la vez, es ne- 
cesario ver si los coeficientes de resistencia convienen al va- 
lor elegido para dz. 

42.—Si tal exactitud puede parecer exagerada para el ce- 
mento armado, porque en último caso bastará con aumentar 
el coeficiente de seguridad, reflexiónese que para las mayores 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 211 


, necesidades del futuro, se presentarán casos en los cuales tal 
rigor se haga indispensable; como por ejemplo: Para el de la 
navegación ásrea; y en cuyos vehículos, á semejanza que en 
las aves, cada Órgano debe tener una resistencia máxima ba- 
jo un peso mínimo. 

43.—En la teoría de los momentos virtuales no se deben 
pues de sumar los momentos de las resistencias por tracción 
y compresión, sino que cada uno de ellos debe de hacer equi- 
librio al otro y á la vez al momento flexionante; ó sea, se de- 
be de tener, siendo H la distancia de los centros de tracción 
y de compresión, 


44,—En el cemento armado, y según lo expuesto, se debe 
pues hacer abstracción completa de la resistencia del con- 
ereto ála tracción, y establecer la ecuación de equilibrio, entre 
el herraje y la zona de compresión, y cuyo principio se haya en 
la generatriz más alta del herraje, ó en donde termina el fie- 
rro; y por lo cual, si llamamos r al radio del redondillo del he- 
rraje, ó la distancia del centro del herraje al principio de la 
zona de compresión, b al patín de esta y e á su peralte, la ecua- 
ción de equilibrio entre estos elementos será, con % y k”, 


45.—De esta ecuación doble se deduce; 
Mem. Soo.Alzate, México. 'L, 26 (1907-1908) —-28. 


A 
JS 
212 RAFAEL MALLÉN. 


3 7 có da les 0 
Nk (3r+2e) 


| 36 Pl > 


e= ER 
1d DIRA 


Para el peralte total de una viga, se tomará, en centíme- 
tros, y dando siempre 2 em. de grueso á la capa de concreto 
bajo el herraje, en el intradós, 


h=2r+€+%Y....--8. 


46.—No parece necesario demostrar que el centro de pre- 
sión se encuentre á los 3 del peralte e de la zona de compre- 
sión, pero como hubo ya quien lo negara, por de pronto al me- 
nos, creemos conveniente hacer notar, sencillamente, fig. 5, 
y para evitar vacilaciones, que si sobre una línea az obran las 


y 


Y? [ero ap? 
Y prisa o RAN 
7 Py EN 


Fig. 5. 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 213 


fuerzas paralelas p, 2p, 3p, y cuya ley siguen las tensiones de 
que nos ocupamos, párrafo 36, y uniformemente espaciadas, 
y se van buscando los resultantes de p hasta la última que se 
quiera considerar, siempre se hallará que tales resultantes pa- 
san á los 4 de la distancia considerada á partir del punto a; y 
esto hacemos notar, porque e ó r se pueden asignar á priori, 
en el cemento armado; y sobre todo r, por depender del ra- 
dio r, ó lado «a de la sección, de los fierros del comercio, y de 
entre las cuales está uno obligado á elegir. Sin embargo, con 
esta teoría siendo r la incógnita, no hay desperdicio alguno de 
fierro, como sucede frecuentemente con la del eje neutro, á 
causa de las vaguedades á que da lugar al aplicarla al cemen- 
to armado. 

47.—Aun falta llevar en cuenta al fenómeno del estruja- 
miento, generalmente olvidado para el fierro y la madera; y 
para esto, para asignar un límite inferior á b, y de una mane- 
ra lógica, es necesario tener en cuenta las enseñanzas de la 
experiencia, y por las cuales hemos visto que las costras que 
saltan debido á ese fenómeno, y cuando se presenta, c c”, 
fig. 2, tienen casi siempre la inclinación de unos 15 á 200 con 
el eje longitudinal de la viga, y siéndole paralela en los pri- 
meros elementos de la fractura, que se verifica escalonada ha- 
cia el estradós; y de cuyos datos se puede partir, para intro- 
ducir el fenómemo en los cálculos. 

48,—En efecto, ese zigzag con sus primeros elementos pa- 
ralelos al eje de la viga, y empezando sobre el plano de tran- 
sición, claro está diciendo que la fractura seguiría por todo 
ese plano, si no se le opusiera el resto de la materia; y que así, 
para que el fenómeno no se presente ni siquiera iniciándose 
en lo más leve, es necesario que la resistencia %” del concreto 
al estrujamiento y por cm”, y sobre la “línea de estrujamien- 
to,” que se halla en c” horizontal y normal á e e”, y sube con 


este centro al aumentar la carga, sea suficiente al esfuerzo de 
ésta. 


A A, 


214 RAFAEL MALLÉN. 


49.—Así las cosas, al aumentar la carga, c' va pues subien- 


do á medida que el concreto se comprime, y que de c' á c” au- 


menta la compenetración de las moléculas, ó el estrechamien- 
to de sus distancias; y de donde se deduce que en el último 
instante de las resistencias, y si todo está bien calculado y bien 
hecho, c” se confundirá con c,”, y los momentos virtuales pa- 
sarán á ser momentos conjugados cediendo la resistencia al 
llegar á ese límite, puesto que se habrá llegado en el estradós 
al límite de k'. 

50.—Entonces b, en el equilibrio de la tracción y compre- 
sión, y magnitud del patín de la viga supuesta de sección rec- 
tangular, viene á ser precisamente la magnitud de la línea de 
estrujamiento; y no debiéndose de rebasar en ella á k”, por- 
que no puede transmitir el esfuerzo sin desalojarse resbalan- 
do sobre el plano de transición, y á lo cual no se debe de lle- 
gar, resulta que su brazo de palanca respecto al herraje será 
3 e, y que así, la ecuación de equilibrio será, 


DEUxze=P1 


y de donde 


51.—Fácil es ver que este valor de b, no se necesita en to- 
do el peralte de la viga; y por esto es que nosotros lo reduci- 
mos hacia el intradós dando á la sección la forma de un tra- 
pecio, como lo venimos haciendo desde hace algún tiempo. 

52.—Y ahora es el tiempo de ver que dx, para estrujamien- 
to, debe ser la magnitud á la cual cede el concreto bajo tal 


f? 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 215 


esfuerzo sin trasmitir parte alguna de él al resto de la masa. 
Por ejemplo: Si hechas tablitas de 1, 2, 3 centímetros de grue- 
sas, y rompiéndolas por estrujamiento se nota que en las de 
1 y 2 ems., la ruptura es casi plana y normal á las caras de las 
tablitas, y en la de 3 ya deja un borde al lado opuesto á la 
fuerza que la rompió, claro es que de =2 cm. Para mezcla de 
1 X 2, parece que se tiene de = 1, cm. 

59.—Respecto al herraje múltiple, lo creemos inferior al 
unitario; porque siendo las varillas casi rigurosamente unas 
verdaderas líneas de tensión, para que al deformarse las vigas 
bajo las cargas todas las varillas trabajasen á igual tensión, sería 
preciso colocarlas muy exactamente concéntricas, y esto es al- 
tamente difícil en la práctica. 

54,—Por lo demás, claro es que de usarse varias varillas, 
en las más lejanas no se debe de rebazar á k; y que esto se 
conseguirá, multiplicando en cada una á l para hallar la resis- 
tencia que dará, por la relación de su distancia al centro de 
los momentos elegido, con la distancia á ese mismo punto de 
las varillas más lejanas, y luego tomando sus momentos y sus 
sumas, para equilibrar al momento de flexión Pl de la carga, 
y al de compresión y, bex3eXx0?' del concreto. 

55.—Para techos comunes, siendo por lo regular pequeña 
la sección de tales varillas, en toda ella se puede suponer cons- 
tante á k; y por igual razón, no se puede establecer preferen- 
cia alguna sobre las formas circular ó cuadrada; Son pequeñas; 
y cerca del O todo tiende á confundirse, á dar iguales resul- 
tados. 

56.—En el techo del sistema nuestro anterior al presente, 
y probado en la Escuela Nacional de Ingenieros, de la Capi- 
tal, en 1903, con más de 6,000 kilogramos por metro cuadrado, 
y sin caer ni aun con esa carga, la sección de las varillas del 
herraje era circular en unas y cuadrada en otras, y no se notó 
diferencia ninguna en sus efectos; y habiendo sido muy bien 


" a 


216 RAFAEL MALLÉN. 


examinadas, puesto que se pusieron exprofesamente así por 
por vía de estudio. 

57.—Por último, sobre la ecuación de equilibrio: Parece 
que los momentos conjugados debén ser los empleados para 
caleular la estabilidad, pero esto, lo repetimos, solo es una apa- 
riencia; pues con ellos, con los momentos conjugados, los bra- 
zos de palanca serían mayores que con los momentos virtua- 
les, y así resultarían menores las escuadrías, y desde luego más 
débiles, y entonces el herraje cedería más fácilmente, y el cen- 
tro de rotación para él subiría muy rápidamente hasta el es- 
tradós de la viga. 

58.—““Los momentos conjugados, son pues el límite de los 
virtuales;” y solamente se deben usar, en casos como el de 
la fig. 6, través de fierro ó madera formadas con vigas con eru- 
ceros, y en general, y aun en el cemento armado, cuando estén 
perfectamente definidos los centros de tracción y compresión, 
y que no puedan variar sin la ruptura de la pieza. 

59.—Por último, sobre esta parte de la teoría: Notemos que 
ella permite hacer muy grandes través en cemento armado, 
para puentes, pasaderas, y otros usos industriales, y con el 
herraje completamente descubierto, fig. 6, preservándolo con 
la pintura; y con lo cual las piezas aun resultarán más ligeras 
y esbeltas, y hasta podrán hacerse por fracciones, con dovelas 
de concreto. 

60.—En este caso, el centro de los momentos virtuales es- 
tará en la clave; pues el caso equivaldrá á una gran viga en la 
cual se hubiesen presentado grietas, y para quitarlas, quitado 
todo el concreto inútil á la resistencia. 

61.—Respecto al círculo de fierro entre el tirante y la cla- 
ye, fig. 5, tendría por objeto, así como con otros ornatos, dar 
al tirante una gran' tensión, lo menos de 1,000 kilogramos por 
cm”; y aunque apareciesen grietas sobre el piso del puente, y 
porque algo se levantase al restirar el tirante. Aun agrietada 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 217 


la clave de parte á parte, resistiría su carga perfectamente; 
pues así lo hemos confirmado en vigas de estudio. 
62.—Para completar esta 
teoría, recorreremos los princi- 
les casos del modo de fijar las 
vigas y de cargarlas: 
1? —Elmomento fleccionan- 


te en la fig. 3, es P 1; pero si la Fig. 6. 
carga está uniformente repartida, fig. 7, como la suma de los 
momentos de las componentes Pp, P, P, --+---- ,es igual al mo- 


mento de la resultante P, y esta pasa por 4 1, su momento se- 
rá 4 Pl, y se tendrá. . 


3 Pl=shk=3h?. 


ó bajo la forma más usual, 


218 RAFAEL MALLÉN. 


Pl=pa+p.2a+p.34+...... 


La resistencia de la pieza es pues doble en este caso que 
en el anterior; y así, sobre este particular no hay diferencia 
alguna entre la vieja y la nueva teoría. 

22—Si la pieza está 
apoyada en sus dos extre- 4 ¿ P | E 
mos, fig. S, las reacciones 1 
en sus extremos son 3 P; os 
y como puede suponerse á 
la pieza empotrada en su ' 
centro o, y solicitada en 
sus extremos por las fuer- Fig. 8. 
zas 4 P, se ve que cada rama tendrá la resistencia de la pieza en 
el caso anterior, y el doble en toda ella, y que por lo tanto 4 P 
se puede llevar hasta P, y la carga en el centro á 2 P. 

Se tendrá pues, 


NUEVA TEOBÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 219 


3".—Si la pieza está empotrada én sus dos extremos y car- 
gada en el centro, fig. 9, se puede suponer como antes, empo- 
trada en el centro O, y luego cada una de las dos mitades por 
sus puntos de inflección ¿é 7; pues ello equivale, fig. 10, á que 


7 
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7, 
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cada de esas mitades se halle empotrada en un muro, y el ele- 
mento central en 0. Iguales P,, P,, P3, y Py resulta que P, y P., 
hacen converger á las secciones respectivas de la pieza al pun- 
to de inflección ¿, y los P, y P,, á sus partes respectivas 
sobre que obran, á 7. 

La resistencia de la viga será pues, en este caso, para cada 
una de esas partes lo mismo que en el caso de la fig. 8, y por 
tanto para toda la viga, 


Y si está uniformemente cargada, y por razones análogas 
á las dadas en el caso primero. de la fig. 8, 
Mem. Soc. Alzate. México. T. 26. (1907-1908) —29. 


220 RAFAEL MALLÉN. 


63.—Se habrá notado que en el último caso, se presupone 
que los puntos de inflección están al 4 y 3 de la longitud de 
la viga; y que así, para que los hechos estén de acuerdo con 
los cálculos, es necesario encorvar las varillas según tal con- 
dición. 

64.—Pero aun haremos notar, que las vigas probadas em- 
potradas en sus dos extremos y cargadas uniformemente, casi 
siempre se nos han roto, á causa del esfuerzo cortante, y á 
unos 30 cm. de los planos de empotramiento, y de lo cual se 
deduce el trazo siguiente para el herraje; y que es el que no- 
sotros usamos, fig. 11. 


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NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 991 
* 


, 


65.—Esto es, dado el claro 1, se le resta el doble de 30 em. 
óde la distancia de ruptura á los planos de empotramiento, y 4 
del resultado es la mitad de la cuerda c del arco central, admi- 
tiendo circular la curva, como en la teoría del eje neutro, y lo 
cual basta como aproximación para el caso, por hacercarse mu- 
cho, en efecto, á tal forma; después, calculada la viga según 
la carga que se le asigne, y así conocido su peralte efectivo, 
ó sin los aplanados con cuyo único objeto es revestir al herra- 
je, en el intrados y extrados, párrafo 42, y que sin tales reves- 
timientos será, 


y f será la flecha. Con c y f, y restituyendo á l, ya se tiene 
pues, 


_ (1-60'<+16f* 
0 EE Ef 


y en centímetros todo. 


66.—En cuanto á los ojos, figura 11, se doblan en calien- 
te, y tienen por objeto, pasarles unos cruceros de fierro para 
el anclaje, y del cual nos ocuparemos después; respecto á la 
longitud (Ag. 11,) para el empotramiento, y contada desde el 
paramento del muro, será la mayor posible, cuatrapeando las 
cabezas de las vigas, si las hay en ambos lados del muro; y si 
está muy delgado, poniendo á tope las cabezas, pero uniendo 
sus cruceros.de anclaje, de cada dos vigas á tope, con eslabo- 
nes de fierro. 

67.—Antes de concluir esta parte de nuestra exposición, 
diremos que en los cálculos hemos hecho absoluta omisión 
del coeficiente de elasticidad E, para los concretos, debido á 
su infinita “variabilidad”: Infinita, decimos, porque con todos 
los elementos iguales, como las barricas de cemento por cien- 
tos á la mano, la arena en la playa del mar, el agua de éste, 


2224 RAFAEL MALLÉN. 


con los mismos obreros, y hastacon nuestra personal y directa 
vigilancia, siempre lo hemos hallado sin embargo muy dife- 
rente, hasta de una batida á la siguiente; y por lo cual se de- 
duce que los varios elementos de confección, de traspaleo, du- 
ración de éste, apisonado, etc., lo hacen variar notablemen- 
te. 

68.—Pero esto no importa, porque él queda tácitamente 
llevado en cuenta, no tomando para el fierro más que k=1000 
kilogramos por cm”; pues con este límite, como límite de elas- 
ticidad para el fierro, y en obras de importancia, ó k=1600 pa- 
ra las baratas, ya hemos dicho que se puede estar seguro de 
no rebasar los límites de elasticidad de los concretos, para 
que no aparezcan grietas en el primer caso, y para que ape- 
nas se inicien en el segundo. 

69.—Por último, por las pruebas hechas en la Escuela Na- 
cional de Ingenieros, á que antes nos hemos referido, y cuyo 
certificado oficial, consta en la pág. 73 del folleto descriptivo 
de nuestro sistema anterior de construcción en cemento arma- 
do, se vé que las grietas no aparecen en las vigas bien hechas 
de 1x2 y fuertemente apizonadas, sino más allá de una flecha 
mayor del milésimo del elaro; y esto, con cualquiera herraje 
que se use se observa, explicándose el fenómeno, por el prin- 
cipio á que hemos aludido, de la Mecánica general, sobre la 
independencia de los efectos de las fuerzas, y que aplicado al 
cemento armado, hace que el fierro y el concreto solo puedan 
llegar á sus límites máximos de resistencia, estén asociados ó 
no. ; 

70.—Si hay veces que en los concretos con herraje no se 
notan grietas, aun pasado ese límite de elasticidad para el fie- 
rro, no es como algunos autores creen, porque en ese límite 
se refuerce con el herraje el coeficiente E del concreto, sino 
porque muy bien repartidos los esfuerzos al llegar al límite, 
en vez de una grieta visible se forman muchas invisibles al 
ojo desnudo, pero que con un atento examen descubre el mi- 
eroscopio. 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 223 
q A A>———_————_——— — A eo 


71.—Sobre este particular, creemos que hay un prejuicio 
en la Ciencia; y que es: El de suponer qne desde que se apli- 
ca á un prisma una fuerza sobre su eje, y por pequeña que 
sea, hay extensión ó contracción en el prisma; y lo cual duda- 
mos, á reserva de que se hagan estudios experimentales. Por 
ahora dudamos, porque pensando en estos fenómenos ha ve- 
nido á nuestra mente este recuerdo: En los Estados Unidos 
y en una fábrica de modelos vimos que para ostentar lo bien 
que los hacían, tomaban dos placas planas de fierro, y juntán- 
dolas hasta expulsar el aire, la presión atmosférica las rete- 
nía juntas con gran fuerza, la de esa presión. Ahora bien: Si 
para separarlas era necesario la fuerza F, que se podía cal- 
cular según las superficies en contacto y la presión baromé- 
trica en el instante de la prueba: ¿Antes de llegar al esfuerzo 
F' había ya separación? ...... ¡No! Porque entonces penetra- 
ría el aire entre ellos, y se despegaría antes de llegar á F. 

Luego: ¿Si es F la fuerza de cohesión molecular, antes de 
llegar á F: Hay ó no hay separación de las moléculas......? 

Este es un problema que importa mucho, no solamente al 
cemonto armado, sino á la Ciencia toda; pero como solamen- 
te se puede resolver con pruebas delicadas y costosas, lo de- 
jamos á las Academias. 

Pero de existir el fenómeno, “de la no alteración mole- 
cular antes de vencer á su cohesión,” coma “nada se crea ni 
se pierde” ni “nada se puede hacer sin gasto de energía,” re- 
sulta que las primeras tensiones se gastan en la extensión y 
compresión de las primeras capas solamente, al intradós y es- 
tradós de las piezas; y que, en consecuencia, y de ser cierta 
esta sospecha, repetimos, aún se tendrá en este nuevo fenó- 
meno una nueva armonía en pro de la teoría de los momen.- 
tos virtuales. Pues entonces, con mayor razón aun se debe de 
renunciar al eje neutro; porque no será un eje, sino una zona 
la neutra; pero solo en los primeros momentos de la carga, y 
marchando después á su encuentro las zonas de tracción y 


224 RAFAEL MALLÉN. 


compresión, al reunir en el plano de transición, señalarán la 
máxima resistencia de la pieza de una manera permanente; 
indefinida, ó hasta que causas del todo ajenas á la carga le al- 
teren su naturaleza ó manera de ser. Será ésta, el caso de las 
piezas antiguas de exageradas dimensiones. 


IV.—MANIPULACIÓN DEL CEMENTO ARMADO. 


72.—Siendo el hombre el mismo en la Ciencia, "que en la 
Religión, en Sociología, y en cualesquiera otra actividad co- * 
mo en ellas, en el cemento armado también se fanatiza; y de 
allí ha resultado el prejuicio de que siendo el mejor de los sis- 
temas de construcción, es, no obstante el más fácil, barato y 
rápido de todos. 

73.—El cemento armado es pués, y en efecto, el mejor de 
todos los sistemas de construcción, pero en cambio, no es tan 
sencillo, ni tan barato, ni tan rápido, como sus idólatras lo 
creen; pues al contrario, él necesita obreros aptos, un sobres- 
tante inteligente, y una asidua vigilancia del mismo ingenie- 
ro director de los trabajos. Ponerse á trabajar el cemento ar- 
mado sin previa y cuidadosa preparación, y sin un programa -. 
definido hasta sobre la misma sucesión en que se deben de des- 
arrollar las operaciones, para no deformar las partes frescas 
con sobre—cargas prematuras, y no andar improvisando mol- 
des, pisones, cinceles, y hasta de los peones un herrero que 
corte y doble las varillas, es un error que solamente se conci- 
be por los neófitos que aún somos todos los Ingenieros en el 
cemento armado. Pues no olvidamos, que aún no hay una teo- 
ría sobre él universalmente reconocida y aceptada, si no como 
la verdadera, al menos como la mejor. 

Vamos pues á ocuparnos ahora, de tres grandes y muy 
importantes detalles en la práctica de este sistema de cons- 
trucción: 

74.—Anclajes.—Los concretos de cemento no se “pegan” 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES, 225 


al fierro como hasta hoy lo afirman los autores; al menos en 
general, puesto que aun no hemos visto uno solo que lo nie- 
gue; sino que, comprimiendo las varillas por su fuerza de trac- 
ción, las “agarran,” por decirlo así. 

Coja quien guste un cuchillo de mesa, por ejemplo y lim- 
piándolo bien, ponga sobre una hoja un pegoste de mezcla de 
cemento, y aguardando á que esté bien seco arránquelo; y en- 
tonces, y repitiendo muchas veces la experiencia, verá que 
tal fenómeno no existe. 

75.—Puede creerse, y así lo creen muchísimos, que lo mis- 
mo es pegarse que agarrarse: pero no hay tal cosa, fig. 12: En 
efecto: Siel fierro se pegara al concreto, al alargarse la varilla y 
bajo una fuerza P, y proporcionalmente á ella, según su coe- 
ficiente de elasticidad E=200.000 kg X em?, y por el cual un 
metro de varilla bajo un kg. se alarga 0”0000005, y en el em? 
de sección, resultaría que al alargarse, formándosele en el cen- 
tro desu longitud la garganta correspondiente, ó estrechamien- 


to, el concreto lo seguiría, y por 
lo tanto, le ayudaría con su cohe- 
sión estando aquí pegadas las mo- 
léculas del concreto al fierro y ála 
vez con las del resto del concreto, 
y no simplemente yuxtapuestas, y 
por lo cual, en el caso de estar pe- 
gadas, el fierro recibiría ese auxi- 
lio del concreto para resistir á los 
esfuerzos de tracción; pero si no 
hay tal pegadura, sino una simple 
yustaposición, y agarrando el con- 
creto al fierro solamente por su 
contracción, y obrando esta fuer- 
Fig. 12 za por el fenómeno de frotamien- 


a da) 


to, que se puede suponer de fierro contra fierro, por la capa 


226 RAFAEL MALLÉN. 


de óxido de fierro que se forma y siempre dejan las varillas 
sobre el concreto resbalando sobre ella, el concreto quedará 
sin deformarse, ni ayudar al fierro, y éste saldrá libremente y 
luchando con su propio y solo esfuerzo. 

76.—De ahí la necesidad de los cruceros ec, para los 
anclajes; y por lo cual es necesario calcularlos bien. 

77.—Siendo r el radio del crucero ce, y 1 su longitud, el 
rectángulo 2r 1 será el de resistencia á la salida de la varilla 
solícita por P, y si cm.=p, es la profundidad del anclaje y k” 
la resistencia del concreto, al estrujamiento, la superficie de 
trabajo del prisma engendrado por 2r l, y si saliese, sería 
(4r+-2 1) p, y su resistencia (4r+-2 1) p k”; y por lo cual se de- 
be de tener, 


P=(4r4+2 ) pk", 


y de aquí, 


E 
pe ar 


78.—Pero no es esto todo, sino que también se necesita 
que el crucero no se doble bajo las reacciones 4 4 fig. 12, apli- 
cadas á la mitad de sus brazos, y cuya condición dará á su se- 
milongitud dado su radio, á éste si aquella se da, ó en fin, áp, 
si esta se quiere tomar por incógnita. 

79.—En todos casos, convienen cruceros gruesos y profun- 
damente anclados; y siendo tan barato este detalle, poco im- 
porta pecar en su longitud. 

80.—Al ahogar con mezcla á estos cruceros, son indispen- 
sables dos condiciones: Juntar con fuerza el crucero contra 
la vuelta de la varilla, para que desde las primeras tensiones 
que esta sufra bajo las cargas, empiece el crucero á trabajar; 
y además, poner allí mezcla aun más rica en cemento que en 


NUEVA TEORIA ESTÁTICA DÉ LAS CONSTRUCCIONES, 227 


el resto de la obra, y para darle al crucero la posible estabili- 
dad repartiendo mucho su esfuerzo sobre la masa que debe de 
ayudarlo. 

81.—Respecto á las varillas, no creyendo en el fenómeno 
rebatido desde 1905, en ese año patentamos el “fierro ranura- 
do,” que consiste en imprimir á las varillas, una serie de ranu- 
ras normales á su longitud, para repartir mejor los esfuerzos; 
y á cuyo fierro nos referimos en la página 10 de nuestro folle- 
to impreso entonces, “Sistema Mallén de Arquitectura.” De 
paso, conste pues, que tal fierro nos pertenece, según puede 
verse en el certificado de novedad de la Oficina de Patentes, 
pág. 10 de ese folleto; y lo cual decimos, como una protesta 
á su empleo en el país sin nuestro permiso: Pues lo hemos 
visto desembarcar en Tampico, y sí bien fuera de aquí lo pue- 
den hacer y usar, por no haberlo patentado en el extranjero, 
aquí nadie tiene el derecho de explotarlo sin nuestra autori- 
zación, y en consecuencia, esperamos de la honorabilidad de 
los importadores que, dada esta noticia, procedan con la debi- 
da corrección, y para lo cual nos ponemos á sus órdenes. 

82. —Mezcla y concretos. —Salvo en remiendos, en toda obra 
de cemento armado debe hacerse éste con batidoras mecáni- 
cas, á mano ó con motor. según la magnitud de la obra; pues 
el batido con pala no solamente resulta muy caro, sino tam- 
bién muy defectuoso, y por lo cual consideramos á este deta- 
lle como uno de grande importancia, y digno de figurar como 
elemento de la misma Estática de la construcción en cemento 
armado, puesto que de él depende que se realicen los princi- 
pios aceptados. 

83.—Con nuestros obreros y trabajando á la mano, seis 
hombres apenas han podido batir 2 metros en la jornada de 8 


horas, y teniéndolo todo al pie de la obra; bien que haciendo 


trabajo bueno. Con nna batidora á mano, hemos visto hacer 

6 metros al día, y por solamente 4 hombres. 
84.—Rellenos.—Respecto á los rellenos, siempre deben ha- 

Mem. Soc.Alzate, México. T. 26 (1907-1908) —30. 


228 RAFAEL MALLÉN. 


cerse por capas y cuatrapeándolas; porque si de los dos mo- 
dos de la construcción de un muro formando un circuito ce- 
rrado, ya por capas horizontales ó bien por gajos verticales, 
se calculan sus espesores, se hallará que la generación por 
gajos los requiere mayores: Y lo cual, interpretado filosófica- 
mente para los rellenos y por lo que á la ejecución se refiere, 
es una indicación de que se debe de procurarse huír de tal ge- 
neración por gajos, no vaciando el concreto dentro de los mol- 
des formando montones, sino al contrario, repartiéndolo por 
capas delgadas. 

85.—Soldaduras de los concretos. —Respecto á la unión de un 
concreto nuevo con otro ya viejo; es necesario reconocer que 
nunca es perfecta, y que en consecuencia, en toda pieza tra- 
bajando á la tracción debe procurarse hacerla de una sola ba- 
tida; pues de lo contrario las juntas de unión de un día para 
otro, en la reanudación de los trabajos, serán otras tantas frac- 
turas bajo los grandes esfuerzos. 

86.—Y esto se explica fácilmente (una vez que á fuerza de 
desengaños, se ha visto uno obligado á descubrirlo). El fra- 
guado del cemento al formar los concretos no es más que una 
combinación química con la sílice de la arena en presencia del 
agua, como lo demuestra el calor desarrollado en su seno mien- 
tras él se verifica; y por lo tanto, y empezando esa combinación 
desde que se pone el agua á la revoltura, y no terminando ca- 
si sino hasta los siete días y del todo como al año, resulta que 
cuando sobre una masa de concreto con el fraguado ya en pro- 
ceso se pone otra fresca, ya encuentra á la primera más ade- 
lantada en su combinación, y no concordando los movimien- 
tos moleculares, la perfecta adherencia es imposible. 

87.—Para corregir en lo posible tal defecto, nosotros em- 
pleamos dos artificios: 

1? Para pisos, los dividimos en secciones cuyos límites á 
priori aceptamos que serán después otras tantas grietas, y si 
es posible, si el piso se ha de rayar, hacemos coincidir á tales 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 299 


juntas con algunas rayas; y ya hecho el fraguado, reabrimos 
esas grietas al cincel y á 1 cm. de ancho, y las rellenamos con 
mezcla de uno por uno, casi seca y muy bien apretada, y lavan- 
do antes las grietas con una escobeta y lechada de cemento 
solo, para quitar á las superficies una capa de cal y sílice que 
se les forma, y la cual aun impide más la soldadura de un con- 
creto nuevo con otro viejo. 

2% Y para rellenos de una grande y uniforme resistencia, 
al concluir el trabajo de la tarde sembramos clavos en su su- 
perficie, fresca aún, y saliendo algo sus cabezas; y por la ma- 
ñana siguiente, para reanudar el trabajo, lechadeamos como 
queda dicho para las grietas, barriendo fuertemente con una 
escoba y lechada de cemento. 

88.—Estos dos procedimientos, los hemos empleado en el 
faro de Isla de Lobos. El primero, para el piso de cemento 
de la casa; y el segundo, para unas dos grandes cisternas, de 
3,6x2X1X1,8 =13 m* en números redondos. 

89. —Respecto al espaciamiento de los clavos, lo calculamos 
como sigue: 

Sean: 1 su longitud; p, el perímetro de su sección, un poco 
arriba de su centro; p”, el perímetro de su cabeza; c y €, las lon- 
gitudes de las partes enterrada y libre, y teniéndose c=-c=1; 
k, la resistencia del fierro, 1000 kilogramos por em”; L', la trac- 
ción del cemento, y que será la fuerza con que comprima el 
clavo; f, en fin, el coeficiente de fricción del concreto contra el 
fierro, y que se puede tomar de fierro contra fierro, 0,13, pues- 
to que los fierros en el cemento armado y al resbalar en el con- 
ereto siempre dejan una capa de óxido de fierro. 

Con estos datos resulta: 

1% pc, superficie lateral del agujero hecho por el clavo; p 
c k, la fuerza del concreto que lo detendrá; y pc kf, la fuerza 
efectiva que de allí resulta. 

22 p' e, superficie del agujero que haría la cabeza del cla- 
vo si este se saltase; p' c *, la fuerza del concreto, que se opon- 
dría á la salida del clavo. 


a 


Mio 
A 


230 RAFAEL MALLÉN. 


3? Igualando pues los dos valores anteriores, resulta: 
pekf=yp € E; y que con c+c=1 nos da, 


MESS A 00 
EFD" ría PO 

4% Seguros de que las dos partes del concreto cojen al cla- 
vo con igual fuerza, si su sección en donde se midió el perí- 
metro p cs s' su resistencia será s l; y entonces, si es k, la re- 
sistencia del concreto á la tracción, y s =4* la superficie de ese 
conereto que tenga una resistencia igual á la del clavo, resul- 
tará, s k=a* k, y de aquí, 


para el espaciamiento del clavo. 

90.—Respecto á la calidad del cemento nada creemos ne- 
cesario decir; pero sí haremos notar que no es raro hallar pe- 
queños grumos en la masa, ó cemento eon un principio de fra- 
guado, y lo cual se debe probablemente, á su empaque en días 
brumosos y con mucha humedad ambiente, en los países del 
Norte. Y como hemos visto algunas veces emplearlo así, ha- 
remos notar, y como fácilmente puede verificarlo quien guste" 
que si no se toma la precaución de cernirlo, en la misma mez- 
cla, y pasando la cuchara de albañil sobre ella, se verá que 
quedan vetas de cemento puro á causa de tales grumos; y lo 
cual implica que no desbaratándolas se disminuirá notable- 
mente la resistencia del concreto. 

91.—Llamamos “forjado” en un concreto, á cierto estado 
que toma á los 6, 8 6 10 minutos, según su clase, en el cual 
ya pierde su “plasticidad,” reconociéndose esto, porque si se 
le quiere cambiar de forma “se desmorona,” y dejamos la pa- 
labra “fraguado,” á su estado cuando ya no se desmorona si- 
no que se quiebra; y esta clasificación hacemos, para hacer 
observar: que no se debe trabajar sobre las partes frescas, 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES, 231 


sino cuando han fraguado, para que no se deformen; y que ya 
la soldadura no es perfecta después del forjado, y por lo cual 
cuando tal perfección se necesite, se deben arreglar los mol- 
des para un solo relleno, ó poner el claro si se hacen varias 
batidas. 

92.—Moldes.—Aparte de la necesidad de que los moldes 
para el cemento armado sean fuertes y bien hechos, es nece- 
sario tomar dos precauciones en su manejo: 

1? Calcularlos para que el apisonado no los flexione, y re- 
sulten los paramentos alabeados. Para esto se puede tomar 
como dato medio, que la fuerza ejercida por la masa contra ta- 
les moldes con un pisón común y un hombre de fuerza media 
es de un gramo por centímetro cuadrado en toda la extensión 
de la zona á que el efecto del golpe se extiende, y que es de 
unos 25 em. de radio, para concretos de mediana compacidad 
y de cuyo dato se puede partir para calcular las partes elemen- 
tales de los moldes en su extensión y grueso, y según las dis- 
tancias de los puntos de apoyo que se considere como fijos, ó 
indeformables bajo el pisón. Esto es: Calculada la superficie 
s del molde, y el número » de golpes de pisón, que en el relle- 
no recibirá el concreto, se tendrá P=ns, en gramos, como fuer- 
za acumulada, y para calcular la flecha de la tabla; ó asig- 
nado f, calcular el grueso de esa tabla. 

2% Que no quede ningún aguj” o de escape de mezcla, pues 
por allí escurrirá el agua y arrastr á al cemento, producién- 
dose verdaderas vetas pobres en él, y que serán más tarde las 
líneas de fractura. 

93.—Antes de concluir, y llevándose poco en cuenta hasta 
hoy el esfuerzo de estrujamiento y la resistencia contra el de 
los concretos, creemos conveniente, y como siempre en obse- 
quio de personas versadas en la materia, hacer notar que él 
tiene cierta afinidad con el esfuerzo cortante y por lo cual hay 
que cuidar de no confundirlos. En el esfuerzo de estrujamien- 
to, las dos partes que tienden á separarse se comprimen fuer- 


232 RAFAEL MALLÉN. 


te y recíprocamente, como por ejemplo, la zona de tracción 
con la de compresión en una viga que se flexione bajo una car- 
ga, mientras que en los esfuerzos de tracción, una parte per- 
manece fija y la otra tiende á separarse. 

94 —Siendo este punto muy importante al calcular las vi- 
gas, terminaremos haciendo notar que el esfuerzo cortante que 
las rompe por sus cabezas bajo una carga exagerada y uni- 
formemente repartida, se debe de contrarrestar por la resis- 
tencia á la tracción, bajo una línea cuya dirección media es de 
450 con el eje de la viga; pues poco más Ó menos, así se nos 
rompieron todas las vigas en la cámara de estudio á que antes 
nos hemos referido, y en la mayor parte de las que después 
hemos probado con carga uniformemente repartida. 

95.—Esta grieta nace como á los 30 em. del plano de em- 
potramiento, y dirigiéndose á él del estradós al intradós. De 
esta manera, y con el patín y peralte de la viga, así como con 
su coeficiente de resistencia, fácil será caleular su sección pa- 
ra resistir á este esfuerzo y poner á sus diversos elementos en 
armonía; pues como en la figura 10 queda supuesto el equilibrio 
en cada uno de sus cuatro elementos, en los extremos se tiene 
el caso de la figura 3, y por lo tanto si son b, h y k el patín, el 
peralte y la resistencia de la sección, en la hipótesis de que no 
se flexione la pieza bajo la carga, sino que se rompa como si la 
cortasen por presión, se tendrá á cada extremo el peso 3 P, 

1_bhk 


o 


P cos 450 
y de ayuí, muy próximamente, 
P=3bhk 21 


96,—Como se ve, en todo rigor cada parte de una viga de- 
bería de tener escuadras y herraje diferentes; pero no siendo 
ello práctico por costoso, calculadas todas las secciones se de- 
be elegir la más resistente. 


+. A 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 233 


97.—En cuanto al modo de fractura señalado, él no es más 
que una consecuencia de la estructura granular del concreto; 
porque si en un muro con él cede algún tramo por faltarle el 
cimiento, por ejemplo, la sección que caería tendría la forma 
de un arco en su contorno, y del cual no sería más que un ele- 
mento la fractura de la viga á sus cabezas. 

98.—Por lo que á las aplicaciones de nuestro sistema de 
construcción importa, y por lo que á nosotros hace, aun cre- 
emos conveniente hacer notar, que en un empotramiento solo 
se llega á un resultado satisfactorio cuando las cabezas de las 
vigas forman parte íntima del muro; y que así, en el cemento 
armado, al ahogar las cabezas de las vigas con los rellenos pa- 
ra formar los muros, deben de lechadearse bien y de llevar un 
anclaje proporcionado á las cargas, formado por varillas que 
entran en los muros de apoyo y se ligan á las de las vigas. 

99.—Por lo demás, en casas de varios pisos tales anclajes 
no son necesarios, bastando el peso de los muros y techos su- 
periores, pero si se ponen citarillas al techo de un solo piso, y 
con solo ellas, sin anclaje, se quiere hacer el equilibrio, enton- 
ces su peso p con la mitad 4 a del empotramiento a, por brazo 
de palanca, debe de hacer equilibrio al momento de la mitad 
de la carga, y tenerse 4 PX 3 l=j P 1, y con lo cual 
4 P lI=pXj3 a, y de donde, 


El 
CAN 


22; 


277 ) 
y con lo cual dada la carga, el grueso del muro, el claro, el es- 
paciamiento de las vigas y la densidad del concreto, se puede 
ya determinar la altura de la citarilla. Así lo hicimos en el fa- 
ro de Isla de Lobos, con anclaje las vigas, pero sin llegar las 
varillas hasta los cimientos; pues habiendo quedado en el cen- 
tro de un bosque, por citarilla se le puso un simple ornato á 
su frente. 

100.—Antes de concluír, recomendamos á los que nos hon- 


234 RAFAEL MALLÉN. 


ren con su atención aplicando esta teoría y nuestro sistema de 
construcción en cemento armado, que nunca hagan nada sin 
determinar antes personalmente los coeficientes de resistencia 
de los varios concretos que vayan á emplear; pues los datos 
que proporciona el Comercio generalmente son inexactos, exa- 
gerándolos. Con unas cuantas marquetas de prueba mientras 
se hacen los trabajos preparatorios, y rompiéndolas según los 
coeficientes que se busquen, aplicándoles las fórmulas del ca- 
so en cada prueba, se obtienen resultados tan exactos prácti- 
camente y dado el coeficiente de seguridad, que no vale la pe- 
na perder más tiempo que el de tales pruebas buscando datos 
más exactos, á no ser que se trate de grandes obras. 

101.—Finalmente se habrá notado que nada hemos dicho 
sobre el momento de inercia; pero ello es porque no lo hemos 
necesitado, ni se necesita para la Estática. 

102, —En efecto: Al estudiar en mecánica el movimiento 
circular, y para éste, “se llama momento de inercia, á la masa 
de un cuerpo multiplicado por el cuadrado de la distancia de 
su centro de gravedad á su centro de rotación,” y por analo- 
gía, en Estática dan los autores clásicos ese. mismo nombre, 
“momento de inercia,” á la sección de las zonas por compre- 
sión y tracción multiplicadas por sus peraltes, y lo cual es un 
error muy grave; 

1% Porque entre una “masa” y una “sección” media una 
distancia enorme: la primera es un cuerpo; y la segunda, una 
simple concepción, y que no puede por lo mismo desarrollar 
como la masa ninguna fuerza, y menos fuerza viva, en la ro- 
tación de la pieza en el supuesto de que ésta caiga. 

2% Porque esa lejana analogía, del producto de la sección 
por el cuadrado de su peralte, ni siquiera resulta como una 
condición del movimiento, sino precisamente de la condición 
de que éste no se verifique, y expresada en la ecuación de equi- 
librio; y por lo que tal coincidencia, no es más que casual. 

3% Porque ese cuadrado del peralte, no es tampoco “la dis- 


e 


NUEVA TEORÍA ESTÁTICA DE LAS CONSTRUCCIONES. 220 


tancia del centro de gravedad de la sección al eje neutro,” si- 
no de éste al límite exterior de la sección; y por lo cual seme- 
jante analogía apenas se reduce á la presencia del cuadrado 
de una distancia contada desde el eje neutro: Y cuyo eje, de 
paso, ya hemos visto que tampoco existe. 

4% y último.—Porque el momento de inercia, para estable- 
cer la condición de equilibrio y siendo este equilibrio estático, 
y no dinámico, nada tiene que hacer en su expresión; y menos 
cuando precisamente se renuncia al peso de la materia que 
constituye á la viga, para simplificar los cálculos, y por su pe- 
queñez ante las cargas: Y con lo cual tácitamente se renuncia 
á la influencia del momento de inercia sobre ella, aún en el 
caso de que existiera, 

103.—Como pudiera alegarse, que al considerar toda la pie- 
za dicho queda que se lleva en cuenta si no su masa al menos 
su volumen, á nuestra vez diremos que 1, su longitud, que in- 
terpreta á ese “toda la pieza,” entra en las fórmulas finales pa- 
ra el cáleulo P, precisamente dividiendo á la sección y no mul- 
tiplicándola, y por lo cual, según las reglas de la homogenei- 
dad, el resultado es una línea y no un volunmen que pudiera 
tomarse por la masa, si no con lógica siquiera sí con sus apa- 
riencias; y que, por lo visto, sólo se reducen á la presencia de 
h* en la expresión del momento de resistencia de la sección, 

-— 104,—No hay pues en Estática tal momento de inercia y 
como la precisión en el lenguaje es la base de la Ciencia, ya es 
tiempo de empezar siquiera en ella, á ser lo más riguroso que 
podamos en él. De otra manera, la Torre de Babel dividirá á 
los sabios; y la Ciencia, lejos de ser el primer peldaño para lle- 
gar la orden social perfecto del futuro, será el laberinto de 
Creta en donde ni ellos mismos se puedan encontrar. 

Demos pues siquiera en ella, y como un preludio para ha- 
cerlo más tarde en el lenguaje social: un nombre á cada cosa; 
y á cada sentencia una sola significación. 

Veracruz, 1907. 
Mem. Soc. Alzate. México. T. 26. (1907-1908) —31. 


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SOCIÉTE SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRBES, T. 26- 
A E E DAN PE a El A A A e 


Note sur un cas de radiodermite tres intense du cuir chevelu 
AYeo Pepousse 
compléte des cheveux chez une enfant atteinte de trichophytie. 


Mémoire présenté au Il*me Congrés International de Physiothérapie. 


PAR LE DR. 


RIOARDO E. CIOERO, M. $, A,, 


Professeur á la Faculte de Médecine de Mexico. 


Pour peu que lon ait traité des cas de trichophytie de la 
téte, on sait trés bien combien cette maladie est rebelle. Aussi 
a été un des plus beaux triomphes de la Physiotérapie que 
le traitement de cette maladie au moyen des rayons X et Pon 
doit étre particuligrement obligé á Mr. le Dr. Sabouraud qui 
plus que personne a conduit cette méthode de traitement á un 
degré de perfection remarquable. Les régles qu'il a posées 
pour lPappliquer sont si bien déterminées, ont été basées sur 
des observations si nombreuses et si précises que Pon doit con- 
sidérer comme une faute de ne pas s'y tenir rigoureusement. 
Quant á moi, Javoue franchement que je ne me suis décidé á 
traiter mes cas de trichophytie parla róntgenothérapie que le 
jour oú j'ai eu en mon pouyoir le chromoradiométre de Holzk- 
necht, cette autre éminence de la róntgenologie. 


238 RICARDO E. CICERO. 


A li 


Ce West done pas d'un cas de ma pratique personnelle dont 
je vais moceuper, car je n'ai jamais provogué de la radioder- 
mite et quoique ma statistique ne fasse que commencer, elle m'a 
démontré que les régles de Mr, Sabouraud ont la force des vé- 
rités mathématiques. Le fait que je vais relater appartint á 
un collégue, le Dr. Jofre, qui avait le meilleur cabinet d'élec- 
tricité médicale qwil y ait jamais eu á Mexico et qui, malheu- 
reusement pour la science, mourut encore jeune, an mois 
d' Avril dernier. 

Voici le cas: 

L'enfant P. D., de 9 ans, fille d'un illustre confrére, fut 
atteinte vers la fin de année dernitre de trichophytie vulgai- 
re du cuir chevelu. Mon confrére me fit 'honneur de me la 
montrer et d'en appeler á mon opinion au sujet du traitement 
par les rayons X. Naturellement celle-ci fut tout á fait favo- 
rable, non seulement parce que je le connaissais théoriquement 
mais encore parce que je savais que le Dr. Jofre avait guéri 
deux enfants que J'avais traités avant par les procédés classi- 
ques sans obtenir autre chose qW'une amélioration trés lente 
comme c'est la regle avec ces procédés—-lá, et que plus tard 
J'avais remis directement entre ses mains deux autres enfants 
de ma clientéle. Le suecées fut complet aussi dans ces deux 
autres cas; néanmoins J'avertis le Dr. D. que j'avais quelque 
apréhension au sujet du procédé que le Dr. Jofre suivait car 
J'avais eu Poceasion de le voir travailler lors du deuxiéme cas 
que je lui avais confié et 'avais vu qu'il s'écartait trop des ré- 
gles du Dr. Sabouraud qui ayaient déja óté publiées á cette 
époque. Je eraignais la radiodermite sur laquelle 'opinion de 
Mr. Sabouraud est si formelle et si terrible: “Toute radiodermi- 
te, méme légere,” dit cet auteur, “entraine au cuir chevelu Ualopécie 
définitive presque loujours complete.” Je regrettais alors plus que 
jamais que Pagont de la Kny Scheerer Co., de New York, qui 
wavait fourni trós peu de temps avant un bon appareil pour 
les applications de rayons X et les courants de haute tension 


UN CAS DE RADIODERMITE. 239 


et de haute fréquence veút pu me procurer de suite le chromo- 
radiométre, ' 

Ainsi donc Venfant fut traitée par le Dr. Jofre. Je ne sau- 
rais entrer dans les minuties de sa technique car je ne la con- 
nus pas dans tous ses détails mais voici les points essentiels 
du traitement et de ses résultats d'aprés les donnes que le 
Dr. D. ma obligeamment fournies. 

Le traitement par les rayons X commengca vers le milieu du 
mois de Février. Les séancés furent journalióres et une 
durés de 5 minutes chacune. L'amponle était appliquée á une 
certaine distance du sommet de la téte sans aucune protec 
tion. On voit que la technique était bien imparfaite. Vers la 
cinquiéme séance un érythéme comenca á faire son apparition. 
L'opérateur, il faut le dire, n'y attacha pas Vimportance et con- 
tinua les séances. Ce west que vers la dixiéme que les cheve- 
ux commencérent á tomber; Pon fit cependant encore cinq au- 
tres séances jusqu'a compléter le nombre de 15. La radioder- 
mite alla augmentant en étendue et en intensité; elle envahit 
outre la téte, le front, les joues et la nuque, elle devint exuda- 
tive et desquamative, se couvrant de squames et de croútes. 
Le pére de Penfant tout éploré, me la montra dans cet état; la- 
lopécie, il n'y a pas á dire, était compléte; elle affectait la for- 
me Vune calvitie trés étendue sur laquelle la radiodermite était 
fortement développée, la dépassant le tous cótés. La désespoir 

du pére était immense, Vautant plus qwil avait lu la tarrible 
phrase du Dr. Sabouraud que j'ai transcrite; mon opinion, que 
Jómis timidement fut cependant qu'il pouvait y 1voir quelque 
espoir de voir la repousse et ce qui me le faisait croire c'était 
que par-ci par-lá en voyait quelque mince cheveu erratique dans 
la plaque alopécique et en y regardant attentivement á la lou- 
po on apercevait les orifices correspondant aux follicules pi- 
leux. Ceci se passait vers la fin du mois de Mars. Je communi- 
quai mon vague espoir au Dr. D., que erutsans doute que mon 
objet était seulement Vamoindrir sa peine de pére pendant 


240 RICARDO E. CICERO. 


un certain temps, que je ne lui manifestais mon opinion un peu 
rassurante que par suite d'un sentiment d'amitié pourne pas trop 
Paffliger du premier coup. Moi-méme, je me méfiais beaucoup, 
car Popinion du Dr. Sabouraud est si formelle, que je craignais 
de me faire des illusions. Tout le mois d'Avril et le commen- 
cement de Mai se passérent et la radiodermite v'était pas fini 
etmon vague espoir était loin de devenir une réalité. Le Dr. D. 
avaitVobligeance de me montrer son enfant de temps en temps. 
Mais vers la fin de Mai, il v”y aváit plus de radiodermite sur les 
parties glabres ot elle s'était étendue et sur le cuir chevelu elle 
était réduite4une fine desquamation En méme temps un fin du- 
vet commengait a recouvrir toute la partie alopéciée. On pent bien com- 
prendrelajoie aveclaquelle nous vimes ce duvet; le Dr. D. avait 
des tressaillements dans son cosur de pére et quantá moi, j'a- 
vais Ja satisfaction de voir mon pronostic confirmé, d'avoir fait 
une observation clinique exacte, de ne pas avoir donné de vains 
espoirs, Vétre súr que ce n'était pas sous linfluence d'un sen- 
timent d'amitié et de pitié que j'avais émis mon opinion mais 
sur une observation vraiement scientifique. Dés ce jour la re- 
pousse alla de plus en plus ferme et au mois de Juillet, alors 
que J'écris cette note, elle est complete; les cheveux sont drus, 
vigoureux, touffus, méme plus qu'avant; c'est Vimpression du 
pére et des sosurs de Penfant, surtout au vertex oú la radio- 
dermite fut plus intense et il n'y a sans doute qu'á attendre 
quelques mois, que les cheveux aient suffisamment erá pour 
que Venfant puisse montrer avec ostentation sa trés belle che- 
velure, 

Voici maintenant quelle est pour moi Pinstruction qui se 
dégage du cas que je viens de rapporter. 1l n'y a aucun doute 
que la radiodermite doit étre crainte et qu il est inutile de la 
provoquer quand il ne s'agit, comme c'est le cas dans le traite- 
ment des trichophyties que de produire une alopécie tem- 
poraire; pour moi, je me tiens et me tiendrai toujours, sauf en 
cas qwun plus graud perfectionnement (chose difficile á 


UN CAS DE RADIODERMITE. 241 


attendre) vienne plus tard,á la technique si précise et bien 
étudiés du Dr. Sabouraud et c'estce que je conseillerai á tous 
les techniciens; mais aux cliniciens auxquels des cas pour- 
raient se présenter oú la radiodermite aurait fait son appa- 
rition je leur dirai: Il faut faire un amendement á la proposi- 
tion de M. Sabouraud au sujet du danger des radiode rmites; 
elle ne doit pas revétir la forme d'une proposition universe- 
lle car ce genre de propositions sont détruites par un seul'cas 
s'en éloignant; il faut se comporter dans chaque cas particulier 
en vrai clinicien et baser son pronostic sur les conditions par- 
ticulióres du cas individuel, mais sans oublier qwil wy a 
peut-étre pas au monde un médecin qui ait autant Vexpé- 
rience á ce sujet que le Dr. Sabouraud, dont Popinion est 
indubitablement basée sur un grand nombre de faits, et 

dont la proposition pourrait trés bien revétir cette forme: 
“Toute radiodermite, méme légere, doit étre crainte; elle risque énor- 
mément Ventrainer pour le cuir chevelu Palopécie définitive presque 
toujours complete.” 


México, Juillet 1907, 


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SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26. 


LA CHINA POBLANA. 


Apunte histórico. 


POR EL LIC. 


R. MENA, M. $, A. 


AlSr. D. Teodoro A. Dehesa, 
Gobernador del Estado de Vera- 
cruz, 


Siempre tuve por asunto digno de estudio y de investiga- 
ción, el origen de estas dos palabras: China Poblana, por lo que, 
cuando estuve en la ciudad de Puebla, dí principio á mis labo- 
res y escuchando aquí leyendas, recojiendo allá notas y visi- 
tando Iglesias, el día más inopinado, me encontré en la de la 
Compañía, con la tumba de la mismisíma China Poblana. 

Inmediatamente á la izquierda de la puerta que comunica 
el presbiterio con la Sacristía y empotrada en la pared, hay 
una pequeña lápida con la inscripción siguiente: 


Mem. Soo. Alzate. México. T. 26 (1907-1908) —32. 


244 R. MENA. 


D. O. M. 


Condit Hice tumulus 
Venerandam in Christo Virginem 


Catharinam de San Juan. 
Quam Mogor mundo Angelopolis 


coelo dedit, 
Postquam 
Per virtutem omnium cumulum Deo 
imprimis ominibusque dilecta 
Regio sanguini illustris Servitute 
tamen pauper € humiles 
Vixit annos LXXXII 
Obitus eius magna populi «y cleri 
Aclamatione fuit ipso per vigilio 
triunfus 


San....R..num Anno MDOCLXXX VIII 


Inscripción que traduzco así: 


“Dios, Bueno, Grande. 

Guarda este sepulero á la venerable en Cristo, Catarina 
“de San Juan, á quien el Mogol dió á la tierra y Angelópolis 
“al cielo. Por un cúmulo de todas las virtudes, fué amada pri- 
“ramente de Dios y también de los hombres. Ilustre por su 
“real prosapia, fué sin embargo pobre y humilde por esclavi- 
“tud. Vivió 82 años. Su muerte por gran aclamación del clero 
“y del pueblo, fué un verdadero triunfo desde la víspera. 

“Santo Reino Año de 1688.” 

La lápida que es de piedra calcárea amarillenta, tiene la 
forma de un cuadrilongo que no puede ser medido exactamen- 
te, por estar muy embutido en el muro; la inscripción corre pa- 
ralela al lado mayor y fué seguramente, obra de un mal lapi- 


A ARE 


LA CHINA POBLANA 245 


dario; en el hueco de las letras, se advierte algo de pintura 
negra y en las tres que encabezan la inscripción, rojo y oro. 

El sitio actual de la lápida, no es aquel en que fué inhuma- 
da la China, pues la inhumación tuvo lugar en la bóveda que 
está en el respaldo de Nuestra Señora del Pópulo en la Iglesia 
mencionada; de ahí fueron transladados los restos, al piso de la 
Sacristía, de donde los transladó al lugar que hemos descripto, 
el Superior de los Jesuitas en Puebla, Sr. Mas, á quien entre- 
visté. 

Dice el Sr. Mas, que al pavimentar la Sacristía, se encontró 
con varias sepulturas y entre ellas esta en que nos ocupamos 
y que, como las otras, tuyo que transladar; que se conservan 
de la “china” algunos huesos largos, que son pequeños, y el 
cráneo, de cortas dimensiones, de frontal huido y givas parie- 
tales prominentes; que la lápida que hoy existe, es la misma 
que cubría el sepulero primitivo. 

Como se verá, la estatura de la China fué poco menos que 
mediana y su cráneo denuncia un origen oriental. 

¿Cómo llegó á Puebla una descendiente del Gran Mogol? 
Vamos á explicarlo: 

Durante el Virreinato del Excelentísimo Sr. D. Tomás de 
la Cerda y Aragón, pululaban los piratas en los mares de Nue- 
va España; Dampier y Towunley, de nacionalidad inglesa, ha- 
bíanse hecho temibles en las costas del Pacífico y á tanto lle- 
garon en audacia, que pretendieron tomar el puerto de Aca- 
pulco: de ahí fueron rechazados é hicieron rumbo á Manila, 
en la travesía toparon con un buque, chino, según creyeron y 
lo abordaron y robaron: alhajas, telas y dinero fué el botín de 
los piratas; Towunley se apoderó además, de una dama noble, 
que viajaba por recreo y que se decía ser princesa, y descen- 
diente del Gran Mogol, su nombre era: Mir—rá. 

Llegados á Manila los piratas, Towunley vendió como es- 
clava á la Princesa del Mogol y la hubo un mercader que en 
las famosas naos, llegaba frecuentemente 4 Acapulco; trajo 


246 R. MENA. 


consigo á Mir—rá y la vendió á un comerciante de la Puebla 
de los Angeles, al Capitán Don Miguel Sosa, quien á la sazón 
se encontraba en Acapulco; concluidos sus asuntos pudo el Ca- 
pitán, llevando consigo á la real esclava, regresar á Angelópo- 
lis, adonde no se hablaba sino de la “China.” 

El Capitán Sosa dió libertad á su esclava y la hizo bauti- 
zar en la Iglesia del Santo Angel Analco con el nombre de 
Catarina de San Juan; el Cura, Dr. D. Francisco Valdés y Sie 
rra, asociado de Sor María de Jesús Tomellín, enseñó el idio- 
ma español á Catarina y la instruyó en la religión cristiana. 
Ardiente en su nueva fé, consagrose á visitar y á socorrer á 
los pobres, habiendo llegado en diversas ocasiones á despojar- 
se de sus ropas para remediar á los menesterosos, entre quie- 
nes se hizo altamente popular por virtuosa y caritativa. 

La China Poblana, como la llamaba el pueblo, vestía de zan- 
gala de vivos colores durante los meses calurosos y templados 
y en el invierno, de ásperas telas de lana ó de cabral; en el 
calzado, conservó siempre la forma del que llevara cuando fué 
capturada, 

Enfermó al fin, la “china” y es probable que haya falleci- 
do de agotamiento nervioso. 

Desde antes de morir, fué constantemente visitada por las 
clases más humildes, y una vez muerta, fueron las Comunida- 
des, los Cánonigos y los Regidores quienes se disputaron el 
honor de llevarla en hombros á la Compañía, San Ignacio ó el 
Espíritu Santo, que con todos estos nombres era conocido el 
templo de los Jesuitas; se hicieron grandes honras fúnebres, 
en las que el P. D. Francisco Aguilera, pronunció el elogio de 
la finada, que murió en olor de santidad, según el decir de las 
buenas gentes de aquel entonces. '* 

Con la desaparición de la “China Poblana” acabó el ángel 
bueno de las clases desheredadas de la Puebla de los Angeles; 


(1) La oración del P. Aguilera fué impresa, pero no me fué dable encontrar un 
solo opúsculo. 


LA CHINA POBLANA. 947 


pero el pueblo siempre grato, siempre noble y siempre grande 
conservó la memoria de su Santa, la imitó en el vestir y de ahí 
el origen de las “Chinas” que dieron con frecuencia, asunto y 
fatiga á las plumas de Fidel, de Juvenal y de Facundo. 

Aun existe en Puebla una Calle de las Chinitas, nombre 
popular que rememora á Mir-rá, á Catarina de San Juan. En 
el Museo de la misma ciudad, se conservan trajes auténticos 
de la buena época de las “chinas poblanas” (fines del siglo 
XVIII y primera mitad del XIX). '” 

El segundo vendedor de Mir—rá, y el Capitán Sosa, fueron 
incuestionablemente quienes la llamaron china; pero si aten- 
demos á su nombre y descendencia, bien claros en la lápida, re- 
sulta, que ella era de la India, pues en esta fué jefe el Gran Mo- 
gol y no en la China. 


México, Noviembre de 1907. 


(1) Hubo “chinas” enriquecidas que hicieron del traje humilde, un traje de gran 
lujo, y así la zangala fué sustituida porla seda, y los bordados y broches de las zapatillas, 
por brillantes, que en las de los trajes del Museo, fueron arrancados antes de vender al 
establecimiento aquellas prendas. 


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SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIREfS, T. 26. 


Una. visita 4 las obras de provisión de aguas potables 
para la Ciudad de México, 


POR EL INGENIERO 


JESUS GALINDO Y VILLA, M, $. A. 


E 
ANTECEDENTES. 


El agua es la savia de las poblaciones. Es al par alimen- 
to y bebida. 

Proust asienta que el agua forma parte de todos nuestros 
órganos; y que no somos—dice Bordeu—más que una acumu- 
lación, una especie de niebla espesa encerrada en varias veji- 
gas. - 
Algún higienista ha escrito también que el hombre es lo 
que come, pudiendo asegurarse que el hombre es lo que bebe; con- 
cepto que pudiera parecer exagerado sobre la importancia de 
la clase de agua que se ingiere, pero que es de inmenso valor 
si se reflexiona que el agua forma casi un 75 por ciento de las 
substancias que componen el mísero cuerpo humano. Luego es 
fácil comprender cuán grave es la necesidad de que la prin- 
cipal materia de que estamos formados sea de buena calidad. 


250 J. GALINDO Y VILLA. 


De primer orden ha sido, por lo mismo, en todos tiem- 
pos, y lo es todavía, el problema de surtir de agua potable á 
las poblaciones; con razón se denomina á ésta el precioso líquido. 

No es mi propósito hacer historia de diccionario enciclopé- 
dico, ni remontar esta somera reseña á tiempos anteriores á 
los actuales, para poner de relieve el gran cuidado que tuvie- 
ron los moradores de Tenochtitlan para surtirse de aguas crista- 
linas que circulaban por dos admirables cañerías de cal y can- 
to, “la una ocupada por la corriente, y la otra en prevención 
para cuando había necesidad de limpiar la que estaba funcio- 
nando”, según escribía Cortés en 1520 al Emperador Carlos V; 
ni tampoco describir con viva frase aquellas grandes cons- 
trucciones coloniales, que, á semejanza de los erguidos acue- 
ductos que llevaban sus límpidas aguas á la vieja Roma, cons- 
taban de dilatadas y costosas arquerías desparecidas á nues- 
tra vista, para ser substituidas por tuberías subterráneas que, 
si es verdad que protegen el agua dentro de la Capital, el lí- 
quido llega á ésta enturbiado, á causa de su largo paso por 
conductos abiertos; y es notorio que en épocas de lluvias, en 
vez del agua que llamamos delgada recibimos lodo para beber y 
para lavarnos. 

En tales condicions, no era posible que continuara la Ciu- 
dad de México surtiendo á sus habitantes, ya en número de 
400,000, con agua de mala calidad, circulante poruna defectuo- 
sa red de cañerías ó por acueductos no cerrados y sin protec- 
ción alguna. 

¿Y cómo lograr introducir agua potable y pura, y cómo 
acrecentar el caudal? Este fué el problema que se presentó á 
la consideración de la Corporación Municipal. 

Afortunadamente, no faltaron hombres de buena volun- 
tad que pusieron sus talentos y sus luces al servicio de una 
causa de tan alta importancia. Bien merece un elogio since- 
ro, en este particular, nuestro querido amigo el Dr. D. Anto- 
nio Peñafiel. Él fué el primero que inició en detenido estudio, 


UNA VISITA Á LA8 OBRAS DE PROVISION DE AGUAS POTABLES. 251 


que corre impreso, “? la idea de traer á la Capital las aguas de 
los manantiales de Xochimileo, cuya potabilidad había sido 
demostrada por el análisis químico. 

Comprometido el Tesoro del Ayuntamiento por las ince- 
santes atenciones municipales, habíale faltado el poderoso au- 
xilio del Gobierno Federal, que en tiempos aciagos apenas te- 
nía fondos para cubrir las más apremiantes atenciones del 
momento; y hubo de esperarse á esta época de paz y de bien- 
estar económico, para emprender una obra de alientos y que 
por su misma importancia requería el cuantioso desembolso 
de varios millones de pesos. Ante todo, era muy importante 
para la Capital concluir las obras del desagie del Valle, y rea- 
lizar la construcción de su nueva red de atargeas, para librar- 
la de los incalculables daños que sufría con las anegaciones 
anuales de sus calles en tiempo de lluvias, y aun de las inun- 
daciones que la amenazaban, y que en otras épocas habían can- 
sado muy serios estragos. 

Por eso hasta 1900, la Corporación inició formalmente el 
estudio de la trascendental cuestión de la provisión de aguas 
para todos los servicios y en 13 de Noviembre de ese año, apro- 
bó el contrato con nuestro consocio el señor Ingeniero D. Ma- 
nuel Marroquín y Rivera, para la formación de un proyecto 
general de servicios de aguas, que debería comprender estos 
puntos: 

1*—Cantidad y calidad de las aguas que producen los ma- 
nantiales que pertenecen á la Ciudad de México, así como los 
que conviniera adquirir, para que la dotación sea de 500 litros 
por habitante; 

2%—Trazo de las obras de captación y conducción de las 
aguas que ahora tiene la Ciudad; 

3—Obras necesarias para la captación y conducción de 
las aguas que conviniera adquirir; 


Memoria sobre las aguas potables de la Capital de México. Tip. Secretaría de 
omento. 1884, y Mem. Soc. Alzate, T. XI, 1897, p. 251. 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 26. (1907-1908)—33. 


252 J. GALINDO Y VILLA. 


4"—Caídas aprovechables para fuerza motriz; 

0"—Mitración y purificación de las aguas potables; 

6”—Examen del proyecto del Director de Aguas para la 
distribución en la Ciudad; 

7—Bosques que fuera conveniente adquirir para la con- 
servación de los manantiales. 

El señor Marroquín se puso inmediatamente á dar cum- 
plimiento á su contrato; y sin tregua operó, ora en el campo, 
ora en el gabinete, con un cuerpo de ingenieros muy compe- 
tente, y un grupo de alumnos próximos á recibir sus respec- 
tivos títulos de ingenieros civiles. 

Vasto era el terreno que se debería explorar, y aparte de 
los reconocimientos llevados á cabo más allá de los confines 
del SW. del Valle de México, en la zona estudiada se compren- 
dió, principalmente, un conjunto de 80 kilómetros de trazos y 
otros 35 kilómetros de líneas auxiliares para completar la to- 
pografía de los planos. En el estudio de las aguas de Xochi- 
milco, se llevó una línea de 15 kilómetros por encima de las lo- 
mas de Tacubaya y San Angel, hasta cerca de los manantia- 
les de Peña Pobre, que se abandonó por consideraciones eco- 
nómicas. En todas estas líneas de trazos y auxiliares, se hizo 
una topografía minuciosa en una faja de más de 200 metros 
deanchura, y secciones transversales de terreno cada 20 metros. 

También, aunque por procedimientos menos exactos en 
cuanto á los ángulos y la topografía, pero con precisión en 
cuanto al perfil, se practicó un reconocimiento de la línea de 
conducción para las aguas del río de Tlalnepantla, que tiene 
una longitud de 12 kilómetros. 

Aparte de todas estas operaciones, se hicieron medidas de 
agua, numerosos reconocimientos con aneroide, ete., labor 
muy grande si se tiene en cuenta el corto plazo que tuvo el 
señor Marroquín para sus trabajos. Coneluídos éstos, dicho 


entendido Ingeniero presentó al Ayuntamiento un extenso es-. 


tudio, en 21 de Julio de 1901, que se sometió al examen de 
una Comisión compuesta de los señores Ingenieros D. Gil- 


UAA VISITA Á LAS OBRAS DE PROVISION DE AGUAS POTABLES. 253 


berto Montiel Estrada, entonces Regidor de Aguas, D. Luis 
Espinosa, D. Alberto Robles Gil, D. Roberto Gayol y D. Ed- 
mundo Girault, agregándose á ella para sólo cuestiones higié- 
nicas, el Dr. D, Nicolás Ramírez de Arellano; si bien es cier- 
to que dado el actual estado de la Ciencia, no es lícito al In- 
geniero Civil desconocer las más elementales cuestiones de 
Higiene Pública, como en el caso actual. 

El proyecto del señor Marroquín fué aceptado con algu- 
nas modificaciones, y esencialmente consta de las siguientes 
obras fundamentales: 

Primera: Captación de las aguas de los manantiales de 
Xochimilco; 

Segunda: Construcción del acueducto de Xochimileo á 
México; 

Tercera: Depósito ó tanques de almacenamiento en las lo- 
mas del Molino del Rey; 

Cuarta: Distribución en la Capital; 

Para poder libremente dar cima al proyecto, la Secreta- 
ría de Comunicaciones cedió á la Municipalidad de México los 
manuantiatiales de Xochimilco. 

Sería largo, y además quedaría fuera de los límites que 
me propongo dar á esta breve reseña, detallar los estudios del 
señor Marroquín, y traer á la memoria los no menos intere- 
santes del señor Peñafiel. Basta, en mi concepto, dejar apun- 
tado lo anterior. 

No tocó, empero, al Ayuntamiento de la Capital, llevar á 
feliz término estas obras transcedentales: concluída su secu- 
lar gestión administrativa, en 30 de Junio de 1903, conforme 
á preceptos legales, el Ejecutivo Federal nombró en Julio si- 
guiente, de acuerdo con la Ley de Organización Política y 
Municipal del Distrito, de 26 de Marzo del propio año, una 
Junta Directiva, que se encargara de la ejecución del proyee- 
to del señor Marroquín, Junta que hasta la fecha funciona, 
teniendo como Presidente al señor Licenciado D. José Yves 
Limantour. 


254 L. GALINDO Y VILLA. 


¿Y en qué estado se encuentran los trabajos, y qué se ha 
realizado hasta el presente? Un grupo de miembros de la So- 
ciedad Cientifica “Antonio Alzate” acaba de saberlo, exami- 
nando de visu todas las obras, en la mejor compañía: en la de 
nuestro distinguido consocio el señor Marroquín director ge- 
neral de ellas, y uno de los fundadores de la propia Sociedad 
““ Alzate.” 

¡EA 


NUESTRA VISITA Á LAS OBRAS. 


Eran las nueve de la mañana del 11 de Octubre último, 
cuando nos reuniamos en el hoy amplio paradero de Dolores, 
contiguo al Bosque de Chapultepec, las siguientes personas, 
todas de la “Alzate:” D. Rafael Aguilar Santillán, nuestro Se- 
cretario Perpetuo; D. Manuel Francisco Alvarez; D. Carlos 
Burekhardt, del Instituto Geológico; D. Antonio J. Carbajal, 
actual Presidente de la Sociedad; D. José C. Haro, D. Fede- 
rico Lentz, químico; D. Manuel Marroquín y Rivera; D. Ra- 
món Mena; D. Jorge Méndez; D. Macario Olivares; D. Gabriel 
M. Oropesa; D. Alejandro Prieto, antiguo Gobernador de Ta- 
maulipas; D. Francisco M. Rodríguez, ex-Subdirector del Mu- 
seo; D, Enrique Schulz, D. Juan Villarello, Subdirector del 
Instituto Geológico; D. Paul Waitz; los jóvenes D. Francisco 
Carbajal y D. Fernando Urbina, armados de cámaras fotográ- 
ficas, y el que esto escribe. 

Una flamante locomotora de las Obras de Provisión, re- 
molcaba un cómodo y muy pintado tren de verano: esperában- 
se las órdenes de marcha, una vez instalada la impaciente 
caravana, pletórica de buen humor y ávida de contemplar 
en detalle cuanto iba á presentarse á nuestra vista. Al fin, 15 
minutos después, la máquina lanzando al viento su penacho 
de humo de carbón de piedra, que huele á trabajo, á indus- 
tria y á progreso, ascendia por amplias curvas de acero por 
las lomas del Molino del Rey; la vía férrea va por el antiguo 


UNA VISITA Á LAS OBRAS DE PROVISION DE AGUAS POTABLES. 255 


Camino de Madereros, pasa por las inmediaciones meridiona- 
les del Rancho de la Hormiga; entra por unas callejas de un 
barrio de Tacubaya, y derechamente sube por la cuesta hacia 
el Norte; cruza el ferrocarril de Cuernavaca, y se detiene cer- 
ca de los grandes receptáculos actualmente en construcción. 
Más al Poniente, aparecen las blancas y extensas bardas del 
Panteón de Dolores. 

Cuatro serán los inmensos tanques de almacenamiento y 
distribución, localizados en este elevado sitio, con relación al 
plano de la Capital: hoy en dia está para concluírse uno de 
éstos, y muy adelantado otro. Cada receptáculo es circular, 
de 100 metros de diámetro y 9 de profundidad, econ capacidad 
para 50,000 litros; de suerte que los cuatro podrán contener, 
reunidos, y en un momento dado, 200,000 litros de agua, que 
podrá también renovarse luego, á fin de que el líquido esté 
el menor tiempo posible en los depósitos. 

Para toda la estructura de estos vasos gigantescos, se ha 
empleado el material de moda, que tantas ventajas presen- 
ta en esta clase de construcciones: el cemento armado. Son 
de ésta, el revestimiento general y las 384 columnas de cada 
depósito, que sostendrán la techumbre, también de cemento 
para que los tanques queden completamente cubiertos. La 
comunicación se hará por el centro, mediante una torre octa- 
gonal que se alza en medio de cada depósito, dispuesta de tal 
suerte que por la parte inferior de ella penetrará el agua; por 
la media se ventilará el vaso, y por la parte superior se vi- 
gilará. Además, la torre servirá para entrar al interior del 
tanque y poder limpiarlo ó hacer en él las reparaciones que 
se necesiten. 

Los receptáculos se comunicarán entre sí por medio de 
compuertas; y se hallarán, los cuatro, sensiblemente á 50 
metros sobre el nivel medio de la Ciudad de México, lo que 
asegura para lo futuro el ascenso del agua hasta las azoteas 
de todos los edificios, sin necesidad de bombeo. 


256 J. GALINDO Y VILLA. 


Cerca de estas obras hay en explotación una mina de are- 
na, de excelente calidad. El cemento se hace allí mismo con 
unas mezcladoras, para aplicarlo in situ. Un puente girato- 
rio de hierro montado sobre el primer receptáculo, facilita el 
trabajo de los operarios. 


e pa 

Vistas las obras, nos regresamos á nuestro tren especial, 
que nos condujo por el mismo camino, hasta los talleres esta- 
blecidos en la Condesa, y en los cuales resalta el espíritu or- 
ganizador y disciplinado del Director de las obras. 

Después, el tren siguió su marcha acelerada rumbo al Sur, 
y atravesado el río de la Piedad, se detuvo á corta distancia 
de su cauce. Aquí se ha ejecutado una obra importante que 
tiene por objeto poder escapar el agua del acueducto á un ca- 
nal, cuando sea menester: consta de un departamento de com- 
puertas por donde pasa el acueducto. De éste visitamos un 
tramo: es todo de cemento armado, de sección ovoide, de 1m. 
90 de altura y de 1m. 80 en su mayor anchura, con un espesor 
de Om. 18 en la bóveda y de Om. 30 en la cuneta; descansa so- 
bre cimiento mamposteado y drenado. A cada 333 metros de 
distancia, se levanta sobre el acueducto una columna hueca ó 
chimenea, cubierta en su extremidad superior por una reja; es- 
tas columnas sirven para ventilar el acueducto, marcan la cifra 
kilométrica correspondiente, y están provistas, lateralmente 
al zócalo sobre que descansa el fuste, de nnas compuertas y 
pozos para penetrar al conducto. 

El ferrocarril de las Obras sigue poco más ó menos el tra- 
zo del mencionado acueducto. Este tiene su punto de llegada 
al SW. de la Capital, en la Condesa. La vía sigue de frente 
hasta Coyoacán; después pasa por San Antonio, cerca del cual 
se encuentra una interesante instalación para quebrar piedra 
del Pedregal, que visitamos á nuestro regreso; cruza la calza- 


UNA VISITA Á LAS OBRAS DE PROVISIÓN DE AGUAS POTABLES. 257 


da y la vía eléctrica de Tlalpan, y se dirige directamente al S E. 
hasta los manantiales de La Noria y de Natívitas, término de 
nuestra agradable excursión. 

Rápida avanzaba nuestra locomotora, no sin dejarnos re- 
crear en el bello panorama que se extendía ante nuestra vista: 
la pintoresca orografía de esa región privilegiada del Valle, se 
delineaba con sus contornos poderosos, su tupida vegetación 
arbórea, y el blanco caserío de los pueblos tendidos en las fal- 
das. La serranía del enhiesto Ajusco limitaba el horizonte por 
el SW. y Mediodía, mientras que por nnestra izquierda se des- 
tacaba ese curioso grupo de pequeñas eminencias aisladas de 
San Nicolás, Santa Catarina y la cortada Caldera. Debió ha- 
ber sido incomparable esa región de nuestro Valle, cuando se 
reclinaba en el fondo de la natural depresión del terreno, el 
límpido espejo de los lagos de Chaleo y Xochimilco, hoy trans- 
formados. Apenas de este se conserva una débil imagen de 
las verdes chinampas...... 

Al fin llegamos á la antigua hacienda de la Noria, más 
allá de Tlalpan y de Tepepan, y sobre el camino carretero pa- 
ra Xcchimilco. 

El acueducto construido marca en La Noria 19 kilómetros 
desde este punto á la Condesa. 

18 pozos se han abierto para conducir el agua de los ma- 
nantiales al depósito de comento armado construido en La No- 
ria, y que acaba de terminarse. Este depósito consta de tres 
departamentos: uno de vertedores, otro de pozos profundos 
(central ) y el tercero de bombas. Los pozos producen al re- 
dedor de 300 litros de agua por segundo; y del depósito el lí- 
quido entra al acueducto que, por gravedad, lo conducirá has- 
ta la planta de bombas de la Condesa, que á su vez lo eleva- 
rán á los receptáculos del Molino del Rey, y de aquí se distri- 
buirá por la futura red de tuberías al interior de la Ciudad. 

Después de La Noria, donde todos rodeábamos al Sr. Ma- 
rroquín para escuchar con atención sus interesantes explica- 


258 J. GALINDO Y VILLA. 


ciones, seguimos en nuestro carro rumbo á Natívitas, donde 
llegamos á las 12 y 20m. 

Natívitas está situado al pie de las eminencias que bordan 
por el Sur las márgenes meridionales del lago de Xochimilco, 
en sitio pintoresco y ameno. Sus manantiales son de aguas 
purísimas y transparentes: diversas monedas arrojadas al fon- 
do, se distinguen con toda claridad al través de la espesa ca- 
pa líquida. Están ya captados, y producen 700 litros por se- 
gundo. 

En este lngar y en un senador donde pocos días antes el 
Ministro Americano Mr. Root había comido, almorzamos ale- 
gremente. Después se inició la vuelta á la Metrópoli. 


8] 
* 
k * 


Hasta esta fecha, se lleva gastada en estas importantes 
obras la considerable suma de unos $3.000,000 en números 
redondos, según informes del Sr. Marroquín, y falta todavía 
otro pico considerable de unos $2.000,000, sin contar con 
las obras de entubación total y sus accesorios, en la Capital; 
que en tiempo no remoto volverá á sufrir algunas molestias y 
la ruptura de sus pavimentos, pero á cambio de los incalecula- 
bles beneficios de que gozarán los habitantes, al contar con 
agua abundante limpia y pura, y con el suficiente caudal 
de líquidd para todos los usos requeridos por una gran Ciu- 
dad. 

Con estas obras, habrá una provisión normal de 500 litros 
por habitante, calculando una población de medio millón de 
almas. Actualmente recibe cada persona de 100 á 150 litros 
diarios. La Ciudad podrá, pues, aumentar su dotación con las 
aguas de Xochimilco, en 2,300 litros por segundo, únicamente 
de estos manantiales. 

Ahora México recibe unos 35,000 litros por minuto; Xo- 
chimileo producirá 150,000 litros por minuto, con la perspec- 


UNA vIsiTA Á LÁS OBRAS DE PROVISION DE AGUAS POTABLES. 259 


tiva de poder recoger mayor volumen, una vez practicada la 
captación del agua de los demás veneros del Sur. Las aguas 
que hoy entran á México provienen de 385 manantiales de va- 
rio producto, principalmente de Salazar, Río Hondo, el Desier- 
to, Los Leones, Santa Fe y Chapultepec; sin contar con los 
1,517 pozos artesianos que, á su vez, dan 23,834 litros por m.i- 
nuto, según datos que abarcan hasta el día de hoy. 

Despréndese de todo lo anterior, que el refuerzo de Xochi- 
mileo, en las espléndidas condiciones en que recibiremos ol 
precioso líquido, será de vital importancia. Para ello, el Gobier- 
no Federal no omite sacrificio ni gasto alguno. 

Hay pues, que batir palmas. Ajeno á la lisonja, y sobre 
todo á la lisonja en público, no me haré sospechoso al tributar 
mis ovaciones á nuestro consocio el Sr. Marroquín, trabajador 
modesto, inteligente y entendido, que con tan singular acier- 
to va llevando á su término semejantes obras; en medio de es- 
ta paz bendita que ha derramado sobre nuestra Patria queri- 
da una lluvia incesante de bienes. 


México, 4 de Noviembre de 1907. 


Mem. Soc.Alzate, México T. 26 (1907-1908)— 31. 


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SOCIETÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26. 


Les: variations de la talle humaino, le givanto-miantilsme 
e Pacromégalismo, 


PAR 


G, ENGERRAND, M, $. A. 


La taille humaine varie dans des proportions relativement 
considérables bien qu'elle n' atteigne pas les extrémes que 
Pesprit populaire et la science d'une autre époque ont voulu 
lui attribuer. 

Oax a l'habitude de dire que la moyenne de la hauteur des 
hommes a diminué depuis les temps anciens et lorsqu'on 
désire faire, á cet égard, une comparaison que l'on croit déci- 
sive, on ne manque pas de citer les armures du Moyen-Age 
qui auraient recouvert des corps autrement robustes que les 
nótres. Or, c'est lá une erreur qui repose sur les idées total- 
ment fausses que nous donne P'histoire, telle qw'elle est en- 
seignée, sur lévolution des sociétés. Au Moyen-Age, ceux 
qui portaient les armures vivaient dans des conditions relati- 
vement hygiéniques; á défaut de travail, le pillage et Vexploi- 
tation des paysans leur procuraient une nourriture abondan- 
te et comme ils se mariaient entre eux, l'élévation de la taille 
se conservait. Lie populaire d'alors n/aurait jamais pu porter 
les armures du seigneur; misérable, rangonné saus merci, as- 
treintá untravail rude et sans repos, vivant dans d'horribles ta- 


262 G. ENGERRAND. 


niéres, il est aisé de comprendre que la moyenne de sa taille 
devait ótre trás faible, caractéristique que conservaient les 
intermariages. Par conséquent, la moyenne de la taille d'une 
caste privilégiés au Moyen-Age ne peut nullement nous fai- 
re conclure á une dégénerescence de lespéce humaine á cet 
égard. 

Les préjugés populaires ont leurs racines dans des faits 
mal observés et mal interpretés. Daus plusieurs églises 'Enu- 
rope " ily a des ossements énormes qui sont vénérés avec fer- 
ycur comme ayant appartenu á des saints. Ailleurs, les mé- 
mos ossements lorsqu'ils sont extraits du sol qui les renferme 
sont attribués á Teutobochus, par exemple. On sait mainte- 
nant que ce sont des restes d'animaux de la période quater- 
neire et du Tertiaire supérieur, élephants fossiles ( Elephas me- 
ridionalis Nesti, antiquuus Fale., primigenius Blum. etc.), á des 
rhinoceros (Rhinoceros Mercki Jáger, tichorrhinus Fisch. etc.) á 
los hippopotames (Hippopotamus major Fale etc.) % | 

Ces données font comprendre combien il était facile a Po- 
pinion populaire d'étre trompése sur nos ancétres dantant 
plus que des savants eux mómes ne craignaient pas de publier 
sur ce sujet des travaux qui sont bien plus des dissertations 
que des observations. La cólébre dispute de Riolan et de Ha- 
bieot á propos des ossements de Romans (Dauphiné) est bien 
connue. En 1718, c'est-á-dire il n'y a pas deux siécles, Henrion 
présentait á PAcadémie des Iuscriptions, une note que Pon 


(1) A. Cracovie, notamment. “Rappelons á titred' exemple, le cas cité 
par von Zittel: on vénére a Valence comme une relique de Saint Christo- 
phe, la dent molaire d'un mammouth” J. Finot: Le préjugé des races. Paris 
1905, P,. 155, 

(2) Les traditions et les légendes nous montrent combien est enra- 
cinée dans le populaire opinion que nos ancétres furent des géants. Ra- 
ppelons seulement les titans, fils de la Terre, escaladant le ciel et aussi 
ces géants de bois et de carton que l'on proméne dans certaines oceasions 
á Douai, a Lille, á Mons, á Bruxelles, á Metz, á Dunkerque, á Bayeux, á 
Barcelone et ailleurs encore. 


Les VARIATIONS DE LA TAÍLLE HUMAÍNE. 263 


qualifiait admirable et dans laquelle il prótendait démontrer 
que les tailles de quelques personnages du passé avaient été 
les suivantes: 


o ide to CADA. IOIBO oa qm ne a E 
A ip EE ... 38"475  Hercule...... INS 
DI a ra oa aaa AJEXAandre. Juanas. 17948 
ATADO sor ccs 9094 JJ, Céósal.....oom... 1620 


Il est facile de comprendre, qu'au contraire, la taille hu- 
maine doit avoir augmenté, les conditions hygiéniques actue- 
lles étant incomparablement supérieures aux anciennes. La 
préhistoire peut VPailleurs nous apporter, á cet égard, des ren- 
selgnements peu nombreux, il est vral, mais qui ne sont pas 
sans valeur. Ainsi la race humaine la plus ancienne connue, 
cello de Neandertal ou de Spy avait une taille qui variait 
probablement entre 1"55 et 160, alors que la moyenne ac- 
tuelle de 'humanité est de 1765, " 

On connait cependant un certain nombre de cas indivi- 
duels qui montrent combien la taille peut s'éloigner grande- 
ment Ce la moyenne surtout sous Vinfuence de causes pa- 
thologiques. L'Empereur Maximin avalt 2250, un Ecossais 
2062, le Finlandais Cajanus 283 et enfin les savants mentio- 


(1) On sait qu'on peutreconstituer, á peu pres, la taille par la men- 
suratio des os longs. Ainsi; 


Taille=lo0ng du fémur x3,66 chez l' homme í Rollet. 
AO eh: FR X3,11 ,, la femme ] Mensuration 
”» = ,, de Phumérusx5,06 ,, lhomme ) des os longs. 

AE A 5 x5,22 ,, la femme | Lyon 1889 


Consulter: 
P. Topinard: Procédé de mensuration des os longs dans le but de re- 
constituer la taille. Bull. Sté Anthr. Paris 1885, P, 73. 
J, Rahon: Recherches sur les ossement shumains anciens et prehistori- 
ques en vue de la reconstitution de la taille. Mém, Sté, Anthr, Paris 1893, 
P. 403. 
A, Dastre; The Stature of Man at various Epochs. Ann. Report Smith. 
Inst. for 1904. P. 517-532. 


264 G. ENGERRAND. 


nnent le cas d'un Russe nommé Louchkinn, qui aurait atteint 
une hauteur de 2999. Il est regrettable qu'un fait aussi ex- 
traordinaire soit signalé sans que Pon donne, en méme temps, 
les moyens de vérifier cette assertion. Quoi qwil en soit, et le 
cas de Cajanus étant considéré comme certain, nous nous tronu- 
vons en présence de déformations purement pathologiques 
sur lesquelles nous reviendrons plus loin. 

Les cas de nanisme sont tout aussi nombreux. Nous 
nous contenterons d'en signaler quelques-uns puisque nous 
n'avons pas, pour le moment, lVintention d'approfondir ces 
questions. Jeffery Hugdson avait 056, á 20 ans, le Général 
Mite 0”50, á 19 ans, Lilie Edwards, 0745 á 16 ans, et enfin 
un nain cité par Buffon avait 043, probablement á Váge adul- 
te. Il y a évidemment a distinguer différentes formes de na- 
nisme, détails dans lesquels nous ne pouvons entrerici. Nous 
rappelerons seulement que Manouvrier a exprimé fort claire- 
ment les rapports probables entre le nanisme et la miero- 
cóphalie, *? 

Les variations raciales de la moyennoa de la taille sont elles 
mémes remarquablement étendues. Las limites extrómes se- 
raient de 1”38 pour des Akkas et de 179 pour les Ecossais 
de Galloway. Le premier chiffre se rapporte á un groupe de 
pygmées africains dont on retrouve les analogues avec une tai- 
lle un tant soit peu plus élevésaux Andamans (Mincopies), dans 

la péninsule malaise (Sakays, Sémangs ete), aux Philippines 
(Aetas..) etc. “ Ce méme groupe a Vailleurs été représenté 
(1) Manouvrier: Sur le nain Auguste Tuaillon et sur le nanisme sim- 
ple, avec ou sans microcéphalie. Bull. Sté. Anthr. Paris 1896. P. 264-290 (voir 
spécial, p. 287). Ce nain vient justement de mourir. L. Manouvrier: Obser- 
vations sur quelques nains. Idem 1897. P. 654, 
(2) L. de Quatrefages. Les pygmées.—Paris 1887. 
Hellmuth Panckow: Uber Zwergvólker in Afrika und Sid Asien. 
Zeitschr. Gesellsch. f. Erdk. zu Berlin.—1892. P. 75. 
A. Grubauer: Lin Besuch bei den Ureinwohnern Innermalakkas.— 
Peterm. Mitt. 1905. P. 271. 


LES VARIATIONS DÉ LA TAILLE HUMAINE. ] 265 


parmi les populations néolithiques de Europe centrale. Le 
second chiffre est suivi de prés par les Patagons, dont la mo- 
yenne est de 178. 

Il ne faudrait Vaillours pas croire que ces moyennes 
puissent toujours donner une bonne idée de Paspect des po- 
pulations auxquelles elles Sappliquent. Les écarts, en ceci, 
sont quelquefois extraordinaires. Sur 537 Iroquois, Gould a 
constaté un écart de 36 centimétres, sur 147 Néo Zélandais, 
Thomson trouve 46 centimétres, sur 59 Lapons, Mantegazza 
reléye, 38 centimétres. * 


W. L. H. Duckworth: Note on a Skull of an Andaman Islander. 
Some anthropological Results of the Skeat Ex- 
> A pedition to the Malay Peninsula. , 
> Note on a Skull labelled “Soemangschádel” 
sE sa ““Bukit-Sapi” upper Perak 1902; now in the 
en sl Museum of the Royal College of Surgeons. 
AN a lies trois notes in “Studies from the anthro- 
pological Laboratory of the anatomy School 
of Cambridge.”—Cambridge 1904—P, 237.-259. 
J. Morgan: Negritos de la peninsule malaise. Y Homme 1885 
V. Jacques: Les nains-Bull. et Mém. Sté. Anthr. Bruxelles 1897-98 
Sievers: Die Zwergvólker in Afrika: Achtundwanzigster Ber. der Ober- 
hess. Gesellsch. f. Nat. und Heilk. 1892. P. 114 
L. Lapicque: La race négrito et sa distribution géographique. Ann. de 
Géogr. 1896. P. 353 
Blumentritt: Beitráge zur Kenntniss der Negritos-Zeitschr. Ges. Erdk 
zu Berlin 1892. P. 63 
W. Allan Reed: Negritos of Zambales. Ethnol. Surv. Publ. Vol. 
TI BATE 
H. H. Johnston; The Pygmies of the Great Congo Forest: Rep. Smith. 
Inst. for 1902-P. 479-491 
Luschan (F. von): Vorstellung von sechs Pygmden vom Ituri—Zeitschr 
fir Ethnologie-1906-I P. 716 
Miiller (K): Pygmiensuge in Japan—Zeitschr. fir Ethnologie. 1906 etc, 
etc. 
(2) E. Pittard. Ethnologie de la péninsule des Balkans. Le Globe-Mémoi- 
res. Tome 43—Sept. 1904—P. 72 


La taille n'obeit pas seulement au facteur race mais elle 
subit linfluence du milieu d'une facon tres nette. 

Certains des végétaux européens transportés au Brésil s'y 
aceroissent considérablement. 

L'influence de la Inmiére sur le développement des plan- 
tes est également bien connue. Ces deux observations, faltes 
sur des étres oú le phénoméne est beaucoup plus facilement 
perceptible conduisent á des conclusions vraies pour les ani- 
maux et pour homme. '” 

Le róle de Valimentation, á cet égard, est tout-A*fait évi- 
dent. Certaines substances comme Valcool, lorsqu'elles sont ab- 
sorbées abondamment et réguliórement, abaissent la taille. 
Plusieurs villages de Normandie, oúla consommation de Paleool 
est énorme, sont incapables de fournir un conscrit. Les petits 
chiens, á la mode, sont obtenus gráce á des pátées alcolisées. 

Par contre, les hommes dont VPalimentation est normale 
augmentent de taille en un laps de temps naturellement assez 
considérable, Cela se voit bien dans les quartiers oú intervien- 
nent diverses conditions hygiéniques meilleures. “A Paris, 
dans le XX*"* arrondissement, celui de Ménilmontant, la tai- 


lle moyenne est de 1657 alors qu'elle s'éléve á 1660 dans le 
VIIT"*, celui de PElysée”. % 


(1) Geoftroy-Saint Hilaire (1): Recherches zoologiques et physiologi- 
ques sur les variations de la taille chez les animaux et dans les races humai- 
nes. Mém. présentés....etc a Y Ac. des Se. etc. 1832-T. HIT. P. 503. Ad. 
Kemna: La taille des animaux. Ann. Sté roy. malac. et zool. de Belg. 
(Bull. des séances)-1903. T. XXXIX-P. LI—LXXXI. 

(1) G. Lagneau: Influence des milicux sur la race. Modifications mé- 
sologiques des caracteres ethniques de notre population. Bull. Sté d'Antbhr, 
Paris 1895-P. 147.—Sur 5134 enfants (6 á 14 et 19 ans), toutes choses 
égales, la taille est plus grande de 5 á 6 centimétres et le poids supérieur 
de 24 5 kgs. dans la classe aisée. La valeur absolue du périmétre thoraci- 
que serait également plus faible de 3 cents chez les pauvres: E. Rietz: 
Das Wachsthum Berliner Kinder wahrend der Schuljahre—Archiv fir Anthr. 
Neue Folge—1903—P. 30. Consulter aussi: E. Pittard: Infuence du milieu 


LES VARIATIONS DE LA TAÍLLE HUMAINE, 267 


Dans un méme quartier, on pent remarquer lPinfinence de 
métiers insalubres sur la répartition de la taille (Mertillon). 
L'a=sainissement d'une région peut avoir une influence facile 
á comprendre. Le relévement de la stature, en Hollande, dans 
de semblabies conditions, a é'é signalé par Carlier. 

La différence entre la taille moyenne de 'homme et de la 
femmas qni est de 12 cantimétres " tendrait a s'atténuer lá 
oú la via de la femme peut relativement se comparer á celle 
d>» Phomme. Ce serait le cas pour les familles des multimillion- 
naires américains. Y 

Diffé :ents auteurs ont encore fait intervenir des modifica- 
tions économiques, comme la création une ligne de chemin 
de fer, par les avantages matériels qw'elle apporte, dans V'aug- 
mentation de la taille % mais le fait est discutable et dis- 
cuté. 2 

Le milisn géologique, dans certains cas, serait nettement, 
par ses variations favorables ou défavorables á la culture des 
plantes, en relation avec la talle hamaine. Dans le départe- 
ment de Aveyron, les terrains siliceux sont habités par des 
variétes d' homma et de monton de petite tailla et dossature 
gréla tandis que dans la régions calcaire, Vun et lautre ont une 
taille tres superieure et ur squelette massif. * 


géorraphique sur le développement de la taille humaine. C. R. Ac, Se. 1906- 
T. 143-P. 1186. Le travail suivant, plus ancien, est également á lire: P. 
Topinard: Etude sur la taille considérée suivant UPáye, le sexe, Pindividu, le 
milieu et les races. Rev. d'Anthr. 1876. T. IV—P. 34-83 

(1) Chiffre donné par P. Topinard: Eléments d' Anthropologie géné- 
rale Paris 1885.—P. 459 et accepté par J. Deniker: Races et peuples de la 
Terre.—Paris 1900. P. 40 

(2) J. Finot. Loco cit. P. 15] 

(3) Collignon: L'.Inthropologie au conseil de révision—Bull. Sté 
Anthr. Paris 1990. P. 764. 

(4) Zaborowoski, Manouvrier, G. de Mortillet.—Bull. Sté. Anthr. 
Paris. 1895 P. 152. et 153, 

(5) Durand (de Gros): Artion des milirux géologiques dans T Aveyron— 
Bull. Soc. Anthr. Paris 1869—P. 135, 188, 228. 


Mem. S00. Alante. México. y 20 (1007 -1908)—35. 


e 


268 G. ENGERRAND. 


Il Yen faut de beauconp que Yon ait démélé la part qui 
revient á chaque facteur dans la réalisation de la taille. Que 
Vinconnues encore et que de causes Verreurs! L'áxe des pa- 
rents a aussi son influence. ? Giuffrida Ruggeri propose, 
Vautre part, Vajoutor aux deux facteurs, race et milieu. un 
troisiéme qu'il nomme endogamie locale, par lequel, les maria- 
ges répétés entra gens de méme famille abaisseraient la taille 
des enfants. % Biologiquement, ce fait est parfaitement connu. 

D'ailleurs, "oublions pas qwil s'agit ici de la taille considé- 
rée “en bloc” mais que deux hommes de méme taille peu- 
vent avoir chacun une composition trés différente de celle-ci 
mais nous laissons de cóté, dans ce travail, les questions an- 
thropometriques, pour lesquels nous renvoyons á un travail 
tres complet. *> 

Un fait sur lequel Pattention na pas été suffisamment 
attirée jusqu'á maintenant, c'est celni de la taille des nou- 
veaux—nés dans les différentes races. Vuici un tableau qui don- 
ne quelques chiffres intéressants á ee point de vue mais qui 
ne peuvent pas étre considérés comme définitifs. 


Gargons Filles 
A A A .. 474m 464m 
Russes de St. Pétersbourg........ ....o 477 473 
Allem,.de Golagne .:derdiias ee se ..... 486 434 
Amér. de Boston...... e tés Lada 111490 482 
Anglaibsi Aa IES ¿ua IATA 491 
Prantais de Daria" dai. t she e 12077099 492% 


(1) Béla Révesz: Der Einfluss des Alters der Mutter auf der Kórper- 
hohe.—Arech. fín Anthr. Bd IV. H. 2 u. 3.—Aussi dans A. F. A. $, 1906. 
P. 160. 

(2) Giuffrida--Ruggeri: Cause probabile di la bassa statura in Italia 
Arch. di Psichiatria Vol. XXIV,—Fasc. V--VI, 

(3) L. Manouvrier: Etude sur les rapports en général et sur les princi- 
pales proportions du corps. Mém. Sté Anthr. Paris Tome TL. (3 éme Série) 
Je Fasc. 202 pages. 

(4) L. Deniker. loc cit P. 31, 6 


LES VARIATIONS DE LA TAILLE HUMAINE, 269 


Comme nous n'avons nullement lPintention d'étudier la 
taillo Vune facon détaillée mais seulement de rappeler cer- 
tains faits, nous aborderons maintenant l'étude des variations 
pathologiques de la taille dans le sens du gigantisme. 


* 
kk 


Le livre récent de MM. P. E. Launois et P. Roy intitulé: 
Etudes bivlogiques sur les géants “" a été une contribution fon- 
damentale á la connaissance de ces phénoménes si curieux 
au point de vue anthropologique. 

Le professeur Brissaud a dit quw'on devenait géant par 
“arrét de développement”, "expression, toute paradoxale 
qwelie paraisse, correspond á la réalité des faits. Pour cela, 
il suftit de rappeler de quelle maniére se produit la erois- 
sance, 

La croissance longitudinale se fait gráce a Vactivité géné- 
ratrice des carulayes de conjugaison C'est-á-dire des disques 
de ce tissu qui séparent les diaphyses des épiphyses. Cette 
activité donue naissance á du tissu osseux qui augmente la 
longueur de Pos. U'est lá ce que lon nomme lostéogenése en- 
chondrale. 

La croissance transversale se réalise par Pactivité du pé- 
rioste Voú le nom qui lui est donné Vostéoygenése périostique. 

Comme la taille, á Pétat normale ne s'aceroit pas indéfini- 
ment mais qu'elle parait généralement fixée aux environs de 
vingi-cinq ans, il faut en conclure, qua cet áge, les cartila- 
ges de conjugaison doivent avoir cessé de fonctionner. Un 
examen montre facilment en effet qu'1ls se sont ossifiés. 

Si par contre, la taille continue á s'aceroitre au delá des li- 
mites acceptées, en fait d'ág», nous devrons en conclure qwil 
ya continuation de Postéogenese enchondrale on persistance 
de la macroplastie normale. Nous devrons done retrouver, se 


(1) Paris 1904 (Masson) Ce travail, du plus haut intérét est la base 
des notes qui suivent. . 


270 G. ENGERRAND. 


maintenant, les cartilages de conjugaison et nous serons au- 
torisés á dire qw'il y a ar:ét de développement. 

La cessation de Vostéogenése enchondrale ne se fait pas 
en méme temps, pour tous les os longs. La variabilité indivi- 
duelle pour ce qui concerne lépoque de la soudure des épi- 
physes aux diaphyses est Vailleurs trés grande et les auteurs 
sont loin d'étre accord sur cette époque. L+s chiffres que 
Yon donne devront done toujours étre consi lé-é3 comma non 
entiérement satisfaisants, tant qu'on n'aura pas approfondi 
un sujet aussi important á plasisurs points de vue. Pour 
Rambaud et Renaud, tout est fini á la colonne vertébrale á 30 
ans tandis que pour Sappey Cest á 25 ans! 

Epoque de soudure des épiphyses au corps de Pos “? 

Corps vertébraux (Epiphyses sup. et infér, dorso-lombai- 


7 A A 22 426 ans 
Premiére vertébre sacrés á deuxiéme. ....---. 23426 ,, 
Clavicule-Extrómité interne.....oomo-..... 20425 ,, 
Faromon e A ES A Eos tg e 14105 
ACEON AOS EE A E RE 
IT 194.20 ,, 
| Epiphyse marginales inf. et post.... 22424 ,, 
Epiphyses supérienre ......o.o o... 2112 ,, 
ele iad Cundyle, trachée 
A Epiphyse inf. < et tub. exb... -.. 15416 ,, 
( Tubérosité interne 16417 ,, 
A EXxtrómitó BUPOP. soe... que. e) 
Radius ! a E A io 18125 e 
j Eixtrámitó Super. 2 reacio ah piel 14419 
Cubitas E DO ¿do amos PE 21142 sy 
Réunion des trois points primitifs.. 15418 .,, 
Os coxal Points complementaires divers ... 14428 ,, 
| Extrémité marginale supérieure. .. 19416 ,, 


(1) P. Topinard: loc. cit. P, 1028 


O Na A As Ai. 


LES VARIATIONS DE LA TAILLE HUMAINE. 271 


Extrémité SUper......o oo... a A 

Fémor ! A de dd Ae A A 

me Extrémité sup*T .....o.o..... pai eds 18/4124: 5 

Tibia | sf o A a O O 
ALT Extrémité super...... IS PO LN 

Péroné. 4 e CN 18419 ”, 

SEDA ci e a ltd dais 16:34:18. ., 


Les caractéres du gigantisme pathologique peuvent étre 
trós bien rendus á Vaide de Pobservation Pun cas de giganto— 
infantilisme, celui du “grand Charles,” étudié par divers au- 
teurs (” 

Le sujet est né de parents petits (1m45 et 1748), ses fre- 
res et sceurs sont également petits. Son poids, á sa naissance, 
aurait été de 21 livres 4% A 1l ans, il eút une lióvre typhoide 
A 2l ans, il a 1786, á 24 an», (1896), 194. Au régiment, son 
appétit était extraordinaire au point quon dút lui donner 
deux doubles rations et deux pains reglementaires par jour. 
Il était vigonreux. Puis se manifestent de violentes dou- 
leurs aans les jambes et dans la téve, il perd ses forces et s'a- 
maigrit. La production un genu valgum Poblige á 'aider de 
béquilles; ce est plus qUYun infirme. 

L'aceroissement a continué: 


ADA AA en AO 
o PS AA TO dramas e v2/1114999 
e Mpilrio? a RA IRA PIU DA - 25,3 
a a E aa ye Le 204 


(1) E. Papillault: Mode de croissance chez un géant. Bull. Soc. Anthr. 
Paris 186 P. 426. Surtout P. E. Launois et P. Roy loc. cit. 

(2) La contradiction entre les renseiznement, qu'il a donnés á L. 
Capitan et alx autres observatears fynt quoa ny peut accorder grande 
confiance á ce dire. 

L, Capitan: Présentation d'un géant. Bull. Soc. Anthr. Paris 1899 P. 
381. 


272 G. ENGERRAND. 


Quand on a cessé de l'observer, il gran:lissait encore. Il y avait 
donc ¡4 un phénoméne complétement anormal qui ne pouvait 
s'expliquer que par la persistance des cartilages de conjugai- 
son, persistance que lexamen radiographique viut prouver 
de la facon la plus évidente. 

Mais Vexamen de ce sujet montre autres caracteres du 
plus haut interét. Les organes sexuels sont ceux d'un garcon 
de quinze ans. Le pénis est peu développé, les testicules 
sont rudimentaires, la prostate est absente, les poils sont 
presque nuls, il y a impuissance. A noter ceprndant que la 
voix est normale, La tigure est celle d'un jeune gargon. 

Or, Cest justement sur le squelette des eunuques que 
nous remarquons la non soudure de nombreux cartilages de 
conjugaison ainsi d'autre part que le grand allongs=ment “” 
des membres particuliérement des inférieurs. caractere que 
nous retrouvons chez le “graud Charles” % L'apparence juyé- 
nile tout comme les modifications dans les relations propor- 
tionnelles des membres se montrent trés bien aussi chez les 
Skoptzi. > 


(1) Les segments distaux étant plus développés que les proximaux. 

(2) Le bassin du géant du Museum de Paris rapyelle le pelvis fe- 
minin, d'apres R. Verneau, autre caractére intéeressant. 

(3) Les Skoptzi sont une secte russe d'hommes et de femmes qui 
se chátrent plus ou moins complétement pour arriver á un grand état de 
pureté. Elle parait avoir pour inventeur le paysan André Ivanov qui, en 
1771, chátra lui--méóme treize disciples. Un de ceux--ci, Sfelivanov, est 
considéré par les adeptes comme ¡e fils de Dieu qui reviendra pour cas- 
trer tout le monde quand le nombre des Skoptzi aura attemnt le chiffre de 
144.000. Au commeuncement, on enlevait les testicules (la clef de Venfer) 
et une partie du scrotum á l'aide d'un fer chauffé au rouge. Ensuite, on 
employa le rasoir ou d'autres moyens. C'est lá la* premiére purification ” 
qui donne seulement le droit de monter le cheval pie (Apocalypse) La 
deuxiéóme consiste á enlever la verge (Ciet de labime, celui--ci étant le 
vagin); alors on a le droit de monter le ch-val blanc. Chez la femme, il y a 
ablation d'un mamelon ou de deux puis d'une partie ou de la totalité des 
seins, puis résection des petites lovres et du clitoris, enín des grandes lé- 


LES VARIATIONS DE LA TAILLE HUMATNE. 9273 


“Les animaux castrés montrent également la non soudure 
des epiphyses. Ch-z la truie, il "y a jamais ossification com- 
plóte des os longs. A quatre ans, le bosuf présente le méme 
caractére alors que Possification des cartilages de conjugai- 
son est déjá comp'éte chez le taureau á deux ans. Le bosuf 
montre de méme un allongement caractéristique des mem- 
bres postérieurs par rapport au taureau. Des observations 
analogues ont été faites sur des chiens, 

L'examen du cráne montre un ressaut postlambdoidien 
que Pon retrouve fréquemment chez les géants. L'observa- 
tion radiographique permet de mettre en évidence Pénorme 
développement de la selle turcique correspondant á une hy- 
pertrophie de Phypophyse également trés générale dans le gi- 
gantisme (44 cas sur 48 anutopsies de géants ou d'acroméga- 
liques Vapres Wuods Hutchinson) “? et sur laquelle nous re- 
viendrons. 

Tels sont les caractéres du giganto-infantilisme, détermi- 
né par 'hyperostéogenése enchondrale qui n'est elle méme 
que lexagération de la macroplastie normale, De nombreux 
cas bien observés et résumés dans le livre des auteurs sur 
lesquels nous nous appuyons corroborent d'une facon trés 
satisfaisante les dédnetions théoriques exposées plus haut á la 
suite de létude du “grand Charles”. 

Mais le gigantisme simple ne tarde pas á se compliquer 


vres. Il y a encore d'autres mutilations. Ces pauvres gens, qui sont géné- 
ralment exceilents, ont été chassés de Russie. Les hommes exercent la 
profession de cochers á Bucarest, oú on les reconnaít souvent á leur figu- 
re juvénile, Beaucoup de travaux ont paru sur cette secte. Signalons seu- 
lement: E. Pelikan: Gericihtlich-medicinisrhe Untersuchungen úber das 
Skopzenthum in Russland. 1876 et un mémoire trés interessant, surtout 
au point de vue anthropométrique, de E. Pittard: Les Skoptzys. Modifica- 
tions anthropométriques apportées par le castration. Bull. de la Sté des Scien- 
ces de Bucarest. 1903 
(1) cité par P. E. Launois et P. Roy. 


274 G.ENGERRAND. 


Vacromégalie, ? hypertroyhie et déformation qui porte sur 
certaines parties du squelette et aussi snr les parties molles, 
face, nez, langue, verg», mains, pieds etc. Les organes inter- 
nes peuvent en ótre affeetós; ainsi, par exemple, dans le cas 
que nous allors étudier, ¡ly avait véritable splanchnoméxalie. 

Cette affection est Pentrée en scóne, en ce quí concerne le 
squelette, une nouvelle hyperactivité, Phyperostéogenése y é- 
riostique qui west que lexagération morbide de l'euryplastie 
normale. 

Le tambour-major K...., dont Vobservation minutieuse 
est relatée par nos auteurs, appartient á une famille oú les 
grandes tailles sont fréquentes. A 18 ans, il a 1776; 4 2l ans, 
il a 2712. Comme la taille de 1776, á 18 ans, West pas absolu- 
ment gigantesque alors qWelle atteint 2712 cn trois ans ce qui 
est un acceroissement considérable, nous devons en conclure 
que le trouble qui est prodnit dans sa “maecroplastiv” a dé- 
buté aux environ de 18 ans ou aprés, Ceci est furtement appu- 
yó par la constatation que les organes génitaux sont normaux. 
Du fait que, marié il 1'a pas enfants, on ne peut pas inférer 
qwil soit infécond. 

La déformation acromégalique parait avoir été trés rapi- 
de chez lui. La téte est celle du polichinelle avee menton en 
galoche, nez arqué, enfoncement des fosses temporales, sail- 
lie des prommettes, protubérance occipitale etc. Les doigts 
sont gros et de la méme largeur. Le sujet est rapidement at- 
teint de diverses affections. Il a des maux de téte, est atteint 
du diabáte et finalement meurt dans des crises épileptiformes 
(né en 1866, mort en 19: 2.) 

D'autopsie de K....faite par les mémes savants observa- 
teurs, est du plus haut interót. Le cráne est considérablement 


(1) Un travail récent de M. Buschan (article Akromegalie in Real-- 
Encycl. der gesamten Heilkunde--4. Aufl) donnant une bibliographie. P. 
306, compléte de la question de 1900, (4 la suite de celle de Sternberg) jus- 
qwá 1905, j'y renvoie le lecteur. 


E DS 


LES VARIATIONS DE LA TAILLE HUMAINE, 275 


et inégalement épaissi, il y a un grand développement des si- 
nus frontaux. L'encéphale est ordinaire mais le corps pituitai- 
re, énormément grossi, porte une tumeur considérable qui pé- 
nétre á lintérieur du cerveau. Nous avons vu la fréquence de 
Phypertrophie hypophysaire dans le gigantisme. Elle est sou- 
vent assez forte pour exercer une pression sur le chiasma des 
nerís optiques ce qui explique que des troubles visuels se cons- 
tatent souvent chez les acromégaliques. La méme hypertro- 
phie par sa pression sur le tuber cinereum provoquerait, si 'hy- 
pothése de Loeb est vrai, le diabéte également constaté chez 
les géants et précisement dans le cas présent. 

Il est tout-á—fait inutile de poursuivre par examen d'au- 
tres cas puisque les personnes qui veulent approfondir cette 
étude ont á lire les ouvrages récents de P. E. Launois et P. 
Roy et de G. Buschan, * Mon point de vue est ici purement 
théorique. 

Notons seulement que Placromégalie ne se manifeste que 
quand la macroplastie ou 'hypermacroplastie sont définitive- 
ment enrayées par la soudure des cartilages juxtaépiphy- 
salres. 

Les relations entre le gigantisme et Vacromégalie paral- 
ssent done clairement mises en lumiére par les travaux ré- 
cents. 

Ajoutons encore, fait bien interessant, que plusieurs au- 
teurs (parmi lesquels Allemand Freund et Anglais Cam- 
pbell) ont vu dans Vacromégalie une évolution régressive vers 
le type anthropoide. 

Le róle joué par certaines glandes, dans Vaceroissement 
du corps, voit préciser de plus en plus son importance déja 
appreciés Vailleurs. 

L'hypertrophie de 'hypophyse dans le gigantisme est un 
fait hautement intéressant puisque nous savons V'autre part 
que son ablation entraine un moindre développement de la 


(1) loc. cit. 
Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908) —36 


276 G. ENGERRBAND. 


taillo. Chez le géant K  .., elle atteignait un poids de 31 gr. 
et était modifiée dans sa structure. 

Pour la thyroide, les constatations sont analogues. On 
connait les expériences sur des animaux ayant subi lablation 
de cet organe. La thyroide de K... .pesait dix fois son poids 
normal. 

Le thymus persiste on bien entre en reviviscence ainsi 
que cela a été observé chez des acromégaliques. 

Enfin le róle de la sécrétion interne des glandes sexuelles 
apparait considérable á la suite des modifications squeletti- 
ques constatées chez les castrés on chez les individus dont 
les organes gónitaux ne se développent pas. 

Pour finir ces quelques considérations, il ne sera peut- 
ótre pas mauvais de rappeler les tentatives qui ont été faites 
pour augmenter la taille humaine par des croisements en- 
tre individus de hauteur exceptionnelle. Frédéric Guillaume, 
en bon despote, contraignait au mariage ceux qui paraissaient 
aptes á lui donner des grenadiers géants. Plus récemment 
un brave rentier rouennais qui croyait bon Vaugmenter la 
taille des Frangais—voilá une forme imprévue de nationalis- 
me—-laissait á sa citó natale une somme d'argent destinée a 
doter des couples de géants. Heureusement que dame Nature 
a décrété l'inaptitude á la reproduction de ces anormaux. 


_Mexico, 1907. 


LAA 


SOCIETÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 26. 


Sur les phénoménes de vie aparente observés dans les émulsions 
de carbonate de chaux dans la sille- Ȏlabineuse 


PAR LE PROFESSEUR 


A. L, HERRERA. M. $, A. 


A Mr. le Professeur Léon de Rosny, fondateur 
de Pl Alliance Scientifique Universelle. 


Diverses considérations m'ont suggéré Vidée de répéter 
Pexpérience classique de Rainey et Harting, avec la silice eo- 
lloide et le carbonate de chaux, substances existant partout 
dans la nature inorganique. 

Technique. Dans une boíte pour counvre-objets on met 30 
grammes de silice colloide á 0.8 ou 0.6 pour 100. On prépare 
cette silice avec: 


Silicate de potasse 440 B ............ 10 e. e. 
IIA 111 pde > A E 50 e. €. 
D'autre part: Acide chlorhydrique...... Cc. Cc. 
A de a RETA E Rd 50 e. e. 


On mélange peu á peu et en agitant et on dialyse pen- 
dant deux ou trois jours jusqu'á non prévipitation par le ni- 
trate Yargent et jusqu'a limpidité parfaite des écailles obte- 
nues par la dessication de la silice, vues au microscope. 


278 A. L. HERRERA. 


On ajoute aux 30 grammes de silice mis dans 


la boite pour couvre-objets: Chlorure de o 
calcium Tondu:.- ¿000 de dnd 1 gramme. 
Bicarbonate de soude pur .......... -» --... 1 gramme. 


Les sels devront étre mis á une distance de 1 centimétre. 
Aprés quelques heures on observera au microscope les flocons 
formés. Bien entendu, la silice et les solutions seront filtrées 
et stérilisées á 160 degrés, une ou deux fois. 

Résumé des résultats. Pseudo—cellules nuclées présentant 
tous les aspects de la karyokinése et ses variations et amo- 
malies. Division indirecte des pseudo-cristaux. Toute espéce 
de formes amiboides en mouvement et déformation lente, 
pendant plusienrs jours. Structure sphérulaire du protoplas- 
ma, membranes granuleuses. Formation de tétraédres (sarci- 
na). Pseudo-infusoires ciliés. Pseudo-streptococeus, ete. 

Probablement les résultats de Harting, Rainey, Dubois, 
Burke, Kuekuck, sontdus aux impurétés terreuses et siliciques 
des albumines, gélées, sels, bouillons, graisses employés par 
ces observateurs. Les amibes de Biitschli au carbonate de 
potasse et huile vieillis, alnsi que mes oléates, métaphosphate 
de chaux (graisseux) et eristaux mous, sont aussi dus aux 
eristaux des impurétés des réactifs, ne pouyant pas se former 
dúment au sein de la silice colloide, selon les anciennes ob- 
servations de Slack. La preuve en est évidente: les cristaux 
se réforment dans la silice diluée. Les acides attaquent le car- 
bonate de chaux et il en reste des charpentes siliciques géla- 
tineuses, prenant les anilines. Les amibes se formeront par 
Pémulsion des eristaux de carbonate de chaux les plus petits 
dans la silice, celle-ci se coagulant dans la surface des cris- 
taux, selon les anciennes observations de Graham, et se cons- 
tituant de la sorte un parfait appareil osmotique rempli aus- 
sitót de protoplasma calcaire. Fréquemment on observe de 
eristaux grands remplis de petit cristaux Á moitió gonflés. 
Quant aux impuretés organiques, elles existent certes et Pon 


“ALZATE.” 


SOC. 


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— SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26. 


lenres organoides de carbonate calcanre ou barvbhuque 
dans silice colloide ou dans howllons, 


Planches V et VL 


Figs. 1 a 12 et 14 selon A, L. Herrera; figs. 13, 15, 16, 17 
et 18 selon Kuckuck (de San Pétersbourg). 

1. Pseudo-cellules de calcite en silice colloide, Les granu- 
les colloidaux de silice stemparent des ions et.se coagulent et 
impregnent de calcite.—2. Solutions faibles; figures plus fines. 
—3. Globules, membranes, pseudo-amibes en mouvement, 
mitose,—4. Pseudo-spores nuclées. —5.a. Squelette silicique 
avec quelques corpuscules non attaqués par la solution acide. 
—6. Action plus intense de la solution acide enlevant le car- 
bonate caleaire et laissant le squelette silicique.—7. Figures 
cellulaires en évolution et eroissance, attaquées par un acide 
faible en les figs. 8 et 10.—Fig. 9. Quelques globoides en dé- 
hiscence.—Fig. 10. Pseudo—-cellules á noyau réfringent, atta- 
quées par un acide.—11 et 12. Croissance et mitose.—13. Mo- 
rula.—14. Globoides á la lumiére polarisés.—15. Mitose ob- 
servés par Kuckuck.—16, Coupes des globoides.—17 et 18. 
Colonies de corps de baryum. Dans toutes les figures on re- 
marque que la force de cristallisation a été vaincue par P'in- 
terposition des granules colloides. Or, la forme cristalline est 
une des propriétés les plus intimes et importantes des corps. 


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SUR LES PHÉNOMENES DE LA VI£ APPARENTE. 9279 


trouve des mycéliums, des monadiens dans les préparations 
anciennes, mais les graisses, les albumines renferment des tra- 
ces de silice colloide qui apparait dans les cendres. Il faut 
étudier Pinfluence de ces impuretés, quoique 'huile ne donne 
pas des résultats spécifiques avec le carbonate calcaire. Les 
amibes ainsi formées, dans la silice, ont exactement aspect des 
amibes naturelles. Dans les plasmodies naturels on a trouvé 
un excés de carbonate de chaux. Probablement les étres vivants 
sont formés d'émulsions diverses de carbonate de chaux dans la sili- 
ce gélatineuse et dans les matiéres organiques absorbées vu sécrétées? 


Technique simplañée. 


Eau distillée conservé dans flacons de verre et ayant 


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iras de calcium paradise see e 0.10 
iparbonate de SO0UÑO sunno ds A 0.10 


On ajoute les sels á Peau. On sépare les flocons amiboides 
par décantation. On filtre si les flocons sont trop consistants 
et on ajoute les sels, répétant la filtration jusqw á obtenir des 
amibes Vune grande réfringence et mobilité (X 400 d.) 


Mexico, le 2 janvier 1908. 


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SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26. 


LA FOTOGRAFIA DE LOS COLORES. EN MEXICO 


POR EL LIC, 
RAMON MENA, M. $. A, 


La fotografía de los colores es en estos momentos la cues- 
tión palpitante en los principales centros científicos del mun- 
do, y cabe á México la satisfacción de haber podido resolver 
los problemas de técnica operatoria á que dan lugar nuestra 
atmósfera y nuestra luz. Es, pues, de un asunto nuestro, de 
lo que vengo á hablaros en esta sesión. 

En Julio del año que acaba de pasar, los Sres. Lumióre 
de Lyon, lanzaron al mundo su descubrimiento de placas au- 
tocromas y en Octubre, eran ensayadas por un reducido gru- 
po de artistas y de aficionados, me refiero á los Sres. Cassou- 
Ingeniero Martínez y Guillermo Peñafiel, fotógrafo, quienes 
bien pronto quedaron convencidos de que las instrucciones 
de los Sres. Lumiére, no daban resultado en México: dedicá- 
ronse entonces á buscar el por qué y esto constituye su in- 
vento en la fotografía de los colores; pero para describirlo, 
necesito entrar un tanto al terreno histórico-técnico. 

Desde la primera mitad del siglo XIX, viene preocupan- 
do la fotocromía, pero no es sino en 1896 cuando Lanchester 
hace las primeras pruebas verdaderamente científicas por el 
procedimiento espectral, y tres años después, expone Wood 
el procedimiento de las redes de difracción. Dos años habían 


282 R. MENA. 


transcurrido del siglo actual, cuando Neuhauss y Worel en- 
sayaron su sistema por decoloración. En 1903 y 1906 toma 
gran incremento el sistema espectral; en 1904 da Lumiére su 
invento de la fotocromía por elementos yuxtapuestos granu- 
lares y en 1907, fabrica y emplea sus placas autocromas. 

Olvidábamos el procedimiento de Lippmann que fué un pa- 
so de importancia en 1905: se trataba de la fijación de imáge- 
nes interferenciales en capas de gelatina bicromatada. 

Volviendo al sistema actual, diré que consiste en fécula 
de patata sumamente dividida por máquinas especiales; de di- 
cha fécula se toman tres porciones y se coloran con los tres co- 
lores complementarios de los tres primarios bien conocidos; á 
cada porción, se le da uno de esos colores, las porciones se 
mezclan y aplican sobre el eristal por medio de una máquina 
que aplana y prensa á fin de no dejar intersticios; así el color, 
es cubierto con un barniz impermeable al agua y sobre el bar- 
niz, se pone una emulsión paneromática de gelatino-bromuro 
de plata. Tales son las placas autocromas. 

Entre otras muchas, dan los fabricantes, las siguientes 
instrucciones: 

La placa debe ser colocada en el chassis con el cristal 
hacia el objetivo y la preparación será cubierta con un cartón 
negro. 

Las lentes deben ser incoloras. 

Las lentes deben llevar antepuesta ó pospuesta una pan- 
talla que proporciona la casa 

La exposición debe ser en la forma siguiente: 


SR AA 0.15 segundos 
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FO y E e o e ÓS 0.4 e 
DN e in O do so 1.0 e: 
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La FOTOGRAFÍA DR LOS COLORES, 283 
7 LIA Mea EQ o E 2.2 segundos 
IA AS Oo id Y 
ST OS ARTE 7 AN 4.0 ó 
Y AAPURA RAIN PARES 1 Ly UN 
E dc e rc li 6.3 ; 


F' representa la parte útil de lente en centímetros ó la 
relación entre la lente y el diafragma. 

Para las manipulaciones de desarrollo, inversión de la 
imágen, etc., aconsejan los Sres. Lumióre 10 baños. 

Tiempo es ya de ver lo que han hecho los Sres. Cassou, 
Martínez y Peñafiel: 

Han descubierto la substancia colorante de la fécula. 

Han reducido el cuadro de exposición á 4 de tiempo en 
esta ciudad y en una mitad en lugares de alturas de 2500 m. 

Han reducido notablemente el número de baños; pues en 
muchos casos bastan tres y se baruiza para la conservación 
indefinida de la placa y, más bien dicho, del color. 

Han suprimido el alcohol á uno de los baños. 

Montan las placas. 

Y han descubierto que cuando la placa resulta azul, se 
pasó de tiempo y que cuando resulta verde, le faltó tiempo. 

Han hecho finalmente dos descubrimientos más, sin el co- 
nocimiento de los cuales, es imposible obtener éxito en Méxi- 
co, pero dar á conocer esto valdría tanto como poner al alcan- 
ce de todos, lo que mucho trabajo, tiempo y dinero ha costa- 
do á los tres inteligentes amigos que bondadosamente nos lle- 
varon á su laboratorio sin ocultarnos absolutamente nada. 

Ultimamente he visto á los expresados señores tomar fo- 
tografías á colores acaso en menos tiempo que el empleado én 
los procedimientos ordinarios de fotografía 

Por de contado, que los colores solamente han sido fija- 
dos en cristal, pues del papel ocúpanse ya los inventores de 
las placas. 


Mem. Soo. Alzate. México. 'T. 26 (1907-1008)—36. * 


284 R. MENA.—LA FOTOGRAFÍA DE LOS COLORES. 


Calcúlese el prodigioso número de aplicaciones que en 
las ciencias tenga la fotografía en colores. 

El Sr. Presidente de la República ha visto ya la pruebas 
y estuvo considerando la importancia del invento; el fué quien 
manifestó la aplicación á la Medicina y á la enseñanza. 

Es consolador, señores consocios, consolador para la Pa- 
tria, que su primer mandatario, se interese en los grandes in- 
ventos de este siglo. 

Os presento dos placas, de las que, una queda á esta So- 
ciedad. 

El inventor mismo desconfía de la bondad de sus placas 
fuera de París y así es como no quizo enviarlas á la casa Pho- 
to Supply de esta ciudad que giró 1500 francos para tal ob- 
jeto. En dicha casa se exhibe ya una placa de 18 por 24 y que 
es obra de los mismos Sres. Martínez, Cassou y Peñafiel. 

Si he fatigado vuestra atención, dispensadme en gracia 
de la importancia del asunto. 


México, Enero 6 de 1908. 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26. 


Les phénomenes de la télégonie el de la. xénte 
sont-ils mexplicables? 


PAR 
G, ENGERRAND, M, $, A. 


Il y a bien longtemps que les phénoménes de télégonie et 
de xénie *? ont précoecupé les savants et qu'on a tentéd” en don- 
ner une explication: dont le moindre défaut á été de varier 
avec chaque auteur. On pourrait done considérer comme par- 
faitement inutile de revenir sur le méme sujet si des expé- 
riences récemment faites par Y. Delage, á la. suite de celles 
de Loeb, ne permettaient Vespérer, á leur égard, uve inter- 
prétation, sinon parfaite, du moins entrant dans le domaine 
de la possibilité. 

Les faits mémes sur lesquels s'appuient ceux qui croient 
que les régles de la fécondation ne sont peut-étre pas aussi 
fixes qu/on Paffirme, sont bien connus. Je me permettrai ce- 
pendant Ven rappeler quelques-uns d'une part parce que les 
observations auxquelles ils ont donné lien sont dispersées dans 
divers recueils, Vautre part pour la raison que notre socióté 


(1) Nous dirons xénie, au singulier, avec M. Y, Delage, bien que ce 
soit une traduction de l'allemand xenien. 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907 -1908)—-37. 


286  G. ENGERRAND. 


réunit des membres cultivant les branches les plus variées de 
la science et que par conséquent une bonne partie Ventre eux 
ne connaít probablement pas le sujet que je désire succinte- 
ment trait er ici. 

Nons pourrons, sans diffienlté me semble-t-il, réunir les 
phénoménes de télégonie et de xénie qui son susceptibles une 
méme explication. 

On entend par télégonie, Vinfluence que peut avoir un má- 
le, fécondant une femelle, sur les produits de la méme feme- 
lle avec un antre mále. La xénie, c'est Vinfluence de Pembryon 
sur les organes qui ' envoloppent, ceci pouvant ótre pris dans 
un sens fort étendu. 

Les phénoménes se rattachant á la xónie sont ceux qui 
peuvent étre appuyés sur le plus grand nombre d'observations 
présentant les apparences de la certitude. Le régne végétal 
nous en fournira immédiatement des exemples. 

Il y a longte mps que les cultivateurs évitent de placer 
leurs melons prés de variétés de ces fruits dont le goút est 
inférieur parce que, afirment-ils, il en résulterait une influen- 
ce néfaste sur leurs produits. Nous ne savons pas si des expé- 
riences, á cet égard, ont été effectuées par des savants, mais 
il est bien probable que ces dires comportent une part de vé- 
rité. 

Fréquemment, nous remarquons, dans les épis de mais, des 
grains de couleurs différentes. Ces variations se produisent se- 
lon certaines régles que nous »'avons pas á etudier ici mais elles 
sont incontestablement dues á ce que la fécondation a été 
opórés par du pollen Vespadces dont les graines avaient une au- 
tre couleur que celles normales de la plante fécondée Il y a 
donc lá une influence directe et semblant trés claire de P'em- 
bryon sur le fruit, 

Parmi les autres cas de xénie on peut en citer plusieurs 


Les PAÉNOMENES DE LA TÉLÉGONIE. 287 


reunis par Ch. Darwin.” Laxton, en fécondant le Grand Pois 
sucré par le pollen du Pois a Cosses pourpres a obtenu une cos- 
se nuancée de pourpre sur une certaine étendue. De plus, la 
cosse était épaisse comme celle de la seconde variété alors que 
dans la premiere, elle est toujours mince — or, depuis vingt ans 
que Laxton cultivait le Grand Pois sucré, il n'avait jamais ob- 
servé ces apparences á titre de variations accidentelles. * 
Le plus beau cas est celui que rapporte Darwin, d'aprés 
Gallesio. Celui-ci “en fécondant des fleurs Voranger par du 
pollen de eitronnier obtint une orange dont la peau était tras- 
formée sur une bande longitudinale en zeste de citron recon- 
naissable á tous ses caractéres de couleur, Vaspect et de 
goút” (3) 

C. J. Maximowiez fécondant réciproquement Lilium tubi- 
ferum L. et Lilium dauricum Gawl, obtint chez le premier une 
capsule de la forme du second et vice-versa. % 

Je citerai encore un cas emprunté a Pulliat et pnblió par 
F, X. Lesbre.” LorsqwWon eroise une vigne blanche avec une 
vigne noire ou réciproquement, il arrive que Pon obtienne sur 
une méme pied: 

a) des grappes blanches, des grappes noires et de grappes 
roses. 

b) sur certaines grappes, des grains blanes, des grains 
noirs et des grains roses. 


(1) Ch. Darwin. De la variation des animauzx et des plantes a Vétat do- 
mestique. Paris 1879-1880. 

(2) Cité par Y, Delage: La structure du protoplasma et les théories sur 
Uhérédité et les grands problemes de la Biologie générale. Paris 1895-P. 234. 

(3) Y. Delage—Loco cit. P. 234. On connait aussi les cas de pómme- 
poire. 

(4) Y. Delage. Loc. cit. P. 233. 

(5) F.X. Lesbre: Contribution d U'étude de la télégonie ou imprégnation 
de la femelle par un premier géniteur, mésalliance initiale, hérédité fraternelle. 
Bull. Sté. Anthr. Lyon T.XV-1896 -P. 37-47 avec discussion P. 47-49 et 
104--106. 


288 G. ENGERRAND. 


c) des grains pies, c'est-a-dire sur lesquels, se trouvent 
associées deux ou trois couleurs (loc. cit. P. 40). 

Or, la méme plante montrera la méme apparence Pannée 
suivante, en lPabsence de tout croissement nouveau et une 
bouture et méme un semis perpétueront la variété obtenue 
(P. 41). 

Telles sont les meilleurs cas, autant que je sache, que Pon 
puisse citer en faveur Vune influence bien nette exercée par 
Pembryon sur le fruit. Tous ces cas sont cependant suscepti- 
bles d'une objection que l'on ne pouvait manquer de leur op- 
poser, c'est qu'il s'agirait lá de variations ataviques. Nous pen- 
sons bien qwil est impossible de nier ces derniéres dans de 
nombreux phénoménes bien connus, mais il paraitra peu pro- 
bable que ces variations concordent toujours aussi exactement 
avec ce que Pon peut attendre de Vinfluence que Pon fait agir. 
O. vom Rath cite cependant un exemple de cette concordance 
admirable étudié et sur lequel nous reviendrons. Il est néan- 
moins impossible de conclure de cela au rejet de tous les faits 
que nous venons d'énumerer et nous croyons que influence 
de Pembryon sur ses enveloppes naturelles est sufisamment 
bien établie pour que nous puissions posser maintenant, en 
les expliquant, aux phénoméves de télégonie observés dans la 
série animale. 

L'influence d'un premier mále gur les produits de la"feme- 
lle fécondée par lui, avec autres máles est admise pour ainsi 
dire sans conteste par les éleveurs. Par contre, les savants 
sont loin d'étre tous de cet avis et ils insistent, á juste raison, 
pour que de semblables observations soient entourées de tou- 
tes les garanties désirables. Je ne puis songer á rappeler tous 
les faits connus; j'en citerai seulement quelques-uns. 

Une truie (Giles) est saillie par des verrats de sa race et 
donne des petits noirs et blanes comme elle, Couverte par un 
sanglier, elle donne des métis. De nouveau fécondé par un 


LES PHÉNOMENES DK LA TÉLÉGONIE. 289 


verrat de sa race, elle a, dans sa portés, des petits á robe mar- 
ron uniforme. (” 

Darwin rapporte le cas d'une chienne de race turque, sans” 
poils. qui saillie par un épagneul donna des métis, les nns 
sans poils comme elle, les autres á poils eourts. Couverte plus 
tard par un chien ture de sa race, elle donna des petits á peau 
nue, de pure race turque et des analogues aux premiers métis, 
á poils courts.* 

Une chienne d'Artois fécondée par un mátin á yeux vairons 
et plus tard par un mále de sa race eút avec lui un petitá yeux 
valrons. (* 

Une chienne de chasse, de race pure, couverte une premié- 
re fois par un bouledogue et une seconde par un mále de mé.- 
me race, eút un bouledogue dans sa portée et encore dans les 
cinq Ou six portées suivantes. (% 

Les juments ayant servi á produire des mulets donnent 
quelquefois avec un étalon des poulains ayant certains carac- 
teres de Páne: oreilles longues, croupe anguleuse, pieds étroits, 
chátaignes postérieures rudimentaires ou nulles. * 

Le cas le plus célebre, parmi les animaux est celui de la 
jument de lord Morton. “” 

Une jument arabe saillie, en 1815 par un couagga donna 
un hybride. Couverte ensuite par un étalon noir, de méme 
saug qwWelle, elle fit en 1817, puis, en 1818, deux petits qui 
avaient autant de ressemblance avee le couagga que síils eus- 


(1) Y. Delage: loc. cit. P. 231. 

(2) Y. Delage: loc. cit. P. 231. X. Lesbre: loc. cit. P. 37. 

(3) X. Lesbre: loc. cit. P. 37. 

(4) Mathis. Bull. Sté. Anthr. Lyon-T, XV. 1896-P. 48 

(5) X. Lesbre. Loc. cit. P. 37. 

(6) A. Morton: A communication on a singular fact in Natural History. 
Philos. Trans. of. Royal Sy. 1821.-III. P. 20-22. 


sent eu /,, de sang de cet animal. En 1823, elle fit encore 
un petit qui rappelait le premier pére, Les poulains portaient 
des taches foncées disséminées, des bandes noires, une le 
long de Véchine, les autres snr les épanles et sur les parties 
postérieures des jambes, comme le couagga. Enfin, de méme 
que cet animal, ils avaient une criniére rude et dressée. 

Uette observation étant déjá ancienne a donné lien á de 
nouvelles expériences faites par J. Cossar-Ewart. Ce savant 
livre une ponette noire de West Highland, á un zébre de 
Burchrll, dans la généalogie de laquelle on ne trouve aucun 
individu zébré, Cette union produit un hybride ayant les ca- 
ractóres du pere et de la mére avec des zébrures trés mar- 
quées. Couverte ensuite par un cheval arabe á robe grise, elle 
donna un poulain á robe baie foncée uniforme qui, aprés sept 
jours, se montra pourvu de zébrures trés nettes. Elle produi- 
sit encore trois poulains, ne présentant pas ce caractére, avec 
le méme étalon. *” 

Les cas tirés de Pespéce humaine offrent naturellement 
un trés vif intérét mais, comme nous le verrons, ¡ls prétent 
facilement le flanc á la critique. 

Des blanches mariées Vabord á des négres auraijent donné 
par union avec des blanes, des enfants présentant des carac- 
téres négroides. 

La veuve Vun hypospade a donné avec un second mari, 
normal celui-lá, des gargons hypospades dont deux auraient 
transmis ce défaut á leurs descendants. 


La veuve un sourd-muet, ayant eu avec lui un enfant 


(1) L'auteur a conclu a Vatavisme, á la fin de ses observations: J. Cossar- 
Ewart: The Panyenick experiments London 1899-Voir aussi: The Veteri- 
nian LXIX-P.755-769-Le compte rendu de cette observation ainsi que 
Vindication de ces deux notes bibliographiques sont tirés de: R. Anthony: 
A propos de la Telégonie. Bull. et Mém. Sté. Anthr. Paris 1900-P. 19-37. 


Lkzs PHÉNOMENES DE LA TÉLÉGONIE, 291 


sourd-muet eút d'un second mari, normal, un enfant sourd- 
muet. 

I"objection que font á tous ces cas, les savants qui n'ad- 
mettent pas la télégonie, c'est qwils peuvent s'expliquer par 
une évolution atavique. 

O. vom Rath '" en cite un exemple fort remarquable. Deux 
chats venus de Tunisie a Baden en 1887, était lune normale, 
alors que Pautre, le chat, présentait une oreille atrophiée. En- 
semble, ces deux animaux firent des petits entre lesquels, 
dans chaque portée, se trouvait un jeune á oreille atrophiée. 
Le mále fut castré Avec des máles allemands normaux, la fe- 
melle produisit, á chaque portée, un sujet anormal, C'était 
un magnifique cas de télégonie. L'auteur cependant, aprés des 
recherches attentives, constata qwil s'agissait lá d'un couple 
appartenant á un grupe de chats chez lesquels cette tendan- 
ce ótait héréditaire; dans le cas présent, le caractére se trouvait 
a Vétat latent chez la femelle. 

Le méme auteur fait remarquer qu'0n va jamais signalé 
qWune femelle couverte par un mále de race supérieure, puis 
par un autre de race inférieure ait alors donné des jeunes pré- 
sentant des caracteres du premier. 

Nous ne voyons pas que ceci soit une objection péremp- 
toire. D'autre part, le cas de vom Rath prouve avec quelle 
prudence il faut conelure á la télégonie mais ne démontre pas 
Pimpossibilité de celle—ci. 

En ee quí concerne la jument de Morton, le fait que Pon 
admet généralement que Vancétre des équidés devait avoir une 
robe zébrée semble donner du poids á Pobjection de Patavisme. 
Cependant, il n'est pas démontré que cette robe ait été ainsi, 
VPautre part, puisque ce retour en arriére est rare, Voú vient 
qwon le constata sur trois portées successives, avec des peres 


(1) O. vom Rath: Un pseudo-cas de télégonie Revue scientifique 1895. 
P. 714-718. 


292 G. ENGERRAND. 


différonts. Los zóbrures ótaient fort nettes alors que dans les 
faits d'atavisme, elles sont páles. Ce sont surtout les chevaux 
gris pommelé chez lesquels on constate cette évolution ré- 
gressive, ce qui n'ótait pas le cas, Enfin, les jeunes avaient 
aussi la criniére rude et dressée du couagga. 

Pour Vespéce humaine, Vautres questions sont en jeu et 
on peut toujours se défier de ce qui est dit par des personnes 
qui peuvent avoir intérét á cacher quelque évenement. Peut 
étre pourrait=on faire des expérienees, dans certaines condi- 
tions avee des individus attachant de Vimportance á la connais- 
sance de la vérite scientifique. *” 

Nous disions au début de cette note que les théories des- 
tinées á expliquer les phénoménes de télégonie sont nombreu- 
ses. Nous n'en rappellerons que quelques-unes (D'aprés Y. 
Delage). 

Buffon croyait á Vinfluence de Pimagination. Il pensait 
que si une femme durant Pacte sexuel imagine avec force Pi- 
mago Vun premier mari, ses nouveaux enfants pourraient 
avoir quelque caractére de celui-ci. Sous cette forme, il sem- 
ble bien yue Popinion de Buffon ne concorde pas avec une 
réalité possible. Les caractéres moraux ayant cependant pour 
substratum nécessaire des caractéres physiques, il est incon- 
testable que les modifications qui ont pu se réaliser dans le 
moral 'une femme au contact Vun premier mari se transmet- 
tront dans une mesure tres faible sans doute mais qui parait 
difficilement niable á des enfants nés d'un second mariage. 
C'est ainsi, comme le dit Papillault que “le premier homme 
avec qui une femme aura congu (cette derniére condition ne 
parait pas indispensable lei) reste le collaborateur obligé de 
ceux qui pourront la rendre mére dans la suite” (Bull. Sté Anthr. 
Paris 1900. P. 37). D'ailleurs, Pinfluence que je signale en ce 


(1) On a opposé á la télégonie un grand nombre de faits négatifs (sur- 
tout Sanson) mais ce ne sont que des faits négatifs. 


LES PHÉNOMENES DE LA TÉLÉGONIR, 293 


moment rentre dans le cadre général des influences du mi- 
lieu sur Pindivida qui west le résultat des qualités hérédi- 
taires que durant le stade cenf mais qui dés les débuts de la 
division jusqu'á la mort verra se modifier son capital héredi 
taire par les apports extérieurs. 

Weissmann (” pense á la fécondation incompléte d'osufs 
non múrs ce qw'on pouvaiteroire complétementimpossible tant 
que Pon se refusait á admettre que la fécondation ponvait se 
faire sans le concours de spermatoz yides (il n'est pas question 
ici de la parthénogénése an sens ordinaire du mot mais des 
expériences de Loeb et Delage). 

Ryder fait intervenir le métabolisme général de Vindividu 
et la répereussion des variations sur les organes sexuels. 

Spencer admet Pinfluence du fostus métis sur la mére. 

Pour Turner, la modification porte surles cenfs non múrs 
par les échanges nutritifs entre elle et son foetus. 

Romanes suppose que la substanze du sperme serait ab- 
sorbée par les cenfs et les modifierait. 

Bard, Darwin, Haacke expliquent la télégonie par des 
théories qui se rattachent á Phypothése des gemmules mais 
alors comme:le dit Delage, on ne s'explique pas pourquoi elle 
se manifieste si rarement. 

Bouchard, Cornevin, ete. croient á Pinfluence du fostus, Cl. 
Bernard á une modification de Povaire. 
La netteté des phénoménes de xénie dans le régne végétal 
¿nous conduit á admettre que c'est véritablement le foetus qui 
modifie Porganisme maternel. Cette opinion qui a déja été dé- 
fendue par divers auteurs n'a pas rencontré d'objection séri- 
euse. On sait bien par exemple que Pembryon peut vacciner 


(1) Weissman: Das Keimplasma lena 1892, et en réponse aux objec- 
tions de Spencer: Die almucht des Naturziichtung—1893. 

(2) H. Spencer: The inadeguacy of natural selection Contemp. Re- 
view. 1893. 


Menm. Soo. Alzate. México. Y. 26. (1907-19U8)- -38. 


294 G. ENGEKRAND. 


Porganisme maternel contre la syphilis. Papillanlt fait obser- 
ver que dans Punion d'une brune avec un blond, le foetas 
blond aurait amené une certaine dépigmentation de la móre: 
Enfinquand on admet que certaines femmes se portentmieux 
aprés une parturition, cela ne pourrait-il s'expliquer par cette 
influence de Vembryon et dans le cas contraire ne serait-eé pas 
le pére qwil fraudrait soigner. LO, O 

Le Dr. Chapnis observa une pigeonne qui fécondée par un 
bouland et puis par un pigeon de sa race donna alors un bon- 
land. % 


On se récria disant que par suite du court séjour de Pem- 


bryon dans le corps de la móre il ne pouvait y avoir en Pina 


ence du premier. En supposant qwil en soit ainsi, c'est que le 
sperme peut modifier également les organes sexuels de la mé- 
re et cela ne peutsurprendre quand on songe á Pinfluence con- 
sidérable des sécrétions sexuelles dans Porganisme. Le cas cité 
par Hermann C. Bumpus, % Paprós Bulman selon lequel les 
oeufs pendus par une femella Voiseau fécondéa par un mále 
Vespéce différente ressemblent souvent parleur coloration aux 
caufs de Vespéce á laqueJlo appartient le mál» ne peut s'ex- 
pliquer que par une modification des parois de Poviducte par 
le sperme ou par xénie. pe 
Done les faits que nous venons d'étulier et ceux que ne 
manquerait pas «le signaler un > obsservation attentive pauyent. 
en généraltres bien 'expliquer par influence de Pembryon sur 
Porganisme maternalle,e'estrácdive par hérédité fraternelle. Sans 
doute, y a-t-il un départ a préciser entre eertains de ces faits 
et Pautres pour lesquels il faut voir une influence du /sperme 


(1) Papillault, loe. cit. P. 35. 

(2) Le Pigeon-Voyayeur b-lge—1865 (cité par Ch. Darwin). 

(3) Facts and Theories of Telegony, The American Naturalist. Déc. 
1899—Cité par R. Anthony, loc. cit. p. 31. ¡AL 


LES PHÉNOMENES DI LA TÉLÉGONIK, 295 


lui méme sur les organes sexuels maternels et par suite sur 
Pindividu tout entisr. 1l nous paraittrós probable que les eu- 
rivuses expériences de Delage qui ont déjá montré combien 
les phénoménes de la férondation sont plus complexes qw'on 
ne Pimaginait, permettront de déterminer sous quelle forme 
- cette influence se fait sentir. Les interprétations sont toujours 


relatives et ce qui était aberrant hier sera peut -ébre normal 
demain. 


México, 1907. 


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SOCIÉTE SCIENTINIQUE '*ANTONIO ALZATE.”” MÉMOIRES, T.. 26. 


Projel «nn Institul Intesmational de Biologre iénórade 
et de Plasmogénte Universelle 


PAR LE DOCTEUK 


—JULES FÉLIX, M.S. A. 


Professeur á "Université Nouvelle de Bruxelles. 


Le XIX siécle a été le siócle des spécialités scientifiques: 
gráce á la méthode expérimentale dans tous les domaines de 
Pactivité humaine, des laboratoires ont été 'créés partout, et 
les progrés des sciences naturelles ont étonné le monde par 
les dézouvertes scientifiques qui ont fait connaítre et ont pu 
expliquer, méme trés simplement á tons, les phénoménes les 
plus mystérieux de PUnivers. 

L'inconnaissable et les mystéres d'autrefois, qui furent la 
base du dogmatisme et du mysticisme, sont devenus, gráce á 
Vobservation et lexpérimentation, le cognoscible, et les limites 
immenses de Pinconnu se rétrecissent chaque jour de plus en 
plus devant les découvertes incessantes de la science expéri- 
mentale. 

Les lois de Véternel et leurs applications á Pindustrie, au 
commerce, á l'hygiene publique et privée et á la sociologie, 
ouvrent á 'humavité des horizons nouveaux et lui font entre- 
voir, dans un avenir prochain, le régne de la science positive, 
- préparant le bonheur, la liberté et la paix universelle par Pin- 
ternationalisme et la solidarité humaine. Tout ce qui existe 


298 JuLes FÉLIx. 


aujourd'hui reléve de la science positive et expérimentale, dont 
les rayons Jumineux et vivifiants, comme canx du soleil, éclai- 
rent le monde, franchissent les espaces, et passent á travers 
les continents et les océans pour montrer á tous les humains 
dans leurs plus vif éclat et leur marche triomphale, la verité 
et la justice. La physique, la chimie, Vastronomie, la paléon- 
tologie, la géologie et la biologie sont aujonrd'hui des sciences 
soeurs et solidaires. Lew perfectionnement de Poutillage des 
observatoires et des laboratoires nous font découvrir la syn- 
these universelle de tous les étres, minéraux, végétaux et ani- 
maux, dans leur transformation perpétuel et dans leur évolu- 
tion constante, et 'harmonie de la nature, dont les trois réegnes 
se confondent dans un senl régne, c'est-á-dire, la vie univer- 
selle. 


Cette vie universelle, qui paraissait naguére encore une 
émanation surnaturelle et particuliere 4 chaque étre ou chaque in- 
divida, rest plus aujourd-hui que la résultante de Dactivité physico= 
chimique du protoplasma universel, c'est-á-dire, de PEther infini 
qui anime et pénuétre, par réactions physico=chimiques; tont 
ce qui existe, et dans lequel naissent, vivent et meurent en se 
transformant sans cesse tous les étres (formes caduvériques des solu- 
tions protoplasmiques d'apres Herrera) pour constituer "Univers 
éternel et incréé, évoluant par sa perpetuelle gravitation moléculuire. 

Voilá, me parait-il, le vaste champ du grand probleme de la 
biologie générale et de la plasmogénie universelle, tel quiil doit ótre 
posé dans le monde scientifique et Vaprés les lois, les décom 
vertes et les innombrables travaux de tant de savants, connus 
ou inconnus, des chimistes, des physiciens, des géologues, des 
astronomes, des naturalistes et des biologistes, qui ont illustré 
lo XVILI" et le XIX* siécies. [1 serait impossible de citer les 
noms de tous les savants et de tous les pionners des sciences” 
naturelles, qui gráco á la méthode expérimentale, mise en hon- 
neur et en pratique dans les sciences qui se rapportent A la 
physiologie et á la biologie par Villastre Ciaude Bemard (1813- 


Jr 


PROJET D'UN INSTITUT DE BIOLOGIE. 299 


1878) qui, dis-je, ont contribué dans toutes les branches de 
Pactivité seientifigue á sonder le mystére de la vie univérselle 
etá en pénétrer les origines et les fonctions. Mais pendant 
que tous ces travailleurs intellectuels parviennent dans leurs 
laboratoires particuliers á la solution des problémes les plus 
ardus et aux découvertes les plus étonnantes jetant une vive 
clarté sur les mystérieux phénoménes de la vie universelle et 
les lois de Punité de la matiére et de léternelle harmonie dans 
la nature, la société, Phumanité toute entiére ignoraient ces 
travaux admirables et les conséquences importantes et prodi- 
gleuses, qui doivent en résulter pour la prospérité des nations 
et le bonheur des penples, par Porganisation d'nne humanité 
nouvelle, basés exclusivement sur la scienee positive, sur la 
solidarité, le travail et la paix mondiale. Toutes les connais- 
sauces et. ces découvertes étaient point dans le domain public. 
Parfois méme les travaux les plus 1emarquables et les plus 
importants des pionners obscurs de la science expérimentale 
ont pu arriver ála notoriété publique, et l'on a vu méme sou- 
vent les novateurs scientifiques conspirés, méme persecutés 
et honnis par le monde scientifique officiel. Quoiqwil en soit, 
la science expérimentale á tracé sa route lumiueuse et belle á 
travers les brouillards épais de Pobscurantisme et les nauges 
noirs du dogmatis me et du doctrinarisme séculaires. Les tra 
vaux, de Lavoisier, de Dumas, de Haeckel, de Harting, de 
Berthelot, de Huxley, de W. Crookes, de Norman Lockyer, 
de Moissan, de Uurie, de Gustave Lebon, d'Armand Gautier, 
de Charles Monren, de Thomson, de Ramsay, de Benedikt, de 
Traube, de Eftront, de Moureux, de Richet, de Foveau de 
Courmelles et de tant V'antres ont ouvert une, voie nouvelle 
aux sciences biologignes et sociologiques. 4 

Les travaux de Von Sehroen, de Harting, de Leduc, et 
partienlierement de la formation spontanée Vorganoides dans 
les solutions minérales, et. du róle de la silice, eolloide univer- 
sel, dans Porganisation des étres, faites par notre ami Herrera 


300 JuLes FÉLIx. 


le sgvant et infatigable professeur á "Ecole Normale de Me- 
xico, dont le remarquable ouvrage: “Notions de Biologie et 1e 
plasmogénie comparées” traduit en francais et parfaite ment com- 
menté par Mr. G. Renaudet, fera époque, ouvrent Vére d'une 
conception seientifique et philosophique nouvelle de PEternité 
de PUnivers organisé, de PUnité de la matiére dans tous ses 
Etats allotropique et moléenlaires, et de la vis universelle, 

Ce sont ces considérations qui nous ont fait comprendre 
limportance de rassembler, de celasser, de syntétiser en une 
oeuvre unique, tous les travaux relatifs á la biologie et á la 
plasmogénie, bélas, trop peu connus aujourd'hni, trop sonvent 
méme méconnus et trop éparpillés dans le monde des savants 
et des intellectuels. C'est ce qui nous a engagé á étudier le 
projet de la création Unn Institut International de Biologie 
générale et de plasmogénie universelle, que nous avons l'hon- 
neur de vous présenter. 

T'oeuvre que nous avons conque estimmense et peut pa- 
raítre au premier abord impossible et irréalisable. Certains 
esprits doctrinnaires ou timorés ne voudront pas en compren- 
dre Putilité'ou en exagéreront les dificultés, A ceux qui m'ont 
fait observer qu'il était un pen tard pour moi, á 68 ans, de son 
ger á la réalisation un projet aussi grandiose, j'ai répondu 
que ma personnalité était quantité nésligeable devant Vavenir 
de Poeuvre réservés á de plus jeunes, animés de la méme foi 
scientifique et de la méme résolution, et qui si au temps du 
bon Lafontaine les octogénaires plantaient, il était bien permis 
á un séptuagénaire de semer la bonne graine au XX”. siécle. 
pour préparer aux jeunes les moissons Vor de la science ¡pe 
tive et expérimentale. 

Voilá pourquoi expose, avec pleine confiance dans Pave- 
nir, mon projet VInstitat international de biologia et de plas- 
mogénie universelle. Le XIX" siécle a vu naítre une scieneo 
nouvelle: la Biologie expéri: imentale et la plasmogénie générale. 
Son importance est considérable au point de vue scientifique, 


PROJET D'UN INSTITUT DE B1OLOGIE. 301 


philosopique économique, moral et social. Il est donc néces- 
saire de pouvoir rassembler, condenser, classer tous les tra- 
vaux qui s'y rattachent et qui sont trop peu connus ou trop 
éparpillés et dontla synthése, 'harmonie sont indispensables A 
Vétude compléóte des phénoménes dela vie universelle et á 
Papplication sociale des lois qui les régissent. 

Les relations scientifiques doivent devenir Internationales, 
dans Pintérét du progrés, du bien-étre social et de la paix uni- 
verselle. Pour atteindre ce but il faut créer un organismo in- 
ternational oú tous les savants et tous les intellectuels dési- 
reux de s'instruire et de connaítre la science de la vie, puissent 
se réunir, instruir mutuellement, échanger leurs idées, leurs 
connaissances, leurs travaux, avec la plus grande facilité et la 
liberté la plus complete. C'est a Institut International que tous 

¿pourront communier sous les auspices de la science libre et in- 
depéndante. Mais comme la plupart des savants et des intellec- 
tuels, avides de s'instruire et d'enseigner, sont généralement 
pauvres ou trás peu aisés, il fant avant tout que VInstitut In- 
ternational de Biologie et de Plasmogénie posséde des reve- 
nus annuels considérables, pour les aider á vivre et pour Pins- 
titution et Ventretien: 

1? Des Laboratoires; 

2% Des musées; 

3* Des bibliotheques; 

4% Pour la rémuneration convenable du personnel et des 
savants, qui viendront chaque année, á certaines périodes, don- 
ner des cours on des conférences sur leurs travaux, leurs dé- 
couverts et les résultats de leurs études. 

5 Pour aider par des subsides et des bonrses d'études aux 
voyages, aux étudiants pauvres, de toutes les parties du mon- 
de, qui viendront faire lcurs études á Institut international 
et qui seront la pépiniére da professorat mondial. 

6” Pour faire les frais des publications des travaux de l'Ins- 
titut consignés dans une revue périodique, et aider á la diffu- 
sion universelle des sciences biologiqnes appliquées á P'écono- 
mie sociale. 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 24 (1007-1908).— 39 


> 


302 JULKS FÉLIX. 


Pour arriver a réunir chaque année les sommes considé- 
rables nócessaires A Institut International, il suffirait du con- 
cours général de toutes les personnes et de, tous les pouvoirs 
publics qui sintéressentá instruction etá Péducation du mon- 
de par la diffusion des sciences naturelles, dans Vintérét du 
bonheur de 'humanité, sans aucune distinction de classes, de 
castes ou de nationalités. C'est pour cela que je vóudrais que 
l'Institut de Biologie et de plasmogénie jonisse de la plus gran- 
deindépendance et de la plus complete autonomie, c'est-á-dire 
qu'il soit absolument international, á exemple et sous les aus- 
pices de V Alliance Scientifique Universelle fondée á Paris, en 
1876, par Mr. Léon de Rosny, Véminent orientaliste, profes- 
seurá la Sorbonne, dans le but de faciliter les relations des hom- 
mes de science disseminés dans toutes les contrés du globe; 
de leur assurer dans leurs voyages aide et protection pour la 
poursuite de leurs recherches et de leurs études, et de leurfour- 
nir les moyens d'entrer en relationsimmédiates avecles savants 
les artistes, les littórateurs, et de procurer tous les renseigne- 
ments utiles á leurs travaux. 

Combien vexiste-t-i1l pas au monde de personnes riches, 
des millonaires et des milliardaires qui pourraient, s'ils vou- 
laient, s'intéresser á PInstitut Internationnal, lui accorder cha- 
que année une portion notable de superflu de leurs richesses 
et de leurs revenus. a 

Pourquoi les richissimes américains ne partageraient-ils 
pas les trop nombreux millions qu'1ls donnent aux Universités, 
déja trop riches, et n'en donneraient-ils pas une petite portion 
a PInstitut International de Biologie? 

Et si par le monde des gens aisés il y avait seulement cent 
mille personnes qui s'engageraient á lui donuer chaque année 
deux frances, VInstitut International se trouverait assuré d'un 
revennu annuel de deux cent mille francs. 11 ne serait done 
pas si difficile de cróer cette oeuvre grandiose et unique au 
monde, si par Pintermediaire des comités de P'Alliance Scien- 


-— EA 


PROJKT D'UN INSTITUT DE BIOLOGIL. 303 


tifique Universelle, opinion publique devendrait sympathique 
á Poeuvre et lui assurait pécuniairement Pexistence. Quant á 
Porganisation technique et administrative de Poeuvre mondia- 
le á créer, elle me parait trés simple et tres facile. La direc- 
tion et Porganisation générale scientifique et technique des la- 
boratoires seraient confiées á Mr. A. L. Herrera et auraient 
leur siége á Mexico. Pas west besoin de détailler ici les méri- 
tes de Mr. Herrera et les titres scientifiques qui désiguent sa 
haute et sympathique personnalité a 'honneur de ces fone- 
tions. 

La Belgique me paraít par sa situation géographique cen- 
trale, son caractóre de neutralité politique, tres favorable á de- 
venir le siége de Y Administration centrale de PInstitut inter- 
national. Une avantage encore, c'est qne Bruxelles étant le 
siége de Université Nouvelle et Internationale, fondée il y 
a 14 ans, sur le principe de Vindépendance et de la liberté ab- 
solue de Penseignement des sciences, et étant frequentée as- 
sidument par un graud nombre d'étudiants et de professeurs 
étrangers, quí viennent de toutes les parties du monde pour 
s'instruire et pour enseigner, Institut International de Bio- 
logie et de plasmogénie se trouveralt dans un milieu scientifi- 
que cosmopolite favorable á sa réputation et á son suecés. 
D'Institut, tout en conservant son entiéra autonomie et son 
indépendance scientifique, économique etadministrative, pour- 
rait méóme étre affilió á Université Nouvelle de Bruxelles, 
comme le sont déjáa: 

1? P'Institut de Géographie fondé par Elisée Reclus et di- 
rigé par Mr, Paul Reclus, son neveu, et ses collaborateurs: 
Mesdames Dumesnil, Willers et Sochaezevska; Messieurs J. 
Boons, Maes, Patesson et Schoonaers. 

2% L'Institut des Fermentations dirigé par Mr. le Dr. Ef- 
front. 

3? "Extension universitaire de Belgique, Société absolu- 
ment indépendante de Université Nouvelle, sous la Présiden- 


304 JOLES FÉLIX. —ProJr D'UN INSTITUT DE BLOLOGUE. 
y 


ce du Sénateur Houzeau de Le Haie et de Mr, Piraron, mem- 
bre de la Chambre des Répresentants et tous deux Professeurs 
a PUniversité Nouvelle de Bruxelles. 

Telles sont les grandes lignes et les bases fondamentales 
du projet de Institut international de Biologie générale et de 
Plasmogénie universelle, que j'ai Vhonneur de soumettre á Pap- 
préciation du Comité central de PAlliance Scientifique Uni- 
verselle de Mexico. . 

La science positive eb expérimentale sera, en Van deux 
mille, la réligion mondiale, par ce que la Biologie et la plas- 
mogénie appliquées á la sociologie scéleront définitivement 
- par la solidarité humaine, la fraternité des peuples, Vunion des 
nations et la paix universelle. 

Voilá pourquoi Institut doit étre international. 


SOCIÉTE SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 26- 


Observaciones macnólicas y meteorológicas en el Cerro 
de San Miguel, 0. +, 
M, MORENO Y ANDA, M. $, A. 


En la primera quincena de Septiembre del año de 1903, se 
me presentó una oportunidad propicia para efectuar algunos 
estudios, especialmente magnéticos, en una de las elevadas 
montañas que circundan el hermoso Valle de México; oportu- 
nidad debida á la bondadosa invitación que recibí de mi ami- 
go el Sr. Ingeniero Pedro C. Sánchez, adjunto de la Comisión 
Geodésica, para que con el carácter de auxiliar en los trabajos 
de triangulación que en el vértice del Cerro de San Miguel, 
iba á emprender, lo acompañara en la acordada expedición. 

Concedido el pesmiso para mi separación temporal del Ob- 
servatorio Astronómico, por el entonces Director interino, Sr. 
Rodríguez Rey, de grata memoria, me ocupé desde luego en 
el arreglo del material científico que habría de llevar, de acuer- 
do con el plan trazado de antemano y que comprendía obser- 
vaciones de magnetismo terrestre y meteorología. 

Para el amante de los estudios de la física terr-stre, los dos 
puntos del programa no dejaban de tener sus atractivos: el pri- 
mero, por tratarse de determinaciones en una altitud muy ra- 
ras veces visitada econ instrumentos magnéticos que funciona- 


306 M. MORENO Y ANDA. 


rían como en una estación fija; el segundo, porque bajo todos 
conceptos es siempre interesante la recolección de datos en las 
grandes montañas, allí donde ante su magestuosa y severa 
grandiosidad el espíritu experimenta sublimes impresiones; allí, 
donde se comprende, porque se palpa, el papel regulador que 
ellas desempeñan en el proceso físico de importantes meteo- 
ros, tan poco apreciado por el habitante de las llanuras ó des- 
conocido casi en lo general. 

Hechos todos los preparativos, el día 8 de Septiembre á las 
7 de la manaña, salimos por la vía del Ferrocarril Nacional, el 
que dejamos en la estación de Salazar, continuando luego en 
caballos el resto de la jornada, y cerca de las 3 de la tarde nos 
encontrábamos en el cómodo y abrigado alojamiento que de 
antemano se nos había dispuesto en la propia cima del Cerro 
de San Miguel. 

En la enhiesta cumbre que por algunos días íbamos á ha- 
bitár, existe una pieza octogonal, abovedada, capilla que data, 
según refieren, de la época en que los frailes Carmelitas edifi- 
caron el antiguo Convento del Desierto; de construeción muy 
sólida, pero que ya empieza á sentir la mano destructora del 
tiempo. ia] 

En el interior de dicha capilla, de unos 5%X5", se colocó 
una ampliatienda de campaña; el piso quedó cubierto con grue- 
sa alfombra de mullida gramínea, y para templar el rigor de las 
bajas temperaturas que en la noche y en la madrugada se de- 
jan allí sentir, una estufa nos envolvía en sus cálidos ein: 
vios. ' 

El Cerro de San Miguel, de forma piramidal y rugosos con- 
tornos en el sentido de la altura, se halla aislado de sus veci- 
nos por dos profundas lepresiones en cuyo accidentado fondo, 
ora agitadas é impetuosas en rápidos ó saltos de mayor Ó me- 
nor cuantía, ora serenas y tranquilas en remansos de aparente 
inmovilidad, corren las cristalinas aguas del río de la Magda- 
lena, en la del Sur, y la de los Leones en la del Septentrión. 


/ 


Y a) 


OBSERVACIONAS EN EL CERRQ DE SAN MIGUEL- 307 


e 


Al Poniente y á pocos pasos de la parte posterior de la ca 
pilla, un hermoso crestón de acantiladas andesitas se cierne 
sobre uu gran precipicio de escasos 300 metros, á cuyos pies 
saltan las bulliciosas aguas del arroyo delos Hongos que van 
á verterse en el río de la Magdalena. 

Desde la cúspide del Cerro, la vista goza de un panorama 
encantador: al Oriente la extensísima planicie en que se asien- 
ta la ciudad de México, orlada por la cinta de plata que á lo 
lejos figura el lago de Texcoco, teniendo por fondo la sierra 
en que descuellan los níveos penachos de los dos grandes vol- 
canes; al Surla gigantesca mole del Ajusco; al Oeste el Valle 
de Toluca y al Norte las rugosidades y quebradas de la sierra 
de Monte Alto. > ) 

Y en aquel tan vasto escenario de incomparable hermosura 
cuanto variado detalle que recreando la absorta mirada trae 
al cansado cerebro por rutinaria y perenne labor con aires pu- 
ros, oxigenados y vivificantes, renuevos. de vitalidad é ideas 
sanas y justas acerca de las grandes bellezas que por doquier 
ostenta la pródiga naturaleza. 

Er. efecto, en aquella altura, en plena región de los pinos, 
aspirando auras embalsamadas y fortificantes, el observador 
menos atento encuentra sobrados motivos para gozar en la 
contemplación de las bellezas naturales. Los cerros limítrofes, 
de abruptas pendientes, cubiertos de feraz vegetación tropi- 
cal, cáyo color verdinegro se interrumpe á trechos para mos- 
trar ya un claro de bosque que permite ver en apretadas filas 
los troncos de los pinos y oyameles; ya un peñasco aislado de 
grandes proporciones, que asoma su cenicienta cabeza cirnién- 
dose sobre el abismo, y allá en una hondonada y descollando 
entre el ramaje de la obscura selva los derruídos muros del 
edificio monacal que fundara la piedad de Melchor de Cuéllar. 
Y luego, más abajo, en el panorama oriental, extensos lome- 
ríos que van perdiendo gradualmente en altura hasta ir á se- 
pultarse en los confines del Valle, ostentando en algunos de 


308 | M. MOKENO Y ANDA. 


sus declives risueños pueblecillos que con sus frondosas arbo- 


¡ledas y caserías de techos rojos prestan mayor encanto al ' 


paisaje. 

Al SE., ó mejor dicho en el segmento limitado por el se- 
gundo cuadrante del horizonte, los conos truncados de los va- 
rios volcanes que existen en esa región proyectándose sobre el 
manchón obscuro que forma el pedregal de San Angel. 

Al Sur la gigantesca mole del Ajusco que tocada por los 
postreros rayos del Sol, en las tardes de atmósfera transparen- 
te, se nos mostraba con los detalles que á aquella distancia la 
vista podía alcanzar: frentones acantilados apoyados en ver- 
tiginosas pendientes, barrancos sinuosos de bordes desgarra- 
dos, caballetes ascendentes en cuyos flancos la vegetación ar- 
bórea va paulatinamente escaseando; y arriba, más arriba y 
destacándose sobre el fondo azul pálido de la bóveda celeste, 
el contorno deprimido de la escueta y solitaria cima. 

Al W, y después de ir rasando sobre montañas de altura 
decreciente, la vista va á perderse en el extenso Valle de To- 
luca, mostrando el curso del río Lerma; la ciudad capital en- 
vuelta en la sutil gasa de las nieblas bajas y allá en el fondo 
el majestuoso Nevado y las ramificaciones que de él parten, 
limitando el horizonte. 

Y es en aquella modesta construcción, en aquel improvi- 
sado observatorio de montaña que se eleva á cerca de 4,000 
metros sobre el nivel del mar; envueltos casi constantemente 
en las densas nieblas, que bajo condiciones especiales se for- 
man 6n el fondo de las cañadas y que arrastradas luego por las 
corrientes aéreas ascendentes van á posarse en las alturas, don 
de permanecimos 8 días haciendo las observaciones cuyos re- 
sultados constan en esta memoria. 

La siguiente nota, que se ha servido comunicarme el Sr. 
Ing. Pedro C. Sánchez, dará idea de la situación y caracteres 
geológicos del Cerro de San Miguel. 

“El Cerro de San Miguel se encuentra situado al WSW. de 


OBSERVACIONES EN £L CERRO DE SAN MIGUEL, 309 


la Ciudad de México, correspondiendo próximamente al vértice 
formado por la unión de las sierras de las Cruces, Monte Alto 
y Ajusco. Las dos primeras limitan el Valle por el W. tenien- 
do la dirección NW.-SE., y la tercera lo cierra por el SW. con 
un rumbo casi del W. al E. 

La constitución geológica de las primeras es exclusivamen- 
te andosítica mientras que la tercera en su mayor parte está 
formada por basaltos sobrepuestos en corrientes de distintos 
espesores. 

La estructura de los cerros de las Cruces y Monte Alto, 
hace suponer que su emergencia se verificó por grietas, en tan- 
to que la de Ajusco tuvo lugar á favor de los innumerables co- 
nos ó volcanes que tan característico sello dan á la región. 

Como no es nuestro ánimo entrar en detalles geológicos, 
para nuestro objeto basta señalar los rasgos anteriores, mar- 
cando la importancia de la toba que cubre los flancos de estas 
serranías hasta llegar al Valle. En la región del W. y SW. no 
hay cenizas volcánicas, materia abundantísima en el S. y SE.” 


PRIMERA PARTE. 


Magnetismo Terrestre 


A espaldas de la Capilla y á pocos pasos del crestón ande- 
sítico, coloqué el magnetómetro en su tripié con el propósito 
deliberado de no removerlo de allí una vez determinados los 
valores de ciertas constantes, pues temí, como en efecto suce- 
dió, que el mal tiempo no permitiera repetir algunos de ellos. 

Así, para el meridiano geográfico, sólo pude hacer una ob- 
servación del Sol en las primeras horas de la mañana del día 
11, sirvióndome del espejo de pasos que para este objeto tiene 
el magretómetro; y como en el radio visual del telescopio del 
instrumento no habí1 una señal que sirviera como punto de 
mira, con el azimut encontrado determiné la línea verdadera 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 24 (1907-1908) — 40 


310 M. MORENO Y ANDA, 


N.-$. en el círculo horizontal, la que se tomó como constante 
en todos los días de observación. 

Pongo en seguida los datos suministrados por dicha obser- 
vación del Sol. 


CERRO DE SAN MIGUEL. 
vV==190 16' 06'* ¿=990 19 17" 


Sep 11 de 19037 


Hora del! Paso Lectura deb Círculo. 
Le Lg 134014/50" | 

13 29.0 136 46 40 

15 14.5 134 27 50 

16 09.5 133 58 35 

17 34.5 134 40 40 

18 37.5 134 12 50 

20 03.0 134 52 00 

91 34.5 134 25 40 

Media ULA AMA 
At=— 6 35.44 
7 10 17.69. 


Con estos datos y haciendo uso de las conocidas fórmulas 


es 009 q (030) 
T9. $ A+B)= j PA C 
7 _sen 4 (a—b) 
Tg y A ñ ad C 


A =3 (A+B)+3 (4—B) 


Obtengo para azimut del Sol en el momento de la obser- 
vación 


. OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL, 311 


A=91032/40" 


Lectura del círculo al Sol= 13101953" 
Azimut= 91 32 40 


Angulo con el N =225052/33" 
—180 00 00 


Meridiano geográfico sobre el círculo=45052/33"" 


Con este valor 4595233" correspondiente á la línea meri- 
diana N.-S. sobre el círculo azimutal del instrumento, hice to- 
das las reducciones'de la declinación como en seguida se ve: 


Sep. 10 á 2 p. m. 


Meridiano magnético=53013/45" 
p geográfico =45 52 33 


D. = 7021'12. 


Sep. 11á 8 a. m. 


Meridiano magnético= 53014'00" 
” geográfico =45 52 33 


D.= 7021/27" 
Sep. 11á 2 p. m. 


Meridiano magnético =53008/05" 
sé geográfico =45 52 33 


D.= 7015/32" 
Sep. 124 8á. m. 


Meridiano magnético =53012/15" 
» geográfico =45 52 33 


— _— _— 


D.= 7019/42" 


312 M. MORENO Y ANDA: y 


Sep. 12 á 2 p. m. > 


Meridiano magnético = 5304/43! 
ó geográfico =45 52 33 


D.= 7012/10“ 


Sep. 13á 8 a. m. 


Meridiano magnético = 5309/40" 
” geográfico =45 52 33 


== 


D.= 1910 


Sep. 134 2 p. m. 


Meridiano magnético =53206/101 
an geográfico =45 52 33 


D= ICLS NS 


Jomponente horizontal (H) . 


Para determinar este elemento seguí el método usual de 


:zy A AO A 
las desviaciones que dan la relación, y las oscilaciones con 


H 
las que se obtiene el producto M H, 
El día 10 de Septiembre hice una serie completa de ángu- 
los de desviación á 30 y 40 centímetros de distancia el imán 
desviador, cuyos datos figuran en seguida: 


Sep. 10-1903. 


Observaciones de desviación. 


na t =603 
= 40 ( gh 16" a. n. 1 =71 5 7195 


=8 7 


OBSERVACIONES EN EL CERRQ DE SAN MIGUEL- 313 


á 30. 
Imán al E 
Palo NAL ata sé 6004540" 
EA A ON 49 51 00 
Imán al W. 
Pol dido e idad 49032/'00 
E Ad AE 60 44 50 
á 40. 
Imán al E. 
Polo ARA a 57018'00 
, ESTE O 52 36 20 
Imán al W. 
PoR a 52027'50. 
5 O 57 0730 


Caleulando la semi-diferencias medias, resulta 


gy =5031'08" 
Uso =2 20 20 


que representan los ángulos de desviación á la distancia de 30 
y 40 centímetros. Con estos datos y haciendo las correcciones 
necesarias' por inducción, temperatura y distribución del mag- 
netismo en las barras suspendida y y desviadora, obtengo los 
m 


H 


siguientes valores para la relación 


314 M. MORENO Y ANDA. 


m 
nó A AS 3.12099 
A OE a BO 3.12101 
H 


El promedio de estas dos cantidades, 3.12100, lo aplico co- 
mo constante en el cálculo de las oscilaciones del que se de- 
duce el valor de H. 


Oscilaciones. 


El período ó duración de 1 oscilación, se determinó midién- 
do los tiempos que tardaba el imán en hacer 100 oscilaciones de 
la manera que con toda claridad explica el siguiente ejemplo: 


Sep. 10-1903. 


h =10 02.9 (a) ¿ 196 
RO 1164 10%07%a. m. +, 2024 19.9 


Movimiento aparente del Duración de 100 Movimiento aparente del Duración de 100 


imán de E. á W. oscilaciones. imán de W. á E. oscilaciones. 
Oscilaciones. Oscilaciones. 
A RA Dion. O UIO CS 
10....329 8D mide a 0 
20... DiBovira. Zed.” EU 
30....£ 4 Dm... On... 0 00 0 
A e AA O A 


OBSERVACIONES KN EL CERRO DE SAN MIGUEL. * 315 
» 


Movimiento aparente del Duración de 100 Movimiento aparente del Duración de 100 
imán de E. á W. oscilaciones imán de W. á E. oscilaciones. 
Oscilaciones. es Oscilaciones. 

DU O IE da .. 6 11.5 
0062.83 DES “BHD... 109... 9 1150. 0%59.7 
IDE 9 320.046 :0002. 115-629 47,5, 5.59 5 


-.. 10240 600.5 
135 ... 11000 600.0 
1 5.0 .000:0 


120....10' 5.5 600. 
190. 5410 42.0. 600. 
140....11 1890 600. 


NOOO 
— 
159) 
Ol 


11570 ARAGIA ña e DA 7 Ez 
LAA A a ata 6”00*.398 
1 O 5 59 940 
POMBO. 2 6"00*,169 
Duración de 100 oscilaciones. .... 6"00*,169 
l oscilación....... 3.6017 


” 


Pongo en seguida los principales resultados obtenidos en 
cada día de observación. 


Sep. 11. 
h =9 24.8 A a t =20,.1) * 
m9 341/9295 e 935) 218 
Duración de 100 oscilaciones..... 5”59*.08 
l oscilación....... 3.5908 


Efecto 900 de tensión = 3/47 


Se repite la observación. 


Duración de 100 oscilaciones. .... 559", 41 
l oscilación....... 3.5941 


»” 


316 . M. MORENO Y ANDA. 
4 


, 


Sep. 12. 
h =9.30 ds t=QA7 
le—939 y M85ta mm. Tg0j 89 
Duración de 100 oscilaciones..... 5”58*,48 
ho l oscilación....... 3.5848 


Se repite la observación. 


h =39*48" t =904 


Duración de 100 oscilaciones..... 5"b8'%51 


as l oscilación....... 3.5851 
Sep. 13. 
h =9*24"6 t =709 
Duración de 100 oscilaciones...-. 5"58' .35 
* + loscilación....... 3.0835 


Se repite la observación. 


h E 94368 t del 7.8 
Duración de 100 oscilaciones. .... 2"58:,34 
d l oscilación.. ...... 3.0834 


El valor de una oscilación, corregido por temperatura, tor- 
sion é inducción, como lo expresa la fórmula relativa. * 


PE PA - 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL, 317 


TT? = dd 1+ po (1 (At, ) —2 H, ] , 


Se convierte en el siguiente: 


Sep. 10...... log. T*=1.10912 log. T=0.55456 T=3.5856 
A 1.10589 0.55299 3,5727 
A 1.10562 0.55281  '3.5712 
MEAIDE E 1.10836 0.55418 3.5825 
e = <> - 1.10830 0.55115 3.5822 
1 1.10835 0.55418 3.5825 
[A -3,10831 20.55416 3.5823 


Con el log. 7” K, variable con la temperatura de la barra, 
y el de T”, encuentro en seguida el producto MH, naciendo 


TK 
MH= 
mp? 
TK dde MH 

A 1.10912 2.13616 
E ES 3.24530 1.10589 2.13941 
ii 3.24533 1.10562 2.13971 
1 PLA SN 3,24516 1.10836 2.13680 
Li a a ADO 1.10830 2.13686 
DOTA Lic esoo 3.24515 1.10835 2.13680 
OS A 3.24515 1.10831 2.13684 


. 
Del cociente de H M porzy resultará inmediatamente H” 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 24 (1907-1908).—41 


318 M. MORENO Y ANDA, 


A ON 11 EOS H* log.=9.01516 


e 9.01841 
ALT lo OS AA 9.01871 
AR: IN LOA 9.01580 
lA Aa 9 01586 

O y a AS ali: 9.01580 
A ' 9.01584 


Por último haciendo 
H=yH? 


obtendremos desde luego el valor de la componente H. 


pets pas 
Sep MU ae 9.50758 0.32180 
A Es CE 9.50921 0.32301 
A do E UA 0.32312 
A A 9.50790 0.32203 
0 AS 9.50793 0.32206 
ES AT A 0.32203 
y AVERIA IO TOR 0.32205 
Inclinación. 


Las medidas de este ángulo fueron hechas con un inelinó- 
metro construído por Fanth, modelo de Kew, que se colocaba 
en un viejo tronco de pino mandado cortar á la altura conve- 
niente. * 

El instrumento cuenta con-una sola aguja, por lo que ha- 
cía dos series completas de observaciones, como si se hubiera 
tratado de dos agujas. 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL, — ' 319 


No obstante esto al calcular posteriormente los resultados, 
aparecen diferencias algo fuertes en las inversiones de la agu- 
ja sobre su eje y entre la primera y la segunda imanación, por 
lo que creo que hay algún defecto en dicho eje. 

Sin merecerme plena confianza pongo en seguida los re- 
sultados obtenidos: 


la. SERTE. 2a, SERIE. 
on. 
Hora. 4 Polos L Polos D.. : Polos D. Polos L 
Sep. 10...... 927 45.58.15 47.58.49. 47.43.00 45.42.34 
o 8.55 45.58.23 48.00.30 474834 45.53,30 
» 183.. ... 850 45.54.45 471241 47.41.45 45.50.19 
la. Serio; 2a. ¡Serie. 

Sap: LO: arto 46053/32 4604947 

NE. ELA 5927. 51 02 

LÍA AD: 33 43 46 02 


Resumiendo los principales resultados, formo la siguiente 
tabla: 


Declinación. 
. 8 8, m. 2 p.m. ; Media: Variación. 
BOOPIO!. 250. 20-080 loa TO UIY edi. 
ADMITO <2UL: 7021/27" 7.1532 7018/29" 555 
12 200.101 TI90:42 7 1210 1556 732 


¡TO 7 1707 7 1337 1522 330 


320 


M. MORENO Y ANDA. 


Componente horizontal. 


H. 
Hora Temperatura pb yd H 
Sopla 1007" 1999 3'5856 0.32180 

A 929 218 35720 0.32306 

o 9 35 89 3.5823 0.32204 

a Llera cidad 9 25 78 3.5821 0.32204 

> 
imán 

A O A A 425.19 
id a 426.85 
IN ar A, LIS 425.52 
O a A 425.50 

Inclinación. 

SAT IS A 4648'10"" 
A O E 39015 
e Bi O e 39 52 

e 


Los resultados obtenidos en el Cerro de San Miguel, eon- 
siderados así aisladamente, no pueden dar más que una idea 
general del estado magnético en la altitud de que se trata. 

Sin embargo, como tenemos observaciones hechas en Cua- 
jimalpa, estación situada á unos 1000 metros abajo del vértice 
de San Miguel, y en el flanco oriental, digamos así, de la refe- 
rida montaña; haciendo una comparación entre ambos, podre- 
mos tal vez formarnos un juicio acerca de los primeros. 


OBSERVACIONES EN EL CERRQ DE SAN MIGUEL- 321 


O 


Es verdad que las observaciones no fueron simultáneas en 
uno y otro Ingar, pues el 14 de Septiembre descendí del cerro 
y el 15 hice las de Cuajimalpa. Pero ateniéndonos á las cur- 
vas del magnetógrafo de este último lugar, que no acusan nin- 
gún cambio de importancia en los días aníeriores, podemos dar 
como sentado que el campo terrestre se mantuvo uniforme y 
por lo mismo que los resultados, como obtenidos en un esta- 
do medio de calma maguética, son perfectamente compara- 


bles. 


Declinación. 
D 
a Cua] mal. o cae aleta 70232 
is San Miguel Ba. ME AA 7166 
Di=+ 66 


Componente horizontal. 


H 
E o A 0.32874 
0 A Ad 0.32221 


Dif.=+ 000650 


Po Guanare ASA 0.32624 
An Md reacia ia are; gra 034311 


Dif.=+  0.01687 


322 M. MORENO Y ANDA, 


Intensidad total. 


En Cuajimalpa O A 046315 
y añ Miente «cruda ARE 0.47080 


Dif. = —0.00765 


Por lo anterior se ve que la declinación y la componente 
horizontal fueron menores en San Miguel; y que la componen- 
te vertical y la intensidad total, por el contrario, alcanzan va- 
lores más altos: 

Difiriendo apenas las posiciones geográficas de las dos lo- 
calidades, pues San Miguel se encuentra á unos 5/—de latitud 
y á 1”10* + de longitud, respecto de Cuajimalpa, las discre- 
pancias que notamos no seexplican entonces por un cambio tan 
insignificante en la posición r-lativa de las dos estaciones, sino 
por causas locales en San Miguel, que como se ve claramente 
vienen á modificar el valor absoluto de los tres elementos. De 
otra manera, sin la existencia de dichas causas, la comparación 
nos habría dado, y esosólo en+1 valor de la intensidad total, di- 
ferencias debidas únicamente, á la diferencia de altitud, que 
aunque no demostrado plenamente todavía, ciertas observa- 
ciones hechas en diferentes montañas, parece que acusan una 


. . . LA . . EA 1 
diminución en el campo magnético terrestre igual á 100 Por -- 


vU 


1000 metros de desnivel próximamente. ' 


1 “Conforme á la teoría de un imán central parece que el campo te- 
rrestre no puede disminuir de un modo tan rápido, ¡ues como cada una de 
las componentes están en 1azón inversa del cubo de la distancia r al centro, 


M. MORENO Y ANDA. ez€ 


Por lo que respecta á la declinación é inclinación, tratán- 
dose de un campo uniforme, no hay razón para que se modi- 
fiquen con la altura, puesto que dichos dos elementos sólo dan 
la dirección de la fuerza maxnética terr=st e; el 1” su azimut 
y el 22 el ángulo que ella forma sobre el horizonte. 

Así pues, atendiendo únicamente á la intensidad total, ya 
hemos visto que el valor en San Mignel exce.le en 0 00765 al 
de Cu:jimal¡ a; es decir, qne eu un desnivel justo de 1000 me- 


tros hay un aumento de A lo que está en desacuerdo con la 


teoría y las observaciones le montaña de que habla el ilustre sa- 
bio francés á que antes me referí. Desacuerdo, por otra parte, 
perfectamente explicable si se tiene en cuenta que la inclina- 
ción, elemento que entra en el cálculo de T, es 20 mayor en 
la estación de San Miguel que en la de Cuajimalpa. En efecto 
las observaciones dan 


Inclinación. 

En San Miguel...... o TS 46047'8 
CUA SES .. .s os 44 469 
—2000'9 


su variación relativa para la altitud ó r, es—3 $. Puesto que el radio me- 
E 


dio de la tierra es 6371 km, la diminución del campo no pasará de 


para una altura de 1000 metros; mientras que las observaciones de monta- 
ña, á que antes hago referencia, indican una fracción casi 10 veces mayor.”— 
Mascart. Traité de Magnétisme Terrestre, pág. 342. 


324 OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL. 


Y como T no se determina directamente por medio de los 
instrumentos, sino por la fórmula 


T= 


cos I 


A H menor y cos. de I mayor, el cociente indefectiblemen- 
te tiene que ser más alto que dond» H mayor y cos. de I me- 
nor, como expresan los resultados de las observaciones que 
han servido para hacer la comparación. 

Ahora bien suponiéndole á I en San Mignel, un valor igual 
al'de Cuajimalpa y caleulando Z y T con la H del primero, en- 
contramos: 


Z 
En Cuiimalpa ¿20 ISA 0.32624 
y Saa Miguel <= LLCUAR 
+ 0.0645 

T 
En Cuajimalpa io IRIDI 0,46315 
¡Dan Mio NITO MAA 0.454..0 
+ 0.00915 


En este caso han cambiado los signos de las diferencias, 
pero la diminución es tan fuerte que se aleja todavía de lo ob- 
servado en otros lugares. 

Porlo expuesto podemos concluír que nuestras observacio- 
nes en San Miguel están afectadas por una causa local, cuya 
influencia se manifiesta palpablemente en los elementos obser- 
vados y en las componentes que de ellos se deducen. 


OBSKRVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL, 325 


¿Dicha causa reside en las andesitas superficiales que cu- 
bren toda aquella región, en rocas interiores de magnetismo 
propio 6inducido por el campo terrestre, ó bien en alguna falta 
de continuidad en la estructura de las capas geológicas? Según 
la clasificación de Riicher y Thorpe ¿el cerro de San Miguel 
es un pieo magnético, puesto que la componente vertical Z es 
máxima con relación á la del plano inferior? 

Difícilmente podríamos contestar 4 cuestiones que están 
fuera de nuestro alcance y ni siquiera podremos precisar si la 
anomalía se localiza en el solo cerro de San Miguel, por falta de 
datos magnéticos en la zona que éste comprende. 

Por otra parte, ¿de la anomalía comprobada debe deducir- 
se que las observaciones de San Miguel no son de utilidad? 
Creemos todo lo contrario, pues en los estudios de la física del 
globo, en general, y del magnetismo terrestre, en particular, 
es indispensable tomar nota de todos los accidentes que de al- 
gún modo perturban determinada ley general, por que ellos 
pueden ser un guía precioso que conduzca á la solución de va- 
rios é importantes. problemas. 


SEGUNDA PARTE. 
METEOROLOGÍA. 


Dos termómetros hipsométricos, un psicrómetro y termó- 
metros de máxima y mínima, fueron los únicos instrumentos 
de que hice uso en esta expedición. 

Los dos primeros, provistos como estaban de sus respecti- 
vas calderas, se obrervaban simultáneamente á cada hora en 
el interior de nuestro alojamiento. 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 24 (1907-1908). — 42 


326 “Y. MORENO Y ANDA. 


El psicrómetro y los termómetros de máxima y mínima 
quedaron instalados fuera de la capilla, á la sombra de un 
abrigo improvisado con ramas do pino y techos de zacate Con 
éste, y en una gran extensión, se cubrió también la superficie 
desnuda del terreno. 

En las tablas que siguen figuran los resultados de las ob- 
servacicnes practicadas los Cías 9, 10, 11, 12 y 13 del expre- 
sado mes de Septiembre, para la inteligencia de cuyos datos 
basta con una ligera explicación. 

La primera columna contiene las indicaciones dadas por 
uno de los termómetros hipsométricos, es decir, la temperatu- 
ra de ebullición del agua. 

La segunda, marca la presión atmosférica correspondiente 
á aquella temperatura, pero aplicada ya la corrección que se 
le determinó á dicho termómetro hipsométrico. 

La tercera, cuarta y quinta, expresan las indicaciones del 
psicrómetro y el enfriamiento producido por la evaporación. 

La sexta y séptima, dan el valor del estado higrométrico 
del aire, ó sea la tensión del' vapor de agua y la humedad re- 
lativa, obtenido por cálculo directo de las fórmulas. 


Tensión=F =—0.00079 H. (t—1') 


A H le he dado el valor medio de todas las presiones ob- 
servadas, que resulta ser 489""51, 


F 
Huniedal= ES — . — 
Tensión máx. correspondiente á É, 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL, 


Hora. de 


9.. 88.30 


10 21 
1». 26 
12 26 
d 25 
a. 22 
9 20 
20 21 
ae 22 
do E 
Me 24 


Temperatura máxima = 992 


7... 88.21 


MES Y 
188 13 
ás 12 
E 15 
0 20 


ER 


min 


491.58 
91.01 
90.82 
90.82 
90.64 
90.07 
89.69 
89 88 
90.07 


90.45 


Sep. 9. 


Termómetro 


AAA 


Seco. 


6.8 
6.2 
7.1 
7.9 
8.2 
8.3 
8.2 
7.0 
7.0 
6.2 
5.3 


Sep. 10. 


Húm. 


6.5 
6.1 
6.7 
7.6 
11 
de 
711 
6.9 
6.7 
6.2 
3.9 


Termómetro. 


ARA A 


P Seco, 
489.83 5.6 
89.50 43.2 
88.37 9.6 
88.19 6.2 
88.15 5.1 
89.69 6.0 


Húm. 


Dif. 
0.3 
0.1 
0.4 
0.3 
05 
0.6 
0.5 
0.1 
0.3 
0.0 


0.0 


0.5 


Sa SS 
DD -HONO?»D0DSOSO NO 


—J] —] 


O) 


328 


M. MORENO Y ANDA. 


Temperatura máxima 


Hora. T, 


—: 


7.. 88.16 


¡Je 17 
Moo pta 
a 20 
PAD 15 
A 
A 


SO 00m 3 
de 
1 


po Seco. Ham. 
488.94 7.0 5.5 
89.13 10.3 7.8 
le 12.9 8.9 
89.69 11.9 9.0 
88.15 8.6 1.2 
A 9.8 71.4 
A 6.5 
88.19 6.8 6.4 
88 75 6.0 5.5 
89.31 5.2 5.8 
Temperatura máxima 
yy mívima 
Ose. 


7 88.14 
8 15 
o A 17 
RA . 

Is bo 


pos mínima = 


Sep. 11. 


Termómetro. 


A 


Sep. 12, 


Termómetro. 


14.1 
9.5) 


Ose. = 10.8 


AI E — e 
ed ú N 


p Seco. 
488.56 5.0 
88.75 6.0 
89.13 6.0 
A 8.6 
Tall 


Húm 


49 
6.0 
6.0 
8.0 
710 


Dif. 


Y. mn 
6.0 86 
69 74 
63 63 
14 72 
71.1 $4 
67 75 
6.7 82 
7.0 96 
6.6 9 
03-99 

E E 
6.4 99 
7.0 100 
7.0 100 
718 Y 


OBS=ExXVACIONES EN EL CERRQ DE SAN MIGUEL. 


Termómetro. 
Hora. nde P. sees Húm, DH. E H 
12.. 88.16 83,94 8.0 7.6 0.4 7.6 96 
Z.. 12 ¿0:19 6.2 6.0 0.2 6,9 - 97 
A q E da 7.4 0.8 LA 94 
130 10 87,81 6.8 6.4 0.4 70 95 


+ CINE AA 63 0,2 70 E 7 
y pan 14 88.56 5.5 5.3 0.2 6.0. 94 
A 5.2 2.1 0.1 06.0.:97 
9 16 88,94 4.8 4.6 0.2 6.3 94 


Temperatura máxima = 999 
p mínima = 3 9 


Ose. = 6% 


pu 


]DHRO0NOS 0 
EA AG o AS o 


Sep. 15. 
Termómetro. 

rm. 
A A A II 
MUS $8.19" "200381 9.2 32 0.0 3.1 100 
Sd pl dj 3 4.0 3.3 0.7 9.9 91 
A 2 je 8.2 y 6.6 81 
06 87.06 9.9 [0 ER >! 714 81 
Me el 7.0 0.) ¡Uds 1d: 00 


10 87.81 5.4 5.1 03 6.4 96 
13 88.37 5.2 45 0.7 6.0 90 
de 4.0 28 1.2 5.1 84 
A a 4.5 1.9:'2.6 4.2 67 
20 89.69 4.8 1.2 3.6 3.6 56 


O 00 


Temperatura máxima = 1205 
ER mínima = 29 


Osc. = 90% 


330 M. MORENO Y ANDA. 


* 
k 


Examinando las cifras de los anteriores cuadros, no lla- 
mará, por cierto la atención el significado real de algunas de 
ellas, siendo el que corresponde á una altitud cercanaá los 4,00 
metros. En efecto, las indicaciones barométricas, por ejemplo, 
dado el considerable desnivel que hemos salvado entre el Va 
lle y la cima del Cerro, aparecen con una diminución próxima 
á 160 milímetros respecto á las r-gistradas »imultáneamente 
en el Observatorio Meteorológico Central. 

Sin embargo, con el objeto de precisar ciertas particulari- 
dades que de por +í presentan, y que no será por demás deje- 
mos consignadas en este estudio, vamos á analizarlas un poco 
en detalle á reserva de que otros trabajos más minuciosos y 
completos nos permitan varificar ó comprobar ésta que damos 
como primera aproximación. 

Tomando como punto de comparación los datos que á las 
horas correspondientes nos proporciona el Observatorio Me- 
teorológico Central, y calculando por un procedimiento gráfico 
la distribución media horaria de la presión y la temperatura 
desde las 7 de la mañana hasta las 9 de la noche en el cerro 
de Sau Miguel, encontramos en primer lugar que el desnivel 
barométrico P—P”, rigue una marcha inversa á la diferencia de 
las temp: raturas t-1”, lo que tenía naturalmente que suceder, 
puesto que el peso de la capa de aire comprendida entre las 
dos estacion+s representa la diferencia de presión, y como di- 
cha capa va disminuyendo en densidad á medida que aumenta 
la temperatura, de aquí que el desnivel sea mayor en las pri- 
meras horas de la n.añana, bajo al mediodia y suba de nuevo 
con el enfriamiento nocturno. 

Es sabido que la variación diurna del barómetro, con am- 
plitud decreciente del Ecuador á los Polos, y que se traduce 
por un primer mínimo en la madrugada, un primer máximo 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL, 331 


hacia las 9 de la mañana, un seguudo mínimo al derredor de 
las 3 de la tarde y un segundo máximo entre las 10 y 12 de la 
noche, conserva sus caracteres generales hasta una altitud cer- 
cana á los 3,000 metros; pero más allá de este nivel sufre una 
modificación notable consistente en que sólo presenta dos ex- 
tremos, un mínimum entre las 4 y las 6 de la mañama y un má 
ximum hacia las 9 de la noche, según lo comprueban las ob- 
servaciones barométricas hechas en el Monte Blanco ,en dos 
estaciones situadas á 3021 y 4359 metros do altitud. 

Pues bien, el cerro de San Miguel, cuya cima se eleva á 
unos 3800 metros, está ya dentro de este régimen de variación 
y no obstante, en ninguno de los 5 días que Auraron nue-tras 
observaciones, encontramos la más ligera traza de una marcha 
semejante. Más bien parece ser paralela á la observada en el 
Valle, distinguiéndose en un ligero detalle, que su amplitud es 
de 1”"4 menor. En efecto, mientras en el Observatorio Meteo- 
rológico Central la diferencia entre los extremos matutino y 
vespertino es de 2”"84, en San Miguel sólo es de 143, lo que 
indica que la enrva de la variación diurna se deprime aseme- 
jándose á la que corresponde á la latitud de 3859 próxima- 
mente. 

Por lo que respecta á la temperatura del aire, el cólenlo de 
las medidas correspondientes á los cinco días, da lo siguiente: 


México. San Miguel. Dif. 

Sep. 9 co 17,3 7.2 10.1 
LS (SI 15.1 7.7 7.4 
po oralM 15.6 8.1 7.5 
O 15.8 Ei ad 
tc id 8 5.7 11.9 


” 


332 M. MORENO Y ÁNDA. 


-Notaremos, desde luego, que no hay correspondencia en los 
cambios que de un día á otro presenta la temperatura de Mé- 
xico, tomada como punto de comparación; resultado nada ex- 
traño en verdad, puesto que se trata de dos lugares separados 
por una distancia horizontal de cerca de 40 kilómetros y en 
condiciones enteramente disímbolas: uno en pleno valle y el 
otro en el vértice de una gran montaña; el termómetro de Mé- 
xico, fuera de otras causas accidentales, influenciado yor la 
aglomeración de la ciudad” y el de San Miguel por la evapo- 
ración y las reacciones químicas consiguientes á los fenómenos 
vitales de una abundante veget«ción. Así se explica que las 
diferencias entre las temperaturas medias de cada día discre 
pen hasta 405, y 

Careciendo de datos horarios completos en el vértice del 
cerro, no podríamos precisar la marcha de la variación diurna 
de la temperatura; sin embargo, á juzgar por las observaciones 
hechas desde las 7 de la mañana á las 9 de la noche, parece 
que el máximum del día, único extremo que encontramos en 
ese período, se anticipa á la hora en que ordinariamente se ve- 
rifica en el Valle, 

Estudiando ahora el abatimiento termométrico entre las 
dos estaciones, los resultados vienen á confirmar lo que ya ha- 
biamos notado en nuestra expedición al Tlaloc Y y que está 
enteramente conforme con la naturaleza misma del fenómeno 
y las circunstancias en que se produce: una diminución de la 
temperatura inversamente proporcional á la marcha de la onda 
diurna, es decir. muy lenta en las horas de mínima y rápida en 


1 Conforme á un estudio comparativo entre la temperatura de Méxi- 
co y la de Tacubaya (publicado hace ya algunos años en las Memorias de 
la Sociedad Científica “Antonio Alzate”), y considerada ésta, por las con- 
diciones de la localidad como la temperatura rural del Valle, resulta que 
aquélla es 194 más alta. 

(2) “Decrecimiento de la temperatura con la altitud.” Memorias y 
Revista de la Sociedad ''Antonio Alzate,” tomo XIX, pág. 137. 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL, 333 


las de máxima. En efecto, haciendo el cálculo para las 3 horas 
típicas de observación, 7 de la mañana, 2 de la tarde y 9 de la 
noche, encontramos como distancia vertical para que la tem- 
peratura disminuya 1, las siguientes cifras: 


O 
A veo RS E IO - 021 
A A e ad 122 
ALO A A o a LA a 


Dadas los condiciones de abundancia de agua y vegetación 
-rica y exhuberante, no es de extrañar el estado higrométrico 
vecino de la saturación que en general indican las observacio- 
nes. Las corrientes de aire que suben del Valle de México, 
más frías á medida que van ascendiendo, al internarse entre 
las cañadas de la Sierra condensan el vapor acuoso que en es- 
tado invisible se encuentra en suspensión y dan origen á las 
nieblas muy densas que por días enteros cubren toda aquella 
región, así como á la formación de nubes de los tipos inferiores. 

Basada en tan corto número de datos, la discusión que an- - 
tecede carece del rigor que prestan las series prolongadas de 
observaciones, y por esto decía al principio que la presentaba 
como una primera aproximación. Ojalá y conforme á mis de- 
seos y disponiendo de mejores elementos, pueda más tarde 
hacer un estudio bien docugnentado respecto al clima en nues- 
tras grandes montañas. 


* 
Xx * 


Aunque ya en 1897-98 la Comisión Hidrográfica creadapor 
el Ayuntamiento de la Ciudad de México y puesta bajo la di- 
rección del señor Ingeniero Guillermo B. y Puga, por nivela- 
ción trigonométrica había determinado la altura del Cerro de 


Mem. Soc. Alzate. México. 'T. 26 (1907-1908) — 43 


334 M. MORENO Y ANDA, 


San Miguel. con el fin de dar una aplicación práctica á mis ob- 
servaciones hipsométricas y estudiar de paso la distribución 
horaria de una diferencia de nivel obtenida por medio del ba- 
. rómetro, he emprendido el cálculo de dicha altura empleando 
las observaciones hechas en el cerro y las correspondientes ve- 
rificadas en los Observatorios de México y Tacubaya. 

Dije antes que la presión en San Miguel se observó por me 
dio de dos termómetros hipsométricos: uno marcado con el n? 
44762, N 8% Z, perteneciente al Observatrrio Astronómico, y 
el otro sin indicación de su procedencia, comprado en la casa 
de Calpini Sues., de la propiedad de la Comisión Geodésica; y 
que cada uno de ellos tenía su aparato de ebullición de mane- 
ra que pudieron observarse simultáneamente. 

Dichos termómetros fueron comparados con prolija aten- 
ción antes y después del viaje con el gran barómetro normal 
del Observatorio Astronómico; y á juzgar por los resultados 
obtenidos, el 44762 por su bondad acreditada en anteriores ex- 
pediciones, parece no sufrió alteración alguna, y por consi- 
guiente los valores que de sus lecturas se deducen para el ce- 
rro, deben representar la verdadera presión en aquella altitud. 
- En cuanto al termómetro sin marca, dada la inferior calidad 
de su construcción, no puede afirmarse en absoluto que haya 
marchado mal; sin embargo, acusa diferencias que vienen á 
justificar el estudio y rectificación que más adelante hago 
de él. 

Antes de dar á conecer el resyltado de las comparaciones, 
debo advertir que al hacer éstas con el barómetro de mercu- 
rio, tuve en cuenta la influencia que sobre la columna baromé- 
- trica ejerce la variación de la gravedad con la altitud, caleulan- 
do la corrección por medio de la fórmula 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL. 335 


en la que 

H es la presión observada. 

k un coeficiente que en el caso de una meseta elevada co- 
mo es la: de México, tiene por valor */,. 3 

2 la altitud del lugar, y 

R el radio de la tierra igual á 6367388 metros, cuyo loga- 
ritmo es 6.8039613. | 

- Con los valores 


2= 2300 metros. 
H = 584 milímetros. 


resulta 


k H 
A mm A 
R = ue 0 pd) 6 


que se aplicó á todas las presiones, previamente reducidas á 09 
y corregidas del error instramental, que sirvieron para hacer 
la comparación los de dos termómetros, 


TERMÓMETRO NÚMERO 44762. 


Corrección en milímetros. 


Antes AO NA e tia dei — (0.88 
Después del viaje............ — 0.77 
Media =— 0,825 


Se ve que está enteramente conforme la corrección deter- 
minada antes con la que resulta después. 


3360 M. MORENO Y ANDA. 


TERMÓMETRO SIN MARCA. 


Corrección en milímetros. 


Antes del viaje......- A + 16.02 
Después del viaje........... + 15.64 


En el cerro y aplicando al 44762 la corrección media 
—-0.825, el termómetro anónimo da como diferencia el valor 


+ 15210 


La corrección en San Miguel difiere 0'"S1 de la obtenida 
en Tacubaya antes de la expedición; y aun tomando el prome- 
dio de ésta y la determinada al regreso, que resulta un poco 
menor, todavía la primera es 0””62 más baja, por lo que las 
presiones relativas á las lecturas del termómetro en cuestión, 
corregidas con cnalquiera de los dos valores, son siempre in- 
feriores á las suministradas por el 44762. Con fundamento, 
podemos, pues, inferir que el aludido termómetro adolece de 
algún defecto variable, por lo menos en la parte de la escala 
que comprende las presiones observadas en Tacubaya y la ci- 
ma de la montaña, es decir, entre los 879 y las 920, 

De las varias causas de error á que están sujetas las lec- 
turas hechas con los termómetros hipsométricos* mencionaré 
las siguientes: 


(1) Las cifras que representan las correcciones son promedios de va- 
rias lecturas, cuyo número es: 


Antes Diana ide ia 11 
Después ...¿=sriayia A 2 
En el cerro. icon A PPP 37 


(2) Me refiero aquí á los termómetros de uso corriente, pues los muy 
«delicados que se construyen en estos tiempos, se estudian y corrigen por 


UBsERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL- 337 


a) Variación del cero debida á un cambio en el volumen 
primitivo del depósito. 

b) Falta de correspondencia entre las divisiones de la es- 
cala y capacidades iguales del tubo capilar. 

c) Falta de exactitud al estimar la posición del extremo 
de la columna mercurial. 

Esta última causa es de difícil eliminación, si conforme á 
la costumbre seguida hasta ahora entre nosotros, se emplea 
una lente de mano para hacer las lecturas. En efecto, como 
tales lentes tienen un campo visual muy amplio y la dirección 
de los rayos no es suficientemente fija, se está expuesto á co- 
meter errores, que en determinados cases pueden ser de im- 
portancia, teniendo presente que en la escala ordinaria de los 
termómetros hipsométricos 1 centésimo de grado equivale á 
unos 2 décimos de milímetros en la escala barométrica.'”” 

La única manera de evitar los errores de lectura, es va- 
liéndose de un anteojo unido al aparato de abullición y pro- 
visto de micrómetro ó simplemente de un hilo de araña con 
el que se estiman las fracciones de división, 


las variaciones del cero, del intervalo fundamental y del calibre; por el 
efecto de las fuerzas capilares, por la falta de sensibilidad y por la parte 
de la columna que sobresale del aparato de ebullición. 

El Observatorio Astronómico últimamente ha adquirido tres de estos 
instrumentos cuyo estudio fué hecho en la oficina de Pesas y Medidas de 
Francia. 

(1) Un observador ejercitado puede hacer las lecturas á la simple vis- 
ta con una incertidumbre de = 0.1 en los termómetros comunes, y de 
= 0.01 en los hipsométricos. Con el empleo de la lente, la incertidúmbre 
debe ser mayor sin duda alguna. 

q Y cuando se tiene poca costumbre de leer termómetros, con toda se- 
guridad el error puede ser de consideración. 

Conociendo por propia experiencia lo difícil que es hacer buen uso de 
las lentes de mano, en las últimas veces que me he servido del termóme 
tro hipsométrico, la estimación de las fracciones ha sido hecha á la sim 
ple vista. 


338 M. MORENO Y ANDA, 


Respecto á las otras dos causas de error, tratándose como 
ya dije de termómetros hipsométricos de uso corriente, la 
primera puede considerarse como constante .y la segunda va- 
riable, con las desigualdades de la división y del tubo ca- 
pilar. : 

El valor que á dichos dos errores corresponde, se deter- 
mina fácilmente siempre que se disponga de varias correc- 
ciones obtenidas en distintos puntos de la escala termomé- 
trica. 

Como en el caso del termómetro, objeto de este estudio, 
sólo contamos con dos comparaciones, una en el Observatorio 
Astronómico y la otra en la cima del cerro, la corrección va- 
riable que resulte debe referirse únicamente á las divisones 
comprendidas entre 920 y 870 de la escala, que fueron las tem- 
peraturas anotadas en uno y otro lagar. 

Los datos de la comparación 


Barómetro. EA poGiIeteO. Darren 
San Miguel..... 489""26 474""05 + 15”"21 
Tacubaya.... "589. 99 567.97 MOE 


nos suministran dos ecuaciones de la forma 


a+by=c 


en la que 
c, es la corrección total para el punto de la escala cuya in- 
dicación es y 
a, una constante fija, relativa al desalojamiento del cero. 
b, la constante propia al calibre y división de la escala. 
Sustituyendo los datos encontrados, las dos ecuaciones 
quedan expresadas así: 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL. 339 


a +0474.05 = + 15.21 
a + 1583.99 = + 16.02 


de cuya resolución obtenemos: 


aL. 78 
b= 0.00737 


La fórmula que expresa la ley del error, será entonces: 
C =.11""72 + 000737 y 


que aplicada á cualquier punto de la escala hipsométrica den- 
tro de los límites de qua antes hice mérito, permite convertir, 
así rectificadas, las indicaciones del termómetro sin marca, á. 
las que proporcionó el 44762, 

Por lo tanto, podemos concluír que los datos de la pre- 
sión atmosférica observados en el cerro de San Miguel, son lo 
suficientemente precisos para hacerlos figurar al lado de sus 
correspondientes del Valle en el cáleulo de la diferencia de 


nivel. 


El problema de la determinación de alturas por medio del 
barómetro, que nació, puede decirse con el célebre descubri- 
miento de Pascal y estudiado después por Halley, Newton y 
Deluc, no fué establecido en toda su complexidad sino hasta 
que el genio del gran Laplace dió la fórmula general que lleva 
su nombre. . 

Es ourioso observar á este respecto, y que da idea de la 
tendencia humana á imponer siempre lucubraciones propias, 


340 M. MORENO Y ANDA. 


aunque ellas estón basadas en principios ya sentades y admi- 
tidos, que la mayoría de las naciones civilizadas tienen fórmu- 
las barométricas amparadas con el nombre de sus principales 
geómetras, ' y de aquí el sin número de tablas que para sim- 
plificar los cálculos han sido propuestas. Basta fijar la vista en 
cualquiera de las publicaciones especialistas, y encontraremos, 
desde luego, ya las del fundador, digámoslo así, de la nivela- 
ción barométrica, Laplace; ó bien las de Bessel, las de Riihl- 
mann, de Guido Grassi, de Radau, Delcros, Babinet y otras 
más que sería cansado enumerar. 

Y entre la diversidad de fórmulas como se han dado, ¿hay 
alguna que resuelva satisfactoriamente y en todos los casos el 
problema de la nivelación? ¿Con cuál de ellas se obtienen re- 
sultados que representen la verdadera distancia vertical entre 
los puntos en que el barómetro fué observado? 

Partiendo de datos que en general están afectados por múl- 
tiples cansas, y de hipótesis que difícilmente pueden tener ye 
rificación práctica rigurosa, no es exajerado afirmar que nin- 
guna de las fórmulas propuestas hasta ahora conduce al cono 
cimiento exacto de la diferencia de alturas entre dos ó más 
lugares. 

Es verdad que si con unos mismos datos caleulamos tna 
diferencia de nivel empleando las distintas fórmulas que exis- 
ten, los resultados podrán ser poco discrepantes ó aun estar de 
acuerdo; pero esto no arguye bondad en las fórmulas ni mucho 
menos que el valor encontrado sea el verdadero, sino que como 
todas ellas están basadas en un supuesto estado medio de la 
capa atmosférica comprendida entre los dos lugares enyo des- 
nivel se trata de encontrar, en determinadas circunstancias 
será, sin duda, indiferente el uso de cualquiera de las aludidas 
fórmulas. 

Angot, uno de los meteorologistas contemporáneos de más 


(1) Nosotros en México contamos con la del señor Ingeniero Francís- 
co Díaz Covarrubias. 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL. 341 


bien sentado y merecido renombre, en una interesantísima Me- 
moria Sobre la fórmula barométrica, * después de demostrar la 
complexidad del problema y discutir detalladamente la que se 
conoce como dada per Laplace, que corresponde al caso más 
sencillo en que la temperatura y demás elementos se suponen 
constantes en toda la capa de aire cousiderada, llega á las si- 
guientes conclusiones: 

Que propiamente hablando no hay una fórmula barométri- 
ca, sino ura infinidad de fórmulas correspondientes á cada una 
de las diversas hipótesis que pueden hacerse sobre las leyes de 
variacion de la temperatura, de la humedad y la pesantez con 
la altura. 

Que todas estas fórmulas parten del supuesto de que el aire 
está en equilibrio estático, es decir, que se desprecia la influen- 
cia que sobre la presión pueden tener los movimientos de la 
masa fluida. 

Que la verificación de la fórmula barométrica es imposi- 
ble, porque para ello es preciso el conocimiento riguroso que 
no poseemos, de las leyes de variación de aquellos elementos. 

Que la fórmula barométrica debe ser considerada como un 

medio para calcular aproximadamente las alturas, sin que sea 
dable valuar la aproximación obtenida, ni designar las causas 
de error debidas al aire en movimiento. Sin embargo, advierte 
que teniendo en cuenta las condiciones múltiples que en un 
momento dado se representan en la atmósfera, en muchos ca- 
sos podrá aumentarse la exactitud de las medidas. 

Por último, Angot da como definitiva la siguiente fórmula: 


Z=18400 14 22% 22 (140) log a 
0 


1 Annales du Bureau Central Météorologique de France. Année 1896. 
Mémoires, pág. 159-1898. 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908).—-44 


349 M. MORENO Y ANDA, 


es la que 
ho, es la altura del barómetro en la estación inferior cuya 
altitud es z, 
h, la altura del barómetro en la estación superior cuya di- 
ferencia de nivel con la primera es Z. 
R, el radio de la tierra. 


' 


k, el coeficiente que entra en la fórmula que da el decreci- 
miento de la gravedad con la altura. 

a, el coeficiente de dilatación del aire, igual á 0.00367. 

0, la temperatura corregida por latitud y humedad. 

Valiéndome de esta fórmula es como he caleulado la dife- 
rencia de nivel entre el Valle y la cima del cerro de San Mi- 
guel. Y sin entrar en todoslos pormenores que consigna el au- 
tor acerca de la significación precisa y el valor de las diferentes 
cantidades que ella representa, sólo haré mención de uno que 
otro detalle necesario para la inteligencia del cálculo aritmé- 
tico. 

Como la columna mercurial del barómetro está sujeta á los 
cambios de la gravedad con la altura, á las presiones de Ta- 
cubaya y México se ha aplicado la corrección que resulta de 


que vimos ya en anteriores páginas. 

Con respecto á las indicaciones de San Miguel, que fueron 
observadas con termómetros hipsométricos euya columna no 
es influenciada por las variaciones de la pesantez, sólo corre- 
gidas de los errores instrumentales, representan desde luego 
las tensiones máximas del vapor de agua correspondientes á 
las temperaturas de ebullición. 

Al número que representa la temperatura media de la capa 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL. 343 
aérea, comprendida entre los dos lugares, se agregan las co- 
rrecciones por latitud y humedad, así: 


y? f HN 
0 = AD — ó 9 A 5 .e y 3 
9 0.71 cos + 51.36 ki + 


d, la latitud; t,, f, y hy, la temperatura, la tensión del vapor y 
la presión en la estación baja; t, f y h, las cantidades corres- 
pondientes en la estación alta. 

El cálculo de la altura Z se hace entonces de la manera que 
en seguida se explica: 

Determinados los valores de hy, h y 0, la formula queda 


Z=(18400 log. h,—18400log.h) (140) 1+ Ss (Z+22) ) 


* Véase discusión de la fórmula. Loc. cit, pág. 167. 


0.00259 _ 


0.71 
a 
0.377, 0:379 109.72 
a a 
y como : 
2 e h 
de aquí 


51036 ES + 5136 a 


y 


344 M. MORENO Y ANDA. 


Haciendo 


Z, = (18400 log. h, — 18400 log h) 


tendríamos una primera altura aproximada Z, que sería la ver- 
dadera siempre que la temperatura fuera ignal á 09, y si se hi- 
ciera caso omiso del último factor relativo á la variación de la 
gravedad. 

Corrigiendo, pues, por temperatura, tendremos 


Ll, =4,(14+ 40) =Z%,+a%,0 


Z, será la altura ya corregida por la dilatación de la capa 
aérea que media entre las dos estaciones, á influencias de la” 
temperatura 0. 

Finalmente, por medio del término de corrección 


A el 


en función de Z, y 2, altitudes de las dos estaciones, llegare- 
mos al valor defiditivo de Z. 

Un ejemplo tomado del expediente origidal, dará idea bien 
precisa de la secuela de estos cálenlos. 


Diferencia de altura entre el Cerro de San Miguel 
y el Observatorio A. Nacional, 


Altitod-,.% PL AA 2327 metros. 
e PI Ei e ADS 


OBSERVACIONES EN £L CERRO DE SAN MÍGUEL, 345 


Datos directos de la observación: 


Exemóns Temperatura, del vapor. 
IAGODADA. e yaaa nao 583.23 20.2 10.6 
pan Mist... a 490.07 8.3 6.7 
1? Cálculo de la temperatura 0. y 
as A EN OS E 14.25 
2 
ad... AN OS PELAS I1OD: 1H + 0.55 
e + 0.99 
ho 
41 36 E A oe LOS ed + 0.77 
0 + 16.49 
22 Cálculo de la altura. 
583.23....... E EA 14091.45 
18400 log h,—18400 log h DOT A 12700.74 


Z, = 1390.71 


1000 60.56 
Corrección de temperatura por 16.49 y 300 18.17 


90 5.46 
0.7 0.05 
8424 84.24 
Za = 1474.95 
Corrección por 2,=2327 y Z,=1475 1,4] 


Z = 1476.36 


346 M. MORENO Y ANDA. 


Debo hacer constar que aunque Angot en su Memoria ci- 
tada da unas tablas que contienen todos los elementos que en- 
tran en la determinación de Z, en este trabajo sólo he emplea- 
do la que da los valores de 


18400 log h, — 18400 log h 


En todo lo demás he hecho el ráleulo directo por medio de 
las fórmulas respectivas, con el único fin de evitar los peque- 
ños errores que se cometen siempre que se trata de muchas 


interpolaciones. 
Pongo en seguida todos los resultados que arroja la nive- 


lación. 


Diferencia de altura entre el cero del barómetro del Observatorio 
Astronómico y la cima de San Miguel. 


Ta mm 2p mm. 9 pm. 


AO ICA 1476.36 1465.71 
10.. 147326 1501.08 1461.60 
11... 1477.43 1474.64 1474.86 
12... 1480.42 1484.08 1489.75 
13.. 1489.72 1518.84 1471.67 
14... 1476.42 


Considerando únicamente los días que tienen completas las 
tres observaciones, resultan los siguientes valores medios: 


Media diurna. 


A PI 1478.7 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL- 


O O E TO 1484.8 
E O y AIN 1493.4 
Ma 1483.1 


E Mn o E AR A 1480,2 
A IAEA 1494.7 
ES AA AAA 1474.5 

ME To A AO A 1483.1 


Meteorológico Central y la cima del San Miguel. 


Sep. 9 
LS TR lr RN UNO TA St OA 1504,2 
IAS A 1512.6 
LARA ADE yr PA ACERA IRA NON 1515.3 
1 A EST A O, A 1511.7 
A a O 1512.0 
A O a da ys 1517,8 
DAN NT SS as 1511.8 
- A E RA 1507.3 
EIA ADA O EIA 1501.1 
IS ata daria do a 1498.4 

Sep. 10 
7 ¡Copa RES a 08 A 1500.2 
IAS LATA RA LA AS 1544.7 


347 


Diferencia de ultura entre el cero del barómetro del Observatorio 


348 


M. MORENO Y ANDA. 


eo A A A A 1520,4 
A A A SAA 1518.6 
Dec o e Ae e E NA 1499.3 
Sep. 11 
VIA o le a o la e O EEN 1528.2 
SAM o das e DE e ES 1539.6 
VA a cria E 1541.4 
DO e 1536,4 
Do a SA 1526.4 
ARS IC PE O 1530.9 
Do E a SN 1521,4 
Sep. 12 
(PA E a de A 1524,4 
A IA O 1531.5 
E A A A 1536.1 
E MA A A Ns NO 1544.8 
A A 1533,2 
SIDO e e RA EE 15442 
ALICE ds dt E AD 1532.8 
A IN IPN, 1530.4 
Sep. 13 
A RS E a E 1527.5 
DI a E e O IN 15737 
Mia poc AUS OR 1545.0 
ART O AA 1535.2 
AA 1527.6 


OBSERVACIONES EN EL CERRU DE SAN MIGUEL, 349 


; Sep. 14 
E VI A O As 1517.2 
Resumen. 

Según todas las observaciones ....... p 1525.8 
Suprimiendo la del día 13 4 2 p. m..... 1524.5 


Según las 7a.m.2 y 9 p.m. 


CTO dd RD 1519.50 
VO AT o DA 1539.36 
dp moosa Deo aa 1515.42 

A O 1524. 8 


Adoptamos este último valor para hacerlo comparable con 
el de Tacubaya. 

Los desniveles referidos tanto á Tacubaya como á México, 
acusan muy bien la influencia de la temperatura, manifestada 
econ un aumento en las horas de máxima y una diminución en 
las de abatimiento de la columna termométrica; circunstancia 
que debe tenerse presente siempre que en la determinación de 
alturas se haga uso de los procedimientos barométricos. 

Ahora, examinando un poco los resultados individuales, se 
notan desde luego algunas discordancias, ya en los relativos á 
las diferentes horas de un mismo día, ya en los promedios que 
de éstos se deducen; los que se explican, con toda verosimili- 
tud, porla diversidad de condiciones que en un momento dado 
pueden existir en la capa atmosférica que media entre dos lu- 
gares separados por no escasa distancia horizontal. En efecto, 

Mem. Soo. Alzate. México. T. 26 (1907-1908)— 45 


350 M. MORENO Y ANDA. 


mientras la región inferior puede encontrarse dentro de una 
área de alta ó baja presión, modificada así por los efectos de 
tal estado anómalo, y la superior quedar fuera de ella, ó vice- 
versa; Ó bien que las dos estaciones queden situadas sobre dos 
líneas isobáricas distintas, sin mucho esfuerzo se comprende 
que alterados entonces parcial ó totalmente los elementos que 
entran en el cálculo de la diferencia de nivel, el resultado tie- 
ne que modificarse y discrepar más ó menos según que las cau- 
sas accidental=s hayan obrado con mayor ó menor intensidad. 
Infiérese de lo dicho, que en esta clase de nivelaciones es di- 
fícil que todos los resultados sean concordantes, de manera que 
el promedio general se considere exento de errores. 

Para fijar la altitud del Cerro de San Miguel referida á los 
Observatorios de Tacubaya y México, hago las siguientes ope- 


raciones: 
Desnivel'con “Pacubaya:.-: e. s a. . UE 1483.1 
Altitud de Tacubaya......--.--.. e TOS 2327,3 
Altitad de San Miguel. -+:.. ¿eo ¿L 3810.4 
Desnivel con México..-..-...... A 1524.8 
Altitud*de México armor e os UN 2280.0 
Altitud de San Miguel. -.......on0occició. 3804.8 


Promediando las dos cantidades, tendremos: 


38076 


Según la nivelación trigonométrica de la Comisión Hidro- 
gráfica, resulta para altitud del San Miguel, la cantidad 


31994 


OBSERVACIONES EN EL CERRO DE SAN MIGUEL. 351 


Para comprobar si nuestras medidas mérecen alguna con- 
fianza, recurramos á una nivelación que con observaciones ba- 
rométricas de 6 años hicimos entre los observatorios de México 
y Tacubaya. * 


La nivelación actual da: 


San Miguel —MéxicO-..ooomoocoo... 2 15248 
San Miguel —Tacubaya............- IA 1484.1 
Racubaya—MóXICOS La lu ecnaaa de he aci 41.7 


Nivelación antigua: 


Tacubaya—México....- AS AN PEA 40.9 


Diferencia Gite A e AMAN E SATA 


Este resultado no puede menos que considerarse como sa- 
tisfactorio si se tiene en cuenta que la nivelación antigua se 
hizo con promedios mensuales de 6 años de observaciones co- 
rrespondientes, y que la actual no es más que el valor que se 
deduce de unas cuantas determinaciones. 

Por otra parte, debe también tenerse presente que esta úl- 
tima fué verificada en una época del año en que debido á las 
condiciones normales de la presión durante el Estío, las dife- 
rencias de nivel calculadas con ellas resultan mayores que las 

que se obtienen en la Primavera y el Otoño, así como las de 
todo un año normal de observaciones. 

Para concluír y desechando en el valor final los decímetros 
que no tienen significación real y hasta las unidades que bien 
pueden considerarse dentro de los errores del procedimiento 
barométrico, adoptamos como altitud del cerro de San Miguel 
la cantidad de 3800 metros. 


Tacubaya, Junio de 1906. 


1 Véase Boletín del Observatorio A. Nacional. Tomo I, pág. 152. 


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SOCIÉTE SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26 


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LOS YACIMIENTOS POSILIFEROS DEL VALLE DE OAMAGA, 


POR EL PROF. 
C, CONZATTI, M. $, A. 


Si en alas de la imaginación nos transportamos á las pos- 
trimerías de la edad terciaria, por la que atravesó nuestro pla- 
neta, presenciaremos un panorama muy distinto del que esta- 
mos acostumbrados á admirar. E 

En aquel tiempo la gran Cordillera de los Andes no había 
surgido aún del seno de los mares, y las aguas de los Océanos 
Atlántico y Pacífico entremezclábanse íntimamente en un gran 
beso convulsivo al través de la región que constituye hoy el 
Istmo de Tehuantepec y que en aquella época—muy lejana ya, 
si se cuenta en años el espacio de tiempo desde entonces trans- 
currido, pero bastaute próximo á nosotros, geológicamente in- 
terpretada—hallábase cubierta todavía por el líquido elemento. 

Entre los hechos que apoyan en gran manera la opinión que 
antecede se encuentra la observación de algunos naturalistas 
encaminada á demostrar que numerosas producciones mari- 
nas, vegetales y animales, de lascostas orientales del Continen- 
te Americano tropical, son específicamente idénticas Ó casi 
idénticas á las producciones similares de las costas occidenta- 
les, fenómeno que, —dentro de la teoría de la descendencia con 
modificación —no puede explicarse más que por la suposición 
de que ambos mares estuvieron comunicados alguna vez al 
nivel de la América Istmeña. 


Mem. Soc. Alzate. México. P. 26 (1907-1908)—46. 


354 C. CONZATTI. 


A la sazón, en el Viejo Mundo tenía lugar el penúltimo gran 


cataclismo experimentado por nuestro globo, consistente en el 
levantamiento del sistema de los Alpes y quién sabe si tam- 
bién del Himalaya. Posible es que semejante catástrofe haya 
contribuído á un cambio más ó menos sensible en las condi- 
ciones físicas del planeta, como parece indicarlo—antre otras 
cosas—la gran diferencia existente entre la temperatura de la 
edad terciaria que concluye y la de la cuaternaria que comienza. 
En aquélla todo es vida y lozanía; en ésta, por el contrario, to- 
do es desolación y muerte. El calor que es vida, en la una; el 
frío que es muerte, en la otra. 

La flora y la fauna estrictamente tropicales que en la edad 
terciaria poseen las florestas del Canadá y del Labrador, de la 
Rusia y de la Siberia, con sus gigantescos mamíferos que pe- 
rezosamente pasean ála sombra de esbeltas y elevadas Palme- 
ras, de frondosos y arborescentes Helechos, quedaron poco me- 
nos que totalmente aniquiladas en estas latitudes al iniciarse, 
con el período glacial, la edad cuaternaria, y sus pocos restos tu- 
vieron que buscar refugio emigrando hacia climas más benig- 
nos que, cuando menos parcialmente, hallaron en los países 
ecuatoriales, so pena de correr la misma suerte que sus con- 
géneres. 

Pero, á pesar de esta emigración, numerosas especies y no 
pocos géneros, lo mismo vegetales que animales, se extinguie- 


ron íntegramente sin dejar progenie á medida que el frío au- 
mentaba, y ésta debió haber sido, sin duda, si no la única, sí 
la principal causa de la completa desaparición de los colosales 
hervíboros— Mastodontes, Elefantes, Caballos, Rinocerontes, Lla- 
mas, Bisontes—que en este período pululaban por el Anáhuac. 
Porque para la extinción absoluta de una especie cualquiera 
no es forzoso iuvocar grandes cataclismos: basta para ello que 
por algún tiempo cambien las condiciones físicas de la región, 


una gran sequía, por ejemplo, ó el descenso de unos cuantos 
grados en la temperatura del ambiente, y la especie desapare- 


rm 


Los YACIMIENTOS FOSILÍFEROS DEL VALLE DK OAXACA. 355 


cería ineludiblemente, imposibilitada como está para propor- 
cionarse el sustento indispensable. Y si, en las condiciones su- 
- sodichas, la especie aludida es, vervigracia, alguno de los gran- 
des mamíferos mencionados, el peligro de la extinción para él, 
no obstante su poderosa fuerza física, y acaso en virtud de ella 
misma, será mucho mayor, en cuanto que la cantidad de ali- 
mento que necesite para vivir estará en razón directa de su 
mole. 

Sin embargo, la extinción del caso concreto á que hacemos 
referencia bien pudo determinarla el último cataclismo habido 
en la tierra: pretendemos aludir al levantamiento de la Cordi- 
llera de los Andes que tuvo lugar en la edad cuaternaria y coin- 
cidió con la aparición del Etna y el Vesubio, hecho que tal vez 
explica—sen parte por lo menos—las misteriosas relaciones que 
á veces se ha creído existen entre los volcanes de la Península 
Italiana y los de la Cordillera Andina. 

Los yacimientos fosilíferos de estos colosos de nuestra fau- 
na prehistórica no escasean en la República, siendo frecuentes 
en los depósitos terciarios y post--pliocenos de ambas(costas, y 
también de mesas y mesetas del interior. Los pertenecientes 
al último grupo—post -pliocenos Ó cuaternarios—casi siempre se 
encuentran en terrenos de aluvión ó acarreo. 

Que nosotros sepamos, en el Valle de Oaxaca sólo dos yaci- 
mientos de esta naturaleza se han descubierto hasta la fecha, 
ambos agotados ó poco menos actualmente, uno correspon- 
diente á la vecina Hacienda de Guadalupe, en un fajo natural 
de terreno manifiestamente cuaternario, originado por aveni- 
das sucesivas del Jalatlaco, y el otro perteneciente á un barran- 
quito situado á corta distancia del pueblo de San Pablo Etla. 

De este último lugar son los fósiles que aparecen en el gra- 
bado adjunto, de los cuales procuraremos dar una sucinta idea. 

1. —Representa una vértebra, cuyo pésimo estado de con- 
servación dificulta en gran manera decidir á qué región de la 
columna pertenezca. Mide 10 ems. en su diámetro lateral. 


306 CU. CONZATTIL. 


2.—Pieza muy deteriorada, imposible de determinar. Pre- 
senta como particularidad notable dos perforaciones naturales 
asimétricas, distantes 94 cm. de centro á centro una de otra. 

3.—Probablemente es una vértebra caudal. El diámetro la- 
teral de su cuerpo mide 9 cm. 

4.—Es una pieza completa y bastante bien conservada. 
Mide 31 centímetros de longitud y presumimos que represen- 
ta una falange. 

5.—Astrágalo (?) completo, muy bien conservado, con su- 
perficies articulares perfectas. Mide 27 centímetros de largo. 
Su peso es de 2,480 gramos. 

6.—Tibia izquierda (?) bien conservada, de 53 centímetros 
de longitud. 

7.—Calcáneo izquierdo. (?) Mide 38 centímetros de largo 
y 61 de perímetro en el borde de la superficie articular. Pesa 
4,960 gramos y está perfectamente conservado. Esta y la nú- 
mero 5 son las piezas más interesantes de la colección, 

8.—Húmero (?) muy deteriorado. 

9. —Fragmento de costilla. Mide 55 milímetros de ancho. 

Decir á qué animal ó animales pertenecieron los fósiles en 
cuestión es sumamente difícil para nosotros, si se atiende á 
nuestra falta de experiencia en estos trabajos y también á la 
circunstancia que no obstante las minuciosas pesquisas prac- 
ticadas en el lugar del hallazgo no pudimos encontrar ni la 
más pupueña porción de sistema dentario que es, come saben 
todos, el que suministra los caracteres genéricos y específicos 
de más valor para la clasificación en este caso. En consecuen- 
cia nos abstendremos de ello mientras no estemos en posesión 
de mejores datos que nos permitan decir algo con probabili- 
dades de acierto. 

Por lo demás cuando se piensa en lo singularmente favo- 
rables que deben haber sido en este Valle las condiciones de 
vida para plantas y animales durante los diferentes sistemas 
del terciario—tenida cuenta de su privilegiada situación geo- 


BIVXPO BL LIA UYBS 9]? S9|150] SOSIN |] 


'AX NV'T “93 ONO L «¿ALVZTY,, 908 "HAN 


a 


LOs YACIMIENTOS FOSILÍFEROS DEL VALLE DE VAXACA. 357 


gráfica—es cosa que admira ver la extremada esterilidad de 
las capas sedimentarias de todas las estribaciones derivadas 
de los macisos que lo circundan. En este caso se encuentran 
los contrafuertes de Las Sedas, Monte Albán, San Antonio 
de la Gal, El Fortín y San. Felipe, por entre los cuales corre 
tranquilo el Atoyac que, á la sazón y cuando el rey de la na- 
turaleza no hahía hecho aún su aparición en este suelo, ali- 
mentaba con sus aguas la laguna que ocupaba toda la parte 
meridional del propio Valle. (Véase “Historia de Oaxaca” por 
el P: Gay). 

Consideramos que la ausencia casi absoluta de restos or- 
gánicos en dichas capas se debe principalmente al pronuncia- 
do metamorfismo que—cual más cual menos—han sufrido to- 
das al través de los tiempos, como por otra parte parece evi- 
denciarlo su manifiesto estado de cristalización. 

A veces, sin embargo, suelen encontrarse en ellas impre- 
siones incompletas ó deterioradas en diversos grados, aunque 
patentes, de organismos que fueron y que revelan muy clara- 
mente su origen; pero este es un caso bastante accidental y 
del tedo insuficiente para que sea posible establecer con tan 
exiguo auxilio el lugar que á tales huellas corresponde en la 
serie sucesiva de los pisos geológicos. 

La verdad es que á este respecto faltan en absoluto las ob- 
servaciones, y mientras estas no se hagan seguiremos perma- 
neciendo en el campo de las conjeturas y en la más completa 
ignorancia de la naturaleza que nos cerca, 

Y este resultado, así como otros muchos estrechamente 
relacionados en particular modo con la Minería y la Agricultu- 
ra, principales fuentes de nuestra futura prosperidad, solo po- 
dremos obtenerlo cuando en nuestros establecimientos de en- 
señanza, lo mismo primaria que superior—abandonando ruti - 
nas perniciosas—consigamos dedicar atención más prolija al 
estudio de las Ciencias físico-naturales, único medio propia- 
mente práctico y eficaz para cultivar y desarrollar en nuestros 


358 C. CONZATTI.—LOS YACIMIENTOS FOSILÍFEROS DEL VALLE DE OAXACA. 


A A A A A A A A A A 


educandos ese espíritu de observación y experimentación que 
ha permitido suprimir las distancias por medio del vapor y de 
la electricidad; fijar las imágenes por medio de la fotografía; 
reproducir el sonido con fidelidad pasmosa por medio del fo- 
nógrafo, y enriquecer las artes, las industrias, las ciencias to- 
das con un sinnúmero de descubrimientos é invenciones que 
tantas comodidades nos proporcionan y que constituyen la ca- 
racterística sobresaliente de la vida actual. 


Oaxaca de Juárez, Febrero de 1908. 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 26. 


UN TEMPORAL DE INVIERNO, 


Primeros pasos en la Meteorología de precisión, 


POR EL PRESBITERO 


SEVERO DIAZ, M, $, A,, 


Director del Observatorio Meteorológico del Seminario Conciliar 
de Guadalajara. 


En mi opúsculo titulado “Estudios de Meteorología Mexi- 
cana” he analizado los diferentes fenómenos de nuestra atmós- 
fera buscando para ellos una explicación Óó por lo menos una 
interpretación científica de acuerdo con las enseñanzas de la 
Meteorología moderna. Paso en revista, por orden cronológi- 
co, en nuestro año meteorológico, desde el fenómeno del frío 
que comienza con el nacimiento de dicho año, hasta el de las 
lluvias otoñales que lo cierran; y encuentro en todos ellos ade- 
más de la explicación que nos da perfecta cuenta de todas las 
cireunstancias de que se revisten, otros caracteres de sucesión 
tan marcados, tan lógicos que es'fácil, descubiertos los prime- 
ros, esperar los siguientes que vendrán con matemática pre- 
cisión después. Y este resultado no ha podido menos que es- 


360 SEVERO DÍAZ. 


timularme á continuar por esta vía que se inicia fecunda, y 
que por lo mismo, para mí, augura ya la solución del magno 
problema de la previsión del tiempo, no en las probabilidades 
de que se revisten ahora sino con aquella certeza que parece 
ser exclusiva de las ciencias matemáticas. Y tanto más me 
entusiasma este resultado, cuanto que sé que todos los meteo- 
rologistas dignos de este nombre, consideran incierto el tiem- 
po que sobrevendrá no de aquí á un mes ni á ocho días, sino 
para el día siguiente, según algunos párrafos que cito en la 
obra mencionada. : 

El carácter de la obrita á que hice referencia no me per- 
mitió entrar en el desarrollo completo de mis ideas; tan solo 
me limité á enunciar los hechos recogidos en un lenguaje que 
se prestara á una más llana y perfecta inteligencia aun de per- 
sonas no versadas mucho en la técnica meteorológica; casi 
quice hacer una obra popular; y era que desde entonces pen- 
só en nuestra querida Sociedad “Alzate,” que ha sabido abri- 
gar en su seno casi maternal, todas las tentativas de origina- 
lidad que en el orden científico tiempo ha se producen en sue: 
lo mexicano. Me propuse entonces hacer la demostración 
científica de lo que allí consignaba como hechos de observa- 
ción, estudiando en detalle y descendiendo hasta el resorte ín- 
timo que les da carácter y su ser. Ahora pues me presento 
con más confianza que temor, no porque crea que traigo en es- 
te escrito la evidencia, sino más bien porla perspectiva de una 
cordial acogida de parte de mis ilustrados consocios, cuya be- 
nevolencia es para mí desde hace tiempo conocida, alta y gra- 
tamente sentida. Hoy más que en ninguna ocasión siento en 
mí la convicción de que nos encontramos aquí en el seno de una 
familia donde hacemos unas todas nuestras ilusiones, perspee- 
tivas Ó esperanzas, É 

Comienzo, pues, por indicar que ahora me ocupo de los 
temporales de invierno, ampliamente expuestos en mis “Estu- 


UN TEMPORAL DE INVIERNO. ; 361 


dios” y á donde remito é mis oyentes en obvio de largas é in- 
útiles repeticiones. Tan solo para fijar los términos de lo que 
cae baja la presente demostración, diré que un temporal de 
invierno es un fenómeno que comprende tres partes extricta- 
mente ligadas, de modo que puesta la primera con todos sus 
caracteres, necesariamente vendrán las otras dos, la última de 
las cuales es una lluvia que viene con certeza seis ó hasta diez 
días después. La primera parte del fenómeno presenta estos 
tres caracteres: baja, muy baja presión; cielo enteramente des- 
pejado, y fría, muy fría la temperatura, la mínima quizá del 
año. Si en un invierno hemos encontrado un día con estas citr- 
eunstancias, es segurísimo que-al día siguiente soplará débil- 
mente el viento norte y se acentuará el frío, no por un descen- 
so más notable sino por la continuidad de su acción, y por la 
tarde veremos un velo de Ci.s con base en el horizonte y que 
manda al cielo largas fajas de Ci.. Este velo se extenderá más 
y más en los siguientes días en que sube la presión pasando 
por las especies A. s. y A.cu. gradualmente hasta que con una 
mínima presión, la siguiente, que es relativa tan solo, viene el 
Nimbus. No es raro también que á los caracteres de la pri- 
mera parte del fenómeno, se añada un viento algo intenso 
del Sw. 

Debemos igualmente advertir que siempre lo hemos obser- 
vado es estos lugares casi inmediatos á la costa del Pacífico: 
quizá aquí nomás se observe esto; pero será siempre de inte- 
rés que se dé un llamamiento á los meteorologistas mexicanos 
para que nos ilustren en este orden de ideas ya que en ellos 
se cifra el progreso de nuestra Meteorología. 

Pues bien, el día 12 de Diciembre de 1907 fué uno de esos 
días descritos arriba con los caracteres de la primera parte del 
temporal de invierno: el cielo era enteramente despejado, in- 
tensos, intensísimos los vientos australes, considerablemente 
baja la presión no tanto como en otros fenómenos que he es- 
tudiado; y á la mañana siguiente un frío intenso, el mayor del 

Mem. Soc. Alzate. México. T. 26. (1907-1908)--47. 


362 | SEVERO DIAZ. 


año se dejaba sentir de modo que el termómetro á sombra to- 
maba el valor de 491 que es para nosotros muy baja sin ser 
extrema. Á la intemperie fué 19 bajo cero. La mínima baro- 
métrica del 12 fué de 629”"47 siendo la média general de 635”. 
Estábamos pues en el centro de acción de un temporal de in- 
vierno, no tan marcado ni tan intenso como lo hubiera desea- 
do; pero como estos fenómenos son raros y me interesaba to- 
mar tiempo y adelantar estas demostraciones, me apresuré á 
estudiarlo y he aquí el resultado de este estudio. 

(La prensa nos dice que en el Estado de 5. Luis Potosí, el 
viento del 12 tomó alarmantes proporciones). 

Qué debía ser pues lo que caía bajo el estudio? Si ya co- 
nocía yo lo que tendría que venir según lo asentado antes, se- 
gún lo escrito en mis “Estudios,” según la continuada obser- 
vación de más de 12 años en estas zonas, qué podría esperar 
de nuevo para traer á esta Sociedad? Ciertamente que no se 
trataba de venir aquí con nuevas cifras que siempre tendría 
el carácter de enojosa repetición, con nuevas descripciones 
fuera de las que ya he hecho hasta el cansancio en otras oca- 
siones y parece no han llamado la atención de los meteorolo- 
gistas; erá necesaria la prueba sujestiva, la que habla á los 
ojos, la que es irrefutable porque mejor consigna el hecho y 
vo podía encontrar otra que la fotografía. Tenía la seguridad 
(nótese seguridad meteorológicamente hablando) de que sobre- 
vendría un Nimbus, la nube de lluvia, el objeto de los afanes 
de todos los meteorologistas por adivinarla tras de los obseu- 
.ros horizontes de lá mañana de la Meteorología cubierta por 
las nieblas de las confusas teorías que apenas nacen en esta 
ciencia; el tal Nimbus no aparecería de improviso habría de 
prepararlo una larga serie de formas nubosas que entreveía 
ya en mi horizonte comenzando por los finos Ci. y continuan- 
do por los A. s,, los A.cu. hasta el Nimbus; pues á retratarlos 
me dije, y ahora me presento con el contingente de esta labor 
que ha venido una vez más á confirmar estas previsiones y de- 


UN TEMPORAL DE INVIERNO. 363 


jarlas como un monumento de un desarrollo nuboso matemá- 
ticamente previsible. ¡Ojalá que la Sociedad “Alzate” acoja 
como suyo este que considero como un triunfo en el estado 
actual de la Meteorología. 

Así pues, pasados los días 13. y 14 en continuo cielo des- 
pejado con baja presión, viento regular del SW y temperatu- 
ra baja también, el domingo 15 á las 4 p. m. asomó en el NW 
el esperado baneo de A.s. que tenjendo su base en el horizon- 
te mandaba basta cubrir todo ese cuadrante, unos Ci. desga- 
rrados: no se pudo tomar fotografía. El viento dominante era 
todavía occidental, pero hizo entrada ya al NE. á medio día. 
El día 16 se extendió el velo por tado el cielo aunque ligero y 
desgarrado aun: el viento oriental sopla toda la mañana, el ba- 
rómetro toca su máxima. El 17 el A.s. está perfectamente for- 
mado; y como es difícil fotografiarlo esperamos la hora de la 
puesta del sol en que resaltan tan bién la forma y constitución 
de las nubes obteniendo la prueba que figura con el núm. 1. 
El barómetro empieza á bajar, por la noche se ve halo lunar 
en el velo que ha disminuido en densidad. 

Hermoso fué el día 18. La mañana despejada y fresca so- 
lo dejaba ver al SE. unos nacientes A.cu. Entre 10 y 11 a, m. 
el cielo se revistió de hermosísimas nubes que he visto siem- 
pre caracterizar á este período de la evolución descendente 
del Nimbus: ya eran finísimos y rizados Ci., ya placas tersas 
de Ci.s con bordes del Ci.eu., ya amplias y bien formados A.ecn. 
y en pleno zenit á medio día se notaba una como efervescen- 
cia de caprichosas y hermosísimas nubes que se teñían con los 
colores del iris en irregular y magnífica combinación: nadie que 
sea amante del cielo puede dejar de impresionarse ante tanta 
variedad y hermosura. Tengo recogidos muchos documentos 
de tan característicos estados meteorológicos que en ocasión 
oportuna expondré y discutiré: ese día tomé cuatro pruebas. 
Las señaladas con los num:s. 2a y 2b eran un característico y celá- 
sico A.cu. que nacía apenas: en toda la tarde los glóbulos que 


364 SEVEROJDÍAZ. 


y 


lo formaban se unían entre sí y las sombras se desprendían 
dando origen á un apretado y doble velo de aspecto ame- 
nazador que no dejó de producir su ligera precipitación á 
las 9 p. m. El 19, siete días después de la grán mínima ba- 
romótrica fué todo ocupado en el desarrollo del Nimbus: de 8 
á 9 a. m. lloviznó en regular cantidad; y el aspecto general del 
velo que envolvía nuestro cielo fué el de un Nimbus que se 
hacía y deshacía dejando ver en los intervalos, aborregados 
gruesos de buen aspecto y de intensa constitución, Utilizando 
siempre el crepúsculo tomé la fig. núm. 3 que da idea de lo 
que digo. El día 20 continuó más denso aun el Nimbus de lo 
que da idea la fig. núm. 4.-El barómetro continúa bajando. El 
24 es más débil la formación, y el 22 solo quedan ligeros Ci. 5* 
y última fotografía: hay plena mínima, lo que nos dice que viene 
en seguida otro fenómeno semejante de menor intensidad. 

Tales son los hechos objetivamente representados, y que 
se han desarrollado en matemática sucesión, como ya se es- 
peraban. Dejo á la consideración de mis ilustrados consocios 
las trascedentales consecuencias que ellos sugieren y me con- 
eratulo en esperar un fallo favorable respecto de lo que sig- 
nifican para la demostración que me propuse hacer. Pero quie- 
ro oeupar un poco más su atención para entrar en especulacio- 
nes meteorológicas que quizá arrojen una luz sobre tan im- 
portante objeto. Yo me atrevo á afirmar que estos fenómenos 
se deben observar en casi toda la extensión de la Sierra Ma- 
dre Occidental y en algunos puntos de la Mesa Central; y su 
causa en mi concepto, estriba en los eentros de baja presión 
que se mueven á lo largo del amplio territorio de los Estados 
Unidos de W. á E, Sin embargo como el fenómeno es de lar- 
ga duración, mayor sin duda que la que se necesita para ex- 
perimentar en estas regiones la influencia de dichos centros, 
siempre he creído que son dos, el primero de los cuales cau- 
sa la mínima del origen y el segundo la mínima del Nimbus. 
Voy á evidenciarlo. 


MEM. Soc. ANTONIO ALZATE. Tomo 26, Lám. XVI. 


MEM. Soc. ANTONIO ALZATE. Tomo 26, Lám. XVIL 


MEM. Soc. ANTONIO ALZATE Tomo 26, Lam. XVIJI. 


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UN TEMPORAL DÉ INVIERNO. 365 


Supongamos que tenemos un centro de baja presión en 
territorio de los Estados Unidos muy próximo á nuestras fron- 
teras; la línra del gradiante barométrico es muy aproximada 
mente $. á N. y la tangente isobárica W. á E., el viento pues 
será SW., tanto más intenso cuanto más enérgico sea el cen- 
tro ó más inmediato á nosotros se encuentre. Tendremos tam- 
bién baja, muy baja presión. Después de 1 4 3 días el centro 
habrá traspuesto el territorio norteamericano, en Tejas y en 
los Estados del S. E. de E. U. habrá los clásicos nortes que 
se internarán en el Golfo soplarán con rudeza en Veracruz y 
en el litoral mexicano viniendo á afectar también, conforme 
la experiencia lo dice, á nuestras regiones trayendo consigo 
las bajas temperaturas, las profundas mínimas termométricas 
que siguen inmediatamente á nuestros profundos descensos 
barométricos en invierno. Algunas veces coexisten, pero en 
lo general las mínimas del termómetro siguen á las de la pre- 
sión: se comprende que esto es explicable con facilidad. 

El ingreso de los nortes y su permanencia en nuestra at- 
mósfera. además de purificarla y secarla á causa de sus con- 
diciones de baja temperatura y sequedad relativa, (quizá en 
Veracruz ocasionarán lluvias), determinarán en ella un es- 
tado meteorológico excepcional que se caracterizará por las 
supradichas condiciones, dando lugar á que el siguiente cen- 
tro de baja presión que lanza vientos que penetran en esta at- 
mósfera, vayan formando nubes paulatinamente descendentes 
según la mayor aproximación de dicho centro: estaremos en- 
tonces en pleno temporal que se estacionará cuando el segun. 
do centro estó próximo á nosotros, para retirarse á poco y de- 
terminará otros nortes de una relativa menor importancia. En 
cuanto á la presencia de ese segundo centro no encontramos 
dificultad alguna por ser de notoria evidencia ia continuidad ' 
y casi simultaneidad de ellos en el territorio de la nación ve 
cina. Tengo en preparación la demostración de estos impor- 
tantes puntos. 


366 SEVERO DÍAZ, 


La explicación ahora de esas formaciones nubosas paula- 
tinamente descendentes viene lógicamente á deducirse de lo 
expuesto. Se sabe que según el criterio de la nomenclatura 
internacional de nubes, á cada altura corresponde una forma 
especial de nubes: desde los Ci. hasta los Stratus, tenemos 
una escala de formas en la correspondiente de alturas; si pues 
el centro se acerca á nuestro cielo y sus vientos se mezclan 
con nuestra atmósfera, cuanto más próxima esté, más baja 
será la formación y pasaremos de este modo por toda la esca- 
la de las nubes. Sea, en efecto, a, b, e, la porción de arco que 
une á nuestro lugar a en la superficie de la tierra, con el cen- 
tro c de baja presión; la tangente en c alcanzará nuestro cie- 
lo en su punto a/ que estará en la región de los Ci. Si lleva- 
mos las tangentes a/ c”, a” e”, se tocarán sucesivamente las 
regiones a/, 4”, que pertenecerán á los A. s., álos A. en., 4 
lo inde Nimbus. Las fotografías adquieren de este modo 
una plausible explicación. 


He concluído por ahora mi propósito, entiendo que mis 
ilustrados consocios se habrán interesado por estos fenóme- 
nos, quizá característicos, de nuestra atmósfera y que permi- 
tirán plantar y resolver sobre bases firmes, sobre las bases de 
los hechos minuciosamente comprobados, el deseado proble- 
ma de la previsión matemáticamente segura del tiempo. Una 
vez más hay que convenir en que nuestra atmósfera, nuestra 
clásica atmósfera tropical, en que tan sólo de lejos se tocan 
las influencias de la dinámica meteorológica, tiene la clave de 


UN TEMPORAL DE INVIERNO. 367 


aquella regularidad de las energías físicas del planeta. Las re- 
glas meteorológicas fallan en las zonas temp.adas, porque la 
inmediata influencia de los centros los envuelven en las com- 
plicaciones de su confusa dinámica; pero acá, bajo este sol que 
todo lo abrasa, que limplia y purifica la atmósfera se ven me- 
jor los perturbadores ramales de los nebulosos centros y su 
acción és más clara, más lógico su desarrollo y previsible su 
perturbador efecto. 

Yo he encontrado estos fenómenos espaciados en todos 
nuestros inviernos: casi ninguna formación de nubes me llega 
intempestivamente, las lluvias están á mi alcance y creo que 
más tarde daré para ellas un orden de sucesión; pero es nece- 
sario dejar bien establecidas las primeras demostraciones, y 
hoy que traigo la primera, me congratulo anticipadamente de 
poder así servir á mi patria y al buen nombre de esta ya ilus- 
tre y bien conocida Sociedad “Alzate.” 


% 


Notas extraídas de las Cartas del tiempo del Observatorio 
Central de México. 


Diciembre 10. Se observa descenso de la presión en la re- 
gión norte de la Baja California. 

Diciembre 11. El descenso de la presión iniciado ayer se 
há propagado á todo el país acentuándose en los Estados de 
la frontera. 

Diciembre 12. Se inicia un fuerte ascenso de la presión én 
la región norte de la Vertiente del Pacífico; en el resto del 
país continúa descenso barométrico que se acentúa en la re- 
gión norte de la Vertiente del Golfo. Soplan vientos austra- 
les. Avisos á los puertos: Vientos australes fuertes prevale- 
cerán hoy en las costas de Tamaulipas, mañana soplará en las 
mismas costas norte algo fuerte y frío. Aviso de onda fría: 
Onda fría intensa se sentirá del ..... (está borrado el origi- 
nal) en la Sierra Madre Occidental y en puntos altos de los 
Estados de la frontera norte. 


368 SEVERO DÍAZ. —UM TEMPORAL DE INVIERNO. 


+ — Diciembre 17. Ayer se inició un descenso de la presión 
que se ha propagado á casi todo el país acentuándose en la re- 
gión norte de la Vertiente del Golfo. 

Norta.—El norte anunciado el día 12 sopló en los puertos 
del Golfo con la intensidad anunciada; pero fué de corta du- 
ración. Onda fría. La onda fría se sintió moderada en las zo- 
nas altas de la Mesa Central, en el resto del país continúa des- 
censo barométrico. 

Diciembre 19. La carta del tiempo trae sombra de lluvia 
en la Mesa Ceutral y Vertiente del Golfo. 

Diciembre 20. La presión está en descenso en casi todo el 
país, se observa ascenso en la Vertiente del Pacífico. Con 
excepción del norte de la República todo el territorio está 
sombreado de lluvia, 

Diciembre 21. Contivúa la presión en descenso en casi 
todo el país; se observa ascenso en la Vertiente del Pacífico. 
La indicación de lluvia es general, pero escasa. 


Guadalajara, Febrero 1908. 


SOCIRTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26. 


ENOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA 0 VOMITO PRIETO, 


Considerada desde el punto de vista 
de su transmisión por la picadura del mosquito, 


POR EL DOCTOR 


ANTONIO J, CARBAJAL, M. $, A, 


Desde el año de 1884, el Dr. Patrick Manson había sospe- 
chado que el paludismo podía transmitirse por intermedio de 
los mosquitos, hipótesis que también habían sostenido King 
(1883), Koch y Laveran (1884). La demostración experimen- 
tal de este hecho importante, fué adquirida por los experi-* 
mentos de R. Ross (1895). Ya desde 1880, P. Manson ha- 
bía demostrado la transmisión de la Filaria por el mosquito. 

En 1898 quedó sancionada la doctrina relativa al paludis- 
mo, en una comunicación dirigida por el mismo Manson ante 
el Congreso de la Asociación Médica Británica, verificada en 
Edimburgo. 

Un distinguido médico cubano, el Dr. C. Finlay, tuvo la 
misma idea respecto á la Fiebre Amarilla, y emitió la hi- 
pótesis desde el año de 1881, de que esta enfermedad po- 


(1) Mosquito brigades and how to organize them by R. Ross, 1895, 
Mem. Soo. Alzate. México. 'T, 26 (1907-10908)—48. 


370 ANTONIO J. CARBAJAL. 


dría tener este origen, con cuyo motivo escribió una memo- 
ria.) 

Este notable trabajo merece algo más que una breve men- 
ción histórica. Al terminar su lectura, por tercera vez, me 
ocurrigron varias reflexiones, siendo la más importante desde 
los puntos de vista, no sólo práctico ó de aplicación, sino cien- 
tífico ó especulativo, la siguiente: cuánto tiempo y cuánto di- 
nero, cuántas laboriosísimas y estériles investigaciones se hu- 
bieran economizado, si se hubiesen tomado en consideración 
las conclusiones á que el autor había llegado desde 1881, á 
propósito del modo de transmisión de la fiebre amarilla. 

Pero no anticipemos, y veamos cuáles eran hace veinti 
cinco años las ideas del Dr. Finlay sobre la etiología del “vó- 
mito prieto” ó fiebre amarilla. 


* 
Xx * 


“El asunto de este trabajo, dice el Dr. Finlay en la memo- 
ria citada, nada tiene que ver con la naturaleza ó la forma en 
que puede existir la causa morbígena de la ñebre amarilla: me 
limito á admitir la existencia de una causa material transpor- 
table que podrá ser un virus amorfo, un germen animal ó ve- 


getal, una bacteria, etc., ete., pero no constituye, en todo caso, 


un algo tangible, que ha de comunicarse del enfermo al hom- 
bre sano, para que la enfermedad se propague. Lo que me 
propongo estudiar es el medio por el cual, la materia morbíge- 
na de la fiebre amarilla, se desprende del cuerpo del enfermo 
y se implanta en el hombre sano. La necesidad de admitir 
una intervención extraña á la enfermedad para que ésta se 


(1) El mosquito, hipotéticamente considerado como agente de trans- 


« misión de la Fiebre Amarilla, por el Dr. Carlos Finlay, Miembro de núme-- 


ro de la Real Academia de Ciencias, de la Sociedad de Estudios Clínicos de 
la Habana y de la **Socióté Scientifique de Bruxelles,” Habana, 14 de Agos- 
to de 1881. 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 371 


transwita, resulta de numerosas consideraciones, algunas de 
ellas formuladas ya por Rush y Humboldt á principios del si- 
glo, y confirmadas luego por observaciones más recientes. La 
fiebre amarilla, unas veces atraviesa el Océano para ir á pro- 
pagarse á ciulades muy distantes y de condiciones meteoro- 
lógicas muy diferentes de las del foco de donde ha provenido 
la infección; mientras que, en otras ocasiones, la misma en- 
fermedad deja de transmitirse fuera de una zona epidémica 
estrecha, por más que la meteorología y la topografía de los 
lugares cireunvecinos no revelan diferencias que expliquen 
ese comportamiento tan diverso de la misma enfermedad, en 
dos localidades al parecer iguales. Admitida la ingerencia ne- 
cesaria de un agente de transmisión, que explicara las anoma- 
lías señaladas, es claro que sobre ese agente abría de recaer 
la infuencia de todas las condiciones hasta ahora reconocidas 
como esenciales para que la fiebre amarilla se propague. No 
era, pues, posible, buscar ese agente entre los microzoarios ni 
los zoófitos, porque en esas categorías ínfimas de la naturale- 
za animada, poco ó nada influyen las variaciones meteorológi- 
cas que más suelen afectar el desarrollo de la fiebre amarilla. 
Para llenar esta primera consideración, fué preciso ascender 
hasta la clase de los insectos, y teniendo en cuenta que la fie- 
bre amarilla está caracterizada clínica, y también, según tra- 
bajos recientes, histológicamente por lesiones vasculares y al- 
teraciones físico-químicas de la sangre, parecía natural bus- 
car el insecto que hubiese de llevar las partículas infectantes 
del enfermo al hombre sano, entre aquellos que penetran has- 
ta el interior de los vasos sanguíneos, para chupar la sangre 
humana. En fin, en virtud de consideraciones que fuera ocio- 
so repetir, llegué á preguntarme si no sería el mosquito el que 
transmite la fiebre amarilla.” 

Continúa el autor, después de breve digresión sobre la im- 
portancia que tienen las nociones de la Historia Natural, so- 
bre el estudio y adelanto de las ciencias médicas, econ la dis- 


4 A 


372 ANTONIO J. CARBAJAL, , 


tribución geográfica de los mosquitos, que se hallan disemina- 
dos por todas latitudes, y no son especiales, como algunos 
creen, á las regiones tropicales. Nótase, sin embargo, la pre- 
ferencia que tienen á extenderse en los continentes, antes que 
en las islas. En México, Juan de Grijalva, al ocupar la isla 
que llamó San Juan de Ulúa, el año de 1518, tuvo que edificar 
sus chozas en los más altos médanos de arena, para huír de la 
importunidad de los mosquitos. En Cuba, el autor estudió dos 
especies de mosquitos y da su descripción zoológica, así como 
la de sus hábitos y costumbres, con bastante minuciosidad, es- 
pecialmente en lo que se refiere á la fecundación, picada y aoma- 
ción ó postura de huevos, que constituye, dice “el cielo inelu- 
dible, dentro del cual habrá de girarla existencia del mosquito.” 
Insiste en la descripción anatómica de la trompa y las lancetas, 
de la vaina, es decir, de todo el aparato que sirve para la pun- 
ción de la piel y absorción de la sangre, y demuestra cuán 
apropiado es para producir una inoculación intravascular, 
transportando la materia virulenta. Explica por la inverna- 
ción de los mosquitos, ciertos casos de reproducción de epide- 
mias de fiebre amarilla, en localidades que eran consideradas 
inmunes, y sin que hubiere precedido importación de nuevos 
mosquitos, con cuyo motivo recuerda las palabras, del Dr. 
Taschenberg: “las hembras fecundadas dela última genera- 
ción, invernan en los más diversos escondrijos, principalmen- 
te en las cuovas de las casas, para luego propagar su especie 
en la siguiente primavera.” Así se podría explicar cómo pue- 
de ser transmitido á larga distancia el germen del vómito, que 
un mosquito, después de haber picado á un enfermo, puede ser 
transportado en la ropa, en una maleta de viaje ú otro objeto. 
¿De qué medios podría valerse el mosquito para comunicar 
la fiebre amarilla, si esta enfermedad fuese realmente trans 
misible por la inoculación de la sangre? se pregunta el autor. 
“Lo más natural, dice, es pensar en la sangre virulenta que 
el mosquito ha chupado, y que puede ascender á 5 y hasta 7 ú 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 373 


8 milímetros cúbicos; los mismos que, si el mosquito muriese 
antes de haberlos digerido, quedarían en excelentes condicio- 
nes para conservar durante largo tiempo sus propiedades in- 
fectantes.” 

En cuanto á la patogenia el Dr. Finlay compara la fiebre 
amarilla á una fiebre eruptiva. Este es, á mi juicio, uno de los 
puntos más débiles de la Memoria citada, que por el momen- 
to no me propongo analizar, y por lo mismo, no la expondré, 
sino paso de largo para llegar á lo más esencial, que se resuú- 
me en dos puntos: el primero, la teoría de la transmisibilidad 
de la fiebre amarilla; el segundo la comprobación experimen- 
tal. 

Primero: “Tres condiciones serán, pués, necesarias para 
que la fiebre amarilla se propague: 1.* Existencia de un enfer- 
mo de fiebre amarilla, en cuyos capilares el mosquito pueda 
clavar sus lancetas é impregnarlas de partículas virulentas, 
en el período adecuado de la enfermedad. 2* Prolongación de 
la vida del mosquito entre la picadura hecha en el enfermo y 
la que debe producir la enfermedad; y 3" Coincidencia de que 
sea un sujeto apto para contraer la enfermedad, alguno de los 
que el mismo mosquito vaya á picar después.” 

Esta es la teoría que el autor apoya en los siguientes he- 
chos: 

1% En la Habana las enidemias que han causado mayores 
estragos, han coincidido siempre con las tres condiciones enun- 
ciadas. 

2% La fiebre amarilla no fué conocida en la raza blanca si- 
no después del descubrimiento de América, y es opinión tradi- 
cional que en Veracruz ha existido dicha enfermedad desde 
que arribaron por primera vez los españoles, quienes señala- 
ron la presencia de los mosquitos en San Juan de Ulúa. 

3% Las razas más expuestas á contraer el vómito, son aque- 
llas que más sufren de las picaduras por los mosquitos. 

4% Las condiciones meteorológicas que más favorecen el 


374 ANTONIO J.. CARBAJAL. 


desarrollo de la fiebre, son las mismas que aumentan el núme- 
ro de dichos insectos. 

5% Los límites en altura, hasta donde se observa la fiebre, 
son los mismos que corresponden á cierta especie de mosqui- 
tos. 

6% Las importaciones de la enfermedad por un navío, €o- 
mo el caso atribuido al vapor “Plymouth,” se explican por la 
invernación de los mosquitos, que después de haber picado á 
algún enfermo, conservaran «l germen, y saliendo de su letargo 
picaran á alguna persona no inmune. 

Segundo, La prueba experimental. 

Observación núm. 1.—F. B., individuo sano, no aclimata- 
do, fué picado por un mosquito que previamente se había he- 
cho picar á un enfermo de vómito al 5? día de enfermedad y 
que falleció al 7? día. Al 9% día comenzó á sentirse mal; y 5 
días después entró al hospital, con una fiebre amarilla benig- 
na, perfectamente caracterizada por el ictero y la presencia 
de la albúmina en la orina, la cual persistió desde el 3? al 9' 
día. 

Observación núm. 2.—A. L. C., individuo sano, fué pica- 
do por un mosquito que había extraído sangre de un caso de 
vómito grave al 4* día; la segunda picada la efectuó al 6? de la 
primera. Cinco días después entró el sujeto al hospital, econ 
fiebre, dolores fuertes de cabeza y de cintura, inyección de la 
cara. El mal duró tres días y no se observó albúmina en la ori- 
na. Fué diagnosticado el caso de fiebre amarilla abortiva, por 
el médico del hospital. 

Observación núm. 3.—D. L. F., individuo sano, fué pica 
do por un mosquito dos días después de haber picado á un en- 
fermo grave de fiebre, al tercer día de enfermedad. A los cin- 
co días presentó síntomas de fiebre amarilla ligera, sin albú- 
mina. Fiebre amarilla abortiva. 

Observación núm. 4.—D. G. B., fué picado por un mos- 
quito dos días después de haberlo hecho á un enfermo grave, 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 375 


, 
al 5” día de enfermedad, y que murió. al día siguiente. A los 
15 días, el individuos manifestó que hacía 6, venía padeciendo 
dolores de cabeza, inapetencia y malestar general. Tuvo una 
fiebre ligera, y luego que desapareció, continuaron solo por al- 
gunos días los dolores de cabeza. 

Observación núm. 5.—I. C., fué picado por un mosquito 
dos días después de haberse llenado de sangre en el brazo de 
un enfermo al 5 día de vómito. Estuvo dos días enfermo du- 
rante el 9 y 10? después de la inoculación, pero no fué obser- 
vado á causa de lo leve de la enfermedad. 

Hecho este breve resumen de las observaciones, pasemos 
al final, que son las conclusiones. 

1* Queda comprobado que el Culex mosquito, pica por lo 
regular varias veces en el curso de su existencia, no tan solo 
cuando su primera picada ha sido accidentalmente interrum- 
pida, sino también cuando ha podido saciarse por completo, 
transcurriendo en este caso dos ó más días entre sus picadas. 

2* Como quiera que la disposición de las laucetas del mos- 
quito, se adaptan muy bien á retener partículas que se encuen- 
tran suspendidas en los líquidos que el insecto ingiere, no pue- 
de negarse la posibilidad de que un mosquito conserve en sus 
lancetas “? partículas del virus contenido en una sangre enfer- 
ma, y con él mismo inocule á las personas á quienes en lo su- 
cesivo vaya á picar. 

3* La experimentación directa para determinar si el mos- 
quito puedetransmitir la fiebre amarilla, se ha reducido á cinco 
tentativas de inoculacien, con una sola picada, y estas dieron 
por resultado: un caso de fiebre amarilla benigna, pero perfec- 
tamente caracterizada con albuminuria é ietero; dos casos ca- 
lificados de fiebre amarilla abortiva por los facultativos de asis- 
tencia, y dos de fiebres efímeras ligeras, sin carácter definido. 


(1) O en sus órganosinternos, como las glándulas salivares, etc. (No- 
ta del autor). 


376 ANTONIO J. CARBAJAL. 


pe EI ES —a - 


De lo cual se infiere, que la inoculación por una sola. picada 
no es suficiente para producir las formas graves de la fiebre 
amarilla, debiéndose aplazar el juicio respectivo á la eficacia 
de la inoculación, para cuando sea posible experimentar en 
condiciones absolutamente decisivas, esto es, fuera de la zona 
epidémica. 

42 Si llegase á comprobarse que la inoculación por el mos- 
quito no tan solo puede reproducir la fiebre amarilla, sino que 
es el medio general por el cual la enfermedad se propaga, las 
condiciones de existencia y de desarrollo de ese díptero, expli- 
carían las anomalías hasta ahora señaladas en la propagación 
de la fiebre amarilla, y tendríamos en nuestras manos los me- 
dios de evitar, por una parte, la extensión de la enfermedad, 
mientras que, por otra parte, podrían preservarse con una ino 
culación benigna, los individuos que estuviesen en aptitud de 
padecerla. 

Hasta aquí, la men.oria del Dr. Finlay, que, como se aca- 
ba de leer, marcaba á los investigadores un nuevo derrotero: 

“la experimentación en seres humanos por medio de los mos- 
quitos, con el objeto de averiguar si podían ó no trasmitir el 
padecimiento, en cúyo caso se llegaría á demostrar que la san- 
gre era la materia virulenta, punto capitalísimo. 

No obstante, se esforzaron los sabios en buscar directamen- 
te el supuesto mierobio, y ya hemos visto en el escrito ante- 
rior"? que los Dres. Freyre, Carmona, Sternberg, Sanarelli y 
otros más, se empeñaron en esta falsa vía, sin lograr otra co- 
sa que retardar la ratificación del descubrimiento primordial. 

Veamos cómo se llegó á esta sanción, y por qué medios se 
obtuvo. 


(1) La etiología del vómito, considerada desde el punto de vista bue- 
teriológico, p. 81-102 del presente tomo. 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 3171 


PO 

Con el objeto de continuar los estudios sobre la patogo- 
nia de la Fiebre Amarilla, fué nombrada la Comisión de Mé- 
dicos Americanos, que se dirigió á la Habana y comunicó el 
resultado de sus investigaciones el año de 1900. (The etiology 
of Yellow Fever. A preliminary Note by W. Reed, M. D., Sur- 
geon, U.S. A. and James Carroll, M. D., A. Agramonte, M. 
D. and Jesse A. Lazear, M. D., A. Ass. Surgeon, U. $. A.) 

Después de laboriosas investigaciones bacteriológicas, se 
llegó á la conclusión de que el bacillus icteroides de Sanarelli, 
no tiene relación causal con la fiebre amarilla, y que cuando 
existe, se debe considerar como un germen accesorio ó secun- 
dario. Se propusieron estudiar experimentalmente la transmi- 
sión por los mosquitos, de acuerdo con la hipótesis de Finlay, 
con tanta más probabilidad de éxito, cuanto que á ello les in- 
vitaban los brillantes trabajos de Ross y los médicos italia- 
nos, sobre la propagación de la malaria, de que antes he hecho 
mención. El Dr. Finlay había eserito, además de la nota que 
he extractado en los puntos principales, numerosos trabajos, 
cuya bibliografía anotaré más adelante. 

Las opiniones del Dr. Finlay, pueden resumirse en lo si- 
guiente: 

Primero: Reproducción de la enfermedad en su forma 
benigna, por la picadura del mosquito, dentro de un período 
de 5 425 días, transcurrido desde la contaminación á perso- 
nas susceptibles, 

Segundo: Inmunidad parcial ó completa contra la fiebre 
amarilla, cuando no se han producido manifestaciones pato- 
lógicas después «de la inoculación. (Medical Record, Mayo 27 
de 1899). 

Los Médicos Americanos, exp>arimentaron sobre 11 indi. 

Mem. Soc. Alzate, México, T. 26 (1907-1908)—49. 


378 ANTONIO J. CARBAJAL, 


viduos, no inmunes. El mosquito empleado fué, en todos ca- 
sos, el Culer fasciatus (Fabricius). Se obtuvieron Y resultados 
negativos y 2 positivos. 

«De éstos, uno fué el mismo Dr. Carroll. 

Observación 1? Este médico, de 46 años de edad, fué pi- 
cado por un mosquito el 27 de Agosto de 1900; previamente 
había picado á cuatro enfermos de fiebre amarilla. El día 29 
en la tarde, se sintió indispuesto y el 31 fué á la cama. La en- 
formedad consistió en calentura, abatimiento, inyección oeu- 
lar, icteria y albúmina en la orina. El estudio de la sangre no 
demostró la existencia de los parásitos del paludismo; la enfer- 
medad duró 7 días, aparte de la incubación, y el sujeto se res- 
tableció. 

Observación 2% Americano, de 24 años de edad, inocula- 
do por un mosquito. Calentura, hemorragias por las encías, 
icteria, albúmina en la orina. La enfermedad fué grave y el 
enfermo sanó. 

Observación 3? El Dr. Lazear fué picado accidentalmente 
por un mosquito, y como lo había sido antes por otro que creía 
contaminado, no temió malos resultados, y esperó á que el 
mosquito, que tenía en el dorso de la mano, se retirara espon- 
táneamente. El resultado fué fatal, pues á los cinco días so- 
brevinieron los síntomas de la fiebre amarilla, con icteria y 
albúmina en la orina: el paciente sucumbió el día 25; 12 días 
después del piquete y 7 del principio del mal. 

Los autores concluyen asentando: que el mosquito sirve 
de huésped intermediario al parásito de la fiebre amarilla. 

El año siguiento de 1901, los Dres. Reed y Carroll, dirigie- 
ron al Congreso de Búffalo, otro escrito, titulado: “ fhe pre- 
vention of Yellow Fever.” (Public Health Papers Reports.— 
Tomo 27, pág. 1130—1901). 

Comienzan por recordar sus anteriores Memorias “The 
etiology of Yellow Fever,” “An additional note. Journal of 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 379 


American Medical Assn. Feb. 1901.” “Experiment Yellow 
Fever. American Medical Assn. July 1901.” 

Como resultado de todas sus investigaciones, aseguran ya 
de una manera positiva, que la propagación de la fiebre ama- 
rilla se verifica por intermedio del mosquito Stegomya Fasciata 
nombre dado recientemente por Theobald al Culex fasciata, y 
que la teoría del contagio por los excreta del enfermo, sus 
ropas ú objetos contaminados, se ha desvanecido completa- 
mente, Burst like « bubble, “como revienta una burbuja de ja- 
bón;” ante los experimentos efectuados. Por esta razón, se 
fijan, sobre todo, en el estudio del mosquito, su distribución 
geográfica, sus costumbres, la fecundación y postura de hue- 
vos, la influencia de la temperatura, ete., ete.; así como las me- 
didas profilácticas que se deben poner en vigor para evitar la 
propagación de la enfermedad cuando ha sido importada; y 
más especialmente las que, con este fin, deberán adoptarse en 
su país. 

Habiéndose, pues, logrado la comprobación experimental, 
evidente, de la teoría de Finlay, el Consejo de Salubridad de 
la Habana, aprobó el plan propuesto por la Comisión presidi- 
da por el Dr. Reed y el Dr. Gorgas, dando cuenta de ello en 
una Memoria titulada: “The results of Yellow Fever Sanita- 
tion in Habana, Cuba, for the year 1901 up to September car- 
ried on upon the bases that the Stegomya mosquito is the sole 
me? ns of its transmission by W. €. Gorgas” M. D. Mayor de 
Surgeon U. S. Army.” Chief Sanitary Office. Habana, Cuba, 
Public Health Reports 1901. vol. 26, pág. 130. 

No entraré en los detalles, ya muy conocidos, de la mane- 
ra como se realizan esas medidas profilácticas para evitar la 
contaminación por los mosquitos, por ser asunto extraño á mi 
objeto. El resultado obtenido en"la Habana, se hizo sentir 
desde luego, pues la mortalidad descendió de una manera brus- 


ea, según los datos comunicados por el autor, Efectivamente, 


380 ANTONIO J. CARBAJAL. 


las defunciones ocurridas desde el mes de Abril, hasta el fin 
de Agosto, fueron las »¡guientes: 


Año 18971 1:74 A .- 603 defunciones 
> IO da O ELE " 
y AO A aa 18 a 
A E 60 da A 6 
O A EA A ys y + 


Una segunda Comisión Americana, formada por los Dres. 
Parker; Beyer y Pothier, vino 4 México y se fijó en Veracruz, 
durante varios meses del año de 1902. Ya he dado noticia en 
mi artículo anterior, de lo infructuoso que fueron sus investi- 
gaciones bacteriológicas, y algo he dicho acerca del parásito 
que encontraron en los mosquitos; voy ahora á referir sus ex- 
perimentos. 

Observación núm. 1. A. G., herrero, nativo de Jalapa, de 
26 años de edad: ha residido en Teocelo, pueblo situado en el 
monte; nunca ha estado en la Costa. Vino á Veracruz y acep- 
tó la proposición que se le hizo de sujetarse á un experimento. 
Se le encontró sano y se le alojó? en un cuarto bien acondi- 
cionado para evitar que fuese picado por algún mosquito, Se 
examinaron la sangre y la orina. 


Examen de sangre: 


HomáDIAS 0 e A 4. 650. 000 
(Hóbulos blaneos ..... ñ 6... 3800 
Hemoglobina...... ds UNA 


(1) Report of Working Party n? 1. Yellow Fever Institute, A Study 
of the Etiology ot Yellow Fever by Hermann B. Parker, Ass. Surg., George 
E. Beyer, Ac. Ass. Surg., O. L. Pothier, Ac. Ass. Surg. March 1903. 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 381 
A. Linfocitos, por ciento..........-. 19.4 
B. Mononncleares grandes, por ciento.... 8.8 
C. Polinueleares, por ciento ......-....... 67.4 
D. Eosinofilos, por ciento... .....«o=...... 44 


La orina nada presentó de particular. 

Al día siguiente de su arribo, fué picado por un mosquito, 
el 4 de Septiembre, á las 9.30 a. m. Este mosquito había chu- 
pado la sangre á un enfermo de vómito, el día 13 de Agosto, 
álas8 a. m., y cuarenta y una y media horas después del ca- 
losfrío, el caso era grave. El mosquito fué alimentado duran- 
te veintidós días con agua azucarada. 

La temperatura, el pulso y el estado del paciente, fueron 
observados á las S a. m. y 4 p. m. hasta el 6 de Septiembre. 
Al día siguiente, el 7, á las 11 a. m., el enfermo no tiene ape- 
tito, á las 11,30 se queja de dolores vagos en los hombros y 
las rodillas y acusa cefalalgia frontal. A la 1 p.m. los dolorés 
se hacen más intensos y sobrevienen calosfrío y náusea. La 
temperatura es 3798, y el pulso 98. Han transcurrido 74 horas 
desde la picadura hasta el momeato en que vino la cefalalgia. 
Algunos vómitos se repitieron el día siguiente: el pulso y la 
temperatura subieron rápidamente, aparecieron inyección con- 
juntival y congestión en las encías. El conjunto de síntomas 
era el de la fiebre amarilla vrave. El enfermo fué debilitán- 
dose gradualmente; la ieteria se hizo aparente y las encías san- 
graban; vino el vómito negro característico; la orina era albn- 
minosa y llegó á tener 5% gramos por litro, y bajó á 4 por 
litro el día 19: la temperatura volvió ese día á la normal: es 
decir, que duró 11 días. El enfermo estuvo sumamente gr-.ve 
y se restableció á fin del mes. 

El día S de Septiembre se aplicaron varios mosquitos en 
los puños para que chuparan sangre y se contaminaran; va- 
rias veces se le extrajo sangre para estudio; pero no se encon- 


tró nada especial, 


382 ANTONIO J. CARBAJAL. 


Este caso demostró coneluyentemente, que la fiebre ama- 
rilla se transmite por la picadura de un mosquito previamen- 
te infectado. 

Observación núm. 2. Hombre de 27 años, zapatero, de Ja- 
lapa, fué inoculado con suero de la sangre tomada de la vena 
del caso anterior. El suero fué diluido con dos volúmenes de 
solución fisiológica y el todo filtrado á través de un Berkefeld- 
Seempli, 0.1 ce. de la mezcla El experimento fué considera- 
do negativo, porque después de seis días no apareció síntoma 
alguno. Sin embargo, desde el 11” día sobrevinieron cefalal. 
gia, dolores en las rodillas y tobillos y calentura, pero no hu- 
bo vómitos, albúmina en la orina, ni otros síntomas. Además 
no era de admitir que la inenbación hubiera tardado 11 días. 

Observación núm. 3. A. C., de 21 años, de San Antonio, 
Tlaxcala, fué inoculado eon 1 c.c. del suero que se-empleó en 
el caso núm. 2, el día 9 de Septiembre. Hubo una ligera reac- 
ción de 3796 al día siguiente, sin otra novedad. Después de 
10 días regresó el sujeto á Jalapa, de donde había venido. El 
resultado fué negativo. 

Observación núm. 4. P. L., de 22 años, nativo de Celaya, 
nunca ha estado en la Costa. El día 11 de Septiembre se le dió 
á beber agua, en donde se habían triturado 4 mosquitos infee- 
tados, del mismo lote que sirvió para el primer experimento. 
Ningún síntoma sobrevino y el resultado fué completamente 
negativo. 

La Comisión Americana de Veracrnz, demostró experi: 
mentalmente, que el mosquito Stegomya transmite la fiebre 
amarilla. 

Inútil es decir que se tomaron todas las precauciones ne- 
cesarias para evitar las causas de error; los individuos no eran 
inmunes, se colocaban en cuartos á prueba de mosquitos, es 
decir, que no podían entrar á picar al sujeto en estudio, ete., 
ete. 


El resto del informe de dicha Comisión, trata extensamen- 


» 


> ETIOLOGIA DE LA FIEBRE: AMARILLA. 383 


te de los mosquitos que se encontraron y clasificaron en Ve- 
-racruz, que fueron catorce especies, así como de la técnica más 
apropiada para hacer el estudio histológico de los mosquitos, 
así como de las lesiones que se supone produce el Miuococi- 
dium encontrado y los caracteres de éste, del cual he dado por- 
menores en mi anterior artículo. 

En 1901, emprendió sus investigaciones sobre la causa de 
la fiebre amarilla la Comisión francesa, enviada á Río Janeiro 
por el Instituto Pasteur, de París, y constituida por los Dres. 
Marchoux, Salimbeni y Simond. 

Sus investigaciones sobre la sangre, cuidadosamente per- 
-— seguidas, sin resultado, los condujeron á admitir que el miero- 
bio de la fiebre amarilla, debe pertenecer á esa categoría de 
vérmenes, llamados invisibles, ó ultramieroscópicos, de los cua. 
les ya se conocen algunos. Sus tentativas para infectar direc- 
tamente, con la sangra de los enfermos, los diversos animales 
de laboratorio y aun cinco especies de monos, fueron infrue- 
buosas, 

(Annales de PInstitut Pasteur.—Novembre 1903.—Vol, 
XL, puge 665). 

Después de numerosos experimentos y dejando ya á un 
lado los estudios bacteriológicos propiamente tales, llegaron á 
las siguientes conclusiones: 

Primera: el suero de la sangre de un enfermo, al tercero 
día de enfermedad, es virnlento. Al cuarto día ya no contiene 
virus, aun cuando la fiebre sea elevada. 

Segunda: el suero virulento inyectado en cantidad de '/,, 
e.C. bajo de la piel, puede producir la enfermedad. Aplicado 
simplemente este virus en una escoriación de la piel, no la"pro 
duce. 

Tercera: el virus contenido en el suero de la sangre. 

La Comisión francesa, formada por los Dres. Marchoux, 
Simond y Salimbeni, enviada por el Instituto Pasteur, según 


384 ANTONIO J. CARBAJAL. . 


dije en mi anterior artículo, ? se dirigió á Río Janeiro en 1901 
y se propuso determinar: 

1% Si el mosquito Stegomya es en la naturaleza el agente 
de transmisión de la fiebre amarilla, y si es el único medio 
para que se verifique. 

2 Las condiciones que favorecen su aparición, multiplica- 
ción y desaparición. 

3% Qué condiciones se necesitan para que el mosquito se 
infecte y pueda transmitir la enfermedad. 

4" Por cuáles medios puede el hombre protegerse contra 
el mosquito infectado. 

Consideraron como suficientemente demostrativos los ex- 
perimentos verificados en la Habana y San Paolo (no hemos 
hablado de los segundos por falta de documentos), y citan con 
elogio un trabajo del Dr. Hilario Greova, titulado “Les mous- 
tiches et le Fiévre Jaune”% publicada en el Bulletin medical 
Octubre 12 de 1901, y por lo mismo dirigieron sus investiga- 
ciones en sentido de ampliar nuestros conocimientos sobre 
otros puntos importantes. No obstante, provocaron infeccio- 
nes directamente con mosquitos, como en la observación 2* 

Experimento núm. 1. Adulto que recibió 1 e.c. de suero 
tomado cinco horas antes de un caso benigno de fiebre amari- 
lla al tercero día de la enfermedad. A los 5 días y 5 horas el 
sujeto fué atacado de fiebre, que evolucionó como la amarilla 
benigna. Este hecho comprobó que el virus circula en la san- 
gro al tercero día. 

Experimento núm. 2. Adulto picado por dos mosquitos in- 
fectados hacía 46 días por un caso de vómito al 2” día. A los 
3 días 18 horas sobrevino la fiebre amarilla y fué grave. 


(1) La Etiología de la fiebre amarilla. Loc. cit. 

(2) La Fiévre Jaune. Rapport de Mission Frangaise compossée de 
MM, Marchoux, Salimbeni et Simond, Ann. de VInst, Pasteur. Tom. XVIL 
1903, pág, 650 y siguientes. 


a, - ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 385 


Experimento núm. 3 Adulto. Se le inyectaron sucesiva- 
mente 5 c.c. de suero ealentado á 55%. durante 20 minutos. 
A los 5 días se inyectaron 10 c.c. de suero calentado 10 minu- 


tos, y 7 días después se le inyectó sangre de un caso grave de 


fiebre amarilla al tercero día. Fué atacado de la fiebre á los 
12 días:y dos horas y tuvo un carácter benigno. 

Otros dos experimentos, hechos también con suero, se hi- 
cieron igualmente para conocer los efectos preventivos óinmu- 
nizantes del suero. Y además, otros que creo inútil citar, y aun 
los mismos autores no los detallan. 

Inútil es decir que tomaron todas las precauciones de ri- 
gor y operaron con individuos inmunes. Sus conclusiones fue- 
ron: 

1* La fiebre amarilla no se transmite en la naturaleza, ni 
“por el contacto directo con el enfermo ó sus excreciones, ni por 
el de otros objetos. 

+ 2% Dicha transmisión se efectúa por la picadura de los mos- 
quitos, y en Río Janeiro la única especie que puede hacerla 
es el Stegomya fasciata. : 

3* Esta transmisión sólo se verifica de día, autes de que 


el Sol se oculte bajo el horizonte. 


En cuanto á los otros asuntos que fueron motivo de nume- 
rosos experimentos, quedaron establecidas las conclusiones 
siguientes: | 

Primera: El suero de un enfermo, al 3” día es virulento y 
debe de serlo al 4*, aun cuando exista calentura. 

Segunda: La cantidad de '/,, de c.c. inyectado bajo de la 
piel basta para producir la enfermedad; esta cantidad es in- 
ofensiva aplicada sobre la piel despojada de su epidermis. 

Tercera: El virus del suero de la sangre del enfermo, atra- 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 26. (1907-1908) —-50. 


386 - ANTONIO J. CARBAJAL. . 


viesa la bujía F' de Chamberland sin dilución. Y en las mis- 


mas condiciones no filtra á través de la bujía B. 

Cuarta: el suero virulento conservado al aire, á una tem- 
peratura de 200 á 300 c., es inactivo á las 48 horas. 

Quinta: en la sangre desfibrinada, conservada bajo de acei- 
te de vaselina, á una temperatura de 240 á 390 e., el'germen 
do la fiebre amarilla está vivo al cabo de 5 días. A los 8 ya 
no es activo. 

Sexta: el suero virulento pierde su-actividad, calentado á- 
550 e., durante 5 minutos. 

Séptima: una inyección preventiva del suero anterior, co- 
munica una inmunidad relativa que, seguida de la inooulación 
de una pequeña cantidad de virus, puede ser completa. Una 
iumunidad relativa se puede obtener con la inyección de san-* 
gre desfibrinada, conservada en el laboratorio bajo aceite de 
vaselina durante S días. 

Octava: el suero de un convaleciente, posee propiedades 
netamente preventivas. Esta inmunidad es apreciable todavía 
al cabo de 26 días. Este suero también parece gozar de pro- 
piedades terapéuticas. 

Novena: Como lo han demostrado Reed, Carroll y Agra- 
monte, la fiebre amarilla se produce por la picadura del Ste-. 
gomya fasciala: para lo cual, el insecto de haber sido previa- 
mente infectado, absorbiendo sangre de un enfermo atacado 
de fiebre amarilla, durante los tres primeros días de la enfer 
medad. 

Décima: El piquete no comunica fatalmente la enferme: 
dad, y cuando esto ocurre no proporciona la inmunidad, con- 
tra una inoculación virulenta. 

Undécima: El mosquito infectado no es peligroso sino des- 
pués de un intervalo de 12 días por losmenos, transcurrido des- 
de que chupó la sangre virulenta, y estando más peligroso 
cuanto más tarde pique, á partir del momento en que fué in- 
fectado. | 


Ñ 


E 


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E , : 14 0 
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o 
4 ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 387 


Ñ 


Undécimaprimera: La picadura de dos mosquitos infecta- 
dos, puede producir una enfermedad grave. 

Undécimasegunda: En la region de Río Janeiro, así como 
de Cuba, ningún otro culicida produce la enfermedad del Ste- 
gomya fasciata., 

A 

Undécimatercera: El contacto con el enfermo, sus excreta 
ú objetos de otra naturaleza, son incapaces de transmitir el 
padecimiento, pues la única manera de ocasionar la enferme- 
dad, aparte de la picadura por el mosquito, es la inoculación 


en los tejidos de un individuo sensible, de la sangre proceden- 
te de un enfermo y recogida durante los tres primeros días de 


la enfermedad. 


Undécimacnarta: La fiebre amarilla no puede afectar ca- 
rácter cantagioso, sino en las regiones en donde existe el 


Stegomya fasciata. 


Undécimaquinta: La profilaxis de la fiebre amarilla, de- 
be apoyarse completamente en las medidas que se deben to 
mar para impedir la picadura del Stegomya fasciata al hombre 
enfermo y al sano. 

Undécimasexta: El período de inenbación suele prolon- 
garse hasta 13 días. 

Undécimaséptima: El Stegomya fasciata puede recibir co- 
mo parásitos, hongos, levaduras y esporozoarios. Ninguno de 
estos parásitos tiene relación con la fiebre amarilla. 

-- Undecimaoetava: Ni en la sangre, ni en el mosquito, pn- 
do descubrirse el agente causal de la enfermedad. *? 

Los autores ejeentaron sus experimentos en 27 hombres 
y abandonaron completamente las experimentaciones en los 
animales de Laboratorio, tal vez tomando en consideración 
que la enfermedad no se observa de una manera espontánea 
en los animales domésticos y que era inútil preseguir, siguien- 


(1) Annales de l'Institut Pasteur.—Novembre 17, 1903, page 1930, 


388 ANTONIO J. CARBAJAL, 


Ñ 


do este método, que ya había fracasado, tanto en sus manos, 
coro en las de otros experimentadores. 

Por su parte, el Dr. James Carroll, presentó una nota que 
se publicó en 1903, con el título de “The etiology of Yellow 
Fever. An addendum, vol. 29, página 407. Public Health pa- 
pers and reports, 1903.” 

I. El estado fusiforme de los llamados mixococcidium Ste- 
gomya, de Parker, Beyer y Pothier, no tiene relación con la 
fiebre amarilla. ae 

II. Este organismo párece ser un hongo y no un protozoa- 
rio. En su face fusiforme, única en la que se encuentra con 
alguna constancia en el mosquito, presenta los botones, vacuo - 
los y esporas, así como las propiedades de coloración de los 
blastomicetos. Se encuentra con regularidad en los mosquitos 
machos y hembras que han sido alimentados con plátanos ma- 4 
duros ó pasados, á los cuales se ha añadido algún enltivo puro 
de levadura silvestre. 

TIL. No se ha encontrado dicho organismo en mosquitos 
del género Stegomya que han picado á enfermos de fiebre en 
el primer período de la enfermedaú y han sido solamente ali- 
mentados con sangre, agua y azúcar. Esta conclusión concier- 
ne á los mosquitos que han reproducido la enfermedad en los 
seres humanos. 

Para terminar esta exposición de 1odes los trabajos que 
han llegado á mi noticia, sobre el asunto de este escrito, debo 
mencionar la sanción pública que ha obtenido este notable des- 
eubrimiento en el último Congreso de la Habana, verificado 
en Enero de 1905. ; 

Esta Asamblea fué presidida por el mismo Dr. Carlos Fin- 
lay, quien tuvo la satisfacción de presenciarla, 

El Dr. B. Lee, leyó una nota titulada: “A tribute=to Carlos 
Finlay for his distinguished services to Science and humanity 
in the mode of propagation of Yellow Fever,” y pronunció las 


e 


siguientes frases: 


Ñ 
. 
3 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 389 


' 
y . 


Los nombres de Reed, del heroico Carroll y del mártir La- 
zear, de Gorgas y Guiteras, deben inscribirse igualmente en 
el blasón que conmemorará este episodio histórico de la medi- 
cina, en Cuba; pero no es menos grande el honor á quien es 
deudora de la inspiración primera y que paciente y valerosa- 
mente ha sostenido su tesis durante largos años de lucha y 


, 


murmuraciones y burlas.” 


México, que proeura con grande anhelo utilizar los adelan- 
tos asombrosos de la Ciencia, «particularmente en lo que á la 
higiene se refiere, como lo atestigua la admirable campaña que 
se emprendió contra la Peste bubónica y fué coronada con el 
éxito más lisonjero, no podía permanecer en la inacción, tra- 
tándose de la fiebre amarilla, enfermedad endémica en el 
puerto principal de nuestro país, Veracruz, en donde desde ha- 
ce siglos se encuéntra el foco más virulento; pero que también 
se extiende á otras ciudades como Córdoba y otras poblaciones 
del mismo Estado y de los vecinos. Así fué como, á la mayor 
brevedad, el Consejo Superior de Salubridad de México y por 
iniciativa de sn digno y esclarecido Presidente, el Sr. Dr. E. 
Licéaga, se dió á conocer los trabajos verificados en la Haba- 
na por la Comisión Americana, y las medidas profilácticas que 
se deberían emplear para impedir la propagación de la fiebre 
amarilla, en una Memoria publicada en 1902. En el año si- 
guiente, el Supremo Gobierno (Agosto de 1903) aprobó el pro 
yecto que el mismo Dr. E. Licéaga dirigió á la Secretaría de 
Gobernación, en el cual propuso un verdadero plan de “Do- 
fensa contra la fiebre amarilla,” y comprendía la Organiza- 
ción de un Servicio Sanitario especial para combatir la enfer- 
medad en Veracruz y que debía realizar los siguientes precep 
tos higiénicos. 

"1% Evitar la formación de pantanos. 


390 ANTONIO J. CARBAJAL. 


2% Darles corriente, siempre que sea posible, ya sea porel 
drenaje ó haciéndolos desaparecer por medio del relleno, 

32 Destruir las larvas de los mosquitos, principalmente por 
el uso del petróleo. 

4% Evitar que se desarrollen los mosquitos en los depósi- 
tos de agua tapando éstos econ una red fina de alambre ó con 
tapas de madera. 

5 Evitar la picadura de los mosquitos, colocando en las 
puertas y ventanas de las habitaciones, un doble alambrids; 
tupido, y haciendo uso del pabellón ó mosquitero. 

Para llevar á cabo un programa tan complicado, aunque á 
primera vista parece sencillo, era necesario contar con todos 
los recursos pecuniarios y de personal idóneo; así como con el 
apoyo de las autoridades y la cooperación misma del público. 
Todo ello se ha ido consiguiendo gradualmente, mediante la 
activa é ilustrada gestión del Consejo de Salubridad. Con es- 
te fin fueron redactadas por el Sr. Dr. Licéaga, varias Memo 
rias y fueron perfeccionándose los detalles del programa pri- 
mitivo, según las enseñanzas que la experiencia sugería. 

En 1903 se publicó un nuevo plan de campaña contra la 
fiebre amarilla, más vasto que el primitivo, aunque fundado 
siempre en los mismos principios. Siendo importante, como 
antes dijimos, la cooperación de las antoridades locales, de los 
médicos que ejercen en Ingares en donde existe ó puede des- 
arrollarse la fiebre amarilla y de los gerentes, empleados su- 
periores y Médicos de las Empresas de Ferrocarriles, de los 
Hacendados y Agricultores y del público, se publicaron circu- 
lares é Instrucciones para ilustrar la opinión pública y empe- 
ñarla á la realización de tan noble objeto, eual es el de extin- 
guir una enfermedad que ha sido una rémora para el bienes- 
tar y progroso de Veracruz y las otras poblaciones, en que, ya 
de una manera endémica ó epidémica, existe. 


Transcurridos dos años, ya pudo el Sr. Dr. Licéaga anun- 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 391 


ciar ante el Congreso Higienista de Boston, verificado en 1905, 
los notables resultados obtenidos en nuestro país. 

En el año de 1904, se presentaron en varias poblaciones 
de los Estados de Veracruz, Yucatán y Oaxaca, 635 casos de 
de vómito con 197 defunciones, y en el año de 1905, de Enero 
á Agosto, solamente ocurrieron, en los mismos Estados, 70 ca- 
sos con 33 defunciones. 

En la Memoria referida, hace una exposición detallada de 
la manera cómo se practican en México: 

1? El aislamiento del enfermo, 

2% La desinfección de las habitaciones ocupadas por el en- 
fermo. 

97 La destrucción de las larvas de los mosquitos. 

4% La asistencia á los enfermos, incluyendo las visitas de 
observación. € 

Termina con las siguientes frases: “Comparando las cifras 
de casos registrados en el año anterior, con los de la actual hay 
una diferencia de 565, eomo resultado de la campaña hecha 
durante este período de tiempo.” 

“Por todo lo expuesto se verá el éxito alcanzado hasta aho- 
ra en México, en la lucha contra la Fiebre Amarilla, y la so- 
guridad de que, en porvenir no lejano, la enfermedad quedará 
definitivamente extinguida, como lo ha sido en la Isla de Cuba.” 


* 
Y k 


Como se ve por todo lo referido, ha quedado comprobada 
la hipótesis del Dr. Finlay, no sólo por los experimentos de las 
Comisiones de la Habana, Veracruz y Río Janeiro, sino por los 
excelentes resultados que, tanto en la Habana como en Méxi- 
do, han dado las medidas profilácticas basadas en esta teoría, 
que, como la del paludismo, se puede reputar como una ver- 
dad definitivamente adquirida para la Ciencia. 

No terminaré este escrito sin dar las más expresivas gra- 


392 ANTONIO J. CARBAJAL. 
Es -s PA E A 


cias á mi buen amigo el Sr. Dr. J. E. Monjaraz, por la ama- 
ble deferencia con que se sirvió proporcionarme todos los do- - 
cumentos que me han servido para redactarlo. 


Bibliografía de los trabajos del Dr. Finlay, 
tomada de la Memoria del Dr. B., Lee. 


1881.—Extract from the Protocol of Session held Feb. 18, 
by the Washington Sanitary Conference. Jan, and Febr. 1881. 
—See Dr. Coronado y Pamphlet (Dr. Lárión Finlay and his 
theory Engl. Text.) 

1882.—Patogenia de la Fiebre Amarilla, Anales de la Aca- 
demia de Ciencias de la Habana. Vol XIX, pág. 160. 

1883. - Sur une nouvelle theorie de la fiévre jaune. Arch. 
de medic. naval, Paris, vol. XXXIX, pags, 67, 90, 307. 

1884. —Fiebre Amarilla experimental comparada con la 
natural benigna. Reimpresa por la Sociedad de Estudios Clí- 
vicos (1904) y con un apéndice del autor, en el cual se refie- 
ren todos los experimentos de inoculación practicados desde 
1900. 

1886.—Yellow Feber, its transmission by means of the 
Culex mosquito. American Journal of medical Sciences Oct. 
1886, pag. 295. 

1891.—Imoculation for Yellow Fever by means of con- 
taminated mosquitoes. Amer. Jour of Med. Science. Sep. 
1891. 

1893.—Climatological factors concerning the produdioó 
and expread of Yellow Fever. Forwarded to Dr. L. B. Hay- 
mann. Secret. of Medico-climatology of the Worlds Congress 
Exposition as a contribution to the Congress. 

1894. —Yellow Fever inmunities Med. Jour-Nov, 1894. * 

1898.—A plausible method of vaccination against Yellow 
Fever, The Philad. Med. Journ. Tom. 11-18598. 

1899.-—Mosquitoes considered as transmitters of Yellow 


/ ml 


> 
NS TO 


APA 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA. 393 


Fever and Malaria. N. York Med. Record. May 27-1899, pag. 
737. 
.  1900.—Gelbes fieber. Hand der Prakt. Med. Dr. Ebstein 
and Dr. Schalbe. 

1901.—Yellow Fever and its transmission Four. Amer. 
Med. Ass. April 15-1901. 

1901.—Finlay's mosquit Theory, before and after its offcial 
investigation. Med. Record. Aug. 31, 1901. 

1901.—Two diferent ways by which Yellow Fever may ba 
transmitted by the Culex mosquito. Jour. of Amer. Med. Ass. 
April 19, 1902. 

1901.—Epidemología primitiva de la Fiebre Amarilla. Cró- 
nica Médico-Quirúrgica de la Habana. 

1902,—Is the mosquito the only Agent from which Yellow 
Fever is transmitted? Trans. of the First General Intern. Con- 
vention of the American Republics held in Washington, D. C. 
Dic. 24, 1902, pag. 67. 

1902.—Method of stamping out Yellow Fever suggested 
since, 1899. Read before the Conference of State and Provin- 
cial Boards of Health. New Haven, Connecticut. Oct. 28, 1902. 
(Med. Phila, March. 1903). 

1903.—An inedit Paper of Dr. Finlay, preliminare note 
by Dr. Juan Guiteras transmission of Yellow Fever by the 
Culex Mosquito dated 1891. (See. Revista de Medicina tropi- 
pical. Jul. 1903. Engl. text, pag. 132-143). 

1903.—New Aspects of Yellow Fever etiology read at 31 
annual meeting of the American Public Health Association. 
Oct. 29, 1903. The Journal Amer. Med. Ass. Feb. 13, 1904. 

1904.—Yellow Fever Historical Sketch. Its etiology and 
mode of propagation in reference. Hand book of the Med. 
Science, 1904, vol. VII, pag. 322-332. 


Mem. Soo. Alzate. México. T. 26 (1907-1908)— 51. 


394 ANTONIO J. CARBAJAL 


BIBLIOGRAFIA MEXICANA. Ñ 


1902.—Publicaciones del Consejo Superior de Salubridad 
de México, por el Dr. E. Licéaga. 

Instrucciones para precaverse de la Fiebre Amarilla y de 
las intermitentes ó paludismo, México, 1902. | 

1903.—“Nuevo plan de campaña contra la Fiebre Amari- 
lla.” México, Noviembre 13 de 1908. 

I. “Defensa contra la Fiebre Amarilla.” denon Julio 

1% de 1903. 

II. La Fiebre Amarilla, Memoria leída en la reunión de 
la Asociación Americana de Salubridad Pública, verificada en 
Boston, Mass, E. U. A., del 25 al 29 de Septiembre de 1905, 
por el Dr. Eduardo Licéaga, Delegado de la República Me- 
xicana. 

TIT. 1905.—Instrueciones á los Señores Gerentes, Em- 
pleados Superiores y Médicos de las Empresas de Ferrocarril 
que tienen por objeto contribuir á los trabajos emprendidos 
por el Consejo Superior de Salubridad, para combatir la Fie- 
bre Amarilla y procurar su extinción en la República, Noviem- 
bre, 1905. 

IV. Circular á los Señores Médicos que ejercen en las 
localidades en donde existe y puede desarrollarse la Fiohro 
Amarilla. Noviembre, 1905. 

V. Instrucciones para defenderse de la Fiebre Amari- 
lla, 6 impedir la propagación de esta enfermedad, Noviembre 
1905. 

VI. Circular á las autoridades locales de las poblaciones 
on donde existen la Fiebre Amarilla y la Malaria, ó donde pue- 
dan desarrollarse estas enfermedades. Noviembre, 1905. 


ETIOLOGÍA DE LA FIEBRE AMARILLA, 395 


VII. Instrucción á los Médicos y Agentes Sanitarios del 
servicio contra la Fiebre Amarilla, Diciembre, 1905. 

VIII. Instrucciones á los Señores Hacendados y Agricul- 
tores de la República Mexicana, por medio de las cuales pue- 
den ayudar eficazmente á.combatir el desarrollo de la propa- 
gación de la Fiebre Amarilla. Noviembre de 1905. 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26, 


Los fenómenos eléctricos observados durante los últimos. temblores, 


POR EL PROF. 
L. (+, LEON, M, $, A. 


Durante el temblor ocurrido en la noche del domingo 14 
de Abril de 1907, muchas personas tuvieron ocasión de obser- 
var un fenómeno en extremo enrioso que consistió en que de 
diversos puntos del horizonte se levantaban unas luces á ma- 
nera de relámpagos que llegaban hasta cerca del zenit desapa- 
reciendo súbitamente para volver á aparecer momentos des- 
pués. 

No tuve yo la oportunidad de observar dichos curiosos fe- 
nómenos, pero voy á citar las relaciones de dos personas que 
me merecen entera fe. 

La Srita. Dolores Pérez Muro, que vive en esta capital, en 
la calle del Hospicio de San Nicolás N? 17, tan pronto como 
empezó el temblor salió á la calle y se estacionó con otras 
personas en el crucero de las calles de Vanegas y de la citada 
calle del Hospicio de San Nicolás. Como en esos momentos se 
apagó la luz d> la calle, la ciudad quedó sumida en la más pro- 
funda óbseuridad lo que favoreció la observación del fenómeno 
admirable. Nos refiero la Srita. Pérez Muro que todo el tiem- 
po que duró el temblor el relampagueo fué constante, tenien- 
do las luces un color anaranjado. 

La Sra. D* Refugio Barragán de Toscano, antigua profe- 
sora de la Escuela Normal, me dice que encontrándose sola en 


398 : L. G. LEON. 


su casa, dejó abiertas las puertas de madera de las ventanas 

con objeto de levantarse álas primeras luces de la aurora. Con 

los movimientos ocasionados por el temblor despertó la Sra. 

Barragán y dice que lo que más le impresionó fué la luz ana- 
ranjada que se desprendía á intervalos del horizonte y que ilu- 

minaba fantásticamente su habitación. 

En el temblor ocurrido en la noche del jueves 2% de Marzo 
próximo pasado se observaron fenómenos luminosos análogos. 
Yo me encontraba en una visita y en el momente del temblor - 
varias personas nos situamos en una puerta que comunica con 

un pasadizo provisto de ún tragaluz. Fué á travez de los vi- 
drios de ese tragaluz por donde pude percibir el constante re- 
lampagueo de color rojizo anaranjado. : 

Antes de exponer alguna teoría aceptable para explicar el 
fenómeno en cuestión recordaremos un experimento de física 
sitado por Gaston Planté en su interesante obra titulada: “Los 
fenómenos eléctricos de la atmósfera.” Supongamos un vaso 
lleno de agua destilada en la que se ha introducido de ante- 
mano el electrodo negativo de una batería de 800 pares secun- 
darios. Si se aproxima la superficie del líquido el electrodo po- 
sitivo, antes de que salte la chispa se ve que el líquido se eleva 
en forma de cono. Realmente es el mismo experimento yeri- 
ficado por los académicos de Florencia y que consistió en acer- 
car una barra de cristal frotada á la superficie de una peque- 
ña vasija conteniendo aceite: el aceite saltaba en diminutos 
chorros. La única diferencia consiste en que en el experi- 
mento de Planté se hace uso de una corriente eléctrica de alta 
tensión. 

Considerando á la tierra eomo un cuerpo electrizado en to- 
da su masa y encontrándose frente á frente de nubes podero- 
samente electrizadas se establece una tensión considerable en- 
tre dichas nubes y las masas líquidas que existen debajo de la 
costra terrestre. 

Los temblores de tierra ocurridos sobre las costas del Me- 


* > 
FENOMENOS OBSERVADOS DURANTE LOS ÚLTIMOS TEMBLORES. 399 


diterráneo, en Francia y en Italia en el mes de Febrero de 1887 
fueron acompañados de fenómenos eléctricos y de perturba- 
ciones magnéticas de gran intensidad. Se concibe según el ex- 
perimento citado antes, que nubes de gran extensión y fuerte- 
mente cargadas de electricidad puedan ejercer sobre la masa 
fundida que se encuentra abajo de la delgada costra terrestre 

efectos de atracción bastante intensos para producir un débil 
movimiento en la masa licuada y como resultado de ésto deter- 
minar dislocaciones de la costra terrestre. 

No cabe duda que la electricidad atmosférica es una fuer- 
za muy caprichosa y que no siempre tiene su máximo de inten- 
sidad; sus manifestaciones no se producen sino cuando ese 
agente físico está temporalmente acumulado en un lugar. Y si 
con la electricidad artificial que producimos con nuestras má- 
quinas podemos obtener poderosos efectos mecánicos y calorífi- 
cos fácilmente sé comprende la extremada potencia que puede 
desarrollar la electricidad atmosférica, fuerza notablemente su- 
perior ála que nuestros aparatos pueden producir. 

Resulta de lo anterior que la electricidad acumulada en 
una gran masa de nubes, y este hecho está perfectamente re- 
conocido como ocurrente en las regiones ecuatoriales y tropi- 
cales donde la evaporación es muy abundante, puede ser causa 
directa de algunos temblores, pero suponiendo que ésto no sea, 
sí creo que pueda admitirse que esas luces fantásticas, que por 
cierto jamás han estado acompañadas de truenos se deban á 
ura verdadera descarga lenta ó sea una serie de efluvios entre 
las nubes poderosamente electrizadas y la capa líquida situa- 
da abajo de la costra terrestre. 

Debo hacer notar que tanto en el temblor del 14 de Abril 
de 1907 como en el del 26 de Marzo próximo pasado, el cielo 
ha estado enteramente nublado y por nubes del tipo nimbus 
que como se sabe son nubes bajas y por lo tanto de influencia 
más eficaz bajo el punto de vista eléctrico. 

Para terminar indicaró cómo obtuve el seismograma que 


y E 
. A 


Yi e y 


400  L.G. LEON.—FENOMENOS OBSERVADOS DURANTE LOS ÚLTIMOS TEMBLORES, q 


fué publicado por el Imparcial y el Diario de esta ciudad, po- 
cos días después del temblor del 26 de Marzo próximo pasado. 

El seismógrafo que empleo fué inventado por el Sr, Pbro. 
D. Gustavo Heredia, S. J. miembro de esta sociedad, miem- 
bro de la Real Sociedad Astronómica de Londres y Director 
del Observatorio del Colegio Católico de Puebla. 

El aparato se compone de una varilla de fierro con delica- 
da suspensión á la Cardan; la varilla sostiene en su parte in- 
ferior una esfera de latón llena de plomo y que lleva en su par- 
te inferior una pequeña hélice de alambre muy delgado de 
hierro. La extremidad del alambre apoya suavemente sobre 
un disco de cristal muy bien nivelado y cubierto con una capa 
de humo producida por la combustión de un pequeño trozo de 
alcanfor. Al producirse el temblor el péudulo oscila, la punta 
del espiral del alambre marca en la capa de humo la huella del 

movimiento y después la lámina de cristal hace veces de nega- 
tiva para sacar todas laspositivas que se desee sobre papel 
sensibilizado. 


México, 4 de Mayo de 1908. 


SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRESs, T. 26. 
A 


EL MONOLITO DE ACATLAN. 


Xiuhtecuhtli-Tletl (Dios del fuego) 
POR EL PROFESOR 


BAMON MENA, M. $. A, 


A Mrs. Zelia Nuttall, M. S. A. 


La nueva orientación de los estudios arqueológicos nacio- 
nales, hace que nos aproximemos hoy más que ayer, al medio 
social de nuestros antepasados. 

Fruto de aquella orientación es la preferencia que se dá al 
monolito, cuando entre éste y el Códice nos encontramos; la 
clasificación de la roca, la ubica ción ó locación del monumen- 
to, la descripción, la interpretación, el estudio comparativo y 
finalmente la clasificación. 

Es procediendo así como desaparece la niebla que envuel- 
ve á nuestra Arqueología, es procediendo así, como se llega á 
la verdad y se facilita la discusión. 

Por de contado que las galas literarias no tienen, no deben 
tener cabida en la exposición arqueológica; son ellas las que 
hacen intervenir la fantasía y tornan en torbuoso el camino 
recto. 

Mem. Soo. Alzate. México». 'P, 26 (1907-1908)—52. 


402 RAMON MENA. 


Dolorosos ejemplos nos hacen hablar así, mas nunca lo bas- 
tante á destruir el edificio de la imaginación fatalmente levan- 
tado en el sereno campo de la Arqueología. 

Dicho esto, pasaremos á ocuparnos en el estudio de un ejem- 
plar notable. 

Tenemos la suerte de encontrarnos frente á un monolito. 

Sus dimensiones son: 


Longitud de la piedra......... PERO A . 4 m. 

Latitud" ii io da a 

Espesor Y. JeSino (pis e dao eN EN 2 

Longitúd de la figura.....-.==-...... . ¡1 20 
Petrografía. 


La roca de este monumento es granítica (?) y abunda en la 
región; así me lo dice el Ingeniero Pablo Solís que midió y fo- 
tografió este monolito. Yo no lo conozco de visu y por lo tanto, 
no puedo proporcionar detalles petrográficos siempre intere- 
santes. 


Descripción. 


La figura que tenemos al frente, es reproducción de la fo- 
tografía directa del monolito. 

La figura es un bajo relieve bian acabado, no obstante la 
dureza de la roca. Se trata de una figura humana ligeramen- 
te inclinada hacia delante; tiene un rico tocado que remata arri- 
ba en penacho de plumas; lleva máscara, venda en los ojos, 
nacochtli (orejera), un tlachieloni en la mano derecha y un chi- 
malli en la izquierda. 

Viste faldellín orlado de tecpatl, gasta cactli y á la espalda 
una figura simbólica. 


EL MONOLITO DE ACATLÁN. 403 


E! chimalli, tiene la misma máscara y la misma venda que 
la figura á que pertenece. 

Atrás del penacho, derecha del observador, hay el gerogli- 
fo de una fecha. 


Locación. 


El monolito se encuentra en la Municipalidad de San Pa- 
blo, jurisdicción de Acatlán, Estado de Puebla; al pie del Ce-' 
rro Gordo y aseguran haberse desprendido de roca mayor, en 
la que se advierten restos de geroglifos. 


Interpretación. 


Los tecpatl, colocados unos al lado de otros, son la repre- 
sentación de tletl, el fuego, y recuerdan la manera primiti- 
va de obtenerlo; así pues, nuestra figura lleva su nombre en el 
faldellín y ese nombre es tletl, el fuego. La máscara, el tlachi- 
eloni, la venda y la figura simbólica de la espalda, nos dicen 


404 RAtON MENA. 


que se trata de una deidad, estamos por tanto, frente al Dios 
del Fuego de los mexica, Dios llamado Xiuhtecuhili-tletl. 

Los historiadores primitivos, que recojieron los conoci- 
mientos históricos y mitológicos de los nobles y tecuhtlis que 
sobrevivieron á la toma de Tenuchtitlan, describieron á Xiuh- 
tecuhtli-tletl llevando máscara, venda, orejera, tlachicloni, en 
la mano derecha y escudo en la mano izquierda y á cuestas, un 
dragón fantástico. 

Como se ve, todo éstá representado en nuestra figura y por 
lo tanto, la interpretación resulta exacta. 

La fecha es nahui xochitl equivalente al 20 de Junio y ha- 
ce alusión á una de las fiestas de la deidad. 

Es frecuente, encontrarse en las deidades, su nombre y la 
fecha de sus fiestas, de modo que el Dios eza juntamente para 
los mexica, un libro ritual particular. 

Quiero llamar la atención acerca de esta fecha, acerca de 
su factura. No es desde luego el tipo del geroglifo xochitl, 
es una variante que trae ála memoria la representación de tec- 
pactl; no es la primera vez que encuentro este caso, frecuen- 
to con el signo acatl. Se puede establecer como regla gene- 
ral, yue cuando el signo tecpatl va incluído en alguna fecha, 
hace referencia á sacrificios humanos. Era extraño no encon- 
trar tal referencia en esta deidad, toda vez que lleva nombre 
y fecha de su fiesta. 

Cabe aquí advertir, que las rayas transversales, que en los 
geroglifos de divinidades, parecen sin oficio, indican así mis- 
mo sacrificios, ni más ni menos que las borlas de pluma. 

La palabra Xiuhtecuhtli-tletl es mexica y su traducción, 
vale tanto como: “fuego: Señor del año.” 

El dragón simbólico que lleva á cuestas la deidad, tiene es- 
te nombre Xiuhcoatl-“nahualli Ó sea, “la divina culebra del 
año”. Esta relación estrecha entre el fuego, la culebra y el año 


* He respetado la escritura de esta palabra, por ser ya común. La es- 
critura correcta es: xihucoatl (de xihuitl año.) 


EL MONOLITO DE ACATLAN. j 405 


/ 


es de grandísima utilidad para la interpretación del soberbio 
monumento conocido con el nombre de Calendario Azteca. 


Arqueología comparada. 


En el fondo del cuauhxicalli ocelotl-tezcatlipoca, del Museo 
Nacional está un Sacerdote con las vestiduras de Xiuhtecubh- 
tli y podemos reconocerle los atributos de esta deidad que es- 
tudiamos. ' 

En el Tonalamatl de Aubin y en los Códices, aparece esta 
deidad con variantes, que traen vacilaciones al que estudia, 
pero es conveniente fijarse en que nunca falta el Xiuheoatl- 


nahualli ni la venda, estos son constantes y para no citar con 


exceso, remito al Códice Borbónico, por ser de los más claros. 

En los Códices, la figura aparece con colores y son: plumas 
del penacho, verdes; tlachicloni, máscara y xiuhcoatl, amari- 
llo; nacochtli de varios colores, barba negra y chimalli, cuan- 
do lo lleva, orlado de amarillo y al centro verde. 


Clasificación. 


El monolito en estudio, pertenece á la civilización azteca. 
El año no consta en el monumento, pero averiguando bajo qué 
Rey se procedió á incluir el tecpatl en otros signos, tendremos 
el dato; más de aquí, surge nuevo estudio que reservo para 
otra ocasión. 


" México, Mayo de 1908, 


NOTA.—Quiero hacer presente mi gratitud al Sr. Dr. Peñafiel, quien 
bondadosamente se ha servido facilitarme los originales de sa monumental 
obra inédita: El Templo Mayor, obra que está llamada á revolucionar in- 
teligentemente nuestra Arqueología. 


SOCIÉTE SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 26 


DIPODOMYS PHILLIPSI, Gray, 


POR EL DOCTOR 


A, DUGES, M. $, A, 


La adaptación al salto se observa en varios mamíferos de 
góneros y órdenes bien diferentes, y su explicación parece di- 
fícel de hallar. Un lemuriano (el tarcero), unos incectívoros (los 
macrocélidos), unos roedores (gerboas helamys, etc), entre los mar- 
supiales los kanguros están organizados para el salto como el 
Dipodomys que hace el objeto de este artículo; y sin embargo, 
no, se encuentra ni en las circunstancias donde viven ni en sus 
costumbres, particularidades aplicables á tados ellos: unos son 
nocturnos, otros diurnos; éstos viven en grandes llanos, aque- 
llos en reducidos espacios; los hay en parajes estériles y en 
otros puntos donde la vegetación abunda; la alimentación es 
á veces insectívora y otras vegetal. Si se quiere hablar de con- 
vergencia, se tropieza con las mismas dificultades.* Dejaré, 
pues, este punto de vista y pasaré á la descripción del Dipo- 
domys. Los dibujos queacompañan esta nota, tomados con Li 
exactitud, ayudarán á comprender el texto. 

Este roedor pertenece á la gran sección de los simpliciden- 
tados: es de la familia de los seudostomídeos ó saccomyídeos ca- 
racterizados porla presencia de enormes abazones ó bolsas cu- 


* El Dipodomys vive en los mismos puntos que otro gran roedor, el 
Neotoma Mexicana, que no salta y anda como las ratas comunes. 


408 A. DUGES. 


táneas cuya abertura simula una gran boca, mientras ésta es 


al contrario muy pequeña: es notabilísimo entre los de la mis- - 


ma familia por la grarr desproporcion que exista entre sus pa- 
tas posteriores y las anteriores; la cola es larga y delgada. Se 
diferencía de un género muy parecido (Dipodops) en que no 
tiene más que 4 dedos posteriores. Los dipodops, Ó mejor, por 
prioridad, Perodipus, tienen cinco dedos posteriores; no se en- 
cuentran-en los mismos lugares. 

Este animal es llamado Rata Jabalí ó Rata de San 
Luis, por los campesinos, pero también aplican este nom- 
bre á los Neotomas que difieren bajo todos aspectos. A pe- 
sar de la aserción de Lydekker no tiene nada de elegan- 
te como se puede ver por su retrato hecho sobre el ani- 
mal vivo; es al contrario recogido y se mantiene encorvado 
hacia adelante, actitud que he observado siempre en los mu- 
chos individuos de ambos sexos que he tenido en jaula. Sus 
dimensiones ordinarias son como sigue: cuerpo con la cabeza 
10 ena; cola 17 em; tarso econ los dedos un poco más de 4 em. 
El ojo es negro y algo proominente. Las orejas casi desnudas, 
pardo rosado claro, á veces con el borde negro. El cuerpo es 
aleonado parduzco: los flancos tiran á aleonado rojizo: las par- 
tes inferiores son de un blanco puro, bien separado de los eo- 
lores de las regiones superiores y laterales; de este mismo co- 

“lor son las patas anteriores con los dedos teñidos de rosa; al 
través del muslo se extiende una faja blanca que se continúa 
sobre el resto del miembro posterior hasta los dedos pero el 
tarso lleva por debajo una línea negra. La cola es parda por 
encima y por debajo, y blanca en los lados, así como el fleco 
que la termina. El pelo le forma una cresta. En derredor 
del ojo y en los lados del hocico blanco algo amarillo. Una man- 
cha negra encima de la punta del hocico, nariz color de rosa. 
Los dos sexos y los jóvenes no difieren. 

El esqueleto presenta particularidades notables que permi- 


“ 


DIPQDOMYS PHILLIPS1. 409 


A A A A AAA A AA _- 


ten reconocerlo á primera vista. El cráneo (véanse las figuras) 


DIPODOMYS PHILLIPSI, GRAY. 
+ tamaño natural. 


Cráneo, tamaño natural. 


se asemeja á un triángulo cuyo ángulo anterior está adelgaza- 
do y la parte posterior formada de dos globitos alargados y di- 
vergentes que son las bulas auditivas con su orificio auditivo 
externo muy ancho: los zigomas delgadísimos: la mandíbula in- 
Mem. Soc. Alzate. México. 'T. 26 (1907-1908)—53. 


410 ' A. DUGEs. 


ferior tiene el ángulo ancho y torcido hacia afuera. Las claví- 
culas son perfectas. El tórax, de forma cónica, es muy angosto 
en su porción anterior y se ensancha por atrás hasta voltearse 
hacia afuera, y viene á ser como la tercera parte del tronco. El 
cuello es muy corto porque las 3*, 4%, 5? 61, y 7* vértebras cer- 
vicales son muy deprimidas y como soldadas y sin apófisis es- 
pinosos. El fémur en su mitad proximal ofrece una lámina muy 
saliente y filosa: el peroné, muy delgado, se suelda en la mitad 
del hueso: los cuatro metatarsianos están bien distintos uno de 
otro, pero en una parte de su longitud, manifiestan una tenden- 
cia á la coalescencia que recuerda la soldadura de estos huesos 
en el Gerboa alactaga. El cerebro es liso. El pelo, muy suave. 

He recibido la Rata Jabalí de una hacienda ubicada entre 
León y Silao, de Comanjilla y de la Quemada. Parece que se 
ha hecho rara, pues hace años que no he podido conseguir un 
solo individuo. 

Estos roedores se alimentan de toda clase de semillas y de 
plantas verdes, pero parece que abundan en los chilares, y se 
les acusa de causar pérdidas en ellos: yo creo que, debido á la 
pequeñez de sus incisivos, han de ser poco nocivos, y que el 
daño debe atribuírse sobre todo á los meotomas que sno muy 
fuertes, voraces y numerosos, y tienen grandes incisivos. 

Observados en cautividad los dipodomys son interesantes. 
He visto la cópula: el macho abraza á la hembra por delante 
de los muslos como lo hacen los perros, y cuando ella se niega 
á sus deseos, él la muerde cerca de la cabeza: es de creer que 
esta mordedura no le duele mucho porque no grita; y yo mis- 
mo puedo asegurar por experisncia que es poco sensible y no 
saca sangre. Estos animalitos son de una agilidad extraordina- 
ria, muy juguetones y hacen saltos enormes para su tamaño, 
con frecuencia hacen maromas hacia atrás. Porlo general son 
mansísimos y no tratan de morder más que cuando se les mo- 
lesta, pero sueltan un chorro de orina clara amarilla é inodora. 
Son muy friolentos, y casi todo el día lo pasan dormidos entre 


DiPODOMYsS PHILLIPSI. . 411 


sus abrigos. Tienen un grito especial que parece el ruido de 
un beso. 

Me he extendido un poco sobre la historia de estos roedo- 
res porque no han sido estudiados hasta ahora con cuidado, 
y porque sus particularidades anatomo-fisiológicas presentan 
interés. Queda planteada la cuestión de las dimensiones extra- 
ordinarias de las extremidades posteriores; es un problema de 
biología que pide explicación y no me parece tan sencillo si se 
refiere uno á las reflexiones que encabezan esta pequeña bio- 
grafía. 


Guanajuato, Abril de 1908. 


p 0d 
x 


da 


SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 26. 


DANTCONTAN, 


DE MIS NOTAS DE VIAJES. 


POR EL DOCTOR 


J, M, DE LA FUENTE, M, $, A. 


La Capital gentílica del poderoso y floreciente Reino de 
Michoacán, la populosa Corte de los Reyes Tarascos, que con- 
taba en sus tiempos gloriosos con una población de 40,000 ha- 
bitantes, hoy es un pueblo insignificante que apenas cuenta 
con unos 3,000 vecinos que viven muy pobremente de la agri- 
cultura, de la pesca y de la alfarería. 

Tzintzuntzan, está situada en la margen Sur del hermoso 
lago de Pátzcuaro á cuatro kilómetros de Quiroga; sus calles 
son anchas, tiradas á cordel, de Sur á Norte y de Este á Oeste, 
y están formadas, en su mayor parte, de altas cercas de piedra 
laja sin ninguna argamasa. Inmediatos al pueblo, están dos 
elevados cerros, uno al Poniente y el otro al Oriente, los que 
proyectando sus sombras, mañana y tarde, sobre la población 
hacen que ésta sólo disfrute de muy pocas horas de sol, de lo 

que resulta que los días parecen demasiado cortos; y esta fué 
precisamente una de las razones de mayor peso de las que ale- 


414 J. M. DE LA FUENTE. 


gó el venerable Obispo D. Vasco de Quiroga para trasladar su 
silla Episcopal á Pátzcuaro en 1540. 

El Rey D. Felipe II, en su cédula fechada en Valencia el 
28 de Septiembre de 1534, le otorgó 4 Tzintzuntzan el título 
de ciudad y le concedió el escudo de armas que hasta hoy se 
conserva en el Juzgado de la población. 

En el Sur de la población, y muy inmediatas á ella, exis- 
ten dos grandes Y ácatas construídas de piedra laja sin labrar 
y superpuestas sin ninguna argamasa. Según cuentan allí, so- 
bre la Yácata del lado del Este, estaba el Templo y sobre la 
del lado Oeste el Palacio del Rey; pero yo creo, que dado lo 
deleznable de estas construcciones, deben haber tenido otro 
objeto, pues no parece posible que hayan podido soportar el 
peso de ningún edificio, por ligero que haya sido, y más bien 
me inclino á creer que sean túmulos. 

Por la calle que conduce al camino que va á Quiroga, so- 


bre una barranca que atraviesa la población de Surá Norte y - 


va á desaguar al lago, hay un puente de cal y canto en el que 
sé leen estas dos inscripciones que ostenta en sus dos cortinas 
grabadas en relieve sobre dos lápidas de cantera; la del lado 
Sur, dice: “SIENDO GOBERNADOR D. MIGUEL JOSEPH EN EL AÑO 
DE 1736. A COSTA DEL COMUN. Y SE FINALIZÓ EL 15 DE JUNIO 
DE 1756 N. S. SDO. ALCALDES D. PHEAEDO 1. D. PASCUAL GUA- 
CUJAN D. GENCIA 20. e 0 (aquí está rota la lápida y no se 
puede leer lo que sigue.) 

La inscripción del lado Norte, dice: “REYNANDO EL REY N. 
S. D, FERNANDO VI. Q. D. G, SE REDIFICÓ ESTE PUENTE EN LA 
CIUDA DE TZINTZUNTZAN.” 

Esta última inscripción, me recuerda aquella famosa leyen- 
da que cuentan se leía en un puente de cal y canto en Lagos, 
que decía: “ESTE PUENTE SE HIZO AQUÍ.” 

De capital del Reino de Michoacán, ha venido Tzintzun- 
tzan, áquedar convertido en Tenencia perteneciente á la Muni- 
cipalidad de Quiroga. 


PAY 


3 


'TZINTZUNTZAN. 415 


Los elementos de vida con que cuentan actualmente los ha- 

- bitantes de Tzintzuntzan son tan exiguos, que apenas les bas- 
tan para vivir muy pobremente, pues el comercio local está 
representado por dos únicos y miserables tendajones que só- 
lo giran unos cien pesos cada uno, incluso el ramo de panade- 
ría que también explotan. La industria más productiva del pue- 
blo es alfarería, pues la loza que fabrican goza de gran fama, 
no solo en Michoacán, sino en todos los mercados á donde se 
la lleva fuera del Estado. De este artículo, se elaboran 1,440 
cargas al año, las que, una con otra, según clase y tamaño, se 
venden á razón de un peso la carga, de lo que resulta un pro- 
ducto anual de $1,440. 

La agricultura se reduce á: 3,000 cargas maíz; 100 de frijol, 
50 de haba y 200 de cebada, las que se venden: á $3.00 $8.00 
$5.00 y $2.00 carga, respectivamente, lo que da un producto 
anual de $14,050 y agregando, á esta suma, el producto de la 
loza, tendremos un total de $15,490: suma tan exigua, que no 
se comprende cómo puedan vivir con ella los 3,000 habitantes 
que tiene la población. 

Los Miércoles y los Sábados, tienen lugar los tianguis los 
que se efectuán en el Desembarcadero, al estilo primitivo; allí 
no cireula moneda de ninguna clase solo se cambian efectos 
por efectos, las familias tienen que proveerse de loza, de la que 
allí se fabrica, la cual les sirve de moneda para hacer sus com- 
pras. 

Tzintzuntzan, es curato de la Mitra de Morelia, y tiene ac- 
,tualménte cuatro templos abiertos al culto católico, que son: 
la Parroquia, la Soledad, el Hospital y el Santuario de Gua- 

dalupe. 

La Parroquia, que fué el primer convento que los Francis- 
canos erigieron en Michoacán, es una hermosa construcción de 
cantería; en el cementerio, que es bastante extenso, se vén los 
cimientos de la catedral que comenzó á construír el venerable 


416 J. M. DE LA FUENTE. 


Obispo D. Vasco de Quiroga, cuya obra abondonó cuando tras- 


ladó su Silla Episcopal á Pátzcuaro. A la derecha de la puer- - 


ta de la Parroquia, está una pequeña Capilla de cantera la que 
apenas mide unas cinco varas de largo por cuatro de ancho, 
en el fondo tiene un altar también de cantera: esta fué la pri- 
mera Capilla que se construyó en Michoacán, en el mismo lu- 
gar donde se dijo la primera misa, y allí fué tambien donde su 
primer Obispo D. Vasco de Quiroga tomó posesión de su Obis- 
pado, pues en aquella época, era la única iglesia que había en 
Tzintzuntzan. Esa pequeña Capilla, además de recordar el si- 
tio donde se dijo la primera misa y el lugar donde tomó pose- 
sión de su Obispado el primer Obispo de Michoacán, recuerda 
también un hecho maravilloso que refiere la tradición. 

Se cuenta, y yo lo refiero aquí á título de curiosidad, que 
una vez en que los misioneros dispusieron que los neófitos que 
estuvieran ya suficientemente instruídos recibieran la prime- 
ra comunión, seleccionaron de entre ellos los más capaces y 
como, por su mala estrella, no tuvo la dicha de encontrarse en- 
tre estos una india llamada María Francisca, se deshizo en llan- 
to, pues tenía ardientísimos deseos de recibir la primera comu- 
nión; pero no había remedio, tenía que resignarse y esperar 
hasta tener la instrucción requerida para el caso. Llegó por fin 
el día en que los neófitos elegidos iban á recibir la primera co- 
munión, y para darle á aquel acto mayor esplendor se dispuso 
una solemne y magestuosa función de iglesia; mas como en la 
diminuta Capilla, 4 duras penas cabían los sacerdotes ofician- 


tes, toda la inmensa multitud de fieles ocupaba el cementerio - 


y confundida entre ellos, allá, entre los más lejanos, se encon- 
traba María Francisca compungida y llorosa. Llegada la hora 
de repartir el pan encarístico, al toque de la campanilla, todos 
los fieles se ponen de rodillas y el Sacerdote da principio á la 
sagrada ceremonia; de repente, una hostia se escapa de sus de- 
dos y vuela por sobre la asombrada multitud hasta la boca de 


'UZINTZUNTZAN. 417 


María Francisca quien la recibe llena de júbilo, con unción y 
recogimiento. Ante tan estupendo prodigio, los frailes se abren 
paso por entre la muchedumbre, van hasta donde se encontra- 
ba María Francisca y la conducen en triunfo hasta la Capilla, 
en seguida levantan una acta y forman un voluminoso expe- 
diente con las declaraciones de los innumerables testigos que 
presenciaron aquel prodigio, y eon él dieron cuenta al Papa, 
quien dispuso que María Francisca y todos sus descendientes, 
usaran para siempre el apellido de Feliz. Con este apelativo, 
conocíen Tzintzuntzan, unos tres individuos que se decían des- 
cendientes de María Francisca. 

En la Sacristía de la Parroquia, que es una pieza chica, y 
obscura, y por lo mismo la más inadecuada para el objeto, fué 
donde se les ocurrió colocar el hermoso cuadro del descendien- 
teque Felipe II regaló á4 Tzintzuntzan, cuya pintura se atribuye 
al Ticiano, loque no se puede confirmar porla falta de firma; pe- 
ro sea quien fuere el autor, ella es una óbra bellísima y de gran 
mérito, á juicio de cuantos inteligentes la han visto, tanto na- 
cionales como extranjeros. 

El cuadro mide unas cinco varas de largo por tres de an- 
cho; en segundo término, está representada la escena en que 
Felipe II hace entrega del Lienzo á los frailes que lo han de 
conducir á Tzintzuntzan; Felipe II está de pie y frente á él dos 
frailes Franciscanos y uno de éstos tiene en la mano un ro- 
llo que se supone ser el lienzo que acaba de recibir del Mo- 
narca. ; 

La iglesia de la Soledad, está contigua á la Parroquia y es 
un hermoso templo de cantera, amplio, con bastante luz y de 
arquitectura más moderna que San Francisco, pues su cons- 
trucción terminó á principios del siglo pasado según se ve en 
una de las dos inscripciones que están á la entrada de la esca- 
lera que conduce á la torre, en una de éstas dice: “SE HIZO LA 
DEDICACIÓN DE ESTE TEMPLO EN EL MES DE MARZO DE 1811.” 


Mem. Soc.Alzate, México. 'T., 26 (1907-1008) -54 


418 J. M. DE LA FUENTE, 


L 9 ., Z yA Ñ ; 
y en la otra inscripción, que está frente á ésta, se lee: “SE 
BLANQUEÓ ESTA IGLESIA EN EL MES DE JULIO DE 1817.” 


Esta iglesia, con todos sus altares, imágenes y paramentos, - 


fué costeada por el Canónigo D. Manuel Leso, de la Catedral 
de Morelia, quien fué originario de Tzintzuntzan. 

Llama la atención en este templo, ana primorosa urpa de 
carey armada sobre una armazón de plata y con aplicaciones 
del mismo metal sobre el carey en el que forman bellísimos y 
artísticos dibujos. Esta rica urna encierra una magnífica es- 
cultura del Santo Entierro, del tamaño natural. 

En el Presbiterio, al lado del evangelio, hay una bóveda 
subterránea á la que se baja por una escalera de madera, y mi- 
de cinco varas de largo por cuatro de ancho y tres de alto, el 
pavimento es de mezela sin pulir, y allí, sin caja vi cosa algu- 
na que lo resguarde, reposan los restos del Canónigo D. Ma- 
nuel Leso cuyo cráneo sorprende, verdaderamente, por sus de- 
formes y colosales dimensiones. 

La iglesia del Hospital, fué fundada por el inolvidable Obis- 
po D. Vasco de Quiroga, y de la del Santuario de Guadalupe 
no existen ningunos datos que nos dén á conocer su historia 
ni la época de su fundación; pero, á juzgar por su arquitectu- 
ra, debe ser el templo más moderno de ¡os que existen en Tzin- 
tzuntzan. 

Antiguamente, había mayor número de templos en la po- 
blación según se ve por las ruinas que todavía existen en las 
las iglesias del Tercer Orden, San Nicolás Tolentino y San- 
tiago. 

Contigua al cementerio de la Parroquia, está ana casa de 
adobe de construcción muy primitiva, la que se conoce por 
“LA KENGUERÍA” (de KENGUE, Mayordomo.) esta casa es la ofi- 
na de los Mayordomos de' los Santos y allí se reunen al fin 
de cada año los ancianos y vecinos principales del pueblo 
para elegir los Mayordomos que deben funcionar en el si- 
guiente. 


, TZINTZUNZAN. 419 


Tuve oportunidad de presenciar una de estas juntas elec- 
torales, y no puedo resistir la tentación de describirla. 

La sala donde se efectúa la reunión, es una pieza baja de 
techo, larga, angosta y muy obscura, pues solo recibe luz por 
dos diminutas ventanas, que más propiamente podrían llamar- 
se troneras, el suelo es el de tierra y allí no hay sillas, me- 
sas, ni mueble alguno; los electores se sientan en el suelo, 
con las piernas dobladas al estilo oriental, formando dos hile- 
ras á lo largo de la sala, una frente de otra; pero dejando en- 
bre ellas y la pared, un espacio suficiente para que pueda tran- 
sitar libremente el mozo, quien se ocupa, durante la sesión, de 
repartir cigarros á los electores y hacer circular entre ellos una 
botella con aguardiente; pero parece que esto es solo una ri- 
tualidad, puesto que terminada la sesión, que por cierto fué bas- 
tante larga, noté que la botella conservaba más de los dos ter- 
cios del aguardiente que contenía al principio; no obstante 
las frecuentes libaciones que habían hecho los Señores Elec- 
tores. 

El peor jugado de los mayordomos que allí se eligen, es el 
de Santa Elena de la Cruz (madre de Constantino) y sin em- 
bargo de ello, es la mayordomía más codiciada. Este mayordo- 
mo, se elige un año antes de aquel en que debe funcionar á fin 
de que tenga tiempo de construír una casa enteramente nueva 
en la que, según la tradicional costumbre, tiene obligación de 
recibir la:imagen de la Santa. 

Diez días antes de la fiesta de Santa Elena, esto es, el día 
8 de Agosto, transladan la imagen, de la casa del mayordomo 
saliente á la Parroquia, y allí, con intervención del Párroco y 
el Mayordomo Mayor y en presencia de los demás Mayordo- 
mos, hace formai entrega el Mayordomo saliente al entrante de 
la imagen y todo cuanto le pertenece, incluso el numerario que 
tiene en caja, y desde ese momento corren ya por cuenta del 
nuevo Mayordomo todos los gastos del novenario y de la gran 


e EN 


420 J. M. DE LA FUENTE. y; 


función que se celebra en honor de Santa Elena, y al día si- 
guiente de terminada la función, llevan con gran solemnidad, 
la imagen á la casa nueva que le tiene preparada, y bien ador- 
nada, el Mayordomo nuevo, y allí permanece todo el año reci- 
biendo la veneración y las limosnas de los fleles. 

A esta original costumbre debe Tzintzuntzan tener una Ca- 
sa nueva cada año, pues esas casas son propiedad de los Ma- 
yordomos que las fabrican y pasados seis meses de haberlas 
abandonado la imagen de la Santa, pueden disponer de ellas y 
dedicarlas al uso que quieran, solo á condición de que perma- 
nezca en ellas, á perpetuidad, una imagen de Santa Elena. 

Algunas noches en que la Luna lanzaba sus pálidos rayos 
desde el zenit sobre la rizada y cristalina superácie del lago, 
solía yo embarcarme de paseo, ya rumbo á los pueblitos de 
Santa Fe ó San Gerónimo, fundados por el inolvidable Obispo 


D. Vasco de Quiroga á orillas del lago, frente á Tzintzuntzan, 


ó bien bogábamos hacía las históricas islas de Janicho ó la 
Copanda; y cuando allá de lejos, dirigía la vista hacia á Tzin- 
tzuntzan, débilmente alumbrada por la luz melancólica de la 
Luna, y veía destacarse en el horizonte las torres de sus tem- 
plos y sus blancas Casas diseminadas aquí y allá sobre un fon- 
do negro en el que se adivinaban sus anchas calles formadas 
de altas cercas de piedra enegrecida por el tiempo, y más allá, 
tras el puéblo, las gigantescas sombras de las Yácatas; al con- 
templar aquel cuadro, en medio del profundo silencio de la no- 
che tan sólo interrumpido por el acompasado ruidó de los re- 
“mos; veía pasar por mi mente, en tumultuoso tropel, todos los 
recuerdos del pasado y se apoderaba de mi alma una pavorosa 
melancolía al pensar en el porvenir de aquel pueblo que tres- 
cientos años antes había sido la capital del poderoso reino de 
de Michoacán, y me decía, para mí: Quién sabe, si á pesar de 
la casa nueva que cada año proporciona á Tzintzuntzan la de- 
voción de Santa Elena, no pasen tal vez dos siglos sin que an- 


TZINTZUNTZAN. - 421 


den los sabios en disputas tratando de identificar el lugar don- 
de se asentó la ciudad que fué la Corte de los poderosos Reyes 
Tarascos, pues su actual decadencia, hace pensar, con tristeza, 
que tal vez esté destinada á desaparecer para siempre, como 
para siempre desaparecieron hasta los huesos de su último Mo- 
'narea y de sus nobles, cuyas cenizas hizo arrojar al río el am- 
bicioso é infame Nuño de Guzmán, después de haberles roba- 
do sus tesoros. 


México, Junio 1% de 1908 


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SOCIÉTE SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 26 


SUR LE RENPLISSAGE DE QUELQUES GISEMENIS METALLIPERES, 


PAR 


JUAN D, VILLARELLO, M. $, A, 


Ingénieur des mines. 


Les dernióres années du XIX? siécle et les premióres du 
XX* marquent, pour la géologie appliquée, une époque de dé- 
veloppement et de progrés, surtout dans la partie relative a la 
““métaiactogénie.” 

Des notabilités scientifiques européennes et américaines 
ont consacré toute leur énergie á Pétude de la genése des gi- 
sements métallifóres et la lumiére produite par leurs savants 
ouvrages nous illnmine á nous tous qui, au Mexique, nous dé- 
dions avec ardeurá Vétude de cette branche de la science géo- 
logique qui captive le savant et sert de guide A Pindustriel. 
Un travail assidu, poursuivi pendant un bon nombre d'années, 
a déjá indiqué le chemin qwil faut suivre dans Vétude des 
questions de gé>logie appliquése. Ce chemin est laborieux, 
sans doute, car il exclutles généralisations absolues, mais c'est 


1 Terme proposé par J. G. Aguilera. Bol. Soc. +eo1, Mex. Tome L., 
pag. 100. Note. 


424 JuAn D. VILLARELLO. 


le senl qui puisse nous conduire á des résultats approchant de 
la vérité. > 

Beaucoup de théories génétiques se lévent orgueillenses 
sur l'horizon de la science géologique; bien qu'elles sojent fort 
différentes, cependant elles se trouvent basées sur de solides 
fondations, sont confirmées par des faits tres nombreux, et 
sont applicables á des cas particuliers. En conséquence, Pheure 
n'est pas encore venue pour les généralisations absolues, et 
C'est pourquoi Punification des idées sans distinguar les cas, 
la génóralisation des théories sans étudier les faits locaux, 18 
peut former la régle de nos études ou investigations génétiques. 
Au contraire, chaque cas quí se présente doit étre considéré 
comme. un probléme local qui demande á étre étudié á fond 
afin que de ces faits locaux ainsi observés, on puisse déduire 
la théorie gónétique, claire, précise et applicable aux cas par- 
ticuliers. 

Les faits locaux étudiés avec attention pourront nous con- 
duire á une théorie génétique acceptable pour lexplication de 
ce cas particulier et, en échange, beaucoup de théories con- 
nues jusqu'ici seraientinjustement anéanties si on les forgait á 
expliquer les faits locaux observés. 

L'observatioy directe, P'étude spéciale de chaque gisement 
métallifóre et Punion entre tous ceux qui se dédient á cette 
classe de recherches, voilá le chemin súr que nons devons sui- 
vre pour arriver plus tard á la possession de la vérité en ce 
qui concerne la genése des gisements métalliféeres: 

Dans ce petit travail et sans chercher á généraliser des 
idées, je vais essayer Vexpliquér la maniére d'aprés ¡aquelle, 
probablement, s'est formé le remplissage que nous observons 
actuellement dans certains gisements métallifóres du Mexique. 
Ces gisements ont appelé Vattention de Pindustriel, mais bean- 
coup Ventre eux n'ont pas encore été suffsamment étudiés au 
point de vue scientifique. 


RUMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES. 495 


La théorie Vaprés laquelle les minéraux métalliques se ren- 
contrent dans les magmas en fusion ignéo-aqueuse et que les 
gisements métallifóres se forment principalement pendant le 
- refroidissement et la consolidation des roches éruptives qui 
les avoisinent, est une théorie parfaitement acceptable pour 
expliquer, comme on le verra plus tard, la génése d'un grand 
nombre des gisements métalliféres qui se trouvent au Mexi- 
que. 

Les minéraux caractéristiques du métamorphisme de con- 
tact sont des silicates dús, comme on le sait, á Paction qu'exer- 
centprincipalementsurles roches sédimentaires, les liquides et 
les vapeurs qui se séparent des magmas en fusion ignéo-aqueu- 
se, pendant le refroidissement et la consolidation de ces der- 
niers. Or, beaucoup de gisements métalliféres du Mexique 
se rencontrent dans des roches sédimentaires, parfois jurassi- 
ques es presque toujoms erétaciques et ils se trouvent dans 
la zone métamorphisée par le contact de quelque roche 
éruptive, zone qui a souffert le métamorphisme de silicatisa- 
tion." Dans ces gisements, les minéraux métalliques se ren- 
contrent unis si intimement avec les minéraux caractéris- 
tiques du métamorphisme de contact que Pon peut dire qwil 
existe une relation génétique entre tous ces minéraux et que 
tous se sont formés pendant la période de refroidissement et 
de consolidation de la roche érnptive voisine. Comme exem- 
ples de cette classe de gisements je pourrais citer entre au- 
tres: les gisements cupriféres de San José, dans le Tamaulipas; 


(1) C. R. Van Hise. A treatise on Metamorphism. XLVII Mono- 
graph. U, S. Geol. Surv. 1904, pag. 168-205 et 677, 


Mem. Soc. Alzate. México. T. 26 (1907-1908)—-55. 


426 JUAN D. VILLARELLO. 


les gisements semblables de Aranzazu et de Santa Rosa," les 
plombo-argentiféres de Salaverna, Albarralón et San Eligio, 
ceux de fer de Concepción del Oro; tous ces derniers se trou- 
vent dans PEtat de Zacatecas. Ces gisements se trouvent 
dans des calcaires jurassiques et crétaciques, roches qui sont 
coupées par des diorites quartziféres. 

Un grand nombre: de gisements métalliféres se rencon- 
trent au Mexique, dans des calcaires crétaciques, dans des en- 
droits trés rapprochés de roches éruptives tertiaires, Vandé- 
sites ou de rhyolites, en général. Dans le voisinage de ces gi- 
sements, les calcaires ont souffert parfois une simple recris- 
tallisation sans aucun changement dans leur composition chi- 
mique, métamorphisme connu sous le nom de marmorosis. Ce 
changement, comme on le sait, ést dí généralement á Paction 
de Veau á une température élevése, % comme celle qui se sépa- 
re un magma pendant le refroidissement de ce dernier. Ce 
métamorphisme et la proximité des roches éruptives font croi- 
re qu'il existe une relation génétique entre les gisements mé- 
talliféres mentionnés et les roches éruptives voisines. Comme 
exemples de ces gisements je puis citer: les gisements plom- 
bo-argentifóres de Mapimi” et de Velardeña, dans VEtat de 
Durango; ceux de mercure de la Cruz!” et de la Bella Union” 
á Huitzuco, dans l'Etat de Guerrero, ainsi que ceux, aussi de 


(1) J. D. Villarello. Le Minéral d'Aranzazu. Livre-Guide du Xe. 
Congrés Géologique International. México. 

(2) C. R. Van Hise. A treatise on Metamorphism. XLVIL Mono- 
graph. U. S. Geol. Surv. 1904. pag. 202. 

(3) J. D. Villarello. Le Minéral de Mapimí. Livre-Guidedu Xe. Con- 
grés Géologique International. ' 

(4) J. D. Villarello. Yacimientos mercuriales de Palomas y Huitzu- 
co. Mem. Soc. Antonio Alzate. Tomo XIX, pág. 95. 

(5) J. D. Villarello. Description des Mines La Bella Unión. Gentse 

des gisements de mercure, Mem. Soc. Ant. Alzate. Tomo XXIII, pag. 
395. 


REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES. 497 


mercure de Chiquilistlan”, dans PEtat de Jalisco. Tous ces 
gisements sont renfermés dans des calcaires mésocrétaciques, 
coupés par des andésites tertiaires. 

Quelques gisements métalliféóres se rencontrent au Mexi- 
que dans des schistes erétaciques et trés pres d'une andésite 
tertiaire, roche dans laquelle on distingue deux parties: Pune 
intrusive et Pautre effusive. Ces gisements ne pénétrent pas 
dans la partie effusive de landésite et ils ne sont pas noa plus 
coupés par la partie intrusive de cette roche, bien qwelle se 
se trouve trás rapprochée; c'est pourquoi on peut supposer que 
les dits gisements se sont formés pendant le refroidissement 
et la consolidation de la partie intrusive de Vandésite. Comme 
exemples de ces gisements je puis citer: les gisements auro— 
argentiféres du Mineral del Oro, dans P' Etat de Mexico et ceux 
de móme caractere, de Santiago”, dans VEtat de Michoacán. 

D'autres gisements métalliféres, et 1ls sont nombreux au 
Mexique, se rencontrent dans les roches éruptives tertiaires. 
Considérant que leur remplissage est postérieur á la consoli- 
dation et au crevassement de quelques-unes de ces roches, et 
en méme temps antérieur á Papparition d'autres roches égale- 
ment éruptives on peut dire que les gisements ci-dessus men- 
tionnés se sont formés pendant la période Vactivité éruptive 
de la région. Ce fait établit une rélation génétique entre les 
gisements mentionnés et quelques-unes des roches éruptives 
voisines. Comme exemples de ces derniers, je citerai: les gi- 
sements argentiferes et auro-argentiferes du Minéral de Gua- 
najuato;'*” les argentiféres et les plombo-argentiféres de Ga- 


(1) J. D. Villarello. Descripción de los criaderos de mercurio de Chi- 
quilistlán. Mem. Soc. Antonio Alzate. T. XX. pág. 389. 

(2) J. D. Villarello. Descripción de las Minas de Santiago y Anexas. | 
Mem. Soc. Antonio Alzate. Tomo XXIL pág. 125. 

(3) J. D. Villarello, T. Flores et R. Robles. Le Minéral de Guana- 
juato. Livre-Guide du Xe. Congrés Géologique Internat. 


428 JUAN D. VILLARELLO, 


món, la Silla, Pánuco de Coronado y Avino, dans P'Etat de 
Durango, lesquels sont postérieurs á la diabase et landésite 
et sont_en relation génétique avec la rhyolite mais sont an- 
térieurs au basalte de la région; les auro-argentiféres du Mi- 
neral de Taviche, dans 'Etat de Oaxaca, qui sont postérieurs 
á Vandésite amphibolique tertiaire de cette localité et sont 
en relation génétique avec une tosca également tertiaire; les 
gisements de mercure de Palomas'” dans VEtat de Durango, 
qui sont renfermés dans la rhyolite et sont antérieurs au ba- 
salte du voisinage. enfin les gisements auro—argentiféres du 
Mineral de Providencia, dans 'Etat de Guanajuato, postérieurs 
á la diabase tertiaire et en relation génétique avec une roche 
dacitique également tertiaire. 

Il est certain que tous les gisements métalliféres qui en- 
richissent le sol du Mexique ne se trouvent pas en relation 
gónétique étroite avec les roches éruptives qui les ayoisinent . 
mais comme on peut le voir par ce qui précéde, beaucoup de 
ces gisements, et probablement la plus grande partie entre 
eux, paraissent s'ótre formés pendant la période de refroidis- 
sement et de consolidation des roches éruptives tertiaires du 
voisinage. En suivant une clasification génétique” j'ai donné 
á ces gisements le nom de: magmatogéniques, dús á la déshy- 
dratation magmatique et c'est á eux seuls que je ferai allusion 
dans ce petit travail. 


* 
E * 


Pendant le refroidissement d'un magma, en fusion ignéo- 
aqueuso, leau qwil contient-s'en sépare; cette eau entraine 


(1) J. D. Villarello. Los yacimientos mercuriales de Palomas y Huit- 
«zuco. L,. c. pág. 95. 
(2) J. D. Villarello. Reseña del Mineral de Arzate. Mem. Soc, An- 
tonio Alzate. Tomo XXIII, pág. 235. 


REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIF£ERES. 429 
» 


avec elle, en dissolution, non seulement une certaine quanti- 
té de silice, mais aussi une quantité considérable d'agents chi- 
miques'” et de différents composés métalliques solubles dans 
Ces eaux magmatiques. 

L'état physique de eau, au moment oú elle se sépare d'un 
magma, varie avec la température et la pression mais cette 
eau liquide ou en vapeur, et toujours á une haute températu- 
re, pénétre dans les roches voisines du magma par leurs par- 
ties perméables, c'est-á-dire par les parties poreuses ou frac- 
turées. A mesure que l'eau ainsi séparée s'avance vers les ro- 
ches avoisinantes, en s'éloiguant du magma, sa température 
diminue quand elle entre en contact avec des roches plus ou 
moins froides et quand elle se mélange avec les eaux Vorigi- 
ñe météorique qui se rencontrent dans les fractures et les po- 
res de ces roches. 

Quand les eaux magmatiques se mélent aux eaux météo- 
riques, la température de ces derniéres s'éléeye et en méme 
temps les eaux météoriques s'enrichiront en composés méta- 
lliques. Cette élévation locale de température donnera origine 
á des courants ascendauts de ces eaux ainsi mélangéos qui 
arriveront á atteindre le niveau hydrostatique de la région, et 
parfois, dépasseront ce niveau. Pendant ce trajet qui est sur- 
tout ascendant, bien qwil puisse étre partiellement horizontal, 
les eaux météoriques réchauffées et enrichies, comme je Pai 
dit plus haut, déposeront des minéraux pour des causes entre 
lesquelles je mentionnerai les suivantes: par leur mélange avec 
des solutions de composition différent, qui circulent dans des 
fractures transversales au cours de leur trajet principal; par 
des substitutions métasomatiques entre ces eaux minéralisan- 
tes et les roches des épontes; et par la diminution de tempé- 


(1) C. R. Van Hise. L. c. pág. 1032. 


430 j JUAN D. VILLARELLO. 


»R 
rature et de pression qui permet la cristallisation'” de quel- 
ques composés en dissolution auparavantjusqu/á saturation de 
ces eaux, et les espéces minérales en se déposant, incrustent, 
dans ce cas, les parois des fractures. 

Ce qui a été dit antérieurement peut expliquer d'une fa- 
gon générale la mauiére probable dont s'est formé le remplis- 
sage primaire du plus grand nombre des gisements métalliféres 
du Mexique, auquel je fais allusion dans ce travail, Mais, dans 
le but Vexpliquer plus en détail le procédé de ce re nplissage 
et de distinguer ses différentes phases, il est nécessaire de pré- 
senter 1ci quelques autres raisonnements. 

Pour quun composé métallifére se précipite de la solution 
quí le renferme et puisse se déposer dans les cavités ou frac- 
tures daus lesquelles circule la solution minéralisante, il fant 
que dans la dite solution setrérifie un certain changement phy- 
sigue ou chimique; que ce changement de conditions occa- 
sionne P'insulubilité de ce composé métallifére dans la dite so- 
lution et par conséquent sa stabilité dans la méme solution. 
Alors le minéral se déposera, constituant ainsi une partie du 
remplissage métallifére du gisement. Mais ce minéral ne res- 
tera pas deposé dans la fracture ou dans les cavités qui ser- 
vent á la circulation des eaux, s'il n'est pas stable dans les con- 
ditions auxquelles il doit rester assujetti, tant que continuera 
ou que pourra continuer la circulation des eaux dans les dites 
cavités. En conséquence, pour qu'un minéral reste déposé, 
constituant une partie du remplissage Yun gisement, il faut 
qwil soit insoluble et inaltérable dans les eaux qui circuleront 
postérienrement dans la fracture ou la cavité oú il 'est dépo- 
sé ou bien que ces eaux ne puissent entrer en contact avec 
lui. y 


(1) H. F. Bain. Preliminary report on the Lead and Zinc Deposits 
of the Ozark Region. 22d. Ann. Rep. U. S. Geol. Surv. Part 2d. 1901. 
Pag. 103. 


REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES. 431 


D'un autre cóté, les agents chimiques qui se séparent de 
Peau pendant le refroidisement d'un magma, varient lente- 
ment, comme on a pu Pobserver dans les émanations voleani- 
ques. En effet, dans les fumerolles tres chaudes dominent 
en général les acides fluorhydrique et clorhydrique; si la tem- 
pérature est moins élevée les acides sulfureux et sulfhydrique 
sont trés abondants, tandis quw'á une basse température, on 
trouve dans les fumerolles Vacide carbonique.” Cette varia- 
tion lente dans la composition des eaux magmatiques séparées 
et la diminution également lente de la température de ces der- 
nióres, á mesure que le magma se refroidit, constitue un chan- 
gement de conditions qui oceasionne Venlevement de quelques- 
unes des espéces minérales déposées auparavant sur le trajet 
que sulvent ces eaux, solt seules, soit mélangées avec celles 
Vorigine météorique. Ces enlevement se produiront surtout: 
dans les endroits oú le remplissage métallifére n'a pas obstrué 
complótement les fractures ou cavités par od circulent les 
eaux déjá mentionnées ou dans les endroits perméables de ce 
rem plissage. 

Las enlévements antérieurs peuvent étre dús principale- 
ment aux causes suivantes: l'appauvrissement des eaux ther- 
mo-minérales en quelqu'un des composés métalliques qwaupa- 
ravant elles renfermaient en dissolution, ou á un changement 
dans la quantité ou la nature des agents chimiques contenus 
dans ces ezux. Dans le premier cas, les minéraux qui se sont 
déposés par cristallisation dans des solutions supersaturées 
du composé relatif, cessoront Vétre stables ou insolubles dans 
la solution devenue pauvre en ce composé, mais qui contient 
les mómes agents chimiques permettant la dissolution du dit 
composé. Dans le second cas, les minéraux déja déposés peu- 


(1) S. F. Emmons. The Mines of Custer County, Colorado. 17th. 
Ann. Rep. U. 5. Geol. Surv. Part 2, pag. 436. 
(2) C. R. Van Hise. L. c. pag. 491. 


432 JUAN D. VILLARELLO. 


vent bien n'ótre pas tous stables dans une solution qui contien- 
drait des agents chimiques divers et distincts de ceux qui exis- 
taient dans les premiéres eaux circulant dans la fracture ou la 
cavité oú se trouvent déposés ces minéranx et alors ces der- 
niers seront dissous et transportés jusqu'a Pendroit oú chan- 
geront les conditions chimiques ou physiques de cette dissolu- 
tion, ce qui permettra le dépót du minéral ainsi transporté, ou 
bien, les minéraux déposés en premier lieu sonffriront des subs- 
titutions métasomatiques, quand ils seront lavés par les nou- 
velles eaux minéralisantes, et cela donnera lieu á la formation 
Vautres spéces minérales. 

L'émigration des minéraux dans un gisement métallifore, 
ses enlévements, ses changements, ses concentrations et ses 
substitutions métasomatiques avec les eaux minéralisantes 
qui circulent en contact avec eux, atteindront une étendue 
beaucoup plus grande et seront beaucoup plus complets dans 
les cavités ou fractures supercapillaires que dans les capillai- 
res, c'est-á-dire dans les roches de grande perméabilité et non 
dans celles de perméabilité restreinte. En effet, dans ces der 
nióres, comme les roches poreuses, les minéraux se déposent 
dans les petites cavités, les remplissent complétement, et alors 
la roche qui Vabord était poreuse et pérmeable devient ainsi 
imperméable. Par conséquent, la circulation postérieure des 
eaux minéralisantes sera empéchées aussitót dans ces endroits 
et ainsi, les minéraux qui y sont déposés ne seront plus ex- 
posés á souffrir des enlovements postérieurs. Les eaux miné 
ralisantes continueront ensuite á circuler dans des espaces 

distincts des roches poreuses et selon que continuera á varier 
la composition aussi bien que la température de ces eaux, et 
par conséquent leurs conditions minéralisantes, se déposeront 
des espóces minérales plus ou moins différentes sur les divers 
trajets qwelles parcouront, Comme conséquence de ce qui 
vient d'étre expliqué, dans les gisements contenus dans des ro- 


REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES, 433 


ches poreuses, il sera difficile d'établir les relations paragéné- 
tiques entre les minéraux qui y sont deposés; il en résultera 
de mémo que la distribution des différentes espéces minéra- 
les qui se rencontrent associées dans ces gisements métallifó- 
res sera trés irreguliére. 

Dans les fractures ótroites ou diaclases capillaires, le rem- 
plissage peut aussi s'effectuer rapidement quand les espéces 
minérales s'y déposent et une fois que celles—-ci se trouvent 
séparées de la circulation des eaux minéralisantes, elles 'au- 
ront plus á souffrir d'enlóvements postérieures; au contraire, 
les eaux minéralisantes continueront á circuler par autres 
endroits qui seront restés libres ou vides dans les dites diacla- 
ses ou par Vautres fractures de formation ultérieure aux pre- 
mióres. Ces secondes fractures peuvent se remplir d'espéces 
minérales tout á fait différentes de celles qui forment le rem- 
plissage des premiéres diaclases car la composition et la tem- 
pérature des eaux minéralisantes peuvent avoir subi une mo- 
dification. C'est ainsi que Pon peut expliquer pourquoi souvent 
Pon rencontre une minéralisation différente dans des fractu- 
res trás rapprochées les unes des autres; ainsi s'explique éga- 
lement pourquoi est si différent le remplissage que Pon ren- 
contre dans les réouvertures des gisements, si on le compare 
avec le premier remplissage de ces derniers. 

Je pourrais citer de nombreux exemples entre les gise- 
ments métalliféres du Mexique, qui ont la forme de “filons- 
diaclases étroites,” et dans lesquels on ne peut établir de re- 
lations paragénétiques entre les minéraux qui constituent leur 
remplissage. Je me limiterai á mentionner seulement les filons 

_des fonds miniers Providencia et La Fortuna, dans le Miné- 
ral de Zacualpan, Etat de Mexico, ensuite beaucoup de “f- 
lons—diaclases étroits” que je connais au Mexique, et qui, bien 


(1) J. D. Villarello. Descripción de algunas minas de Zacualpan. 
Mem. Soc. Ant. Alzate. Tomo XXIIL, pág. 253. 


Mem, Soo. Alzate. México, T. 26 (1907-1908)— 56. 


434 JUAN D. VILLARELLO. 


que paralléles et trés rapprochés les uns des autres, sont rem- 
plis Vespéces minérales fort différents. Parmi ces derniers, je 
puis citer les filons du Rosario et la Víbora, dans le Minéral 
de Pánuco de Coronado, dans VEtat de Durango; le premier 
est constitué par des pyrites de fer et des sulfoantimonites 
Vargent, tandis que le second ne renferme que de la blende 
argentifére, espéce minéral qui se rencontre dans ce filon de- 
puis la surface du sol. Ces faits peuvent s'expliquer par les 
raisonnements que j'al indiqués plus haut. 

Dans'es fractures ou cavités supercapillaires, les eaux mi- 
néralisantes peuvent cireuler pendant une période beaucoup 
plus longue que quand elles parcourent des fractures capillai- 
res qui se remplissent en peu de temps. C'est pour cette rai- 
son que dans la formation du remplissage métallifóre Vune 
fracture supercapillaire on peut distinguer différentes phases 
dont je m'occuperai plus loin. Cette longue circulation des 
eaux minéralisantes occasione, comme on la verra bientót, une 
série trós variós enléóvements, de concentrations Vespéces mi- 
nérales et 'enrichissements partant de la profondeur pouraller 
vers la surface du terrain; de telle sorte que cette “différen- 
ciation primaire” dans le remplissage métalliféere est la plus 
stable dans les dernióres conditions auxqueiles fut assujetti 
ce remplissage sous le niveau hydrostatique de la région et - 
particuliérement en ce qui concerne la composition chimique 
des dernióres eaux thermo-minérales qui aient parcouru cha- 
cune des parties du gisement métallifóre. 


* 
X* * 


Quand le refroidissement d'un magma commence, les mi- 
néraux les plus basiques sont ceux qui, en général, commen- 
cent á se cristalliser, parce qwils sont les plus insolubles dans 


1 
REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES. 4d 


la partie fluide du magma,“ qui devient de plus en plus acide 
á mesure que progresse la solidification des composés basi- 
ques. Durant cette période de la cristallisation d'un magma 
la quantité de silice qui s'en sépare avec Peau doit étre tres 
grande, tant en raison de la haute température de Peau, que 
parce que ces conditions sont peu favorables á la cristallisation 
du quartz comme élément constitutif de la roche. Cette solu- 
tion concentróe de silice, dans laquelle peuvent se trouver 
des composés métalliques séparés également du magma, en 
circulant par les fractures des roches voisines et en perdant 
par conséquent sa température et sa pression, peut arriver á 
présenter quelques fois un caractére semi-visqueux. Cette so- 
lution colloidale, en se gólatinisant, remplira la fracture par 
oú circule la solution, avec un dépót de quartz amorphe, dans 
lequel resteront emprisonnés les composés métalliques conte- 
nues dans la dite solution. Ces espéces minérales, plus ou 
moins diffórentes, resteront distribuées d'une maniére irrégu- 
liére dans le quartz qui leur sert de matrice. C'est de cette 
maniére que l'on peut expliquer la formation du remplissage 
métallifóre de plusieurs gisements du Mexique parmi lesquels 
je pourrais citer: les auriféres du Cerro de la Gloria, á El Pa- 
rian, dans VEtat de Oaxaca. 

Quand la température du magma baisse, les minéraux 
moins basiques se eristallisent, puis enfin le quartz.4 Alors, 
la solution de silice et des composés métalliques, séparée du 
magma, pourra devenir une solution aqueuse normale relati- 
vement moins concentrée en silice que la précédente et dans 
laquelle pourront se cristalliser les espóces minérales. Alors 


(1) J. H. Prat. The Ocurrence, Origin and Chemical Composition 
of Chromite with especial renference to the North Carolina Deposits. Trans. 
Am, Inst. Min. Eng. Vol. XXIX, p. 18. 

(2) J. E. Spurr. Geology of the Yukon Gold District. 18th. Ann, 
Rep. U. 5. Geol. Surv. Part 3d p. 309. 

(3) J. E. Spurr. L. c. p, 309. 


436 JUAN D. VILLARELLO. 


aussi, le remplissage métallfiére, ainsi formé, présentera une 
structure distincte de celle qu'il présente dans le cas antérieur. 
Cette solution aqueuse normale circulera par les espaces vides 
réunis qui seraient restés dans le remplissage amorphe cité 
plus haut dans les révuvertures de ce remplissage ou bien 
par d'autres fractures. Dans le premier cas, le second remplis- 
sage formera des lentilles plus ou moins réunies entre elles, 
comme céelles que Pon rencontre dans quelques—-uns des gise- 
.ments du Minéral de Curucupaseo dans l'Etat de Michoacán. 
Dans le second cas, le remplissage postérieure formera les vei- 
nules (“hilos,” “cintas” ou “cordones”) que Pon rencontre sou- 
vent richement minéralisées dans plusieurs des veines argen- 
tifóres du Mexique et parmi lesquelles je citerai celles du Mi- 
nóral de Noxtepec, dans 'Etatde Guerrero et, dans le troisiéme 
cas, il se formera des rameaux diagonaux ou satellites, son- 
vent mieux minéralisés que la veine principale, comme on peut 
Pobserver dans un grand nombre de mines du Mexique. 
Ainsi qwon le voit par ce qui précede, la structure du rem- 
plissage Yun gisement métallifóre dépend en partie de la tem 
pérature á laquelle il s'est formé et aussi de la composition de 
la roche éruplive qui se rencontre en rélation génétique avec 
le dit gisement. En effet, les roches basiques se cristallisent 
comme on le sait, á une température plus élevée que les aci- 
des; et par conséquent, la formation du remplissage métalli- 
fére des gisement en relation avec les premiéres roches, pou- 
rra commencer á s'effectuer á une température plus élevése que 
celle des gisements qui se trouvent en relation génétique avec 
les secondes. D'apres cela et pour les raisons indiquées anté- 
rieurement, le remplissage primaire des gisements en relation 
avec des roches basiques, pourra étre plus ordinnirement de 
structure massive et, en général, plus quartzeuse que le rem- 


(1) J. E. Spurr. Loc. cit. pag. 309. 


REMPLIS8AGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES. 437 


plissage des gisements qui se trouvent en relation génétique 
- avec des roches acides. 

Le refroidissement de la partie profonde d'un magma étant 
excessivement lent, il se passera un laps de temps trés long, 
pendant lequel continuera á se réaliser la séparation des eaux 
magmatiques minéralisées, le réchauffement et la minéralisa- 
tion des eanx Vorigine météorique, par leur mélange avec les 
eaux magmatiquas et la circulation, dans les fractures des ro- 
ches, de ces eaux ainsi méólangées. Tout ce qui vient d'étre 
dit facilitera le remplissage complet des cavités dans lesquel- 
les S'effectue la circulation des dites eaux. D'un autre cóté, 
comme le refroidissement d'un magma est beaucoup plus lent 
dans les profondeurs qu'á la surface du terrain, la roche peut 
déjáa étre solidifiés á la surface et méme fracturée, alors que 
dans les profondeurs, le magma est encore chaud et qu'il sen 
sépare encore des eaux magmatiques minéralisées. Ces eaux 
peuvent oceasionner le remplissago métallifóre des nouvelles 
fractures formées á la surface du terrain; de méme elles peu- 
vent, avec leur dépót métallifere, remplir les réouvertures des 
gisements déja formés. Ces réouvertures permettront que les 
eaux minéralisantes recommencent á suivre le trajet qu'elles 
parcouraient auparavant, pendant la premiére phase de la for- 
mation du gisement. Mais, comme entre la premiére phase et 
la seconde, la température et la composition des eaux minéra- 
lisantes ont pu varier, les espéces minérales déposées pendant 
la seconde phase, peuvent étro distinctes de celles qui se trou- 
vent dans le remplissage antérieur. Comme exemples de gise- 
ments métallifóres du Mexique qui se sont probablement for- 
més pendant le refroidissement de la partie profonde du mag- 
ma qui oecasionna la formation de la roche dans laquelle sont 
renfermés les mémes gisements, je pourrais citer entre autres: 
ceux de mercure de Palomas, dans Etat de Durango et les 


438 JUAN D. VILLARELLO. 


auriféres du Minéral Arzate,” 6galement dans "Etat de Du- 
rango. 

Je n'ai pas Vintention de décrire maintenant en détail les 
diverses phases de la formation du remplissage d'un gisement 
métallifére mais J'indiquerai simplement les changements qui 
peuvent se produire dans le dit remplissage, pendant la pério- 
de oú dominent dans les eaux minéralisantes Vhydrogéne sul- 
furé, (acide sulfhydrique) et le bioxyde de carbone (acide car- 
bonique). 4 


* 
k k 


Quand les eaux magmatiques seules, ou mélangées avec 
celles origine météorique, contiennent les acides sulfhydri- 
que et carbonique, elles attaquent les roches feldspathiques 
ou calcaires dans les cavités desquelles elles circulent, etde cet- 
te attaque résulte une solution dans laquelle se trouvent, en 
équilibre chimique: d'un cóté, Pacide carbonique, les sulfures et 
sulfhydrates alcalins et alcalino-terreux et dun autre cóté 
Vacide sulfhydrique et les carbonates alcalins et alcalino-ter- 
reux.!” 

L'acide sulfhydrique étant peu soluble dans Peru, il faut 
une température et une pression élevées pour que, dans la so- 
lution antérieure, existe Vacide sulfhydrique libre, en grande 
quantité. Mais alors, dans la dite solution pourront se dissou- 
dre les sulfures de plomb, de zine et Vargent. Ces sulfures 
sont insolubles dans les sulfures et sulfhydrates alcalins et al- 
calino-terreux et, par conséquent, quand, dans la solution an- 
térieure diminue la quantité d'acide sulfhydrique qu'elle con- 
tient, les sulfures métalliques que je viens Vindiquer se préci- 


(1) J. D. Villarello. Reseña del Mineral de Arzate. Mem. Soc. An- 
tonio Alzate, Tomo XXITI, pág. 211. 

(2) J. D. Villarello. Génesis de los yacimienios mercuriales de Palo 
mas y Huitzuco. L. c. pág. 98. 


REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES, 439 


piteront. Cette diminution de la quantité Vacide sulfhydrique 
libre contenue dans la solution sera due: á la diminution de 
la température et de la pression, ou bien á Paction chimique 
qwexerce cet acide sur le calcaire ou résulte la formation de 
sulfure de calcium et Yacide carbonique libre. Ce qui précé- 
de semble expliquer pourquoi les gisements plombo-argenti- 
féres sont plus fréquents dans les roches calcaires que dans 
les roches éruptives et aussi pourquol est si commune lasso- 
ciation de la galóne et de la blende dans ces gisements ainsi 
que dans les gisements argentiféres. Au Mexique, les gise- 
ments de plomb se rencontrent généralement dans les calcai- 
res et beaucoup d'entre eux sont, en réalitó, des gisements mix- 
tes de plomb et de zinc. Cette association est si constante que 
méme dans les filons d'argent de ce pays, la présence du sul- 
fure de plomb'est un indice certain de celle du sulfure de zinc, 
et vice versa." Ñ 
Quand diminue la température de la solution minéralisan- 
te déjáa indiquée, la quantité Vacide sulfhydrique libre diminue 
ainsl par conséquent que son aptitude á former des gisements 
de plorb. Mais en échange, les sulfures, sulfhydrates et car- 
bonates alcalins permettront la dissolution des sulfures dar- 
senic et d'antimoine, et les sulfosels ainsi formés oceasionnent 
la dissolution des sulfures d'argent et de cuivre. De cette so- 
lution pourront se précipiter des sulfoantimonites de cuivre et 
- Vargont, pour les causes suivantes, entre autres: par crista- 
llisation, quand la solution est supersaturée; par diminution 
de température, quand la solution approche de la surface du 
+terrain; par oxydation de cette móme solution, quand elle se 
méle aux eaux Vorigine météorique contenant de Poxygéne et 
circulant dans des fractures transversales: en effet, cette oxy- 


(1) J. G. Aguilera. Geographical and Geological Distribution of the 
Mineral Deposits of Mexico. Trans. Am. Inst. Eng. Vol. XXXII, 1902, 


pag. 512. 


440 JUAN D. VILLARELLO 


dation transforme les sulfures et sulfhydrates alcalins et al- 
calino-terreux, en thiosulfates correspondants (hyposulftes), 
dans lesquels sont insolubles les sulfures et sulfoantimonites 
métalliques déjá mentionnés. 

Si la température des eaux sulfureuses minéralisantes di- 
minue encore davantage, ces eaux pourront encore dissoudre 
les sulfures de fer, de mercure et d'antimoine, et surtout ces 
derniers et alors ces sulfures se précipiteront de la solution 
pour des raisons identiques á celles qui ont été mentionnées 
plus haut. 

Comme on le yoit, la galéne et la blende sont des miné- 
raux qui, en général, se déposent dans les gisements métalli- 
féres á température plus élevée que les autres minéraux men- 
tionnés auparavant et, en conséquence, ce sont eux qui, le plus 
ordinairement, constituent le remplissage le plus ancien des 
gisements métalliféres. Ou peut les rencontrer depuis la sur- 
face du sol jusqu'á de grandes profondeurs, comme on peut 
Pobserver dans les gisements plombo-argentiféres du Minéral 
de Mapimí, dans Etat de Durango. e 

La galóne et la blende rétant pas solubles dans la solu- 
tion sulfureuse quand diminue la température de cette dernié- 
re, on peut dire que ces minéraux seront stables dans les con- 
ditions postérieures auxquelles ¡ls seront soumis et que, par 
conséquent, leurs changements postérigurs ne sont pas de 
grande importance. 

Les sulfures Vargent et de cuivre qui se seraient déposés 
avec ceux de plomb et de zinc, pendant la premiére phase de 
la formation du remplissage métallifére d'un gisement, ne se- 
ront pas stables dans les conditions postérieures auxquelles ¡ls 
seront soumis, surtout dans les parties perméables du premier 
remplissage et en général dans toutes les parties oú ces miné- 
raux pourront se trouver en contact postérieur avec les eaux 
thermominérales ascendantes. En effet, bien que la tempéra- 
ture de la solution sulfureuse ait diminué, aussi bien que la 


ZEMPLISSAGE DES GISEMENTS MÚTALLIFERES, 441 


py ci a la a — e Z =- o 


quantité Vacide sulfhydrique libre qwelle contient, cependant 
cette solution peut encore dissoudre les sulfures Vargent et 
de euivre, parce que ees derniers sont solubles dans les sul- 
foantimonites et les sulfoarsenites alcalins qui peuvent se ren- 
contrer dans la solution sulfureuse, pendant cette période de 
son refroidissement. Pour cette raison, les dits sulfures méta- 
lliques pourront émigrer pour se déposer ensuite sous la for- 
me de sulfoantimonites Vargent ou de cuivre, dans une situa- 
tion plus rapprochée de la surface, dans les endroits ou va” 
rient les conditions physiques ou chimiques de la solution sul- 
fureuse ascendante. Cette émigration des sulfures mentionnés 
de la profondeur vers la surface du terrain, oceasionna une 
concentration des sulfoantimonites d'argent ou de cuivre dans 
une zone relativement peu profonde du remplissage métalli- 
fére du gisement. Au Mexique, on observe, dans une multitude 
degisements, que au bas de la zone des “colorados” c'est-á- 
dire en bas de la zone Voxydation et aussi au bas du niveau 
hydrostatique de la région, les sulfoantimonites Vargent sont 
trós abondants et qwils se rencontrent á une profondeur plus 
ou moius variable. Mais á une profondeur plus considérable 
ces minéraux VPargent disparaissent presque complétement 
et on voit apparaítre la galéne et la blende, qui, en général, sont 
trés pauvres en ce dernier métal. Comme exemples de cette 
classe de gisements, je pourrais citer: ceux du Minéral de Tax- 
co, dans Etat de Guerrero. Ces gisements sont trés riches en 
argentjusqu'á une profondeur V'environ 300 métres, mais con- 
tiennent fort pou de ce métal á une plus grande profondeur. En 
effet, a 400 métres on rencontre seulement la blende noire et 
un peu de galéne mais avec un alliage trés pauvre Vargent. 
Quand diminue la température de la solution sulfureuse 
ascendante et qu'en méme temps, diminue la quantité de sul- 
fosels alcalins déjá mentionnés qu'elle contient, les sulfoanti- 
monites de cuivre ou d'argent qui s'ótaient déposés auparavant 
resteront stables mais le cas sera différent pour les sulfures 


Mem. Soc. Alzate. México. N T. 26 (1907-1908) 57. 


PA 
Pr. 


442 JUAN D. VILLARELLO. 


E Ea * A AA o ai 


de mercure et Vantimoine qui auraient pu se déposer pendant 
Pune des deux phases antérieures de la formation du rem- 
plissage métallifóre du gisemeut. En effet, ces sulfures sont 
solubles dans les mélange de sulfures et de sulfhydrates al- 
calins, méme si le température de la solution sulfureuse est 
relativement basse. C'est pourquoi, le cinabre et la stibnite 
auront une tendance á émigrer de la profondeur vers la sur- 
face du terrain pour recommencer á se déposer durant ce tra- 
Jet, alors qu'il se produit un changement dans les conditions 


physiques ou chimiques de la dite solution. Cette émigration 


sera cause que le cinabre se concentre de préférence dans une 
zone superficielle du gisement et aussi que parfois ce minéral en 
enveloppe Vautres qui se seraient déposés pendant quelqu'une 
des phases antérieures de la formation du remplissage métal- 
lifére, Au Mexique, on peut observer que la partie utilisable 
industriellement, dans les gisements de mercure, est généra- 
lement superficielle et que la quantité de mercure diminue con- 
sidérabloment á mesure qwaugmente la profondeur des tra- 
vaux dans le gisement. En outre, quand le cinabre se rencon- 
tre dans les gisements argentiféres ou plombo-argentiféres 
du Mexique, ce West que dans la partie superficielle de ces 
gisements et alors aussi il enveloppe les minéraux Vargent ou 


de plomb. Comme exemples de cette derniétre sorte de gise- 


ments, je pourtais citer: les gisements argentifóres de San 
Juan de la Chica; ceux de Pozos, dans VEtat de Guanajuato 
et les gisements plombo -argentiféres du Minéral de Pregones 
dans les environs de Taxco, Etat de Guerrero. 

ll est un fait généralement observé, á savoir que: les.mi- 
néraux de plomb ne se rencontrent pas associés au einabre, 
méme quand au voisinage des gisements de mercure se ren- 
contrent parfois des gisement de plomb, comme c'est le cas 
dans les environs de Huitzuco, Etat de Guerrero. Ce fait pa- 
raút expliqué par ceo que nous avons dit antérieurement. En 
effet, les gisements de plomb exigent, pour leur formation, 


REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES. 443 


une température élevée et la présence d'une grande quantité 
Vacide sulfhydrique libre, dissous dans la solution sulfureuse 
minéralisante, conditions dans lequelles le cinabre rest pas 
stable, Au contraire, les gisements de mercure se forment 
graduellement á basse température, quand la quantité dVaci- 
de sulfhydrique contenue dans la solution est relativement pe- 
tite et quand on rencontre dans cette méme solution les sulfu- 
res et sulfhydrates alcalins en proportion réduite, 

Il semble que le fer se sépare du magma pendant toutes 
les póriodes de refroidissement de ce deruier; en conséquence 
méme quand la pyrite est, comme le cinabre, soluble dans le 
mélauge de sulfures et de sulfhydrates alcalins, le sulfure de 
fer peut se déposer au cours de "importe quelle phase de la 
formation du remplissage métallifere un gisement, et il peut 
en outre, se rencontrer associé avec toute espéce de minéraux; 
en effet, il-semble que les eaux thermominérales, en général, 
sont ferrugineuses pendant toute la formation des gisements 
métallifóres, Dans les gisements argentiféres du Mexique, on 
observe généralement qua une grande profondeur, et quand 
ont disparu déja les minéraux argentifóres, le remplissage du 
gisement est contitué de quartz ou calcite avec de la pyrite 
sans aucun alliage Pargent. Comme exemples de cette sorte 
de gisements, je puis citer coux du Minéral de Zacualpan, 
dans PEtat de Mexico. De méme, á uue grande profondeur, 
continue la pyrite de fer parfois associés á de Parsénopyrite 
(mispikel), dans les gisements plombo-argentifóres du Mexi- 
que et parmi eux je puis encore citer ceux de Mapimí et de 
Velardeña dans PEtat de Durango. : 

Quand diminue la quantité Pacide sulfhydrique libre en 
dissolution dans les eaux thermominérales, il se produit un 
bouleversement dans Péquilibre chimique entre les composós 
que j'ai cités plus haute, c'est-á-dire: entre Pacide carbonique 
et les sulfures alcalins et alcalino-terreux d'un cóté, et Pacide 
sulfhydrique et les carbonates alcalins et alcalino-terreux, de 


444 JUAN D. VILLARELLO. 


Pautre. Alors diminuera, dans la solution minéralisante, la 
quantité de ces derviers sulfures et augmentera celle des car- 
bonates jusqw'á ce que la solution arrive A étre plutót carbo- 
nique que sulfureuse. Cette solution carbonique peut dissou- 
dre le carbonate et le sulfate de chaux ainsi que la silice, et, 
en conséquenco, durant cette phase de la formation du rem- 
plissage métallifére, la calcite, le gypse et le quartz pourront 
émigrer des profondeurs vers la surface du terrain. 

Pour que les émigrations dont je viens de parler puissent 
s'effectuer facilement, il faut que le remplissage métallifere 
soif perméable, afin quil puisse ótre Jessivé par les eaux ther- 
mominérales qui circuleront postérieurement á la formation de 
ce remplissage, dans la fracture ou cavité qui esten train 
de se minéraliser- Dans le cas contraire, c'est-á-dire quand 
le remplissage antériéor estimperméable, les eaux minéralisan- 
tes ne pourront continuer á circuler que dans les espaces vi- 
des contenus dans le remplissage déja formé ou bien par les 
réouvertures de ce remplissage; ou bien encore par des frac- 
bures de formation postérieure, plus ou moins rapprochées des 
antérieures; ou encore par les surfaces de contact entre le gi- 
sement 6t la roche des épontes. Daus ce dernier cas, se for- 
ment les (“hilos”) veinules minérales du “*toit” ou du “mur,” 
qui sont trés communes dans les gisements argentiféres du 
Mexique. 

Comme on peut le voir par tout ce qui vient d'étre dit, il 
semble que les diverses phases da la formation d'un gisement 
métalliféra dépendent principalement: de la température de la 
solution thermo—minérale; des changements dans l'équilibre 
chimique oú se trouvent dans la dite solution, Pacide sulfay- 
drique et les carbonates alcalins Pune part, et de Pautre, Paci- 
de carbonique et les sulfatos alcalins. En outre, il semble que + 
la nature du remplissage métallifére d'un gissement dépende 
principalement de la température des solutions minéralisantes; 
de la quantité dacide sulfhydrique libre en solution dans 


> REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES. 445 


ces dernióres et de la composition de la roche éruptive qui se 
rencontre en étroite union génétique avec le gisement métal- 
lifére. 

La “diffórenciation primaire du remplissage métallifóre” 
d'un gisement est le résultat des enlévements, concentrations, 
et enrichissements de ce remplissage, partant de la profondeur 
vers la surface du sol et qui sont dús á la lessive ascendante 
des eaux thermominérales, en partie origine magmatique. 
La zone de cette différenciation primaire se rencontre A pré- 
sent dans les gisements métalliféres au—-dessous du niveau hy- 
drostatique de la région en général; nous pouvons la diviser 
en trois parties: la plus profonde est “la zone primaire de ré- 
sidus” dans laquelle se trouvent les sulfures primaires qui fu- 
rent stables ou insolubles dans les derniéres eaux minéralisan- 
tes qui circulórent en contact avec eux. De cette zone, en re- 
montant, nous arrivons á la “zone principale de précipitation 
primaire”” dans laquelle se trouvent des sulfures primaires 
ainsi que la concentration principale de sulfoantimonites et de 
sulfoarsénites métalliques. Enfin plus haut, au—-dessus de cet- 
te deriiére, nous trouvons la “zone de précipitation primaire,” 
composée, comme la précédente, mais oú ne se rencontrent 
pas en aussi grande abondance les sulfoantimonites et les sul- 
foarsénites métalliques. Cette zone se prolonge ordinairement 
jusqu'au voisinage du niveau hydrostatique de la région. 

La “différenciation secondaire du remplissage métallifére 
Vun gisement,” est le résultat des enlévements, des concen- 
trations et enrichissements de ce remplissage partant de la 
surface du terrain vers la profondeur et qui sont dús a la les- 
sive descendante et latérale des eaux plus ou moins froides 
Vorigine météorique. Cette zone de différenciation secondaire 
nous la trouvons dans les gisement métalliféres depuis la sur- 
face du sol juscw'au niveau hydrostatique de la région et par- 
fois un peu au-dessous de ce niveau. Nous pouvons la diviser 
en quatre parties, dont généralement la plus superficielle est 


446 JUAN D. VILLARELLO. Ñ d 


“zone secondaire de résidus” oú se trouvent les oxydes, les sul- 
fates les carbonates et métaux primaires qui sont restés com- 
me résultat de Poxydation et carbonatisation de la dissolution 
des minéraux primaires par les eaux Vorigine météorique; au- 
dessous de cette zone, vient la “zone de précipitation secon- 
daire” dans laquelle on rencontre, outre les minéraux déjá men- 
tionnées, des sulfures et des métaux secondaires, dont la for- 
mation a ó6tó déja parfaitement étudiés par plusieurs anteurs 
distingués. Plus bas encore, sous cette derniére zone, se trou- 
ve la “zone de transition” dans laquelle on rencontre les mi- 
néraux déjáa mentionnés et aussi des sulfures primaires en pe- 
tite proportion. Enfin, plus bas encore, dans le voisinage du 
niveau hydrostatique de la région est située la “zone princi- 
pale de précipitation secondaire” oú Pon trouve, principale- 
ment á Vétat concentré, les sulfures Vorigine secondaire, mé- 
langés aux sulfures primaires qui appartiennent á la “différen- 
ciation primaire” du remplissage métallifóre du gisement. 

Le nivéau hydrostatique'” établit la séparation entre la dif- 
férenciation primaire et la secondaire du remplissage métal- 
lifére d'un gisement. Mais cette surface de séparation n'est pas 
régulióre, car le niveau hydrostatique est fort irrégulier, com- 
me l'ont prouvé de récentes observations faites par des auteurs 
distingués. 

Un grand nombre de gisements métalliféres du Mexique 
pourraient ótre citós comme exemples pour prouver la division 
en zones que je viens V'indiquer mais je me bornerai á citer: 
les gisements de Taxco, dans l'Etat de Guerrero; ceux de Za- 
cualpan, dans PEtat de Mexico; ceux d'Avino dans P'Etat de 
Durango. 


(1) J. D, Villarello. Distribución de la riqueza en los criaderos me- 
talíferos primarios epigenéticos. Bol. Soc. Geol. Mex. Tomo I. pág. 197, 

(2) F. S. Emmons. The Secondary Enrichment of Ore Deposits. 
Trans. Am. lost, Min. Eng. Vol. XXX, pag. 182. 


. REMPLISSAGE DES GISEMENTS MÉTALLIFERES, 447 


Sans doute, on ne pourrait pas trouver, dans tous les gise- 
ments, toutes les zones mentionnées mais ce sont celles que 
Pon trouve le plus ordinairement dans les gisements argenti- 
féres du Mexique. 


* 
Xx x% 


Il est certain que Pon ne peut considérer la géologie com- 
me une science exacte mais, en échange, gráce á une observa- 
tion attentive des gisements déja explorés, a Pinterprétation 
judicieuse des faits qui s'observent généralement dans ces 
gisements et gráce aussi á Paide d'autres sciences, surtout 
de la chimie, on arrivera plus tard á la possession de la véri- 
té, en ce quí concerne la genése des gisements métalliféres. 
Ce résultat ne se devra pas au travail d'un seul individu mais 
il sera la conséquence un grand nombre dVécrits transmis á 
la postérité, 


Mexico, Septembre 1906. 


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SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 26. 


BROMATOLOGIA. 


Alteración, adulteración y falsificación de los alimentos 
ante la salubridad pública y la ley sanitaria, 


POR 


SUSANO HERNANDEZ. 


Muy importantes á la vez que difíciles son los estudios so- 
bre higiene: lo primero, porque los beneficios que de ellos re- 
sultan se manifiestan en toda la humanidad; lo segundo, por- 
que exigen vastos conocimientos tanto médicos como socioló- 
gleos; de ambos carezco yo, y no me atrevería á presentar este 
pequeño trabajo ante el elevado criterio de mis jueces, si no 
tuviera la convicción de que al juzgarlo tendrán en cuenta mi 
insuficiencia y las muchas dificultades con que tropieza el que, 
como yo, seiniciaen trabajos detan magnaimportancia y llega, 
no con las pretensiones del saber, sino con el deseo de cumplir 
con un deber que nuestra ley impone al que aspira al noble ejer- 
cicio de lamedicina. Bien comprendo, señores, que es ardua 
esta labor y muy superior á mis fuerzas, pero me animan á in- 
tentar realizarla, por una parte, las palabras de L Bruyere, 

Mem. Soo.Alzate, México. T. 26 (1907-1908)-—58 


450 SUBANO HERNÁNDEZ. 


quiea ha dicho: “El que escribe para lucir su talento, tiene que 
conformarse con la severidad de sus críticos; pero el que lo 
hace para cumplir con un deber, tiene derecho á la indulgen- 
cia de sus lectores y de sus jueces,” y por otra, la poderosa 
ayuda que he tenido con los sabios consejos del Sr. Dr. D. 
Luis E. Ruiz á quien hago pública manifestación de grati- 
tud. 

Sabemos que la higiene “es el arte científico de conservar 
la salud y aumentar el bienestar;” para lo primero, que es lo 
que para el caso nos interesa, se necesitan la integridad y el 
funcionamiento perfecto del organismo, así como un medio ade- 
cuado á las importantes funciones que debe verificar; entre 
ellas resaltan por su grandísima importancia las funciones de 
nutrición, y al referirme á ellas lo hago principalmente consi- 
derando al orgarismo en completo estado fisiológico y coloca- 
do en un medio adecuado al funcionamiento regular de sus ór- 
ganos. Uno de los factores importantes que influyen pode- 
rosamente para conservar ó no la salud, lo es sin duda la ali- 
mentación, pues bien sabido es que la privación absoluta de 
alimentos es incompatible con la vida, la que no puede durar 
más allá de cierto tiempo que varía con la edad, el vigor, las 
circunstancias exteriores y la depresión moral más ó menos in- 
tensa del individuo que la sufre. 

Una alimentación insuficiente no causa la muerte en poco 
tiempo, pero sí debilita, agota la constitución y pone al orga- 
nismo en condiciones de perder la salud, de adquirir las enfer- 
medades. 

De paso señalaré, que una alimentación copiosa, demasia- 
do estimulante, produce también perturbaciones en la salud: 
obesidad, plétora, gota, tendencia á las congestiones, ete. 

Para que la salud se mantenga, deben pues, ser ingeridos 
alimentos en cantidad suficiente, en especie variados y ser de 
buena calidad lo que constituye el ideal de esta parte de la hi- 
giene. 


po BROMATOLOGÍA. 451 


Teóricamente qué fácil parece realizarlo, pero cuántas di- 
ficultades se presentan en la práctica! y me refiero, no á los 
casos en que el médico á la cabecera del enfermo se vé en la 
precisa necesidad de prescribir especificando los alimentos que 
deba ingerir su enfermo ó convaleciente, y en los que la pure- 
za de los alimentos es más urgente todavía, sino á aquellos, 
más frecuentes aún, cuando están destinados á reparar las pér- 
didas normales que sufre el organismo. 

Los progresos efectivos realizados en todas las ramas de 
la ciencia han hecho sentir también sus beneficios en esta par- 
te de la higiene. Desde la aplicación del vapor á la locomoción 
se ha efectuado una verdadera revolución en las condiciones 
económicas de los pueblos; gracias á la facilidad de comunica- 
ciones, los productos necesarios á la alimentación son trans- 
portados á grandes distancias con una prontitud y una regula- 
ridad que tienen por objeto, igualar hasta lo posible el precio 
de allos y allegarlos con oportunidad al lugar de mayor con- 
sumo. Muy benéfico sin duda es este resultado y casi bastaría 
para realizar nuestro ideal, si no hubiera factores tan perjudi- 
ciales en sumo grado; la evolución de las grandes ciudades al 
aumentar sus recursos económicos y realizar su progreso ma- 
terial y moral, hacen crecer también los elementos nocivos de 
que me ocupo, porque aumentando sucesivamente el número 
de habitantes aumenta también el consumo de comestibles que 
son traídos en grandes cantidades y que “si no se realizan des- 
de luego ó elinterés pecuniario hace aplazar su venta, muchos 
de ellos sufren en su composición” siendo, no obstante, pues- 
tos al consumo con grave perjucio para la salubridad pública; 
sucede también y con mayor frecuencia, que á fin de ocultar 
la descomposición sufrida por los alimentos ó de aumentar las 
utilidades que ofrece su consumo, se recurra á quitarles parte 
ó partes de su composición normal, lo que produce un cambio 
considerable en su valor nutritivo, ó agregarles substancias 
extrañas, muchas veces tóxicas que no sólo, como en el caso 


- 


452 SusANO HERNÁNDEZ. 


anterior, disminuyen su valor nutritivo, sino que se convierten 
en peligrosas para el organismo; punible es semejante proce 
der que no puede justificarse por ignorancia (lo que es excep- 
cional), y menos aún por la mira de evitar ó atenuar pérdidas 
pecuniarias ó aumentar indebidamente el luero (lo que es muy 
frecuente), con grave perjuicio de la sociedad. 

La legislación sanitaria. apreciando la importancia de este 
asunto, ha podido con ayuda de la ciencia precisar los hechos 
á fin de poder formular los preceptos legales á que deba suje- 
tarse el comerciante en este asunto; así es, que está ya defini- 
do que se llama alteración á la descomposición que sufren los 
alimentos por solo el transcurso del tiempo y sin que para ello 
haya intervención; adulteración es el cambio que sufren los ali- 
mentos por añadirles substancias extrañas, ó substraerles par- 
te ó partes de su composición normal, ó verificar ambas cosas 
á la vez. Falsificación que es el hecho de dar una substancia por 
otra. l 

Diversas son las modificaciones de composición que pre- 
presentan los alimentos por sólo la alteración, dependiendo tan- 
to de su calidad como del inedio en que se les coloca á fin de 
ser conservados en estado de aceptación comercial; casos hay 
en que la modificación es tal, que es verda leramente imposi- 
ble ponerlos á la venta resultando beneficiado el consumidor. 

Voy á citar algunas de las descomposiciones que sufren 
los alimentos por alteración, adulteración ó falsificación, por- 
que ellas nos dan idea, aunque sea vaga, de los trastornos que 
por su causa sufre la salubridad pública. 


Leche. 


Sabemos que la leche es el líquido secretado por las glán- 
dulas mamarias de las hembras de los mamíferos después de 
yerificado el parto. 

Es un líquido opaco, blanco mate, amarilloso ó ligeramen- 


BROMATOLOGÍA. 453 


te azulado, de un olor especial y de un sabor azucarado. Está 
esencialmente formada por agua que mantiene sea en disolu- 
ción, sea en emulsión; lactosa, mantequilla, caseina y ciertas 
sales, principalmente fosfato de calcio. 

Me referiré sobre todo á la leche de vaca por ser la que 
más comunmente se emplea en la alimentación. Entendere- 
mos por leche de vaca la obtenida por extracción ú ordeña re- 
gular, comenzada por lo menos cinco días después del parto, 
ininterrumpida y completa de vacas sanas y bien alimentadas. 
Sabemos que la composición de la leche varía no solamente 
según la especie animal que se considere, siny también según 
el individuo, y según las estaciones, los climas, el número de 
ordeñas practicadas al día, la alimentación, etc. Se considera 
como composición media de la Jeche de vaca, la siguiente: 


densidad.... entre 1,028 y 1,036 


A. o O o ajo 87.00 
Extracto a 950, ..:..-. Apio) pes 1.30 
ConizH8; Ada dle ba as 10:00 
ea AA 4.00 
PACUaa ar etnia 5.00 
Caseina..... ad et IA cd A: 3.40 


Alteraciones.—La leche es eminentemente alterable; si se 
deja en “un lugar aereado, poco á poeo se va cubriendo de una 
capa amarillenta, untuosa y de espesor variable que forma la 
crema; el líquido que queda abajo es más denso, menos eon- 
sistente y por lo común blanco azuloso.” 

Bien sabido es que la leche constituye para los mieroorga- 
nismos un excelente medio de cultivo; asíes que viven en ella 
muy bien determinando diversas alteraciones: el vibrión lúeti- 
co, transformando el azúcar de leche en ácido láctico determi- 
na la fermentación láctica; otras bacterias pueden igualmente 
determinar dicha fermentación; diversos microorganismos la 
hacen sufrir una fermentación viscosa; otros, el micrococo 


454 Susano HERNÁNDEZ. 


prodigioso, el bacilo syneyanus, el bacilo gynxanthum, le dan 
coloración diversa pero en relación con el microorganismo que 
obra: rojo, azul, amarillo. 

Leche patógena.—La leche puede contener microbios pa- 
tógenos, ya porque provenga de animales enfermos: fiebre ti- 
foidea, carbón, fiebre aftosa ó porque accidentalmente lleguen 
á ella; en todo caso, en la práctica debemos considerarla como 
transmisora de dichas enfermedades. 

Adnulteraciones.—En cuanto á las adulteraciones, diré des- 
de luego comprendiendo á todos los alimentos, que muchos 
son los medios y diversas las substancias empleadas para rea- 
lizar la adulteración y falsificación de ellos; señalaré en cada 
caso algunos solamente de que he podido tener conocimiento, 
sin que tenga la pretensión de poder señalarlos todos porque 
son muchos y muy variados, y aún creo poder decir que cada 
individuo modifica más ó menos sus procedimientos emplea- 
dos, según los conocimientos que va adquiriendo en su puni- 
ble proceder. Respecto á la leche, con la mira de ocultar algu- 
na práctica fraudulenta se agrega lactosa, azúcar de caña, 
glucosa, dextrina, materias feculentas, lo que produce una di- 
minución del valor nutritivo de este precioso líquido, aumen- 
tando el perjuicio causado cuando se añaden substancias anti- 
sépticas. En higiene, se llama antiséptico á todo cuerpo que 
empleado á pequeña dosis es capaz de impedir, ya sea por al- 
gún tiempo, la fermentación de las materias orgánicas; ahora 
bien, la adición de substancias antisépticas á las materias ali- 
menticias disminuye su poder nutritivo y no deja de ser per- 
judicial. á la salud; sin duda por eso se ha dicho: la adición 
de antisépticos á las substancias alimenticias, constituye una 
falsificación, (Brouardel), que para nosotros es una adulte- 
ración. De estas substancias las más comunes empleadas en 
la leche son: el bicarbonato de sodio, el ácido bórico, el bó- 
rax, con menos frecuencia se emplean el formol, los croma- 
tos, ete.; se ha dicho que un gramo de agua oxigenada por li 


BROMATOLOGIA, 455 


tro de leche basta para conservarla sin que pierda sus cuali- 
dades nutritivas; pero nada podemos decir á. este respecto, 
porque se halla actualmente en estudio por el Consejo Supe- 
rior de Salubridad. Con el fin de ocultar el descremaje se 
agregan substancias colorantes tales como el azafrán, la cúr- 
cuma. 

La leche descremada, es decir, la parte de la leche pobre 
- en materia grasa que queda después de la separación de la 
crema, es á veces entregada al consumo; si bien en ciertos 
casos el uso de esta leche suele preferirse al de la leche car- 
gada de materia grasa, no está autorizado el comerciante á 
. efectuar dicha maniobra porque constituye adulteración. 

Respecto ála leche que se sxpende en esta ciudad, basta- 
rá hacer la consideración siguiente semejante á la que hace el 
Sr. Dr, L. E. Ruiz al hablar del pulque, como se verá des- 
pués, para tener idea de las múltiples alteraciones de que es 
objeto: en los establos se vende dicho líquido á 20 centavos 
litro y en los expendios á 14 y 16 centavos, lo que demuestra 
su impureza. 

Coaservación.—La leche conservada ó condensada, es leche 
á la que se ha privado de agua por concentración en el vacío 
hasta el cuarto ó quinto de su volumen primitivo, con ó sin 
adición de azúcar de caña. Parece que el empleo de esta le- 
che en los niños produce algunas perturbaciones gastro-intes- 


tinales; pero afortunadamente es empleada solo en casos ex- 
cepcionales. 


ES 


La leche conservada es leche esterilizada por el calor en- 
tre 105% y 1200C. Entre nosotros se emplea con buen éxito 
en los niños la leche preparada por el Dr. A. Ortega, preparación 
fundada en este principio y en la dificultad que presenta el 
niño para digerir la leche de vaca al estado normal, por lo que 
también se agrega cierta cantidad de agua en relación con la 
edad de: niño. : 

El polvo de leche es leche evaporada y desecada que para 


456 SUSANO HERNÁNDEZ. 


emplearse, se disuelve en agua caliente formando un líquido 
semejante á la leche. 


Mantequilla. 


Con el nombre de mantequilla se comprende exclusiva- 
mente la grasa que se retira de la leche de vaca por solo ope- 
rasiones mecánicas. : 

La cantidad de grasa contenida en una mantequilla debe 
de ser, según Breteau, de 85 por ciento, solo tolerándose pa- 
ra su conservación, la adición de sal común, práctica consa- 
grada por el uso sin inconveniente. 

Alteración. —La mantequilla es naturalmente poco colori- 
da; por su composición química constituye un excelente me- 
* dio para el desarrollo de ciertos microorganismos cuyos gér- 
menes pululan en ella; los cuerpos grasos en presencia del 
aire y de la luz absorben notable cantidad de oxígeno expli- 
cándonos así el fenómeno que tiene como primer resultado, 
hacer desaparecer el perfume y sabor delicados de las mante- 


quillas frescas bien preparadas. 
Bajo la acción de los microorganismos se a la 


caseina con formación de amoníaco, yendo esta alteración del 
exterior al interior y siendo la acidez muy elevada, 
Adulteración.—Con frecuencia se emplean en la fabrica- 
ción de la mantequilla los aceites vegetales, principalmente 
los de algodón, de avellana, etc. Se le mezclan también diver- 
sas grasas: margarina, manteca de coco, vegetalina. Voy á ci- 
tar dos procedimientos de P. Breteau para reconocer la adi- 
ción de grasas de origen animal ó vegetal á la mantequilla, 
por ser muy prácticos y considerar que traerán para el caso 
alguna utilidad; cierto es que son empíricos y necesitan com- 
probarse, pero ponen en vía de conocer el fraude. Los gases 
que se despreuden cuando se apaga rápidamente la mantequi- 
lla encendida, poseen un olor á sebo quemado cuando contie- 
ne margarina; para poder comprobar este olor, se vierten al- 


ia 


BROMATOLOGÍA. ; 457 


gunos centímetros cúbicos de la mantequilla fundida y filtra- 
da en una cápsula, se sumerge en ella una mecha de algodón 
cuidando de que un extremo sobrepase el borde de la cápsula 
para que pueda serencendido; en esas condiciones, la mantequi- 
lla arde en el extremo de la mecha ascendiendo por capilari- 
dad; si entonces se sopla bruscamente para apagar la flama, 
se reciben los vapores que se desprenden en un tubo de en- 
saye y se aspiran fuertemente estos vapores por la nariz, se 
podrá apreciar el olor á sebo quemado, indicio de la presen- 
cia de margarina en la mantequilla. 

El otro procedimiento consiste en fundir la mantequilla 
lentamente y á una temperatura poco elevada, 4009 poco más 
ó menos, transformándola así en un aceite que es perfecta- 
mente límpido cuando no contieno margarina y algo lechoso 
ú opalecente si la contiene. Esta obsorvación debe hacerse 
poco tiempo después de la fusión y sin tener en cuenta los 
cúmulos grasosos ó las materias caseosas que pueden nadar 
en forma de copos. 

A veces se colora la mantequilla con azafrán, cúrcuma, 
zamahoria, y lo que es peor aún, con colores de anilina que 
son tóxicos. También se emplean los antisépticos en la conser- 
vación de esta substancia. 


Quesos, 


El queso es un producto que se extrae de la leche, del sue- 
ro ó de la crema. 

Se distinguen los quesos grasos obtenidos de la leche no 
descremada y los magros que provienen de la leche descrema- 
da. En cada una de estas divisiones se hace también la distri- 
bución entre quesos cocidos, quesos erudos de pasta dura y 
crudos de pasta blanda. 

La composición es variable según el método empleado pa- 
ra su fabricación. 

Mem. Soo. Alzate. México. T. 26 (1907-1908) —59. 


458 : SUSgAÑNO HERNÁNDEZ. 


Alteración, —Los quesos son suceptibles de sufrir altera- 
ciones bajo la influencia de microorganismos, de hongos y de 
acarianos. Por el hecho de la vida microbiana en ellos pueden 
formarse ciertas ptomainas muy venenosas, que ingeridas dan 
lugar á intoxicaciones violentas. 

Adulteración.—La adulteración consiste generalmente en 
la adición de féculas, de materias minerales y muy á menudo 
de margarina; entre nosotros se suele agregar, sobre todo al 
queso llamado fresco, cierta cantidad de lo que nos es bien co- 
nocido con el nambre de maza, (maíz cocido por ebullición 
prolongada en agua que contiene cal y sometido después de en- 
friamiento á trituración hasta formar una pasta), constituyen. 
do en todo caso un fraude que perjudica al consumidor. 


Huevos. 


Los huevos para alimentación son producidos por aves, 
tortugas ó pescados, llamándose los de estos últimos hueva; en- 
tre nosotros los de gallina son los más empleados, prefiriéndo- 
se frescos. El huevo fresco presenta los caracteres siguientes: 
ser transparente, esto es, interpuesto entre la luz y el ojo del 
observador se percibe una aureola rojiza cuando se agita 
parece estar lleno; si se deposita en una solución de sal ma- 
rina al 10 por 100 va al fondo del agua; aplicando un extremo 
de su mayor eje al labio inferior y en seguida el otro extre- 
mo, se notará diferencia en la temperatura. Sin duda el me- 
jor procedimiento para saber si un huevo está bueno es rom- 
perlo, pero no se puede recurrir á él en la práctica y nos con- 
formamos con saber que es reciente para tener probabilidades 
de que no esté alterado. 

Alteración.—Los huevos alterados contienen productos tó- 
xicos (ptomainas) algunos, con apariencia de ser de buena ca- 
lidad, contienen venenos alcaloídicos producidos probablemen- 


BROMATOLOGÍA. 459 


te por una transformación de la clara bajo una influencia des- 
conocida. 

Adulteración y falsificación. —Propiamente no se cometen 
estos fraudes, pero si es muy frecuente emplear en la prepa- 
ración de alimentos que deben contener huevo, alguna otra 
substancia que les dá la coloración que tomarían si se les hu- 
biese puesto dicho huevo; las substancias más comunmente 


empleadas son: azafrán, cúreuma, ecromato de plomo, berbe- 
rina. 


. Carne. 


% 
Se da el nombre de carne “4 alimentos constituidos prin- 


cipalmente por la porción muscular de los animales. Los ma- 
míferos, las aves, los reptiles, los batracios, los peces, los erus- 
táceos y los moluscos dan abundante contingente” (Dr. Ruiz). 
La carne y sus preparaciones no deben contener ninguna im- 
pureza nociva á la salud; ni materias antisépticas, compuestos 
metálicos, ptomainas, toxinas, materias infecciosas, ni parási- 
tos. Debe provenir de animales sanos y bien alimentados. 

Ligeramente me referiré primero á la carne fresca y en se- 
guida á la carne conservada. 

Carne fresca. Alteración. —Diversos parásitos no miero- 
bianos pueden encontrarse en ella; transcribo el cuadro de P. 
Kretau porque él nos enseña con claridad los casos más fre- 
cuentes y los peligros á que está expuesto el consumidor: 


SUSANO HERNÁNDEZ. 


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BROMATOLOGÍA, 461 


A más de estos parásitos suele contener diversos micro- 
bios: el bacilo de la tuberculosis, la bacteridia carbonosa, etc. 

La carne fresca, principalmente aquella que proviene de 
animales fatigados poco antes de la muerte, asfixiados, san- 
grados en extremo, etc., es invadida rápidamente por los agen- 
tes de la putrefacción que elaboran productos tóxicos y dan 
lugar á intoxicaciones alimenticias violentas. 

Carne conservada.—El frío es comunmente empleado para 
la conservación de la carne fresca; después de descongelación 
lenta y progresiva se ve que ha conservado, no sólo el aspec- 
to, sino también el vlor y aún el sabor y no parece nociva á 
la salud siempre que su conservación no se prolongue por mu- 
chos días. 

Las carnes conservadas por esterilización en vaso cerrado, 
son sometidas previamente á procedimientos especiales de con- 
dimentación relacionados al nombre con que se les eonoce en 
el comercio. Ya en el consumo no deben presentar ningún 
olor fétido, ningún signo de reblandecimiento. 

Una carne conservada puede ser peligrosa por haber sido 
fabricada con carnes mal sanas, (animales agotados ó enfer- 
mos) ó porque esté fabricada sin limpieza, con carnes descom- 
puestas, Óó porque los procedimientos de fabricación no reali- 
cen en ellos una perfecta esterilización. (Vaillard). En est 
último caso quedan gérmenes vivos en la conserva; los anae- 
robios, en condiciones favorables, desarrollan una fermenta- 
ción pútrida que se traduce por el abombamiento de la caja 
bajo la presión de los gases producidos; la alteración es ma 
nifiesta, todos los sabemos. Pero hay otra alteración microbia- 
na que se produce sin determinar ningún cambio en el olor, 
la coloración, el aspecto exterior, por lo que el consumidor no 
puede apreciar el peligro á que se expone; cierto es que la 
la ciencia nos da medios para descubrirlo y se descubre de 
hecho cuando el accidente se ha efectuado; pero es imposible 
prevenirlo. conformándonos sólo con señalar la inconvenien- 


4452 SusANno HERNÁNDEZ. 


cia de poner á la venta conservas muy antiguas que no eare 
cen de peligro. Suelen encontrarse algunos compuestos metá- 
licos de plomo, de estaño, que' provienen de la caja que los 
contiene y que algunas veces existen en cantidad suficiente 


para producir perturbaciones gástricas y aún verdaderas in- 
toxicaciones, 


Chocolate. 


El chocolate es una preparación alimenticia compuesta de 
semillas de cacao decorticadas, torrificadas y trituradas á una 
temperatura moderada con caña de azúcar pulverizada. Se 
aromatiza con vainilla ó canela. 

Un buen chocolate debe tener color moreno, sabor espe- 
cial, olor agradable, debe fundir en la boca y adquirir poca 
consistencia cuando se cuece con agua ó leche. “El verdade- 
ro chocolate es una mezcla de azúcar y almendras de cacao 
aromatizada con canela ó vainilla.” (Dr. Orvañanos). 

Las principales adulteraciones consisten en mezelarle biz- 
cocho, pepita de calabaza, substraerle una parte de manteca 
de cacao remplazándola por grasas extrañas. adicionar ó subs- 
tituír la envoltura de la almendra á la almendra misma, y 
por último, agregarle materias minerales, con la mira de au- 
mentar el peso. Todo esto contribuye cuando menos á dismi- 
nuír su valor nutritivo, 


Vegetales, 


Muy empleados son los vegetales en la alimentación y ge 
neralmente necesarios en ella; contienen los mismos princi- 
pios que los alimentos de origen animal, pero en proporción 
y repartición diferentes. 

Los cereales más empleados entre nosotros son: el maíz, 
el trigo, el arroz, el frijol y la lenteja. 


BROMATOLOGÍA. 463 


El maíz entre nosotros se consume en grande escala, prin- 
cipalmente por nuestra población rural, formando parte muy 
importante de la alimentación; en época de cosechas, (octu- 
bre y noviembre, en los lugares donde es anual), baja su pre- 
cio considerablemente, por lo cual, los comerciantes en él lo 
almacenan para venderlo á mejor precio; si el lugar en que se 
tiene no reune condiciones favorables, (buena ventilación, 
suelo perfectamente seco y remoción frecuente) sufre una al- 
teración que lo ha hecho llamar maíz picado, observándose es- 
to generalmente por el gorgojo que tomaparte importante del 
grano, que á más de atenuar su valor nutritivo da á la tortilla, 
forma bajo la cual es más frecuentemente ingerido, un sabor 
desagradable. 

La misma alteración se observa en el frijol y la lenteja. 

El trigo se utiliza produciendo harina que es empleada en 
la fabricación del pan, de pastas para sopas y para postres. 
La harina de buena calidad debe ser de un blanco lijeramen- 
te amarilloso, sin manchas rojas y negras (indicio de estar 
envejecida); seca, pesada, suave al tacto, de olor agradable, 
apslotonarse cuando se comprime en la mano y dr un exce- 
lente pan. La harina envejecida tiene un olor y un sabor des- 
agradables, poca cohesión, y da al tacto una sensación de pe” 
queños grumos. 

Se adultera mezclándola con otras de inferior calidad; se 
emplean con este fin las de centeno, de arroz, de maíz y la 
fécula de papa. Suele agregársele también yeso, carbonato de 
cal, substancias nocivas á la salud. 

La harina de centeno suele ser invadida por el hongo lla- 
mado cuernecillo dando origen, cuando es ingerida en ese es- 
tado, al ergotismo ahora afortunadamente raro. 

Legumbres.—Con este nombre se designan las hojas, los 
frutos ó las raíces de vegetales que entran en la alimentación; 
en general son poco nutritivos y dejan bastante residuo, cir- 


464 SusANo HERNÁNDEZ. 


cunstancia que se utiliza á veces en terapéutica. Se distribu- 
yen en feculentas y herbaceas. 

Para ser introducidas al lugar de consumo se someten á 
lavados con agua que eon freénencia es de mala calidad y aún 
contiene substancias orgánicas en descomposición, (agua de 
acequias), por lo que se recomienda lavarlas cuidadosamente 
con agua limpia antes de someterlas á la condimentación que 
deban sufrir. 

En cuanto á los hongos comestibles debo decir, atendien- 
do por una parte á que son alimentos medianos ó nulos, de 
difícil digestión y algunos muy venenosos, y por otra, á que 
no tenemos hasta hoy medios seguros para distinguir los bue- 
nos de los malos, que: lo mejor será abstenerse de ingerirlos, 
ó tomarlos de latas francesas cuyos hongos provienen de cul- 


tivos especiales. 


Café, 


El café, bebida estimulante que se obtiene por infusión ó 
cocimiento de los granos de café previamente tostados y pul- 
verizados; es una bebida agradable, excitante y tónica; hablo 
de él por ser muy empleado en la alimentación y ser objeto 
de muchos fraudes, principalmente ya tostado y pulverizado. 
Entregado al consumo en esta forma se le mezcla chicoria, 
diversos cereales y aún el polvo de café que ya ha servido. 
Estos productos no contienen cafeina, lo que, bajo el punto 
de vista fisiológico puede tener ciertas ventajas, 


Te. 


El llamado te en el comercio está constituído por las ye- 
mas y las hojas del árbol de te sometidas á diversas manipu- 
laciones y de las cuales depende el que se obtenga te verde ó 
te negro, 


.BROMATOLOGIA, 465 


Se utiliza en infusión constituyendo una bebida excitante 
cuya substancia principal es la teina, análoga á4la cafeina, que 
va siendo muy empleada entre nosotros debido al buen núme- 
ro de fondas establecidas en la Capital por los hijos del Ce- 
leste Imperio. 

Se adultera mezclando al te de buena calidad hojas de es- 
pecies inferiores, te que ya ha servido y hojas de diversas 
plantas (de cafeto, de fresno, etc., etc.) Se le suele agregar 
también yeso, sulfato de bario, etc., con la mira de aumentar 
el peso. El te verde se colora á veces con azul de prusia:y 
yeso. 


Bebidas. y 


Voy á referirme sólo á aquellas que entre nosotros son 
más generalmente ingeridas con los alimentos. 


Agua. 


Bien sabido es que el agua constituye no-sólo uno de los 
elementos esenciales para la vida individual, sino también un 
factor importantísimo en la salubridad pública; su estudio es 
por lo mismo muy extenso, muy importante, y bien constitu- 
ye por sí sólo tema especial; pero para el objeto que me pro- 
pongo, creo que bastará hacer algunas consideraciones del 
agua principalmente como bebida, citando también los traba- 
jos verificados con objeto de dotar de agua potable á la «ciu- 
dad de México, por ser éste, asunto que atañe en alto grado á 
la salubridad pública de nuestra capital. 

El agua forma parte esencial en la alimentación y sirve 
también para otros usos: aseo personal, de la ropa, regado de 
calles y jardines, lavado de atarjeas, ete., ete., que contribu- 
yen al mismo fin; sabemos también que el agua pura y abun- 
dante es el factor que más contribuye á alargar la vida media; 


Mem. Soc.Alzate, México. T. 26 (1907-1908) —-60. 


466 SusANo HERNÁNDEZ. 


RE E =— AA o o o 


así es que todo poblado, enalquiera que sea su importancia, 
deberá procurarse por cuantos medios estén á su aleanee agua 
pura, de buena calidad y en suficiente cantidad para que sa- 
tisfaga con exceso Áá estas necesidades. En general podemos 
decir que las grandes ciudades son las que más procuran pro- 
veerse de este precioso líquido, ya por su gran consumo, el 
mayor número de elementos pecuniarios de que disponen ó 
ya, lo que es más exacto, porqne cuentan con elementos cien- 
tíficos que hacen comprender los beneficios que reporta á la 
la salubridad pública el disponer de agua abundante y buena, 
señalando también los mejores medios de adquirirla. 

Cuando se trate de apreciar su bondad es importante ha- 


cer varios análisis porque, como se sabe, las estaciones. la 


temperatura y las condiciones meteorológicas pueden influir 
en la composición del agua de una misma fuente; si es posi- 
ble se compararán los resultados obtenidos con los de aguas 
de la misma región y reputadas ya de buena calidad. 

El agua al estado natural, aquella de que se hace uso dia- 
rio, contiene generalmente sales, materias en suspensión, gases 
disueltos y microbios; de la mayor ó menor cantidad de estos 
componentes dependerán su mal sabor, enturbiamiento y gra- 
do patógeno. Las sales que se encuentran con más frecuen- 
cia y en mayor proporción en el agua son: cloruro de sodio, 
de calcio, de magnesio, carbonato de cal, de magnesio, sulfato 
de estos mismos metales, encontrándose también siliza, alú- 
mina, fierro y otras muchas materias minerales, pero con me- 
nor frecuencia y en menor proporción. Una agua puede ser 
potable aún conteniendo estas substancias, si su grado hidro- 
trimétrico no pasa de 30, siendo mejor cuanto más se acerque 
al límite inferior. 

Diversas materias pueden encontrarse en suspensión en el 
agua: orgánicas y minerales, lo que debe siempre evitarse va- 
liéndose para ello de algunos de los muchos medios de filtra- 
tración de que en la actualidad se dispone, porque el agna 


BROMATOLOGÍA. 467 


para alimentación no debe contener ninguna materia en sus- 
pensión, debe ser límpida, transparente, no tener sabor ni olor; 
así lo indica la naturaleza misma con la repugnancia que se 
tiene al ingerir aún por necesidad agua turbia. 

El gas que se encuentra con más frecuencia en.el agua es 
el aire, aunque pueden también encontrarse el sulfhídrico, sul- 
furoso, carbónico, hidrógeno carbonado, 

Diversos microorgabismos se han encontrado en las aguas 
siendo algunos de ellos patógenos; pero para el análisis de una 
agua, sin negar la conveniencia que habría en determinar ca- 
da especie microbiana encontrada, creo que en general basta- 
rá determinar el número de microorganismos contenidos en 
un centímetro cúbico de dicha agua; así, los autores que más 
se han ocupado en este género de estudios ereen, y con razón, 
que una gran cantidad de microorganismos es un mal indicio 
respecto á las buenas cualidades de una agua potable. Miquel ha 
propuesto una escala para apreciar el grado de pureza de una 
agua en relación con la cantidad de bacterias contenidas en 
ella. Esta escala es la siguiente: 


Grado de pureza. ¿ Número de bacterias por centímetro cúbico. 
Agua excesivamente pura de........ EI 10 
ANA Y PUTA A o A y AA Rd ALA 100 
PE DULA 20 A AA et A A . 1,000 
E Modan o Ue => E AS 10,000 
PESMAPULa VIII .de....10,000 ...á ....100,000 


y muy impura más de ......-..100,000. 


Como se ve este es ya un cartabón de mucha utilidad en 
la práctica. 

El agua excesivamente pura de la escala Miquel, suficien- 
temente aereada y con el mínimo de sales en solución sin que 
estas le den sabor, es la bebida por excelencia en la alimenta- 
ción: el Sr. Dr. Ruiz, en sus preceptos generales sobre ali- 


468 SUSANO HERNÁNDEZ. . 


mentación dice: “con excepción del agua, proscribo toda clase 
de bebidas y de esta digo: con la comida debe tomarse agua 
pura, limpia, agradable y fresca.” 

La gran trascendencia que tiene para la salubridad públi- 
ca de toda población disponer de agua suficiente y de buena 
calidad, no ha ¡asado inadvertida por nuestro Gobierno quien, 
en su afán de completar el saneamiento de la ciudad de Mé- 
xico, después de terminadas las magnas obras del desagie 
por tantos lustros soñadas, pensó en aumentar la cantidad de 
agua que llega á México, y mejorar los medios de conducción 
y captación muy deficientes como se podrá ver por las apre- 
ciaciones que siguen: el agua que se utliiza en la actualidad 
proviene de pozos artesianos y de manantiales. Los pozos 
artesianos podemos considerarlos unos poco profundos y muy 
profundos los otros. Xl agua de pozos poco profundos es im- 
propia para la alimentación, pues baste decir que está expues- 
ta á recibir las filtraciones de albañales, letrinas antiguas, ca- 
nales de desagúe, etc., atravesando delgadas capas superficia- 
les de terreno que están en condiciones nada satisfactorias 
desde el punto de vista higiénico. 

En general se puede decir que el agua de pozos artesia- 
nos muy profundos y bien entubados, una vez aereada, es 
bastante aceptable; la ciudad cuenta con buen número de ellos, 
1,743 hasta la fecha que ayudan en buena párte á satisfacer 
sus necesidades. 

Las aguas que provienen de manantiales se dividen en 
gordas y delgadas; aquellas son tomadas del manantial situa- 
do en Chapultepec por tres bombas que la conducen á dos es- 
tanques de donde llega por tubos de fierro á la ciudad para 
ser distribuida á las habitaciones de la parte sur. El agua del- 
gada viene de diversds lugares: del Desierto, Santa Fe, con- 
cesión Chousal, Río Hondo y los Morales; para ser reunida en 
el Molino del Rey, de donde se envía á la ciudad por tubos de 
fierro, se emplean las llamadas canoas (canales de madera) ó 


BROMATOLOGÍA, 469 


acueductos abiertos que tienen grandes inconvenientes porque 
reciben los polvos atmosféricos y, lo que es peor todavía, al- 
gunas de las corrientes formadas por el agua de lluvia con to- 
das sus impurezas (substancias terrosas, materias organizadas 
muchas de ellas en estado de descomposición) lo que produce 
el enturbiamiento del agua y la hace repugnante y peligrosa 
para ser ingerida, pues aumenta en mucho el número de mi- 
eroorganismos contenidos en ella. Por importante que sea es- 
ta causa de enturbiamiento y exaltación patógena de las aguas 
debo decir que es la única, porque como lo hace notar con jus- 
ticia el Sr. Ing. Manuel Marroquín y Rivera en su “Proyecto 
de Abastecimiento y Distribución de aguas potables para la 
ciudad de México” presentado al H. Ayuntamiento con objeto 
de dotar de agua potable á la ciudad, durante las lluvias hay 
deslaves, derrumbes de consideración, siendo estas substan- 
cias unidas á materias orgánicas, despojos de animales muchas 
veces en estado de putrefacción, acarreadas por las aguas su- 
perficiales que van á mezelarse con las de los manantiales. 

Era, pues, una necesidad evitar hasta lo posible estos in- 
convenientes, lo que creo quedará realizado con la termina- 
ción de las magnas obras emprendidas y ya muy avanzadas 
para introducir á la ciudad el agua de los manantiales situa- 
dos al Sur de ellas, siendo en cantidad bastante para cubrir 
aun necesidades futuras. 

Por el gran beneficio que resultará á la salubridad pública 
con la terminación de estas obras que reunen á su indiscuti- 
ble utilidad, belleza y magnitud que mucho honran á su autor 
y al Gobierno que las está llevando á término, voy á procurar 
dar una idea de ellas, siquiera sea muy general, porque creo 
que nunca está por demás hacer resaltar los muchos puntos que 
estos trabajos presentan en relación con la higiene de la ciu- 
dad más populosa de nuestra República. Casi todos los datos 
son tomados del proyecto presentado por el Sr. Ing. M. Ma- 
rroquín y Rivera. 


470 SusANO HERNÁNDEZ. 


Al Sur de la ciudad y muy cerca de las pintorescas pobla- 
ciones de Natívitas y Xochimilco, brotan unos manantiales 
alimentados en su mayor parte por las aguas de lluvia que in- 
filtran los terrenos permeables del Ajusco y una pequeña par- 
te de los de la Sierra Nevada. Se han dividido en tres grupos: 
“Un grupo occidental constituido por los manantiales de las 
Fuentes y Peña Pobre; que nacen en la vertiente oriental de 
los cerros de Zacatepec y Zacayucan cerca de Tlalpam. Se- 
¿gundo. Un grupo central constituido por varios manantiales 
de gran importancia que alimentan el lago de Xochimilco, y 
que nacen en los contornos de un circo bien determinado por 
el pie de las faldas de la sierra del Ajusco, y que queda limi- 
tado al Oeste por la Sierrita de Xochiltepec y al Este por el 
cerro del Teutli, y Tercero: Un grupo oriental en el cual es- 
tán. comprendidos los manantiales que alimentan el lago de 
Chalco, situados al pie de la Sierra de Ayotzingo y en toda la 
región oriental de la cadena del Ajusco, y además los manan- 
tiales de Xico y Tlapacoyan, que nacen al pie de pequeñas 
eminencias aisladas en el centro de este lago.” 

De estos manantiales situados á nivel poco elevado para 
dar velocidad conveniente al agua, se captará esta en condi- 
ciones apropiadas para que no pierda sus buenas cualidades 
naturales, instalando las bombas aspirante-impelentes nece- 
sarias para elevarla hasta el acueducto. Este pasa por la loma 
contigua á la en que se halla establecido el panteón de Xochi- 
mileo, continuando por Tepepan, San Antonio, Coapa, Coyoa- 
cán, San Borja, la Condesa y Chapultepec; ha sido construido 
de tal manera que es impermeable, poca ó ninguna influencia 
tendrán sobre el agua que conduzca los cambios atmosféricos 
y se han establecido cada 333 metros chimeneas que permi- 
tan renovar el aire contenido en su interior; tiene forma casi 
circular, cuyo diámetro medio es de 1m.90 y un desnivel de 30. 
centímetros por kilómetro que, según los cálculos, puede produ- 


BROMATOLOGÍA. 471 


cir uua velocidad en la corriente de 80 centímetros por se- 
gundo. 

El acueducto termina en la calzada que va de Chapulte- 
pec á Tacubaya, muy cerca de la calzada de la Refurma y por 
lo mismo, cerca también del tubo número 1, que con diámetro 
de 60 pulgadas partirá desde grandes receptáculos estableci- 
dos en la loma de Dolores, hasta la sexta glorieta de la Refor- 
ma y será el nacimiento del sistema de distribución reticular 
adoptado para la ciudad. En la terminación del acueducto se 
establecerá una segunda instalación de bombas qu» llevará el' 
agua, ya á los receptáculos de distribución que para el nivel 
superior del agna contenida en ellos, tendrá una acotación de 
58 metros ya directamente del tubo número 1 de la distri- 
bución. 

Como se ve por estos ligerísimos apuntes tomados de los 
estudios verificados por el Sr. Ing. M, Marroquín y Rivera, son 
grandiosas estas obras é implican gastos considerables que el 
Erario de la Nación debe cubrir en bien de la higiene de la 
ciudad. 1 

¿Qué calidad presentan las aguas de los manantiales del 
Sur? Muy excelente á juzgar por las condiciones hidrográfi- 
cas en que se encuentran, por sn aspecto y, sobre todo, por los 
análisis que de ellas se han efectuado. Todas carecen de olor, 
no tienen sabor, su temperetura media es de 1300, la máxi- 
ma no pasa de 18, y su limpidez, su transparencia, es tan gran- 
de, que en el manantial de San Juan, por ejemplo, “se pueden 
observar objetos de muy pequeñas dimensiones á través de 
una capa de agua de 12 metros de grueso” siendo igual duran- 
te todo el año. 

Los resultado de los análisis efectuados por el. Sr. Dr. E. 
Armendaris, son los siguientes: 


472 SUSANO HERNÁNDEZ. 


Agua del manantial de Natívitas: 


* Contiene 0,0025 de ácido carbónico libre. 


MATERIAS BOLIDAS. GRAMOS. 
Bicarbonato de calcio......... 0.0188 
Bicarbonato de magnesio...... 0,0176 
Cloruro de s0diO-....o...o.... 0,0450 
Siliza, alúmina y fierro........ 0,0300 
Materia orgániCA......oo.o.... - 0,0186 
Residuo por litro............- 0,1300 


Se encontraron huellas de nitratos, nitritos y sales amo- 
niacaldk en el agua tomada en la superficie, huellas que so- 
lo aparecen con los reactivos después de varias horas en el 
agua que se tomó con un frasco especial del fondo del ma- 
nantial. 

Las bacterias contenidas en un centímetro cúbico nume- 
radas en una sola operación fueron 8. 


Agua del manantial de Quetzalapa: 


MATERIAS SOLIDAS GRAMOS. 
Bicarbonato de calci0......... 0,0206 
Bicarbonato de sodi0......... 0,0020 
Cloruro de calci0............. 0,0018 
Cloruro de magnesi0.......... 0,0250 
Cloruro de S0di0.....oooooo.. 0,0530 
Siliza, alúmina y fierro........ 0,0286 


Residuo fijo porlitro.......... 0,1600 


a e ds a O e > 


. 


BROMATOLOGIA, 473 


Se encontraron huellas de nitratos, nitritos y sales amo- 
niacales. 

Los primeros se acusan por el ácido sulfo-fénico y el amo- 
niaco; los segundos por el ácido sulfo-anílico y el cloruro de 
fenil-amino únicamente. 

El agua que se tomó para el examen bacteriológico del fon- 
do del manantial acusa apenas la presencia de materia orgá- 
nica, mientras que en la superficie es bien sensible la reacción 
que revela dicha materia orgánica. 

Lo mismo sucede con los nitritos: mientras en el agua de 
la superficie del manantial la reacción se manifiesta en diez 
minutos, en la que se tomó á cierta profundidad, no aparece 
ni en doce horas. 

El reconocimiento bacteriológico sólo dió diez bacterias 
por centímetro cúbico. 

De estos análisis resulta que: el agua de Xochimilco es de 
suprema calidad, que podemos colocarla por su contenido en 
bacterias, recordando la escala de Miquel, como excesivamente 
pura ó muy pura; si á esto se agrega el gran rendimiento de los 
manantiales, tendremos que convenir en el gran beneficio que 
recibirá la higiene pública de la ciudad con la terminación de 
estas obras, así como también en los honores que en justicia 
corresponden al Gobierno que inicia y pone los medios para . 
llevarlas á feliz término y al entendido señor ingeniero por su 
trabajo y constancia en obras de tanta utilidad pública. 


Pulque. 


Al pensar en el estudio de este líquido del que se hace gran 
consumo entre nosotros, aparece la necesidad de verificarlo 
desde dos puntos de vista: sociológico é higiénico. Muy impor- 
tante es el primero y de gran trascendencia para la sociedad, 
pero no lo es menos el segundo del que resultan grandes be- 
neficios para la salubridad pública. 


Mem. Soc.Alsate, México. TT. 26 (1907-1908) —61 


474 SUSANO HERNÁNDEZ. 


Los diversos estudios que se han hecho de esta bebida, 
de su modo de preparación y del aguamiel de que proviene, 
me permiten hacer algunas consideraciones en relación con el 
objeto que me he propuesto; llamo especialmente la atención 
del estudio presentado por el Sr. Prof. J. Donaciano Morales, 
al Congreso Médico, convocado por la Sociedad “Pedro Esco- 
bedo,” en Enero de 1906. 

Sabemos que el pulque es el líquido que proviene de la fer- 
mentación del aguamiel dado por el maguey (agrave mexica- 
no) después de preparaciones especiales á que se somete esta 
planta. 

Preparado primeramente por los toltecas, fué al principio 
fabricado en la cavidad misma del maguey obteniéndose un 
producto fermentado puro y limpio. 

El procedimiento que se sigue en la actualidad para la fa- 
bricación de esta bebida es desaseado é incorrecto, como lo de- 
muestra bien el estudio del Sr. Prof. Morales, del que cito al- 
gunos puntos que me parecen de capital importancia para el 
caso. El tlachiquero al aspirar el aguamiel con el sucio aco- 
cote, mezcla cierta cantidad de saliva que puede contener, no 
sólo los microbios de los diversos padecimientos de la cavidad 
bocal, sino también, y especialmente el de la tuberculosis; el 
cuero en que se hace la recolección del aguamiel para ser lle- 
vado al tinacal y depositado en las tinas, y estos mismos reci- 
pientes de fermentación, son inadecuados para ser aseados 
convenientemente. El modo de preparación de la semilla no 
puede ser más inconveniente y asqueroso como lo demuestra 
el Sr. Prof. Morales después de haber verificado, por reco- 
mendación del Sr. Dr. E. Licéaga, el análisis de 18 semillas de 
pulque; “toda la flora de las fermentaciones, dice, todos los mi- 
crobios se encuentran allí reunidos, ó por lo menos su presen- 


cia es posible; además, celdillas de epitelio que bien pueden 


ser de la boca del tlachiquero, ó provenir del intestino del pe- 
rro (por la canina); porque debo advertir que en todas esas se- 


- 
4 
$ 
" 


O A O 


BROMATOLOGÍA. ) 475 


millas he encontrado una proporción de sales de cal y espe- 
cialmente he dosificado proporción de ácido fosfórico, y en 
unas más que en otras he comprobado una cantidad que no 
existe en el aguamiel. El ácido fosfórico se encuentra allí 


triplicado ó cuadruplicado, y tengo el derecho de sospechar 


que uno de los secretos de los preparadores de esas semillas 
consiste en agregarles escremento de perro, rico en sales de 
cal y que se conoce con el nombre de canina de perro.” 

Malísimo es el procedimiento empleado en la fabricación 
de esta bebida, pero lo que resulta es pulque todavía, con los 
inconvenientes de las bebidas alcohólicas un poco aumenta- 
dos por su acidez. Ingerido en exceso como se hace en algu- 
nos lugares, 10 á 15 litros y á veces en menor cantidad según 
la suscestibilidad del individuo, produce primero alegría, lo- 
cuacidad, exageración de los afectos y por último sueño in- 
tenso. 

Se altera con facilidad y tanto más de prisa cuanto más 
mezclado está. 

Adulteración.—Para llevar á cabo este fraude se siguen 
infinidad de procedimientos constituyendo, muchos de ellos, 


, secretos y aún especialidad del que los practica; pero podemos 


decir que todos ellos tienen por objeto agregar la mayor can- 
tidad posible de agua á un volumen dado de pulque y ocultar 
la alteración que forzosamente sufre dicha sustancia, á fin de 
que pueda ser llevada al consumo y rinda mayores utilidades; 
así es que se agrega: agua de la primera que se encuentra, al- 
cohol de la peor especie, sacarina, aguamiel, almidón, el jugo 
hilante de algunas plantas, corazones de membrillo, bicarbo- 
nato de sosa, restos de pan sin grasa y ya enmohecido y aún 
productos orgánicos asquerosos. Para apreciar la verdad de 
estos hechos, transcribo la consideración de orden económico 
que hace el Sr. Prof. Dr. Ruiz: “la carga de pulque vale en la 


hacienda $ 4.50, en la garita $8.00 y en las pulquerías se ex- 


pende á razón de $6.00,” Lo que se expende con el nombre 


476 SUSANO HERNÁNDEZ. 


de pulque, es pues, un líquido cuya composición es muy di- 
versa de la de aquel que salió del tinacal con dicho nombre. 
Ingerido en gran cantidad exita mucho, impulsa á la riña, al 
crímen, produce enfermedades gastro-intestinales, hepáticas 
y contribuye sin duda á la degeneración de la raza. | 

Como se ve, la adulteración de esta bebida se hace en gran- 
de escala y produce mayores trastornos en la salubridad pú- 
blida que los que causaría si se expendiese al estado de pure- 
za. Sin duda el ideal para evitar los inconvenientes ya citados 
sería suprimir esta bebida del consumo; pero ya que esto no 
es posible, tanto por los grandes intereses económicos relacio- 
nados con ella, como por la costumbre que se tiene de inge- 
rirla durante la alimentación, sí sería de desear que después 
de estudios concienzudos realizados por nuestros hombres de 
ciencia, se fije por la ley una composición media para el pul- 
que que deba entregarse al consumo, siquiera sea en tanto 
llega el convencimiento de la necesidad de realizar una refor- 
ma completa en el modo de recolección del aguamiel y de fa- 
bricación de esta bebida nacional. Ya el Sr. Prof. Morales, en 
su trabajo antes citado, con gran acopio de datos ha trazado 
el camino que conduce á obtener un pulque aceptable, y es de 
lamentar el olvido en que parece haber quedado trabajo tan 
importante. 


* 
x* * 


Como se puede ver, aun juzgando por solo las ligeras con- 
sideraciones que he hecho de unas cuantas sustancias, pero | 
quizá las más importantes entre nosotros, es de grandísima 
utilidad para la higiene pública poner en juego todos los me- 
dios disponibles á fin de evitar el consumo de alimentos en es- 
tado de descomposición, ya sea por alteración, adulteración 6 
falsificación. El Gobierno que nos rige, en su tarea indiscuti- 
ble de mejorar la higiene pública iniciada años ha, dictó las 
leyes que norman en este santido la conducta del comercian- 


BROMATOLOGÍA. 4T 


te; así, en el Código Sanitario de los Estados Unidos Mexica- 
nos, vemos respecto á este asunto los artículos siguientes: 

117. Bajo el título de Comestibles y Bebidas, se compren- 
de todo lo que se come ó se bebe, con excepción de los medi- 
camentos. 

118. Los comestibles y bebidas que se destinan para la 
venta serán puros, sanos y en perfecto estado de conservación 
y corresponderán siempre, por su composición y caracteres, á 
la denominación con que se les vende. 

119. Los expendedores que comercien en comestibles ó 
bebidas que estén alterados ó adulterados (excepto el caso 
previsto en el artículo 22), quedan sujetos á las penas que se 
marcan en el capítulo respectivo de este Código ó en su caso 
á las señaladas en el Código Penal. 

120. La leche y sus derivados, el pan, las tortillas, la car- 
ne y la manteca se expenderán siempre en estado de pureza. 
Las excepciones que se toleren constarán expresamente en un 
reglamento; pero respecto á la leche en ningún caso se per- 
mitirá la adición de agua. 

121. Se considera adulterado un comestible ó bebida cuan- 
do contiene alguna ó varias substancias extrañas á su compo- 
sición natural ó conocida y acepíada; cuando se le ha sustraí- 
do alguno ó varios de sus componentes en totalidad ó en parte, 
ó cuando no corresponda por su naturaleza, composición ó 
calidad, al nombre con que se le venda. 

122. Quedan exentos de la pena, salvo el caso previsto en 
el artículo 120, los expeudedores de comestibles ó bebidas que 
estén adulterados, ya sea por substracción, en totalidad ó en 
parte, de alguno de sus componentes, ó por la adición de subs- 
tancias que de ningún modo pueden alterar la salud, siempre 
que en las fábricas y expendios de dichos comestibles ó bebi- 
das se anuncie al público constantemente y de una manera 
clara y terminante la adulteración; y que se acompañe á cada 


478 ) SUSANO HERNÁNDEZ. 


efecto una etiqueta ó impreso en donde conste únicamente la 
naturaleza y composición de dicho comestible ó bebida. 

123. Se consideran alterados los comestibles ó las bebidas: 
primero, cuando se hallen en estado de descomposición pútri- 
da; segundo, cuando estén agrios, picados, rancios ó hayan 
sufrido alguna otra modificación, la cual cambie notablemen- 
te su sabor ó su poder nutritivo ó los haga nocivos para la 
salud. 

124, Se considera que una substancia es nociva ó que 
puede alterar la salud y, por consiguiente, que en ningún ca- 
so es lícito mezclarla con los comestibles ó6 bebidas, no sólo 
cuando esté demostrado que puede determinar algún daño en 
el cuerpo humano, sino también cuando la ciencia conserve 
dudas acerca de su inocuidad, ya sea en sus efectos inmedia- 
tos ó tardíos. 

125. Se equipará á la adulteración y se castigará con igua- 
- les penas, según los casos, la falsificación ó substitución de un 
comestible ó bebida por otro. 

129. En los expendios de leche se osas el uso de uten- 
silios ó recipientes de cobre sin estañar, latón, zinc, metal con 
esmalte plúmbico ó loza mal barnizada. 

130. Queda prohibida la venta de la leche que provenga 
de vacas que tengan menos de quince días de paridas; la de la 
leche alter? da por productos infecciosos ó de fermentación; la 
de la que provenga de animales que hayan tomado medica- 
mentos tóxicos ó en cuya alimentación hayan entrado plantas 
venenosas, y la de animales atacados de las enformedades que 
marca el reglamento de comestibles y bebidas. 

131. Las carnes destinadas al consumo, cualquiera que 
sea el animal de que provengan, deberán ser sanas y estarán 
en perfecto estado de conservación, Se prohibe estrictamente 
vender, cambiar ó regalar para comestibles la carne de anima- 
les que hayan muerto de afección contagiosa, infecciosa ó de 
cualquiera otra que pueda perjudicar á la salud, así como la 


o 


> BROMATOLOGÍA. 479 


de animales que se hayan matado estando atacados de alguna 
de estas enfermedades. 

132. No podrán prepararse ó ponerse en venta en un mis- 

mo establecimiento las bebidas ó los comestibles puros y los 
adulterados ó falsificados que marquen los reglamentos de la 
materia. Los diversos establecimientos en que se preparen ó 
se haga la venta de unos y otros no tendrán entre sí otra co- 
municación que la vía pública. 
. 134, Queda prohibido estrictamente adulterar, colorear ó 
modificar la materia propia de los comestibles con substancias 
venenosas ó nocivas á la salud, ya sea el efecto tóxico ó noci- 
vo inmediato ó tardío. 

135. La venta de substancias colorantes nocivas á la sa- 
lud sólo se hará poniéndoles una etiqueta en la que se expre- 
se que son venenosas y que no sirven para colorear comesti- 
bles, dulces, juguétes, etc. 

136. Sólo podrán emplearse para teñir, pintar ó colorear 
las bebidas ó los comestibles y los papeles que sirven para en- 
volver estos últimos, las substancias que marquen los regla- 
mentos, ó aquellas inofensivas para cuyo uso ó venta tengan 
autorización especial expedida por la Secretaría de Goberna- 
cion, previo informe del Consejo Superior de Salubridad, los 
industriales que desearen mantenerlas en secreto. 

137. Queda prohibido terminantemente emplear substan- 
cias venenosas Ó nocivas para pintar, barnizar, estañar ó vi- 
driar vasijas y trastos de cualquier género que sean, siempre 
que la pintura, barniz, estañado ó vidriado puedan ser ataca- 
dos por los comestibles y las bebidas. 

140. Los propietarios ó encargados de establecimientos en 
qne se expendan comestibles y bebidas están obligados 4 no 
impedir ni estorbar en manera alguna que esos establecimien- 
tos sean inspeccionados por los empleados de la Inspección de 
Comestibles. 

Como se ve, existen y están vigentes las leyes que deben 


480 SUSANO HERNÁNDEZ. —BRQMATOLOGÍA. 


guiar la conducta del comerciante; existe y está en función el 
Cuerpo de Inspectores encargado de vigilar la pureza de los 
alimentos y hacer las consignaciones del caso; pero siendo ár- 
dua y difícil la tarea de ellos, necesario es que los mismos 
consumidores presten su valiosa ayuda señalando el fraude; 
mas para que esto último se realice, es importante difundir 
entre las gentes los peligros á que expone la ingestión de ali- 
mentos descompuestos por cualquiera de los medios ya indica- 
dos, así como también las garantías que prestan las leyes á este 
respecto. E 


México, Julio de 1908. 


SOCIÉTE SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.”” MÉMOIRES, T. 26- 


4 


CLIMAT DE PARIS. 


Perturbations barométriques accidentelles. 


Relation entre la vitesse et lamplitude des oscillations orageuses ou eycloniques, 
p 


PAR 


LEON DESCROIX, M. $. A. 


C'est á Vaide de Penregistrement continu des variations de 
la pression atmosphérique, á Paris, durant 21 années, de 1884 
a 1904, pour une altitude de 78 métres, que j'ai pu trouver la 
formule empirique qui relié la vitesse des oscillations baromé- 
triques á leur amplitude. 

Voici le tablean des valours moyennes mensuelles qui con- 
duit á P'équation: 


A=6,8+4+7,45 V+96,5 V: 


A c'est lamplitude Vune oscillation de durée moyenne D 
y'effectuant á la vitesse moyenne horaire V, que, par défini- 
tion, Pon suppose identiques á la montée comme á la descente. 

Mem. Soc.Alvate. México. 'T. 26 (1907-1908) —62 


482 LEON DEsCROIx. 
Oscillations accidentelles. 
e, 
Mois a apitado Mt 
mum. mm. mm. heures. 
Dec ra Dt 156,12 +16,6 0,300 55,2 
ATA MD 756,64 16,6 0,304 54,1 
A AN 756,53 159 0282 + 54,6 
MATe: 000 aaR 753,68 14,8 0,252 56,9 
Avril Mo 7193.15 126 0,215 61,0 
Mai. oia 764,24 TL 6 IN 
Amt. 155,61 11,0 0,179 64,0 
E O 755,20 102 0,1172. 588 
0 a) 1 A ea 195,37 10,2 0,180 56.3 
PEO 756,48 125 020 580 
E AOS: 75395 141 0242 609 
Now o. olei 755,72 158 0266 600 


Il y ade 44 6 de ces oscillations accidentelles par mois une 
année dans VPautre. La fréquence plus ou moins grande des 
perturbations orageuses ou cyeloniques entraine nécessaire- 
ment une instabilité des conditions hygro-thermiques dont 
Vagricnlture supporte immédiatement les effets. 

Plus grande est Pinstabilité, moins favorable est la tem- 
pérature. 

Il est remarquable que ce soit en les caractérisant á ce 
point de vue que les années semblent se succéder, bonnes ou 
mauvaises, parallélement á la fréquence ou Pimportance des 
troubles physico-solaires. 

On peut conclure de la possibilité établir une telle formule 
numérique, qui s'applique indistinctement á toutes les saisons, 
qu'il doit y avoir une autre raison que celle de la variation de 


densité de Pair pour expliquer la genése Vune perturbation. : 


C'est vraisemblement, comme on Pa déjá dit, aux conditions 
Véquilibre électrique, modifiéss brusquement par les déchar- 


>, A > 


CLIMAT DE PARIS. 483 


ges extra—terrestres, que se rattache origine du mouvement 
perturbateur dont la propagation sera subsidiairement réglée 
par les phénoménes consecutifs de précipitation, de conden- 


-—sation de la vapeur eau. C'est parceqwil en est ainsi qui nous 


avons pu jadis constater que la boussole est Pinstrument qui 
nous fournit les premiers signes avant-coureurs de Papproche 
Vune temvéte, ou de la formation des orages. Le champ 
magnétique ne peut en effet, manquer de se modifier si la 
perturbation doit nous intéresser. 


Paris, 11 Juin 1908. 


Fin del Tomo 26 de Memorias. 


Indice del tomo 26 de Memorias. 


—_—— A 


Table des matieres du tome 26 des Mémoires, 


Carbajal (A. J.) 


PÁGINAS 
La etiología del vómito ó fiebre amarilla. (L'étiologie de la 
RUROJAUNO) 1 NS a O ITESO ls Ia 81-102 y 369-395 
Cicero (R. E.) 
Note sur un cas de radiodermite trés intense du cuir che- 
velu avec repousse compléte des cheveux chez une enfant 
atteinte de tnohophyl8d. ho -c202 amoo cocoa nino 237-241 


Conzatti (C.) 
Los yacimientos fosilíferos del Valle de Oaxaca. Lám. XV. 
(Les gisements fosiliferes de. la Vallée de Oaxaca). Pl. XV. 353-358 


Díaz (S.) 


Un temporal de invierno. Lams. XVI-XVHI. (Les tempe- 

O a A AO RS AA A ... 359-368 
Duges (A.) 

Dipodomy8S PRIDE OTAY iconos sos done ais 407-411 


Engerrand. (G-) 


Les variations de la taille humaine, le giganto-infantilisme 
o ar Vit MECA PO A AA 261 -276 

Les phénomeénes de la télégonie et de la xénie sont-ils in- 
explicables?. c.ooocnocnocorocccinoncocoocnc mp o” 80D -2DÓ 


Félix (J.) 


Projet d'un Institut International de Biologie générale et 
de Plasmogénie Universelle........oooooommocoooomoo=... 297 -304 


486 
Puente (J. M. de la)- 


DAMON Pida IA aa 


Galindo y Villa (J.) 


Una visita á las obras de provisión de aguas potables para 
la Ciudad de México, (Les travauz dUY'approvisionnement 
V'eaux potables pour la ville de Mexico)... o... ooo... 


Hernández (S). 


Alteración, adulteración y falsificación de los alimentos 
ante la salubridad pública y la ley sanitaria... ........- 


Herrera (A. 1) 


Expériences de Plasmogénie. Infiltrations d'acide chlorhy- - 


drique dans un silicate alcalin, pl. V-XTIL. ..........-... 
Sur la théorie amcebienne de la cellule, pl. XMT-XTV.. 
Sur les phénoménes de vié apparente observés dans les émul- 
sions de carbonate de chanx dans la silice gélatineuse, pl. 
PS A O 


León (L. G.) 


Los fenómenos eléctricos observados durante los últimos 
temblores. (Les phénoménes électriques observés dans les der- 
niers tremblements) .-.cooonneonconncoo o reronacncanos 


Mallén (R.) 


Nueva teoría estática de las construcciones. (Nouvelle théo- 


rie statique des conglrucilons) .c.nacoooncomrotorr ooo 
Mena (E.) 

De China Pobla. oo.icao oo por=o ao aa 

La fotografía de los colores en México. (La photographie des 

coulours au: Mexique) Senna eco dae ON 

El Monolito de Acatlán .....+c0iió=o=oooomans 22 


Moreno y Anda (M ) 


Observaciones magnéticas y meteorológicas en el Cerro de 
San Miguel, D. F. (Observations magnétiques et météorolo- 
giques dans le Cerro de San Miguel, D.F.) ocoocoaneoo.... 


' 
PÁGINAS 


413-421 


249 -259 


397 -400 


195 -235 


243-247 


281-284 
401- 405 


h A 


Ornelas (C. ER.) 


Notas complementarias á la “Breves reglas de Cronología 
A RS e E IN A 


Peimbert (A.) 


Estudio sobre la superestructura de las vías férreas. Obser- 
“vaciones hechas en el F. C. N. de Tehuantepec. Láms. I-IV. 
(Observations faites dans le F. C. N. de Tehuantepec). P1.1-IV. 


Prieto (A.) 


La propiedad territorial en el Estado de Tamaulipas. III. 
(La propriété territoriale dans 1 Etat de Tamaulipas, TIT)... 


Robelo (CC. A.) 


Supersticiones de los indios mexicanos. (Superstitions des 
VICIETS MNEAACUNA NE A o a sE acia Ma, o de 


Vergara Lope (D.) 


Influence générale des grandes altitudes sur lorganisme 
A A A E ES EN 


Villarello (J. D.) 


Gealogía química de los criaderos de azufre de Mapimí, Du- 
rango. (Géoloyie chimique des yisements de soufre de Mapimá). 
Sur le remplissage de quelques gisements métalliféres .... 


Villaseñor (PF. EF.) 


Resultados de análisis de tierras arables. (Resultats des ana- 
lajses (de tertER¡OFQDIEZ) cra aa onda codo 109-114 y 


Pisnias. 


171-194 


5-4Y 


73|-80 


51-71 


147 -157 


115-145 
423-448 


159-170 


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ACTI S: 


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Erratas notables. 


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En la pág. 136 las fórmulas relativas á los estados inicial, 
intermedio y final, deben ser substituidas por las siguientes: 


Estado inicial. Estado intermedio. 
2 H.S 0,+0=2 S 0,+2 H,0+C O, 
Els 
4 H.S=4 H,0+6S 


Estado final. 


En la pág. 140 las fórmulas relativas á los estados inicial, 
intermedio y final, deben ser substituidas por las siguientes: 


Estado inicial. Estado intermedio. 
H.S 0,+H.5S = 2 H,O+ S 0.+ S 


E 
2 H,S=2 H,0+38 


Estado final. 


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REVISTA CIENTIFICA Y BIBLIOGRAFICA 


Société Scientifique “Antonio Alzate.” 


EEG AUR 
NCIENTIFIQUE ET DIBLIOGRAPMIQUE 


PUBLIÉE SOUS LA DIRECTION DE 


RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN 


Secrétaire perpétuel. 


1907-1908: 


MEXICO 


IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL 


1906 


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Sociedad Científica “Antonio Alzate.” 


RENO TA 
MENPIFICA Y DIDLIOGRAFICA 


PUBLICADA BAJO LA DIRECCIÓN DE 
RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN 


Secretario perpetuo 


1907 —L9OS. 


MÉXICO 


IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL 
(3% de Revillagigedo Núm. 3). 


1907 


oeredad Cienilica Antomo Alale. 


MEXICO. 


Ar Irro 


Revista Científica y Bibliográfica, 


Núms 1-2. Tomo 26. 1907-1908. 


SESIONES DE LA SOCIEDAD. 


SULIO 8 DE 1907. 


Presidencia del Sr. Dr. Antonio J. Carbajal. 


TRABAJOS. —Prof. A. L. Herrera. Experimentos de Plasmogenia. 

A. Mac Donald. Marcas morales de degeneración. Estudio antropoló- 
gico. (Memorias, 24, p. 447). 

Ing. A. Peimbert. Durmientes, rieles y balastre. Observaciones hechas 
en el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. (Continuación). 

Lic. C. A. Robelo. Supersticiones de los indios mexicanos. 

Prof. E. E. Schulz. Reseña geográfica de las Repúblicas de Centro-Amé- 
rica. (Continuación). 

PUBLICACIONES.—El Secretario perpetuo presentó las obras enviadas 
por la librería Dunod 6 Pinat, de París, y los números 10 y 11 del tomo 24 
y 1 del tomo 25 de las Memorias de la Sociedad. 

PosTULACIÓN.—Para miembro titular: 

Prof. Jorge Engerrand. 


El Secretario anual, 
ENRIQUE E. SCHULZ. 


AGOSTO 5 DE 1907. 
Presidencia del Sr. Dr. Antonio J. Carbajal, Presidente. 


NEcROLOGIA.—El Secretario perpetuo dió parte de la muerte del dis- 
tinguido geólogo Angelo Helprin, M. $. A., acaecida el 17 de Julio próxi- = 
mo pasado á la edad de 54 años. 

PUBLICACIONES.—El Sr. Prof. Dr. H. Credner, M. S. A., remitió la 
décima edición de sus Elemente der Geologie. 

El Secretatio perpetuo dió cuenta del número 12 del tomo 24 de Me- 
morias. 

TRABAJOS.—Dr. A, J. Carbajal. La etiología del vómito desde el punto 
de vista bacteriológico. 

Prof. A, L. Herrera, Teoría amiboide de la celdilla. 

Ing. R. Mallén. Teoría y sistema Mallén de construcción en cemento ar- 
mado. 

Dr. F. F. Villaseñor. Análisis de tierras arables. 

NOMBRAMIENTOS. —Miembro titular: 

Dr. Jorge Engerrand, Geólogo del Instituto Geológico Nacional de Mé- 
xico. 

Socios correspondientes, Dr. Tempest Anderson, F. R. G. S. York, 
Inglaterra. —Prof. M. B. Porter. Universidad de Texas. Anstin. 

PosTULACIONES.—Para miembros titulares: 

Ing. Eduardo Beaven y Dr. Francisco Hurtado. 


El Secretario perpetuo, 
R. AGUILAR. 


BIBLIOGRATFIA, 


- Traité du Paludisme par A. Laveran, Membre de l'Institut | 
et de VAcadómis de Médecine. 2me. édition.—Paris. Masson 
et Cie. 1907. 1 vol. gr. in-8?, vri-622 pages, 58 figs. 1 pl. en 
couleurs. 12 fr. 


La premiére édition de cet ouvrage a été publiée en 1898. Depuis lors 
lhypothése émise par le Docteur Laveran, dés 1884, sur le róle des mous- 
tiques dans la propagation du paludisme, a été vérifiée, Il est aujourd'hui 
démontró que l'hématozoaire du paludisme accomplit plusieurs phases de 


N 


son évolution dans le corps des moustiques du genre Anopheles et que les 
Anophéles qui se sont infectés eu sugant le sang de sujets atteints de pa- 
ludisme transmettent la maladie par leurs piqúres. Cette découverte, si 
importante au point de vue de la prophylaxie, a entrainé des remaniements 
nombreux dans cette nouvelle édition Un chapitre a été consacré á l'étu- 
de de Vévolution de Homameba malarix dans les Anopheles et i Vexposé 
des notions élémentaires que le médecin doit posséder aujourW'hui sur 
Vanatomie, la biologie et la systématique des culicides qui propagent, en 
outre du paludisme, la fiévre jaune et la filariose.—Le chapitre relatif á 
la prophylaxie a dú étre considérablement augmenté; d'empirique qw'elle 
était, la prophylaxie du paludisme est devenue rationnelle et a déja donné 
Vexcellents résultats. Tous les autres chapitres de l'ouvrage ont été mis au 
courant de la science. Le praticien qui aá compter avec les manifestations 
polymorphes du paludisme, les médecins de la marine, des colonies et des 
pays chauds trouveront dans cet ouvrage toutes les données utiles pour re- 
connaítre et combattre le redoutable fléau. 


Étude minéralogique des produits silicatés de 1éruption du 
Vésuve. (Avril 1906). Conséquences á en tierer á un point de 
vue général. Par A. Lacroix, Membre de Institut, Professeur 
au Muséum d'Histoire Naturelle. (Extrait des Nouvelles Ar- 
chives du Muséum. 4e. série. Tome IX).—Paris. Masson et 
Cie. 1907. 4* 172 pages, 10 pl. 


“¿Ce travail est spécialement consacré á létude de la composition chi- 
mique et minéralogique des roches du Vésuve et de celle des roches plus 
anciennes de la Somma. Plusieurs Chapitres traitent des modifications 
métamorphiques présentées par les blocs rejetés par l'éruption de 1906 et 
une facon plus générale par ceux des éruptions plus anciennes du méme 
type (1822, 1839, 1850, 1872). Ces observations nouvelles apportent des 
notions précises sur le mécanisme des phénoménes de contact des magmas 
éruptifs et des phénoménes d'autopneumatolyse présentés par ceaux—ci: 
elles sont susceptibles de généralisation.” (C. R. 4c. Sc. ler. Juillet 1907). 


Anales del Museo Nacional de Buenos Aires. —Buenos Aires. 
Imp. de Juan A. Alsina, Calle México, 1,422. 8? 


SERIE HI. Tomo VI. 1906. 555 pags. 8 láms., 222 figs. —F. Ameghino. 
La perforación astragaliana en Priodontes, Canis (Chrysoecyon) y Typo- 


therium. La perforation astragalienne sur quelques mammiféres du Miocóne 
moyen de France. La perforación astragaliana en el Orycteropus y el ori- 
gen de los Orycteropidae. Enumeración de los Impennes fósiles de Pata- 
gonia y de la Isla Seymour, 8 láms. Les Édentés fossiles de France et 
VAllemagne.—f". F. Outes. Sobre un instrumento paleolítico de Luján. Los 
supuestos Túmulos del Pilar. Instrumentos y armas neolíticos de Cochicó. 
Instrumentos modernos de los indios Onas.—4. Gallardo. L'interpretation 
bipolaire de la division karyocinétique.—J. Brethes. Nuevos Euménidos 
argentinos. Sarcofaga Caridei, una nueva mosca langosticida. Véspidos y 
Eumenídidos sudamericanos.—T. Stuckert. Distribución geográfica de la 
Flora Argentina; Géneros de las familias de las Compuestas. Segunda con- 
tribución al conocimiento de las Gramináceas argentinas —L. M, Torres. 
Clasificación y exposición de colecciones arqueológicas en museos argen- 
tinos. 

Tomo-VIII. 1906. 568 págs. 3 láms , 358 figs. —F. Ameghino. Les For- 
mations Sédimentaires du Crétacé supérieur et du Tertiaire de Patagonie. 


Résistance des Carenes par M. Fricker, Ingénieur civil des 
Constructions navales. —Encyelopedie Scientifique des Aide— 
Mémsoire. Paris. Gauthier—Villars. 1907. 8 170 pages, 22 figs. 
2 fr. 50. 


Dans cet Ouvrage, lauteur passe en revue les résultats acquis rela- 
tifs a la partie de Varchitecture navale qu'on nomme résistance des carénes. 

Le lecteur y trouvera l'exposé des théories de la houle trochoidale, de 
la dérive et du gouvernail et des développements trés étendus sur les es- 
sais des modéles de navires. Enfin de nombreux résultats d'expériences et 
formules complétent le volume et en rendent 'emploi utile á tous ceux qui 
s'occupent de la construction et de la conduite des bátiments en mer. 


Bibliothéque du Conducteur de Travaux Publics. Ports Ma- 
ritimes. Tome premier. Mer, Vents, Ondes, Vagues, Marées, 
Courants, Barres et Deltas, Dragages, Protection des Cótes, 
Ports, Fleuves et Estuaires, Phares, Bouées, Notions de Cos- 
mographie, de Navigation et d'Hydrographie, Navires, par de 


9 


Cordemoy, Ingénieur des Arts et Manufactures. Librairie H. 
Dunod et E. Pinat, éditeurs. Paris. 1907. Un volume grand 
in-16 (12,5X 19) de 576 pages, avec 327 figures. Belle reliure 
pleine en peau souple, 15 fr. 


Le programme primitif de la Bibliotheque du Conducteur de travaux 
publics comportait deux volumes pour la partie technique des ports de mer: 
Ports Maritimes—Phares et Balises. 

Au cours de la rédaction de louvrage le Comité de la Bibliothéque, 
Vaccord avec Vauteur, a jugé nécessaire de modifier Vordre prévu en réu- 
nissant ces deux livres sous un seul titre: Les Ports Maritimes, Tome 1 
et Tome II. De telle sorte que la question des phares et balises, beaucoup 
moins importante que létude de la mer et la construction des ports, se 
trouve traitée dans deux chapitres du tome l, 

Le second volume, du méme auteur, dont impression se termine en 
ce moment, paraítra trés prochainement. Il traitera : les procédés d'éxé- 
cution; la construction des jetées, móles, digues, ouvrages extérieurs; luti- 
lisation des ports et des écluses; les murs de quai et leurs fondations; 
les ponts mobiles; les ports naturels, les ports de refuge et les ports mi- 
litaires. 

Ce nouvel ouvrage, ainsi d'ailleurs que tous les autres volumes de la 
Bibliotheque du Conducteur, se recommande par son caractére pratique, 
par les nombreux exemples qw'il donne a Vappui de ses descriptions et aus- 
si par la clarté et Vexactitude de ses nombreux dessins. 


Bibliotheque Practique du Colon. Agriculture, Industrie, 
Commerce. Ouvrage honoré d'une souscription du Ministére 
des Colonies. Le Bananier, Etablissement de Bananeries. Ba- 
nanes, Fruits, Bananes séches, Farine de Bananes, Fibres, 
Devis raisonnés, Étude industrielle, Exportation, Commerce, 
Probléme économique par Paul Hubert, Librairie Ramlot Fre- 
res el Seurs. 25 rue Grétry, Bruxelles. 1907. In-8 de x-222 
pages, avec 46 figures. Cartonné, 5 fr. 


Il wy a pas longtemps encore que la “Culture des Fruits.” aux pays 
tropicaux, 'avait autre but que la consommation locale. 


Revista (1907-1908).—2. 


10 


Aprús quelques essais d'exportation, on se rendit compe que certains 
spécimens pourraient atteindre, “Au naturel,” les zones tempérées; qu'en 
outre, les “Conserves,” sous toutes formes, provoqueraient un réel engoue- 
ment. Alors furent erées “Champs de production” aux Colonies et “Mai- 
sons de vente” aux Métropoles. 

Les résultats déjá obtenus ne laissent aucun doutte sur la réussite de 
Y “Industrie nouvelle.” C'est sur elle que nous désirons, aujourd'hui, at- 
tirer Vattention du public. 

----Bien qw'au premier abord le sujet puisse paraítre de peu d'impor- 
tance, il est, en réalité tellement intéressrnt que nous avons dú scinder 
cette étude. 


L'analyse chimique en sucreries et raffineries de cannes et 
betteraves par Charles Fribourg, Ancien éleve de PEcole de 
physique et de chimie industrielles de la ville de Paris chimis- 
te á la Société des sucreries et raffineries d'Egyyte. Preface de 
Henri Pellet, Vice-Président de Association des Chimistes 
de Sucrerie et de Distillerie de France et des Colonies. Ouvra- 
ge honoré d'une Médaille d'or par le Congrés de l Association 
des Chimistes de Sucrerie de France et des Colonies (Amiens, 
Juillet 1906). Librairie H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. Paris. 
1907. Grand in-8 de x11-390 pages, avec 51 figures. Broché, 
12 fr. 50; cartonné, 14 fr. 


Premiére Partie.— Quest-ce que le suere et d'oú il provient.—Le la- 
boratoire de sucrerie ou raffinerie. —Détermination de la réaction dans les 
produits sucrés.—Détermination générale des matiéres séches totales et 
de Veau contenues dans les produits sucrés.—Méthodes de détermination 
du sucre dans les produits sucrés.—Détermination des glucoses ou rédue- 
teurs dans les produits sucrés. —Détermination des matiéres minérales ou 
cendres dans les produits sucrés.—Dosage de la chaux dans les produits 
sucrés. —Colorimétrie des produits sucrés.—Vérification générale des ins- 
truments en usage dans un laboratoire de sucrerie ou rafinerie. Deuxiéme 
Partie.—Analyse des matiéres premiéres et de leurs résidus directs. Anal- 
yse de la canne á sucre.—Analyse de la betterave á sucre.—Analyse gé- 
nérale de tous les jus.—Analyse des sirops, masses cuites, égouts et mé- 
lasses.—Analyse des sucres bruts.—De l'échantillonnage.—Analyse des 
produits de raffinerie. 


11 


Troisiéme Partie. Analyses diverses.—Le calcaire. La chaux. Le gaz 
carbonique. Le lait de chaux.—Recherche du sucre dans les eaux de retour 
ou de condensation.—Les incrustations dans les appareils d'évaporation.— 
Analyse des combustibles. —Albumine de sang.—Noir animal ou noir d'os. 
—Bleus Voutremer,—Analyse des engrais phosphatés.—Analyse des en- 
grais azotés—Analyse des engrais potassiques. 


+ 


Traité complet d'Analyse chimique appliquée aux essais in- 
dustriels par J. Post, Professeur honoraire a Université de 
Gaettingue et B. Neumann, Professeur á la Technische Hoch- 
schule de Darmstadt. Ayec la collaboration de nombreux chi- 
mistes et spécialistes. Deuxiéme édition francaise entiórement 
refondue. Traduite d'apres la troisiéme édition allemande et 
augmentée de nombreuses additions par le Dr. L. Gautier, To- 
me I. 1re. fascicule. Paris. Librairie Scientifique A. Hermann. 
6, Rue de la Sorbonne. 1907. 8* gr. 217 pages, 104 figs. 6 fr. 50. 


Esta importante obra estará formada por dos grandes tomos de cerca 
de 900 páginas cada uno, que aparecerán en ocho fascículos. El primero 
que acaba de publicarse y que tenemos á la vista, contiene las materias si- 
guientes: 

Agua y aguas de resíduos, por el Dr. J. H. Vogel (Berlin). (Agua pa- 
ra la industria y aguas de resíduos industriales).—Combustibles por el Dr. 
Langbein (Niederlóssnitz-Dresden).—Pirometría por el Dr. B. Neumann. 
—Gases de humos, de calefacción, de motores y de minas, por el Dr. B, 
Neumann. 


Lowell Observatory. Flagstaff. Arizona. Bulletin. 4* 


No. 26. The South Polar Cap. of Mars in 1905. Percival Lowell. 1906. 
3 fig.—No. 27. A Photographic Study of the Spectrum of Saturn. V. M. 
Slipher. 1906. 1 pl.—No. 28. Solis Lacus. Mars 1907,—No. 29. South Po- 
lar Cap of Mars 1907. P. Lowell. —No. 30. North Polar Cap of Mars, March- 
June 1907. P. Lowell. 


12 


Mitteilungen der Nicolaie-Hanptsternwarte. Pulkowo. 4” 


Bd. IT. 1907. No. 14. Ueber die Einwirkung zweier Bilder auf einan- 
der bei astrophotographischen Aufnahmen von S. Kostinsky. 2 Taf.—No. 
15. Ueber eine Eigentúmlichkeit des objectivs des 30-zólligen Refractors 
von A. Belopolsky. Ueber das Spectrum der Sonnenflecken von A. Belo- 
polsky.—No. 16. Ueber Bewegungen von Niveaublasen von llmari Bons- 
dorff. —Beobachtungen von ¿ Cassiopejae mit dem grossen Zenittelescop 
von Oct. 1996 bis zum Márz 1907 von IL. Bonsdorff —Observations de co- 
mótes et de petites planétes faites au réfracteur de 15 pouces, par L. Ocon- 
litch.—No. 17. Beobachtungen von d Cassiopejae am Passageninstrument 
im I. Vertical im Jahre 1905-1906 und ihre Vergleichung mit gleichzeit- 
igen Beobachtungen am Zenitteleskop. Von S Kostinsky. 1 Taf. 


Astronomical Observatory of Harvard College. Cambridge, 
Mass, Edward C. Pickering, Director. 


Annals. Vol. XLI, No. VI. Forims of Images in Stellar Photography. 
By. E. $. King. 1 pl.—Vol. XLVII, Part I. A photographic Study of Va- 
riable Stars forming a part of the Henry Draper Memorial, prepared by 
Williamina P. Fleming. 1907. Vol LIT, Part I. Eclipses of Jupiter's Sa- 
tellites. 1878 -1903.— Vol. LV, Part I. Second Catalogue of Variable Stars 
by Annie J. Cannon. 1907. —- Vol LVII, Part I. Observations of 75 Va- 
riable Stars of Long Period during the years 1902-1905. Preparad for 
publication by Leon Campbell. 1907. 2 pl. — Vol. LX, No. HI. Positions 
of Phoebe, 1898 -1904.—No. IV. 1777 Variables in the Magellanic Clouds. 
By Henrietta S. Leavit. 2 pl. — No V. The Variable Stars of the Algol 
Type. By H. $. Leavit. 4 pl. —Vol. LXII, Part I. Determination of Cons- 
tants for the Reduction of Zones observed with the Meridian Circle during 
the years 1888-1898 by A. Searle. 1907. 

Circulars. No. 119. Observations of Phoebe.—No. 120. 31 new Variable 
Stars.—No. 121. 105,835 Nova Velorum. H. 1,268. — No, 122, 36 new varia- 
ble Stars.—No, 123. Photographs of faint Stars.—No. 124, Stars having 
peculiar Spectra. 18 new variable Stars.—No. 125. Standars Stellar Mag- 
nitudes. — No. 126. Two variables discovered by M. Baillaud. — No. 127. 


13 


New variables Stars in Harvard Map, Nos. 3and 6.— No. 128. Missing 
Durchmusterung Stars.—No. 129, 15 new variable Stais in Harvard Maps 
Nos, 31 and 32.—No. 130, 71 new variable Stars in Harvard Maps Nos. 9, 
12, 21, 48 and 51. 


Annalen der Sternwarte in Leiden. Herausgegeben von Dr. 
H. G. Van de Sande Bakhuyzen. Haag. 4? 1906. 


Neunter Band. Heft 1 Beobachtungen zur Bestimmung der Breiten- 
variation in Leiden nach der Horrebow Methode angestelt von Juni 1899 
bis Juli 1900 von J. W. J. A. Stein, S. J.—Détermination de la différence 


de longitude Leyde--Ubagsberg par H. G. Van de Sande Bakhuyzen et J. 
H. Wilterdink. 


Encyclopédie industrielle. Fondée par M. C. Lechalas. 
Traité Général des automobiles á pétrole par Lucien Périssé, 
Ingénieur des Arts et Manufactures, Secrétaire de la Com- 
mission technique de l'Automobile-Club de France Grand 
in-8 de I1v-503 pages avec 286 figures. Paris. Librairie Gau- 
thier- Villars, 1907. 17 fr. 50. 


“¿Dans cet Ouvrage nous nous sommes efforcé de présenter au public 
scientifique des éléments d'études, sinon des études complétes, pour per- 
mettre aux ingénieurs, aux techniciens et á tous ceux qui ont quelque 
notion de Vart de lingénieur de se mettre rapidement au courant des prin- 
cipaux éléments des calculs et de la fabrication des vehicules automobiles. 
Nous avons éloigné systématiquement tout ce qui n'avait pas été sanction- 
né par la pratique ou qui avait un caractere V'actualité ou de nouveauté 
destiné á se trouver modifié par les circonstances postérieures. Nous avons 
cherché á étre tres concis, tout en étant aussi complet que possible. La tá- 
che que nons avons entreprise a été facilitée par l'amabilité des construc- 
teurs et ingénieurs spécialisés dans cette partie. La plupart des grandes 
usines ont bien voulu collaborer á notre travail en nous communiquant 
des ducuments souvent inédits et destinés á Vilustration de notre Ou- 
vrage.” 


14 


NOTAS DIVERSAS. 


El 4? Congreso Internacional de Matemáticas tendrá lugar en Ro- 
ma del 6 al 11 de Abril de 1908, bajo los auspicios de la R. Accademia 
dei Lincei y del Circolo Matematico di Palermo. 

La Asociación Científica de Esperanto organizada en el Congreso de 
Esperanto de la Universidad de Cambridge (Inglaterra), eligió el siguiente 
Consejo directivo: Presidente, Adolfo Schmidt, del Observatorio Meteoro- 
lógico de Potsdam; Vicepresidentes, Prof. J. J. Thomspon, (Cambridge) 
René Benoít (Sévres); Secretario general, René de Saussure (Ginebra). 

H. Le Chatelier fué nombrado Profesor de Química en la Facultad 
de Ciencias de Paris, en substitución de M. Berthelot. 

Ed, C. Pickering, Director del Observatorio Astronómico de Har- 
vard College (Cambridge, E. U.), fué electo correspondiente de la Aca- 
demia de Ciencias de Paris en la sesión del 29 de Julio, en lugar de Rayet, 
que murió. 

A la Plaza del Colegio de Francia, en Paris, se le ha dado el nombre 
del ilustre químico Marcellin Berthelot. 

El Dr. C. Vogel, Director del Observatorio Astrofísico de Potsdam 
falleció el 13 de Agosto. 

El distinguido mineralogista J. F. C. Klein, Profesor en la Univer 
sidad de Berlin, murió el 23 de Junio á los 65 años de edad. 


Oposición del planeta Marte en el mes de Julio de 1907. 


De los días inmediatamente precedentes y siguientes á la oposición de 
Marte, solamente se pudieron aprovechar para la observación, los días 5, 
6, 8, 10, 12 y 13 de Julio; pues en los restantes estuvo el cielo cubierto de 
nubes. 

El día 8, á las 9.35 pm., la atmósfera estaba excepcionalmente clara y 
transparente, y se pudo hacer una muy buena observación del planeta. 

El polo austral se distinguía con toda claridad y aparecía con preci- 
ción el casquete blanco y brillante de la nieve. Como á unos 209 de latitud 
sur, empezaba una faja sombría en la dirección del paralelo, la cual tenía 
una forma casi recta en el espacio de 507 de longitud, recurvando después 
en el limbo oriental hacia el lado del ecuador. Del lado del polo, la faja era 
notablemente irregular y sinuosa, notándose claramente algunas bifurca- 


15 


ciones obscuras y algunas manchas luminosas de desigual intensidad. Si- 
guiendo la nomenclatura de Schiaparelli, la faja sombría debía estar for- 
mada por el Mare Erythraeum, comprendiendo el Syrtis Major (Mar de 
Kaiser - Proctor), el Margaritifer Sinus y el Sinus Aurorae, hasta la tierra de 
Ophir. El Syrtis Minor ( Mar de Hook- Proctor) se dejó ver, aunque muy 
vagamente, los días 12 y 13 hacia el limbo oriental. De las porciones más 
brillantes del hemisferio austral, solamente me fué posible distinguir la Re- 
gio Deucalionis (Isla de Phillips - Holden) y la Ausonia (Tierra de Cassini - 
Proctor). Todas las regiones más obscuras presentaban un color azul - ver- 
doso muy ténue; y las porciones más brillantes aparecían teñidas de un co- 
lor rosado, también muy suave. 

Hacia el polo boreal, la superficie de Marte era de un color ligeramen- 
te rojizo y uniforme, interrumpido únicamente por una sombra aislada, 
entre los paralelos 30 y 50 de latitud Norte. La forma de esta mancha era 
aproximadamente la de un triángulo isóseles, con uno de sus lados parale- 
lo al ecuador, y su color era también azul - verdoso, como el de las manchas 
del hemisferio austral. Por su posición, correspondía, sin duda, al Sinus 
Acidalius del llamado Mare Boreum. 

A pesar de las excelentes condiciones de observación en que se presen- 
tó Marte, el día 8, no me fué posible distinguir con el ecuatorial de este 
observatorio, ninguna de las delicadas sombras de apariencia lineal, lama- 
das vulgarmente “canales,” cuya existencia é interpretación acaban de ser 
magistralmente discutidas por el Prof. Simon Newcomb, F. R. A. $S., en 
su artículo: “The optical and psychological principles involved in the interpre- 
tation of the so- called Canals of Mars.” (1) Sin embargo, pude afortunada- 
mente observar con claridad y comprobar la existencia de la Tierra de Tem- 
pe, bajo la forma de una mancha casi circular y brillante, al oeste del Sinus 
Acidalius; la Tierra de Cydonia al este; y la Thymiamata en el ecuador. 


Observatorio Astronómico del Colegio Católico. Puebla, Agosto de 1907. 


GUSTAVO HEREDIA, S. J., M.S, A., F. R. A. S. 


Director del Observatorio. 


1 Astrophysical Jouwrnal.—July 1907. 


16 


NECROLOGIA. 


MARCELLIN BERTHELOT. 


En las actas de nuestras sesiones 
hemos ya dado cuenta del sensible fa- 
llecimiento de este ilustre químico 
acaecido el 19 de Mazxzo, á la edad de 
79 años. 

Habríamos deseado honrar nuestra 
Revista cun una noticia acerca del emi- 
nente sabio, pero lo han hecho de una 
manera maestra la mayor parte de las 
publicaciones francesas y extranjeras, 
consignando detalladamente la vida y 
trabajos de nuestro distinguidísimo 
Socio honorario, quien entre otras co- 
sas tiene para nosotros el recuerdo de 


haberse empeñado en conseguir que la 
Academia de Ciencias de París nos hi- M. Berthelot. 

ciera el magnífico regalo, que recibi- 1827 -1907. 

mos en 1892, de la colección de sus Comptes Rendus y Mémoires. 

Nos limitamos pues, en estas líneas á rendir un profundo y sincero ho- 
menaje á la memoria del insigne Secretario perpetuo de la Academia de 
Ciencias, á la cual perteneció desde 1873, como miembro de la sección de 
física, electo en lugar de Duhamel, y substituyendo en el alto puesto de 
Secretario perpetuo al ilustre Pasteur, en 1889. 


» ' K 


ociedad Cientíica Antonio Arale. 


MEXICO. 


Revista Científica y Bibliográfica. 
Núms 3-4. Tomo 26. 1907 -1908. 


MAURICE LOEW Y. 


“«Depuis notre dernidre séance un denil aussi cruel quimprévu a frap- 
pé l'Académie. Notre éminent confrére M. Lo wy, Vun de nos doyens, 
s'est éteint subitement mardi dernier pendant qwil parlait dans le Con- 


M. Loewy. 


Revista. (1906-1907).-—3. 


vA 


s 18 


seil des Observatoires astronomiques; belle mort d'un travailleur qui ne 
connut jamais le repos. 

Pour respecter une volunté formellement exprimée, aucun discours 
ne fut prononcó sur sa tombe; nous lui rendrons plus tard l'hommage qu'a 
mérité le savant. 

Aujourd'hui, avant de reprendre nos travaux, je veux seulement rap- 
peler en quelques mots ce que fut le confrére que nous regrettons tous. 

Né en 1833 a Vienne, en Autriche. Maurice Lowy avait vingt-sept 
ans lorsque Le Verrier l'appela á 'Observatoire de Paris; il devint Fran- 
gais quatre ans plus tard et fit honneur á sa nouvelle patrie. 

Des études sur les cométes et les planétes, lidée d'un nouvel instru- 
ment équatorial, qu'il devait réaliser plus tard, la détermination précise 
des longitudes entre Paris et les villes d'Alger, de Marseille, de Berlin et 
de Vienne, le conduisirent en 1873 A VAcadémie des Sciences dont il fut 
nommé membre en remplacement de Delaunay, 

A partir de ce moment ses travaux se multiplient et prennent une 
importance pratique tout á fait remarquable. Il imagine, pour déterminer 
la flexion astronomique des lunettes, un dispositif aussi simple que précis 
dont application fournit la solution de ce probléme capital pour 1'Astro- 
nomie de position, : 

+ L'originalité de son esprit d'observateur se révéle dans des métho- 
des qui permettent de déterminer rapidement les coordoné+s absolues des 
étoiles avec une exactitude que les méthodes antérieures atteignaient seu- 
lement au prix des plus patientes observations. 

Par un artifice ingénieux il détermine directement les variations 
des positions relatives de deux étoiles, dont les images, réfléchies sur deux 
miroirs solidaires, viennent se former dans le plan focal d'un méme ins- 
trument, et la méthode nouvelle s'applique á la mesure de la constante de 
Vaberration et á Vétude si délicate de la réfraction astronomique. 

Nous connaissons tous, pour les avoir vus ici méme, les admirables 
clichés de la Lune obtenus avec le bel équatorial coudé que Lo wy avait 
fait construire sur ses plans, et dont il avait étudié minutieusement tous 
les détails. La collaboration de M. P. Puiseux a permis d'amener les ima- 
ges et leur interprétation au dernier degré de perfection qu'il semble pos- 
sible de réaliser aujourd'hui. 

Sans insister davantage sur les soins apportés á la publication de la 
Connaissance des Temps et sur d'autres travaux nombreux et utiles, je vous 
dirai encore que, la veille de sa mort, notre confrére avait donné le bon á 
tirer d'un important Mémoire sur une méthode permettant de déterminer 
avec un minimum de travail, les erreurs de division d'un cercle. 

Depuis Bessel, Lo wy fut un de ceux qui contribudrent le plus aux pro- 
gros des méthodes de haute précision dans les observations astronomiques, 


10% 


19 


Doué d'une persévérance qui ne se laissait décourager par aucun obsta- 
ele il avait cette grande force de savoir concentrer son activité intellectuelle 
sur un seul objet, jusqu'á ce qu'il eút atteint le but qu'il s'était proposé. 

Rappellerai-je enfin Vélévation du caractére et la bienveillance du 


cosur de notre confrére regretté, dont la belle vie de continuité dans le tra-. 


vail laisse non seulement une ceuyre, mais un exemple.” 


H. BECQUEREL, 
Président de l'Académie des Sciences. 


(Séancedu 21 octobre 1907). 


BL CENTENARIO DE LA SOCIEDAD GEOLOGICA DE LONDRES, 


Bajo la presidencia de Sir Archibald Geikie, K. C. B., la celebración 
del Centenario de la Sociedad Geológica de Londres se verificó con nota- 
ble éxito. Mientras que las anteriores se han caracterizado en todo por la so- 


Sir Archibald Geikie, F. R, $. + 


” 


RNA +20 Ds 


20 ¿ 


ledad, un sentimiento de entusiasmo tranquilo predominó en las reunio- 
nes. En ninguna otra se habían reunido tantos geólogos distinguidos de 
todas partes del mundo, y el carácter distintivo digno de nota en la reu- 
nión fué la presencia de muchas señoras que se han distinguido en el estu- 
dio de la geología. 

Aunque la fecha de la fundación de la Sociedad fué el 13 de Noviem- 
bre de 1807, hubo necesidad de celebrar las reuniones del centenario un 
poco antes del actual aniversario, con el objeto de que pudiesen asistir tan- 
to los miembros y corresponsales extranjeros, como los visitantes de fue- 
ra y de todas partes de las Islas Británicas para quienes sus tareas en las 
universidades principiaban en el mes de Octubre. 

Los departamentos de la Sociedad Geológica en Burlington House su- 
frieron un gran cambio. Sillones cómodos, cortinas y adornos florales sir- : 
vieron para dar atractivo á los cuartos que de otro modo parecen sombríos. 
La sala de consejo, con sus cuadros geológicos, fué arreglada para las se- 
ñoras, El museo, en lo general desierto, fué la sala principal de recepción, 
y llegó á ser un lugar bullicioso y animado donde la conversación y escri. 
tura eran razonadas con el fragante olor del tabaco. Documentos de certi- 
ficados de elecciones de miembros de algunos de los grandes maestros en 
geología, al principio adherentes, mapas publicados y otros documentes de 
interés eran extendidos ó colgados en las paredes. Por todos estos arreglos 
tan felizmente llevados á cabo, la sociedad es deudora por sus trabajos á los 
infatigables secretarios Prof. Watts y Prof. Garwood, al ayudante de se- 
cretario Mr. Belinfante, á los otros miembros oficiales y 4 Mr. F. W. 
Kudler. 

El martes 26 de Septiembre fué señalado para las ceremonias princi- 
pales del centenario y para la recepción y discurso del presidente; la her- 
mosa sala de Juntas de la Institución de Ingenieros Civiles fué cortesmen- 
te puesta á disposición de la sociedad. 

A las 11 a. m. los delegados fueron recibidos en el orden alfabético de 
sus respectivos países y se arregló que solamente un representante de ca- 
da país debía hablar. La falta de espacio no permite dar una lista comple- 
ta de los delegados que asistieron ni un extracto de las elocuentes y calu- 
rosas notas que acompañaron á sus discursos de felicitación al presidente 
á su presentación. ' 

Es de sentirse que ni tiempo ni oportunidad puedan darse para presen- 
tar estos hermosos y acabados documentos, pero sin duda alguna una ex- 
hibición especial de ellos será hecha en una futura reunión de la So- 
ciedad. 

Austria-Hungría estuvo representada por el Dr. Tietze, Director de 
la Comisión Imperial Geológica; la Confederación Argentina por el Prof. 


21 


Aguirre, de la Universidad de Buenos Aires, Bélgica por M. Mourlon, Di- 
rector de la Comisión Geológica; Dinamarca por el Dr. Steenstrup; Egipto 
por el Cap. Lyons, Director de la Comisión Geológica; Francia por los Profs. 
Gosselet, Barrois y de Lapparent; Alemania por los Profs. Zirkel, Credner 
y Rothpletz; Grecia por el Prof. Skouphos; Holanda por el Prof, Wichmann 
y Dr. Molengraaf; Italia por el Prof. Hughes (que habló por ausencia del 
Prof. de Lorenzo); Japón por el Prof. Umori; México por el Sr. Ing. J. G. 
Aguilera, Director del Instituto Geológico y miembro de la Sociedad “Al- 
zate;” Noruega por el Prof. Brógger y el Dr. Reusch, Director de la Co- 
misión Geológica; Portugal por el Prof. de Lima; Rusia por el Dr. Tcher- 
nyshew, Director de la Comisión Geológica, Prof. Pavlow, Prof. Le 
winson-Lessing y Dr. Sederholm, Director de la Comisión Geológica de 
Finlandia; Suecia por el Prof. Nathorst y Dr. Gunnar Andersson, Direc- 
tor de la Comisión Geológica; Suiza por el Profesor Heim y Prof. Baltzer; 
Estados Unidos por el Dr. Hague, Prof. Iddings y Prof. W. Morris Davis; 
Canada por el Prof. Adams; India por Mr. La Touche; Sud-Africa por el 
Sr. Rogers y Dr. Hatch; Australia por el Prof. Hill y Mr. Johnston; Nue- 
va Zelandia por Mr. Denbam. 

Numerosos delegados representaban las universidades, sociedades cien- 
tíficas, instituciones y “fields-clubg” de Gran Bretaña é Irlanda y acerca de 
su representación los Profs. Sollas y Hughes hicieron breves notas; el úl- 
timo pronunció en latín el discurso de felicitación en nombre de la Uni- 
versidad de Cambridge, Mr. A. B. Kempe representó á la Sociedad Real, 
y Lord Avebury á la Sociedad de Anticuarios. 

Un incidente interesante fué el premio á Sir A. Geikie con la medalla 
de uso de la Institución de Minas y Metalurgía, la cual le fué puesta por 
Mr. C. J. Alford, en recompensa de los servicios prestados á la Industria 
minera por la Sociedad Geológica. 

En la tarde el presidente leyó su discurso acerca de “El Estado de la 
Geología en la Epoca de la Fundación de la Sociedad Geológica.” Trató es- 
pecialmente acerca de la importante ayuda dada á la fundación de la cien- 
cia geológica por Guettard y Desmarest en Francia, por Werner en Alema- 
nia, por Hutton y Jameson en Escocia y por William Smith en Inglaterra. 

Los resultados de sus trabajos poco á poco llamaron la atención, así 
como las controversias que hubo entre los partidarios de Werner y Hutton. 
Una escuela (la de los Neptunistas) atribuían mucho á la influencia del 
agua, la otra (la de los Plutonistas) atribuían mucho á la intervención del 
calor. Esto dió por resultado que cierto número de estudiantes entusiastas 
y bien versados en mineralogía determinaran reunirse con el objeto de lle- 
gar á tener hechos que ilustraran la nueva ciencia de la geología. En toda 
forma establecieron la Sociedad Geológica de Londres, cuyo origen é his- 
toria pueden leerse en las páginas de Nature (Septiembre 26, p: 537). 


199 e 

Su primer presidente fué G. B. Greenough, uno de los fundadores, 
y su martillo geológico con un mango hecho de una tira de esque:eto de 
ballena fué exhibido por uno de sus parientes, la Sra. Bowen-—Colthurst, 
de Dripsey Castle, co Cork. Sir Archibald Geikie menciona brevemente 
esta interesante reliquia. 

En su discurso habla con orgullo de las publicaciones y de las socie- 
dades y termina expresando su opinión de que pueden tener confianza en 
el éxito y utilidad que en lo sucesivo tendrán y que ahora celebran. 

El Prof. de Lapparent secundado por el Prof. Rothpletz, propuso que 
se diera al presidente un voto sincero de gracias. 

En la tarde en los salones de Whitehall del Hotel Metropole tuvo lugar 
el banquete. La concurrencia fué escogida y en número de 291. El presi- 
dente fué colocado en medio de dos geólogos veteranos, teniendo á su de- 
recha al Prof. Gosselet y á su izquierda al Prof. Zirkel. Es digno de nota, 
que entre los miembros de la sociedad ó sus invitados no hubo un solo par 
barone ú obispo, La oración breve de antes de comer fué pronunciada por 
el Prof. Bonney, honorable canónigo de Manchester y luego la reunión dió 
principio al menú. Las tarjetas estaban adornadas con los retratos de Gre- 
enough, primer presidente, y de Sir Archibald Geikie, pero lo más curioso 
era que la fecha de la reunión en lugar de ser 1807 era 1907. Al fin de la 
comida se pronunciaron varios brindis. Los del Rey y de los Jefes de Es- 
dos extranjeros los propuso el presidente. Luego, el Prof. de Lapparent 
brindó por la Sociedad Geológica de Londres y contestó el presidente; el 
Prof, Bonney por las Universidades é Instituciones de Educación, contes- 
tado por el Dr. Credner; el Prof. Miers por las Academias y Sociedades cien- 
tíficas, contestando el Prof. Barrois; el Prof. Lapworth por las Comisiones 
Geológicas, contestado por el Prof. Heim; el Prof. Hughes por las Institu- 
ciones de Ingeniería y Minas, contestado por el Prof. Beck; el Dr. Marr por 
los Delegados y otros invitados. contestando el Prof. Stevenson; y el Prof. 
Watts por las señoras y contestado por el Prof. Walther. 

El viernes 27 de Septiembre, se visitaron: el Museo Británico en Blo- 
omsbury, el Museo de Historia Natural en South Kensington, la Comisión 
Geológica y el Museo de Geología Práctica en la Jermyn Street y el Mu- 
seo de Victoria y Alberto en South Kensington. Explicaciones sobre asun- 
tos interesantes fueron dados por los empleados de estos establecimientos 
y se mostró especial interés en el nuevo modelo de Assynt situado al nor- 
oeste de Highlands (récientemente agregado al Museo de Geología Práeti- 
ca) y dando el Dr. B. N. Peach una explicación de él. 

Una parte de los visitantes extranjeros y coloniales fueron invitados 
á la Catedral de San Pablo, sirviéndoles de guías el canónigo Scott Holland 
y el Dr. Grabham (delegado nombrado por el Colegio Real de Cirujanos). 
Ln la tarde el Dr. Grabham dió un té en la Chapter House. 


- 


23 


Por la noche el Club de la Sociedad Geolóvica dió un banquete en el 
restaurant Criterion á los delegados extranjeros y coloniales. Este Club 
fué fundado en 1824 por Buckland, Fitton, Greenough. Lyell, Warburton 
y otros, con el objeto de comer juntos después de las sesiones de la socie- 
dad. En esta ocasión faltó algo de la alegría y animación que hemos leído 
en las primeras crónicas del club, enando Buckland, sedgwick y otros gran- 
des geólogos las hacían alegres. En la presente ocasión las conversaciones 
* tenían que abreviarse. 

Se tomó una fotografía de la reunión, como se hizo también en la co- 
mida oficial, y un telegrama de felicitación fué enviado al distinguido ve- 
terano y anterior presidente, Dr. H. Clifton Sorby, de 82 años de edad y 
aún dedicado á las investigaciones científicas. Otros miembros veteranos 
de la sociedad, como el Prof. T. Rupert Jones, de 88 años de edad y el 
Rev. Osmond Fisher, de 90 años, prueban el carácter saludable de los tra- 
bajos de geología. No debemos olvidar que el padre de la sociedad, el Rey, 
W. H. Egerton, hermano del último Sir Philip Egerton, fué electo miem- 
bro en 1832 y á la edad de 96 años es aún rector de Whitchurch, en 
Shropshire. En el museo de la sociedad, durante el presente año, se exhi- 
bió una carta en la que menciona haber sido discípulo de Buckland. 

Después de la comida la reunión se entregó á la conversación que tu- 
vo lugar en el Museo de Historia Natural. Allí fueron recibidos por el 
presidente en la sala central y los números del programa fueron ameni- 
zados por una buena música ejecutada por la banda de Ingenieros Reales, 

Durante la semana anterior á la recepción del centenario, algunas ex- 
cursiones fueron hechas con el objeto de enseñar á los miembros extranje- 
ros, corresponsales y otros que vinieron de fuera, los principales rasgos de 
la geología de Bretaña. 

Las excursiones más largas se arreglaron de manera que solo se em- 
pleara una semana. 

Se vieron las formaciones paleozoicas en el Distrito del Lago Inglés, 
célebres por las primeras investigaciones de Sedgwick; en Gales del Sur, 
donde Murchison estableció algunas de sus divisiones del Silúrico; y en 
Bristol, en Weston-super-Mare y en Cheddar, rodeados por las escenas 
geológicas descritas por Buckland y Conybeare. Las rocas jurásicas y cre- 
tásicas fueron vistas á lo largo de la costa de Dorset en Lyme Regis, en 
Bridport y en Weymouth; y en la Isla de Purbeck en Lulworth y Sw- 
nage, donde Tomás Webster descubrió tan admirablemente la estructura 
geológica. La excursión á la Isla de Wight no se efectuó, y la propuesta 
al Distrito de Edinburgo fué cambiada por una al noroeste Highlands, á 
Assynt, 4 Inchnadamph y á Loch Glen Coul con el objeto de estudiar las 
masas de rocas desalojadas por los empujes del Valle de Coul y Moine. 


24 


Esta última excursión fué la más apropiada teniendo en cuenta que 


la memoria de la Comisión Geológica, acerca del noroeste de High- 
lands, comprendiendo las investigaciones de los Dres. Horne, Peach, Teall, 
Mr. Clough y otros colegas acaba de ser publicada bajo la dirección de Sir 
Archibald Geikie. 

Algunas excursiones más cortas se hicieron á May Hill, á Westbury- 
on-Severn y á la Selva del Dean, á Derbyshire y al Distrito de Crag de 
Suffolk. 

El sábado 28 de Septiembre, hubo una serie de excursiones al Distrito 
de Northampton (minerales de fierro), á Aylesbury, á Dover, á Box Hill, 
á Leatherhead y Dorking, á Reading, á Erith, á Crayford y á Sudbury. 
Así hubo oportunidad de ver cortes geológicos muy importantes é intere- 
santes. 

El lunes 30 de Septiembre, y los días siguientes, los visitantes extran- 
jeros y coloniales visitaron las Universidades de Oxford y Cambridge. En 
Oxford el grado de Doctor en Ciencia honoris causa les fué concedi- 
do al Prof. Carlos Barrois, de Lille; al Prof. Alberto Heim, de Zurich; 
al Prof. Alfredo Lacroix, de París; al Dr. Albrecht Penck, de Berlín; al 
Dr. Hans Reusch, Christianía; y al Prof. Consejero Fernando Zirkel, de 
Leipzig. En Cambridge, el mismo grado, honoris causa les fué concedi- 
do al Prof. Waldemar Christofer Brógger, de Christianía; al Prof. Con- 
sejero Hermann Credner, de Leipzig; al Prof. Louis Dollo, de Bruse- 
las; al Prof. Alberto de Lapparent, de París; y al Prof. Alfredo Gabriel 
Nathorst, de Stockholm. El Prof. Dr. Enrique Rosenbusch desgraciadamen- 
te no pudo asistir. 

Todos los que recibieron sus grados son miembros extranjeros de la 
Sociedad Geológica. De este modo el honor se hizo á la sociedad y á mu- 
chos de sus distinguidos representantes en el exterior. 


E BA 
(Traducido de Nature, por F. Urbina, M. $. A.) 


25 


SESIONES DE LA SOCIEDAD. 


SEPTIEMBRE 2 DE 1907. 
Presidencia del Sr. Dr. Antonio J. Carbajal. 


CENTENARIO DE Río DE LA Loza.—El Secretario perpetuo dió cuenta 
con una carta del Sr. Dr. Alfonso Pruneda, en que propone á la Sociedad 
que tome la iniciativa para dirigirse á las demás sociedades científicas de 
la capital á fin de que reunidas efectúen una peregrinación á la tumba del 
distinguido químico mexicano Don Leopoldo Río de la Loza, el día 15 de No- 
viembre próximo, con ocasión del centenario de su nacimiento. 

Quedó aprobada por unanimidad tal moción, agregando además la Jun- 
ta Directiva de la Sociedad, como propia, la de iniciar ante quien corres- 
ponda que se dé el nombre de ese sabio á alguna de las calles de nuestra 
capital, como se ha hecho ya con motivo de la reforma de la nomenclatura 
con los de otros distinguidos hombres de ciencia. Fueron nombrados para 
que concurran á la manifestación citada en representación de la Sociedad 
los Sres. Ing. Gabriel M. Oropesa, Vicepresidente de ella, Dr. Alfonso Pru- 
neda, Ing. Joaquín de Mendizábal Tambor:el y Fernando Urbina. 

EXCURSIÓN DE ANIVERSARIO.—El Sr. Ing. J. D Villarello propuso 
por conducto del Secretario perpetuo, que además de la sesión solemne con 
que se celebra anualmente el aniversario de la fundación de la Sociedad, 
se organice una excursión para estrechar lós lazos de confraternidad entre 
los socios, aprobándose desde luego la idea, y por gestiones hechas de an- 
temano con el socio fundador Sr. Ing. M. Marroquín y Rivera, se acordó 
que dicha excursión se hiciera á las obras de Provisión de Aguas de la Ciu- 
dad de México que se ejecutan actualmente de Xochimilco á Dolores bajo 
la dirección del citado Sr. Marroquín, quedando desde luego abierto un re- 
gistro para la inscripción de 25 socios, que es el número de concurrentes que 
podrán asistir á la excursión, por indicación del mismo Sr. Marroquín. 

TRABAJOS.—Dr. A. J. Carbajal. La etiología del vómito ó fiebre amari- 
lla, considerada desde el punto de vista bacteriológico. (Memorias, t. 26, p. 81). 

Prof. G. Engerrand. L'enseignement et la position universitaire de Pan- 
thropologie. 

Pbro. C. R. Ornelas. Notas complementarias á las Reglas de cronología 
práctica. (Memorias, t. 26, p. 171). 

Prof. E. E. Schulz. Reseña geográfica de las Repúblicas de Centro-Amé- 
rica. (Continuación). 

Revista (1907-1908).—4. 


26 


NOMBRAMIENTOS.—Socio honorario. Lic. Don Olegario Molina, Minis- 
tro de Fomento. 

Miembros titulares: Ing. Eduardo Beaven y Dr. Francisco Hurtado. 

Socio correspondiente: Prof. M. B. Porter, Universidad de Texas, 
Austin. 


OCTUBRE 7 DE 1907. 


23% Aniversario de la Fundación de la Sociedad. 


Presidencia del Sr. Ing. D. Andrés Aldasoro, Subsecretario de Fomento. 


El Secretario perpetuo hizo una breve reseña concerniente al estado 
de la Sociedad. 

TRABAJOS.—Dr. A. J. Carbajal. La etiología de la fiebre amarilla des- 
de el punto de vista de su transmisión. 

Prof. G. Gándara. Enfermedades criptogámicas de la papa. 

Ing. L. Urquijo. Reconocimientos y elección de vértices en las triangula- 
ciones trigonométricas y geodésicas. (Memorias, t. 25, p. 170). 

Dr. D. Vergara Lope. Influencia general de las grandes altitudes en el 
organismo de los tuberculosos. (Memorias, t. 26, p. 147). 

Ing. J. D. Villarello. Geología química de los criaderos de azufre de Ma- » 
pimí, Durango. (Memorias, t. 26, p. 115), 

Dr. F. F. Villaseñor. Resultados de análisis de tierras arables. (Memo- 
rias, t. 26. p. 109). 

Antes de concluir la sesión el Sr. Aldasoro expresó que el Sr. Olega- 
rio Molina, en cuya representación presidía la sesión, deseaba haber asisti- 
do, pero que por ocupaciones urgentes no pudo hacerlo. Terminó felicitan- 
do á la Sociedad por sus importantes trabajos y por su vida ya larga entre 
las corporaciones mexicanas. 


* 
* »* 


Asistieron á la sesión los socios A. Aldasoro, M. F. Alvarez, R. Agui- 
lar y Santillán, R. E. Cicero, J. Galindo y Villa, G. Gándara, J. C. Haro, 
T. L. Laguerenne, F. Lentz, R. Mena, J. Méndez, Joaquín de Mendizábal 
Tamborrel, G. M. Oropesa, A. Peimbert, F. M. Rodríguez, F. Urbina, J. 
D. Villarello, P. Waitz, F. de P. Zárate y el Secretario que subscribe. 


27 


NOVIEMBRE 4 DE 1907. 
Presidencia del Sr. Ing. G. M. Oropesa. 


FALLECIMIENTO.—El Secretario perpetuo dió cuenta de la sensible 
muerte del eminente astrónomo Maurice Loewy, Director del Observatorio 
de París, que dejó de existir de una manera violenta el 15 de Octubre. 

TRABAJOS. —Prof. G. Engerrand, Le giganto-infantilisme dans ses re- 
lations avec 'acromégalisme. 

Ing. J. Galindo y Villa. Reseña de la visita á las Obras de Provisión de 
Aguas de la Ciudad. 

Prof. G. Gándara. Enfermedades criptogámicas de la papa. (Continua- 
ción). 

Ing. A. Prieto. La propiedad territorial en el Estado de Tamaulipas, 
(Continuación). 

NOMBRAMIENTOS. —Miembro titular: 

Ing. Pablo Salinas y Delgado. 

PosTULACIÓN.—Para socio de igual clase: 

Ing. Marcos E. Bayley, Subinspector del ler. Distrito del Servicio de 
Faros, Veracruz. i 


El Secretario anual, 
” ENRIQUE E. SCHULZ. 


BIBLIOGRAFIA. 


Les industries électrochimiques. Traité pratique de la fabri- 
cation électrochimique des métalloides etde leurs composés, ete. 
par Jean Escard, Ingénieur civil, Ancien élóve du Laboratoi- 
re Central de la Societé internationale des Electriciens.—Pa- 
ris. Librairie Polytechnique, Ch, Béranger. 1907. 1 vol. gr. in-8, 
793 pages, 332 figs. 25 fr. relié. 


Esta importante obra no solo es industrial, sino que contiene con bas- 
tante extensión las investigaciones técnicas que han hecho á la electroquí- 
mica aplicable á la industria. Principia con un capítulo consagrado á es- 
tudiar la electroquímica desde el punto de vista técnico, así como á pre- 
sentar las mejores condiciones de fabricación de las substancias químicas 


28 


por electrolisis, con el mejor rendimiento. Otro capítulo del más grande 
interés es el que se refiere é la preparación del ácido nítrico por el método 
de los hábiles químicos noruegos Birkeland y Eyde. | 

Cada fabricación va acompañada da una extensa bibliografía en donde 
el lector puede puede ver desde el origen de la cuestión hasta profundizarla 
con los trabajos más extensos. 

Diez capítulos tiene la obra que tratan las materias siguientes: 

Fenómenos electroquímicos de las mejores condiciones de fabricación 
industrial por electrolisis de las substancias químicas. Preparación electro- 
química industrial de los metaloides y de sus compuestos (hidrógeno, oxí- 
geno, fluor, yodo, azufre y ácido sulfúrico, etc.) Fabricación del cloro, de 
los álcalis y de los compuestos oxigenados del cloro. Ozono y sus aplicacio- 
nes industriales. Fabricación electroquímica del ácido nítrico. Extracción 
de los metales alcalinos y alcalino-terrosos. Metales usuales (zinc, plomo, 
estaño, hierro, antimonio). Cobre y níquel. Matales raros ó destinados á 
usos especiales (oro, paladio, platino, plata, mercurio, manganeso, tungs- 
teno, cromo, molibdeno, vanadio, cadmio, magnesio, glucinio, aluminio). 
Compuesto orgánicos (hidrocarburos, cloroformo, yodo-timol, almidón, an- 


tracena, alizarina, etc.) 


Introduction á l'étude ue lélectricité statique et du Magné- 
tisme par E. Bichat, Doyen de la Faculté des Sciences de 
Nancy, Correspondant de Institut et R. Blondlot, Professeur 
á la Facultéó des Sciences de Naney, Correspondant de PIns- 
titut. Deuxiéme édition, entiérement refondue. Paris. Librai- 
rie Gauthier—- Víllars. 1n-8, vii-188 pages, avec 80 figures; 
1907.:5.£k. 


Le présent Ouvrage traite comme l'indique son titre, de l'Electricité 
en équilibre. Dans la pensée des auteurs, il est destinée á établir une tran- 
sition entre l'enseignement élémentaire et l'étude approfondie de la Scien- 
ce; il contient le développement des questions d'Electricité statique qui 
peuvent ótre exigées des candidats á la Licence es sciences physiques. 
Dans la partio théorique, on a développé les calculs indispensables pour l'in- 
telligence des phénoménes, en laissant de cóté les questions qui présen- 
tent un intérét exclusivement mathématique, Dans la partie expérimen- 
tale on a donné la description des différents appareils en s'attachant sur- 


29 


tout aux organes essentiels, de fagon á en faire comprendre le fonctione- 
ment, sans insister sur les détails de construction et de manipulation. 

L'un des auteurs de ce Livre, M. le doyen E. Bichat, a été enlevé ala 
Science le 27 juillet 1905. Les deux collaborateurs étaient en communion 
d'idées assez étroite pour que celui qui survit puisse affirmer que les modi- 
fications et remaniements apportés á l'Ouvrage dans cette seconde édition 
eussent eu Vapprobation entiére de celui qui n'est plus. Ces changements 
(on ce croit en droit de dire ces améliorations) ont été opérés d'apres des 
notes prises, tant par M. Bichat que par celui qui écrit ces lignes, au cours 
des 21 années écoulées depuis la premiére édition; on a aussi mis á profit 
les Vorlesungen de Kirchhoff, le Cours de A. Potier á 1'Ecole Polytechni- 
que et les Leitfaden der Physik de M. E. Mach. 

Le caractére du Livre est demeuré le méme, c'est-á-dire relativement 
élémentaire. On s'est efforcé de justifier davantage encore son titre d'In- 
troduction a Vétude de VElectricité statique et du Magnétisme. 


La construction d'une Locomotive moderne par le Dr. Robert 
Grimshaw, Ingénieur, Auteur des “Procédés mécaniques spé- 
.ciaux.” Traduit surla 2*, édition allemande, par P. Poinsignon. 
Ingénieur E. C. L.—Paris. Librairie Gauthier— Villars. In-8, 
de xIv-64 pages, avec 42 figures; 1907. 3 fr. 75 es. 


Cette brochure a pour but la description des différents stades de la 
construction d'une locomotive moderne, tels qu'ils se succedent dans le 
ateliers de construection de locomotives, les plus importants du mond en- 
tier. Les différentes phases de la construction sont non séulement intéres- 
santes pour les initiés, mais elles le seront encore plus, pensons—nous, pour 
le grand public. Le procédés de construction mis en ceuyre, teut comme 
leur succession, sont tres américains et donnent un excellent exemple de 
la direction pratique des ateliers, dans un pays oú le prix du salaire horai- 
re de la main-d'wuvre est le triple de celui payé en Allemagne, oú les 
ouviers travaillent pendant moins d'heures effectives par jour et sont en 
outre bien plus exigents. Le taux d'intérét usité aux États-Unis est aus- 
si une des raisons qui poussent á travailler tres rapidement et dans des 
ateliers plus resserrés qu'en Europe. 

Voici ce qui caractérise lusine en question: 

1% Chaque ouvrier a été apprenti de la maison; 

22 Aucun ouvrier ne peut faire travailler ses fils dans latelier oú il 
travaille lui méme; 


30 - 

32 Lorsqu'un membre du personnel meurt ou quitte lusine, sa part 
dans la societé n'est pas transmissible, mais est décomptée en espéces aux 
ayants droit. 

42 Jamais Vusine v'a vu de gréve. 


Les aciers spéciaux par L. Révillon, Ingénieur des Arts et 
Manufactnres. Petit in-8 (19x 12) avec 36 figures; 1907. (En 
cyclopédie scientifique des Aide-Mémoire ). Paris, Gauthier—-Vi- 
ars. 2 fr. 50. 


Ce petit opuscule est éminemment pratique et cherche á tirer des con- 
clusions des études présentés jusqu'ici et des expériences des différents 
auteurs sur cette question trés á ordre du jour. 

Chaque Chapitre envisage un nouvel élément introduit dans de l'a- 
cier; il rappelle les travaux théoriques, puis le schéma de la fabrication, 
Vanalyse des produits, leurs propriétés, enfin Vutilisation industrielle avec 
la composition et le traitement des meilleurs d'entre eux. 


Manuel de céramique industrielle: matiéres premiéres, pré- 
paration, fabrication, par D. Arnaud, céramiste, ancien direc- 
teur Vusines, et G. Franche, ingénieur des arts et manufactu- 
res, 1 vol. in-8 de 674 pages, 306 figures. Paris. H. Dunod et 
E. Pinat, éditeurs. 1906. 12 fr. 


Cet ouvrage est un vaste recueil de documents que l'on peut considé- 
rer comme vécus, eu égard á la grande expérience des auteurs. Ceux—ci 
passent en revue tout ce qui coneerne les manipulations céramiques, quel- 
que soit le produit á fabriquer, avec d'autant plus de compétence que lun 
deux, M. Arnaud, est un vieux professionnel qui a passé par toutes les 
étapes du métier: ouvrier, contremaítre, chef de fabrication, directeur 
d'usines. Quant á M. G. Franche, les qualités de ses précédents ouvrages 
lui ont valu une notoriété de premier ordre. 

Lelecteur trouvera dans ce livre une foule de renseignements précieux 
sur les tours de main ou sur les recettes du métier et, plus particulidre- 
ment, des séries de compositions d'émaux, qui lui indiqueront comment 
s'y prendre á coup súr en face de telles ou telles difficultés. 


31 


Les procédés terre á terre d'autrefois, aussi bien que les machineries, 
fagons d'opérer, fours, méme les plus modernes et les plus écon»miques, 
ete., etc., sont décrits de maniére á étre á la portée de tous. 


The Copper Mines of the World. By Walter Harvey Weed, 
Geologist, U. S. Geological Survey, 1883-1906; Member of 
the Institution of Mining and Metallurgy, etc., etc. —With 
159 illustrations.—New York and London. Hill Publishing 
Co. (The Engineering and Mining Journal). 1907. 8” 375 pages. 
$ 4,00. 


This book is the only one, in any language, in which the facts con- 
cerning occurrence and geological conditions of all the workable copper 
mines of the world have been brought together. 

Information of this kind has only been obtainable for particular loca- 
lities, and by search of government reports, scientific journals or mining 
reviews, In this volume one may find a concise statement concerning all 
the mines of any particular country, grouped together geographically, and 
alphabetically arranged, 

The first half of the book is a general treatise on the production of 
copper, is mineralogy, occurrence and the character of the ore deposits in 
whien it occurs—the only treatise of this kind published. 

The second part gives carefully written, concise descriptions of the 
copper deposits of each continent, arranged by countries. This will be fo- 
und particulary useful to mining engineers generally, as it presents full 
information concerning the geological relation of the ore bodies, a feature 
of the importance of which is becoming better recognized each year as a 
factorin determining methods of working, exploration, etc. 

The author is an eminent authority on mining geology and during 
his long career in the U. $. Geological Survey has visited ther copper loe- 
alities and mines of both American and foreign countries. 

Some of the features are: Geographic Distribution, Production of 
Copper. Mineralogy of Copper Ores. Geologic Distribution and Ocurrence, 
General Features of Copper Deposits. Genesis of Copper Deposits. Clas- 
sification of Copper Deposits. Copper Deposits of Europe. Copper Depos- 
its of Africa. Copper Mines of Asia, Oceanica and the East Indies. Cop- 
per Mines of Australasia. Copper Mines of South America. Copper Depos- 
its of the West Indies. Copper Deposits of Canada and Newfoundland. 


AA 


32 
Copper Deposits of Mexico (Sonora, Baja California, Chihuahua, Zacate- 
cas, Chiapas, Coahuila, Durango, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Oaxaca, 
Puebla, San Luis Potosí). Copper Deposits of the United States. Itis a 
Baedeker of Copper. 


Manuel de Pouvrier mécanicien. Guide du monteur. Par 
Jules Merlot, Ingénieur mecanicien, etc. Paris et Liége. Li- 
brairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1907. 8* gr. 283 pages, 306 
figs. 10 fr. relié. 


Destinada esta obra á los mecánicos, obreros, jefes de taller, aprendi- 
ces, alumnos de escuelas industriales, etc., contiene interesantes y amplias 
descripciones de los aparatos usados en el montaje de las máquinas, ejecu- 
ción de los diferentes géneros de empalmes, arreglo de los conductos, mon- 
taje de los órganos de las máquinas, localización y corrección de los defec- 
tos en el montaje, arreglo de los mecanismos de distribución, instalación 
de transmisiones y sus accesorios, etc. 


Traité théorique et pratique des explosifs destiné aux exploi- 
tants de mines et de carriéres et comprenant une étude spé- 
ciale sur la question du grisou et des poussiéres dans les mines 
de charbon par F. Heise, Professeur á ''Académie Royale de 
Mines de Berlin. Traduit de PAllemand et adapté par J. Au- 
brun, Ingénieur au Corps National des Mines.—Paris et Liége. 
Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1907. 8* 295 pages, 146 
figs. 12 fr. relié. 


Este libro será de gran utilidad á los ingenieros de minas, y en gene- 
ral á toda persona que tenga que manejar explosivos en la explotación de 
canteras, perforación de túneles, ete, 

En la primera parte del libro, después de la historia de los explosivos, 
un capítulo está consagrado á generalidades acerca de ellos, estudiando su 
temperatura de explosión, deflagración, detonación, presiones, potencia, 
efecto útil, etc. Otro capítulo da monografías de explosivos especiales co- 


33 


mo la pólvora, dinamita, Dahnemita, Roburita, Westphalita, carbonita, ex- 
plosivos de seguridad, etc. 
La segunda parte trata del uso de los explosivos en las minas por me- 
dio de mechas, de estopines, por electricidad, etc. 


Elements de Sidérologie par Hans Baron von Jiiptner, Pro- 
sesseur á Ecole des Mines de Leoben. Traduits de l'allemand 
par E. Poncelet et A. Delmer, Ingénieurs. Troisiéme partie. 
Actions réciproques entre le fer et différents élóéments. Procé- 
dés métallurgiques. — Paris. Librairie Polytechnique, Ch. Bé- 
ranger. 1907. 8% gr. 445 pages. 72 fig. et 20 pl. 20 fr. relié. 


Este tomo termina la importante obra de la cual ya hemos dado á co- 
nocer los dos primeros tomos. 

Principia por estudiar desde un punto de vista general las leyes de la 
físico-química que rigen las reacciones recíprocas del fierro metálico y de 
los diversos elementos, como son el oxígeno, carbono y sus compuestos 
oxigenados, fósforo, azufre, manganeso, silicio, arsénico, cromo, tungste- 
no, molibdeno, titano, cobre y níquel. 

Estudia después los procedimientos metalúrgicos para la extracción 
del metal y la fabricación de los aceros. Termina la obra con una buena 
bibliografía. 


Exploitation du pétrole. Historique, extraction, sondages, 
géographie et géologie, recherches des gites, exploitation des 
gisements, chimie, théories de la formation par L. C. Tassart, 
Ingénieur des arts et manufactures, ancien répétiteur 4 P'Eco- 
le centrale des arts et manufactures, ingénieur Vexploitations 
de pétrole.—Paris, H. Dunod et E. Pinat. 1907, Grand in-8S de 
726 pages, 310 fig. et 17 pl. Broché, 35 fr. 


Cet ouvrage vient heureusement compléter la bibliographie frangaise 
oú, jusqw'a ce jour, il y'existait aucun ouvrage sérieux et documenté sur 
VIndustrie du Pétrole. 1'auteur de ce livre, M. Tassart, ancien éloye de 
VEcole Centrale, dont il fut un des plus brillants éloves, et ou il fut méme 


Revista. (1906-1907).--5. 


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répétiteur des le début de sa carriére, a étudié et pratiqué d'une fagon tout 
a fait spéciale cette industrie. Ses nombreux séjours aux Etats-Unis, en 
Russie, en Galicie, en Roumanie, en Italie, en Algérie, en Allemagne, lui 
ont permis de recueillir sur la question du pétrole, tant au point de vue 
géologique qu'au point de vue de Pexploitation, des documents aussi nom- 
breux qu'intéressants qui ont servi á la publication de Vouvrage qui sera 
bien accueilli du public. I est en effet surprenant qu'une industrie aussi 
importante que celle de l'extraction, du transport et du rafinage du pétro- 
le, qui représente un chiffre d'affaires annuel de trois milliards de frances, 
compte aussi peu d'intéresses francais. 

Faire connaítre á fond cotte industrie, afin de leur permettre d'appré- 
cier en toute connaissance de cause ses avantages, ainsi que les aléas qu'el- 
le peut présenter; mettre á la portée de Vexploitant des reinseignements 
précis sur les méthodes de sondages employées, la fagon d'entamer et de 
conduire les recherches, ainsi que les précautiones á prendre pendant l'ex- 
ploitation: tel est le but de ce livre. 

Les industries chimiques qui, de prés ou de loin, touchent au pétro- 
le (Industrie du gaz, etc.), y trouveront des indicationes complétes et pré- 
cises sur la chimie des pétroles bruts et les corps qui le constituent. 

Enfin, á une époque oú le pétrole entre de plus en plus dans la prati- 
que du chauffage, surtout pour les navires et les locomotives, cet ouvra- 
ge ne peut manquer Vinterésser les ingénieurs des chemins de fer et des 
constructions navales. 

Les constructeurs d'automobiles s'y intéresseront également, pen- 
sons-nous, car il leur indiquera les sources d'approvisionnement d'essen- 
ces dont la consommation augmente chaque jour dans des proportions con- 
sidérables. 

L'illustration de louvrage est trés abondante. En dehors des 17 plan- 
ches, comprennant de grandes cartes et plans et ensembles d'installations, 
il renferme dans le texte un grand nombre de cartes de gisements et des = 
photographies inédites du plus haut intérét documentaire, 

Voici un apergu de la table des matióres: 

I. Historique général aux époques anciennes.—I[. Procédés employés 
pour extraction du pétrole brut. Puits creusés á la main. Procédés de 
sondage. Tubage des trous de sonde. Vitesse d'approfondissement et prix 
de revient des forages avec les différents systémes de sondage.—IIL. Dis- 
tribution géographiqne et géologique du pétrole. Amérique. Europe. Asie. 
Afrique. Australie.—IV. Recherches des gites pétrolitéres.—V. Exploi- 
tation des gisements péótroliféres. Surveillance des sondages en approfon- 
dissement. Extraction du pétroles des forages.—VI. La chimie des pétro- 


35 


les. Les Carbures d'hydrogéóne. Propriétés physiques et chimiques des pé- 
troles bruts. —VII, Les théories sur origine du pétrole. Formation orga- 
nique du pétrole. Formation inorganique du pétrole (théories chimiques). 
Remarques sur les théories précédentes. 


CENTENARIO DE RIO DE LA LOZA, 


En cumplimiento de la iniciativa presentada á la Sociedad Científica 
“¿Antonio Alzate” por el socio Dr. Alfonso Pruneda, y aprobada en la se- 
sión del 2 de Septiembre de 1907, para que las Sociedades Científicas de Mé- 
xico rindieran un homenaje á la memoria del distinguido químico D. Leo- 
poldo Río de la Loza, con motivo del primer centenario de su nacimiento; 
se organizó una peregrinación al Panteón de Dolores á depositar ofrendas 
florales ante la tumba de tan esclarecido compatriota. 

A las 9 de la mañana del 15 de Noviembre, en un tren especial, salie- 
ron las personas que se indican á continuación, representantes de la Socie- 
dad “Alzate” y de las Corporaciones que correspondieron á la invitación 
que les dirigió aquella Sociedad: 

Sres. Dres. José Ramos, Tobías Núñez y Joaquín G. Cosío, por la Aca- 
demia Nacional de Medicina; Prof. R. Aguilar y Santillán y D. Fernando 
M. Urbina, por la Sociedad Geológica Mexicana; Dr. Antonio J. Carbajal, 
Lic. Manuel de la Peña y D. Luis de Balestrier, por la Sociedad Agrícola 
Mexicana; Ing. Alejandro Prieto, Ing. Lucio Gutiérrez y Lic. Ramón Me- 
na, por la Sociedad de Geografía y Estadística; Ings. Ignacio Molina, Nico- 
lás Mariscal y Mariano Téllez Pizarro, por la Asociación de Ingenieros y 
Arquitectos; Pbro. José M. Troncoso, por la Alianza Científica Universal; 
Dr. Constancio de la Peña Idiáquez, Cap. Luis Aguillón y Prof. R. Agui- 
lar y Santillán, por la Asociación del Colegio Militar; Prof. José D. Mora- 
les, Prof. Juan M. Noriega, Dr. Enrique L. Abogado y Prof. Adolfo Olmedo, 
por las Sociedades Médica “Pedro Escobedo” y Farmacéutica Mexicana; 
Dr. José I. Saloma, por la Sociedad de Medicina Interna; Ing. Manuel F. 
Alvarez y D. Carlos G. Gutiérrez, por la Asociación “Río de la Loza;” Profs. 
Emilio Bustamante, Eliseo J. García y Guillermo de la Rosa, por el Cole- 
gio de Profesores Normalistas; Ing. Gabriel M. Oropesa, Prof. R. Aguilar 
y Santillán y F. Urbina, por la Sociedad “Alzate.” 

Estuvieron también ante el sepulcro los Sres. D. Juan y D. Leopoldo 
Río de la Loza, que de antemano habían adornado la tumba de su ilustre 
padre. 


36 


El Sr. Dr, D. José Ramos, en nombre de la Academia Nacional de Me- 
dicina, pronunció el discurso siguiente: 


SEÑORES: 


Un siglo ha transcurrido, desde el día venturoso en que vió la luz pri- 
mera, el hombre venerable, cuya memoria venimos á evocar en torno de 
esta huesa, y más de 31 años han pasado, desde la triste fecha, en que atra- 
vesando los umbrales de la eternidad, se ocultó entre los insondables mis- 
terios del no ser. 

Desde que vino al mundo hasta nuestra época, cuántos acontecimien- 
tos de importancia se han sucedido; en aquel tiempo, el radiante sol de la 
independencia, no derramaba todavía sus fulgores sobre el suelo de nues- 
tra amada patria. Las ideas dominantes en esa época, diferían por extremo 
de las de ahora; toda una serie de formidables convulsiones se ha registra- 
do desde entonces en nuestra historia, para llegar al modo actual de ser. 

Desde el año menos remoto de su sentida muerte, hasta nuestros días, 
cuán radical transformación se nota en la ciencia que nuestro ilustre quí- 
mico estudiara, con éxito asombroso, y qué evolución tan trascendental se 
advierte en todo orden de cosas. 

Durante esos prolongados lapsos, cuántos recuerdos se han perdido, y 
cuántos sucesos se han olvidado; la memoria de innúmeros seres, hundidos 
en el profundo abismo de la nada, hase perdido para siempre; el tiempo, 
más poderoso que las aguas del Leteo, ha hecho poner en olvido á muchos 
que se fueron, ha enjugado copiosas lágrimas y consolado numerosas penas; 
pero ese tiempo que á tantos arrastra en su torrente, hundiendo implaca- 
ble, á las multitudes ignoradas, ese mismo tiempo que arrebata en su vo- 
rágine el recuerdo de tantas existencias, es impotente para arrancar de la 
humanidad agradecida, la perdurable memoria de los que transitan por el 
mundo, derramando los tesoros de la virtud y del saber, 

Muy lejos de desvanecerse el recuerdo de esos seres privilegiados, se 
aviva con el tiempo y á medida que transcurren los años, más se aquilatan 
y enaltecen los méritos de los ilustres finados, 

La temida muerte, que tan pronto hace olvidar á los que llevaron una 
vida estéril, no alcanza á destruir la memoria de los benefactores y sabios. 
““La muerte no es más que una gloriosa transformación,” ha dicho Cha- 
teaubriand. Podemos aún asegurar, que es el crisol, en que se depuran 
las humanas acciones, pues como aseveró Tucidides: “ELLA hace des- 
aparecer la envidia y coloca en su merecido lugar á los que han sido 
grandes.” 


37 


¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? podemos exclamar, ante la tum- 
ba del varón egregio; sentimos que EL no ha muerto, que su espíritu mag- 
nánimo flota entre nosotros y nos anima con su inmortal esencia. 

Puede la flor fragante doblegar su tallo, puede arrancarle sus pétalos 
el inclemente cierzo, pero el cercano ambiente queda impregnado de bal- 
sámico perfume. Puede concluír la existencia material de un ser supe- 
rior, pero el aroma celestial de sus virtudes persiste á través de las edades. 

El hombre inolvidable, á quien ahora deificamos, se hizo acreedor á 
justa gratitud; esta sentida manifestación, en el centésimo aniversario de 
su nacimiento, es prueba palpitante de sus méritos, y debe servirnos de sa- 
ludable enseñanza y de consolador ejemplo; este acto de espontaneidad, de- 
muestra que existen los sentimientos generosos, y que la humanidad, en 
medio de sus extravíos, profesa cariñoso culto, al alma del que ya no exis- 
te y de quien no puede esperar nuevos servicios, como los que en su tiem- 
po prodigara. 

Trascendental fué la obra del insigne Dr. Río de la Loza; careciendo 
de los elementos indispensables, en una época de no interrumpidas agita- 
ciones, y rodeado de un medio poco adecuado para sus energías, tuvo que 
sostener constantes luchas, de las que siempre salió triunfante, merced á 
la firmeza de su carácter, al profundo amor que profesaba á la ciencia y á 
su sereno y práctico talento. 

Se hizo sucesivamente cirujano, farmacéutico y médico. Siendo ad- 
mirador de las ciencias naturales, dedicóse á la contemplación minuciosa 
de los seres organizados; pero profundizó de preferencia el estudio de la 
química. La estructura íntima de la materia, de sus reacciones atómicas, 
y de sus combinaciones múltiples, constituyeron el tema principal de sus 
profundas y filosóficas meditaciones. Su privilegiado cerebro, nutrido con 
sanas y fructuosas doctrinas, llegó á adquirir un caudal vastísimo de cono- 
cimientos. En este punto su mayor timbre de gloria consiste en que se ade- 
lantó á su tiempo, como acontece al verdadero genio; fué un vidente que 
asombró por sus avanzadas concepciones. 

Fué el primero que en este país fundó sólidamente las bases de un 
ramo del saber, que dejando el carácter empírico, recibió en esa época un 
vigoroso impulso, iniciado por los esclarecidos químicos del Viejo Mundo. 

No sólo comprobó los descubrimientos realizados hasta entonces, sino 
que enriqueció á la ciencia, con nuevos é importantes hechos, que le va- 
lieron universal renombre. 

Sus lucidas investigaciones y sus brillantes triunfos eran velados por 
su genial modestia, que rayaba en humildad. No era el deseo inmoderado de 
fama, lo que estimulaba sus energías. De complexión delicada, y de poca 
floreciente salud, consumía abnegadamente sus escasas fuerzas físicas, en 


38 


el estudio austero y prolongaio, sin desear otra recompensa sino la satis- 
facción incomparable, que proporcionaba la sabiduría á su espíritu gene- 
roso y amplio, encerrado en los estrechos límites de un organismo ende- 
ble. Amó á la ciencia por la ciencia misma, y por el bien que por medio de 
ellaimpartía á sus semejantes; empero si él despreciaba los mundanos hono- 
res, la fama, á su pesar, lo pregonaba con insistencia, que como dijo Plinio 
el Menor: “no son nuestras acciones las que han de correr en pos de la glo- 
ria, sino la gloria las que debe seguirlas.” Las sociedades científicas, así 
nacionales como extranjeras, se encontraban satisfechas de contarlo entre 
sus miembros. y las autoridades le conferían delicados y honoríficos cargos. 

Si fué distinguido como sabio, debe llamarse heroico, en su calidad de 
médico altruista y desprendido. Hubo un tiempo calamitoso, en que el te- 
rrible “viajero de Ganges” visitó nuestra Metrópoli, dando lugar á tétricas 
escenas. La muerte cernía despiadada sus negras alas sobre la ciudad; las 
víctimas rodaban á millares, en medio de crueles sufrimientos, y el luto se 
apoderaba de numerosos hogares. 

Como sucede en esos casos, el fatídico cuadro de exterminio, despertó 
los sentimientos egoístas; los habitantes huían despavoridos, y los que 
caían atacados por la mortífera epidemia, eran abandonados á ocasiones, 
aún por los seres más queridos, que se alejaban con espanto, por el inven- 
cible temor del contagio. El pánico cundía por todas partes, y se exaltaba 
en todos, el arraigado instinto de la conservación individual. El entonces 
joven Dr. Río de la Loza, que acababa de ingresar á las nobles filas de la 
medicina militante, inauguró su campaña en esas aflictivas circunstan- 
cias, encontrando en ellas vasto campo para el ejercicio de su elevado wi- 
nisterio. Se le vió entonces trabajar sin descanso; día y noche se encon- 
traba al lado de los pacientes, cualquiera que fuese su condición social; se 
multiplicaba en la lucha y desañando á la muerte, como otros abnegados 
médicos mexicanos, llevaba á todas partes el consuelo, calmando los dolores 
y secando el llanto con ardiente caridad evangélica. ¡Qué papel más noble, 
y más digno de imitarse! ¡Qué temple de alma se necesita para cumplir de 
tal manera con un deber voluntariamente impuesto! La humanidad es deu- 
dora dé gratitud ilimitada á los héroes sublimes, y á veces ignorados de la 
ciencia y de la caridad. 

Terminuda la asoladora plaga, el Dr. Río de la Loza, volvió á las habi- 
tuales tareas de su profesión y á la elevada práctica del profesorado. ¿Qué 
decir de él como maestro? Puede asegurarse que nació para enseñar; la cla- 
ridad y sencillez de sus exposiciones; el método esencialmente práctico que 
seguía en la cátedra; el estilo ameno y natural que empleaba en sus leccio- 
nes; todo esto lo acreditó como un profesor de primer orden. Si á todo se 
añade el amor tan grande que profesaba al magisterio, y el paternal cariño 


39 


que dispensaba á sus discípulos, fácil es comprender que sus clases se veían . 
constantemente concurridas por numerosos alumnos que lo escuchaban con 
filial respeto y se nutrían con las maduras doctrinas del venerado cate= 
drático. 

Los resultados fueron exceleutes; sediento de saber, no se conformó 
con su propia instrucción, antes bien, experimentó una necesidad imperio- 
sa de transmitirla; sembró hábilmente el germen, que cultivado con es- 
mero, produjo abundantes y doradas mieses, que hoy proporcionan el pan 
intelectual á nuestra patria. ¿Qué blasón más brillante es de desearse? y 
¿qué mayor nobleza es concebible? Por eso el docto y honorable profe- 
sor sobrevive á su fecunda y humanitaria empresa, tan acertadamente con- 
ducida. 

Pudo probar en épocas aciagas, el culto ferviente que rendía á la pa- 
tria. Un enemigo extraño avanzaba en nuestro territorio, y en su invaso- 
ra marcha, aproximábase á la capital; los buenos hijos de México, se apres- 
taron á la defensa de la patria, y entre ellos, se encontró el ilustre maestro 
que formaba parte de una compañía del Batallón “Hidalgo” la que fué or- 
ganizada por profesores y alumuos de la Escuela Nacional de Medicina; y 
llamada por tal motivo “compañía médica.” El distinguido químico, de- 
jando los reposados estudios del laboratorio y los tranquilos trabajos de 
las aulas, tomó las armas con el noble fin de hacer respetar los sagrados 
derechos, que como buen patriota, estaba obligado á defender. Transfor- 
móse entonces en soldado de la patria, de soldado de la ciencia que antes 
fuera, dispuesto á dar su sangre por la cara integridad nacional; y abrien- 
do un paréntesis en su humanitaria tarea, dejó los libros y empuñó el ace- 
ro, pues como dice Víctor Hugo, “hay horas en que la mejor manera de 
amar á la humanidad, es amar á la patria.” La fatalidad hizo pesar su fé- 
rrea mano sobre la nación sin que fueran parte á conjurarle los denodados 
esfuerzos de sus hijos, los'que pudieron repetir con dolor las resignadas pa- 
labras del esforzado Cuauhtemoc, cuando exclamaba: “hice cuanto pude 
para defender á mi patria, pero la suerte me fué adversa.” 

Restituida la calma, tras de prolongadas desgracias, el respetablé pro- 
fesor reanudó sus estudios favoritos. Una serie no interrumpida de triun- 
fos escolares y académicos, se registró durante su vida científica; los im- 
portantes servicios que prestó á la administración pública y á la enseñan- 
za, le rodearon de una brillante aureola de prestigio; su preciosa existencia 
se deslizó tranquila, dividida entre los trabajos mentales y los tiernos afec- 
tos del hogar. Habiendo sido un hijo modelo, se convirtió más tarde en 
cariñoso jefe de familia, siendo reputado como una de las más valiosas jo- 
yas de la sociedad mexicana. 

Cuando comprendió que no estaba lejano su fin, pues que en breve su es- 
píritu iba á despojarse de su frágil envoltura, se concentró en sí mismo y 


40 ; 
prescindiendo de todos los asuntos temporales, preparóse como creyente 
firme y sincero, para comparecer ante su Creador, no habiendo olvidado 
jamás las sentenciosas palabras de Kempis: “Trata de vivir de tal modo, 
que si te sorprende la muerte, te halle siempre prevenido.” Sin prescindir 
de la habitual modestia. que fué su compañera inseparable, ordenó termi- 
nantemente que se suprimiesen en sus funerales las aparatosas ceremonias 
que por su rango científico le correspondían, deseando que su cadáver fue- 
se sencillamente amortajado, y recibiese humilde sepultura. 

Justamente mereció por sus excepcionales prendas, los muy honrosos 
títulos de padre modelo, excelso sabio, benefactor insigne, eximio profesor, 
preclaro ciudadano. La Academia Nacional de Medicina, representada en 
esta inolvidable-solemnidad, se siente orgullosa de haberlo contado entre 
sus dignos miembros fundadores. 

Perdona venerado maestro, que interrumpamos, siquiera sea por bre- 
ve tiempo, el augusto silencio que circunda este fúnebre recinto! Nuestra 
presencia en este sitio no obedece al deseo de vanidosa pompa; hemos venido 
aquí con fin más noble, cual es el de ofrecerte un testimonio de admiración 
profunda y de gratitud sincera. 

Protestamos en este acto imponente, que tu amado nombre será trans- 
mitido por nosotros á la posteridad, mostrándote como un ejemplo digno 
de ser imitado por las futuras generaciones. ¡Y en tanto que tus despojos 
materiales, yacen en ese sepulero, sujetos á las leyes que tan admirable- 
mente estudiaste,'tu espíritu inmortal, disfrute en la celeste morada, el 
eterno premio que por tus grandes virtudes mereciste! 


* 
k * 


En seguida el Sr. Prof. J. D. Morales, habló acerca de la influencia que 
tuvo Río de la Loza en la implantación y desarrollo en México de muchas 
industrias químicas y farmacéuticas. ' 

A continuación el Sr. Dr. A. J, Carbajal, Presidente de la Sociedad 
“Alzate,” y uno de los delegados de la Sociedad Agrícola, recordó breve- 
mente los trabajos de Río de la Loza, con relación á la agricultura, y dió 
las gracias en nombre de la Sociedad “Alzate” á los señores que se digna- 
ron concurrir á esta manifestación. 

Terminó el acto á las 11 de la mañana. 


Sueredad Cientíica Antonio Alzate. 


MEXICO. 


Revista Científica y Bibliográfica. 


Núm. 5. Tomo 26. 1907-1908. 


SESIONES DE LA SOCIEDAD. 


Ñ 


DICIEMBRE 2 DE 1907. 
Presidencia del Sr. Ing. G. M. Oropesa. 


El Secretario perpetuo hizo un breve informe relativo á la manifesta- 
ción que organizó la Sociedad con motivo del Centenario de Río de la Lo- 
za, (Véase Revista, p. 35). 

En seguida dió cuenta con la circular de la Junta Directiva de la So- 
ciedad Mexicana para el Cultivo de las Ciencias, en la que propone que las 
Sociedades científicas del país abran un concurso científico para el Cente- 
nario de nuestra Independencia. Quedó aceptada en lo general la invita- 
ción, siendo nombrados los socios Dr. D. Vergara Lope, Ing. Macario Oli- 
vares y Lic. R. Mena, para formular el tema que debe proponer la Socie- 
dad y bases respectivas. 

TRABAJOS.—Dr. J. Alemán. Notas relativas al oxígeno. 

Dr, R. E. Cicero. Note sur un cas de radiodermite trés inten e du cuir 
chevelu avec repousse complete des cheveuzx chez une enfant atteinte de tricho- 
phytie. (Memorias, 26, p. 237). 

Prof. +. Engerrand. Les phénoménes de télégonic et de xénie sont-ils in- 
explicables? 

Lic. R. Mena. Noticia histórica sobre la China poblana. (Memo 
p. 243-247). . 


Revista (1907-1908).—6. 
1 


42 


NOMBRAMIENTO.—Miembro titular: 
Ing. Marcos E. Bayley, Veracruz. 
PosTULACIONES.—Para socios de igual clase: 
Dr. Carlos Barajas é Ing. José Villafaña. 


El Secretario anual, 
ENRIQUE E. SCHULZ. 


BIBLIOGRAFIA 


Traité complet d'analyse chimique appliquée aux essais in- 
dustriels par J. Post, Professeur honoraireá Université deGoet- 
tingue et B. Neumann, Professeur á la Technische Hochschule 
de Darmstadt. Traduit par le Dr. L. Gautier. Tome II, lre. 
fascicule.—Paris. Librairé Scientifique A. Hermaun,6, Rue de 
la Sorbonne. 1908. 8” gr, 202 pages, 99 figs. 6 fr. 


Después del ler. fascículo del tomo I de que ya hicimos mención (pá- 
gina 11 de esta Revista) aparece ahora el ler. fascículo del tomo Il consa- 
grado al estudio de las cales, morteros, cementos, yesos, productos cerámi- 
cos y vidrios, tratados en tres capítulos especiales por los Dres. H. Seger 
y E. Cramer, de Berlín, dando excelente acopio de enseñanza práctica res- 
pecto á los yacimientos, ensayos, fabricación de productos, máquinas em- 
pleadas, resistencias, etc. 


Traité pratique d'électricité industrielle par E. Cadiat et L. 
Dubost. Septiéme édition entiérement refondue et mise á jour 
par H. Boy de la Tour, Ingénisur, Chef du service électrique 
de la Compagnie de Fives- Lille. — Paris. Librairie Polytechni- 
que Ch. Béranger. 15 Rue des Saints-Péres. 1907. 8” gr. 666 
pages, 299 figs. 16 fr. 50 relié. 


La nueva edición de esta importante obra conserva el mismo plan y di- 
visiones que la anterior que se publicó en 1902, pero la presente encierra 
numerosas y grandes modificaciones en el texto, substituyendo máquinas, 
aparatos, métodos ó procedimientos poco usados ó ya abandonados, por to- 


43 


do lo correspondiente más moderno é interesante. El libro, en fin, tiene 
igualmente un carácter más bien práctico que científico, y por consiguien- 
te puede ser consultado con grandes frutos por los industriales, obreros, 
etc. 

Contiene los capítulos siguientes: Principios generales. Unidades. Me- 
didas. Aparatos productores de electricidad. Pilas. Máquinas eléctricas. 
Acumuladores. Alumbrado eléctrico. Focos luminosos. Instalaciones. 
Transmisión eléctrica de la energía, Galvanoplastía y Electro-Metalurgía. 
Telefonía. Unidades eléctricas. 


Cinématique des mécanismes par Louis Wéve, Ingénieur, 
Professeur á VÉcole supériture des Textiles et á VÉcole pro- 
fessionnelle de Verviers et a PÉcole industrielle de Namur.— 
Paris. Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1907. 8" 475 gages, 
402 figs. 10 fr. relié. 


Esta útil obrita que sirve de introducción á un curso de construcción 
de máquinas, analiza detalladamente los mecanismos tan solo desde los 
puntos de vista geométrico y gráfico; constituye un tratado de los elemen- 
tos ó partes componentes de las máquinas. 

Comprende lo siguiente: Introducción. Movimientos. Cinemática de 
los mecanismos. Transmisión por líneas rígidas. Mecanismos de bielas. 
Sistemas articulados. Guías por cuñas. Detenciones. Transmisión por con- 
tacto inmediato. Mecanismo de corredera. Excéntricos. Mecanismos de 
tornillo. Empalmes. Ruedas de fricción y engranajes. Transmisión de ve- 
locidad variable. Transmisión por correas y bandas. Mecanismos especia- 
les, Embragues. Modificadores del sentido y de la velocidad de los movi- 
mientos. 


La locomotive actuelle. Étude sur les types récents de lo- 
comotives á grande puissance. Complément au Traité prati- 
que de la machine locomotive par Maurice Demonlin, Ingénicur 
de la traction, Compagnie des Chemins de fer 1'Ouest.—Paris. 
Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1906. 1 vol. gr. in-8, 333 
pages, 132 figs. et 22 pl. 40 fr. relió. 


Esta obra forma el complemento del gran tratado práctico del mismo 
autor publicado en 1897, 


44 


Contiene una descripción de los tipos de locomotivas puestas al servi- 
cio desde 1900 en Francia y en los otros países, con las generalidades re- 
lativas á su funcionamiento, á sus proporciones, construcción, perfeccio- 
namientos y adaptaciones en los diversos países, pues en unos diez años la 
locomotiva ha sufrido transformaciones notabilísimas en cuanto á potencia, 
estabilidad, etc. Presenta un estudio general y comparativo del sistema 
compound y una monografía también"comparativa de los tipos en voga en 
Est : s Unidos y Europa. 


Essais des machines á courant continu et alternatif suivi des 
Réglements actuellement publiés concernant les essais des ma- 
chines, par P. Bourguignon, Ingénieur des Arts et Manufac- 
tures, Chef des travaux á "École Supérieure d'Électricité.— 
Paris et Liége. Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1907. 8 
gr. 298 pages, 247 figs. 15 fr, relié. 


Trata esta obra con amplios detalles y resultados numéricos; el exa- 
men de los diferentes frenos destinados á absorber y á medir la energía 
mecánica; los procedimientos de separación de las diferentes pérdidas en 
las dinamos de corriente continua, así como el análisis de las curvas de 
fuerza electromotriz alternativa y la determinación previa de las caídas 
de tensión de los alternadores. Precisa de una manera práctica la aplica- 
ción del método del diagrama circular de Blondel á los motores asineronos 
y resume la teoría de los motores monofásicos de colector. Termina con 
un estudio comparativo de los reglamentos para ensayes. 


The Ziegler Polar Expedition, 1903-1905. Anthony Fiala, 
Commander. Scientific Results obtained under the direction 
of William J Peters, Representative of the National Geogra- 
phic Society in charge ofthe scientific work. Edited by John A. 
Fleming. Published under the auspices of the National Geo 
graphic Society by the Estate of William Ziegler. Washington, 
D. C. 1907. 1 vol. 4* vin-630 pp. 56 pl. and 4 maps. 


Los trabajos científicos que da á conocer esta importante obra están 
clasificados en las siguientes secciones: 


45 


A. Observaciones magnéticas y reducciones por W. J. Peters y J. A. 
Fleming. (23 láminas). 

B. Notas y dibujos de auroras boreales, por A. Fiala. (19 láminas). 

C. Observaciones meteorológicas y compilaciones por W. .J, Peters y 
J. A. Fleming (6 láminas). 

D. Observaciones de mareas y reducciones por W. J. Peters y L. P. 
Shidy (5 láminas). 

E. Observaciones astronómicas y reducciones por W. J. Peters, R. W. 
Porter y J. A. Fleming (3 láminas). 

F. Construcción del mapa y levantamientos por R. W, Porter, 4 ma- 
pas (Rubini Rock and Bay; North Polar Region by G. H. Grosvenor; Franz 
Josef Archipelago, 1:750,000; Part of Franz Josef Archipelago surveyed by 
the Ziegler Expedition, 1903-4-5; 1:600,000). 

El mayor número de observaciones magnéticas fueron ejecutadas en 
Camp Abruzzi, (Teplitz Bay, Rudolph Island, Franz Josef Archipelago), 
á 819175 lat. N. y 3 h. 52 m. (58909) long. E. de Greenwich. de 28 de Sep- 
tiembre de 1903 á 1? de Julio de 1904. El promedio de las determinaciones 
hórarias de la declinación en ese período de tiempo fué de 22038/5 E. y de 
la inclinación 83912'4 N. Se hicieron también observaciones en la estación 
de Alger Island (819215 N.) de Junio 2) á Julio 30 de 1905, obteniendo 
20028' E. y 82046' N. 

Las principales observaciones meteorológicas dan los promedios si- 
guientes: 

En Teplitz Bay (Octubre 1903 á Abril 1904): 

Presión á 02 753.87, —Temperatura media—24922.—Temp. máx. 
—21939. Temp. mín.—27"22. Precipitación total 219mm 96, 

En Cabo Flora 79957'N. (Junio 1904 4 Junio 1905): 

Presión á 02 732035, —Temp. máx.—10.83. Temp. mín.—15-67. Pre- 
cipitación total 617 ""m 98. 

Las observaciones y dibujos de las auroras polares son de grande in- 
terés y presentan á ese notable meteoro en todas sus faces con anotaciones 
originales y cuidadosas. 

Los mapas que acompañan á la obra dan á conocer las diversas expe- 
diciones á las regiones árticas conforme á los mapas de Bayer, Leigh, Smith, 
Jackson, Nansen, Wellman y Duque de los Abruzos, dando también los 
correspondientes á la Expedición Ziegler y á las renombradas de Parry 
(1819) Franklin y Richardson (1821 € 1826), Franklin (1845-1848), McClu- 
re (1850-53), 2? expedición alemana (1869-70), Expedición austro-húngara 
(1872-73), Nordenskióld (1878-79), De Long (1880-81), Greely (1881-84), 
Nansen (1893-96). Duque de los Abruzos (1900), Svendrup (1898-1902), 
Amundsen (1903-1906) y Duque de Orleans (1905). 


46 


Annales de l'Observatoire Astronomique, Magnétique et Mé- 
téorologique de Toulouse. Tome VII renferment une partie des 
travaux exécutés jusqu' en 1906, sous la direction de M. B. Bail- 
laud, correspondant de Institut et du Burean des Longitudes, 
Doyen honoraire de la Faculté des Sciences de Toulouse.— 
Toulouse, E. Privat,—Paris. Gauthier—Villars, 1907. 1 vol. in-4* 
XX-582 pages. 


Este tomo lo forman por completo las investigaciones sobre magnetis- 
mo terrestre por E. Mathias, Profesor de física en la Facultad de Ciencias 
y Director del servicio magnético del Observatorio. 

Comprende: Primera Parte. Medidas absolutas hechas en Tolosa de 
1893 á 1905. I. Historia de los instrumentos y de los métodos. IL. Cuadro 
de las medidas absolutas de 1893 á 1905. III. Estudio de la diferencia (To- 
losa-Parc) de 1893 á 1905. 

Segunda Parte. Medidas absolutas hechas en la región de Tolosa. 1. 

Jonstrucción y utilización de las cartas magnéticas. IL. Manera de operar 
en el campo. III. Descripción de las medidas hechas en la región de Tolo- 
sa. IV. Exploración magnética del Abismo (Gouffre) de Padirac. 

Tercera Parte. Investigación de la ley de distribución regular de los 
elementos magnéticos de una comarca en una fecha fija. Exposición his- 
tórica y crítica de la cuestión. Primeras investigaciones personales. Mé- 
todo de la fórmula previsoria. Aplicaciones del método de los distritos 
en Francia, en las Islas Británicas y en Holanda. 

Algunas conclusiones, Influencia de la altitud. Influencia de la capa 
terrestre superficial. 

Esta última parte presenta á nuestro juicio grandísimoy interés, pues el 
autor hace importantes investigaciones con relación á las dos cuestiones 
siguientes: 

1? Para una misma capa superficial, en cien estaciones, cuál es el pro- 
medio de elementos magnéticos regulares y anormales, y cómo son las ano- 
malías desde el punto de vista de su signo y de su valor medio. 2? En qué 
relación están los números anteriores cuando la naturaleza de la capa geo- 
lógica superficial varía desde los terrenos azoicos basta los aluviones cua- 
ternarios. 


47 


La Science Séismologique (Les Tremblements de Terre), 
par le Comte de Montessus de Ballore, directeur du Service 
séismologique de la République du Chili. Préface par Ed. Suess, 
Associé étranger de Institut. Un vol. in-8* raisin (26*x 16") 
de 560 pages, avec 187 figures dans le texte et 32 planches 
hors texte Paris, Librairie Armand Colin, 5, rue de Méziéres. 
1907, 16 fr, broché. 


. Cet ouvrage vient compléter la remarquable Géographie Séismologi- 
que (Les Tremblements de Terre), que le comte de Montessus de Ballore, 
notre éminent confrére, a publiée il y a deux ans. 

C'est une synthése de toutes les connaissances acquises par les séis- 
mologues du monde entier, auxquelles lauteur ajoute le précieux apport 
de sa science personnelle. 

“Metre en lumiére une plus exacte compréhension de la nature géolo- 
gique des tremblements de terre quant á leur dépendance intime avec la 
formation du relief terrestre et la surrection des chaínes de montagnes, 
telle est la táche qw'avait remplie le comte de Montessus de Ballore dans 
sa “Géographie Séismologique.” Il poursuit le méme but dans la Science 
Séismologique. Il montre que la nature mieux observée des tremblements 
de terre conduit á la conception, conforme aux faits d'observations de sur- 
faces en mouvement. 1l a ainsi mérité la reconnaissance des observateurs 
et forcé Vattention du monde de la science.” 

Ainsi s'exprime Véminent géologue Ed. Suess, dans la préface qw'il a 
écrite pour ce nouvel ouvrage. Il semble donc bien que, gráce aux travaux 
de M. de Montessus, la notion de Vorigine tectonique des tremblements de 
terre soit définitivement acquise. Il n'est pas nécessaire de dire quel inté- 
rét cette acquisition présente pour la science; mais nous attirons l'atten- 
tion de nos lecteurs sur la haute importance de ses résultats pratiques. 
Elle servira en effet de base aux études ultérieures, et c'est par elle que 
nous pouvons concevoir Vespoir que, dans un temps plus ou moins éloi- 
gné, Von pourra, dans une certaine mesure, prévoir les tremblements de 
terre et parer á leurs terribles dungers. 

Voici Vextrait de la table des matiéres: 

Préface de M. Suess. Introduction. Histoire de la Séismologie.—Ire. 
Partic. Les macroséismes ou les tremblements sensibles. Séismologie d'ob- 
servation directe. Intensité du mouvement séismique. Direction du mou- 
vement. Epicentre et foyer. Séismicité et fréquence. Répliques et choes 
prémonitoires. Les bruits séismiques. Séismes sous-marins et tsunamis. 
Relations avec autres phénoménes.—2e. Partie. Les microséismes ou les 


48 


tremblements instrumentauzx. Séismologie instrumentale ou théorique. Appa- 
reils séismographiques. Les séismogrammes Le mouvement séismique. 
La constitution interne du globe, Les microséismes.—3e. Partie. Les mé- 
gaséismes ou les tremblements destructeurs. Séismologie appliquée. Effets géo- 
logiques des tremblements de terre. Des constructions en pays instables. 
Effets sur les éléments des constructions. Habitations en pays instables. 
Constructions diverses en pays instables. Note sur la théorie tectonique 
des tremblements de terre. 


NOTAS DIVERSAS. 


El Dr. G. Hellmann fué nombrado Director del Instituto Real Meteo- 
rológico de Prusia y Profesor de Meteorología en la Universidad de Berlín, 
en susbtitución del Prof. Dr. W. von Bezold. que falleció. 

El Gobierno del Brasil ha creado un Servicio Geológico y Mineralógico, 
cuyo director es el Dr. Orville A. Derby. 

Ha quedado instalada en Italia la Societá Italiana per il progresso delle 
scienze, siendo su centro en Roma (Vía del Collegio Romano, 26), 

Un Congreso de Química y Física en memoria del célebre químico ru- 
so D. I. Mendéléeff, que murió el 2 de Febrero, se verificará del 2 al 12 de 
Enero próximo en la Universidad Imperial de San Petersburgo. 

Necrología.—El distinguido paleontólogo Prof. Dr. Edmundo Mojsi- 
sovics, Subdirector del Instituto Geológico de Viena, falleció el 2 de Oc- 
tubre pasado á la edad de 69 años 

El sabio astrónomo norteamericano Asaph Hall, que en 1877 descubrió 
los dos primeros satélites de Marte, murió el 22 de Noviembre á la edad de 
78 años. 

El ilustre sabio Lord Kelvin (Sir William Thomson) falleció en Ayr- 
shire (Escocia) el 17 del corriente á la avanzada edad de 83 años. 

El eminente astrónomo francés J. Janssen, Director del Observatorio 
de Astronomía Física de Meudon, dejó de existir el 23 del presente, á los 
83 años de edad. 


Diciembre 1907. 


yoeredad Cientílica “Antonio Alrale. 


MEXICO. 


e. 


Revista Científica y Bibliográfica. 


"SESIONES DE LA SOCIEDAD. 


ENERO 8 DE 1908. 


Presidencia de los Sres. Engs. G. M. Oropesa, Joaquín de Mendizábal Tamborrel 
y M. Marroquín y Rivera. 


ELECCIONES. —Junta Directiva para 1908: 

Presidente: Ing. M. Marroquín y Rivera. 

Vicepresidente: Ing. Alejandro Prieto. 

Secretario anual, el subserito. 

Prosecretario; Lic. Ramón Mena. 
TRABAJOS.—Ing. M. F. Alvarez. El piso de la ciudad de México y el 

núel del lago de Texcoco á través de los siglos. 

Prof. A. L. Herrera. Emulsiones de carbonato de cal en sílice gelatinosa. 
Lic. R. Mena. La fotografía de los colores en México. 
NOMBRAMIENTOS. —Miembros titulares: 

Dr. Carlos Barajas é Ingeniero de Minas José Villafaña. 
PosTULACION.—Para socio de igual clase: 

Dr. Rafael Carrillo. 


El Secretario anual, 
MACARIO OLIVARES. 


Revista (1907-1908).—7. 


50 


BIBLIOGRAFIA, 


Memento du Chimiste (Ancien Agenda du Chimiste) Re- 
cueil de tables et de documents divers indispensables aux la- 
boratoires officiels et industriels publié sous la Direction de 
A. Haller, Membre de Institut, Professeur á la Faculté des 
sciences de Paris, Directeur de "École de physique et chimie 
de la Ville de Paris et Ch. Girard, Directeur du Laboratoire Mn- 
nicipal de Paris, avec la collaboration de MM. de Brevans, 
Charon, Génin, de Grammont, Griner, Loroche, Persoz, Pons, 
de Raczkowski, Rocques, Sanglé-Ferrióre, Truchon.—Paris. 
Librairie H. Dunod et E. Pinat, éditeurs.—In-8” de xx-758 pa- 


ges, avec nombreux tableaux et figures. —Cartomné toile souple 
12 fr. 1907. 


Tous les chercheurs de la chimie, sont unanimes á reconnaítre les si- 
gnalés services qu'ont rendus, etque rendent encore, les différentes éditions 
de l'Agenáa du Chimiste, dont le premier volume, paru en 1877, eut une 
suite ininterrompue de successeurs jusqu'en 1897 inclusivement. Imaginé 
et élabore au laboratoire de Wurtz par un groupe de disciples de Pillustre 
Maítre, parmi lesquels nous ne citerons que G. Sálet, qui en fut Pinitia- 
teur, Henninger, Ch. Girard et Pabst, ce petit livre fut recommandé aux 
chimistes, physiciens, essayeurs, pharmaciens, métallurgistes, ete., par le 
vaillant professeur de la Faculté de Médecine. A la mort de Wurtz, Ch. 
Friedel prit le petit livre sous son égide et plus tard, G. Salet eut pour 
successeur Alphonse Combes, qui apporta de larges contributions person- 
nelles á l'oeuvre de ses devanciers et de ses collaborateurs. Cette nouvelle 
direction fut, hélas ! également éphémere, et lédition de 1897 fut publié 
sous les auspices de Charles Girard, G. Griner et Pabst. le vingt et unié- 
me volume marqua la fin de la carriére de ' Agenda. 1 devait clore la serie. 
Dix années, fécondes en découvertes et en inventions utiles, se sont écou- 
lées depuis l'aparition du dernier Agenda. 

Il a paru á M. Charles Girard, un des rares survivants de cette phalan- 
ge de jeunes savants d'alors qui furent les promoteurs de l' Agenda, que le 
moment était venu de ressusciter, sous un autre nom, l'excellent petit li- 
vre. S'adressant á quelques savants de bonne volonté et á ses fidóles colla- 
borateurs du Laboratoire municipal, il a reussi á constituer un comité de 


51 


rédaction qui s'est aussitót mis á loenvre. Le présent volume, fruit de cet- 
te collaboration, tout en ayant pour certaines de ses parties des points de 
ressemblance avec son aíné, en différe cependant sous bien des rapports. 
Son chapitre 1 renferme, comme Y 4genda, des documents physiques aux- 
quels on a joint, avec raison, des tables de logarithmes, un abrégé du sys- 
teme C. G. $. et quelques données thermochimiques. Dans le chapitre UH, 
on a reuni des documents indispensables de chimie pure et de minéralogie. 

*. Quant au chapitre Il, il comprend, sous une forme claire, précise et 
succincte, les meilleurs procédés d'analyse appliqués aux matiéres alimen- 
taires et aux produits usités dans les industries les plus diverses. Cette 
partie de lonvrage se recommande tout particuligrement á attention des 
praticiens. Les méthodes choisies et décrites ont été, les unes élaborées 
entiérement, et les autres soumises au contróle le plus minutieux par les 
savants analystes du Laboratoire municipal. Toutes on recu la sanction 
Vune longue pratique. y 


Temperaturas del agua del mar mí Veraeruz y la. salida 
del Estrecho de Florida, 


POR EL DOCTOR 


GUSTAV W, von ZAHN, 
De Berlin. 


(Traducido de 4nnalen der Hydrographie und Mavitimen 
Meteorologie; 1907, 1X). 


El viaje de vuelta del Congreso Geológico Internacional en la Ciudad 
de México, de Veracruz á Hamburgo en el vapor “Kronzprinzessin Cecilie”, 
de la Hamburg-America Linie, me proporcionó la agradable oportunidad de 
hacer algunas observaciones oceanológicas. Si bien en general, estas obser 
vaciones se hicieron para conocer los métodos, sin embargo creo que las 
temperaturas de las aguas superficiales que doy en seguida, no carecen de 
cierto interés. En efecto, ó bien presentan una excepción notable en las 
condiciones normales, si se siguen las opiniones actuales en vigor, ó bien 
parecen comprobar las ideas manifestadas por John C. Soley en su artículo 
sobre el Golfstrom en el Golfo de México, publicado en el Cuaderno II del 
año corriente de estos Anales. 

Las temperaturas se tomaron con un termómetro de agua de superfi- 
cie de C. Richter, de Berlín. El instrumento asegurado en una bolsa for- 


52 


mada de tela para velas, se sumergió en el agua. A cansa de la velocidad 
del buque, 14 nudos por hora como promedio, sin esta precaución el ter- 
mómetro no podría servir, como había quedado probado durante el viaje 
de ida en el vapor “Bliicher”, puesto que el golpeo repetido é inevitable 
contra el agua aflojaba rápidamente los tornillos; sobre todo el tornillo de 
ajuste, de manera que fácilmente podía perderse el termómetro. 

Pero el uso del termómetro flotante tiene la ventaja de la mayor exac- 
titud en comparación con el método adoptado á bordo, es decir, sacándose 
agua en la bolsa de tela y midiéndola luego. Por una parte, las indicacio- 
nes del termómetro del buque fueron en general inferiores; y, por otra 
parte, observaciones cuidadosas hechas con dos termómetros patrones com- 
parados entre sí exactamente, dieron una diferencia media de 092, 4 favor 
de la medida con el termómetro flotante, así que éste indicaba temperaturas 
más altas. La diferencia puede explicarse fácilmente por la evaporación du- 
rante la subida de la bolsa de tela. 

De esta manera se obtuvieron los resultados que constan en el cuadro 
adjunto. 

Las observaciones entre Veracruz y 85 long. W, dan á reconocer fácil- 
mente dos rasgos característicos. En primer lugar la división marcada en 
tres regiones, á saber: 

1. -El Golfo de Campeche.—Observaciones 1 á 4, con una temperatura 
de 2792 á 2892, ó bien, si se renuncia á las indicaciones del termómetro del 
buque del núm. 1, de 2798 á 2892. 

2.—Banco de Campeche.—Observaciones 5 á 12 con temperaturas de 
2502 á 2802, ó sea un promedio de 25%5, y por consiguiente 2% más frío 
que el golfo del mismo nombre. La medida con el termómetro del buque 
indicada bajo el núm. 8, de 2794, es sin duda alguna el resultado de un error 
del observador. 

3.—El Estrecho de Yucatán.—Observaciones 13 á 16, con temperatu- 
ras de 2699 á 2793, es decir una temperatura media de 195 más caliente que 
la del Banco, pero 19 más fría que la del Golfo de Campeche. 

El segundo rasgo característico es la relación de la marcha de la tem- 
peratura con el relieve de la región recorrida. Por esto en el cuadro se han 
añadido las profundidades tomadas de las cartas marinas inglesas; reduci- 
das á metros. Las altas temperaturas del Golfo de Campeche toinciden con 
la curvatura meridional de la profunda cuenca del Golfo de México, pues 
se encuentran sobre unas profundidades de 1800 á 2500 m. 

Entre las observaciones 4 y 5, que presentan un cambio de temperatura 
de 2798 á 2505, se encuentra la rápida elevación del fondo del mar, que pasa 
de unos 2500 m. á unos 50 m. Las temperaturas bajas se midieron todas en 
la región del Banco de Campeche, con una profundidad media de 48 m, La 
observación 12 con 25%4 está precisamente sobre el declive del Banco hacia 


53 


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54 


el Estrecho de Yucatán, siendo este más suave que la pendiente occiden- 
tal, y el resto de las observaciones con temperaturas considerablemente 
más altas incluye la región del mencionado estrecho, con una profundidad 
que varía entre 900 y 2400 m. 

Estos dos rasgos característicos están en contradicción con la opinión 
aceptada actualmente sobre las condiciones de las corrientes del Golfo de 
México. Si se sostiene esta como exacta, entonces la distribución de tem- 
peraturas que se ha observado constituye una excepción cuya causa debe 
investigarse. Por lo demás esta distribución está de acuerdo con las ideas 
de Soley. Al 

Para llegar á una decisión, es mejor basarse primero en condiciones 
que ofrecen una absoluta seguridad, sobre las cuales las dos opiniones es- 
tán de acuerdo; es decir, en la corriente del Estrecho de Yucatán. 

Aquí, la corriente que viene del Mar Caribe, se dirige hacia NW y 
NNW, como precursora de la corriente de la Florida. Las observaciones 
13 á 16 se hicieron en esa región, y las temperaturas corresponden perfec- 
tamente á los datos que se han suministrado hasta el presente con respee- 
to á ella. 5 

En lo que sigue, en todas las descripciones publicadas hasta hora acerca 
de las condiciones de corrientes en el Golfo de México (1) se supone que 
una corriente que se separa de la mencionada, pasa sobre el Banco de Cam- 
peche, siguiendo una dirección hacia el Oeste. Mientras que en lo general 
las opiuiones son tan divergentes que llegan á veces á una completa contra- 
dicción, parece existir en este caso un acuerdo completo. El “Dampferhan- 
buch fiir den Atlantischen Ozean” y el “West Indian Pilot” declaran que la 
corriente prosigue entonces á lo largo de la costa mexicana, miéntras que 
la citada carta de Kriimmel indica aquí dirección opuesta. Al contrario, 
Soley dice que un brazo circunda el Banco, el cual denomina la corriente 
principal del Golfstrom Esta corriente cireundante parece estar de acuerdo 
con el hecho de que cada vez más se encuentra una íntima dependencia de 
las corrientes y la configuración, lo que se expresa por el hecho de que las 
corrientes pasan al rededor de los obstáculos que encuentran. Como tal debe 


(1) Dampferhandbuch fir den Atlantischen Ozean herausgegeben von den Deut- 
schen Seewarte, Hamburg, 1905, p. 246 y 247 y lám. V. 

Kriimmel O., Algemeine Meeresforschung. (Eu Neumayer, A, 
schaftlichen Beobachtungen nuf Reisen, t. 1, Karte der Meeresstrómungen). : 

Segelhandbuch fir den Atlantischen Ozean, herausgegeben von den Deutschen 
Seewarte. 2% Edición. Hamburg. 1902. Atlas, lám. 3. y 

The West-India Pilot. Vol. I, 6th Ed. Hydrographic Oftice. London. 1903. p. 52 


y 441 Cabo Catoche hasta Sisal, 446 Progreso, 454 Arrecife del Alacrán, 466 Leyuna de 
Términos y 475 Coatzacoalcos. 


55 


considerarse el Banco de poca profundidad que se levanta repentinamente 
con una pendiente rápida. 

Suponiendo ahora que Soley tenga razón, fácilmente puede explicarse 
la diferencia entre la temperatura de las tres regiones. 

La temperatura del agua en el Estrecho de Yucatán no corresponde á 
la latitud sino que, de acuerdo con su origen meridional es demasiado alta 
para estas regiones. 

El Banco de Campeche mismo debería considerarse como una región 
de aguás relativamente poco azotadas, sólo movidas ligeramente por los 
vientos cambiantes, es decir, como región sin cor:iente. Así, la tempera- 
tura correspondería á la latitud y también al mes de la observación, y por 
lo tanto debería ser inferior á la del Estrecho de Yucatán, y de la parte 
occidental, donde la corriente volvería á ejercer su influencia calentadora. 

Pero en contra de ésto hay el hecho de que aquí se trata de una sola 
observación y el mayor número de informaciones indica de una manera 
uniforme una corriente occidental sobre el Banco de Campeche, de manera 
que no obstante la suposición de Soley, por lo pronto, ésta debe conside- 
rarse como el estado normal. 


Entonces la distribución observada únicamente presenta un estado 
excepcional, puesto que semejantes diferencias de temperatura no pueden 
ocurrir en la misma corriente. Esto puede explicarse bien del'modo si- 
guiente: 

Los vientos dominantes de esa región, por motivo de su situación en 
la región del monzón, son los del cuadrante NE, que quedan interrumpi- 
dos solo desde Noviembre hasta Abril, por los famosos Nortes ó Northers. 
Quizás puede suponerse que los vientos del NE sean la verdadera causa de 
la corriente occidental sobre el Banco de Campeche, y el mismo Soley hace 
observar, de una manera especial, que los Nortes dirigen la corriente so- 
bre el Banco. Pero, si en lugar de esos vientos regulares llegan alguna vez 
otros del Sur ó del Oeste, entonces, en caso de que duren algún tiempo y 
tengan alguna fuerza estos vientos pueden muy bien ocasionar un cambio 
en las condiciones de la corriente y, por tanto, en la distribución de tem- 
peratura de esas aguas del Banco que tienen poca profundidad y deben ser 
fácilmente influenciadas. La corriente occidental, de por sí no muy fuerte 
queda desviada de este Banco y reemplazada por una corriente en sentido 
contrario, hacia el E ó el NE la que, de otro modo solo se encuentra en la 
proximidad de la costa. (1) 


(1) Véase Dampferhandbuech fúr den Atlantischen Ozean, p. 247: Sobre el Baneo 
de Campeche corre cerca de la costa y aun á una distancia de 20 millas, una corriente á 
veces bastante fuerte, á lo largo de la costa hacia el W. 


56 


El agua caliente de la corriente occidental queda desalojada por otra 
agua más fría. A esto probablemente debe referirse la observación de Soley 
de que después del fin de un norte, la corriente vuelve á retroceder del 
Banco, y que en éste se hace sentir una fuerte diminución de la tempera- 
tura del agua. 

Los vientos dominantes durante la observación confirman lo que aca- 
bo de decir. Desgraciadamente no tengo datos sobre los días anteriores al 
18 de Octubre, fecha en que emprendi mí viaje. Pero en ese día, el dia- 
rio del buque indicó hasta las doce del día, un viento del Sur con una fuer- 
za de 2-3; desde ese momento hasta las 4 de la mañana del 19 de Octubre, 
un viento SE con la misma fuerza y que se cambió entonces en viento del W. 

El 19 de Octubre, el punto era N 222 W. 5 millas por 10 horas, á 209 
20' lat. N y 932 53' long. W. El día siguiente el punto dió, en el Banco 
de Campeche S 46% E. 3 millas por 7 horas. y calculado desde Alacrán 
marcó 220 28' lat. N. y 879 55' long. W. 

Así. estos datos parecen apoyar la suposición que en la distribución de 
temperaturas se trata de una excepción en las condiciones normales, cau- 
sada por los vientos y el agua desviada. 

Las temperaturas más altas en el W. del Banco de Campeche concuer- 
dan con ambas opiniones. Según Soley se llega aquí otra vez al brazo prin- 
cipal del Golfstrom; según la teoría, hasta hoy admitida, se alcanza aquí 
la corriente occidental que quedaba desviada solo temporalmente. Por con- 
siguiente, debían tenerse las temperaturas más altas quese han encontrado. 

Las otras observaciones de temperatura 17 á 19, desde la Habana has 
ta la salida del Estrecho de Florida no ofrecen ninguna particularidad en 
cuanto á las ideas hoy aceptadas. Dejan reconocer claramente (17, 19, y 
IT 1) una diminución de temperatura en la costa de la Habana, que pro- 
bablemente es el resultado de una corriente de compensación, que Soley 
llama la Contra corriente Cubana. 

Continuamos la observación de temperaturas más adelante de lo indi- 
cado, pero en esa región bastante conocida, ofrecieron poco de notable; por 
regla general, indicaron una diminución regular de temperatura Sólo 
en dos lugares se encontraron irregularidades: primero el 22 de Octubre 
al mediodia, en 29 23' lat, N y 789 08' long. W, un aumento de tempera- 
tura de 259 6 (á las 8 de la mañana) á 26” y un descenso igual á 259 6 (á 
las 4 de la tarde); y lo mismo ocurrió el 23 de Octubre, cuando el termóme- 
tro del buque había marcado 23? 8' á las 4 de la mañana, encontramos 2596 
á las 8 de la mañana, á 31" 56' lat. N., y 73 20' long. W; á las 12, 25%4 
á 320 17' lat. N., y 72? 32' long. W. Después, á las 4 de la tarde, el termó- 
metro volvió á indicar 24? 3, 


Sociodad Cienc. “Antonio Abate” 


MEXICO. 


Revista Científica y Bibliográfica. 


Núáms. 7-8, Tomo 26. 1907-1908. 


SESIONES DE EA SOCIEDAD: 


FEBRERO 3 DE 1908. 


Presidencia del Sr. Ing. G. M. Oropesa. 


FALLECIMIENTO.—El Secretario perpetuo dió cuenta de la sentida 
muurte del socio honorario D. Mariano Téllez Pizarro, Ingeniero Civil y 
Arquitecto. 

MEDALLA MolssaN.—El mismo Secretario presentó la medalla con- 
memorativa del descubrimiento del fluor por el ilustre químico H. Mois- 
san, que la Sociedad recibió como subscriptora á la manifestación hecha 
á ese sabio por sus discípulos y amigos con motivo del Premio Nobel que 
le otorgó la Academia Real de Ciencias de Suecia. 

AGRAPDECIMIENTO.—Asimismo leyó las cartas que los Sres. Ch. Warren . 
Hunt y W. G. Moler, le dirigen, remitiéndole una elegante y artística 
tarjeta iluminada en la que la American Society of Civil Engineers hace 
presente su agrademiento á esta Sociedad y á otras corporaciones por la 
participación que tomaron en la acojida que tuvo en México al celebrar en 
Julio de 1907 su 39* Convención anual. (Véase adelante p. 59). 

TRABAJOS.—Ing. J. Galindo y Villa» Reseña de una visita á la insta- 
lación hidroeléctrica de Necaxa, Puebla. 

Prof. A. L. Herrera. Imitación de protozoarios por medio de emulsiones 
de sílice coloide y carbonato de cal. 


Revista (1907-1008).— 8. 


58 a 


TrEmA.—Para el concurso que ha iniciado la Sociedad Mexicana para el 
cultivo de las ciencias, quedó aprobado +] siguiente: 

“ Estudio acerca de las cualidades, condición sociológica, defectós y 
educación del pueblo mexicano, tomando por base datos antropológicos y 
antropométricos y de psicología experimental de las diversas razas que lo 
constituyen.” 

NOMBRAMIENTOS.—Miembro titular: 

Dr. Rafael Carrillo. 

PosTULACION.—Para socio de igual clase: 

Ing. Marcelo Bloch. 


El Secretario anual, 
MACARIO OLIVARES. 


Tema aprobado por la Sociedad “Alzate” para el Concurso Científico iniciado 
por la Sociedad Mexicana para el Cultivo de las Ciencias. 


“Estudio acerca de las cualidades, condición sociológica, defectos y 
educación del pueblo mexicano, teniendo por base datos antropológicos y 
antropométricos y de psicología experimental de las diversas razas que lo 
constituyen.” 


Bases del Concurso: 


a.—Todos los habitantes de la República pueden optar al tema pro- 
puesto. pe 
b.—El plazo para admisión expira el día 31 de Diciembre de 1909. 
c.—Los estudios pueden ser hechos en colaboración ó individual- 


. mente. 


d.—Los estudios deberán ser presentados en papel tamaño ministro, 
escritos por una sola cara y con letra de máquina ó impresos, y venir acom- 
pañados de una copia. 

e.—Deberán venir firmados con pseudónimos ó con un lema, y acom- 
pañados de un pliego en sobre cerrado que contendrá el mismo pseudóni- 
mo ó lema, el título del estudio y la firma ó firmas del autor ó“autores, así 
como sus direcciones El sobre de este pliego solamente contendrá el pseu- 
dónimo ó lema, y éste surá abierto una vez que sean calificados los tra- 
bajos. 


59 
| f.—La Sociedad publicará en sus Memorias los trabajos premiados, y 
se reserva también el derecho de publicar los que no sean premiados. 

9. —Los trabajos serán dirigidos á la Sociedad Mexicana para el Culti- 
vo de las Ciencias (Sepuleros de Santo Domingo, núm. 519) ó á la Socie- 
dad “Alzate” (altos del Volador). 

h.—El Jurado Calificador será formado por tres personas que designa- 
rá la Sociedad en junta general, y se dará á conocer un mes antes de ce- 
rrarse el plazo para admisión de los trabajos. 

1¿.—El Jurado tendrá tres meses de plazo para dictaminar acerca de los 
estudios presentados. 

j-—La Sociedad otorgará un primer premio para el mejor trabajo pre- 
sentado y un segundo premio para el que así lo acuerde el Jurado. 

El primer premio consistirá en lo siguiente: 

Los 16 últimos tomos de las Memorias y Revista de esta Sociedad, un 
ejemplar de la im, ortante obra “La vie sur les hauts plateaux” y una me- 
dalla cuyo material, dimensiones y leyenda serán acurdadas oportunamen- 
te, y el diploma respectivo. 

El segundo premio consistirá en los 8 últimos tomos de las Memorias 
y Revista de esta Sociedad y el diploma respectivo. 


The American Society of Civil Engineers, 
to all its Mexican brethren, greeting and thanks. 


The Board of Direction, iu behalf of the Society as a body and of its 
individual Members, hereby tenders hearty thanks for the many courtesies 
received in connection with its Thirtyninth Annual Convention, held in the 
City of Mexico during July 1907. 

Your cordial invitation to visit MeExICO was accepted in the belief 
that the ENGINEERING PROFESSION would gain strengh through the asso- 
ciation of men of practical science of different nationalities. 

Mexican Hospitality is so spontaneous, unbounded and overwhelming, 
that it is difficult to express adequate appreciation of the heartiness of 
your wellcome, and of the well arranged aud brilliantly executed pro- 
gramme, which brought to the attention of our Members many wond- 
ers of Nature, as well as interestiny work of Man. 

To acknowledge individually the courtesies extended by so many is 
impossible, but it is especially desired to emphasize the obligation of the 
Society to GENERAL PorrIrRIO Diaz, President of the Great Republic of 
Mexico, whose interest was so graciously made evident. 

Warmest thanks are also tendered to the Mexican Society of Engineers 


50 d 


and Architects; to the Association of the Military College; to the Sociedad 
Científica “Antonio Alzate,” to the Electric Street Railway Company of Me- 
xico: to the City Water Works Commission; to the Hydrographic Commission 
of the Republic; to the Mexican Light and Power Company Ltd.; to S. Pear- 
son $ Son, Ltd.; to the Mexican Railway Company; to the Mexican Central 
Railway Company; and to the Spanish, British, Country, and American 
Clubs, of the City of Mexico. 

Grateful acknowledgement is also made of the special indebtedness 
of the Society to the Hon. Leandro Fernandez; to Señores J. Ramon Iba- 
rrola, Ignacio de la Barra, and General Joaquin Beltran; to the members 
of the Society resident in Mexico, and particulary to the members of the 
Local Commitee cf Arrangements, all of whom hade much to do with 
making the meeting one of the most successful the Society has ever 
held. 

Itisthe hope of the Society that this Convention may be the forerruner 
of others which will foster a More Intimute Professional relation between 
the Engineers of ¿he Great Republics of North America, and that in the 
near future a similar meeting make be held in This Country from which 
the Engineers of Mexico may derive some measure at least of the profit 
and pleasure which in this instance have «ecrued to their American Bre- 
thren. 

G. H. Benzenberg, President.—Ch. Warren Hunt, Secretary. 


BIBLIOGRAFIA 


Vulitch (Vladimir de), Ancien Directeur de distilleries de 
goudrous.—Les produits industriels des goudrons de houilles et 
leurs applications. Petit in-S (19-12) de 168 pages avec 5 figu- 
res; 1907 (Encyclopédie scientifique des Aide-Mémoire). Broché 
2 fr. 50.—Paris. Gauthier—Villars. 


Cet ouvrage, complément nécessaire á toute étude générale de chimie 
organique, contient, en un nombre de pages relativement restreint, toutes 
les données concernant les produits industriels et marchandsdes goudrons. 
Données d'exploitations et rendements; marchés et cours; spécifications 
des marchandises et leurs applications; principales conditions exigées des 


61 
consommateurs; maniéres de reconnaítre les produits au point de vue pu- 
reté et falsifications; leurs inconvénients et dangers s'y trouvent exposés 


- 
avec une rare compétence. 


Ananas. Plantations, entretien, fruits, récolte, conserva- 
tion, devis raisonués, conserves, produits industriels, étude 
générale, exportation, commerce, avenir par Paul Hubert. In-8 
de 192 pages, avec 52 fig, Cartonné 5 fr. (Forme le 3*, volume 
de la Fibliothéeque pratique du Colon). H. Dunod et E. Pinat, 
éditeurs, 49 quai des Grands-Augustins, Paris, VI". 1907. 


M. Paul Hubert, qui a entreprise la publication de la Bibliotheque Pra- 
tique du Colon, destinée á vulgariser les diverses cultures colaniales et les 
industries qui en dérivent, vient du publier une monographie de l'Ananas. 
Il avait déja publié. dans la méme collection, deux intéressantes monogra- 
pies pratiques sur le cocotier et sur le bananier. 

Le nouveau volume étudie d'abord l'ananas au point de vue botanique 
et indique la répartition de ses diverses variétés dans les différents pays 
du globe. M. Hubert examine ensuite avec soin toute ce qui concerne 
la plantation, la culture et Ventretien de lananas. Il donne méme des de- 
vis raisonnés d'installations. Puis il aborde la question industrielle, Vex- 
ploitation du fruit, les conserves d'ananas, les boissons qu'on fabrique avec 
ce végétal, Vutilisation des fibres d'ananas, etc. Aprés un apergu du com- 
merce de ces divers produits, il termine par des renseignements pratiques 
á lusage des colons qui voudront tenter la culture de Vananas, 


Le Mécanicien industriel, manuel pratique, par Paul Blan- 
Carnoux, ingénieur-mécanicien. In-8 de 820 pages, avec 400 
fig. Broché, 12 fr.; cartonné 13 fr. 25. H. Dunod et E. Pinat, 
éditeurs, 49, qual des Grands-Augustins, Paris, VI". 1907. 


Cet ouvrage est un véritable aide-mémoire consacré á la mécanique 
industrielle. Il forme comme une encyclopédie, á la fois complete et sue- 
cinte, sans descriptions trop chargées et saus formules trop séches, á l'u- 
sage des mécaniciens de lindustrie. Apprentis, éléves, ouvriers, dessina- 


62 : 


teurs et contremaítres, ingénieurs et directeurs méme, tout le monde y 
trouvera matiéres á consulter, chacun dans sa sphere. 

M., Blancarnoux a successivement conquis les divérs grades de la hié- 
rarchie industrielle, depuis sa sortie des Arts et Métiers et aprés un stage 
dans la Marine. Il était done partaitement qualifié. avec son style clair et 
concis, pour traiter les questions relatives aux mathématiques usuelles, 
aux chaudiéres, aux machines á vapeur et autres muteurs modernes, 
y compris les nombreux mécanismes V'ateliers—toutes questions fort in- 
téressantes. 


Le remblayage á l'eau par Otto Piitz, Ingénienr des mies 
diplomé. Traduit de Pallemand par Jules Francois, Ingénieur 
des mines. Paris et Liége. Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 
1908. 12* 89 pages, 44 fig. 5 fr. 


El autor después de una breve introducción, hace la descripción com- 
pleta del sistema de terraplenado al agua, que hoy día tiene tanta impor- 
tancia en los trabajos de minas, tratando de los materiales, su extracción, 
trituración y transporte, depósitos de los materiales; mezcladoras, tube- 
rías y parrillas, aparatos para la cenducción de agua, su manejo y provi- 
sión; disposición de los locales; trabajo de terraplenar y su marcha; adap- 
tación del terraplenado á los diversos sistemas de explotación, y por fin el 
costo de este útil sistema. Presenta el antor al último algunas conelusio- 
nes que ponen de relieve la bondad del sistema y huce ver el futuro que le 
está reservado. 


Les Pyrites (pyrites de fer, pyrites de cuivre), par P. Tru- 
chot, ingénieur-chimiste, chef de laboratoire á la Société fran- 
qaise des pyrites de Huelva. In-8 de vin-348 pages avec 77 
fig. et'1 carte. Broché 9 fr. 4. Dunod et E. Pinat, éditeurs, 49 
quai des Grrands-Augustins, Paris, VI". 1907. 


La pyrite est devenue la base essentielle de la fabrication moderne de 
Vacide sulfurique, ce puissant générateur des réactions chimiques, tout 
en restant la source productive et privilégiée du cuivre lui-méme, dont 
Vemploi se développe de jour en jour. > 


63 


Le travail de M. Truchot répond doue á un double besoin: pour les 

mineurs et les métallurgistes, il traite des gisements de pyrite cuivreuse 
du globe et des méthodes hydrométallurgiques d'extraction du cuivre; 
pour les fabricants de produit3 chimiques, il étude les divers procédés 
de grillage des pyrites et décrit les nouveaux fours crées á cet eftet, 

De nombreux auteurs d'ouvrages de métallurgie générale ont déja trai- 
té, sans doute, de la question de V'utilisation des pyrites, mais aucun jus- 
quiici ne Pa fait avec autant de largeur et plus de clarté que M. Truchot. 

Cet exposé vient á son heure, dans un moment oú, par le développe- 
ment de la consoromatióh du cuivre et de Vacide sulfurique, ce genre de 
minerai est de plus en plus recherché. 


Le Détroit de Panama. Documents relatifs á la solution par- 
faite du probleme de Panama (détroit libre, large et profond), 
par Philippe Bunau-Varilla, ancien'ingénieur en chef des 
ponts et chaussées, ancien ingénieur en chef du canal de Pa- 
nama (1885-86), ancien ministre plénipotentiaire de la Répu- 
blique de Panama á Washington (1903-1904). Gr. in-8 de 305 
pages, avec fig. et une planche 10 fr. H. Dunod et E. Pinat, édi- 
teurs, 49 quai des Grands-Augustins, Paris VI". 1907. 


La jonction des denx grands océans a soulevé et soulevéra encore les 
problemes politiques, internationaux et économiques les plus graves et les 
plus complexes, mais ces problemes sont tous dominés par la question tech- 
nique. Aussi, M. Ph. Bunau-Varilla, ancien ingénieur en chef de la Com- 
pagnie frangaise du Canal de Panama, a-t-il réuni, dans ce volume, le ré- 
sultat de ses travaux sur la solution parfaite de la question, qui ne peut 
étre que Vidée francaise primitive, c'est-áa-dire un détroit libre, large et 
profond. M. Bunau- Varilla publie V'abord les résultats des travaux du 
Gouvernement américain de 1904 a 1907'et les compare avec ceux des tra- 
vaux de l'ancienne Compagnie francaise de Panama de 1581 á 1888. 

L'auteur nous donne le texte de ses conférences techniques á la So- 
ciety of Arts, au Board of consulting engineers et au Consulting Board et 
de ses diverses letres á M. Roosevelt. 1l réfute les objections américaines 
et conclut naturellement en faveur de la réalisation du projet francais. 
Les nombreux détails techniques que renferme ce travail consciencieux, 
le plus complet et le plus étudié paru sur la question de Panama, lui asu- 
rera certainement un succés mérité. 


64 


Les Découvertes Medernes en Physique. Leur théorie et leur 
róle dans lhypothése de la constitution électrique de la ma- 
tiére par O. Manville, Docteur és sciences. Paris. Librairie 
Scientifique A. Hermann. 6, Rue de la Sorbonne. 1908. 8* 186 
pages, 5 fr. 


El autor reune en este libro todos los hechos experimentales que tien- 
den á establecer la teoría de la constitución eléctrica de la materia, dando 
buen acopio de las razones que los físicos invocáh para formularla. 

En siete capítulos están desarrolladas las siguientes materias: 

I. La descarga eléctrica á través de los líquidos. Disociación electrolí- 
tica. Teoría de Arrhénius. Conductibilidad eléctrica de los electrólitos. 
Conductibilidad molecular y grado de disociación de una solución. Carga 
eléctrica de un ion. Velocidad de los iones. IL Descarga á través de los 
gases. Rayos catódicos. Desviación magnética delos rayos catódicos. Los 
rayos X y los rayos de Lénard.—III. lonización de los gases. Acción de 
los rayos catódicos, de los rayos X y de los rayos secundarios de Sagnac. 
Acción de las flamas y de los gases calientes. Acción de la luz ultra-vio- 
leta. Primera manera de explicar el mecanismo del transporte de la elec- 
tricidad bajo la acción de los rayos ultra-violetas. lonización de los gases - 
por el choque de los iones formados contra las moléculas del gas. Hipó- 
tesis de la ionización de los gases.—IV. El electrón. Determinación de 
la velocidad y número de los iones producidos en los gases. J. J, Thom- 
son y los núcleos eléctricos. Wilson y la medida de la condensación 
nebulosa. Stok+s y la caída de las esferas. Determinación de la masa de 
los iones. El electrón.—V. Introducción á la teoría eléctrica de la mate- 
ria. Cuerpos radioactivos. Rayos Becquerel. Propiedades de las substan- 
cias radioactivas. El radio manantial de electricidad y de calor.—VI Radio- 
actividad inducida de la materia. La emanación. Hipótesis sobre el origen 
del radio. Hipótesis de Rutherford y Soddy sobre la radioactividad de la 
materia. —VII. Teoría electrónica de la materia. Principio de la teoría elec- 
tromagnética de la luz. Generulización de las ideas de Faraday y de Mossoti. 
El problema de la esfera cargada en movimiento. Campo eléctrico debido 
á un imán corto en movimiento. Caso de la esfera cargada ó del imán ani- 
mados de un movimiento muy rápido. Aplicación de las teorías preceden- 
tes al ion en movimiento. El fenómeno de Zeemann. Hipótesis de la mate- 
ria formada de electrones. 


65 
, 


Recherches expérimentales sur la résistance de lair exécn- 
tées á la Tour Eiffel par G. Eiffel, Ancient Président de la So- 
ciété des Ingénieurs Civils de France. Paris. L. Maretanx, Im- 
primeur. 1, Rue Cassette. 1907. 1 vol. in-4, vi-98 pages, 3 
heliogravures, 17 pl. 17 fig. 


El autor ha experimentado durante tres años en la Torre Eiffel con apa- 
ratos á propósito muy ingeniosos. 

Consigna en esta interesante y elegante publicación los experimentos 
ejecutados, la descripción de las disposiciones especiales que ha adoptado y 
da los resultados obtenidos. 

Para las velocidades de 18 á 40 m. por segundo que han comprendido 
las experiencias, la resistencia del aire son casi proporcionales al cuadrado 
de la velocidad. Tratándose de superficies planas que caen ó que quedan 
perpendienlares á la dirección de la caída, el coeficiente de proporcionalidad 
es de 0.07 40.08 á la presión de 760 mm. y á la temperatura de 122. La pre- 
sión del aire sobre las placas aumenta con la superficie y perímetro. 

Cuando se sobreponen dos placas tiene grande influencia una sobre otra, 
de tal manera que la resistencia total del, aire sobre el par es menor que la 
ejercida sobre una sola placa aislada. A unidad de superficie la resistencia 
del aire se reduce mucho para superficies terminadas en punta, y aumenta 
para superficies cóncavas, 

Todos los resultados se hallan expresados numéricamente y en dia- 
gramas. 


Twenty fifth Annual Report of the Bureau of American 
Ethnology to the Secretary of the Smithsonian Institution. 
1903-04. Washington. Government Printing Office. 1907. 4" 
XxIX-296 pages, 129 pl., 70 fig. 


A continuación del informe de carácter administrativo se hallan las dos 
memorias siguientes que tienen gran interés: 

Los aborígenes de Puerto Rico é islas adyacentes por J. Walter Fewkes, 
págs. 1-220, láms. 1-93, figs. 1-43. —Algunas antigiiedades del México orien- 
tal por J. Walter Fewkes, págs. 221-284, láms. 94-129, figs. 44-70. 

Este último trabajo trata especialmente de las ruinas de Cempoalan, 
describiendo sus construcciones; los objetos arqueológicos encontrados, etc. 


Revista (1907-1908).—9. 


66 S 


de los montículos cerca de la antigua; las ruinas de Xicochimaleo y la po- 
blación moderna; objetos é ídolos de Xico, Tampico, Altamira; alfarería de 
la Huasteca. 


L'industrie aurifere en Colombie par A. Demangeon, diree- 
recteur du placer hydranlique de San—Carlos. In-8? de 232 
pages, avec fig. 6 fr. (H. Dunod et E, Pinat, éditeurs. 49 quai 
des Grands-Augustins, Paris VI".) 1907. 


Aucun ouvrage de ce genre n'existait sur la Colombie. C'est á dire que 
celui-ci est conga sur un plan entidrement neuf. Il ne contient ni compi- 
lation, ni emprunts. Texte et dessins sont inédits, Pauteur ayant dirigé 
des entreprises miniéres pendant 12 ans dans le pays. Il renferme bean- 
coup de renseignements, frnits de Vexpérience et d'une longue pratique. 
Voici, Vailleurs, le sommaire des principaux sujets traités; 

1 Historique des découvertes aurifóres. 22 Description des divers gi- 
sements d'or. 32 Monographie des principaux districts miniers, alluvion- 
naires et filoniens. 4? Recherches, découverte et prospection des mines. 
5” Exploitation et traitement des mines d'allnvions et de filons de toutes 
espéces. (Alluvions basses, hantes, de plateaux. Lits de riviéres. —Filons. 


—Broyagé, Concentration, Clean up, etc ) 62 Recherche, découverte et 


exploitation des anciennes sépultures et trésors indiens. 7? Considérations 
économiques. —Organisation du travail, main d'couvre.—Recrutement des 
ouvriers, salaires.—Rations. Transports. —Frais d'expédition. Poids et me- 
sures.—Monnaies.—Bois de construction employés dans le pays, ete. 89 
Législations. Obtentigu et conservation de la propriété. Régles á suivre 
et modéles pour toutes les formalités nécessuires á la déclaration et á la 
mise en possession d'une mine. 9% Glossaive technique franco-colombien 
contenant toutes les expressions usuelies, espagnoles ou locales, employées 
dans lindustrie minióre. 


Anuuaire pour Pan 1908 publié par le Bureau des Longitu- 
des. Avec des Noticas scientifiques. Prix: 1 fr. 50 cent. Paris, 
Gauthier-Villars. 1 vol in-16, 958 pages, fig. et pl. 


Suivant Valternance adoptée, ce Volume, de millésime pair, contient, 
outre les données astronomiques, des Tableanx relatifs á la Pysique, á la 


67 


Chimie, á Art de lIngénieur. Cette année, nóus signalons tout spéciale- 
ment les Notices de M. G. Bigourdan: la «dlistance des astres et en parti- 
culier des étoiles fixes, et celle de M. F. Guyou: L'École d'Astronomie pra- 
tique de l'Observatoire de Montsouris. 


Les fours électriques. Production de chaleur au moyen de 
Pénergie électrique et construction des fours électriques par 
W. Borchers, Professeur de métallurgie et Vélectrométallurgie 
A PÉcole des Hautes Études techniques de Aix-la-Chapelle. 
Édition francaise publié d'aprés la deuxióme édition allemande 
par le Dr. L. Gautier. Avec 292 fig. dans le texte.—Paris et 
Liéxzo, Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 1908. 1 vol, in-8 
245 pages. 15 fr. relié. 


Este importante libro es una monografía relativa no solo á los hornos 
elétricos que pueden emplearse en experiencias de laboratorio, sino tam- 
bién á los que en grande escala se utilizan en la industria, sobre todo en 
la electrometalurgía y la electroquímica. 

Trata detalladamente del calentamiento por resistencia, directo é in- 
directo; por el arco voltaico y algunos otros modos. Describe en seguida 
la construcción de los hornos eléctricos, sus aplicaciones y rendimiento: 
más de ciento veinte hornos están descritos y estudiados en esta importan- 
te obra. 


Formules, tables et renseignements usuels. Partie pratique 
de PAide-mémoire des Ingónieurs, architectes, entrepreneurs 
agents voyers, dessinatenrs, etc., par J. Clandel, ingénieur: 11* 
édition, entigrement refondue, revue et corrigée sous la diree- 
tion de G. Daries, ingénieur de la Ville de Paris. 2 forts vol. in-8 
de 2,450 pages, avec 1,23) fiz. Brochés 30 fr. (H. Dunod et E, 
Pinat, éditeurs, 49 quai des Grauds-Augustins, Paris, VI>). 


Le succés prodigieux de cet Aide-Mémoire—55,000 exemplaires ont 
été vendus—A fait un devoir aux éditeurs de refondre complétement la 


e 65 


onzieme édition de cet ouvrage désormais a«chevé. Cetimportant travail a 
été fait par M. Dariés, ancien Conducteur, maintenant Ingévieur de la Vil- 
le de Paris, connu par ses remarquables travaux sur les mathématiques, 
la mécanique, Vhydraulique, la résistance des matériaux et les terrasse- 
ments. 

Aussi. la nouvelle édition se présente-t-elle d'une facon parfaite, tant 
au point de vue du texte qu'au point de vue mautériel, car les éditeurs ont 
apporté tous leurs soins á la bonne impression de l'ouvrage. 

C'est une vaste encyclopédie que les Ingénicurs et les Constructeurs 
auront a consulter journellement. 

Par raport á la précédente, la 11e. édition comporte 868 nouvelles figu- 
res et 250 pages de texte en plus, avec des mudifications et ajoutés d'une 
importance considérable. Tous les chapitres ont été revus et complétés 
avec le plus grand soin, notamment: l'ydraulique, les moteurs hydranli- 
ques, la distribution des eaux, Vélectricité, l'éclairage, les machines et les 
chandiéres A vapeur, les turbines á vapeur et á gaz, les rontes, les ponts, 
les chemins de fer, les automobiles, les construetions métalliques, le ei- 
ment armé, etc. 


Fabrication des colles animales, par V. Cambon, ingéniur des 
arts et manufactures. In-9 de 216 pages, avec 50 fig. Broché 
6 fr. H, Dunod et E. Pinat, éditeurs, 49, quai des Grands—Au- 
gustins, Paris, VI") 1907. 


Cet ouvrage es l'ceuvre lun autenr particulierement compétent puis- 
quíil futlongtemps a la téte d'une des plus importantes fabriques frangaises 
de colle et de gélatine. 

Dl a été bien inspiré en v'alourdissant pas son livre par la description 
de procédés de fabrication anciens plus ou moins empiriques et démodés. 
Par contre, ila rassemblé les méthodes scientifiques nouvelles se ulesá con- 
seiller. 

Nons n'hésitons pas á affirmer que la lecture de cet ouvrage, le plus 
complet qui existe sur la matiére, marquera l'origine d'une ére de progrés 


our cette délicate industrie. 
] 


REV. SOC. “ALZATE.” MÉXICO. 


El Coronel A. Laussedat. 
1825-1907. 


69 


Congres Géologique International. Compte Rendu de la 
X""" Session. Mexico. 1906. Mexico. Imp. de la Secretaría 
de Fomento. 1907. 1" et I1*"" fascicules, gr.-in-8, 1,358 pa- 


ges, 74 pl. et fig. 


«Acaba de aparecer esta importante publicación, perfectamente impre- 

sa, y que contiene las siguientes .partes: 

1%. Preparación del Congreso. —2* Reunión de los congresistas duran- 
te la sesión —3*? Composición del Congreso (707 miembros de los cuales 321 
estuvieron presentes). —4* Actas de las sesiones del Consejo y de las sesio- 
nes generales.—5% Informes de las Comisiones. —6*% Memorias científicas 
presentadas en las sesiones (Contiene los 47 trabajos cuya lista dimos en es- ] 
ta Revista, tomo 25, pág. 1). - 7? Reseña de las excursiones hechas antes, 
durante y después del Congreso. 

A estos tomos acompaña la Carte Géologique de l'Amérique du Nord, 
que recibieron los miembros que asistieron á las sesiones, y de la cual tam- 
bién dimos cuenta en esta Revista (tom. 24, pág. 31.) 


] NECROLOGIA. 


EL CORONEL A. LAUSSEDAT. 


Este ameritado sabio falleció el 18 de Marzo de 1907 á la edad de 88 
años, 

Durante su larga carrera científica se distinguió como soldado, como 
profesor y como administrador. 

En la Escuela Politécnica fué profesor de Astronomía y Geodesia y di- 
rector de estudios y de 1881 á 1900 director del Conservatorio de Artes y 
Oficios. 

En 1851 aplicando la fotografía al levantamiento de planos inventó el 
fototeodolito y creó la Fototopografía en la que hasta sus últimos días, á la 
edad de 87 años, no dejaba de trabajar y de perfeccionar. La obra que pu- 
blicó Les instruments, les méthodes et le dessin topoygrajiques (2 vol. 1898-1904) 
da á conocer la importancia de su creación. 

Perteneció á la Academia de Ciencias de París como académico libre y 
desde 1897 era socio honorario de nuestra Sociedad. A uno de nuestros es- 


70 


timables consocios que le visitó en París, al verle nuestro distintivo en la 
solapa de la levita le dijo con entusiasmo: Yo también soy miembro de la 
Sociedad Alzate! 


Ñ 


XVI" Coneres International des Americanistes. Vienne (Autriche) 1908, 


Conformément á la décision prise á la XV* session du Congrés Interna- 
tional des Américanistes tenu á Québec en Septembre 1906, désignant 
Vienne (Autriche) comme lieu de la prochaine réunion, et confiant Por- 
ganisation de cette réunion á Messieurs Franz Heger, Eugen Oberhummer 
et Emil Tietze, le XVI* Congrés International des Américanistes se tien- 
dra a Vienne (Autriche) du Mereredi 9 au Lundi 14 Septembre 1908. , 

ll está désirer que les souscriptions et les communications concernant 
les propositions de conférences ou sujets de discussions se fassent de bonne 
heure afin que le programme détaillé puisse étre préparé et expédié aussi- , 
tót que possible. 


PROGRAMME GÉNÉRAL. 


Selon les statuts décidés á la session de Paris en 1900 le Congrés In- 
ternational des Américanistes a pour objet V'étude historique et scientif- 
que des deux Amériques et de leurs habitants. En Po les travaux 
du Congrés porteront sur: 

a) les races indigénes de 1'Amérique, leur origine, leur distribution géo- 
graphique, leur histoire, leurs caractéres physiques, leurs langues, 
leur civilisation, mythulogie, religion, leurs moeurs et coutumes; 

d) les monuments indigénes et l'archéologie de 1'Amérique; 

e) histoire de la découverte et de l'occupation européenne du Nouveau- 
Monde. 

On est prié de faire purvenir les adhésions au Secrétaire général de 
la Commission d'organisation, M. Franz Heger, k. u. k. Regierungsrat. — 
Vienne (Autriche), I. Burgring 7. 

La cotisation des Membres est 20 couronnes (4 dollars, 17 marks). 
Les membres ont le droit de voter dans les délibérations du Congrés, de 
prendre part aux dispositions générales préparées par celui-ci et recevront 
gratuitement les publications du Congrés, y compris un ouvrago spécial 
en préparation á loccasion du Congrés. 

Les personnes qui ont l'intention d'assister au Congrés á titre de par- 


71 


ticipants peuvent lo faire moyennant une cotisation de 5 couronnes (1 
dollar, 4 marks). En cette qualité elles ont droit de prendre part aux 
séances et á tout ce qui sera arrangé par le Congrés, mais elles n'ont pas 
voix aux délibérations et ne regoivent pas gratuitement les publications 
du Congrés. ; 

La cotisation peut se payer directement, par mandat de poste ou par 
chéque sur Vienne á Vordre du T:ésorier de la Commission d'organisa- 
tion, M. le Dr. Karl Ausserer. —Vienne (Autriche), VII 1. Lenau- 
gasse 2. 

La carte de membre ou de participant sera envoyée dés le regu du 
montant prévu. 

Selon l'usage des Congrés antérienrs, les langues admises sont lalle- 
mand, le francais, l'anglais, espagnol et litalien. + 

Les communications seront orales ou écrites et ne pourront durer 
plus de 20 minutes; exceptions pourront étre accordées lorsque les sujets 
á traiter seront d'une importance capitale. Les discussions ne pourront 
dépasser 5 minutes. Tous les mémoires sont publiés aprés approbation de 
la Commission de publication, dans le compte rendu du Congrés. 

Les membres du Congrés sont priés de vouloir bien faire parvenir au 
Secrétaire général, aussitót que possible, les titres de leur conférences en 
disant, si les conférences seront accompagnées de projections. 

Pour chaque communication insciite au programme Pauteur devra 
remettre avant le 1% juillet 1908 un résumé destiné á étre imprimé dans 
le Bulletin quotidien du Congrés; le résumé est limité á 1000 mots au 
plus. / 

Les motions á faire au Congrés ne seront acceptées que si elles sont 
formulées par écrit jusqu'au 1% juillet 1908 et bien motivées. 

On est prié Vadresser toute la correspondance au Secrétaire général. 

Les séunces générales et des sections auront lieu dans les salles de 
Université Impériale Royale. Un appareil á projection est mis á disposi- 
tion pour illustrer les mémoires présentés. 

Tous les détails concernant l'arrangement du Congrés seront donnés 
dans un programme détaillé qui paraítra au commencement de Pété pro- 
chain. , 


COMMISSION D'ORGANISATION. 


Président: M. Wilhelm Baron von Weckbecker, conseiller aulique et 
chef de Voffice du Grant-Chambellan de Sa Majesté Impériale et Royale. 

Vice-Présidents: M. le Dr. Karl Toldt, conseiller aulique et professeur 
á PUniversitó de Vienne, président de la Société d'Anthropolegie de 
Vienne. 


72 


M. le Dr. Emil Tietze, conseiller aulique et directeur de l'Institut 
Géologique de PV Etat, président de la Société Impériale et Royale de Géo- 
graphie. 

Secrétaire général: M. Franz Heger, conseiller de régence et directeur 
du démartement anthropologique et ethnographique du Musée Impérial 
d'Histoire Naturelle. 

Seerétaire: M. le Dr, Leo Buchal. 

Secrótaire remplacant et Trésorier: M, le Dr. Karl Ausserer. (Tous 
a Vienne). 


MEMBRES. 


M. le Dr. Ferdinad Baron von Andrian-Werburg, président d'honneur 
de la Société d'Anthropologie de Vienne et de la Société Allemande d'An- 
thropologie, á Nice.—M. le Dr. Eduard Briiekner, professeur á 1Univer- 
sité de Vienne.— M. le Dr. Karl Diener, profeseur á l'Université de Vien- 
ne.—M. le Dr. Viktor Ebner Ritter von Rofenstein, professeur et recteur 
de VUniversité de Vienne.—M. le Dr. Josef Ritter von Karabacek, con- 
seiller aulique, professeur á VUniversité de Vienne et directeur de la Bi- 
bliotheque Impériale.—Son Excellence le Comte Karl Lanckoronski- 
Brzezie, conseiller privé, Vienne.—M. le Dr. Oskar Lenz, conseiller aulique 
et professeur á Université de Prague.—M. le Dr. Karl Lueger, bourg- 
mestre de la Ville de Vienne.—M. le Dr. Matthius Much, conseiller de 
régence Vienne.—M. le Dr. Eugen Oberhummer, professeur á 1'Universi- 
té de Vienne.—M. le Dr. Leo Reinisch, conseiller aulique et professeur 
en r. de Université de Vienne.—M. le R. P. Wilhelm Schmidt, S. V.D, 
professeur, éditeur de la revue “Anthropos” a Módling,—M. Paul Ritter 
von Schoeller, Vienne.—M. le Dr. Hugo Schuchardt, conseller aulique et 
professeur en r. d+ Université de Graz.—M. le Dr. Robert Sieger, pro- 
fesseur á "Université de Graz. —M. le Dr. Josef Siemiradzki, professeur á 
Université de Léopold.—M. le Dr. Franz Steindachuer, conseiller auli- 
que et intendant du Musée Impériale de l' Histoire Naturelle.—M. Josef 
Szombathy, conseiller de régence, Vienne.—M. le Dr. Richard Wallas- 
chek, professeur á Université de Vienne. —Mr. le Dr Franz Wieser Ritter 
von Wiesenhort, conseiller aulique et professeur á l'Université d'Inns- 
bruck.—Son Excellence le Comte Hans Wilezek, conseiller privé, Vienne. 


PO" > Y 
1477 
PA 


Setedad. Cientifica “Antonio Alzate. 


MEXICO. 


-LPLLLIGILI LILLE IIAIAIIL 


Revista Científica y Bibliográfica. 


Núms. 9-10. “ Tomo 26. 1907-1908. 


IV CONGRESO CIENTIFICO 


(17? Pan-Amerieano) 


QUE SE REUNIRÁ EN SANTIAGO EL DÍA 27 DE DICIEMBRE 
: DE 1908, 


BASES Y PROGRAMA. 


Art. 1? Con arreglo á lo resuelto por el Tercer Congreso Científico La- 
tino-Americano de Río de Janeiro, se reunirá en la Ciudad de Santiago, 
bajo los auspicios del Gobierno de Chile, el Cuarto Congreso Científico 
(Primero Pan—-Americano), en el mes de Diciembre de 1908. 

- Su inauguración se verificará el día 25 de dicho mes de Diciembre y su 
clausura diez días después. 

Art. 22 Los trabajos de organización y funtionamiento del Cuarto Con- 
greso quedan á cargo de una Comisión Directiva, compuesta: 1% de los 
miembros nombrados por el Tercer Congreso, en asamblea plena de 16 de 
Agosto de 1905; 2? de los miembros elegidos por la misma Comisión. 

Art. 32 La Comisión Directiva elegirá la Mesa que ha de presidir sus 
trabajos, la cual se compondrá de un Presidente, dos Vicepresidentes, un 
Secretario General, uno ó dos Prosecretarios, un Tesorero y un Viceteso- 
rero. á = 

Habrá, asimismo, los intérpretes, oficiales de Secretaría y demás em- 
pleados que se juzguen necesarios. 


Kevista (1907-1908).—10. 


74 


La mencionada Comisión nombrará los Presidentes honorarios que ten 
ga á bien, 

Art. 42 La Comisión Directiva se subdividirá en subcomisiones, cada 
una de las cuales se compondrá de un Presidente y dos vocales nombrados 
por ella. 

Art. 5% Son atribuciones de la Comisión Directiva: 

12 Llevar á efecto la realización del Cuarto Congreso y representarlo 
ante el Gobierno de Chile y ante las Universidades y demás corporaciones 
científicas, nacionales Ó extranjeras. 

2% Nombrar en las capitales de los Estados americanos Comisiones en- 
cargadas de coadyuvar á la realización del Congreso, de formar la lista de 
personas á quienes haya de invitarse á tomar parte en sus trabajos, de pro- 
curar la adecuada representación de sus respectivos países y de indicar las 
cuestiones que, por su manifiesto interés americano, hayan de ser someti- 
das al Congreso. 4 

3% Acordar los gastos y aprobar las cuentas antes de ser presentadas 
al Tribunal respectivo. 

49 Organizar el cuestionario definitivo, de acuerdo con los trabajos 
presentados por la subcomisiones. 

5% Formar la nómina de los miembros del Congreso, en conformidad 
con lo dispuesto en el art. 10. 

62 Nombrar los relatores que sean necesarios para exponer, ante las 
respectivas Secciones, el estado de la cuestión en los temas oficiales que 
considere de especial interés. , 

Art. 6% Elegida que sea la Mesa Directiva del Congreso, la Comisión 
suspenderá el ejercicio de sus funciones, para reasumirlas cuando el Con- 
greso haya sido clausurado. Tomará, entonces, á su cargo la publicación 
de los trabajos presentados y enviará poderes suficientes á los miembros 
de la nueva Comisión que se nombre para organizar el Quinto Congreso 
Científico Americano. 

Art. 72 Las subcomisiones á que se refiere el art. 49 corresponderán á 
otras tantas Secciones del Congreso, y serán las siguientes: 

1? De matemáticas puras y aplicadas.—2* De ciencias físicas.—3% De 
ciencias naturales y antropológicas. —4" De ingeniería.—5?* De ciencias 
médicas é higiene.—6* De ciencias jurídicas. —7* De ciencias sociales. — 
81 De ciencias pedagógicas y filosofía. —0 De agronomía y zootecnia. 

Cada una de estas subcomisiones podrá subdividirse en dos ó más, 
cuando lo juzgue necesario. Asimismo, podrán dos o más de ellas reunir- 
se en una sola. j 

Art; 8% A cada una de las subcomisiones incumbe: 

1% Organizar el cuestionnrio de la respectiva Seccion.—2% Formar la 


153) 


nómina de los miembros de la misma.—3? Recibir y clasificar los infor- 
mes, estudios y comunicaciones que se envíen á la Sección y designar el 
relator que deba dar cuenta al Congreso de las conclusiones adoptadas por 
ella.—4% Cuidar de que se dé cuenta de los trabajos que se le envíen y que 
no hayan de ser leídos por sus autores.—5? Instalar la respectiva Sección. 
—67 Recibir de la Sección correspondiente los trabajos y ordenarlos para 
su publicación. 

Art. 97 El Congreso se reunirá dentro de los tres días anteriores al de 
su inauguración, á fin de aprobar su reglamento interior y elegir la Mesa 
definitiva. 

En estas reuniones preparatorias funcionará la Mesa de la Comisión 
Directiva, 

Art. 10. Serán considerados miembros del Congreso: 

1% Los delegados oficiales de los paíees que concurran.—2” Los dele- 
gados de las Universidades, Institutos, Sociedades y Centros científicos, 
tanto nacionales como de otros países de la América.—3? Las personas que 
concurrieren al Congreso invitadas por la Comisión Directiva, 4 propuesta 
de las respectivas subcomisiones ó de las Comisiones de los diversos países. 
4% Los adherentes al Congreso que contribuyan con la cuota de una libra 

“esterlina (£ 1) y sean aceptados por la Comisión Directiva. 

Art. 11. To:0s los miembros del Congreso tendrán derecho á concu- 
rrir á las sesiones, á tomar parte en los debates y á un ejemplar de las pu- 
blicaciones que se hicieren por la Comisión Directiva. 

Art. 12. El pago de la cuota á que se refiere el número 4* del art. 10, 
se hará efectivo al Tesorero de la Comisión Directiva, previa nota de la Se- 
cretaría General ó de las respectivas subcomisiones y antes de expedirse la 
respectiva tarjeta de incorporación. 

Art. 13. De las sesiones plenas que celebre el Congreso serán solem- 
nes las de inauguración y clausura. 

Las subcomisiones celebrarán, ¡or separado, las reuniones que creye- 
ren necesarias para la discusióh de los asuntos á ellas sometidos. 

Art. 14. Podrán ser nombrados miembros honorarios del 4? Congreso 
los americanos de notoriedad cientifica que para esta distinción sean pro- 
puestos por la Comisión Directiva, z 

Art. 15. Los trabajos para el Congreso serán recibedos hasta el día 30 
de Septiembre de 1908. 

Los autores que no hayan alcanzado á enviar oportunamente sus tra- 
bajos, deberán remitir á la Secretaría General el título de los mismos den- 
tro del término fijado. 


Art. 16. Cada subcomisión señalará, oportunamente, los puntos, ins- 


76 


tituciones ó establecimientos especiales en que hayan de verificarse las 
visitas y excursiones que deban hacer los miembros del Congreso. é indi- 
cará los medios de realizarla. A 


SESIONES DE LA SOCIEDAD. 


ABKIL 6 DE 1908. 


Presidencia del Sr. Prof. M. Moreno y Anda. 


CORRESPONDENCIA.—Se recibió la invitación para el 4? Congreso Cien- 
tífico (12 Panamericano) que tendrá lugar en Santiago de Chile en Diciem- 
bre del presente año. La Socied 1d acordó inscribirse y nombrar su repre- 
sentante al socio Conde F. de Montessus de Ballore, Director de la Red 
Seismológica de Chile. 

TRABAJOS. —Prof. A. L. Herrera. Estudio experimental de los fuoruros, 


fosfatos y carbonatos de cal, emulsionados en sílice yelatinosa. 
Prof, S. Navia. Las especies mineralógicas del Estado de Guanajuato. 
A esta lista acompañó una colección de 206 ejemplares de minerales. 
G. E. Trousson. Las Ruinas de Quiengola, Oaxaca. 
PUBLICACIONES. —El Secretario perpetuo presentó los dos expléndidos 
tomos de Compte Iiendu del X? Congreso Geológico Internacional (Méxi- + 
co, 1906) editado por la Secretaría de Fomento. 
NOMBRAMIENTOS.—Miembros titulares: 
Prof. Juan S. Agraz, Ing. Gustavo Dirán y D. José Galán y Ainslie. 


El Secretario anual, 
MACARIÓ OLIVARES. 


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BIBLIOGRAPIA. 


Encyclopédie des travaux publics fondée par M. C. Lecha- 
las, Inspecteur générale des Ponts et Chaussées, en retraite. 
Chemins de Fer á Crémaillere par A. Lévy-Lambert, Inspecteur 
principal au Chemin de fer du Nord. Trace. Types de Cré- 
maillére. Sistemes Riggenbach, Abt, Strub, Locher, etc. Ma- 
tériel roulant, Traction électrique, exploitation. Deuxiéme 
édition, revue et augmentée (ouvrage entiérement refondu). 
Volume in-8 (25-16) de 479 pages, avec 137 figures.—Paris. 
Librairie Gauthier—-Villars, 1908. 15 fr. 


Le temps n'est plus oú le chemin de fer était considéré comme un mo- 
de de transport uniquement applicable aux grandes artéres, se développant 
en pays plat ou faiblement accidenté. Peu á peu Vinstrument s'est assou- 
pli, des pentes plus raides et des courbes á plus faibles rayons ont été ad- 
mises, la largeur méme de voie a été réduite, et Pon est arrivé á desservir 
des pays plus pauvres et des régions plus accidentées. Mais alors qu'on a re- 
connu l'utilité d'adopter des types spéciaux pour les chemins de fer secon- 
daires ordinaires, on n'a fait que peu efforts, en France au moins, pour 
faciliter le développement de ces voies secondaires en pays de montagne. 

Le prebléme présente du reste une infinité de cas tres différents les 
uns des autres. A cóté des lignes d'intérét général, départemental ou mé- 
me vicinal, il y u une quantité de petites lignes, de tres faibles longuenrs, 
dont la nécessité s'explique par importance du trafic voyageurs ou mar- 
chandises, et qui répondent á des besoins d'un ordre tout á fait différent 
de ceux qu'on est habitué á considérer dans l'éstablissement des voies fér- 
rées ordinaires. 

Introduction.—I. Historique. Tracé des chemins á crémaillére. Prin- 
cipe historique. Du tracé au point de vue des courbes et des pentes. Des- 
cription du tracé des lignes á crémaillóre; chemins entidrement á erémai- 
llére. Chemins mixtes. Terrassements et travaux d'art.—Il. Voie et eré- 
maillére. Voies á crémaillére, généralités. Description des divers types de 
crémaillére. —UI. Locomotives des chemins á crémaillóre, Locomotives á 
vapeur. Traction électrique. Matériel roulant. Génaralités. Description 
des principaux types de machines. Locomotives á vapeur. Détails de cons- 


79 


truetion des locomotives pour chemins a crémaillére. Détails de construe- 
tion du mécanisme á crémaillére. Roues dentées. Calenls de traction. Eftet 
utile. Freins. Frais de traction. Matériel roulant. Traction á vapeur. Trac- 
tion électrique. Dépenses de premier établissement. —IV. Exploitation. 
Documents annexes. 


Zoologie appliquée en France et aux Colonies par J. Pelle- 
grin, docteur és-sciences, secrétaire de la Société zoologique 
de Paris, et V. Cayla, ingénieur agronome.—Paris. H. Dunod 
et E. Pinat, éditeurs. 1907. (Fait partie de la Bibliothéque du 
Conducteur de travaux publies).—1 vol. gr. in-16, 614 pages, 
281 fig. 12 fr. relié toile souple. | 


Le traité de Zoologie appliquée de MM. J. Pellegrin et Cayla est di- 
visé en quatre parties. 

La premiére, quí peut servir d'introduction, est un excellent résumé 
de zoologie générale, oú se trouvent condensées toutes les notions néces- 
saires concernant l'anatomie et la physiologie des animaux et leur clasifi- 
cation naturelle basée sur des principes réellement scientifiques et philo- 
sophiques. , ; 

La deuxiéme partie, de beaucoup la plus développée, traite de Véle- 
vage des speces indigénes utiles. Les méthodes les plus rationelles et les 
plus récentes employées en pisciculture, ostréiculture, sériciculture, api- 
culture, ete., y sont exposées avec le plus grand soin et d'une fagon sim- 
ple etfacile á saisir. La troisiéme partie est consacrée aux collections zoo- 
logiques et á Vart de les former; la derniére aux produits animaux des 
colonies francaises. 

D'une forme claire et précise, illustré de nombreuses figures qui faci- 
litent encore la compréhension du texte, le Traité de Zoologie appliquée 
renferme Vensemble des connaissances pratiques vraiment indispensables 
«pour la mise en valenr des ressources si variées qw'offre le régne animal. 


The History of the Geological Society of London by Horace 
B. Woodward, F. R. S.—London. Geological Society. Bur- 
lington House. 3907, 8? xIx-336 pages, 28 ill. ) 


Esta interesante obra, publicada con motivo del centenario que la So- 
ciedad Geológica de Londres celebró en Octubre de 1907, ha sido distribui- 


80 


da como recuerdo á todas las corporaciones que estuvieron representadas 
en aquella fiesta de la ciencia. 

Para dar una idea de la importancia y atractivo que presenta este li- 
bro, nos bastará hacer mención de las materias de que tratan los dieciseis 
capítulos que la forman. 

Introductory. Academies and Learned Societies. Early Geological 
Researches. —Origin, foundations, and early History of the Geological So- 
ciety.—The old Masters. The publication of the “Transactions ”—Geologi- 
cal Maps. New Series of ““Transactions'”—The Charter. Somerset House. 
The “Proceedings. ”—Early geological Books The Wollaston Medal and 
the Father of English Geology. Sedwick and Murchison on Cambrian and 
Silurian, —The Geological Survey. The Devonian System.—Catalogues of 
Fossils. Early discoveries of Vertebrata.—The Glacial Period. The Cam- 
bro-Silurian Controversy.—The “Quarterly Journal."—The Rise of Pet- 
rology. Close of the Cambro-Silurian Controversy. — The Southern 
Uplands and the North-West Highlands of Scotland. —Antiquity of Man. 
Palaeontological Nomenclature. —Eozoon Canadense and Laurentian rocks 
The older rocks of Pembrokeshire. Petrology.—The Devonian Question. 
Denudation. Origin of Scenery. Glacial Geology.—Attendance of Ladies. 
The Museum and Library. Medals and Funds. Geological Literature. 

En Apéndices se hallan la Carta de la fundación de la Sociedad, listas 
de miembros fundadores, Presidentes, etc., los sabios que han recibido en 
premio de sus trabajos las medallas Wollaston. Murchison, Lyell; Bigsby 
Prestwich, ete. Adornan la obra los retratos de los eminentes geólogos 
Buckland, Babington, Phillips, Murchison, Fitton, Serope, Lyell, Austen, 
Falconer, Prestwich, Geikie, etc. 


The Physical Basis of Civilization. A Demostration that Two 
Small Anatomical Modifications Determined Physical, Men- 
tal, Moral, Economic, Social and Political Conditions, with 
Appendix Notes on Articulate Speech Memory, Altruism and 
a Search for the Origin of Life, Sex, Species, Etc., by T. W. 
Heineman.—Chicago, 1908. Forbes and Company. Cloth, 12mo. 
242 pages $ 1.25. 


A work which clears up many mysterious phases of evolutionary the- 
ory. In a pragmatic method, it traces from the earliest ages the progress 
of man, physically, morally and socially. No other author has attempted 
so comprehensive a eorrelation of human activities. Clear, exact and sti- 


e 


81 


mulating, the book will appeal to all readers interested in the vital problems 
of ethics and Philosophy. 

Contents. Part. 1 Natural selection of human intelligence. Brute- 
Maw's Helplessness. Extent of the Era of Helplessness. Forcing Intellig- 
ence.—Part. IL. Social, moral, and economic progress. Separation of Sexes. 
Natural Selection of Man's Devotion. Natural Selection of Family Relat- 
ions. The Family, Monogamic Marriage, Economic Dependance of Woman, 
the Home. Mental and Msthetic Complementariness of the Sexes. How 
Perversion of Race Character Originated Warfare, Groups, Hordes, etc. 
A New Factor Initiating a New Era.—Appendix. Articulate Speech. On 
Memory. On Altruism. A Search for the Origin of Life, Sex, Species, etc. 
On the Relations of Brain Weight to Intelligence. 


Atlas Météorologique pour l'année 1906 d'aprés vingt-deux 
stations francaises par Q. Eiffel, ancien Président de la Socié- 
té des Ingénieurs Civils de France.—Paris. L. Maretheux, im- 
primeur. 1907. 1 vol. in—folio. 


Esta excelente obra, que tanto su parte material como su parte cientí- 

* fica son verdaderamente notables, contiene una sinopsis numérica y grá- 

fica del clima de Francia en veintidós estaciones elegidas por la Oficina 

Central Meteorológica. Estas estaciones en que están comprendidas una 

en Cabo Pertusato (Córcega) y otra en Argel, se extienden desde las lati- 
tudes 5093 (Dunkerque) hasta 36948" N (Argel). 

Para cada estación se dan los cuadros y curvas de los siguientes ele- 
mentos atmosféricos: presión, temperatura, estado higrométrico, lluvia, di- 
rección é intensidad del viento, nebulosidad. Estos valores se hallan com- 
parados con los normales deducidos d$ treinta años en Parc-Saint-Maur. 
La obra va acompañada de dióptricos generales para la comparación de los 
elementos meteorológicos y de dióptricos especiales para la comparación de 
las temperaturas, de la lluvia y del viento. 

Como se comprenderá por la breve reseña que hacemos de este libro, 
es de una importancia grandísima y abre un nuevo sistema interesante y 
útil para esta clase de trabajos. 


Revista (1907-1908).—11. 


82 


Department of Commerce and Labor. Report of the Sup- 
erintendent ofthe Coast and Geodetic Survey showing the progress 
of the work from July 1, 1906 to June 30, 1907. Washington. 
Government Printing Office. 1907. 4% 565 pp. Pl. $ maps. 


Contents: Report of the Superintendent, p. 7-20.—Appendices; Details 
of field and offices operations, p. 21-66.—The earth movements in the Ca- 
lifornia earthquake of 1906, by J. F. Hayford.and A. L. Baldwin, p. 67- 
104 (2 maps in colors).—Six primary bases measured with steel and invar 
tapes, by O. B. French, p. 105-156,—Results of magnetic observations 
made by the Coast and Geodetic Survey between July 1, 1906, and June 
30, 1907, by R. L. Faris, p. 157-230.—Manual of Tides. Part V. Currents, 
shallow-water tides, meteorological tides, and miscellaneous matters, by 
R, A, Harris, p. 231-546 (23 diagr. 7 charts.) —Long wire drag, by N. H. 
Heck, p. 547-561 (7 diagr. 7 illustr.) 


Sur la constitution intime des calcaires par E. Leduc, Chef 
de la Section des Matóriaux des Construction au Laboratoire 
VEssais au Conservatoire national des Arts et Métiers.—(Bu- 
lletin du Laboratoire d'Essais. N? 10).—Paris. Librairie Poly- 
technique, Ch. Béranger. 1907. 8? 98 pages, 4 pl. 38 tableaux. 
20 fr. 


En este interesante libro están reunidos los resultados de los experi- 
mentos ejecufados en una gran variedad de cales, cementos y morteros, 
de manera que presenta muy importantes datos acerca de las propiedades fí- 
sicas y composición química de esos materiales, sobre todo lo relativo á su 
cocimiento, apagado, fraguado, resistencia á la tracción, á la flexión y á 
la compresión, expansión, plasticidad, deformación, ete. 


. 


A Dictionary of Spanish and Spanish American Mining, Me- 
tallurgical and allied terms to which some Portuguese and 
Portuguese—A merican (Brazilian) terms are added by Edward 
Halse, A. R. S. M., Miembro correspondiente de la Sociedad 


83 


Científica “Antonio Alzate,” etc. — London, Charles Griffin d 
Co. Ltd. Exeter Street, Strand. 1908. 12? 380 p. 76 fig. 


Esta obrita como se comprende es de gran utilidad, pues contiene 
de una manera exacta y amplia los términos usados en los países de la 
América latina en las importantes industrias á que se refiere. Su ilustra- 
do y competente autor residió durante varios años en nuestro país y en Co- 
lombia al frente de explotaciones mineras, de manera que se identificó per- 
fectamente con el tecnicismo. 


Traité théorique et pratique de Métallurgie. Cuivre. Plomb. 
Argent. Or. Par C. Schnabel, Conseiller supérieure des mines 
A Berlin, Ancien professeur de métallurgie et de chimie tech- 
nologique á 'Académie des mines de Clausthal (Harz). Deu- 
xiéme édition francaise publiée d'apres la deuxiéme édition 
allemande. Revue et augmentée des travaux les plus récents 
par le Dr. L. Gautier.—Paris et Liége. Librairie Polytechnique, 
Ch. Béranger. 1907. 1 vol. gr. in-8, 1,200 pages, 757 fig. 45 fr. 
reliéó. 


Esta edición aparece notablemente aumentada con los recientes per- 
feccionamientos para la extracción y afinación del oro, plata, cobre y plo- 
mo El traductor ha tenido á la vista todo lo publicado en las revistas des- 
de 1901 en que salió la segunda edición alemana hasta la fecha de la publi- 
cación de la traducción francesa. 


Mitteilungen der Nikolai--Hauptsterawarte zu Pulkowo. 4 
Taf. ! 


Band II. 1907. N? 18.—Die Expedition der Nikolai-Hauptsternwarte 
nach Turkestan zur Beobachtung der totalen Sonnenfinsternis am 13-14 
Januar 1907. 1 Taf, Sur Vapplication de la máthode photographique de M. 
Kapteyn á la détermination des parallaxes des étoiles brillantes, par E. A. 
Tikhoff. 

N? 19.—Étude des photographies de la couronne solaire faites avec la 


84 


lunette de 13.28 m pendant léclipse dn 30 aoút 1905 á Alcocébre en Es- 
pague, par A. Hansky. 4 pl. 

N? 20.—Le spectre de la cométe de 19074 par A. Bélopolsky. Obser- 
vations photographiques de la comete 1907d (Daniel) á Poulkovo au moyen' 
de Vastrographe de Bredikhine, par G. A. Tikhoft. 1 pl. Ueber ein fiir 
Polhóhenbeobachtungen in Johannnesburg bestimmtes Zenitteleskop. 
Von J. Bonsdorff, Ueber die Bewegungen von Niveaublasen von,A. Or- 
loff. o 

N? 21 (1908). —Deux méthodes de recherche de la dispersion dans les 
espaces célestes par G. A. Tikhoff. 4 pl. 

N? 22.—Untersuchung der Radialgeschwindigkeit des verinderli- 
chen Sterns Algol (f Persei) in den Jahren 1905-1907 von A. Belo- 
polski, 


Smithsonian Institutivn. Bureau of American Ethnology. 
W. H. Holmes, Chief. Bulletin 8? pl % fig. 


Bulletin 29. Haida Texts and Myths. Skidegate Dialect. 
Recorded by John R. Swanton. 1905. 448 p. 5 fig. 


Bulletin 30, Handbook of American Indians of North 
Mexico. Edited by Frederick Webb Hodge. In two parts. 
Part 1. 1907. 972 p. 


Interesantísima y curiosa obra escrita por cuarenta y seis autores, arre- 
glada en forma de diccionario y profusamente ilustrada. El primer to- 
mo comprende hasta el fin de la M; el Boletín 31 formará el tomo se- 
gundo. 


Bulletin 32. Antiquities of the Jemez Plateau, New Mexi- 
co, by Edgard L. Hewett. 1906. 55 p. 17 pl. 


Bultetin 33. Skeletal Remains suggesting or atributed to 
early man in North America by Ales Hrdlicka. 1907. 113 p. 
21 pl. 16 fig. 


Discute los hallazgos en Nueva Orleans, Quebec, Lake Monroe, Soda 
Creek, Charleston, Calaveras, Rock Bluff, El Peñón (México), Trenton, 
Lansing, Florida, Nebraska, etc. 


85 


La construction des machines électriques par Jules Dalémont, 
Ancien ingénieur de la Gesellschaft fúr Elektrische Industrie 
(Karlsruhe), Professeur agrégé Vélectrotechnique á 'Univer- 
sité de Fribourg, Professeur au Technicum.—Paris et Liége. - 
Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1907. 1 vol. gr. in-8. 134 
pages, 139 fig. 12 fr. 50 relié. 


Describe este libro con amplios detalles desde la instalación de un buen 
taller de electricidad, los diversos materiales empleados en la construcción 
de las máquinas eléctricas, la manera de hacer los carretes, los colectores, 
ete,, hasta el montado completo y perfecto de las máquinas. 

Al tratar del taller se ocupa de su organización general, horas de tra- 
bajo, remuneraciones á los obreros. comprobación de las labores, ensayes 
de máquinas, conservación de la herramienta, etc. 


L'automobille a essence. Principes de construction et cal- 
culs par Ed. Heirman, Ingénieur civil, Expert des Trihbunaux. 
—Paris et Liége. Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1908. 
1 vol. gr. in-8, 261 pages, 70 fig. 12 fr. 50 relié. 


Obra escrita expresamente para las personas que conociendo ya prác- 
ticamente un automóvil, deseen profundizar los métodos de cálculo y los 
principios de la construcción. Estudia con detalle la técnica de cada uno 
de los aparatos necesarios á un automóvil, 

El autor da en este libro disposiciones y cálculos que le son peculiares. 


Prescriptions de l' Association des Électriciens allemands pour 
Pexécution des Centrales de distribution d'énergie électrique. 
Régles d'exécution. Traduit de Vallemand par E. Allain-Lau- 
nay —Paris. Librairie Polytechnique, Ch. Béramger. 1908. 122 89 
pages, 3 fr. 


Contiene las prescripciones para el establecimiento de las plantas cen- 
trales de distribución de energía, las reglas normales para la instalación de 


86 


conductores y de canalizaciones al aire libre, y los comentarios á los cua- 
dros de cargas admisibles para cables aislados y para lineas subterráneas. 


Prix de revient et prix de vente de l'énergie électrique suivi 
Yun essai de tarification rationnelle par Gustave Siegel,, Ingé- 
nieur Électricien. Traduit de Vallemand par Robert Ellissen 
et E. Allain-Launay.—Paris et Liége. Librairie Polytechnique, 
Ch. Béranger. 1907. 8* 213 pages. 8 fr. relié. 


Es este un libro lleno de originalidad y que presenta grande interés y 
utilidad. 

Principia por consideraciones relativas á la demanda de energía eléc- 
trica, analizando el valor del alumbrado eléctrico, según su producción y 
su consumo, los gastos de las instalaciones diversas, explotaciones y de la 
producción de la energía; los gastos de las empresas y la influencia de la 
demanda, etc., acompañando cuadros que dan los valores concernientes á 
todos los puntos tratados, así como bibliografías de los asuntos, 


POSICIONES GEOGRAFICAS Y ALTITUDES DEL ESTADO DE NUEVO LEON 


DETERMINADAS POR LA 
COMISION GEOGRAFICO-EXPLORADORA. 
DIRECTOR: GENERAL BRIGADIER A. GARCIA PEÑA, M. S.A. 


¡Tomadas de la Carta General del Estado de Nuevo León publicada á iniciativa 
del Gobernador del Estado, Gra!. D. Bernardo Reyes). 


LUGAR. Latitud Norte, Longitud de México. Altitud. 
P del ini am 

AYUAIOUDAS dies odos e 26%18'38" 0525'05'"W 204 
ARA > PS Dd en E 27 29 42 1 04 14 Y 232 
Pa io 09 a A AS 24 06 10 0 4105 W 1077 
Boquillas ¿LL BI 23 33 27 11148 W 1607 
Cadereyta Jiménez ........o ooo... 25 35 34 0 5157 W 360 
Calla tica o eee le 25 12 00 10400 W 1237 
Corralro uimon! ¿Ud e 2d a d 26 05 32 0 2832 W 345 


China calce. lelcinp és lid e 25 42 30 0 0557 W 163 


Santa EugraciA.-..oo.oocooo-..oos 


+ 
87 

LUGAR. Latitud Norte. Longitud de México. Altitud. 

Caolombiaro diu ha denasidlo ae 27042111 0037'29""W 205 
Cuartos de Abajo ...... MN A NS EA 26 25 07 1372 W 653 
Digctor ATTONO th-ioo-- Edda 23 40 23 1 0251 W 1706 
Doctor González-... ........ lAs 25 51 33 0 4840 W 404 
A A AA 25 37 02 0 08 05 E 189 
A IN A A 24 58 34 0 4142 W 566 
AA A A O 27 12 12 0 4135 W 208 
II A E PAR 26 16 15 1 58 42 Y 839 
IAN o o o NS 24 49 41 0.5555 W 1655 
E E e 9 25 48 49 1 27 2 W 697 
E AA A A 26 43 01 1 2205 W 444 
Gruadalapo. as 5 dd. Ud 15 25 10 11 0 1050 W 205 
Hediordilla Ju. dobrperidl- 3. 38 24 57 30 13415 W 1906 
A A o o o os 27 25 48 0 4001 W 205 
srondida o as 26 15 42 0.3745 W 346 
Laguna de IndioS.... «o. ooon.<-.. 25 29 05 4 ¡heads 124 
Lampazos de Naradj0-..ooo.oo.--.. 27 01,32 1 2235 W 335 
A a a o ia 26 0947 14148 W 984 
A TA A A 24 51 39 02607 W 360 
AOS AICAmÁás. e ds y atera 26 03 58 0.0329 W yo bs 
MO RAS rc dt site 25 41 41 0 2915 W 226 
Mesa del Nopal. ...... A edo 25 22 02 11856 W 2133 
Maty Noriega ile ma io imrédoa 23 25.19 05911 W 1681 
Mojarras .....-... ie a 25 51 44 01117 E 135 
Montemorelos ¿tank les 25 1134 0 4133 W 432 
A A 25 40 11 1 1028 W 538 
(jito de Apualo Hon es 25 40 06 0 27 36 E 210 
Bablllo3 2 44s IAE SRA 24 35 57 0 5051 W 2065 
EaloiBlnaoc in os bed 26 16 50 11451 W 570 
A A e 26 3005 * 02308 W 165 
BEA CUAMLOS a ica 26 49 59 i 04 14 W 352 
Basgoudel Alamojt 0 de Sn lee 26 23.19 0 5010 W 272 
Boldt dx o la 24 50 54 AN 1908 
Purísima de ConchoS....-..o oo... 24 55 39 0 0759 W 195 
OEA ARA 23 53 48 SS 1735 
A LL E e dp id 27 13 59 1 0004 Y 195 
Sabinas Hidalgo ic: too da dejas 26 29 59 10211 Y 313 
Salinas: MICLONA als Le a ini me a 25 57 34 1 1003 W 464 
San Antonio Peña Nevada ........ 23 44 37 0 5101 W 1504 


A 25 25 03 0 25 33 W 197 


pe 
1 UN 
88 

LUGAR. Latitud Norte. — Longitud de México. Altitud. 

Santiago HuAJUCo --.o..2moocoo=ooo 2502535"! 1200'20"W 445 
SA JOB Is e 24 28 54 1-20 29. W 1809 
San José de Ruíces.... -.2.:-..-... 24 34 34 1 (0531 W 1902 
¡San Patritlo 2 IA E 27 15 00 13120 W 326 
Bata A E O A A 24 1229 4 1691 
Old A E 24 00 36 0.5541 W 1596 
Mean: ARIAS 24 2307 02046 W 580 
Vallecillo eS e A] PAE 26 39 41 0.5005 W 274 
Vaillaldada OL A 0 26 29 49 1:17 52 W 469 


Le tremblement de terre du 26 mars 1908 (Chilapa, Mexique), 
enregistré a Paris. Note de M. G. Bigourdan, M. $. A. 


Ce tremblement de terre a été enregistré (1) á lObservatoire de Pa- 
ris par le'sismographe Milne, á deux pendules horizontaux, qui ont os- 
cillé Vun et Pautre; mais un seul a donné une inscription suffisante: c'est 
Je pendule droit, dirigé du Nord au Sud, et d'apres lequel les mouvements 
se sont produits aux heures (2) suivantes dans la nuit du 26 au 27 mars 
1908. 

La phase initiale a débuté d'une maniére á peu pres subite á 23225m20s 
et sa premiére section (1, )s'est prolongée jusqw/a 23h33m50s. Alors a com- 
mencé sa seconde section (Ll, ) qui s'est terminée á 23h56m0s et pendant 
laquelle se sont manifestées quatre secousses importantes qui ont eom- 
mencé respectivement á 23h36m0s, 23h41m405, 23h47m30s, 23h52m30s. 

A 23h56m0s a commencé la phase principa'e, pendant la premiére par- 
tie de laquelle les mouvements étaient si grands que le pendule allait buter 
contre ses arréts. Ces oscillations de grande amplitude ont duré pendant 
13 minutes, puis les mouvements se sont éteints peu á peu pour finir vers 
2h305. 

Déja une petite secousse avait été enregistrée la veille, á 19h48m, et 
deux autres se sont produites dans la matinée du 27: une, assez faible, 
a été enregistrée á 4h22m, et Vautre, plus forte, de 4h40m á 4150m; les 
mouvements plus faibles qui ont suivi celle-ci ont cessé de se marquer 
vers 5h30m, 

(Extrait des C. R. de l'Ac. des Sc., 30 mars 1908). 


(1) Le fonctionnement de P'appareil est surveillé par M. Guénaire. 
(2) Tontes les heures sont données en temps moyen de Paris, et comptées de 0h á 
24h A partir de minuit. 


Soeredad Cientílica “Antonio Alralo, - 


MEXICO. 


-SPLrLIL 


Revista Científica y Bibliográfica, 


Núms. 11-12. Tomo 26. 1907-1908, 


SESIONES DE LA SOCIEDAD. 


MARZO 3 DE 1908.* 


Presidencia del Sr. Ing. M. Marroquín y Rivera. 


NECROLOGÍA.—El Secretario perpetuo participó la muerte de los so- 
cios A. Lancaster, Director del Servicio Meteorológico de Bélgica y J. 
Chapuis, Inspector de la enseñanza técnica del Ministerio de Comercio de 
Francia. 

TRABAJOS.—Prof. C. Conzatti. Los yacimientos fosilíferos del Valle 
de Oaxaca. (Memorias, 26, p. 353-358). 

Pbro. $. Díaz. Un temporal de invierno. Primeros pasos en la Meteoro- 
logía de precisión. (Memorias, 26, p. 359-368). 

NOMBRAMIENTO.—Miembro titular; 

Marcelo Bloch, Ingeniero de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza. 

PosTULACIONES.—Para Miembros titulares: 

Ing. Gustavo Durán y D. José Galán y Ainslie. 


* Por un error no se insertó esta acta en el lugar correspondiente. 


Revista (1007-1908).-—12. 


a. Das > CAE a A RO Ad > a, ' 
Vis Dd a e rá o ES Sd Sá 15 . 
3 E Le E . Y a e e 
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MAYO 4 DE 1908. A 
. E e . | 
e 


Presidencia del Sr. Ing. M. Marroquín y Rivera. 


TRABAJOS.—Dr. A. Dugés. Dipodomys Phillipsi Gray. 
Prof. L. G. León. Los fenómenos eléctricos durante los últimos te - ia 
Prof. R. Mena. El Monolito de Cerro Colorado, Acatlán, Puebla. ; e 3 
El Sr. Ing. L Pérez Guzmán, presentó unas cartas del Estado ao 
México, consistiendo en carta de bosques, carta de razas y carta geoló- 
gica. > 2 
El secretario perpetuo presentó una colección de fotografías dema 
obras hidroeléctricas de Necaxa, Puebla, que obsequia el Sr. Dr. F. 203 x 
mirano. » Ls Se, 
NOMBRAMIENTO.—Socio honorario: po y 


General de División D. Bernardo Reyes, Gobernador da Estado de , 
Nuevo León. , ; 5 e 


cn 


JUNIO 1 DE 1908. 


' Presidencia del Sr. Ing. Manuel F. Alvarez. 


NEcROLOGÍA.—El Secretario perpetuo anunció la muerte del distin- 
guido geólogo A. de Lapparent, socio honorario, acaecida el 4 de Mayoá 
la edad de 69 años. . e 

BIBLIOTECA.—El socio Ing. Mariano M. Barragán obsequió i im porta 
tes obras de historia patria en 18 tomos. 

'TraBaJos.—Prof. Juan S. Agraz, Teoría analítica de la combina de 
parte). 

Dr. J. M. de la Fuente, Apuntes sobre Tzintzuntzan, Mich. 

- NOMBRAMIENTO—Socio honorario: 

Dr. D. Francisco Plancarte y Navarrete, Obispo; de Cuernavaca, 

PosTuLACIÓN:—Para miembro titular: q 

Prof. Miguel Salinas, Cuernavaca, Mor. 3 


MACARIO OLIVARES. 


91 


BIBLIOGRAFIA, 


Annales de l'Observatoire Rogal de Belgique editées aux 
frais de lEtat. Nouvelle Série, Physique du Globe: Tome III. 
Fascicule 111. Travaux publiés par les soins de G, Lecointe, 
Directeur scientifique du Service Astronomique.—Bruxelles. 
Hayez, Imprimeur de l'Obseryatoire. 1907. 4? pl. 


Observations magnétiques faites 4 Ucele en 1906.—Température du 
sol observée a différentes profondeurs, á Uccle, en 1906.—Observations 
séismologiques faites en Belgique en 1904, 1905 et 1906.—Descriptions des 
installations et des appareils de séismologie en usage á l'Observatoire Royal. 
—Carte des courbes isodiastématiques pour Uccle suivant la projection de 
Mercator, par E. Lagrange.—Las Stations séismiques de Quenast et de 
Frameries par E. Lagrange. 


La Terre et la Lune. Forme extérieure et structure interne 
par P. Puiseux, Astronome á 'Observatoire de Paris.—Pa- 
ris, Librairie Gauthier—Villars, Quai des Grands—-Augustins, 55. 
In-8 (25-16) de 1v-176 pages avec 28 fig. et 26 planches; 1908. 
9 fr. 


La riche collection de documents photographiques dont la Lune a 
fourni les éléments dans ces derniéres années a rendu possible et oppor- 
tune létude comparée de notre planéte et de sont satellite. 

M. Puiseux, que sa collaboration au grand Atlas photographique de VOb- 
servatoire de Paris désignait pour entreprendre ce travail, a d'abord résu- 
mé en sept Chapitres d'une lecture attachant les résultats généraux obte- 
nus sur le relief et la constitution interne du globe terrestre. 

Ces études trouvent dons l'interprétation des photographies lunaires 
leur application la plus directe et la plus súre, en méme temps qu'un con- 
tróle précieux. Les modifications constatées par les astronomes sont si 


92 


rares et si lentes qu'il est prómaturé de vouloir en définir la marche. Mais 
les traits actuels du relief lunaire, convenablement interrogés, racontent 
eux-mémes leur histoire. C'est ainsi que Varchitecte. mis en présence d'nn 
édifice écroulé, n'a pas besoin d'avoir assisté á la construction pour réta- 
blir le plan primitif et pour déterminer les causes de ruine. 

M. Puiseux s'est attaché au probléme passionnant de cete reconstitu- 
tion historique avec une sagacité qui lui a valu le suffrage d'astronomes et 
de naturalistes éminents, et que de plus nombreux lecteurs seront main- 
tenant á méme d'apprecier. 

Table des matitvres.—Ire. Partie. La Terre. La notion de la figure de 
la Terre, de Thalés a Newton. L'aplatissement du globe. Essais de théo- 
rie mathématique de la figure de la Terre. Résultats généraux des mésu- 
res géodésiques. Variations observées de la pesanteur á la surface. Les 
grands traits du relief terrestre et du dessin géographique. L'histoire du 
relief terrestre; les principales théories orogéniques. La structure interne 
Vapres les données de la Mécanique céleste et de la Physique. La strue- 
ture interne d'aprés les données de l'Astronomie et de la Géologie.—Ile, 
Partie. La Lune. La configuration de la Lune étudiée par les méthodes 
graphiques et micrométriques. Les cartes lunaires. La genése du globe lu- 
naire et les conditions physiques á sa surface. La figure de la Lune étudiée 
sur les documents photographiques. Les traits généraux du relief. Les cir- 
ques lunaires et les principales théories sélénologiques. L'intervention du 
volcanisme dans la formation de lécorce lunaire. Les formes polygonales 
sur la Lune. Témoignage apporté par la Lune dans le probleme de l'évolu- 
tion des planétes. 


Annals of the Astrophysical Observatory of the Smithsonian 
Institution. Volume II. By C. G. Abbot, Director, and F. E. 
Fowle, Jr., Aid.—Washington: Government Printing Office. 
1908. 4” 245 pages, 29 pl. 


Annals of the Astrophysical Observatory 1900-1907.-—-PArT I. De- 
termination of the intensity of Solar Radiation outside the Earth's Atmo- 
sphere vtherwise termed “The Solar Constant of Radiation.” Methods and 
apparatus. Sample observations and computation of Solar Radiation out- 


side of the atmosphere. Investigation of sources of error in the determi- 


nations of “solar constant.” Results of measurements of the intensity of 
solar radiation. Applications of solar radiation measurements. The causes 
of disagreement between the “solar constant” determinations of different 


ES RE NT 


A 


93 


observers.—PART H. Radiation and terrestrial temperature. Dependance 
of terrestrial temperature on soiar radiation. The effect of the atmosphere 
on the direct beam of the sun. The reflecting power of clouds Indirect 
solar radiation. Income and outgo of heat from the earth, and the dep- 
endance of its temperature thereon. The temperature of the moon. Varia- 
tions of solar radiation and their effects on the temperature of the earth.— 
PArT III. The radiation of different parts of the sun's disk. The pheno- 
menon of varying brightness of the solar disk, and possible explanations 
of it. Arrangement for observing the distribution of radiation over the 
sun's disk. Results of observations of the brightness of the solar disk. Sum- 
mary and conclusion. 


Instituto Geológico de México. —Parergones.—México, Im- 
prenta de la Secretaría de Fomento. 1907. 8? 


Tomo 1I, núm. 1.—Explicación del Plano Geológico de la región de 
San Pedro del Gallo, Estado de Durango, por el Dr. Ernesto Angermann, 
p. 5-14 (con un plano). Sobre la Geología de la Bufa, Mapimí, Estado de 
Durango, por Ernesto Angermann, p. 17-25 (con un plano). Notas Geoló- 
gicas sobre el Cretáceo en el Estado de Colima, por el Dr. E. Angermann, 
p- 29-35 (con una lámina). —Tomo II, núm. 2.—Sobre algunos fósiles pleis- 
tocénicos recogidos por el Sr. Dr. E. Angermann, en la Baja California, por 
e) Dr. E. Bóse, págs. 41-45. Sobre la aplicación de la potasa cáustica á la pre- 
paración de fósiles, por los Dres. E. Búse y Víctor von Vigier, págs. 49-59. 
Sobre las rocas fosforíticas de las Sierras de Mazapil y Concepción del Oro, 
Zacatecas, por el Dr. Carlos Burckharat, págs. 63-67. (Con un plano).— 
Tomo 1, núm. 3.— El Volcán de Jorullo, Michoacán, México, por el Ing. 
Andrés Villafaña, págs. 73 á 130. (Con 8 láminas). 


The Study of Stellar Evolution An Account of Some Mo- 
dern Methods of Astrophysical Research by George Ellery 
Hale, Director of Mount Wilson Solar Observatory, Carnegie 
Institution.—Chicago. The University of Chicago Press. 1908.. 
8vo. 250 pages, 104 plates. Cloth: $ 4,27 postpaid. 


The introduction of photographic methods, the improvement of te- 
lescopes, and the rapidly increasing appreciation of the value to astronomy 


94 


of physical instruments and processes, have revolutionized the observa- 


»tory. From a simple observing station, it has been transformed into a 
great physical laboratory, where images of the Sun and Stars are stu- 
died with many powerful instruments, and celestial phenomena are expe- 
rimentally imitated with the aid of electric furnaces and other sources 
of intense heat. The result has been a great gain in our knowledge of the 
origin, development, and decay of stars. This book gives an account of 
the work of the last few years in the Yerkes and Mount Wilson Observa- 
tories, and thus initiates the reader into the whole study of the stupend- 
ous problem. 104 half-tone plates, made from the best astronomical neg- 
atives, show the most recent resulta of celestial photography in most of 
its phases. Professor Hale has shown a most unusual skill in the adapting 
of difficult material to the comprehension of those who are not specialists 
in the subject. 

CONTENTS.—The Problem of Stellar Evollution. The Student of the 
New Astronomy. The Sun as a Typical Star. Large and Small Telescopes. 
Astronomical Photography with Camera Lenses. Development of the Re- 
flecting Telescope. Elementary Principles of Spectrum Analysis. Grating 
Spectroscopes and the Chemicai Composition of the Sun. Phenomena of 
Sun's Surface. The Sun's Surroundings. The Spectroheliograph. The 
Yerkes Observatory. Astronomical Advantages of High Altitudes. The 


Mount Wilson Solar Observatory. The Snow Telescope. Some Uses of 


Spectroheliograph Plates. A Study of Sun Spots. Stellar Temperatures. 


The Nebular Hypothesis. Stellar Development. The Meteoritic and Plane- 


tesimal Hypotheses. Does the Solar Heat Vary? The Construction of 
Large Reflecting Telescopes. Some Possibilities of New Instruments. Op- 
portunities for Amateur Observers. 


Les récents progres du Systeme Métrique. Rapport présenté 
ála quatriéme Conférence Générale des Poids et Mesures, rén- 
nio á Paris en Octobre 1907, par Ch.-Ed. Guillaume, Direc- 
teur-adjoint du Bureau international des Poids et Mesures. 
In-4, 94 pages, 4 figures; 1907. 5 fr.—Paris. Librairie Gauthier— 
Villars, Quai des Grands-Augustins, 55. 


La réunion de la quatridme Conférence générale des Poids et Mesures 
offrait, á la suite des grands progrés réalisés par le Systéme métrique dans 
ces dernióres années, une occasion toute naturelle d'en faire un exposé 


hr" 


Y5 


succinct. Le Systéme métrique v'est point, en effet, comme on pourrait 
le penser, un organisme rendu rigide et incapable (une évolution, par la 
perfection méme avec laquelle il fut réalisé des le début. Les exigences 
de plus en plus élevées de la Science nécessitent des garanties sans cesse 
accrues, á la fois pour la précision de la définition matérielle des unités du 
Systéme, et pour la sécurité de leur conservation. De plus, sa diffusion 
mondiale et sa pénétration dans toutes les industries exigent une élabora- 
tion de plus en plus minutieuse des détails de son organisation, en méme 
temps que le contróle international de son identité dans le monde entier. 

Cesont ces divers aspects du Systéeme métrique—métrologique, tech- 
nique, législatif, administratif—-que M. Guillaume expose dans ce Rap- 
port, présenté ala derniére Conférence générale des Poids et Mesures et 
dont le Comité international a voulu aceroítre Vutilité, en ordonnant son 
impression. 

Puisant á la source méme de documents de premiére main, Pauteur 
expose les travaux du Bureau international des Poids et Mesures relatifs 
á la comparaison répetée des étalons de premier ordre; puis il reproduit 
les résultats obtenus récemment dans leur comparaison avec les phéno- 
ménes naturels: longueur des ondes lumineuses, masse du décimétre cube 
d'eau; les législations récemment promulgées sont ensuite passées en re- 
vue; enfin les applications du Systéme métrique aux diverses industries 
pour lesquelles une élaboration et une entente étaient nécessaires sont 
brievement résumées. C'est dans cette quatrieme Partie de ce Rapport 
qu'on trouve lV'exposé de la question du carat et de son unification inter- 
nationale a 200 mg., du numérotage des filés, du systéme international des 
filetages, etc. 

Table des matiéres. Avertissement.—Ire. Partie: Stabilité des étalons 
Métres prototypes. Kilogrammes prototypes. Thermométres étalons.— 
He. Partie; Détérminations fondamentales relatives aux unités du Syste- 
me métrique. Détermination des longueurs d'ondes fondamentales. Volu- 
me du kilogramme d'eau. Les échelles thérmométriques. La valeur nor- 
male de Vaccélération de la pesanteur et la pression normale.—Ille. Par- 
tie: Progrés dans les législations. France, Hongrie, Roumanie, Etats-Unis, 
Grande-Bretagne, Japon, Russie, Danemark, Portugal. Résumé. Notes. 
—IVe. Partie: Les progrés dans les applications du Systéme métrique. 
Progrés dans les pays anglo-saxones Réforme du carar Unification des 
filetages. Numérotage des textiles. Le Systéme métrique en Optique. Nu- 
mérotage des plombs de chasse. Les unités secondaires de la force, de la 
pression, du travail, de la puissance. Aéronautique. Horlogerie. Le Sys- 
teme de mesure des températures. —Résumé et Conclusions, 


96 


Gotha, Janvier 1908, 

IN y a a présent douze années, qu'un géodésiste et géographe éminent 
le lieutenant-général russe, Alexander von Tillo chercha á convier au tra- 
vail commun tous ceux quí vouent leurs forces ou leur intérét spécial á 
la fixation cartographique de la surface du globe, táche qui avance de plus 
en plus. Le premier but qu'il poursuivait était la fondation d'une “Asso- 
ciation cartographique internationale” sur le modéle des organisations iu- 
ternationales pour la géodésie et la statisque. Les trois derniers congrés 
géographiques internationaux, au forum desquels von Tillo présenta ses 
projets premiérement á Londres, se sont loyalement occupés de Taffaire, 
en réalité cependant ce fut sans aucun succés: on ne parvint pas au-delá 
de la nomination de trois petites commissions. Le fondateur de lVidée mon- 
rut lorsqu'il venait de présenter personellement ses propositions au con- 
gros de Berlin en 1899, Le général Steinmetz, en ce temps-lá chef de la to- 
pographie royale prussienne, se retira aprés s'étre démis de cette charge. 
Le troisigme membre de la commission originale, M. F. Schrader á Paris, 
fit ses efforts pour assurer á une telle association le concours des régions 
officielles des diftérents États. mais ses efforts échonérent presque entiére- 
ment devant les serupules qui se présenterent. "affaire étant en cet état, 
le congrés de Washington 1904 ne put que nommer une nouvelle commis- 
sion qui outre M. Schrader comptait MM. .J. von Schokalsky á S5t.—Pé- 
tersbourg, Henry Gannetá Washington, E. Oderhummer á Vienne et .). 
G. Bartholomew á Edinbourg. Pour le moment, il ne s'agit que de ne pas 
laisser disparaitre Vaffaire des délibérations des congrés géographiques et 
celui de année prochaine, a Genéve, traitera la question de nouveau. ll 
est néanmoins, d'apres toutes les expóriences, difficile de croire qu'elle y 
fera des progres quelcongges, aussi longtemps du moins qu'on tiendra á la 
création d'une organisation aussi générale. 

Il semble vraiment que le temps n'en soit pas encore venu, Il faut 
WVabord qu'on s'entende sur l'essence et les buts de la représentation figu- 
rative de la surface du globe, sur les méthodes des tentatives actuelles 
pour faire droit á ces buts, eu égard aux diflérents degrés de précision ou 
á Vabondance de la matidre géographique á lever, enfin sur les différents 
procédés de la reproduction en correspondance avec la technique quí de 


jour en jour se perfectionne. Au fond, il ne s'agit souvent que d'une con- 


Pe 


97 
naissance générale de ce qui a déja été fait. Car il est évidert que surtout 
la matiére géographique fondamentale, en tant mémé qu'elle est livrée á 
la publicité du pays particulier, n'est en aucungfagon aussi généralement 
connu que Pautre littérature géographique pom laquelle il y a déja des 
répertoires et recueils excellents. 

Dans ces circonstances il paraít désirable que, en reprenant Vidée de 
Tillo mais en la Jimitant, on se contente pour le moment de créer un or- 
gane international qui fasse connaítre vite et authentiquement les publications 
nouvelles dans le domaine de la cartographie aux, carthographes et aux géo- 
graphes intéressées á la cartographie de tous les pays. 

Il estindubitable que, ceci fait, un des points essentiels de "VAsgocia- 
tion cartographique internationale” projétée serait réalisé. Car tous ses 
adherents ont. pour employer les mots de Tillo, toujours mis en avant 
“des repertoires cartographiques et des catalogues de la cartographie pour 
tous les pays et pour chaque région géographique.” Et personne ne pourra 
nier qu'avec tout l'estimable concours de quelques revues géographiques, 
telles que, avant tout, “The Geographical Journal,” il manque jusqwici 
une telle répertoire cartographique. La littérature sur les cartes estinfini- 


ment plus dispersée et moins accessible que celle sur la géographie en gé- 


néral et sur la géographie des pays particuliers. 

A ce point de vue les soussignés saluent vivement la décision de l'ins- 
titution géographique de Justus Perthes, d'ajouter désormais aux '“Pe- 
termann Geograpischen Mitteilungen,” un rapport mensuel particulier 
(“Kartograpischer Monatsberischt”), qui donnera le rapport le plus com- 
plet possible de la littérature cartographique toute entiére pour faire droit 
a la demande la plus proche et la plus pressante, exposée plus haut. La 
personne de l'éditeur, M. le docteur Hermann Haak, nous garantit qu'il 
ne s'agira pas de suivre un tendance exclusive á la géographie ni de se bor- 
ner aux productions d'une certaine origine. Ses rapports annuel des pro- 
gros de la projection cartographique, cartographie et reproducction, ainsi 
que du mesurage des cartes dans le “Greographisches Jahrbuch” le font re- 
connaítre par tous comme un homme d'interéts étendus et de profondes 
connaissances spéciales, ef Vactivité de sa nature est témoignée par ses 
autres publications telles que, avant tout, le *Geographen—Kalender.” 

Une telle tentative dans un domaine relativement nouveau ne peut 
avoir de la consistance que par Vassistance universelle et permanente des 
spécialistes. Les soussignées, convaineus de Vutilité de Venterprise, se 
réunissent done dans le désir que cette aide leur vienne de la part des di- 
rections et membres des bureaux topographiques et des institutions carto- 
graphiques officielles des différents États aussi bien que de la part des ins- 
titutions privées et des géographes de tous les pays. 


Revista (1947-1008).—13. 


98 


J. G. Bartholomew, F. R. $. E., Hon. Secretary R. S. G. S., Edin- 
burgh. s , 

J. Scott Keltiz, LL. D., Secretary of the Royal Geographical Society, 
London. . 

F. Becker, Oberst im Generalstab, Prof. der Topographie únd Kar- 
tographie am eidgenóssischen Polytechnikum in Ziirich. 

Dr. E. Oberhummer, Professor der Geographie an der Universitát 
Wien. 

W. M. Davis, S. D. h. c., Ph. D. h. c. Prof. Harvard University, Cam- 
bridge (Mass. U. S. A.) 

Dr. Albrecht Penck, Professor der Geographie an der Universitát 
Berlin. 


Otto Frank, k. u. k. Feldmarschalleutnant und Kommandant des k. * 


u. k, Militárgeographischen Institutes in Wien. 
Dr, Karl Peucker, Leiter der Geographischen Arbeiten des Verlages 
Artaria 6 Co., Wien. 


Dr. Karl von Haffner, Vorstand des K. Wiirtt. Statistischen Landes- 


amts, Stuttgart. 

Carl von Porro, Generalmajor, Kommandant der Scuola di Guerra, 
Florenz. 

Dr, E. Hammer, Professor der Geodisie au der Technischen Hosch- 
schule Stuttgart. 

J. de Schokalsky, Général Major et Président de la Section de Géo- 
graphie Physique et de la Commission Cartographique de la Société Impé- 
riale Russe de Géographie, St. Petersburg. 

Dr. Hermann Wagner, Professor der Geographie an der Universitát 
Góttingen. 


Declinación magnética en algunos puntos del Estado 
de Nuevo León. 


(Comisión Geográfico-Exploradora). 


Cadereyta Jiménez........--.. 8029'01"73 E (Mayo 1893). 
Doctor ATTOYO ..-.+2--32--02=> 4 5625 48 E (Mayo 1896). 
El Meco... > conve rodcadooo- 8393902 E . (Agosto 1897). 


8] 


Ad A A A A 0710 00 E (Mayo 1905). 


IA VA ETA IA 1 2029 35 E (Junio 1596). 

Log. ALQQmas neones vesctes eo aa 7 4319 00 E (Ovtubre 1897), 
Mier y "NorlegraA.. cojgónema o =0..- S 1037 78 E (Sept. y Oct. 1905). 
Montemorelos ...oooooo.=...-. 7 5619 32 E (Agosto 1896). 
Montertoy! 3.» .¿to mee ss moot 8 290200 E (Noviembre 1896). 
AA PI e e 8 1643 81 E — (Octubre 1897). 
SAM ANIONO Pc ace apulaelas caos 8 3940 70 E (Noviembre 1897). 
Vallecillo Tara uke RL 71106 66 E (Octubre 1897). 


. 


ASAPH HALL. 


Este eminente astrónomo norteamericano falleció el 22 de Noviembre 
de 1907 á la edad de 78 años. 


AE 
AE k 
AO 


Nacido en Goshen, Conn. el 15 de Octubre de 1829, estuvo de asisten- 
te en el Observatorio Harvard de 1857 á 1862, Ayudante en el Obgervato- 


rio Naval de 1862 4 1863, roto Cea AS dado 180 yA 
en el Harv ard de 1895 4 1941, Megando á distinguirse por brillar 
jos astronómicos, sobre todo por el descubrimiento de los satéli t 
te en 1877. Publicó: Observations vf the Satellits of Mars ( 
Parallax of a Lyrae and 61 Cygni (1882), The six inner Satel i 
turn (1886), Observations for stellar parallax (1886), Saturn and 
(1875-1879), Observations of double :tars (1875-1891), etc. ¿FS 

Perten: ció á nuestra Sociedad como socio honorario desde 1896 y 
igualmente de las Academias de Ciencias de Nueva York, París, $. 7) 
burgo, pt ete. : : dr 


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INDICE DE LA REVISTA. 
1907-1908. 


(Tomo 26). 


Table des matieres de la Revue. 


PÁciyas. 


Actas de las sesiones de la Sociedad. (Comptes rendus des séances,) Ju- 


lio 1905 4 Junio de 1908... coommooooo-. .---9, 29, 41, 49,57 y 89 
American (The) Society of Civil Engineers to all its Mexican bre- 

fan; presting and thadko...oqocesss paros domos poa 59 
Bigourdan G,—Le tremblement de terre du 26 mars 1908. (Mexi- 

A A IS OO 88 
Centenario de la Sociedad Geológica de Londres... -0oooo-o.onoo.. 19 
Mentenario de Río dela Loza..2omenaccooos 20: cadena cdadenas <asd 35 
Congreso (IV?) Científico (12 Pan-Americano). Santiago de Chile. 

Lio YA A A E de e E 73 


Congrés (XVI*) International des Américanistes. Vienne, 1908... 70 
Heredia G., S. J.—Oposición del planeta Marte en Julio de 1907. 14 
Leal M.—Observatorio Meteorológico de León. Resumen estacional, 
LR NE GA EI A A 77 
Necrología; 
A An) PP A A A 
AO E A CI O E A A E 
a a eodati CITO trato) Cs cb ds do tan o oo as OS 69 
A NA A A A 17 
O A A A A A A 
Posiciones geográficas y altitudes del Estado de Nuevo León ....... 86 
Ramos Dr. José, Discurso pronunciado en el Centenario de Río de 
A 1 A AI A pe OE 36 
Tema aprobado por la Sociedad “Alzate” para el Concurso Científico 


102 
Plomias. 
iniciado por la Sociedad Mexicana para el Cultivo de las Cien- ia 

A A A RS EN E 58 
Zahn G. W. von, Temperaturas del agua del mar entre Veracruz y 

la salida del Estrecho de Florida...... A A 51 

Bibliografía. 
BIBLIOGRAPHIE. 

Anales del Museo Nacional de Buenos Alres..-.....o.ooooo=.oooo. 7 
Annales de 'Observatoire de Belgique -..ooooomooo. ==. oonannoo Y 
Annales de l'Observatoire de TouloUSC -.oooocoooooocamnro rn. 46 
Annals of Astrophysical Observatory, Smithsonian Institution. .... e 
Annuaire du Bureau des Longitudes, 1908 .---.....otcoooooo--.- 66 
Arnaud et Franche, Manuel de céramique industrielle .....-...... 30 
Astronomical Observatory of Harvard College... .ooooocoocoooo... 12 
Bichat et Blondlot, Introduction a l'étude de lVélectricité nba 0 et 

du ¡MASTÉLISMO. Luca caco it o o 
Blancarnoux, Le Mecanica industriel. Li a IN 
Borochersa, Les fours/électriqnes.--2 Li 67 
Bourguignon, Essais des machines á courant continu et alternatif.. 4 
Bunau-Varilla, Le Détroit.de Panama 2-2 22000... .... 2:20 0 AS 
Bureau of American Ethnology.....-...-m2oo=ooo.oo=o.==».-00 y 84 
Cadiat, Dubost et Boy de la Tour, Traité d'électricité industrielle.. 42 
Cambon, Fabrication des coles animales. ....cooomoooooommmoo.... 68 
Claudel et Dariés, Formules, tables et renseignements usuels...... 67 
Compte Rendu du Xe. Congrés Géologique International. Mexico, 

TO rro de a o a A o 69 
Cordemoy, Ports maritimes, tome l......ooooommmmo.oo o... RELE A 8 
Dalémont, La construction des machines électriques.....ooooooo.. 8) 
Demangeon, L'industrie auriféere en Colombié .......o.o.ooooomoo..o 06 
Demoulin, Tia locomotive actuelle ......oo.o.ooommeso cospurcc a 
Eiffel, Atlas météorologique pour année 1906....oooooooooooom..  8l 

Recherches expérimentales sur la résistance de Vair......... 65 
Escard, Les industries électrochimiques... ....oonooocoaooooomnmm.. 27 
Fribourg, L'analyse chimique en suecreries.....ooooooooooooono... 10 
Firicker, Résistence des Carónes ..eoooocesnncocnon ao $8 
Grimshaw, La construction d'une locomotive moderne ............ Y 
Guillaume, Les recents progrús du Systóme Métrique....o2ooo.o.. 94 
Hale, The Study of Stellar Evolution........oooooocomonomooo.n o. 93 
Haller et Girard, Momento du chimiste.. +..oooo-oooono.-oon..... D0 


103 


PÁGINAS. 


Halse, Dictionary of Spanish American Mining 4 Metallurgical 


- Heineman, The Physical Basis of Civilizati0M....ooooo-.---....-- 


Heirman, L'automobille á essence-....-coooooncrnsaccconocioo... 
RD raito des eXplosile. m4 deodennioaos rg cae dao 
a NA A A E A o e MEE EA 
a A A Eo 
Jiiptner, Elements de dsilarte, oa TUI a A 
Lacroix, Etude minéralogique des produits silicatés de léruption du 


VEA Rs E a AA A E AAA ADA TOS 
MAS E ralté duipaludismess os vas. aaa da Tea 
Leduc, Sur la constitution intime des calcalres.......o.o..oooo... 
Lévy-Lambert, Chemins de fer á crémaillér8.....oooocomomoo.... 
Lowell Observatory .. .. «...<----.. TS ls 
Manville, Les découvertes AAN en . PRySÍAS. a A E A 
NEC ude IU MONta UE o A a 
Montessus de Ballore, La Science séismologique-.oooocococooo---. 
MNieblao-HaupisterTwaltS ..oooociadosoconqnoaoaccadc a 12 y 
Parergones del Instituto Geológico de MÉxXiCO ..oooocoooooo ooo. 
MANbETIDO "Zoologio Appliqubo. ¿co ica ciccioio o cunas 
Périssé, Traité général des automobiles á pódla A 


Post et Neumann, Traité complet d'analyse chimique......... 11 y 


Prescriptions de Association des électriciens allemands........... 
Puiseux, La Terre et la Lune ............ EI A 
Puta De remblayage¡d aa. ia id o to E 
Report of the Coast and Geodetic Survey, 1906- TOA 
Révillon, Les aciers spéciaUX....oooooooo-... A e OS 
Schnabel, Traité de Métallurgie, tome l..o.ooooo.ooooooncocooo-... 
Siegel, Prix de revient et prix de vente de lénergie électrique... .. 
A IA NARA A A 
'Paseart; Eixploltation du:ipétróle <.comcdezconancodosonensescondocos 
A AI NT EA PA 
Vuliteb, Les produits industriels des goudrons de houilles......... 
Weed, The Copper Mines of the World .......ooooocococoooo.... 
Wéve, Cipómatique eb mécanisMeS ...ooooooooncoconoconccononoa d 
Woodward, The History of the Geological Society of liondon...... 
Ziegler Polar Expedition, 1903-1903 .ooooococococcoconoconononoso 


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